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Competición de Bardos IV

Esta es la historia:

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21/11/2023, 10:59
Directora

Villaperdida del Botijo estaba que no cabía ni un alfiler, pero es que esta competición de Bardos siempre conseguía que viniera mucha gente de fuera para ver las actuaciones de los bardos. Había que reconocer, que la invención de esta competición fue todo un acierto y ahora, simplemente era la mayor fiesta de toda la comarca. 

Claramente no entraba todo el mundo en la taberna, aunque habían abierto puertas y ventanas para que se pudieran escuchar las historias desde fuera. Además, este año, habían venido bastantes bardos de fuera, como solía suceder ya en todas las competiciones y la gente estaba deseando escucharla. 

La cerveza ya corría a raudales cuando una tiefling se subió al escenario, haciendo que todo el mundo aplaudiera porque sabían que aquello estaba a punto de comenzar. 

- ¡Buenas noches! - Tuvo que repetir estas palabras varias veces para que la gente la dejara seguir hablando. Demasiada emoción, porque aún no llevaban tan cerveza encima. - Villaperdida del Botijo quiere agradeceros a todos vuestra asistencia, aunque el alcalde anda medio escondido por ahí para no tener que invitar a un trago a nadie. - La gente se rio al escuchar esto, sobre todo, los que ya conocían al alcalde y que sabían que no solía estar mucho por la labor de invitar a la gente a nada. 

- El caso es que esta noche estamos aquí para escuchar la historia que contarán entre nuestros participantes y bueno, lo primero que debería hacer sería presentarlos ¿no? 

La tiefling que estaba claro que no tenía miedo alguno a hablar en público, hizo un gesto a los bardos participantes para que subieran al escenario y ella los fue presentando, aunque sin contar demasiado pues de eso podrían presentarse a sí  mismos antes de comenzar con sus quehaceres. 

- Nuestro primer participantes es El Guapo Reginaldo... - todo el mundo aplaudió entusiasmado. La tiefling no tenía del todo claro a qué venía eso de guapo, pero quizás fuera simplemente que los humanos no eran de su agrado o al menos, la gran mayoría. 

- El segundo participante es Leonardo el Trovador... - De nuevo aplausos, aunque este bardo estaba más sonriente, quizás ya hubiera estado cerca de la barra antes de subirse al escenario. Ya se vería cómo acababa el tema. 

- La tercera participante es Lyle Belladona - que claro, allí en el escenario tampoco se la veía demasiado por su pequeño tamaño. Alguno entre el público ya hizo algún comentario al respecto y fue la tiefling la que respondió. - Estoy segura que se hará oír hasta por un cabezahueca como tú. - De todas formas, puede que el hombre no se hubiera dado cuenta de que a los pies del escenario había un ogro que no perdía detalle. 

- El cuarto participante es Pedro Ubaldo de Moladones. - Claro que aquí la gente se quedó más que sorprendida porque estaban viendo a un niño, aunque de todas formas, después de la contestación anterior de la tiefling cuando alguien había dicho algo malo de los participantes, tuvieron la fiesta en paz y simplemente aplaudieron. 

- Y el último, y no por eso menos importante es Tania La Soñadora. - A esta la aplaudieron y la dijeron algunas lindezas, pero nada a lo que no estuviera acostumbrada teniendo que meterse habitualmente en tabernas con un montón de hombres borrachos. 

La bardo que hacía las presentaciones la sonrió. 

- Puedes pisarle la cara a alguno si te toca mucho la moral. Lo echaremos de la taberna. - Luego miró a los demás. - Eso va para todos los participantes. 

Así, la bardo os hizo un gesto para que bajarais del escenario por el momento y cuando se quedó sola, sonrió. 

- Ahora callaos que esto comienza y no pienso repetir mis palabras. - Desde luego, tenía que ser buena bardo, porque poniéndolos a todos como una vela, puede que no hiciera demasiados amigos. 

La guitarra comenzó a sonar son una suave melodía, lo suficiente para que todo el mundo se callara. Quizás la amenaza de la tiefling tuviera también algo que ver. 

- Este es el comienzo de una historia, pero no de una historia cualquiera. Es el comienzo de una de esas historias que una vez escuchas, no puedes borrar de tu cabeza por mucho tiempo que pase o por mucho licor élfico que bebas. 

La mujer sonrió, sabiendo que únicamente con aquello, ya había conseguido captar la atención de los parroquianos, incluso de lo que trataban de ver algo desde las ventanas. 

- El lugar en cuestión era uno de esos sitios tranquilos en los que nunca sucedía nada. La gente nacía, crecía... - carraspeó como si se estuviera ahorrando algún otro detalle - y cuando tenían hijos, ocupaban las labores que tenían sus padres hasta eso momento. Todo muy interesante. - Esto último lo dijo con tono aburrido, soltando después un bostezo. 

La guitarra comenzó a sonar con mucho más ímpetu, como si de repente, algo estuviera pasando en un lugar tan tranquilo como aquel. 

- Pero una noche una enorme tormenta se desató. Algunos dijeron que se podían ver espíritus enfurecidos cuando los rayos caían en el suelo, la lluvia era tan fuerte que pronto hubo serias inundaciones y algunas personas incluso vieron animales marinos bajo el agua... - La mujer levantó las manos de la guitarra como diciendo que ella no podía desmentir aquello, pero que estaba claro que tenía muy poco sentido. 

La música ahora se volvió triste. 

- Por la mañana, la mayoría de aquellas personas había muerto. El lugar había quedado totalmente destrozado, al igual que algunos de los cuerpos a los que casi parecía que había comenzado a devorar alguna clase de animal. Incluso... - Levantó una mano para darle más énfasis a sus palabras. - Encontraron a dos personas a las que les habían arrancado el corazón. 

- Los pocos supervivientes decidieron que aquel lugar había sido maldecido por algún dios y tras enterrar a sus muertos, recogieron sus cosas para marcharse a otro lugar. Y... en ello estaban cuando se escucharon unos gritos desde la playa. Era una de las niñas que había sobrevivido. 

- ¡Hay una mujer en la playa. Creo que tiene que ser una princesa. Es muy bella!

Como era de esperar, todos fueron a ver a la mujer de la que la niña estaba hablando y realmente, era la mujer más bella que cualquiera de ellos hubiera visto nunca. 

La bardo la describió como una criatura que bien podría tener los rasgos de un hermoso hada, de cabello y ojos azules, labios carnosos, rojos y apetecibles y una tez blanca que hacía que su piel pareciera inmaculada. 

- ¿Quién era era mujer que estaba inconsciente en la playa? ¿Cómo había llegado allí? 

La música cesó, la bardo se sentó en el borde del escenario y le robó la cerveza a uno de los que había en primera fila. 

- Gracias, guapo. - Le dijo antes de bebérsela entera sin apenas respirar. Después se volvió a poner en pie. 

- Pues eso mismo es lo que nos van a tener que contar los competidores de esta noche.

La tiefling señaló a la zona donde estaban los bardos de la competición y después se bajó del escenario, dando por concluida su introducción. De todas maneras, tampoco dejaría sin guía a los bardos que no sabían cómo funcionaba aquello. Les iría diciendo quién tendría que ir saliendo y seguramente, tendría que espantar también a algún que otro pesado. 

Notas de juego

Después de leeros esta parrafada, todos a la escena de opciones, que os digo cómo vamos a seguir con esto. 

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23/11/2023, 01:44
El Guapo Reginaldo

Con paso seguro y frente en alto el Guapo Reginaldo no duda en abrirse paso hacia el escenario luciendo con orgullo sus ropas carmesí al igual que su gran sombrero adornado con varias plumas mientras que en el cinto reluce el estoque y facón como fieles compañeras de aventuras. Pero en sus manos se encontrara su arma elegida, hacedora de melodías con cuerdas bien cuidadas y elegidas para la ocasión, su mandolina lista se encontraba tan altiva como su dueño.

Con una sonrisa torva antes de decir nada, no dudó en acariciar su oscura barba y retocar un poco el bigote para luego soltar una repentina carcajada. Eufórico se sentía en aquel escenario y con tal público apiñado observándolo, era imposible no sentirse como un velero a punto de surcar las olas más desafiantes… Pero si Reginaldo fuera un velero, más que navegar él volaría sobre esas aguas inquietas.

Buona sera a tuti il mondo! Reginaldo es mi nombre y como todo guapo...

Una breve pausa seguida por un carrasqueo al mismo tiempo que sus dedos empezaron acariciar las cuerdas en una altiva melodía que, curiosamente, a medida que la misma parecía adueñarse del escenario la intensidad de las luces que iluminaban el lugar empezaban a atenuarse.

En la adversidad me agrando aunque no soy de presumir, se de sobra que el coraje me acompaña con cada paso que doy. Y aunque sienta el desprecio en la mirada de un necio, no le presto interés porque sé muy bien quien soy.

No me importa disimular mi rudeza y altivez, como tampoco me importa arrodillarme firme frente al amor de una mujer. Pero si mi honor alguien ha de tocar, es mi garra la que ha de hablar.

Y sobre todas las cosas no deben olvidar, la tierra que mas amo es la que me vio nacer y cual patriota siempre la he de defender ante los extraños que hablan sin saber.

Por lo que aquí me encuentro hoy para ser el guapo más guapo y así, contagiarles a todos la guapería de la tierra que me vio nacer.

Y con las presentaciones realizadas en condiciones la melodía que terminó con unas tonadas mas alegres terminaban en un silencio que invitó a esa iluminación a seguir realizando su trabajo. Allí no estaba el Guapo Reginaldo para alardear mas tiempo ya que una historia había que contar y en ese instante, supo exactamente como continuar.

Una vez mas la yema de sus dedos empezaron a acariciar esas delicadas cuerdas como si se tratara de la piel de una amante luego de una noche apasionada, una melodía muy diferente a la anterior que empezaba siendo melancólica y por unos instantes, el propio Reginaldo parecía sentirse poseído por dicha melodía aunque al final, sus propios labios no tardaron en hacerse escuchar.

Nueva sangre se une a la tierra firme, a esta ella se encuentra sometida mientras que al despertar, confundida pronto descubre que no solo desconoce todo lo que ve, sino que incluso su propio nombre ha olvidado. Pero sola no se encontraba esta hermosa mujer de cabellera azulada y mirada llena de magia, porque a su alrededor otros la observaban.

Las palabras del guapo no buscaban formar una canción aunque su voz resonaba acompañando esa triste melodía mientras que de pronto, de rodillas se dejaba caer vencido sin dejar de tocar su fiel mandolina. Pero en el momento en que sus rodillas el escenario golpearon, por un instante Regilnaldo parecía derrotado, desesperado y sin saber que hacer, era eso lo que buscaba aparentar.

Oh hermosa princesa! Dinos quien eres y de donde vienes te lo suplicamos, dinos como es que en medio de este desastre algo tan hermoso puede despertar ante nosotros. Oh princesa del mar! Dinos por favor si es magia lo que guarda tu mirada, si de esta maldición tu algo sabes, dinos princesa por favor, cual es tu nombre...

Una vez mas el guapo de Torregina se incorporaba sin darle descanso a sus diestros dedos que poco a poco buscaban aplicarle mas sentimiento a esa melodía que tan poseído lo tenía.

Era el clamor de los sobrevivientes que, con solo verla, no solo buscaron respuestas, sino que en lo profundo de sus corazones sentían que debían protegerla. Pero entre todas esas preguntas nuestra agobiada y misteriosa mujer de perfecta piel nívea, recordó por fin lo que era... La certeza de ser una sirena le dio fuerzas para intentar incorporarse en un acto reflejo y sin embargo, en donde debía tener una hermosa cola del color de sus ojos marinos, había un par de piernas que en su torpe intento de usarlas, al suelo volvía estar sometida.

aquellos que la vieron no dudaron en acercarse para ayudarla, ninguno se daba cuenta de la naturaleza de esa "princesa", solo querían ayudarla y protegerla, sentían que debían hacerlo a pesar de no conocerla y del funesto destino de ese lugar y sin embargo...

La melodía de la mandolina cambiaba de pronto mientras el ceño de Reginaldo se fruncía a la vez que su pecho se inflaba y se plantaba firme en el centro de aquel escenario.

Sin que nadie lo notara, una tropilla de caballeros llegaba hasta ese sitio maldito sin lucir cresta ni estandarte alguno, media docena armados con lanzas y redes, ninguno tan guapo como Reginaldo pero todos de aspecto severo y rudo... Solo uno de ellos desmontó y se acercó a la muchedumbre y sin dudar les habló a todos...

"Apartad de esa criatura que os está hechizando, mujer bella puede ser pero no es mas que mi presa y ustedes aquí nada pintan..."

Pero los sobrevivientes no se apartaron, no eran guerreros, palos y piedras eran lo único que tenían a mano y sin importar lo que ese hombre les decía, ninguno quiso apartarse de la Princesa del mar, ninguno quería hacer la vista gorda cuando ella necesitaba ayuda...

Será que ese cazador conseguiría su presa? Era él quien provocó que tan hermosa sirena terminara en esa costa y ese lugar destrozado? Tal vez pronto lo descubramos juntos.

Con esas palabras y decidiendo que era un buen momento para mojar el gaznate, el Guapo Reginaldo de Torregina terminaba su última melodía con una exagerada reverencia antes de bajarse del escenario para ver si esa noche, sería una que no se olvidaría en toda su vida.

Notas de juego

3. La mujer es una sirena a la que la tormenta dejó en tierra y necesita su ayuda.

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27/11/2023, 12:14
Leonardo el Trovador

Leonardo estaba feliz de poder participar en el concurso y había estado hablando brevemente con cada uno de los participantes llevándose una muy buena impresión. Escuchó atentamente la historia iniciada por la tielfing y también la continuación de Reginaldo al que aplaudió como un espectador más y felicitó al cruzarse con él de camino al escenario.

-¡Un gran trabajo amigo Reginaldo!

Era su turno así que se encaramó con gracia al escenario e hizo una gran reverencia de presentación al público.

-¡Muchas gracias querido público! Gracias por vuestra asistencia y vuestro apoyo, como vosotros estoy disfrutando de esta apasionante historia así que no os robaré más tiempo y continuaré donde el bueno de Reginaldo el Guapo lo ha dejado, yo mismo estoy deseoso de saber que va a pasar.

Sonrió al público y comenzó a tocar su laúd, una melodía triste y que transmitía la tensión y el peligro del momento en el que había quedado la historia.

