Una ancha sonrisa equina se dibuja en el rostro de Rufus. No asustado ni enojado, y ni siquiera hace amago de coger su hacha o el enorme trabuco que maneja como si fuera una pistola. Se lo ve divertido.
—El buen Rufus solo quiere felicitarte, Igorevich. Te vi, aquel día, en la guerra, y juro por las tetas de mi madre que te movías rápido. Te cargaste nuestras provisiones, y a un amigo mío también. Por lo de mi amigo te agradezco, porque luego me quedé con sus botas... las mías ya estaban gastadas. Pero las provisiones, joder, tuvimos que cazar ardillas y comer bayas silvestres durante tres semanas, y no veas las diarreas que tuve por tu culpa, JAR-JAR-JAR. Pero eso fue la guerra, y los dos cumplíamos ordenes, ¿eh? Que no se diga que el buen Rufus es hombre de rencores. Yo tampoco quiero problemas. Cuando lleguemos a la aldea, fumemos de la pipa de la paz: compartamos una furcia. Eso hacíamos en mi antiguo regimiento para sellar amistades.
Más allá de la particular forma de Rufus de resolver pleitos y sellar amistades, no estás seguro de que su tregua sea sincera.
Rufus redobla tu intensidad con una propuesta estilo Torrente!
(1bis/3, sigue...)
La impertinencia del sargento Rufus hace sonrojar a Arnold. Se muestra aliviado de que Sviatoslav se lo lleve aparte para conversar en voz baja. Los consejos de Gerdie y Reinmar le entusiasman.
—Ah, ¡entiendo! Una buena historia... y cetrería... no mentir... finura... no ser un palurdo... Puedo hacerlo. Sí, claro, ¡puedo hacerlo! ¡Tengo una idea! ¡Puedo hacerlo todo a la vez! Necesitaré que me prestes tu lechuza, Reinmar —no es una lechuza, pero Arnold jamás destacó en las lecciones de cetrería, ni siquiera a la hora de distinguir tipos de ave—. Entraré con la lechuza sobre mi hombro para impresionarla, y le contaré la historia de cómo una vez cacé un ciervo disparándole desde trescientos metros de distancia. Que en realidad aquello no ocurrió en la vida real sino en uno de mis poemas, pero si está escrito no es mentira, es arte. Y si eso falla, ordenaré a la lechuza a que haga piruetas en el aire. Tu lechuza es obediente, ¿no?
La caravana campesina, mientras tanto, llega a vosotros.
(2/3, sigue...)
Son tres hombres a caballo y dos mujeres subidas a una carreta tirada por bueyes. Sus harapientas ropas indican que son personas de baja estofa. La carreta está cargada de cestos, alfombras y fardos de heno. El que va al frente de la comitiva es un hombre mayor de higiene dudosa que huele a queso podrido. Alguna enfermedad venérea le dejó llagas en la piel.
—Bienhalladas, buenas gentes —os saluda con tono afable y sonrisa podrida—. ¿Vais hacia Altenberg? Bella aldea, sí señor, bella aldea. Os deseo un próspero viaje, noches frescas y una feliz vida.
Ni él ni los demás parecen interesados en detenerse a hablar con vosotros. Tan solo os ha saludado por cortesía, pero se le ve apurado por largarse de allí.
(3/3)
Lucius y Niawf superaron la tirada, y en el siguiente post tienen información exclusiva para ellos. Si deseáis compartirla con Detuned (Reinmar), adelante. Ya me diréis cómo preferís actuar...
Las dos mujeres subidas a la carreta miran a Gerdie con asombro. En realidad, no la miran a ella: miran su pelo. Escucháis retazos de su conversación en voz baja.
—...otra pelirroja.
—Tendríamos que cogerla y llevarla con nosotros.
—¿Para qué? Si ya tenemos uno. No necesitamos otra.
—Pues para que nos paguen más, so tonta, ¿para qué si no?
En ese momento, algo dentro de la carreta se sacude. Una de las alfombras se mueve como si tuviera vida propia.
—Mmmpfmm... mmmmpfmayuda... mmmmpfauxilio...
Hay un hombre enrollado en una alfombra. Está secuestrado.
