Partida Rol por web

Ricardo no tenía mucho que decir, aunque saber que Diego estaba lo suficientemente bien como para querer ver a la otra Silvia, no pudo evitar sonreír divertido, parecía que ambos la sacaron barata, que pudieron salirse de una situación complicada aunque... Como era posible que un hombre tuviera tiempo de romperle el brazo a una persona y luego perseguir a la otra, por lo que entendió, Silvia debió imponer una buena distancia y sin embargo, la alcanzó sin problemas... Eso era demasiado raro, puede que hubiera mas de uno en realidad.

Claro que cuando la conversación cambiaba y parecía que iban a ser ellos los que terminarían viendo ese piso y acomodándose, no tardo en sonreír un poco de lado y levantar un pulgar con confianza. La verdad es que desde que la noche anterior empezó, él no se aparto de al lado de Silvia, incluso fue con ella al hospital y si no fuese por la llamada, habrían pasado una buena noche mirando una película...

No te preocupes, me aseguraré de que nada malo le pase.

Solo iban por un poco mas de ropa, tomar lo que necesitaban, ordenar sus cosas y al departamento, aunque él se apostaba que su madre se iba a preocupar de todas formas... Puede que deba decirle algo diferente, que no hubo incidente y eso era por otra cosa, pero lo cierto es que su madre era su madre, no podía mentirle.

Silvia arqueó ligeramente una ceja mientras cogía las llaves que Michi le entregaba. Durante el desayuno les habían dicho que Xabi les llevaría con el coche a recoger las cosas, pero parecía ser que habían cambiado los planes sin decirles nada. Se mordió el labio, para no ser grosera. No le gustaba ir exigiendo nada, pero si no tenían el coche, ahora sí que tenían prisa por hacerlo todo, ya que ella trabajaba por la tarde.

- Está bien, nos vemos luego - . Dijo y se volvió a mirar a Ricardo. - Vamos, que tenemos prisa - . 

El día anterior le había dicho que no necesitaba que nadie la cuidara. Pero después de todo lo que había pasado, prefirió ignorar los comentarios de Ricardo y de Michi. Aunque no le gustaba sentirse desvalida, agradecía la compañía del joven y no quería quedarse sola.

Ricardo terminaba por despedirse de Michi con una mano antes de emprender el camino hacia la salida de ese sitio, los hospitales no le gustaban mucho, tantos enfermos, ese olor tan único y teniendo en cuenta como ese par terminó allí y no ver que les hubiesen dejado algo de seguridad, solo hacía que tuviera malos presentimientos. Desde la noche anterior que parecían haber señales que le gritaban que se abriera, pero siempre estaba Sivil para hacer que siguiera, luego de como la vio y ver cuantas cosas tenían en común, sin mencionar lo que le agradaba, no podía hacer algo tan cobarde.

Quieres que vayamos primero por tus cosas? Yo aun tengo que pensar como le digo todo esto a mi madre... No quiero preocuparla demasiado.

Le terminaba comentando mientras se apresuraba para no quedarse atrás, pensando que también iba a tener que acomodar sus horarios, ir temprano a la panaderia para poner los hornos a trabajar, hacr lo de siempre y luego, tarde noche estar con Silvia en su trabajo. Cierto que allí había mucha gente y estaban sus compañeras para que nada malo le pasara, pero igual quería estar... Eso dejaría las tardes para dormir porque si mantenía ese ritmo un par de días iba a terminar molido, por suerte dormir por las tardes parecía una buena solución para compensar esos cambios.

Crees que les deba decir lo que pasa?

Le terminaba preguntando buscando apartar por un momento sus pensamientos en como arreglar sus horarios sin morir por falta de sueño y al mismo tiempo, buscar no quedarse en silencio con Silvia mientras iban por sus cosas. Algo le decía que algo no estaba del todo bien con ella, puede que preocupada aún, puede que sea algo mas... Algo que se le pudo pasar por alto y no debió ser así...

Silvia caminaba por los pasillos del hospital, junto a Ricardo, mientras iba pensando en todo lo que tenía pendiente. Escuchó sus dudas sobre informar a su madre, le miró de soslayo y una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

- Si la policía no va a hacer nada, contárselo sólp será dejarla preocupada. No sé qué edad tiene, ni la confianza que tienes en ella - . Le dijo y apretó un poco más el paso. No entendía por qué le preguntaba a ella. Eso era cosa de cada uno. Al menos ella sí que lo tenía claro, ni cuando había vivido con el borracho de su padre le había explicado nada de todo lo que había ocurrido. 

Siguieron caminando hasta salir del gran recinto. Silvia se detuvo un momento y miró en dirección a la parada de autobús.