-Las buenas gentes de la aldea seguían interponiéndose entre los cazadores y la mujer misteriosa, pero eso no amedrentó a los aguerridos luchadores que sin pensarlo dos veces sacaron sus armas amenazantes. No os voy a mentir, alguno de los aldeanos flaqueó y llegó a apartarse. ¿Pero quien podría reprochar nada en una situación así contra unos fieros cazadores dispuestos a derramar sangre? Sin embargo otros muchos siguieron allí resistiendo el miedo con tal de proteger a aquella mujer alentándose unos a otros a mantenerse en esa posición. -Leonardo siguió tocando para mantener la tensión mientras dejaba que la escena se dibujara en la mentes de los espectadores.- Iba a producirse una gran matanza entre los cazadores y los aldeanos, una con incierto resultado donde saldrían heridos o muertos muchas personas, la mayoría inocentes. Fue entonces cuando entre la multitud la sirena se abrió paso dedicando miradas de agradecimiento a todos los que estaban dispuestos a luchar por ella y conmovida por la actitud de aquellas gentes de buen corazón, ella también tenía un corazón de oro y no podía permitir que otros sufrieran injustamente por ella, así que se plantó delante de los cazadores.

Hubo unos momentos de tensión y silencio entre ambos grupos: los aldeanos alternaban sus miradas entre su recién nombrada princesa del mar y los cazadores y estos últimos entre su presa y los aldeanos que querían defenderla.

Lo que pasó a continuación se recogió en una hermosa canción que me llegó a través de un comerciante que había pasado por aquellas tierras y al que le habían contado la historia. Me dijo que todos los que habían presenciado aquel momento aún guardaban en su memoria la melodiosa voz de la dama y algunos aún sollozan al saber que no volverán a escuchar a alguien hablar de aquella manera. Fue la sirena la que rompió el silencio finalmente dirigiéndose a los cazadores.

Ella nadaba tranquila en el fondo del mar
cuando una gran tormenta la logró atrapar
y así llegó a la playa y su cola perdió
cuando con los cazarrecompensas ella se encontró.

¿Quienes sois?
Cazarrecompensas
¿Qué venís a buscar?
A ti
Dejadme
¿Por qué?
Porque con estas buenas gentes yo me voy a quedar

Por eso idos, olvidad mi rostro, mi voz, mi playa
y pegad la vuelta

Tu no nos puedes detener

Idos, olvidad mis ojos, mi pelo, mis ropas
y hasta mi existencia

Deja de hechizarnos mujer

Idos, olvidad que existo, que me conocisteis
y ya nunca vuelvas, olvidaros todo que yo os lo ordeno
con voz de sirena

En busca de un buen dinero fuimos a buscar
a una sirena salida del fondo de mar
y al llegar a la playa no pudimos encontrar
más que unas buenas gentes de aquel lugar

Adiós

Nos vamos ya

No volvaís por aquí

Nunca jamas

Adiós

Muy bien

Porque esta sirena se quedará aquí.

Y así, hechizados por la voz de la sirena los cazadores se marcharon del lugar pensando que nunca hubo tal criatura en aquella playa y con la intención firme de no regresar jamás. Todos respiraron por fin tranquilos al ver que no se había derramado una gota de sangre y embelesados por la dulce voz de la mujer a la que cada vez admiraban más.

Llevadme a vuestra aldea, habéis mostrado valentía y buen corazón hacia mi y me gustaría recompensaros de alguna manera.

Todos estuvieron de acuerdo, aún en medio de la desgracia que había sucedido la llegada de aquella mujer era un motivo de alegría y celebración, tan necesario para olvidar las penas, así que todos se reunieron en torno a ella dispuestos a llevarla al poblado. Y lo que pasó a continuación... Eso, querido público, es una historia que no me corresponde a mi relataros. -Leonardo dejó de tocar el laúd e hizo varias reverencias hacia el público.- Gracias por vuestra atención, ahora dejaré paso al siguiente compañero, que estoy seguro que os cautivará con la continuación de la historia.

Dicho aquello bajó del escenario dispuesto a seguir escuchando con interés como seguía la historia de aquella criatura tan magnífica y especial.

 

 

Notas de juego

Opción 3: El cazador se dispuso a matar a su presa, pero fue entonces cuando la sirena se defendió con magia.

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29/11/2023, 21:17
Lyle Belladona y Mirgurt Toroko

Antes de que Leonardo se hubiese acomodado en una mesa para escuchar con interés el proseguir de la historia. Un figura envuelta por una capa con capucha fabricada con tela de seda, asciende al escenario por unas escalinata que hay en el lateral. Una vez arriba se encamina por el filo de la tarima hasta la esquina y de allí con pasos seguros al centro del borde frontal.

Durante el trayecto la halfing no hacia mas que pensar.
No lo puedo entender, con lo brillante y grandiosas actuaciones que habían mostrado sus dos compañeros y lo poco valientes que habían sido, aferrados a lo más típico de la profesión, las melodías pegajosas con instrumentos de cuerda, historias de sirenas con voz mágica... 

Sus actuaciones habían sido magistrales pero el error de no salir de su circulo de confort y acomodarse en los topicos mas típicos cual se aferra a un clavo ardiendo era a su parecer una deshonra para el evento de magnitud que estaban representando, que pensaría el orco con que toco las baladas mas explosivas con su hacha-guitarra en la primera edición, o el inesperado elfo oscuro ganador de la II edición.

Sumida en sus pensamientos Lyle llego sin darse cuenta al centro del borde frontal del escenario, una vez allí la pequeña se posiciono de espaldas al publico, la menuda figura se agazapa, quedando del tamaño de una pelota. 

 

Los pocos presentes que están mas pendientes de lo que se acontece en el escenario que del nivel del liquido que contienen sus jarras, se percatan del sutil movimiento que hace la figura al esparcir con delicadeza un polvo blanquecino que rápidamente se asienta formando un camino en linea recta desde el centro del borde del escenario hasta el centro de mismo, con esto los preparativos estaban listos para empezar su espectáculo.

 

Con un movimiento enérgico Lyle se incorpora desde su posición agazapada, simultáneamente se desprende de la capa que la cubría dejándola caer hacia atrás, en el instante en que la tela se separa del cuerpo de la pequeña y por efecto de la energía estática acumulada en la tela miles de pequeños chispazos estallan alrededor del cuerpo de la mujer dando inicio al espectáculo.

El efecto es tan explosivo y brillante que todos los presentes olvidan su jarra para centrar su atención en la mujer. Desprovista de la capa Lyle viste una camisa negra ceñida a su cuerpo y un a falda roja de seda.

Lyle movió enérgicamente su pierna doblando la rodilla para levantar uno de sus pies levemente y dejarlo caer con energía y que la punta de sus rojos zapatos, elegidos ara ir a juego con su melena de color fuego, golpeara la madera noble con la que estaba construido el escenario.

TAC!!!!!

Un golpe seco y agudo provocado al colisionar la punta del zapato de Lyle con la tarima de madera perfora los tímpanos de los pocos presentes que seguían distraídos con el fondo de su copa.

Tras el movimiento prosigue el movimiento bajando el talón que había quedado suspendido.

TOC!!!

Sin dejar lugar al silencio la halfing levanta talón contrario unos centímetros para dejarlo caer con energía.

TOC!!!

Cada golpe de aquella magnifica percusion resultado de los golpes de tacon y pies realizados por la grandiosa Lyle levantaban el polvo que esparció segundos antes creando una niebla en el escenario.

 

En la aldea destrozada por la tormenta,
la sirena se dispuso a entonar su dulce cantar,
con su canto mágico y voz seductora,
buscó consolar a aquellos sin demora.

Los habitantes miraron con esperanza,
a la criatura de belleza y gran templanza,
creían que con su ayuda y su poder,
podrían volver a ser felices y ver su aldea renacer.

Pero oh...

En el instante crucial, algo se rompió,
una sombra de tristeza su corazón embargó,
sus labios aguardaron la melodía, mas el sonido se desvaneció,
enmudeció la sirena, su don precioso le abandonó.

Con ojos llorosos, miró a los damnificados,
buscó en su interior el poder que alguna vez tuvo,
mas susurros débiles escapaban de sus labios apagados,
una tristeza profunda en todo su ser se había impuesto.

Se sumergió en las profundidades, buscó respuestas en el mar,
esperando hallar consuelo en algún rincón oculto,
sus manos acariciaron las algas, buscando ayuda alcanzar,
pero el lamento de su voz resonaba en su corazón sin culto.

Sus lágrimas se confundían con el agua salada,
una llamada de auxilio en su expresión se reflejaba,
anhelaba cumplir su promesa y sanar la aldea asolada,
pero su voz, como una mariposa, ya no volaba.

A pesar de su silencio, la sirena no se rindió,
con mirada decidida decidió ayudar en silencio,
sus gestos, sus abrazos, en el pueblo se extendieron,
y en cada uno de ellos, renació una esperanza sin tropiezos.

Sin palabras, sus acciones hablaron con fuerza,
brindó consuelo con su abrazo cálido,
desde el corazón, emanaba amor y compasión,
sanando almas rotas con su tierno corazón.

La fuerza de su amor y compasión desbordaba,
aunque su voz no pudiera ser escuchada,
sus acciones resonaban como una melodía silenciosa,
construyendo, reparando, devolviendo la aldea a la vida deseada.

 

Todo el conjunto tenia absolutamente embelesado a los presentes que habían olvidado por completo sus jarras y copas para prestar atención a la historia que estaba contando la joven con su taconeo y danza, un historia que como la muda sirena era contada sin palabras, solo con sonidos corporales, con movimientos. Una historia que salia desde el corazón.

(Ver solo imagen sin audio)

 

Con el corazón de los aldeanos sanados, llega el final de mi espectáculo magistral,
es el turno de mi próximo compañero, el cual espero nos llegue a contar, el porvenir de la hermosa voz desaparecida.

Con ello Lyle da por concluida su parte y dando una elegante reverencia deja el escenario dando paso al misterioso infante Pedro Ubaldo.

Notas de juego

Opción: La sirena se dispuso a ayudarlos con esa aldea destrozada por la tormenta como prometió, pero de pronto perdió la voz y ya no podía hablar ni usar magia.

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05/12/2023, 01:38
Pedro Ubaldo de Moladones

El relato cantado y bailado por la mediana había acabado. La gente estaba expectante, ansiosa de saber como continuaría la aventura de la sirena sin voz. La tifling, desde lo alto del escenario, anunció el nombre del siguiente bardo en subir. Todo el mundo se giró para mirarlo. Era su turno.

Pedro tragó saliva. Sentía todo el peso de las miradas escépticas, casi acusadoras de aquél público receloso de su edad, y la capacidad de llegar siquiera a tocar una guitarra que era tan grande como él. De camino al escenario tropezó con una tabla suelta dando un traspiés. Ahora todos dudaban siquiera de que pudiera llegar al escenario.

El público esperaba su llegada a lo alto, antojada para el pobre niño como montaña inexpugnable. Volvió a tragar saliva y subió despacio, tembloroso, inseguro. Allí estaba, era la oportunidad que había deseado durante tanto tiempo... y no estaba seguro de querer seguir adelante. Recordó lo que le dijo su mentor, y no le ayudó para nada su consejo; "imagínatelos desnudos". Un escalofrío de repelús recorrió la mente del niño ignorando la sabiduría popular que aquél hombre decía, había almacenado a lo largo del tiempo.

Una tos impaciente. El público indicaba la necesidad de que comenzara el relato. Pedro se aseguró el cordel de arpillera atado a la guitarra y rasgó las cuerdas con suavidad.

-La sirena se quedó sin voz, mas la aldea en su empeño y con tesón ayudó a restaurar. No es que mucho importe, pero por algo se ha de comenzar. Que infortunio el perder, aquello que posees al nacer.-

El pequeño Pedro entonó una melodía rítmica de acompañamiento, para el relato que vendría a continuación.

-Y esta es la continuación.- El rasgueo de cuerdas tomó intensidad. -Con gran gratitud aquellos aldeanos a quienes ayudó se la acercaron formando corrillo. El sabio del lugar, que solo lo era por azar, le dio la solución a su problema, que era recuperar su voz, así de sencillo.-

"Al bosque iremos en busca de una mujer anciana, patizamba, cheposa y tuerta, más conoce fórmulas y venenos que podrían ayudar en su empeño". Dijo el sabio. 

-La sirena de pelo azul alzó las cejas, mas su gesto por afirmación fue tenido, y para el bosque la llevó el entendido. Caminaron horas, minutos descansaron, mas al final, hallar a la bruja acertaron.- 

"Rayos y centellas," exclamó el anciano, "en vez de cara, parece tener grano."

"Calla tú, borrico," respondió la bruja con templanza, "aprende a cerrar el pico."

-La joven entonces se acercó presurosa a contar, pero de su boca no salió ni sonido ni cantar.-

"Ahhh, ya veo", atinó la anciana poco agraciada, "sin voz quedaste por un acto de nada. Una riña, pataleta tal vez, o susto de mozo." 

"Por salvarnos de bandidos mercenarios." Alzó la voz el viejo.

"Sea el caso." Desestimó con la mano. "Que para recuperar la voz, una sola cosa podéis hacer. En el pozo del pantano una rosa debéis recoger. Mas no una rosa cualquiera, sino una rosa azul, la mas hermosa que el mar tuviera". 

-La joven sirena en el pantano se internó, ignorante de lo que atrás dejó. Pues sobre su espalda se cernía la sombra de una arpía.-

-La sirena al pozo llegó con tal premura, que sin aliento quedó tendida en la espesura. Pronto se recuperó. Busco la flor por todo el lodazal, mas no había ni rosas ni rosal. Pataleó y gruñó, pero de poco le sirvió. Exhausta y meditabunda al pozo fue a sentar.-

"Mas que es esto". Pensó la mujer, que en el agua su reflejo llegó a ver. "¿Tal vez soy yo la rosa azul que el mar tuviera?". 

-Desahuciada de hogar y voz, su espíritu joven, precoz lo asimiló. Lágrimas surcaron sus ojos ante las bellas palabras que le dedicó la anciana. Allí estaba su cura. ¡Ella era!. Pero una sombra al pozo la tiró cayendo con su hermosura. Y cuando miró arriba, solo vio a la arpía.-

"Mil gracias niña del mar." dijo la bruja riéndose de su desdicha. "Cuando el gallo no canta, algo tiene en la garganta. ¿porqué tú, sirena engreída, fuiste a dar a la playa? ¿Con quién reñiste que te quitó tu don y privilegio? ¿Acaso no mal haya, quien a su padre contraria?."

