Partida Rol por web

¡Kev!... ¡¿alguna posibilidad de cortar la corriente del ascensor?! grito en cuanto veo entrar a Kevin. No creo que sea posible, pero mi amigo lo sabrá mejor que yo.

Viendo que la zona ha sido asegurada y que está limpia, entro detrás de Milled. Rápidamente y con la pistola en la mano.

- ¿Parar los ascensores? la idea podría ser buena, pero no creo que pueda cortar uno sólo.. y necesitaremos los ascensores para bajar y luego huir.. - Mal lo veo, Amigo. La verdad es que habría que llegar a la sala de corriente.. y ahí es donde vamos digo en un tono tan bajo que los demás me oyen porque usamos el mastoideo..

Bruce ve que la cosa se pone fea asia que se aparta del tipo y se pone la mascar antigas....

Samuel corre hacia la entrada con la temible escopeta Arasaka bamboleándose en sus manos. En el cañón de la misma una linterna IR ilumina a vaivenes, abriendo trozos de visibilidad roja en la nube de humo, distinguiendo retazos de sus compañeros en frenética actividad.

La respiración resuena en la máscara forzada contra los filtros de carbono activo. El afroamericáno, entre el humo, parece algo salido de una peli de ciencia ficción, con la bolsa de nylon a la espalda como una extraña joroba y la cara trasformada en una imitación de un artrópodo. Aunque su aguijón dispara más de 600 letales perdigones por segundo.

Por el comunicador se oye,

Usad las putas gafas, mendrugos, o no veréis un carajo entre el humo.

Los siguientes segundos pasan a modo de interludio. En ese tiempo Llegan al escenario Kevin y Samuel. El consejo del arreglador es casi una orden del negro: -Usad las putas gafas, mendrugos, o no veréis un carajo entre el humo-.

La idea de Melkor de parar los ascensores no es viable para Kevin, cortaría nuestra propia salida y anularía una de las vías de escape.

Bruce, viéndose rodeado de humo tóxico decide soltarse del agente para ponerse la máscara antigas.

Nadie ve lo que sucede a continuación, pero se escucha un disparo en la sala. BLAM!

Bruce, cae al suelo abatido y sorprendido por el impacto. Su chaqueta de Kevlar absorbe el impacto, pero el disparo ha sido detonado a menos de un metro. El agente se arrastra por el suelo buscando cobertura.

Cabreado y confuso por la ineficacia del asalto mierda, el otro ha escapado tardo en reaccionar, hasta que oigo a Sam por el comunicador.
Echo un vistazo, localizando al agente que acaba de disparar, y me pongo las gafas de IR antes de dirigirme a él dando otro salto sobre la mesa de monitores.

En medio del caos, y con la careta antigas puesta, intento localizar el origen del disparo, pero soy incapaz. El humo y el ritmo de la situación hacen que no sea capaz de localizarle.

Con la pistola en una mano y la bolsa del equipamiento y armamento en la otra, miro en la dirección en la que ha huído el segundo agente

Estamos perdiendo el tiempo, joder. Eliminad al del suelo y vayamos a lo que hemos venido Melkor, el otro ha huido, hemos de darnos prisa y ejecutar nuestro objetivo digo por el comunicador.

Los segundos se nos van de entre las manos a una velocidad demasiado descontrolada. El humo y la incipiente alarma no ayudan a calmar la situación..

Bruce tras el tiro recibido se parapeta tras la mesa mientras espera a que el resto de los integrantes entren con el equipo...si tuviera un arma ya estabas muerto...

Melkor, desarmado como Bruce y Milled poco puede hacer. Para ganar tiempo decide saltar por encima del mostrador de monitores para ir en pos del agente, que se escabulle reptando por el suelo hacia atrás y aguantando la respiración. El humo tóxico pronto empezará ha hacer efecto. Un efecto letal a buen seguro... Pero moriré matando. Como me han enseñado.

En su retroceso, y viendo que el tipo que acaba de abatir no responde con plomo, dispara de nuevo. Bruce no ha tenido tiempo de alejarse mucho y el agente no le ha quitado el ojo de encima.

BLAM!

El pantalón de cuero del nómada es agujereado en la pernera derecha. La bala de plomo entra caliente, hirviendo, quemando tejidos. Bruce no emite ningún sonido, ninguna queja. Sólo puede huir y quitarse de la línea de tiro buscando cobertura; como un cervatillo cazado.

Los segundos caen uno a uno. Inexorables. Y aún estamos en el vestíbulo...

Samuel penetra entre la densa nube de humo que el mismo ocasionó y que ahora duda de si fue buena idea.

Es dificil recomponer la situación en medio del tiroteo, pero el arreglador olfatea a través de sus máscara objetivos para llenar de perdigones.

Te veo Jimbo!

El dedo se tensa sobre el gatillo y la escopeta escupe un infierno de fuego.

Una segunda detonación rompe la humareda. - Ese cabrón sigue disparando. No ha caido como esperábamos.

Con la pistola aún en la mano y con la otra dentro de la bolsa del armamento que llevo colgando del hombro, intento localizar al tirador, mientras cojo un arma para Melkor. Su preferida, por supuesto.

Entre la oscuridad del humo, distingo el disparo del agente, lo cual me hace localizar su posición. Sin pensármelo dos veces, le disparo esperando quitarle del medio de una vez.

Tras estos disparos, y sin parar de acercarme, le paso el arma a Melkor.

Las tres detonaciones cogen por sorpresa al agente, que mira fijamente a través de la humareda reinante hacia el nómada. Da por hecho que el desarme es la nota principal. Las balas se incrustan violentamente en brazo y pierna, provocando un dolor espantoso.

El mareo y la debilidad repentina hacen tambalear la conciencia del agente, que se arrastra ahora dolorido y sabiéndose muerto. Aprieta los dientes dispuesto a caer como un héroe. Un héroe de Genomic.

ARRRGGGGHHHHH!

vamos, vamos muchachos, el tiempo pasa, necesito un fusil ya, rapido no tenemos demasido tiempo hasta que el otro consiga refuerzos. Hay que bloquear la entrada...

Milled observa el escenario tras sus gafas antigas y las gafas...

Eh! Kevin! Pásame un arma! Hay que seguir adelante. Ya hemos invertido demasiado en este tío!

Ha pasado un minuto desde que irrumpieran en Genomic. Tal vez demasiado tiempo. Hay que llegar al nivel -6 y un agente se ha escapado... No suenan alarmas de ningún tipo, solo el caos y el griterío del asalto y del agente malherido. El hall está lleno de humo.