- Está bien, si quieres podemos ir primero a por mis cosas. Cogemos el autobús y después pillamos un taxi para ir a la panadería y a casa de Xabier - . Miró a Ricardo y una suave sonrisa se dibujó en sus labios. - ¿Te parece bien? -

Una sonrisa se dibujaba en los labios de Ricardo al escucharla, realmente no tenía porque preguntarle esas cosas, pero que le respondiera era algo de apreciar, incluso a pesar de que realmente recién empezaban a conocerse. La verdad es que ella le respondiera significaba algo bueno, él no estaba seguro el que, pero debía serlo... Claro que eso no quitaba que se sintiera aún tonto, con Silvia no actuaba como normalmente lo hacía, realmente sentía que debía ir con cuidado.

Tienes razón, mejor no preocuparla de mas.

Terminaba afirmando mientras no dejaba de caminar, sintiendo como de a poco dejaban ese aroma a hospital para terminar encontrándose en la salida del hospital, en la calle y ya lejos de donde se encontraba la otra Silvia o el resto de sus compañeros. En esos instantes parecía que aun les quedaba mucho por hacer, mas cuando ella le comentaba lo que podrían hacer y la verdad, no le molestaba.

Me parece perfecto, no nos debemos olvidar del hotel, aunque una noche mas ahi no me molestaría.

Le terminaba diciendo antes de agregar aquello con una media sonrisa, la verdad es que por toda la situación ni disfrutaron la estadía en ese cuarto... Aunque lo cierto es que terminaron allí no porque fuera a pasar algo, fue mas bien para la seguridad de ella y al parecer, lo hicieron bien por lo que le pasó a su tocaya.

- No está tan lejos, mi abuela decía que tu hogar lo llevas siempre contigo... - responde Xandre filosóficamente. - la verdad por lo que he visto en la tele tiene que estar bien ir de visita...aunque yo soy más de ciudad pequeña, en una grande me perdería fijo.

Aparca el coche cerca del piso de Xandre y Michi, la verdad ha tenido suerte para encontrar aparcamiento tan cerca y sin ser la famosa zona azul que se está poniendo de moda en Compostela.

- Ya hemos llegado, así que podremos instalarte adecuadamente y descansar un poco. Yo iré a casa a coger algunas cosas más tarde.

Bajáis del coche y te ayuda a coger las cosas que traes y a subirlas al piso. Antía os abre el portal y subís en el ascensor.

Os abre la puerta del piso y os mira sonriendo:

- Bueno ¿qué tal el trayecto? - dice con cierto tono pícaro mientras mira a Perséfone.

La habría matado. Allí mismo, con mis propias manos... Y es que la pregunta de Antía, y sobre todo aquella sonrisa suya, me sonrojó hasta la raíz del pelo. Los ojos, tras los cristales de las gafas, de abrieron desorbitados mientras sentía la boca seca. La habría matado. Y ella lo sabía. Y disfrutaba.

-Bien. Suerte que Xandre vino a por mi - la voz pareció arañarme entre los labios de seca que tenía la garganta; y el cuerpo me temblaba un poco de pura rabia, de vergüenza... Solo esperaba que fuera inapreciable bajo la ropa  - Aunque, bueno... - evité mirar a Xandre - Tarja no se presentó... Quizá deberíamos llamarla. Para asegurarnos de que está bien, y eso....

La mirada que le dediqué a mi amiga del alma intentó fulminarla al momento. Debía tener una conversación muy en serio con ella; pero me mordí el labio inferior para acallarme mientras me dirigía a la cocina. No era momento, y desde luego no quería aquel público allí.

-Y por aquí qué tal? Voy a por un vaso de agua... que me estoy muriendo... de sed. - la mirada asesina bajo el flequillo acuchillo la sonrisa, aún más amplia, de Antía

Una sonrisa aleteó en los labios de Silvia, al escuchar el último comentario de Ricardo. Le miró de reojo y continuó caminando hacia la parada de autobús. 

El chico le gustaba. Tenía que reconocer que solía ir a su panadería, cuando podía ir al bar de la esquina, para, aparte de que el lugar era más tranquilo y podía centrarse mejor en lo que estuviera estudiando, poder alegrarse un poco la vista. Pero tras los últimos acontecimientos, y viendo como estaban yendo las cosas, prefería centrarse en lo ocurrido y no fantasear, como muchas veces había hecho.

Además, hacía ya unos meses que no veía a Álvaro, y su presencia el día anterior la había confundido un poco. Así que prefirió no hacer ningún comentario a lo del hotel, para no darle pie a nuevas insinuaciones. Necesitaba que todo aquello acabara y entonces poder dejarse llevar sin ningún miedo. 

A lo lejos vio que se acercaba el autobús y no habían llegado todavía a la parada. - Mierda, que lo perdemos... - Murmuró, señalando con un dedo hacia el vehículo. - Intentemos pillarlo - . Le dijo y empezó a correr, esperando que Ricardo hiciera lo mismo. 

- Tarja es extranjera puede que allí no tengan la costumbre de avisar... - dice mirándote pícaramente pero por suerte Xandre no se entera. 

Xandre decide bajar a comprar algunas cosas y Antía se acerca a la cocina mientras te mira y te dice:

- Te has puesto muy colorada...¡¡Uyyy!! hay tema hay tema...

