Partida Rol por web

Saber que ellos no eran los únicos que pensaban que la policía estaba actuando de una forma rara, calmaba a Ricardo mientras sonreía a Ramón. Claro que él los esperara y no haber notado a los compañeros que mencionaba, lo había sorprendido, realmente no había notado nada abajo por lo que incluso, parecía que realmente la tocaya de Silvia estaba bien cuidada.

De todas formas, una vez adentro, todo cambiaba, la internada se mostraba animada de verlos y hasta pronto ricardo tuvo que sonreír de nuevo cuando era mencionado. Realmente no deseaba dejarla sola luego de todo lo que ha pasado, aunque lo cierto es que habían otros motivos que con toda la situación lo mejor era no tenerlos tan en cuenta... Al menos allí las dos parecían estar mas animadas, no era mala idea quedarse allí un rato.

No puedo negar que me gusta acompañarla, asi que tampoco es un problema

Comentaba divertido mientras tambien buscaba tomar asiento, aunque si que debía estar aburrida la otra silvia si ni televisión le dejaban tener, porque pagar por eso daba algo de palo y lo comprendía perfectamente. Pero luego le daría una sorpresa cuando se fueran. Después de todo, cuanto podría costar el asunto de la tv? Aunque claro, tampoco es que fuera lo mas importante.

Y que tal estan tus padres? Supongo que también se asustaron.

Terminaba preguntando para dar algo de conversación, interesarse un poco en todo, seguramente de todos, ellos también debían estar entre los mas preocupados. aunque puede que en esos momentos no debería ser eso lo que debieran hablar, estaban allí para ver como estaba, animarla y no darle mas preocupaciones.

Os mira y os dice sin rodeos:

- Porque no os acostáis de una vez y dejamos esa tensión sexual no resuelta para otra pareja... - luego se echa a reír - ...me alegra que vengáis la verdad... - mira a Ricardo y responde a su pregunta - ...mis padres están más que asustados...tienen auténtico pánico porque es revivir lo de la última vez...cuando salga seguramente nos mudemos, tengo tíos en Madrid y seguramente nos marchemos para la capital, así estaré más segura según ellos. Y visto lo de la policía nacional me lo creo...sólo el tío de Xabi y sus compañeros se han preocupado...

La verdad es que no contabais con esa respuesta pero no es del todo mala idea aunque vuestra amiga dejará aquí a todos los amigos que tiene. Pero antes que nada tiene que proteger su vida.

- Me comentó que intentan que se involucre la guardia civil porque tienen más medios, pero de momento Ramón no los ha convencido...¿y vosotros qué tal estáis?

- Cámbiate rápido entonces...que me muero de ganas por salir y respirar aire puro... - dice Antía con ganas de ir al Pepa para ver a Silvia y poder garimbear un poco.

El resto no parecen convencidos, sobre todo Perse que se le nota en la cara que no quiere salir del piso ni de coña. El resto ni fu ni fa aunque Xandre tiene ganas de tomar algo así que en su caso es el principal apoyo de Antía.

No tardo mucho, camiseta, zapatilla y la chaqueta debajo del brazo

Cuando querais nos vamos. Salir por la noche, algo que no suelo hacer mucho por que no suelo tener tiempo Si me emborracho tendras que traerme en brazos luego 

¡La madre que la parió!

Los ojos de Silvia se abrieron como platos y sus mejillas se sonrojaron al escuchar las palabras de su amiga. Pero antes de poder reaccionar y tras unas cuantas risas, ésta cambió de tema y procedió a responder a la pregunta de Ricardo. 

Respiró aliviada al enterarse de que se iba a ir a la capital. Pero no sabía si de verdad estaría más segura o no. No lograba entender porqué aquella gente la tenía tomada con ella. Había pasado mucho tiempo y a pesar de ello parecían seguir interesados. Se mordió el labio, guardándose su opinión para sí misma. No quería rallarla con sus temores, ya que tenía suficiente con todo lo que estaba pasando.