Iba a ponerse a insultar al hijo del barón, a decirle que era un membrillo y que no había entendido nada del excelente consejo que le había dado pero entonces llegaron a la altura de aquel apestoso hombre y su carro, y algo llamó fuertemente su atención.
Echó una mirada a Stanislav en principio para avisarle pero, por su expresión, entendió que también lo había visto así que en su lugar se dirigió a los demás para que estuvieran preparados por si la cosa se ponía fea.
- Ese tipo lleva algo muy sospechoso en el carro. Arnold dile algo, tú eres el que mandas, dales el alto.- Quiso pasarle la patata caliente a su amigo para que empezara a comportarse como lo que se esperaba de él.
Se preguntó para sus adentros a cuántas princesas habría conocido Rufus, y a cuántas habría cautivado rompiendo el hielo con una mención a su busto. Algo le decía que la cifra sería exactamente la misma que el número de ciervos que Arnold había derribado a trescientos metros de distancia.
—Parece que tenemos una concepción de la verdad muy diferente —rió Reinmar—. ¿Pero por qué no probar si el arte es también hecho? Tengo aquí mi arco, y todos tenemos todavía un buen trecho por delante. Nunca es tarde para un poco de práctica, ¿eh? Suele decirse que para escribir hay que saber. Y trescientos metros, Arnold, son muchos metros.
Sonrió para sus adentros con la segunda cuestión. Los búhos cornudos no son conocidos, en general, por su obediencia. Notte podía considerarse una excepción... con él. Si respondería tan bien ante el joven señor sería otro asunto.
—En cuanto a mi búho —Buscó hacer especial inflexión en esa última palabra— podríamos intentarlo antes de llegar. Y será mejor que lo lleves en el brazo, como un cetrero de verdad, y no en el hombro. No te gustaría la forma que tiene de clavar las garras, y es tan alto y grande que te haría parecer más pequeño de lo que eres si lo llevas encima.
Él no había notado nada raro en el carro, así que al contrario que Gerdie, no estaba especialmente alarmado... hasta que la escuchó. Alzó una ceja, mirándola, y después volviendo la vista a los tres hombres. Tensó ligeramente la espalda y se irguió. Con algo disimulo, ojeó más atentamente el carro, sin bajar más de la cuenta la guardia.
En su breve exposición con Rufus estaba cuando vio llegar al grupo de campesinos que cruzaban en dirección contraria. Le parecieron afables en principio, pero pronto sospechó. Cuando se enteró de lo que portaban y descubrió al secuestrado pensó "mientras no toquen a nuestra pelirroja, todo bien". Aún así, se llevó la mano instintivamente al mástil del hacha. No se fiaba.
De pronto saltaron varias dudas a su cabeza, ¿Qué habría pasado en la villa?. Si algo le había enseñado la guerra, es que cualquier información es útil y de repente, desconfiaba de todo, quería hablar con el hombre "alfombrado" para que le contase que estaba pasando más adelante en el camino. Aprovechó que eran los últimos de la fila para tramar rápido su plan.
Sin quitar la vista de sus "posibles enemigos", avisó a Rufus por lo bajo.
-Prepárate que creo que va haber mandanga. Que uno de los Karl cubra a Arnold.
Sin esperar respuesta, cruzó su caballo en el camino, mientras hacía un gesto con la mano a Gerdie y Arnold para que se alejasen de la carreta de los recién llegados y con la mirada señalaba el peligro a Reinmar, mientras se llevaba visiblemente la mano a una de sus armas.
-Pues la verdad es que no conocemos esa aldea, pero si está en el camino, nos vendría bien que nos hablaseis de sus bondades y de las buenas riquezas que se pueden conseguir allí- dijo mientras miraba claramente a la alfombra, y paseando la mano por una de sus franciscas- seguro que podéis dedicar unos instantes a unos compañeros de camino ¿me equivoco?
La idea es cruzarme en el medio del camino pero a un distancia tal que me diese tiempo a tirar una francisca y desenfundar el hacha, en caso de problemas.
De momento la intención solo es intentar intimidarlos, para ver si sueltan prenda.
Antes del post anterior...
