Partida Rol por web

Al final los nazis dejan tranquilo a Caparso. Después de lanzar las granadas, Pepe deja a Larkin recostado contra una pared, sus heridas no parecen muy graves después de todo. Pero ahora necesitan actuar rápido arriba, con el teniente.

Pepe empuña el MP40 y se dirige al piso superior con extrema cautela y nervios de acero. Si aparece algún nazi lo deja frito.

La idea es ayudar al teniente con los germanos de arriba, abajo la cosa se ha tranquilizado bastante. De todas formas, para mí que la misión se ha jodido, tenemos varios heridos y los alemanes saben que estamos aquí. Vaya mierda...

La cosa se había desmadrado y la herida de mi espalda era una auténtica putada, sin embargo, aún no habíamos cumplido nuestra misión y era obvio que habría que darle otro enfoque al asunto. Me levantó ayudándome con la pared para acercarme hasta la ventana de la habitación donde se encuentran Larkin, Pepe y Carrick.

-Larkin, Pepe! - grita el soldado al ver a sus compañero - ¿¡Necesitáis ayuda!? - echa un vistazo para comprobar el estado de Larkin - ¡Joder! ¿Estás bien, amigo?

Carrick se acerca a la ventana y cubre la posición justo cuando observa que Márquez coge el arma y se dispone a salir de la habitación.

Al momento, Carrick reacciona y se dispone a seguir al español, no sin antes comprobar que Larkin puede desplazarse sin necesidad de demasiado apoyo. De nuevo asegura que el pasillo es vía libre, y se dirige a las escaleras para asegurarlas de nuevo con el arma en la mano y dispuesto a disparar si observa un jodido uniforme alemán.

- ¡Vamos! ¡tenemos un trabajo que acabar!

Herido y sin opciónes me resigno soltando el cuchillo y colocando las manos tras la cabeza arrodillado aprieto mis dientes ante el dolor de los balazos siento como si estos mordieran mi espalda con fuerza, realmente estaba jodido en que momento se había ido todo a la mierda el procedimiento había sido el correcto le había cortado las comunicaciones al enemigo y lo había dejado ciego maldigo para mi recordando todos los hechos "Saldremos de esta... digo para mi intentando no desmoralizarme más de lo que estoy y miro hacía el nazi esperando ver si me dispara o que me hace

Me pongo en pie y agarro fuerte mis dos pistolas, mientras salgo de la habitacion con ellos, cubriendo las puertas para que no nos sorprendan nada, les digo a mis compañeros en voz baja:

Si si, estoy bien, puedo apañarmelas por ahora, gracias por preguntar. Me parece que tenemos que ajustarles las cuentas a estos putos germanos, ¿Pero que les pasa? ¿Estan metidos o algo asi?... Se van a cagar.... yo que venia en plan traquis y de buenas....

Ollendo los ruidos del piso de arriba, señalo con la pistola al techo y les pregunto a mis compañeros:

¿Sabeis que se esta cociendo alli arriba?

Caparso llega hasta la ventana de la habitación donde se han reunido sus compañeros y entre todos le ayudan a pasar dentro. Después los cuatro se dirigen a las escaleras que llevan al piso superior, escuchando a los alemanes hablando en su idioma rudamente. Arriba, los boches empujan a Miller con rudeza hacia el pasillo mientras le quitan las armas que lleva. Uno de ellos coge un manojo de llaves del bolsillo del uniforme y busca la apropiada para abrir la puerta de enfrente. En ese momento, Carrick y el resto aparecen en la escalera con las armas preparadas.

Los tres boches cruzan delante de la mira de tu arma sin que hagas nada y alcanzan el puesto de carretera sanos y salvos. El jeep ha subido por la carretera y doblado por la colina rumbo a saber dónde. Desde el cuartel general, los ruidos de disparos han cesado definitivamente y el pueblo regresa a una aparente calma.

Carrick avanza y advierte de la posición de los nazis. Se detiene justo antes de que pueda ser visto y hace una señal a sus compañeros colocándose el dedo índice sobre la boca mientras sostiene el arma entre sus manos. ¿Cuántos serían? Al menos dos, pero se escuchan más pasos.

Se coloca contra la pared. Si querían hacerlo debían ser rápidos. Cualquier movimiento en falso y si había rehenes con los alemanes ña habrían cagado hasta el fondo. Esta vez, el entrar dando tiros a diestro y siniestro no podía funcionar.

Viendo lo que Carrick nos pretende transmitir con sus gestos me fundo con las sombras y pongo rodilla en tierra para tener una mejor plataforma de disparo, solo por si acaso, con mi pistola con silenciador, mi punteria con estas armas siempre ha sido insuperable, pero ahora... resentido por los pinchazos de mis heridas, el disparo sera la ultima opcion, nadie quiere que le vuele sin querer la cabeza nuestro jefe... esta claro...

Con sumo cuidado suelto la guarda del cuchillo de combate, para tenerlo mas a mano si hace falta. Supongo que lo que mis compañeros estan esperando es a identificar cual es la llave de las celdas, y tener a esos dos alemanes despaldas para ajustales las cuentas sin que se enteren o emitan sonido alguno.

José ve como Larkin saca su pistola con silenciador y él baja el subfusil MP40, sacando a su vez su ASTRA 400 con supresor.