- Nosotros estamos bien - . Le respondió, encogiéndose ligeramente de hombros. - Me voy a tomar unos días libres, al menos hasta que salgas de aquí - . Una suave sonrisa, que intentaba ocultar la preocupación que teñía sus pupilas, asomó a sus labios. - Nos hemos reunido de nuevo el grupo, aunque hay dos chicas que apenas conozco - . Comentó sin apartar su mirada de la de su amiga. - Una japonesa y otra que vi ayer, pero ahora mismo no recuerdo su nombre - .

Aquello si que Ricardo no se lo esperó y su primera reacción, ademas de sentir que los nervios empezaban a apoderarse en su interior debido a que no se le ocurría que decir, fue mirar por unos instantes a Silvia, intentando percibir la reacción de ella en aquellas palabras de su tocaya. Pero por fortuna, la risa de aquella chica y que cambiara de tema, le daba un respiro mientras dejaba que Silvia respondiera... Claro que lo cierto es que no se esperó aquello, lo agarró con la guardia baya y... No, no son momentos para pensar en aquello, Silvia tenía muchas preocupaciones y la verdad es que no estaba la situación para pensar ni querer nada así.

Lo cierto es que yo tampoco, aunque la verdad es que apenas hablamos con ellas... Yo aun tengo que terminar de acomodar mis cosas.

Comentaba Ricardo asintiendo a las palabras de Silvia, incluso la otra chica que parecía ser buena en la cocina le costaba recordar su nombre, aunque pronto pensaba que era algo como Tarja. Pero no le sentaba mal aquello porque en realidad, apenas estuvieron en ese piso para acomodar las cosas mas que otra cosa, él mismo se recostó un rato para pensar en todo lo que estaba pasando.

Por otro lado, que la guardia civil tampoco quiera involucrarse puede ser también como lo que estaba pasando con la policía, pero pensar que era eso sin dudarlo, era mas dejarse guiar por la paranoia... Solo le quedaba esperar que esos misterios se resuelvan cuando empiece a investigar, debía ser cauto de no liarla o terminaría en problemas.

Escucháis un sonido de móvil que proviene de afuera, Ramón descuelga y parece escuchar nervioso. Llama a la puerta tras hablar y tiene cara de pocos amigos.

- Silvia ¿puedes moverte? - pregunta - ...debéis salir de aquí ahora mismo...me acaban de informar que han llegado unos cuantos hombres con actitud sospechosa y según mi compañero de abajo van armados. Uno de ellos coincide con el retrato robot que os hicimos hace tres años.

Lanza las llaves de su coche a Ricardo.

- Es un Ford Escort blanco, está aparcado en la planta menos cuatro. Plaza 22. Salir cagando leches...nosotros intentaremos despistarlos y esperar que no haya una masacre...

Salís del piso finalmente rumbo al pub 'Pepa A Loba'. Tenéis ganas de tomar algo y desconectar un poco de todo este caos.

No tardáis demasiado en llegar, no hay demasiado ambiente por la calle aunque en el local veis que está bastante animado pero no está lleno por lo que podéis estar tranquilamente tomando algo. Silvia no está trabajando ya y eso que es temprano. Pepa, la dueña os dice que la mandó a casa bien acompañada.

- Tarja, ¿tú qué tomas? - te pregunta Xandre que parece que va a pedir a la barra la comanda de todos.

Silvia dirigió su mirada hacia la puerta cuando la abrió el tío de Xabier. Al ver su expresión, el rostro de la joven palideció y sus labios se torcieron en una pequeña mueca. 

¡Lo sabía...! Aquella gente no se rendiría. No sabía por qué la querían, pero no desistirían hasta conseguir llevársela a donde fuera. Se volvió a mirar a su amiga y asintió con un firme gesto de cabeza. Era el momento de actuar, tenía que superar el miedo que trepaba por sus entrañas y reaccionar con presteza.