-La risa de la bruja fuerte resonó en el pozo, hiriendo el orgullo de sirena, coral inmaculado hecho pedazos, mientras la bruja su aspecto cambiaba por el de la joven que su ayuda ansiaba.- 

"Aquí has de quedar, olvidada, pues de ahí nace su nombre el bosque, del orgullo de quienes no quisieron regresar."

-Y así la bruja que a la joven del mar suplantó, hacia la aldea se encaminó, dejando con su amargura a la rosa marina de aquella negrura.- 

Las ultimas notas salieron de las cuerdas en tono grave. El público no aplaudió, esperó al siguiente.

Pedro hizo una reverencia y bajó las escaleras pasando el turno. Se apartó a un lado, le temblaban las piernas y se sentó en el suelo. Sentía las tripas revolverse mientras esperaba impaciente la puntuación del jurado.

Notas de juego

Opción elegida: 

Uno de los aldeanos se ofrece a acompañar a la sirena en busca de su voz, y para eso se dirigen al Bosque del Olvido, donde una bruja podría ayudarles, pero a un alto precio...

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08/12/2023, 15:57
Tania La Soñadora

Tania se había mantenido aparte sobre una silla, escuchando cada fragmento de la historia hilada con sagacidad. Trataba de no perderse detalle, recolectándolos como piedrecillas en un bolsillo, con el cual guiaban el camino entre el bosque de posibilidades. Cuando el más joven de los participantes bajó, Tania le dedicó un rápido aplauso. -¡Que bien lo has hecho! Trataré de mantener tu nivel, amiguito.-

La joven subió al escenario. Aunque ya mostraba las formas de mujer, su rostro tenía aún toques de inocencia e ingenuidad para algunas cosas. Su mirada pícara sin embargo revelaba más. En su mano derecha llevaba una pandereta, que hizo vibrar suavemente para acompañar su presentación. -Soy Tania, la Soñadora de la Encrucijada. Mi historia sin embargo no es lo que importa ahora...-

Giró sobre si misma, haciendo que su cabellos y el borde de su falda se alzaran por breves segundos, antes de sentarse en el suelo, quedando de ese modo su falda como una flor abierta en la tarima. "Dejemos por un momento a nuestra rosa del mar atrapada, y sigamos los pasos de aquella bruja que viste ahora una piel ajena. Ah, pero es una piel familiar. Pues lo cierto es que, hace muchos, demasiados años atrás, la aparentemente anciana mujer había sido una poderosa hechicera. No, más que eso, ella había sido la hechicera más poderosa de todos los mares. Si, querido público, aquella mujer había sido una sirena, la hermosa y terrible Lady Olaira. ¿Por qué entonces vagaba los límites del Bosque del Olvido? Cuenta la leyenda que Olaira gobernaba con crueldad los océanos, forzando a todas las criaturas del mar a encontrar tesoros escondidos en las profundidades. Tan deseosa de poder, estaba decidida a reinar no solo bajo las aguas sino sobre la tierra. Cuando la luna brillaba llena en lo más alto, las aguas comenzaron a subir, a alzarse, amenazando con tragarse islas, ciudades, continentes enteros. Uno de sus jóvenes generales no soportó más aquella crueldad, y armó una rebelión. Pero la sirena hechicera era demasiado poderosa. En desesperación, el general Daen buscó la ayuda de los seres terrestres, los humanos. Una alianza fue creada, y con ella la hechicera fue vencida. Como castigo le arrancaron las escamas de su cola, y la desterraron a vivir por siempre en la tierra. Su magia fue encapsulada en un cristal negro como la noche, aunque no se la quitaron toda. Aún tenía suficiente para mantenerse viva, para convertir su cola destrozada en dos piernas, y para crear ilusiones menores, como el de tomar apariencia de bruja. Ahora, por fin había aparecido la oportunidad que tanto deseaba para volver al mar y recuperar lo que era suyo.

"¿Qué pasó con aquella Alianza entre humanos y sirenas? ¿Acaso tiene que ver con el Cazador y su escuadra? Quizás lo averigüemos más adelante. Por ahora, regresemos a la joven en el pozo. Aquella hermosa sirena no podía sentirse más desdichada. Su ímpetu e inocencia la habían llevado a ese momento, destinada a languidecer sola y olvidada. Al principio las lágrimas de lamento y frustración cayeron por su rostro. Éstas dieron paso a lágrimas de rabia, que parecía que calentaban el agua. Más y más caliente. De hecho, estaba empezando a burbujear. La sirena miró asustada, temiendo que aquel calor la quemaría viva. Sin embargo, no fue eso lo que sucedió. El agua del pozo empezó a subir y subía también a la mujer, hasta que con un rápido estallido, la joven fue expulsada de nuevo a la tierra. Entre toses, la sirena miró sobre su hombro, y fue cuando vio..."- Tania interrumpió entonces en ese momento, y miró con picardía hacia el primero de los bardos. -Y bien, Reginaldo, ¿qué vio la sirena?-

Notas de juego

3. La bruja mala era una antigua sirena expulsada que quiere volver al mar. Mientras, la que está en el pozo recibe ayuda del agua para salir.

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14/12/2023, 03:52
El Guapo Reginaldo

Como todo hijo de Torregina, Reginaldo el Guapo no dudó en aprovechar el tiempo para mojar su garganta con un buen vino, tinto del bueno mientras escuchaba a la competencia y curiosamente, parecía que la competencia hacía que todo se mantuviera entretenido aunque la verdad, hasta a él estaba gustando la idea de volver al escenario luego de moza que no dudó en hacerle una buena pregunta.

Y que va a ver la sirena mas bella en un bosque destinado para los olvidados? Pues un joven que, aunque no era tan apuesto como el Guapo Reginaldo, de tez clara y cabellera rebelde de un color azabache y vestido apenas con harapos, la veía con sus ojos bien abiertos, sorprendido por lo que acaba de ver y sin saber muy bien que decir.

Soltó y vociferó Reginaldo desde donde estaba y sin dudarlo, un salto dio para quedar sobre una de las mesas y con saltos bien calculados, se abrió paso hacia el escenario mientras respondía aquella pregunta para terminar ocupando el lugar que le cedían pero... No había mandolina alguna en sus manos, pobre Reginaldo, olvidada quedó en la barra cuidando su lugar, pero eso no iba a detenerlo ya que después de todo, era el Guapo mas guapo de toda Torregina.

La Sirena que, sin saberlo, fue ayudada a salir de ese pozo, quedó de frente a un completo desconocido y antes de que pudiera decir algo, fue el propio joven que se le acercó finalmente para ayudarla a incorporarse. Pues para él, algo tan hermoso no podía ser peligroso sin mencionar que él pudo ver como la bruja la engañó...

Con sus palabras, Reginaldo no dudó en dejar a un lado su sombrero mientras miraba a un lado casi queriendo representar a ese joven, acercándose despacio al lugar donde se imaginaba que se encontraba la sirena, ofreciendo su mano para ayudarla a levantarse del suelo.

Sobreviviste... Eres como yo... A mi también me han olvidado en este bosque, la bruja también me engaño y a otros antes que nosotros, pero... Ven, no es seguro, este bosque tiene espíritus y es tan caprichoso como ese monstruo.

Decía aquellas palabras con un tono de sorpresa, su voz temblaba por los nervios mientras que con cuidado gesticulaba, ayudando a la "sirena" para que se pusiera de pie y finalmente, tirando de ella para que se acercata un poco a él y entonces... En un repentino giro Reginaldo giró sobre sus talones envolviéndose en su propia capa carmesí mientras intentaba parecer menos alto de lo que era.

La sirena intentaba responder, pero de su garganta solo un jadeo escapaba, su voz no había regresado y con eso explicar lo que sucedía parecía una tarea imposible y sin embargo, el joven parecía preocupado, lo que mencionaba del bosque y como otros terminaron allí, la motivo a aceptar... En esos instantes no tenía mas opción que confiar en un desconocido nuevamente.

Reginaldo buscaba representar mientras hablaba como la sirena no parecía muy segura, apartando su mano de la de ese joven, retrocediendo y mirando a otras direcciones y sin embargo, terminaba asintiendo, dispuesta a ir con ese joven. Con otro nuevo giro teatral Reginaldo al público observó.

El joven la llevó con presteza por ese bosque, en donde las ramas de los árboles parecían cerrarse sobre ellos ante el mas mínimo descuido, raíces que sobresalían para intentar hacerlos retroceder y curiosamente, cada vez que la sirena parecía estar a punto de perder el paso, ella sentía bajo sus pies algo húmedo, una advertencia sobrenatural, charcos de agua que lograban llamar su atención para evitar esos obstáculos que se cruzaban en su camino y al final...

Un salto repentino del escenario a una de las mesas mas cercanas para girarse y mirar hacia el escenario, como si estuviera descubriendo algo nuevo...

Una pequeña granja... Un granero, una casa muy antigua y desvencijada en medio de un pantanoso claro, en donde los árboles crueles no parecían tener influencia alguna, pero allí, la sirena vio a otros niños junado, algunos eran mas grandes, pero en ese lugar... Era su guía el que mas edad poseía...

con un paso largo con el cual casi no lograba llegar nuevamente al escenario, Reginaldo llegaba a esa aldea que buscaba formar con sus palabras y gestos, mirándolo todo con curiosidad mientras una vez mas se encontraba envuelto en su capa para luego, descubrirse de nuevo.

Este es nuestro hogar... Somos los olvidados, los que sobrevivimos a la bruja y donde del bosque estamos protegidos... Nadie que quiso salir lo ha logrado, aquí estarás segura... Lo prometo... Nobles palabras de un joven desconocido que buscó ayudar a una sobreviviente de la bruja, a alguien que creía que fue olvidada allí como él y todos los que se encontraban allí...

Las palabras de Reginaldo buscaban imitar a la de alguien que se sentía mas seguro por haber llegado a esa aldea y cuando parecía que estaba concluyendo su relato, no dudó en agacharse en una reverencia calculada para recuperar su sombrero y volverlo a dejar sobre su cabeza con una media sonrisa.

Pero yo me pregunto querido público! Serán realmente puras las intenciones de alguien que promete tanto? Alguien que ni siquiera se ha presentado? Supongo que pronto lo descubriremos!

Anunciaba antes de bajarse del escenario con una amplia sonrisa antes de dirigirse rápidamente hacia la barra y asegurarse de que ningún amigo del ajeno haya aprovechado su torpe descuido y hecho con una mandolina nueva y, sin presumir, de muy buena calidad.

Notas de juego

3. La sirena se encuentra con uno de los niños olvidados del bosque, uno que fue olvidado hace tanto tiempo que ya es un joven.

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19/12/2023, 20:10
Leonardo el Trovador

Leonardo había seguido con atención la historia desarrollada por sus compañeros y estaba disfrutando como el que más con el arte del resto de participantes. Cuando volvió a ser su turno acudió presto a la tarima dispuesto a que la gente no perdiera la atención con la historia en un punto tan interesante. Como solía hacer tocó un poco de música suave que serviría de fondo mientras contaba los hechos y ayudaría a crear un poco de ambiente.

-La sirena miraba aquel lugar y a todos aquellos niños con curiosidad, se le venían a la mente muchas preguntas, la mayoría de las cuales no sabía siquiera si podían ser respondidas ante la falta de memoria de los que allí se reunían. Por supuesto nuestra protagonista y su acompañante también acapararon todas las miradas y poco a poco se fue formando un gran círculo alrededor de ellos. Ninguno de ellos había visto a una mujer tan hermosa como aquella y ni siquiera una mujer pues no había adultos entre ellos. Por supuesto los curiosos niños comenzaron a hacer preguntas a diestro y siniestro dada la naturaleza curiosa de los infantes. "¿Donde la encontraste?" "¿Estás seguro que no es la bruja disfrazada? A mi me da miedo la bruja." "¿Cuando comemos? Tengo hambre." "¿Como puedes tener hambre si ya desayunaste tres veces hoy?" A decir verdad era díficil mantener la atención de los niños durante mucho tiempo y mucho más si eran olvidadizos como estos, así que antes de que todos comenzaran a divagar con sus preguntas el joven hizo gestos para llamar su atención y explicarles lo que había pasado. Por supuesto la mejor forma de hacerlo y que prestaran atención era cantando algo, así que así lo hizo.

Leonardo cambió la melodía de su instrumento y comenzó a tocar otra cosa completamente diferente para interpretar la canción del joven.

Brujería, brujería por la noche y por el día
con tanta magia no se puede ni dormir
brujería, brujería, así todo se te olvida
y sin memoria es muy difícil vivir.

Yo, caminaba por el bosque
sin saber muy bien a donde
y ahí fue cuando la encontré

¡Que susto! vi transformarse a la bruja
todavía me tiembla el cuerpo
tan solo de recordar

Al irse, yo me asomé en el pozo
y allí estaba esta muchacha
que aquí podéis observar

Y entonces yo tuve que rescatarla
porque estaba en gran peligro
y no la podía dejar

Brujería, brujería por la noche y por el día
con tanta magia no se puede ni dormir
brujería, brujería, así todo se te olvida
y sin memoria es muy difícil vivir.

Y de allí, ya los dos nos alejamos
mientras la bruja se iba
hacia otra dirección

Con prisa, por si la bruja volvía
escondidos entre arbustos
y mirando alrededor

Y corrimos por el bosque
mucho y mucho más
sin parar siquiera a descansar

Hasta llegar a la granja
y a salvo estar
que alegría tengo por llegar

Brujería, brujería por la noche y por el día
con tanta magia no se puede ni dormir
brujería, brujería, así todo se te olvida
y sin memoria es muy difícil vivir.

Leonardo terminó la canción, sonrió al público y cambió de nuevo la melodía para seguir contando la historia.

