Partida Rol por web

Brugck frunce el ceño y pone sus puños cerrados sobre la mesa, con tono brusco contesta Yo no sé lo que tú comprenderás... pero una cosa sí tengo segura, si vas a buscar a un mercenario tendrás que contar con que éste cobra sus dispendios y las palabras y promesas no son ningún tipo de remuneración, hacerme salir de mi oficina ya cuesta dinera y no moveré un sólo dedo si no hay dinero contante y sonante encima de la mesa.

Tú has venido a buscarme y no yo a tí, así que las condiciones son claras... o hay un adelanto o este osgo no mueve un dedo. Ya sabéis dónde estoy si cambias de parecer...

El osgo se apartó de la mesa y se encaminó hacia la puerta de la habitación. Maldita rata orca, tantos coqueteos con el poder que se cree que el mundo funciona como lo hacen los gobernantes... prometiendo... Ya sabía yo que no me podìa esperar otra cosa del maldito ejército, ya no sólo quieren soldados tontos sino que también los quieren sin pagar... será jeta el tío.

Al entrar ya se escucha como está el ánimo del lugar. No me parece mal lo que platea el osgo. Una pena que sea una criatura asquerosa y es mejor verla muerta que viva, pero eso no le quita la razón. Me corro así pasa tranquilamente por el lugar y evito contacto alguno con el. Sin siquiera mirarlo y esperando que su presencia no tenga nada que ver con la mía.

Mercenarios...Solo espero que tus servicios valgan la pena. Tendrás un adelanto de 50 MO, si es lo que quieres.

Entonces ve como Elara entraba por la puerta

Hombre, aqui teneis a vuestra compañera...¿Se ha despertado ya la otra? dice sin fingir el desdén

Empiezas a recobrar la conciencia, tienes el cuerpo dolorido y la luz de las velas te molesta.

Estás en una comoda cama, en una sala sencilla con algunas camas más y varios muebles con material de medicina.

La puerta se abre y un anciano con una considerable calva te mira y se sorprende al verte despierta.

Vaya, si ya desperto la "bella durmiente"...espero que no te moleste lo de bella, no lo digo con ninguna mala intencion...y no creas que te he hecho nada, yo solo me encargo de cuidar a los heridos. Además mi mujer me tienen bien abastecido en cuanto a... empieza a hacer movimientos pelvicos y una sonrisa se dibuja en su cara tu ya me entiendes jajaja

Entrecierro los ojos, tanto para habituarlos a la luz luego de la "siesta", como por reflejo a las palabras dle viejo idiota.

-Deja de decir sandeces si aprecias tu vida +mascullo, despejandome la cabeza y sacudiendola suavemente. Luego le interrogo mas neutral+ Donde esta la muchacha con el lobo?.

El anciano mantiene la sonrisa en su cara

Ya me habían hablado de tu mal humor jeje Si reaccionas así es que ya estas fuerte y sana. ¿La chica del lobo dices? Pues antes la llamaron para que fuera al despacho del General, asi que debe estar allí todavía. Se ha pasado por aqui varias veces, se ve que os llevais bien jeje

El hombre entra hasta el fondo de la sala y empieza a trastear entre sus cosas. Entonces gira su cabeza de nuevo hacia ti.

Puedes irte si te encunetras bien

Me levanto, asintiendo. Flexiono los brazos y el cuerpo, asegurandome que todo este en su lugar. Mientras pienso.

*cierto.. tendremos que avisar y buscar otro par de carnadas.

Cuendo el viejo se va, miro mi tunica manchada y deteriorada, con algo de pena... sin embargo la necesito. Me despojo de la bata blanca, echandola sobre la cama y me pongo las viejas ropas, asi como la armadura de cuero. Compruebo que todo mi equipaje este en su lugar, echandomelo en la espalda.

*Bien, primero Elara.

Sin despedirme, salgo del lugar, para ir a los cuarteles del viejo orco a empezar la busqueda de mi compañera.

- Si lo ha hecho. - Y la maldición de muchos dioses cae nuevamente sobre mi al saber que esta cosa va a ser encima mi compañero, ni siquiera un subalterno, un compañero... Maldita sea mi suerte de tener tantos idiotas cercas, tantos bultos entre las piernas les sacan la sangre de la cabeza. Seguro que ahora debe estar mareado el maldito ozgo mirándome desde atrás.

Bruck escuchó el inconfundible sonido metálico golpeando la mesa, detuvo sus pasos y, empujando con su hombro a la humana que permanecía en el quicio, se dirigió a la posición del jefe orco; recogió la bolsa que se encontraba encima de la mesa y tanteando su peso dijo:

Esto a penas llega a cubrir dos días de mi sueldo, pero aceptaré el encargo por ser muestra de su ulterior generosidad.