- De acuerdo -. Se dirigió al armario para coger la ropa de su amiga mientras intentaba ordenar las ideas de su cabeza. - Ricardo, ayúdala. Necesitará tu apoyo - . Le pidió a su amigo y ya con las pertenencias de su tocaya entre sus manos se dirigió hacia la puerta. 

Me quedo pensativa mientras la musica invade el local...

Una cola con vodka digo con una sonrisa mientras me quito la chaqueta para ponerla en una silla donde nos sentemos un rato. 

Aquella interrupción fue completamente inesperada, pero lo que decía aquel hombre sobre quienes estaban entrando, a un hospital lleno de personas y que estaban armados, realmente parecía que la buena noche que estaban pasando mas o menos se arruinaba. Aún era un poco increíble que realmente un grupo así fuera por ellos, pero la advertencia y al recibir la llave del auto junto con las palabras de Silvia, le dejaban claro que aquello, estaba pasando en serio.

Enseguida.

Eran sus palabras de confirmación, la coincidencia con el retrato confirmaba que iban a por ellos, que estuvieran armados no era nada bueno pero en esos momentos no podía maldecir a la policía por lavarse las manos como lo hicieron con la tocaya de Silvia. Debian irse y sin estar seguro que la pelirroja pudiera caminar bien, se acercaba a ella dando grandes pasos.

Permiso.

Se limitaba a decirle mientras la acercaba y sin dudarlo, la levantaba tomandola en sus brazos, Silvia dijo que le sirviera de apoyo, pero si estaban apurados esa era la manera mas rápida de salir de alli aunque... El problema era por donde salian, si esos sujetos iban por ellos puede que no fuera tan fácil darles el esquinazo.

Usemos la salida de emergencia.

Terminaba sugiriendo dispuesto a salir con silvia y su tocaya en brazos tan rápido como le fuera posible, aunque sabía que era muy probable que la peor parte se la terminara llevando Ramón si es que se enfrentaba a esos tipos... Esperaba que no, aunque para eso debían apurarse.

Ramón se dirige hacia el ascensor en cuanto ve que uno de sus compañeros aparece y le hace gestos. Veis como saca su arma de su sobaquera y os hace gestos para que salgáis hacia la salida de emergencia. Por desgracia tendréis que pasar por delante de los ascensores. 

- Por ese ascensor llegaréis al garaje... - os dice señalando un ascensor de servicio. Una enfermera se acerca y Ramón le dice - ...déles la llave para que bajen por ese ascensor por favor...y luego vaya al control y no se mueva de allí...llame a seguridad y dígales que llamen a la Guardia Civil y manden a todos a esta planta.

La enfermera da un respingo pero parece reponerse al momento y os acompaña hasta ese ascensor ayudando a llevar a Silvia. Os llama al ascensor y os da la llave por si acaso. Luego sale corriendo hacia el control pasando por delante de los ascensores donde Ramón y su compañero están preparados para intervenir si es necesario.

El ascensor llega y entráis en el. Pulsáis la planta -4 y apretáis el botón de cierre de puertas compulsivamente. Las puertas se cierran en pocos segundos pero os parece una eternidad. Por fin empezáis a bajar rumbo al garaje.

Cuando vais por la segunda planta escucháis varias detonaciones y un grito que resuena en vuestro oídos:

- Ucide toate!!!

Las chicas sentís un escalofrío al escuchar esa voz...es la voz del psicópata que conocéis. Seguís escuchando detonaciones de arma y gritos en un idioma extranjero de dolor. Parece que Ramón y su compañero se están defendiendo bien o puede que los refuerzos hayan llegado...esperáis que no les pase nada...

La dueña del local os atiende personalmente y os pone las copas:

- Aquí tenéis las bebidas... - dice con una sonrisa - ...van cargadas así que no bebáis demasiado rápido...