-Por supuesto los niños quedaron muy impresionados con la historia y ya mucho más tranquilos al saber que no se trataba de una bruja, eso los hizo perder la timidez y acercarse mucho más a nuestra protagonista, también a hacerle nuevas preguntas. "¿Tuviste mucho miedo?" "¿Porqué te tiró la bruja al pozo?" "¿Te acuerdas de algo?" "¿Cuanto comemos? Tengo hambre." "¿Tú otra vez? ¡Te vas a comer mi puño!" Hubo un amago de una pequeña pelea infantil hasta que una de las niñas tiró de la manga de la sirena e hizo una pregunta que llamó la atención de todos. "¿Y como te llamas?". Hubo mucha expectación para saber la respuesta pero la sirena no podía hablar así que todos se quedaron mirando fijamente viendo como negaba. "¡Se le olvidó su nombre!" "Ohhhhhhhh..." "¿Y ahora que vamos a hacer?" "¡Tenemos que ponerle un nuevo nombre!" "¡Sí, hasta que recuerde el suyo!" A todos les pareció una gran idea, a todos menos a uno que pensaba que se estaban retrasando para comer, así que comenzaron a soltar todos los nombres que creían recordar y muchos otros que se inventaban sobre la marcha. Uno de ellos llamó la atención de la sirena, incapaz de decirles su verdadero nombre. "¿ShilyenA? ¿ShilyenA la sirena?" A decir verdad le hizo cierta gracia, pero seguía prefiriendo el suyo, claro que los niños eso no lo sabían y al verla reaccionar pensaron diferente. "¡ShilyenA le gusta!" "Sí, sí, así la llamaremos." Todos hicieron un corro a su alrededor coreando su nuevo nombre, emocionados por todo aquello y la nueva incorporación de aquella peculiar comunidad. "¿Te quedarás con nosotros?" "¡Sí, quédate porfa!" "¡Y puedes ser nuestra mamá!" "¡Qué gran idea! ¡Necesitamos una mamá!" A esas alturas el corazón de nuestra sirena ya estaba completamente conquistado por aquellos granujas y no tenía intención de dejarlos allí abandonados a su suerte, había decidido que los ayudaría a salir de aquel bosque y a que regresaran con sus familias recuperando sus recuerdos, así que se puso manos a la obra, organizaron una comida entre todos y después les ayudó a asearse en el río, les enseñó a limpiarse los dientes, hicieron juegos y también otras labores en la granja y cuando quisieron darse cuenta el día estaba apunto de terminar.

Leonardo volvió a cambiar la música, para aquella parte quería cantar una pequeña canción que mostrara la parte final de aquel día, algo suave en sintonía con el momento de recogimiento que estaba a punto de suceder en la granja.

En el bosque el sol se pone
y empieza a oscurecer.
Y en la granja todos los niños
ya quieren descansar.
La sirena que es muy buena
los quiere ayudar
pero aunque le gustaría
no les puede cantar
Uno a uno los va acostando
y los quiere arropar
poco a poco todos se duermen
el día va acabar.

-Y así terminó el primer día de nuestra protagonista en la granja. La noche cubrió el bosque y todos descansaron tras un día lleno de emociones. Pronto volvería a salir el sol y con el comenzaría un nuevo día, pero las cosas que sucedieron la siguiente jornada no me corresponde a mi narrarlas.

Leonardo dejó de tocar e hizo una gran reverencia al público antes de despedirse y dejar el escenario para el siguiente compañero. Tenía ganas de saber que sucedería después.

 

Notas de juego

2. Los niños olvidados intentan convencer a la sirena de quedarse con ellos para siempre, para que sea su madre, les cocine y les cuente historias para dormir.

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28/01/2024, 02:57
Pedro Ubaldo de Moladones

El niño se sorprendió cuando la tiefling anunció su nombre. Estaba sentado en el suelo, afinando su guitarra, cuando le llamaron antes de tiempo. No entendía el porqué. 
Se levantó de un salto azorado, creyendo que le habían expulsado del concurso, hasta que descubrió que Lyle, la mediana que usaba sus zapatos de aquella manera tan peculiar, se sentía indispuesta, pasándole el turno a él.
El chico subió al escenario casi corriendo, retocó un poco la afinación e hizo vibrar una de las cuerdas con un sonoro ¡Tlín! Estaba listo.
-Y allí sentada, en un barreño volcado mientras los niños dormían, nuestra sirena contempló el nocturno cielo surcado de estrellas cada una de un tamaño y color propios... y entonces cerró los ojos. Recordó el olor a salitre, el batir de las olas en la tranquila playa, el canto armónico de las ballenas y volvió a mirar al cielo viéndolo como un gran océano surcado de peces, cada uno de un tamaño y color. Recordó su hogar, su vida, su delirio de adentrarse en el mundo de la superficie en contra de la opinión de su padre. No podía quedarse, no podía irse y aquello la destrozaba-.

Pedro Ubaldo de Moladones rasgó las cuerdas con una melodía calmada, lenta pero sin llegar a ser triste.
-Y llegando el amanecer la joven mamá les levantó con suaves movimientos, sonrisa en sus labios y estrategia en los dedos.-

"Levantaos, arriba, que no ha de perderse mas tiempo del necesario." Hizo entender a todos mediante gestos. "Hoy vamos a un lugar especial, mágico, donde no encontrareis sino felicidad".

"¿Qué lugar es ese?" Preguntaron los niños, que comían ansiosos el desayuno preparado para acudir a ese lugar mágico donde jugar.
"Seguidme y lo veréis con vuestros ojos." Contestó la sirena, que pronto se apresuró a salir alegre, en cuanto terminaron el desayuno.
Y los niños la siguieron adentrándose en el bosque, confiando en su nueva mamá.

Pedro cambió la tonalidad de la melodía a una escala menor, mas oscura y tenebrosa.
-Y mientras la joven se esforzaba por sacar a los niños y a ella misma de allí, la bruja, disfrazada de sirena, el momento de su regreso saboreaba. Que para ella no era baladí. Se llegó de mañana, con ira enrocada, lanzando pullas al diestro y al siniestro con voz acalorada, hasta aquél pequeño pueblo que sin quererlo ni beberlo recibía su tormento.-

"¿Ya no recibís a aquella que del mar acogisteis?" Gritó la bruja. "¿Acaso no importan ya la bondad y la fé ciega que aquí deposité?".

-Todos en el pueblo salieron presurosos al oír aquella voz. Recibieronla con alegría, pues ignoraban que no era a quien esperaban. Mas las preguntas no se hicieron derogar, y a la bruja le tocó mediar.-

"Callaos todos, callaos, vive el mar. Pues aquí solo yo he de hablar." Dijo con orgullo. "Vuestro pueblo ayudé a reconstruir, y todos pleitesía debéis de rendir."

-Los aldeanos, confundidos con este cambio, preguntaron-

"¿No sois vos quien a nosotros nos ayudó?" Preguntó. "¿No sois vos la que arrojasteis vuestra bondad y alegría, repartiéndola entre nosotros?, ¿Porqué ahora no haya mas que palabras de odio y rencor en su boca?."

 "Mía la venganza es contra el mar, porque mía fue la desesperación de una madre que quiere y no tiene el reino que debía gobernar. Mi cristal aquí se escondió, aquél con mi magia encerrada y asfixiada. ¡Traedlo presto u os convertiré en peces para que den cuenta de vosotros los cangrejos".

-Los aldeanos asustados estaban, pues no sabían, salvo uno, nada acerca del cristal. Pero, ¿qué pasará ahora?. ¿Obtendrá la bruja su poder sin que pueda nada hacer la sirena por su despechado hogar? Quirosá.

¡Plín, Tlín, Plín!

La música cesó y Pedro bajó del escenario dejando el lugar para el siguiente. 

Notas de juego

Opción 3. Los días pasan y la sirena se ve feliz con los niños, pero algo agita su corazón. No sabe con certeza de que trata porque lo ha olvidado, y un día algo ocurre que la espolea a salir del bosque donde recobra la memoria.

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02/02/2024, 15:51
Tania La Soñadora

El entramado de la historia se iba ampliando, y Tania prestaba toda la atención que podía a las voces de sus compañeros y adversarios en aquella competición. Hubiera deseado tener papel y lápiz a la mano para poder anotarlo todo, pero iba a tener que depender de su memoria para poder relatarlo todo de nuevo en el futuro, cuando volviera a casa y contara la historia de aquel día.

Subió al escenario por segunda vez, tamborileando su pandero. -Los aldeanos se sentían contrariados por las maneras en que la sirena ordenaba, pero no tenían razones para pensar que se tratara de alguien distinto. Entre murmuraciones, algunos se preguntaban si quizás no había tenido razón el cazador, si en realidad la sirena que tanta alegría les había dado era un engaño y no al revés. Sin embargo había algo con lo que la bruja no contaba: la niña que había encontrado a la sirena en la playa aquel día. Ella, al igual que todos los niños puros de corazón, podía ver a través de su máscara.-

Tania se acercó de nuevo al público, sentándose en la tarima. -La niña era la bisnieta de un hechicero que había llegado hacía muchos años al pueblo presentándose como un mercader y terminando enamorado perdidamente de una dama de aquel lugar. Este hechicero era uno de los que conocía el secreto del Corazón del Mar, nombre que habían dado al negro cristal que contenía los poderes de la bruja. El secreto había pasado de padres a hijos, y aquella niña, única sobreviviente de la masacre en la tormenta, conocía el camino y las pruebas que debía pasar quien quisiera alguna vez obtener ese poder.-

Luego de un momento de silencio, la barda sonrió apenada, haciendo un gesto de disculpas con la mano. -Pero me desvío de nuestra historia, y de nuestra hermosa protagonista. ¿A donde iba la sirena con aquel séquito de niños y jóvenes? Se dirigía, por supuesto, de vuelta al pueblo, donde esperaba que pudieran dar cobijo y cuidado a aquellos pequeños. Tantos habían perecido aquella mañana, tantos padres que perdieran a sus hijos... Sería una alegría volver a escuchar risas en el pueblo, ver renacer la esperanza en aquellos retoños.-

La joven volvió a incorporarse, y su voz se tornó asustada. -"¿Pero, qué ocurre?" Dijo en murmullos la sirena, cuando al llegar al último árbol del bosque encantado, sintió una fuerza que tiraba de ella, impidiéndole dar otro paso. Los niños la miraban, sin comprender. Fue cuando un rugido resonó en la oscuridad.-

La joven dio la espalda al público, miraba de un lado a otro, con nerviosismo. El silencio se iba haciendo tenso, solo roto por la respiración cada vez más rápida de Tania. Antes que los murmullos pudieran romper ese momento de tensión, ella apuntó hacia la entrada de la taberna, y alzó un grito desgarrador, capaz de poner los vellos en punta. -¡Allí, se alzaba terrible, imponente, un ser de pesadilla! Tres metros de altura, con colmillos tan largos como un brazo. Sus ojos rojos como la sangre clavados en la figura de la sirena. Un wargo. No, no era solo un Wargo, era Tyran el Feroz, una criatura maldita que acechaba en el Bosque del Olvido, insaciable. "Carne fresca", dijo la bestia en voz gutural, que hizo eco entre los árboles.-

De nuevo la barda se acercó a los que escuchaban. -"Un banquete de almas y huesos tengo aquí. Hasta una criatura del mar", dijo de pronto, olfateando. El ser se acercó, y los niños se escondieron tras la sirena, que temblaba de miedo. Pero aún cuando estaba aterrorizada, la mujer de azules cabellos dio un paso adelante, queriendo proteger a los pequeños que dependían de ella. "Déjalos ir, y te doy mi palabra que te ofreceré un banquete aún mayor que este."-

Tania también había abierto los brazos, miraba hacia arriba como si estuviera viendo a los ojos de aquella terrible criatura, su rostro lleno de decisión a pesar del temor. Luego, sus facciones se relajaron una vez más. -Quizás este sea el final de nuestra sirena... Pero yo creo que no. ¿Habrá logrado convencer a la bestia?- Dejando esa pregunta al aire, volvió sobre sus pasos dejando la tarima libre para el siguiente.

Notas de juego

Opción 1. Cuando la sirena, acompañada por los niños, se acercaba a los limites del bosque, descubría que de allí una barrera mágica le impedía salir, justo cuando un monstruo hambriento aparece para perseguirlos por querer salir.

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08/02/2024, 01:29
El Guapo Reginaldo

Mamma mia!

Bramaba Reginaldo el Guapo desde la barra todo emocionado por aquel giro en la historia, siempre era bueno que hubiera un monstruo y si el monstruo tenía hambre era mejor. Pero antes de descubrir que pasaba realmente, esperando que el siguiente tomara el lugar de Tania parecía dejar para continuar, Reginaldo empezaba a darse cuenta de que algo no estaba bien porque el escenario por unos eternos segundos seguía vacío y fue entonces cuando vio la seña de la tieflin.

Es mi turno!

Anunciaba de pronto como si no se hubiese equivocado ni atolondrado esperando a que alguien mas pasara, realmente uno no se podía descuidar o sería otro bardo el que tomaría su turno. Pero para él, el muy guapo Reginaldo con la mandolina de regreso en sus manos y pecho inflado, eso no iba a pasar nunca. Si en su amada tierra nadie ha tomado su lugar, no pasaría en legendario escenario y menos cuando le tocaba una parte bastante interesante.

Con un hábil salto al escenario se subió y por un momento, con una sola pierna equilibrio hizo cuando por momentos parecía que contra el suelo su agraciada barba iba a tocar. Pero mientras recta su espalda se volvía, sus ágiles dedos no tardaron en empezar a acariciar las cuerdas de su querida mandolina.

"WArrgggg Waaaa Rawrrrr" Protestaba de pronto el temible huargo mas huargo de todo el bosque, por momentos parecía que iba a ser el triste final de nuestra sirena y los niños perdidos que detrás de ella se escondían. Sin embargo, no se alzó ni se abalanzó sobre ellos, no no... Porque puede que Tyran el Feroz sea muy feroz y no tan guapo como el bueno de Reginaldo, pero también era curioso.

La melodía empezaba lenta, casi queriendo imprimir un ambiente dudoso, pagado como si fuera solo el final predestinado por acercarse a los oídos de todos y sin embargo, sus palabras no pararon ante tal acompañamiento.

"Como, sirena del mar, dices que comeré un banquete mayor si menos ingredientes en panza habrán?" Preguntó finalmente el huargo con malicia.

"Ah! Pero mi señor Huargo, lo que le ofrezco no es un banquete de una sola vez para que hambre pase por la mañana" Respondió la sirena con una repentina sonrisa que desconcertó a la criatura cubierta de pelo.

"Acaso me darás de comer pedazos tuyos en mas de una vez?" Preguntaba Tyran todo incrédulo, después de todo, se supone que ellos se mueren si les falta un "pedazo".

"No no no, conmigo de cocinera, un banquete especial tendrá en cada día, pero no con niños o personas, sino con algo igual de delicioso."

"Eso ya me empieza a parecer mentira, nada es mas rico que un niño tiernecito!" Bramó el huargo que aún no parecía convencido..."

De pronto los dedos de Reginaldo empezaron a cambiar el ritmo, acelerar la melodía mientras que imitando a la sirena, no dudó en empezar a dar peños salto como si empezara a dibujar un círculo alrededor del enorme huargo.