Sviatoslav sonrió cortesmente, que no es lo mismo que sinceramente, a Rufus:
-Me alegra saber pues que mi origen no supone un problema. Te agradezco la invitación, pero creo que no me va lo de compartir furcias. ¿Una jarra de buena cerveza tal vez?. Pero eso desde cumplida la misión, no antes. No sé tú, pero yo no me fio demasiado de las misiones "sencillas"...
Arnold está meditando la oferta de Reinmar cuando Gerdie detecta algo extraño en la carreta. Ella le pide a Arnold que tome la iniciativa, y el muchacho, dubitativo y con voz temblorosa, alcanza a mascullar unas palabras.
—¡A-alto el Arnold! ¡Soy Carro von Hart y exijo q-que os d-detengáis!
Por suerte para él, Sviatoslav ya se ha cruzado en el camino. Mientras, uno de los soldados se acerca a Arnold para cubrirle en caso de problemas.
(1/3, sigue...)
Un silencio espeso se adueña de la comitiva. Todos los ojos están clavados en Sviatoslav. El líder del grupo chasquea la lengua: en respuesta, las mujeres que van sentadas en la carreta se mueven lentamente para dejar ver que, entre sus vestidos, ocultan pistolas. Los otros dos hombres que van a caballo se palpan el cinto. Llevan dagas.
—Tranquilo, hijo —le dice el líder a Sviatoslav—, tranquiiiilo.
Le habla como si estuviera calmando a un caballo encabritado.
—Mi nombre es Kurt, y soy hombre pacífico, igual que mis amigos. ¿Así que queréis saber de la villa que tenéis por delante? Altenberg es un poblao agradable, próspero, la taberna sirve buen vino, las mozas son agradables, los pájaros cantan, las gentes ríen y naides busca pleitos. Pasaréis unos bellos momentos ahí, sí señor.
En el breve silencio que sigue, la alfombra de la carreta se sacude violentamente. De su interior salen gritos ahogados de auxilio. Es entonces cuando Reinmar entiende lo que ocurre: hay un hombre secuestrado en la carreta, amordazado y metido dentro de una alfombra enrollada. Kurt sonríe con sus dientes podridos.
—Hemos pasao tan bellos momentos en Altenberg que nos llevamos un recuerdo de la aldea. Os aseguro que naides se ha dao cuenta de ná. Para cuando lo noten, nosotros ya nos habremos esfumao. Vuosotros podéis hacer de cuenta que somos comerciantes exóticos, y que eso que llevamos ahí es una alfombra mágica parlante. ¿Qué os parece? Vuosotros seguís con vuestro viaje, yo sigo con el mío, naides ha visto ná, aquí no ha pasado ná, y naides muere. ¿Qué me decís? ¿Tenemos un trato?
Motivo: Comunicación Sviatoslav: ¿le saca información a Kurt?
Tirada: 1d20
Dificultad: 11+
Resultado: 14 (Exito) [14]
(2/3, sigue...)
Pero el sargento Rufus está llevando la mano hacia el pesado trabuco que guarda en la alforja de su caballo. No sabéis si porque es un buen samaritano que quiere rescatar al secuestrado o porque todo le importa un pepino y quiere gresca. Tal vez ni siquiera él lo sepa. Lo único certero es que piensa abrir fuego en cuestión de segundos.
Los secuestradores os ofrecen hacer la vista gorda y seguir adelante. ¿Aceptaréis? De ser así tendréis que pararle la mano a Rufus. Bastaría una tirada de Comunicación dificultad 11.
Si preferís luchar, adelante: sois 7 contra 5, tenéis ventaja. Cualquier otra idea que se os ocurra también es bienvenida. Podéis hacer las tiradas que consideréis pertinentes.
Era bastante obvio que no podían dejar a esos villanos salirse con la suya y que los tiros iban a comenzar muy pronto. Si no estuvieran encima de un caballo habría cogido a Alrnold de la mano y echado a correr para ocultarse en algún sitio hasta que todo hubiera pasado, pero moverse ahora les haría un blanco fácil.
Así que, por puro instinto de proteger al más débil, que en este caso era su amigo de la infancia, se colocó en la línea de tiro entre él y la carreta.