Xandre te la acerca mientras Pepa se acerca a hablaros.

- Podéis llamar a Silvia y Ricardo, estarán por ahí...

Si señora digo cogiendo la bebida, la verdad es que voy a tener toda la noche. Me la llevo a los labios para darle un sorbo, esta frio.

Creo que Xandre podra llamarlos que tendra su telefono Le pongo ojitos con una sonrisa

La situación había empeorado demasiado, a grandes pasos y sin soltar a la otra Silvia, Ricardo se metía en el ascensor gracias a la ayuda de la enfermera aunque antes de marcar el piso del garagje, se aseguraba que Silvia estuviera con ellos. No planeaba dejarla atras, no luego de lo que ha pasado la noche anterior aunque en el momento en que estaban bajando, por unos intantes, sentía que el coracón se le paraba al escuchar los disparos... Eran disparos reales, mas fuertes de lo que se escuchaba en las películas y eso, solo agravaba más aun todo aquello.

Silvia avisa a los demás, debemos advertirles.

Le pedía a Silvia justo uluego de escuchar aquel grito, un lenguaje que no comprendía y que al mismo tiempo, delataba un tono violento y apresurado, estaba claro que quienes fueran, iban demasiado en serio para su gusto. Pero en esos momentos en los que tal vez se preguntaba como se metió en aquello, era sentir el peso de la otra Silvia en sus brazos y ver a la morena para reconocer que en eso, no podia dejarlas solas, el mismo eligio aquello y no iba a ser una basura dejándolas solas... No, no era así.

Puedes correr? Tendremos que apurarnos a llegar al auto y largarnos de aqui.

Le preguntaba a la pelirroja que en realidad, ni tiempo a calzarse tuvo, pero si podia correr y llegar por sus medios al auto, podrian subirse mas rapido y arrancar para escapar de esos sujetos... Pero si la policía no hacía nada luego de aquello, estaba claro que estaban metidos en toda esa mugre.

En cuanto el ascensor llegó a su planta, Silvia entró antes de que terminara de abrir sus puertas y empezó a darle al botón de la planta -4. Le daba de forma compulsiva, mientras rogaba por dentro que las puertas se cerraran y el ascensor empezara a bajar. Cuando éstas así lo hicieron se echó ligeramente hacia atrás y alzó la mirada, hasta clavarla en los ojos azules de Ricardo. En ese momento empezaron los disparos y la joven apretó con fuerza los labios mientras se volvía a mirar hacia la puerta. 

Estaba nerviosa. Volvían a vivir aquella pesadilla y sentía un nudo en la garganta. Cuando Ricardo le pidió que avisara a sus amigos, asintió con un gesto de cabeza y con manos temblorosas empezó a buscar el móvil.

Un nuevo disparo le provocó un respingo, pero no cejó en su empeño hasta que sacó el teléfono de su bolso y buscó el teléfono de Xabier. 

- Venga, Xabi, contesta... - Murmuró, con un hilo de voz, al darle a llamada y llevarse el móvil al oído.

Xabi tarda en contestar pero finalmente descuelga.

- ¿Sí? - pregunta mientras de fondo se escucha a Os Diplomáticos de Monte Alto cantando su oda al futbolín. - Silvia estamos en Pepa a Loba...¿vosotros?

- ¿Xabi...? Xabi, gracias a Dios... - La voz de Silvia sonaba nerviosa a través del teléfono. - Estamos en el hospital, han venido, joder... - Tragó saliva e intentó calmarse antes de continuar hablando. - Estoy con Ricardo, él y yo nos estamos llevando a Silvia. Tu tío nos ha dado las llaves de su coche para que la saquemos de aquí.... - El ascensor continuaba bajando y los disparos eran cada vez más lejanos. - Se han quedado arriba y hay tiros... - En ese momento su voz se rompió y un gemido escapó de sus trémulos labios. - Mierda, Xabi, ¿a dónde podemos ir? -