-Eres una bruja!- Bebí casi de un trago todo el contenido del vaso. El agua fría me consoló un poco. - Estoy roja porque tenía calor, nada más! Qué tema ni qué tema?? Aquí no hay ningún tema....

Me volví para mirarla apoyando el cuerpo en el mármol de la cocina. Crucé los brazos sobre el pecho indignada.

-Nada de tema, créeme. En cuanto subimos al coche se puso a hablar de Tarja, parecía cabreado. Dijo que le parecía mal que me hubiera dejado colgada... pero no estoy segura de que fuera eso o lo que le dolía de verdad es que le hubiera dejado colgado a él... - la vista se me perdió más allá de la puerta. -Xandre es muy majo, esta noche pasada se ha portado genial... es un amor...  - sentí que me estaba acelerando y tiré del freno de mano... -Pero no hay tema... - volví a enredarme en la mirada de Antía. Ahora, la sonrisa pícara, era la mía . - Además... ya sabes que el que a mi me gusta es tu hermano....
 

Nadie ha llamado, eso es normal, estan pasando las vacaciones con su familia. Recogo mis cosas y salgo para irme al piso donde hemos quedado, luego ire a la biblioteca. Pero si puedo ir acompañada mejor, no me gustaria encontrarme con ningun loco por le camino.

Camino a la Plaza donde he quedado con Persefone para irnos juntas.

Perséfone ya no está y cuando miras el reloj te das cuenta de que te has retrasado bastante...es normal que no esperada y puede que ya esté en el piso con el resto.

Así que ahora debes decidir si vas andando hasta la casa de Xabier o a la biblioteca...

Lográis subir al urbano antes de que inicie la marcha, aunque de todas formas el número 1 que os deja en la zona vieja pasa cada 11 minutos así que tampoco tendrías que esperar demasiado.

En un cuarto de hora llegáis a la parada de la calle de la Senra, justo a la entrada de la zona vieja y a pocos minutos del piso de Silvia y de la panadería y casa de Ricardo. Por lo que podéis hacer la ruta de recoger cosas en poco tiempo.

El día aunque frío está animado y veis bastante gente por la zona vieja a pesar de lo sucedido en los últimos días, muchos turistas se amontonan en las calles de la zona monumental. Parece que Compostela sigue viva a pesar de los extraños sucesos de las últimas noches.

- Pues con mi hermano lo llevas crudo...está casado ya.  - dice sonriendo. - Pero Xandre...no sé que decirte...se presentó voluntario para ir a buscarte sin pedírselo, así que nunca se sabe...yo que tú tanteaba el terreno...Tarja no es latina y tú sí...te lo camelas en seguida bailando un poco...

Sigue mirándote de manera pícara y sonríe.

- Y lo del calor no se lo traga nadie...que hace un frío que pela fuera...aunque si Xandre te ha dado calor humano quién sabe...

Vuelve a dejarte caer otra vez su nombre y desaparece de la cocina para sentarse en un sofá del salón.

- ¿Y bueno qué te gustaría hacer esta tarde? - te pregunta

-Que no es.. latina?... - Antía, como siempre, me dejó parpadeando perpleja mientras se alejaba con esa sonrisa maliciosa suya -Ni que yo fuera un volcán brasileño.. pffff... además, que se ofreciera a venir a buscarme no significa nada a parte de que es super amable... - y guapo, guapo a rabiar... Me mordí el labio inferior para alejarme de todo eso y salí de la cocina tras Antía. -Además, latina o no, esa Tarja es un pibón. imbécil, sí, pero pibón... Y yo... pffffff... Y NO ME HA DADO CALOR HUMANO! Es que no recuerdas el partido? A Xandre se le caía la baba con ella.... Yo no soy el tipo de alguien como él....

Me tiré en el sofá a su lado y me subí las gafas con la punta de los dedos. Un segundo después, los mismos dedos despejaban un poco el flequillo de mi frente. 

-Esta tarde? pues.. no sé... Tú quieres ir al hospital? Yo no lo sé, la verdad... no sé si no molestaremos más que otra cosa, además.. yo les conocí ayer, crees que estaría muy fuera de lugar que yo fuera?  

A veces pierdo un poco la nocion del tiempo. Da igual, voy a ir a la casa de Xabier a dejar las cosas antes de comenzar a pensar en el siguiente movimiento.

Deberia ver que tal estan los del hospital y averiguar algo mas....

Mientras en el piso de arriba las dos amigas conversan animadamente, dicha conversación es cortada de repente ya que suena el timbre...y resulta ser Tarja que se había despistado y acaba de llegar para dejar las cosas.

- Buenas Tarja - dice al abrir la puerta -  pensamos que no venías al final porque tardaste muchísimo.

Antía le indica su habitación para que pueda dejar las cosas, es una habitación sencilla del todo (armario, cama y mesita de noche con un velux que ilu.mina la cama).

- Estamos sólo Perse y yo, el resto ha salido y nos aburrimos muchísimo...¿qué planes tienes? - pregunta amablemente.