- Quédate detrás mío - le ordenó mientras, con un movimiento de manos, comenzaba a dibujar un escudo invisible que les diera algo de cobertura en el caso de que algún tiro fuera hacia ellos.
Pues gasto un punto de poder y cubro a Arnold.
Sviatoslav sonrió cínicamente cuando el líder del grupo habló, mientras las mujeres enseñaban sus pistolas, Igorevich, agarró firmemente los mangos de sus dos franciscas, contestando al aviso de las mujeres. Observó por el rabillo del ojo a Rufus. Puede que no fuera el hombre más honesto, ni el mas cabal, pero sin duda se alegraba de tenerlo de su bando. Ya lo había visto en acción y cumpliría sobradamente. Los otros dos soldados eran de la guardia personal del Barón, harían su parte, y el cetrero seguramente también, se le veía porte para aguantar estos embites. No tenía claro por otro lado, que la tutora del joven estuviese preparada, pero sin duda, mostraba arrojo. Todo lo que podía estar de su parte, lo estaba.
A Sviatoslav realmente le hubiera gustado amenazar al líder, que les diesen al secuestrado y cada uno por su lado, como si no hubiese pasado nada. Sería lo que hubiera hecho en cualquier otra situación, ya que nunca se sabe quien te va a matar, ni en que momento. Un niño con miedo y un cuchillo puede matar al soldado mas experimentado...pero el Barón le pagaba y le exigió aprendizaje para su mozo, desatar un poco el caos le haría ver la realidad, y sobretodo entender que cuando las armas hablan, las lenguas callan...y por qué no decirlo también...el joven, pero veterano soldado, echaba de menos la acción, en una suerte de adicción a la adrenalina del peligro, que leñes.
Este último sentimiento le bastó al merceranio al servicio de Erwin von Hart para desatar la violencia en un solo suspiro. Sacó sus dos franciscas y las tiró directamente al cabeza del grupo.
Motivo: Ataque francisca 1
Tirada: 1d20
Resultado: 3(+2)=5 [3]
Motivo: Ataque francisca 2
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+2)=7 [5]
Motivo: Ataque Hacha
Tirada: 1d20
Resultado: 8(+2)=10 [8]
Motivo: Doblón
Tirada: 1d2
Resultado: 2 [2]
Motivo: Ataque doblón
Tirada: 1d20
Resultado: 6(+2)=8 [6]
Vamos allá. Como el rol y los talentos a emplear son nuevos respecto a la anterior partida, no sé si lo estoy haciendo bien, creo que si.
Las franciscas, al ser una en cada mano, y no tener penalización por luchar con dos armas por uno de los talentos, no sé si puedo lanzarlas a la vez, considerándolas un solo ataque o debo hacer un ataque con cada una. En el primer caso, también intentaría un c/c con el hacha grande, en el segundo caso solo lanzaría las franciscas.
Tampoco sé a que distancia estamos, pero vamos, las franciscas, con el talento, puedo lanzarlas a 10m, no creo que esté tan lejos el cabecilla. Ni sé si en caso de solo considerar un ataque las franciscas puedo atacar c/c o he de gastar una acción en acercarme.
Yo dejo las tiradas hechas, y tú ya juzgas.
Aún así...a nivel de la partida, no tiene mucho efecto ya que me temo que con la mierda de tiradas que tuve, no acierto ni queriendo a los rivales hehehe, pero bueno a nivel narrativo si influyen.
De hecho, gasto un doblón por intentar salvar el ridículo de que "el gran guerrero" falle estrepitosamente y....vuelve a fallar estrepitosamente. xD
Esto me está recordando al viejo Timur y el día que nos conocimos en la Iglesia xD.
La mirada fugaz que Sviatoslav le dedicó mientras alcanzaba sus armas ayudó para iluminar a Reinmar sobre el carácter que iba a tomar la situación, pero si todavía le había quedado alguna duda, los gritos de auxilio terminaron por disiparla. Inmediatamente se ladeó sobre la silla de su montura, dejando un mejor acceso al carcaj que le colgaba del costado derecho de la cintura. A su vez el arco que había colgado de las alforjas terminó en su mano izquierda, mientras que los dedos de la diestra ya acariciaban ausentemente las plumas de cada flecha.