"Cuando vuelvas a la ¿Madriguera?
me pillaras en la hoguera,
embadurnada de harina,
con las manos en la masa."

Reginaldo entonó la melodía buscando suavizar su voz todo lo posible aunque al terminar la estrofa, no dudó en pararse en el centro donde debería estar el huargo y allí, frunciendo su ceño, no dudó en buscar seguir con su enojada mirada los inquietos movimientos de la sirena.

"Sirena, no quiero nada fino,
yo vivo en el bosque y no me apetece pan élfico,
a ver si me aliñas,
un guiso con ojos y dedos de críos."

Respondía Reginaldo el guapo huargo, haciendo de su voz una mas gruesa y rasposa, casi salivando y mostrando los dientes sin dejar de fruncir el ceño. Pero tan rápido como intentó cambiar su voz sin desafinar, saltó del medio para reanudar esos pequeños saltos y hacer nuevamente una ronda sin dejar de tocar su hermosa mandolina.

"Papas con arroz, bonito con jamoncito,
Cochinillo, caldereta,
Migas con quesito, cebolletas a la vinagreta,
Mortadela,
Lacón con grelos, bacalao al pil-pil,
y un poquito de perejil."

Continuó Reginaldo haciendo de sirena muy guapa y mientras iba soltando ingredientes y platillos de nombres apetitosos y hasta algunos que podrían sonar inventados, con un salto mas alto den frente del "huargo" se plantó.

"Lobito, puede que sea sirena,
pero para la cocina soy Diosa,
y con solo probar lo sabrás."

La sirena de pronto no parecía tener miedo, altiva y confiada se mostraba, peor Reginaldo de pronto se giró e incluso mas grande quiso parecer al mas su pecho inflar.

"Chiquilla, tan confiada estas,
que el bagre me empieza a picar,
que se vayan porque a cocinar irás."

Concluía así Reginaldo una melodía que se había vuelto alegre y sin embargo, no es ahí en donde su relato terminaba, incluso mientras su melodía se silenciaba con un gesto de su mano buscó dar entender como el huargo temible permitía a esos niños salir del bosque, atravesar la barrera con su permiso. Pero, no era quedarse allí el plan de aquella hermosa Sirena.

Así es que los niños perdidos liberados de ese bosque fueron y con una mirada de la sirena, no dudaron en salir corriendo y no hay quien pueda culparlo, ya que ese huargo realmente se veía feroz y eran muy chicos para volverse guapos como Reginaldo. Pero cuando la tención de Tyran volvía a la sirena, ella algo mas para decir tenía...

"Pero mi Señor huargo, para hacerle todos esos banquetes necesito ingredientes que en ese bosque no podría encontrar... Permita que al pueblo visite para compras hacer y de esa forma, volver con todo para satisfacer su apetito."

Y quien lo diría! Tan clara artimaña que hasta un santurrón podría notar, ese feroz Tyran terminó aceptando y así como esa barrera pudo abrir para los niños, así lo hizo para la sirena... Pero cuando ella se estaba yendo, Tyran volvió a hablar.

"Sin magia te quedarás, hasta que vuelvas a este bosque, por fuera toda magia renegará de ti, pero cuando cumplas con tu palabra, nuevamente estarás completa."

Una maldición inesperada, como culpar a la pobre sirena pues nadie de un huargo eso se esperaría, que pudiera lanzar semejante encantamiento que la despojara de magia y antes de que pudiera algo decir, libre terminaba... Pero sin poder hacer ninguna clase de magia

La melodía se terminaba y el silencio se apoderó del guapo mas guapo de Torregina y sin embargo, antes de decir nada, una reverencia al público ofreció rozando el suelo con las plumas de su sombrero. 

La sirena acorralada se encontraba, al bosque tenía que volver, pero de la bruja no se olvidaba y reuniéndose con los niños, hacia esa aldea se dispuso a regresar... Pero como si no fuera poco, en otro lugar y no muy lejos, los cazadores al galope se dispusieron también a volver, después de todo, ya no había magia que sus mentes dominara.

De esa forma, con un desastre en ciernes, Reginaldo el escenario dejaba y para no ser menos, a la taberna volvía mas que dispuesto a intentar ligar con la posadera, o la hija de la misma.

Notas de juego

Habían dos opciones que me gustaron mas y ante mi indecisión, elegí la primera y segui por la otra :P. Pero solo dejo la principal.

2. Tyran el Feroz duda y la sirena decide cantar una canción para convencerlo.

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13/02/2024, 19:10
Leonardo el Trovador

Con una sonrisa en la cara Leonardo se acercó al escenario dispuesto a continuar la historia de la desdichada sirena, parecía que aquella pobre criatura no ganaba para disgustos, pero era necesario que la protagonista sufriera algún que otro descalabro para poder disfrutar aún más de los buenos momentos que podían venir, la vida misma era así y estar en aquella competición era un gran premio después de todos los sacrificios que había sufrido. Se colocó en mitad de la escena e hizo una pequeña inclinación hacia el público a modo de saludo antes de seguir con la narración.

Nuestra querida protagonista, ajena a lo que sucedía con los cazadores y lo que estaba haciendo la bruja en aquellos momentos, salió del bosque intentando mantener cierto orden en los niños para que ninguno se quedara rezagado o se perdiera por el camino. No era una tarea sencilla pero ella la llevaba a cabo con mucho cariño. No habían pasado ni cinco minutos cuando desde la parte de atrás de la fila se escuchó algo.

Leonardo se llevó una mano a la oreja como quien quiere escuchar con más claridad un sonido e hizo un segundo de pausa en la narración antes de impostar la voz.

-"¿Cuando llegamos? ¿Falta mucho?" -Preguntó como si fuera un niño inquieto o ya aburrido de caminar."

La sirena aplacaba los nervios de las criaturas como buenamente podía intentando entretenerlos con juegos y adivinanzas que les hiciera el viaje más ameno, aunque sin sus poderes mágicos todo le costaba mucho más y tan solo anhelaba recuperarlos, pero para eso tendrían que llegar a la aldea donde seguramente podría dejar a los niños al cuidado de los buenos lugareños y así poder regresar a cumplir su promesa con el huargo y recuperar sus poderes, aunque lo que no sabía es que se estaba acercando cada vez más a la bruja. Y tras lo que a algunos niños les pareció una eternidad llegaron finalmente al pueblo. Allí comenzaron a observarlos expectantes y nuestra sirena notó que la gente no la recibía con el cariño de antes si no que se mostraban distantes y cautelosos, aunque no sabía muy bien porqué y sus primeros intentos en aclarar qué pasaba fueron infructuosos, aunque enseguida comprendió qué había pasado pues apareció frente a ellos la bruja que se veía exactamente igual. Durante unos instantes hubo un gran silencio en el pueblo y la tensión se podía cortar. Los aldeanos miraban alternativamente a las dos sirenas sin comprender como era posible que hubiera dos y sin saber lo que estaba pasando allí. Finalmente la bruja, muy segura de si misma se acercó a los recién llegados dispuesta a acrecentar su poder.

-"¿Como te atreves a aparecer por aquí? ¡No se si eres valiente o insensata, pero no permitiré que interfieras con mis planes!"

La sirena sorprendida y algo asustada ante la situación extendió los brazos como queriendo hacer una barrera protectora hacia los niños que se encontraban a su espalda.

-"¡No te atrevas a hacer daño a los niños o te arrepentirás! ¡Y deja en paz a esta pobre gente! ¡Bruja!" -Respondió con toda la valentía que pudo reunir, estaba claro que el pueblo había sufrido con la llegada de la bruja y la sirena estaba triste. Su única oportunidad era conseguir desenmascarar a aquella malvada y que todos se unieran en su contra, aunque sin sus poderes era peligroso.

Además la bruja no era tonta, había pasado mucho tiempo planeando su regreso para dejarse engañar tan fácilmente y ser derrotada. Enseguida se dio cuenta de que algo había pasado y que su rival aún no había recuperado sus poderes, así que lo único que tenía que hacer era asegurarse de que la gente del pueblo no se le uniera y tenía un plan perfecto, sin fisuras.

-"¡HAHAHAHAHA! -Rió escandalosamente señalándola a ella y a su pequeño séquito de niños.- ¡Ahora comprenderéis porqué tenéis que servirme! ¡Para que os proteja! ¡No escuchéis a esta mentirosa que solo viene a robaros y a mataros! ¡Por fortuna yo estoy aquí para desenmascararla! -Dedicó una mirada maliciosa a su enemiga y movió un poco los dedos para lanzar un conjuro. Ante los ojos de todos la guapa y buena sirena se convirtió en la vieja y amargada bruja y sus niños en unos horribles goblins.- ¡Esa es su verdadera naturaleza! ¡La bruja del bosque quería engañaros y ha venido con sus criaturas para comeros!"

Los aldeanos miraban asustados y extrañados lo que acababa de suceder y pronto comenzaron a hablar entre ellos.

-"La sirena tiene razón, cuando estaban entrando escuché a uno de los goblins preguntando que cuando iban a comer, que tenía hambre. ¡Nos quieren comer a todos!" -Comentaban algunos asustados.

Poco a poco la verdadera bruja veía con satisfacción como el pueblo comenzaba a estar de su lado y ponerse a su favor en busca de protección ante ese repentino ataque, usaría a la sirena y a los niños para ganarse la lealtad de los lugareños y que dependieran de ella si querían sobrevivir a los peligros, aunque en realidad el mayor peligro para todos era ella misma.

-"¡A por ellos! ¡Acabemos con todos!" -Gritó la bruja a los aldeanos animándolos a unirse a ella. La mayoría comenzó a sacar sus herramientas de labranza o lo que tuviera más a mano a modo de arma y se acercaban amenazadores a la sirena y los niños.

-"¡No! ¡Por favor! ¡Soy yo, no soy la bruja! ¡Y estos niños son inocentes!" -Gritó la sirena mientras retrocedía asustada. Sin sus poderes ni podía enfrentar a la bruja ni tampoco convencer a los aldeanos de quien era realmente, ellos solo la veían como si fuera su enemiga. La bruja los había engañado a todos y ahora estaban en un gran problema, lo único que podían hacer era escapar si podían.- "¡Vamos niños! ¡Corred! ¡Corred!"

Mientras la sirena intentaba a la desesperada proteger a los niños y la bruja y los aldeanos se acercaban cada vez más a ellos todo parecía perdido y sin esperanza. Entonces un gran número de jinetes apareció por la espalda cortando la retirada al grupo. Para desesperación de la sirena eran los mercenarios que regresaban a por ella. Ahora no tenía escapatoria posible.

Leonardo mantuvo la pose misteriosa durante unos instantes y después dedicó una sonrisa al público, su turno había terminado y otro debía continuar con la historia en aquel momento.

Notas de juego

2. La sirena y los niños llegan al pueblo, donde ambas sirenas se enfrentan; la verdadera sirena intenta demostrar quién es sin poder usar su magia, y falla.

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26/02/2024, 22:33
Tania La Soñadora

Tania notó confundida como la tiflin le hacía la seña para que continuara, y miró alrededor por los otros dos bardos que habían estado antes que ella. Pero por temor a que la descalificaran si no subía, volvió al escenario, mirando un momento a Leonardo y a Reginaldo con una sonrisa un poco nerviosa.

Tuvo que apresurarse a repasar los datos de la historia, y cuando volvió ante el público la confusión que se mostraba en su rostro le ayudó a entrar de nuevo el punto en que había quedado. -No había escapatoria. Los cazadores avanzaron con decisión, y la sirena extendió sus brazos protectora frente a los niños. Si era ese el fin, protegería con su vida a los pequeños inocentes. Pero incluso la más valiente de las sirenas podía permitirse un segundo de debilidad. La barda hizo tal como decía, extendiendo los brazos, y en el último segundo, un pequeño grito y cerró los ojos. Silencio.

-Pero el ataque nunca llegó.- Tania abrió solo un ojo, como queriendo espiar algo que ocurría mucho más allá. -Los cazadores la habían ignorado, avanzando directamente hacia donde estaba la bruja. ¡Oh, gracia de los Dioses! La triquiñuela de aquella bruja se volvía contra ella, porque los cazadores no vieron a la sirena ante ellos, sino a una bruja rodeada de pequeños goblins. Y esa no era la presa que buscaban. "No volverás a engañarnos, criatura vil." Bramó el líder de la cuadrilla, avanzando con intención. La bruja, sorprendida, empezó a retroceder. "Alejaos, humanos inútiles. ¡Aldeanos, protegedme!" Ordenaba aquella mujer, y los ahora más convencidos pueblerinos se alzaron en valor para cubrir a quien creían era la inocente sirena.-

Tania se encogió en ese momento, en un gesto que venía a ser querer esconderse de algo. -La sirena era valiente, pero no tonta. Sin sus poderes para poder ayudar al pueblo ni siquiera para disolver la ilusión que la bruja puso sobre ellos, la mejor opción era huir. Y así lo hizo, llevando a los niños con ella.- La mujer avanzo agazapada sobre la tarima, mirando sobre su hombro, buscando enemigos invisibles que pudieran detectarla. Finalmente llegó de nuevo al centro de la tarima, donde se enderezó. -La hermosa sirena había logrado escapar junto a sus pequeños seguidores, pero la tristeza apresaba si corazón. ¿Cómo podría ayudar a la gente del pueblo, salvarlos de un inminente final? No podría recuperar sus poderes mientras la maldición del huargo siguiera sobre ella, y sin su magia no podía enfrentarse a la bruja ni a los cazadores. Entonces se dio cuenta que entre los niños había algo extraño. ¿Acaso veía mal, o había uno más?-

Desde algún lugar del público se escuchó una voz que grito. -¡La niña del pueblo!- Tania sonrió ante la interrupción. -¿Quieres tú contar la historia, cariño?- Se escucharon risas y un silbido hacia quien había soltado aquella frase. Quien había hablado pareció empequeñecer y esconderse para tratar de que la atención no estuviera sobre él. -Bueno, como ha dicho nuestro tímido aspirante a bardo, allí estaba la niña, que les había seguido durante el escape. "¡Yo sé la verdad! He visto a esa bruja en el rostro, y tomar tu lugar. Pero hay algo que yo sé, ella busca su poder, y no sabe dónde buscar. ¡Quizás tú lo puedas usar, así tu magia recuperar!" La niña se acercó entonces a la sirena con un aire de misterio. "Para hallar el Corazon del Mar, tres pruebas has de cruzar. Una pondrá a prueba tu Valor, otra tu Sabiduría, y la última tu Corazón..."-

Tania hizo un gesto hacia el publico agachándose de nuevo, invitándoles a acercar más sus oídos hacia ella. -Tres pruebas, y el tiempo iba en contra. ¿Hallaría la sirena el tesoro de la bruja? ¿Podría pasar las pruebas? ¿Eh, Reginaldo? ¿Crees que lo logrará?- Dijo la barda, con un gesto coqueto hacia el Guapo, bajando de nuevo a tomar algo de agua.