Buena idea, mejor precisión y discreción que potencia de fuego. Además, solo son dos, y nosotros somos un monton. Esos cerdos nazis pueden darse poer muertos.

Márquez apunta cuidadosamente con su pistola al nazi más cercano esperando que sus compañeros estén preparados para abrir fuego y liquidar a sus objetivos. Luego, a liberar al teniente.

Venga joder, destrocemos a eso joputas.

Carrick saca la pistola con silenciador. Necesitaba poder moverse agusto y el rifle es demasiado pesado. Además, en las distancias cortas es mejor no intentar matar moscas a cañonazos.

Se apoya contra la pared y sujeta la pistola con la diestra. La izquierda la levanta y marca con sus dedos un tres. Baja el dedo índice y marca un dos. Baja el dedo corazón y marca un uno. Cuando el anular baja, cierra el puño en señal de que es el momento de salir, se aferra a la pistola con las dos manos para evitar cualquier temblor que pudiera desviar la trayectoria de la bala para ganar precisión.

-Ahora - murmura entre dientes mientras se dispone a salir y abrir fuego con dos disparos al nazi situado a la derecha del oficial.

Siguiendo los pasos de mi compañero, desde las sombras donde estaba apuntando a los 2 alemanes que estaban escoltando a nuestro oficial, abro fuego con precision, de rodillas y estable contra el otro aleman que escoltaba a nuestro oficial.

Puesto que han vuelto a volar tiros, no hiba a dejar a nuestro compañero que se quedara toda la gloria... Y hablando de gloria... A estas alturas debemos tener ya sobredosis de gloria con todas las que nos han endilgado estos sucios germanos... una detras de otra... Asi que a ver si les repartimos un poco de gloria a los que quedan por el pueblo y nos abrimos de aqui, como se suele decir: A casita que llueve...

Los tres soldados abren fuego con sus pistolas acribillando a los dos boches que custodiaban a su oficial. Los cuerpos de los alemanes caen alrededor de Miller que mira con sorpresa como sus hombres irrumpen en el segundo piso con las armas aún humeantes.

-¿Le cogemos en mal momento oficial? - bromea Carrick mientras comprueba que los soldados enemigos están completamente muertos. Aún quedaba trabajo por hacer, por lo que Carrick se dispone a asegurar habitación por habitación toda la planta superior.

Con signos de esfuerzo, me agacho y recojo las llaves que los alemanes han dejado caer cuando nos los hemos cepillado. Un puntazo eso de esperar a ver que llave sacaban. Con el manojo en la mano les miro a los compañeros y señalo en voz baja:

Chicos, que alguien cubra las escaleras por favor, necesito que otro registre las habitaciones, nadie quiere mas sorpresas inesperadas en esta planta.

y dirigiendome hacia nuestro oficial señalo:

¿Teniente, esta usted herido? ¿Necesita asistencia medica?

Mirando hacia la puerta hacia la que los alemanes se dirigian, pienso en las posibilidades de que tras ella resida el premio gordo, y tambien en que ningun "premio" sea tan gordo que le cueste correr. Me acerco con sigilo a la puerta y pego el ojo a la cerradura, nose si podria ver algo pero lo intento, intento percibir que se oye al otro lado, si hay movimientos, respiraciones, pasos....

- Yo me encargo de las escaleras, camaradas.- dice el español dándose la vuelta y apuntando hacia allí con su pistola.

Él les cubriría las espaldas mientras los demás actuaban con rapidez.

Bueno, pese al desastre inicial hemos podido reagruparnos y "limpiar" más o menos el lugar de boches. Ahora toca encontrar a los "british" y sacarlos de aquí.

- Moved el culo, no tardarán en venir más nazis.- dice instándoles a darse prisa para cumplir con su cometido lo más rápidamente posible.

Carrick registra todas y cada una de las habitaciones del piso de arriba, tratando de asegurarlas. En cada una, echa un ligero vistazo si hay ventanas, con discreción, para ver si en las calles sigue habiendo revuelo.

-Venid si tenéis cojones... -

Lo peor que les podía pasar es que rodearan la casa y no les dejaran salir. Dos de ellos no estaban en óptimas condiciones y no hay nada peor que estar encerrados como ratas.

Según avanza de habitación en habitación y si tiene oportunidad y la cosa es propicia, hace una señal  levantando el antebrazo y extendiendo la mano hacia sus compañeros para indicar que el terreno está despejado.

Me mantengo cerca de Larkin con mi cuchillo de combate desenvainado. No estaba dispuesto a meter más la pata, así que lo mejor era apoyar a mi compañero al abrir esa maldita puerta.

Pepe se encarga de las escaleras mientras Carrick inspecciona el resto de las habitaciones de la planta sin encontrar rastro de más nazis. Mirando por la ventana, al soldado le parece ver algo de movimiento en la calle que da al embarcadero.

Por otra parte, Larkin y Caparso se encargan de investigar la puerta cerrada con llave a donde los boches querían llevar a Miller. Por la mirilla sólo se ve una habitación vacía y otra puerta, así que Larkin la abre y se acerca hasta allí. También está cerrada con llave pero finalmente logran abrirla para descubrir al oficial británico atado a una silla y con la cara macerada por los golpes.