Lanzó una mirada a Arnold solo para darse cuenta de que Gerdie ya había tenido en cuenta la salud del joven señor y dejó escapar el aire de sus pulmones, con algo de alivio. Aquella situación seguía sin hacerle especial gracia, y es que lo último que se había esperado es que tendría que jugarse la vida en un viaje como aquel, pero qué iba a hacerle.
—Me parece que, de morir alguien aquí, vuestro grupo tiene todas las papeletas, mi buen compañero —habló Reinmar, procurando que la tensión de su cuerpo no se reflejara en su voz—. Partiendo de ese punto, ¿qué tal si cambiamos el trato, y llegamos a un final donde perdéis algo menos que la vida?
Pero si el cetrero había tenido alguna esperanza de evitar que la situación terminara de la peor manera, esta se esfumó prácticamente antes de que terminara de hablar. El primer movimiento, en apariencia, llegó por parte de uno de sus propios compañeros. Y estuviera de acuerdo o no, sabía cúal era su bando.
Retiró el brazo derecho agarrando dos flechas entre sus dedos y con presteza alzó la primera hasta el hilo, rápidamente tirando de él mientras apuntaba a una de las mujeres que había en el carro. Disparó en sucesión, sin apenas apuntar la segunda vez que liberó la cuerda, con la clara intención de dejarla fuera de combate antes de que pudiera descargar sus armas.
Motivo: Disparo Arco 1 (Golpear)
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+2)=20 [18]
Motivo: Disparo Arco 2 (Golpear)
Tirada: 1d20
Resultado: 10(+2)=12 [10]
Motivo: Disparo Arco 1 (¿Daño?)
Tirada: 1d4
Resultado: 1 [1]
Motivo: Disparo Arco 2 (¿Daño?)
Tirada: 1d4
Resultado: 3 [3]
Su generosa oferta de paz ha sido rechazada, pero Kurt no tiene tiempo a indignarse porque las dos franciscas de Sviatoslav vuelan raudas hacia su cabeza. Se agacha a tiempo, pegándose al lomo de su caballo, y las armas siguen de largo, girando en el aire hasta clavarse en el tronco de un árbol fuera del camino. Cuando levanta la vista, Sviatoslav ya ha picado espuelas y se lanza sobre él, dispuesto a partirle de un hachazo. Torpemente, el bandido desenfunda una pistola, con tanto apuro que casi se le resbala de los dedos. El arma se dispara sola, asustando al caballo de Sviatoslav y haciendo que hachazo erre. La bala acierta al sargento Rufus en el bíceps izquierdo. Kurt maldice: no era lo que esperaba [1].
Motivo: A quién dispara secuestradora 1 (1 Gerdie, 2 Reinmar, 3 Sviatoslav, 4 Arnold, 5 Rufus, 6 soldados)
Tirada: 1d6
Resultado: 2 [2]
Motivo: A quién dispara secuestradora 2 (1 Gerdie, 2 Reinmar, 3 Sviatoslav, 4 Arnold, 5 Rufus, 6 soldados)
Tirada: 1d6
Resultado: 5 [5]
Motivo: A quién dispara Kurt (1 Gerdie, 2 Reinmar, 3 Sviatoslav, 4 Arnold, 5 Rufus, 6 soldados)
Tirada: 1d6
Resultado: 5 [5]
Motivo: A quién ataca secuestrador 1 (1 Gerdie, 2 Sviatoslav, 3 Arnold, 4 soldados))
Tirada: 1d4
Resultado: 2 [2]
Motivo: A quién ataca secuestrador 2 (1 Gerdie, 2 Arnold, 3 soldados)
Tirada: 1d3
Resultado: 1 [1]
Motivo: Disparo de secuestradora1 a Reinmar
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 12(+1)=13 (Fracaso) [12]
Motivo: Disparo de secuestradora2 a Kurt
Tirada: 1d20
Dificultad: 17+
Resultado: 5(+1)=6 (Fracaso) [5]
Motivo: Disparo de Kurt a Rufus
Tirada: 1d20
Dificultad: 17+
Resultado: 15(+2)=17 (Exito) [15]
Motivo: Daño a Rufus
Tirada: 1d6