Notas de juego

3. Los cazadores pasan de largo a la sirena, a la que no reconocen por el hechizo de la bruja, y van directamente a capturar a la bruja. La sirena y los niños aprovechan la confusión para escapar.

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03/03/2024, 15:23
El Guapo Reginaldo

Las monedas se intercambiaron, una mirada cómplice, un silencio comprometedor y una leve sonrisa torba por un trabajo bien hecho, Reginaldo no dudó en ceder unas monedas a un atento interlocutor envuelto en una oscura capa y aunque en un ambiente tan festivo, semejante persona podría ser todo menos sutil, pronto eso dejaba de importar

Bravo! Bravissimo!!! Ah? Me toca! Andiamo andiamo!

Bramaba Reginaldo cuando ciertos asuntos fueron tratados mientras que sin tanta sorpresa, veía que ya era su turno y con ahínco, mientras aplaudía ante la presentación de la hermosa Tania, el Guapo Reginaldo tomaba su confiable mandolina para acercarse al escenario con grandes trancos y así, una vez mas se subía al sitio mas que dispuesto a reclamar la atención del público.

Sin decir una palabra, lo primero que hizo Reginaldo fue dejar que fuera su instrumento el que hablara por él dejando que sus dedos rasgaran las cuerdas con fluidez y así hacerse con la atención de todos los presentes al tiempo que buscaba las palabras para continuar con aquella historia que iba y venía como un barco en medio de un mas embravecido.

Cuando aprensión apretujaba su corazón ante la impotencia, la bella sirena terminaba viendo a esa niña como si fuera una señal del destino. La oportunidad de no solo proteger a esos pequeños y devolverle al pueblo que la ayudó la tranquilidad que merecían, sino también asegurarse que esa vil bruja no lograra satisfacer sus oscuros deseos... El camino era claro...

La melodiosa voz de Reginaldo no buscaba cantar, simplemente dejarse llevar por aquellas notas musicales que su mandolina expresaba con cierto pesar y anhelo mientras que no dudó en continuar con su relato de esa forma, después de todo era anhelo lo que esa sirena sentía ante la posibilidad de cambiar el destino que esa bruja le estaba robando a todos.

Así fue que la niña se dispuso a guiarla hacia el lugar en donde las pruebas la aguardaban, un lugar que por fortuna no los llevaba de regreso al temible bosque del huargo, sino a un lugar diferente, lejos del pueblo pero no tan lejos como para que no pudieran llegar en menos de dos días... Aquellos niños la  siguieron también, no tenían otro lugar a donde ir y dentro de todo, era gracias a esa princesa del mar que ellos pudieron ser libres de nuevo. 

Mientras Reginaldo narraba sus dedos se negaban a detenerse mientras empezaba a moverse por el escenario casi como si quisiera representar el inicio de aquel viaje, alejarse del pueblo  para llegar al sitio en donde la Sirena sería puesta a prueba y entonces se terminó deteniendo apoyando una rodilla en el suelo al tiempo que la melodía se detenía.

Así fue que llegaron con un anochecer cuyo firmamento oscuro se encontraba decorado con cientos de estrellas y una luna cuya pálida luz les dejaba ver un lugar completamente inesperado para la sirena... Contra el borde de un risco que daba al mar, una mansión abandonada se alzaba, la naturaleza hacía tiempo que reclamó sus terrenos y los muros poseían un aspecto de dudosa firmeza y sin embargo, allí es en donde la sirena debería pasar sus pruebas.

"Sola debes ir, nosotros aquí esperaremos... Adentro no recibirás ayuda y si no pasas las pruebas no podrás salir nunca..."

Con esas palabras la niña no dejaba lugar a dudas de lo que la sirena debía hacer y sin embargo, no parecía tener miedo sobre lo que podría pasar por lo que en esos instantes, ya no quiso esperar mas y luego de despedirse de los niños, a ese lugar se adentró.

El ritmo de la melodía cambiaba de pronto mientras Reginaldo se incorporaba de golpe mientras empezaba a dar unos pasos hacia un lado del escenario con decisión aunque cundo llegaba a ese extremo, paseaba su mirada por diferentes rincones de ese sitio, al tiempo que iba girando avanzando con un poco mas de cuidado.

Extraño era, la princesa del mar se adentró a los terrenos del a mansión, al pasar esos muros castigados por el tiempo se encontró algo inesperado, a pesar de que el edificio abandonado se veía, el jardín en donde ella se adentraba bien cuidado se encontraba... Flores de distintos colores, ni una sola maleza que arruinaran los canteros y arbustos con diferentes formas decoraban senderos adoquinados con cuidado...

Describía mientras que con cuidado "avanzaba", incluso algunos pasos buscaba hacerlos mas largos como si esquivara algún obstáculo en el suelo...

Entonces lo escuchó, un sonido no muy lejos... Un ruido constante que cualquier trabajador de la tierra reconocería, una pala clavándose en el suelo... Una y otra vez que de a poco atrajo a nuestra valiente protagonista y entonces... Lo vio.

Con esa última palabra se agachó de golpe mirando al público con sus ojos bien abiertos y una expresión de sorpresa y miedo, incluso casi parecía que de su frente empezaban a deslizarse gotas de sudor frío al tiempo que dejaba de tocar su mandolina de golpe.

Una figura embozada y aunque no era tan imponente como el Guapo Reginaldo, mas de dos metros debía medir mientras que con una enorme pala un agujero en el medio del jardín se encontraba realizando. Pero de pronto dejó su labor para girarse con brusquedad hacia la sirena y en ese momento, con horror, ella vio que la criatura no tenía rostro, sino trozos de piel cosidas por todo su rostro...

Con sorprendente destreza, Reginaldo rodó por el suelo hacia el borde del escenario para "caerse" al suelo aunque al final, de un salto se puso de pie entre el público.

Podrá nuestra adorada protagonista superar la primera prueba?! Yo no lo se.

Fueron sus palabras buscando dramatismo mientras que con una confiada sonrisa, le cedía el lugar al siguiente competidor mientras que una vez mas, se abría paso a su su sitio ya agenciado en la barra, para pedir con que mojar el gaznate y tal vez, intercambiar mas monedas con sospechosas intenciones.

 

Notas de juego

1. La sirena decide afrontar las pruebas y recuperar así sus poderes antes de que la bruja se haga con el Corazón del mar. 

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08/03/2024, 11:26
Leonardo el Trovador

A decir verdad Leonardo había estado dividiendo su atención desde hacía rato entre la historia que se contaba en el escenario y lo que pasaba por la taberna. Se le hizo raro que algunos de sus compañeros dejaran pasar su turno y se decidió a no hacer lo mismo, no sabía qué había pasado con ellos, quizás la tensión de la competición, los nervios u otras ocupaciones o pensamientos que pasaban por su cabeza, pero después de lo que le había costado llegar allí no estaba dispuesto a perder su oportunidad. Además estaba disfrutando mucho en el concurso con todo lo que iba sucediendo y la historia que se estaba formando, pasara lo que pasara estaba seguro que aquello lo recordaría durante mucho tiempo y estaría orgulloso de poder decir "yo estuve allí". Se sacudió la cabeza y volvió a centrarse de nuevo en el escenario y como El Guapo Reginaldo hilaba la historia de la Sirena y le iba dando una nueva forma. A punto estuvo de protestar con un "¡¿Como que no lo sabes?!" cuando su compañero finalizó, pero aquello era así y tendría que ser él el que continuara la historia y saciara la curiosidad de todos. Sonrió al público mientras subía al escenario y saludó antes de comenzar a tocar una suave melodía con su instrumento para poner algo de ambientación, las notas querían reflejar la tensión del momento.

Por muy valiente que fuera nuestra protagonista os prometo que no había manera de no espantarse ante aquella visión tan horrible, así que cuando aquella criatura dio un paso pala en mano hacia la sirena esta dudó y retrocedió un poco, parecía que en aquella prueba podía encontrar la muerte si no se andaba con cuidado e incluso su posible verdugo ya había preparado su tumba, no se podía negar que al menos aquel monstruo era previsor. Al verla retroceder estiró su brazo libre en dirección de la sirena para detenerla: "¡Espera!" Gritó con una voz que no parecía natural, como nada en aquel ser, todo parecía espantoso. La sirena titubeó, pero hay que estar un poco loco para no huir cuando algo así te persigue para matarte, estoy seguro que cualquiera de nosotros habría hecho lo mismo para evitar el palazo mortal, así que comenzó a retroceder mientras veía como la criatura echaba a correr detrás de ella intentando detenerla.

Leonardo aumentó un poco el ritmo de la música a la vez que la escena parecía acelerarse y ambos personajes comenzaban a correr uno tras otro.

"¡No huyas!" Gritaba la criatura mientras la sirena pensaba en como iba a poder superar aquella prueba, no tenía poderes ni fuerza para enfrentarse a la bestia y si no conseguía el Corazón del Mar seguro que la Bruja se hacía con el y todo sería peor.

Leonardo rasgó las cuerdas de su instrumento y cambió por completo el ritmo de la música.

Y entonces de repente... La sirena se dio cuenta que el monstruo ya no la seguía, se había detenido y había soltado la pala, aquella era una buena oportunidad para escapar o para esconderse y pensar lo que podía hacer, así que sin dar la espalda a la criatura comenzó a retroceder, hasta que la voz de su perseguidor volvió a sonar, de nuevo horrible aunque esta vez diferente, pues parecía estar cantando una canción, por supuesto no quiero asustaros y reproduciros aquel intento fallido de música, pero si puedo cantaros lo que pasó en aquel lugar y lo que la sirena llegó a entender mediante la música de aquella bestia.

Escuchó su canción
y dejó de escapar
si presta atención,
tendrá una razón
para continuar.
Solo entre los dos
al mal podrán vencer
le parezca o no
con rostro sin igual
Sirena y Bestia son...

Algo en la canción
la hizo dudar
ella se acercó
para escuchar
al monstruo cantar

Puso atención
y entonces comprendió
que no debía mirar
la cara de retal
si no el corazón

Así descubrió
oyendo su canción
que no ha de temer
pues el monstruo ya
mal no le va a hacer

Ella se acercó
sus manos tomó
Sirena y Bestia son...

Leonardo terminó la canción mirando al público y esperando que la conmovedora escena hubiera impactado en ellos tanto como en él. Unos instantes después y sin dejar de tocar prosiguió continuando la historia.

A la terrible y fea bestia le temblaban las manos sostenidas por la sirena y comenzó a llorar de emoción, ella también estaba sorprendida y emocionada por lo que estaba sucediendo. "No recuerdo la última vez que alguien se acercó tanto y mucho menos que se atreviera a tocarme, todos salen corriendo cuando me ven o intentan matarme." Evidentemente no era de extrañar, claro que aquella pareja era muy extraña: él un monstruo con la cara a parches de piel y ella una sirena sin poderes que además seguía teniendo el aspecto de una vieja bruja, estaba claro que la belleza de ambos estaba en el interior pues por las apariencias parecían indicar otra cosa. "Siento haber actuado así, me asusté." Respondió la sirena ya algo más tranquila al ver que la criatura era amigable y que su vida no parecía correr peligro, pero había ido allí a pasar la primera de las pruebas y no sabía lo que tenía que hacer a continuación. "Puedo ayudarte, pero antes necesito que tu me ayudes a encontrar unas semillas para mi invernadero, con ellas podré romper la maldición que me ata a este lugar y ayudarte a superar la primera prueba." La sirena asintió, no solo porque iba a recibir una ayuda inesperada si no porque era de buen corazón y aquella bestia la había conmovido así que tenía una sincera intención de ayudarla. Fue así como se puso a buscar las semillas que le habían indicado en lugares donde la bestia no podía ir.

Leonardo dejó de tocar y colocó su instrumento en el suelo antes de ir de un lado al otro del escenario agachándose por cada rincón como si estuviera buscando algo, hasta que en una de las esquinas pareció detenerse, coger algo y alzar la mano con el puño cerrado como si sostuviera algo en su interior.

"¡Creo que las tengo!" Gritó la sirena tras un buen rato buscando por aquí y por allá y acercándose corriendo a la criatura. Por suerte las había encontrado y enseguida ambos se dirigieron hacia el invernadero donde la criatura las sembró con mucho cuidado en una maceta especial que tenía preparada para cuando llegara aquel momento. Fue entonces cuando...

Leonardo sonrió, recogió el laúd e hizo una reverencia antes de bajar del escenario mientras se despedía del público.

Lo que pasó después no me corresponde a mi contarlo, muchas gracias nuevamente por vuestra atención y recibid con un fuerte aplauso al siguiente concursante.

 

 

Notas de juego

El hombre tuvo que convencer a la sirena de que era buena gente, que le habían puesto esa apariencia en aquella prisión, para que nadie quisiera ayudarlo a buscar unas semillas especiales para su invernadero y así, poder romper la maldición que lo tenía atado a aquel lugar.

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15/03/2024, 21:29
Tania La Soñadora

-...fue entonces cuando...- Como un eco de la voz de Leonardo, se escuchó a la fémina barda desde lado contrario del escenario, esta vez preparada para continuar en el momento que el otro bardo terminara, notando como parecía que los otros dos competidores no continuarían. -...de alguna parte, de todas partes y de ninguna, voces fantasmales se unieron, como un viento que trae palabras de muy lejos. "El valor no es la falta de miedo; el valor es ver más allá y atreverte a seguir adelante aunque sientas temor..."- Jugando con su respiración, agregando aire a sus palabras, Tania buscó hacer un efecto vocal como ecos que están y no están, una ventriloquía aún amateur pero ensayada muchas veces para cuando relataba historias de misterio y horror.