Luego miró al resto de personas que había dentro de la estancia y dijo:

¿Y bien? ya han contratado mis servicios, ahora qué hacemos.... en diez minutos puedo estar listo para partir.

Sales de la sala y te encuentras al lobo de Elara esperandote en la puerta y te sigue en cuanto te mueves.

Te encuentras en el cuartel y tan solo tienes que subir la escalera para poder dirigirte al despacho del general.

Cuando vas subiendo, escuchas un par de voces, la del general y otra voz grave que no conoces.

Llegas arriba y puedes ver la puerta abierta del despacho. En ella se encuentra la exploradora, y dentro puedes ver a un osgo con el general.

Permanecí apoyado en la pared con los ojos cerrados y con las manos cruzadas toda la conversación entre el orco y el osgo.

-Pues entonces en diez minutos partiremos dije al osgo y tras ello, me dirigí hacia la elfa con una sonrisa en mis labios- Hola, soy Varick. Seré el nuevo jefe al cargo (mire al orco) Claro, si no hay inconveniente, ya que la señorita Menara ha despertado.

Enarco la ceja y me pongo a estudiar completamente al sujeto que se me presenta delante. Lo observo con total detenimiento para ver que tipo de sujeto es. Si es un mago, que tipo de mago, si es otra cosa, que tipo de otra cosa es. Pero solo por deducción visual y nada más (no tengo rayos X y lectura de la mente) - Veremos que resulta. - Suelto las palabras sin emitir sentimiento alguno. No me interesa para nada despertar simpatías en nadie y menos ganas tengo todavía con las dos últimas alimañas que nos acompañaron.

La joven entra en el cuarto del general, seguida de un lobo... Camina con pasos serenos sobre sus largas piernas y parece estar en perfectas condiciones. De un rapido vistazo se hace cargo de quienes estan en la habitacion

*Elara, el general y.. mm.. un osgo. Interesante.

Reconoce la presencia de Elara con un pestañeo, y de inmediato vuelve su atencion al viejo orco, saludandolo marcialmente con seriedad.

-Saludos, general Angford

Al entrar en la habitación, ves como en un lado de ella se encuentra un hombre que se esta acercando a Elara.

Angford muestra una sonrisa en su cara.

jeje Vaya, si tenemos aqui a la que faltaba. Me alegro de que estés bien, asi podrás ponerte al cargo de vuestro nuevo jefe. Él es Varick, señala al humano ya tendreis tiempo de presentaros debidamente, ahora debeis partir. Se sienta y empieza a ojear unos papeles de la mesa. Tras unos instantes, vuelve a levantar la cabeza y os dice Largo, ya sabreis lo que hacer.

Enarco una ceja... No voy a discutir con el general, aunque podria intentar matarlo, tengo que obedecer. Sin embargo este hombre... Lo saludo ligeramente sin decir palabra. Luego me despido

-Desde luego, general. Vamos, Elara?

Invito a mi amiga a seguirme, asi me pone al corriente de lo que halla pasado aqui...

*Curioso...

Les dedico una sonrisa a las dos mujeres mientras indico con la mano que pasen ellas primero.

-Con su permiso digo al general. Tras ello salgo de la habitación.

-En diez minutos partimos, señoritas (sonrió) Si, claro está, no hay inconveniente en ello dijo una vez fuera de la habitación.

Solo necesito mi caballo... +respondo, devolviendo la sonrrisa. Miro mis atuendos, la negra tunica algo reveladora, y encima la armadura de cuero. En la espalda llevo mi mochila. + Por lo demas, ya estoy lista.

Le sigo, interrogando a Elara con la mirada, aunque de vez en cuando dirijo miradas al nuevo muchacho, pensando:

*Al menos es mas apuesto y educado que los otros dos... veremos.

- Yo si tengo que hacer algunas cosas, he perdido parte de mi equipo en la reciente misión y tengo que reponerlo. - Miro a Menara y salgo del lugar, haciéndole una leve seña a mi compañero lobuno para que me acompañe.

-Oh? +Miro a mi compañera, es un buen momento. Camino con ella+ Te acompaño.

Me voy con Elara, para aprovechar y hablar en privado mientras hace sus preparativos..

El osgo hizo un gesto de asentimiento ante las palabras del humano y salió de la habitación, justo cuando bajaba las escaleras se encontró una humana y un lobo, pero no les dio la menor importancia.

Salió del cuartel y encaminó sus pasos hacia la taberna que le servía de despacho, abrió la puerta con la brusquedad que lo caracteriza y se dirigió al posadero.

Ensillame la jaca que me piro, y la quiero lista antes de que baje de mi habitación con mis cosas.

Con un rápido movimiento sacó una moneda de su bolsillo y se la tiró al posadero. Subió las escaleras que le llevaban a su habitación, recogió su mochila y volvió a bajar.