-La sirena y el paleador, distraídos por aquel sonido, no se dieron cuenta de que las semillas habían comenzado a germinar, rápidamente, mágicamente. Cuando los ojos de ambos regresaron a la tierra que habían removido, se encontraron con un arbusto floreado, de un verde intenso y pequeñas flores púrpuras resaltando en ese lugar. El aroma de las flores era intoxicante, dulce, atrayente. Ambos empezaron a sentirse mareados y se sostuvieron el uno al otro a través de un abrazo, cerrando los ojos a la vez que todo giraba más y más rápido... Al abrir los ojos, se descubrieron el uno al otro como realmente eran.- La joven giró sobre si misma, su falda flotando un instante, alzándose sin llegar a ser revelados más allá que sus piernas. Luego se asentó de nuevo. -La sirena nuevamente mostraba su verdadero rostro, y el hombre... El hombre era tan guapo como Reginaldo.- Sonrió con picardía la barda, haciendo un guiño hacia su competidor. Le hizo una seña para que se acercara, y volvió su atención al público. -Alto, de ojos que hablaban de verdad y de tristeza. No era un príncipe, tampoco un lord, pero había en él un corazón noble destrozado por muchos, muchos años. "Hermosa dama, no soy más que un jardinero que, para probar su amor a una joven que creía especial, intentó robar la flor más hermosa del lugar. Aquí se hallaba y aquí también hallé mi maldición. No solo la de un rostro que nadie podría amar, sino de ver cómo aquella a quién pensaba que me quería, me repudiaba al ver el nuevo rostro que había ganado por querer complacerla. Gracias a usted, mi corazón ya no está maldito, pues sé que hay en el mundo seres capaces de vez más allá de la belleza superficial." El hombre entonces hizo una reverencia, ante la cual la sirena se limitó a devolver, contenta de haber logrado ayudar al hombre y de también superar la primera de las pruebas.-

Tania bajó del escenario, y continuó avanzando hasta ponerse frente a Reginaldo, extendiendo su mano hacia él. -"Como prometí, ahora le ayudaré a llegar a la segunda prueba." ¿Bailas, Reginaldo?- Preguntó, invitadora. Aceptara o no, Tania continuaba con la historia, intercambiando su atención entre el bardo y el público. -El jardinero tomó la mano de la sirena y le llevó a través de los jardines hasta una puerta secreta, escondida entre los matorrales. La puerta estaba en la base de las ruinas de una torre abandonada, pero al abrirla vieron escaleras que descendían hacia la profundidad. El hombre encendió una antorcha y fue guiando por aquel camino a la joven de azules cabellos, cada vez más abajo. Finalmente los escalones terminaron y ante ellos se encontraba una gigantesca habitación. Estaba adornada con telas y candelabros de oro, pero de todo el lugar, lo más impresionante era una enorme pintura de tamaño real, donde se veía un salón de fiesta en el que varias parejas estaban congeladas en un eterno baile sin fin.- Con labios cerrados, Tania armonizaba el ritmo de un vals, al tiempo que se movía, un paso a un lado, un paso al otro, el inicio de un baile suave. -Había algo en aquel cuadro que atraía a la sirena como la polilla al fuego. En el centro del cuadro, con una mano extendida hacia ella, estaba la figura de un caballero enmascarado. El efecto de aquel cuadro era tal, que la sirena se sintió tentada de intentar tomar aquella mano que parecía salir de cuadro...- Los dedos de Tania rozaron el dorso de la mano del otro bardo, y de pronto lo tomó de la muñeca con más fuerza de lo que la delgada joven podría parecer tener, y tiró de él hacia el escenario. -Antes de darse cuenta, la sirena sintió como la mano tiraba de ella al interior del cuadro. Atrás quedaba el jardinero, la escalera, la habitación. De pronto era ella, en mitad de la sala de baile, con una pareja que la hacía girar, girar, y girar, tan rápido. Al instante lo supo: la segunda prueba habia empezado, y si no descubría como vencerla, quedaría para siempre atrapada en ese cuadro, sin poder dejar de bailar...- Finalmente la barda liberó a Reginaldo, cediendo la siguiente parte de la historia, al tiempo que ella volvía a fundirse con el público, sin perder su sonrisa misteriosa.

Notas de juego

2. Al ayudar al "monstruo", de la maceta surge la cura de su maldición al igual que con eso la primera prueba es superada y con eso, el hombre liberado la guía hasta una pintura ya que allí se encuentra la segunda prueba, pero esta la atrapa en su interior.

Reginaldo, dejo que decidas tú si aceptas bailar con Tania o ella baila sola antes de tirar de él hacia el escenario.

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21/03/2024, 19:54
El Guapo Reginaldo

Bien hecho... Una mas por las molestias...

Murmuraba apenas Reginaldo el guapo a otro desconocido mientras le pasaba algunas monedas sutilmente aprovechando el jolgorio que pasaba en la sala, sin embargo, como buen bardo que era, no se estaba perdiendo de la historia aunque lo que realmente no se esperaba, era que alguien dijera que otro era tan guapo como el. Eso si que era un atrevimiento! Sin embargo, pronto veía a la bella Tania mirándolo casi como si lo invitara y de pronto comprendió el juego.

Ma chi cosa? Oh!

La verdad es que no se esperó aquello y sin embargo, Reginaldo se iba abriendo paso al escenario con cierta curiosidad, no podía negar que aquello no se esperó pero como Guapo que era, a nada le temía y por lo tanto con aplomo se acercó hasta que al final, esa barda lo sorprendía con un baile y sin duda, era ingeniosa sin mencionar que la historia continuaba con él como acompañante aunque ese tirón final, si que lo dejó con la guardia baja y no solo eso, realmente lo dejó casi con el reclamo de querer que pasó luego... Pero claro, era su turno y encima, se dio cuenta en ese instante como una vez mas no tenía su mandolina a mano.

Pero este carcelero si que no era tan Guapo ni galante como Reginaldo!

Se reponía obligándose a mantener la calma mientras que en el escenario no tardó en empezar a dar giros y giros, yendo de un lado a otro del escenario mientras que con sus giros, buscaba mantener el ritmo que había impuesto Tania ya que a pesar de que la Sirena estaba atrapada y siendo obligada a continuar con esa danza sin fin, seguía siendo un vals elegante en una fiesta que sin duda era digna de una corte.

Mientras nuestra amada sirena se veía presa de una danza sin fin, percatándose que se encontraba dentro de la pintura y sin posibilidades de liberarse, también veía como todo a su alrededor tenía una apariencia diferente... Paredes, techo y suelo elegantes lucían como las pinceladas de un artista mas que algo real, los participantes de aquella danza también se movían como una sucesión de imágenes pintadas con cuidado e incluso, las mesas y decoraciones también lucían como se veían en la pintura y sin embargo, de todo eso solo ella se veía diferente.

Narraba Reginaldo intentando controlar su aliento y sin dejar de danzar, recorriendo el escenario mientras iba de un sitio a otro sin poder parar, describiendo como era ese "mundo" mientras representaba como a esa hermosa sirena la mantenían danzando sin parar.

Por un momento ella intentó detenerse, simplemente dejar de mover sus pies... Pero aquel que la hacía bailar, si podía decirse que casi era tan fuerte como Reginaldo el Guapo, porque la movía cual muñeca como si no importara si ella movía o no sus piernas. 

Agregaba mientras que por un instante, Reginaldo intentó parar, detener sus pasos, pero pronto sus pies se deslizaron y arrastraron por el suelo, incluso un tropezón antes de retomar enseguida aquella danza de la cual no podía escapar... Claro que la situación era apremiante pero de pronto, Reginaldo empezó a reír como si la locura misma se apoderada de él.

"Oh pobre mia, como me divierte tu resistencia... Lucha, forcejea, no dejes de intentar, no te rindas porque aunque ya eres mía, disfruto mas jugar con mi presa antes de devorarla."

Las palabras de Reginaldo buscaban ser mas gruesas e imponentes, crueles mientras buscaba "cambiar" de lado, ser ese villano nuevo unos instantes antes de volver al otro sitio en donde la pobre sirena intentaba librarse.

La cruel voz de quien la atrapó le hizo notar a la sirena que no tenía todo el tiempo, incluso al mirar a sus pies, notaba como estos dejaban de ser reales, como si a poco pinceladas de colores empezaran a cubrirla... Pero de pronto algo pasó, porque no fue el miedo lo que la invadió sino algo completamente diferente.

Y de pronto Reginaldo se detuvo en el centro del escenario, cambiando su danza, dando un salto hacia un lado, un giro hacia el sitio contrario y con ese último giro, de su capa se desprendió para hacerla ondear cual bandera, aunque procuraba hacerla ondear mas como si fuera algo diferente, queriendo recrear en parte el movimiento del agua.

De pronto, la danza le hizo recordar su hogar en el océano, como allí era envuelta por las corrientes del mar, remolinos y fuerzas sin comprender lo que rige su movimiento... Con cada giro, cada movimiento elegante que le recordaba una vida casi olvidada, nuestra sirena se sumergía profundamente en la verdad de su existencia.

Una pausa dramática y casi parecía que estaba por dejar allí su parte pero no era así, porque Reginaldo podía no estar acompañado por melodía alguna, pero su voz y su cuerpo era todo lo que necesitaba en ese instante mientras se envolvía en su capa una vez mas.

Como en aquel recuerdo recuperado, las olas y las corrientes marinas no eran quienes la guiaban, sino algo mas grande, una fuerza que se hacía presente en aquel baile sin fin porque la sensación era la misma... La sensación de ser movida por la mano del Destino.

Sin previo aviso Reginaldo retomó la danza del vals como si volviera a estar presente en aquella danza sin fin pero ya no había resistencia en sus movimientos ni miedo en cada paso que daba a pesar de la situación.

En un instante de claridad, la sirena comprende que ella misma debe ser la artífice de su destino... No puede permitir que fuerzas externas dicten su camino y que debe tomar las riendas de su vida para dirigir su propio baile hacia lo que anhela. Por lo que con una determinación renovada, nuestra princesa del mar empezó a transformar su danza, no mas intentar detenerla sino cambiarla, buscar imponer su propio ritmo para no ser mas una respuesta al impulso del destino.

Los pasos de Reginaldo empezaron a cambiar, sus giros y sus movimientos en aquella danza se volvían discordantes con vals, incluso empezaba a azotar el suelo con sus botas, zapatear mientras que cambiaba el ritmo, cambiar el ir y venir por una estocadas y saltos, regresar al centro del escenario y dejar que sus botas impusieran un ritmo completamente diferente.

Con una determinación renovada, la sirena transformó su danza, ahora no solo es una respuesta al villano que quería guiarla, sino una expresión de su voluntad y su poder interior, siendo ella quien toma el control de como bailaban, rompiendo con todo lo que la rodeaba y con eso, cada movimiento se vuelve deliberado y está lleno de propósito. De esta forma grietas empezaron aparecer y con un grito desgarrado, su carcelero desaparecía mientras que ella...

Otra pausa mas que terminaba con él dejando de moverse y zapatear tanto para así, terminar sentado en el borde del escenario con su piernas descansando en el borde del mismo y con una sonrisa misteriosa en el rostro.

Ya no se encontraba en la pintura... Pero tampoco volvió a donde se encontraba antes, incluso sus pies ya no estaban, sino que recuperó su cola de sirena y todo lo que la rodeaba era agua, peces y la sensación de que el océano la volvía a recibir. Pero pronto ella se iba a enterar, de que la última prueba iba a ser la mas difícil de todas.

Y con esas palabras, Reginaldo el mas Guapo de toda Torregina, se bajaba altivo del escenario con un pequeño salto para darle paso al siguiente participante. Claro que mientras volvía a su lugar agenciado en la barra, intentaba que nadie lo notara sus nervios por asegurarse que su adorada mandolina seguía en donde debía estar.

Notas de juego

1. La sirena baila y gira sin control, hasta descubrir que quien le hace bailar es el Destino, y que ella tiene que tomar el control sobre su propio destino; la sirena ahora es quien dirige aquel baile hasta su siguiente y última prueba.

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27/03/2024, 17:08
Leonardo el Trovador

El bardo permanecía atento a la historia y no disimuló una sonrisa cuando la descarada Tania bajó a buscar al Guapo Reginaldo. Aquello ya iba a formar parte de sus grandes recuerdos pues no había nada mejor que ver nacer un amor ante sus propios ojos y ya estaba deseando componer algo en honor a la recién formada pareja, al menos eso eran ya ante sus ojos ávidos de romance. Aquella escenificación logró meterlo aún más dentro de la historia como si estuviera pasando frente a él y cuando se quiso dar cuenta ya volvía a ser su turno así que se subió raudo y veloz al escenario para continuar la historia.

La sirena aleteó contenta buceando a un lado y a otro con una gran sonrisa al verse de nuevo debajo del agua, incluso se abrazó la cola, tener pies estaba bien pero ya echaba de menos las suaves escamas de su cola.

"Ejem, ejem. ¿Querida?"

Interrumpió una voz grave sorprendiendo a nuestra querida sirena, aunque su sorpresa fue aún mayor al ver la criatura que se había dirigido a ella. Sin saber porqué su primer instinto fue alejarse nadando, pero recordó su primera prueba y pensó que quizás las apariencias solo eran eso así que se quedó en el sitio expectante a ver qué sucedía.

"Bien. Veo que tengo tu atención." La criatura tenía un aspecto temible, la parte superior parecía la de una mujer cuyo rostro imponía algo de miedo, aunque lo más impresionante era su parte inferior ya que ni tenía dos piernas como cualquier humano ni tampoco una cola como los tritones o las sirenas, aquella criatura tenía unos tentáculos negros que se movían amenazadores. "Pobre criaturita desmemoriada. ¿No me reconoces? Antes solíamos ser amigas." Mintió la criatura, claro que nuestra sirena eso no lo sabía pues aún no había recuperado del todo la memoria. "Me da tanta pena verte en ese estado... ¡Ni siquiera tenías cola hasta que te rescaté de ese mundo horrible en el que estabas! Y tampoco poderes... ¿Como has podido terminar así?" La criatura se acercó un poco, como una amiga que va a consolar a la otra, aunque a decir verdad la sirena en su interior no sentía esa sensación, se encontraba incómoda y algo aterrada por aquella situación. "¡Pero tu amiga Urs'Ulla puede ayudarte a recuperar todo lo que perdiste! ¡Tu belleza! ¡Tus poderes! ¡TODO!" Gritó la criatura. "A cambio... Tan solo tienes que prometer quedarte aquí en el mar para siempre. Solo eso. Es la mejor oferta que nadie te va a ofrecer y lo hago porque tu y yo somos buenas amigas claro, no a todo el mundo le ofrezco tan buenas condiciones, pero por ser tu..." La criatura esbozó una extraña sonrisa a la vez que jugaba con los dedos de sus manos y también con sus tentáculos mientras esperaba la respuesta de la sirena. Y como imagináis dentro le la cabeza de nuestra protagonista había una gran tormenta de pensamientos que iban como olas de un lado a otro golpeando todo, intentando encontrar la luz de un faro que la ayudara a tomar la decisión correcta, si es que existía. Todo esto quedó recogido en una canción que intentaré reproduciros a continuación tal y como a mi me dijeron que cantó la sirena.

Leonardo cambió la melodía de su instrumento y comenzó a tocar una nueva para entonar lo que había pasado a continuación y cual fue la decisión de la sirena.

No se qué hacer
me gustaría confiar en Urs'Ulla
mi amiga de corazón sincero
y mi intuición...
¿Será verdad? ¿Será verdad?

Si sigo aquí
podré nadar yo libremente por el mar
acompañada de orcas y delfines
y no está mal, nanai, no está mal.

¿Y qué hago yo?
Si me quedo ya podré recordar
la clase de sirena que yo era
sin duda, eso me va a gustar

¿Y qué hago yo?
¿Dejo al pueblo y a los niños sin más?
Luchando contra la bruja malvada
creo que, no la podrán ganar.

Mi corazón
palpita mucho y no sabe decidir
quizás me marcho o quizás me quedo
con Urs'Ulla, nanai, con Urs'Ulla

¿Y qué hago yo?
Una amiga no se deja sin más
vamos juntas a coger muchas conchas
y además, podremos cotillear.

¿Y qué hago yo?
Si a mis niños no los puedo olvidar
y seguro que la bruja malvada
nainai, no les da de cenar.

¡Yo volveré!
A los mios no puedo abandonar
y el pasado quedará sepultado
nainai en el fondo del mar

¡Yo me voy!
A tierra firme tengo que regresar
le daré su merecido a la bruja
y también a los niños de cenar.

Terminó la canción y cambió a un ritmo más suave para seguir con la historia.

Así fueron las cosas y así se las hemos cantado. La sirena llevada por su corazón generoso y lleno de amor quizás había perdido sus poderes y parte de su memoria pero aún conservaba todas sus buenas cualidades y deseos hacia los demás. Decidió dejar la inmediata felicidad de compartir el resto de su vida con su amiga, o no tanto, Urs'Ulla y partir hacia el futuro incierto que podía esperarle en tierra, pero lo que pasó a continuación os va a sorprender a todos porque...

Leonardo sonrió y raspó las cuerdas de su instrumento de manera repentina deteniendo así la música y captando la atención de todos.

Pero no seré yo el que os descubra lo que sigue si no uno de mis compañeros. ¡Muchas gracias por vuestra atención y un aplauso muy grande para el siguiente!

Dicho aquello hizo una pequeña reverencia y se dispuso a dejar el escenario a sus compañeros. Dedicó una mirada un tanto pícara a Tania La Soñadora y a El Guapo Reginaldo, incluso algunos dijeron que le habían escuchado murmurar una canción mientras lo hacía:

Cuando zarpa el amor
Navega a ciegas, es quien lleva el timón
Y cuando sube la marea al corazón
Sabe que el viento sopla a su favor
No podemos hacer nada
Por cambiar el rumbo que marcó
Para los dos
Cuando zarpa el amor...

 

Notas de juego

 En la última prueba la Sirena conoce una criatura oscura y con muchos tentáculos llamada Urs'Ula. Quien le hace elegir entre recuperar por completo su memoria y volver al lugar al que pertenece o salvar a los habitantes del pueblo que la encontró.

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30/03/2024, 17:01
Tania La Soñadora

Durante las dos intervenciones Tania observaba a los dos bardos continuar con aquella historia, aunque simple en su planteamientos era apasionante a la vez que intrincada en algunos detalles. ¿Hasta donde serían capaces de hilar tan finamente? Al mismo tiempo le intrigaba ambos contendientes, pues iba aprendiendo de ellos en su forma de contar historias y sin embargo seguían siendo un misterio. ¿Con quién se intercambiaba palabras y monedas aquel que se hacía llamar El Guapo Reginaldo? ¿Qué había detrás de la sonrisa perenne de Leonardo? Su propia sonrisa fue acompañada del arqueo de su ceja al escuchar los versos breves que éste último había lanzado, sin nada que ver con la historia, mirando tanto a la joven hija del tabernero de Encrucijadas como al hombre venido de Torreginas. Se encogió de hombros con una risita y subió al escenario.

-¿Os habéis cansado ya? Espero que no, porque nos acercamos a la etapa cumbre de esta historia... O quizás es solo el principio, mientras vosotros, nuestro público y jueces, así lo queráis.- Tania buscó un lugar cómodo sobre el escenario, y desde allí retomó la historia.

-Antes que la Sirena se hubiera alejado, habiendo tomado su decisión, aquella supuesta amiga Urs'Ula emitió un grito terrible, espeluznante. Las aguas alrededor de la joven de azules cabellos empezó a girar, atrapándola en un remolino cada vez más peligroso. ¿Era posible que una criatura marina pudiera ahogarse en el agua?- Mientras iba hablando, la barda se llevó las manos a la garganta, y comenzó a imitar el sonido del sofoco, como si el aire no pudiera llegar a sus pulmones. Se dejó caer de rodillas, extendiendo su mano hacia el público, suplicante... Entonces tomó una potente bocanada de aire, interrumpida por toses al haberse forzado a contener la respiración por tantos segundos. -Pero fue en ese momento que una perla brillante, negra como la noche, apareció en el centro de su pecho. Como un colgante de invisible cadena, flotaba ante ella, y de pronto el remolino se detuvo. La tercera y última prueba, habiendo la sirena sacrificado su felicidad por la de la aldea que la había encontrado, por los niños perdidos que ahora le seguían, revelaba que su corazón era puro y sincero. Ahora el Corazón del Mar le pertenecía, y con ello su magia y sus recuerdos. O las bien, una parte de ellos.-

Tania volvió a ponerse de pie, e hizo vibrar su pandereta en la mano, dando un sonido cual serpiente cascabel, que invitaba a estar alertas, atentos, pues el peligro aún no acababa. -Su nombre seguía siendo desconocido, pero sabía que era la guardiana de uno de los cinco reinos bajo el agua: Atridia, la ciudad coral del sur. Urs'Ula, aquella que había pretendido engañarle era en realidad una perversa bruja, maestra en la mentira y los tratos supuestamente justos que terminaban favoreciendola mientras que el otro sufría. Había llegado ofreciendo gran poder y riqueza a cambio de una antigua reliquia, el Escudo de Roble. Urs'Ula podía ser una embaucadora, pero no podía negar que era poderosa. Aún así la sirena le habia rechazado, despertando su ira, y el mar en calma se transformó en tormentas.-

La joven puso una mano en su pecho, y tanto con el movimiento de su cuerpo como su rostro, fue imitando el latido de un corazón. -Un temor, una terrible certeza de que algo malo iba a ocurrir, la hizo dejar atrás el océano, la sala de baile, reapareciendo una vez más al otro lado del  cuadro. Dejó aquel lugar rencontrándose con los pequeños y enfilando hacia el pueblo costero. Rápido, muy rápido, sus pasos eran a la vez decididos y temerosos de que lo que pensaba era lo que iba a ocurrir. Fue así como, a pocos minutos del pueblo, pudo ver que su temor estaba fundado. Altas olas de cinco y seis metros de agua se levantaban para estrellarse sobre el pueblo, donde los habitantes corrían de un lugar a otro, sin entender que estaba pasando. La risa aterradora de Urs'Ula llegó como si las hubiera dicho en su oreja, en un susurro. "Me has privado de lo que quiero, ahora verás a aquellos que quieres proteger hundirse para siempre en el mar".

La chica avanzó hasta el borde de la tarima. -¿No odiáis a aquellos que son malos perdedores? La bruja sin cola, llena de tentáculos, movía las aguas, formando una tormenta de descomunal altura. Muy, muy parecida a aquella que había hecho que la sirena llegara a la orilla de ese pueblo. El pequeño pueblo estaba a merced de Urs'Ula, pero la sirena había ya luchado demasiado como para rendirse en esos momentos. Además, ella era ahora la legítima dueña de un poder inimaginable...- Hizo una pausa larga, dramática, antes de bajar del escenario hacia el bar. Miró hacia el que sería el siguiente y se quedó observandole, curiosa de ver cómo continuarían aquel relato.

Notas de juego

2. La sirena consigue pasar las pruebas, tras negarse a aceptar la propuesta de la bruja, pero cuando consigue llegar de nuevo a la aldea, el mar amenaza con tragarse aquel lugar. La bruja no se ha tomado muy bien el desplante.

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10/04/2024, 18:21
Leonardo el Trovador

Shilyena

Leonardo escuchaba atento el relato de Tania y disfrutaba de la narración y la interpretación de la barda, no le extrañaba que Reginaldo hubiera quedado prendado de ella pues era una mujer muy especial. Acompañó al público con vítores y aplausos cuando esta terminó y comenzó a preguntarse como continuaría su compañero, aunque por alguna extraña razón no lo vio subirse al escenario. ¿Donde estaba? ¿Seguía intercambiando gestos, palabras y quien sabía qué con la gente de la taberna? Como no era asunto suyo tampoco había curioseado con eso.

Seguramente se ha quedado embelesado con Tania.

El pensamiento le sacó una sonrisa, aunque desapareció de inmediato cuando vio a la tielfin hacerle gestos para que subiera.

¿Yo?

Leonardo se señaló a si mismo con el dedo y vio como la tielfin asentía, así que sin perder tiempo se dirigió al escenario mientras su cerebro recopilaba todo lo que había sucedido en la historia para poder continuarla de la mejor manera.

-¡Imaginaos la situación! -Exclamó Leonardo para llamar la atención del público.- A un lado la malvada Urs'Ulla con ansias de venganza y queriendo destruir el pueblo y todo lo que la sirena había querido proteger, al otro los pobres campesinos que si no tenían suficiente con la bruja ahora veían que el mar nuevamente iba a castigarlos sin piedad. Y en medio nuestra querida protagonista, allí parada sola frente al mal que se cernía sobre la tierra. Pero creo que la mejor forma de narrar lo que pasó es con una canción. ¿Verdad?

Leonardo sonrió al público, echó mano de su laúd y comenzó a tocar las notas de una canción que debía ser tan épica como lo que estaba a punto de suceder en la historia de la sirena.

Cual heroína valiente
se paró nuestra sirena
allí de pie en la arena
dispuesta a resistir.

Con el Corazón del mar
y con todos sus poderes
contra todos esos seres
era vencer o morir.

Detrás el pueblo y sus niños
delante el mar y las olas
pero aunque estaba ella sola
no la moverían de allí.

La sirena alzó sus brazos
y gritó muy fuerte al viento
¡Urs'Ulla, cuanto lo siento!
¡No vas a pasar de ahí!

Alzaré una barrera
y verás
parando a tu hueste entera
a tus monstruos y tus peces
les daré lo que merecen
y quizás un poco más.

No soy nueva
defendiendo
a mi reino
ya verás.
Vete ahora
te lo advierto
o de cierto
sangrarás.

Soy la princesa sirena,
tengo el Corazón del mar
protegeré al inocente
aunque tenga que luchar.

Así hizo una barrera
y los peces
Aunque Urs'Ulla desespera
por más que intentan pasarla
no logran atravesarla
pues era grande con creces.

Y ni el mar
por muy bravío
dice pío
a mi poder
pues teme
sinceramente
que aumente
mi poder.

Soy la princesa sirena,
tengo el Corazón del mar
protegeré al inocente
aunque tenga que luchar.

Cuando vean que me acerco
ya verás
que ni el escualo más terco
será capaz de aguantar
soy la princesa del mar
tu también me temerás.

Cuando venza
yo te digo
que consigo
ya la paz
pobre gente
que la guerra
le aterra
de verdad.

Las dos queríais mi muerte
y no me río
tuvisteis muy mala suerte
pongo de testigo al viento
que nadie quedará exento
del merecido castigo.

Vuestros males
numerosos
en un foso
tiraré
para que nadie
recuerde
ni encuentre
lucharé

Y si quieres yo te extiendo
mis perdones
pues quien reina con amor
puede recibir cumplidos
y perdonar arrepentidos
de sinceros corazones.

La mareas
y los peces
me obedecen
sin dudar
esta lucha
ya termina
en la salina
del mar.

Soy la princesa sirena
tengo el Corazón del mar
protegeré al inocente
aunque tenga que luchar.

Leonardo terminó la canción y cambió la melodía para seguir narrando lo que estaba sucediendo entre Urs'Ulla y la sirena.

-Tras levantar la barrera protectora la sirena se sintió satisfecha al ver que el pueblo estaba a salvo ya que sus enemigos no podían traspasar aquello, pero sabía que no había terminado aún así que se dirigió hacia Urs'Ulla dispuesta a darle su merecido. A medida que se acercaba vio como el ejército de la malvada iba disminuyendo, al principio fueron los peces más pequeños como las anchoas que salieron nadando a toda prisa y no pararon hasta llegar a Santoña*, después los medianos y algunos grandes. Al final tan solo quedaron los más monstruosos de todos, salidos de lo más profundo del mar, y aunque parecían dispuestos a atacar todo lo que había sucedido les había quitado algo de ímpetu, por no decir que si su jefa no conseguía retirar la barrera protectora que la sirena había levantado serían incapaces de hacer nada. Por supuesto nuestra heroína podía dejarlo así hasta que se aburrieran pues ahora tenía poder suficiente para ello, pero no quería dejar a Urs'Ulla y su ejército atrás antes de enfrentarse a la bruja malvada, que era su siguiente objetivo, así que decidió darles una lección. ¡Pero lo que pasó a continuación...! ¡Fue algo increíble, os lo aseguro! Aunque no seré yo el que lo cuente. ¡Muchas gracias!

Leonardo abandonó el escenario repartiendo besos al aire entre el público esperando que hubieran disfrutado de su pedazo de historia tanto como él había disfrutado narrando. Ahora tocaba ver como proseguiría la aventura de la sirena desde la taberna y quizás pedir una bebida refrescante para que su garganta no se sintiera reseca.

Notas de juego

La Sirena logra crear una cúpula protectora alrededor del pueblo, evitando ser arrastrados por el mar. Sin embargo, a través del muro invisible que separa al pueblo del agua, se puede ver criaturas terribles esperando el momento de atacar.

*Santoña es una región del norte de España muy famosa por sus anchoas, en este mundo paralelo también hay un lugar así XD.