Resultado: 2 [2]
Motivo: Ataque secuestrador1 a Sviatoslav
Tirada: 1d20
Dificultad: 17+
Resultado: 1(+1)=2 (Fracaso) [1]
Motivo: Ataque secuestrador2 a Gerdie (tiene escudo)
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 16(+1)=17 (Exito) [16]
Motivo: Daño a Gerdie
Tirada: 1d4
Resultado: 2 [2]
Motivo: Disparo Rufus a secuestradora2
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 9(+4)=13 (Exito) [9]
Motivo: Daño Rufus a secuestradora2
Tirada: 1d8
Resultado: 6 [6]
Motivo: Disparo soldado1 a secuestradora1
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 18(+1)=19 (Exito) [18]
Motivo: Disparo soldado2 a secuestradora1
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 5(+1)=6 (Fracaso) [5]
Motivo: Daño soldado1 a secuestradora1
Tirada: 1d4
Resultado: 1 [1]
Ficha de los secuestradores y los dos soldados aliados vuestros: Nivel 1 / Ataque 1 / Daño 1d4 / Defensa 13 / Puntos de vida 4
Ficha de Kurt y Arnold: Nivel 2 / Ataque 2 / Daño 1d6 / Defensa 14 / Puntos de vida 8
Ficha del sargento Rufus: Nivel 4 / Ataque 4 / Daño 1d8 / Defensa 17 / Puntos de vida 16
---
[1] Los ataques de Sviatoslav fallan. Ni el Doblón lo salva. Kurt acierta, pero le da al sargento Rufus, y le causa 2 de daño.
(1/3, sigue...)
—¡TAN SOLO UN RASGUÑO, JAR-JAR-JAR! —ríe el gigante mientras la sangre tiñe su brazo. Dispara su trabuco justo al mismo tiempo en que una de las secuestradoras, sentadas en la carreta, le dispara a él. Ella falla, Rufus no. La mujer recibe un alud de plomo que le revienta la cara. Sesos, dientes y un ojo vuelan por ahí, y muere [1].
La otra secuestradora, la que está al lado de la muerta, dispara su pistola casi a ciegas y no le da a nadie. Entonces Reinmar tensa la cuerda y dispara dos flechas en sucesión. Un proyectil se clava en el cuerno de uno de los bueyes que tira de la carreta, provocando un quejido lastimero. El otro proyectil le da a la secuestradora en la rodilla y hace que grite más que el buey [2].
[1] Sargento Rufus mata a secuestradora2, ella falla su ataque.
[2] Reinmar hace 2 de daño a secuestradora1. En realidad el daño fue 1, pero para no complicar las cosas, le sumo el daño que debería haber hecho el ataque del soldado1.
(2/3, sigue...)
—¡Cuidado, Gerdie, cuidado!
El escudo mágico que rodea a Arnold y a Gerdie es apenas visible, más parece una distorsión en el aire. Un bandido se acerca a ellos a caballo: blande una daga y está dispuesto a rajarlos de cabo a rabo. El filo oxidado se detiene en el escudo, no puede atravesarlo, pero el hombre empuja, empuja y empuja, hasta que el acero corta a Gerdie en la clavícula. La cuchillada arde como mil demonios, pero no ha sido profunda [1]. Uno de los soldados aliados a vosotros intenta atacar al secuestrador, pero falla. Arnold von Hart parece congelado. No sabe cómo reaccionar, no se mueve y ni siquiera parpadea. Permanece boquiabierto como pez fuera del agua.
Mientras tanto, el segundo secuestrador, también a caballo, galopa hacia Sviatoslav. Piensa hundirle la daga en el cuello, y está seguro de que va a lograrlo, cuando el infortunio le azota: a último momento su caballo se encabrita, le hace perder el equilibrio y cae al suelo [2]. El pie del bandido queda atrapado en el estribo, arrastrándole por el camino. El tipo maldice e intenta zafarse sin mucho éxito.
[1] Secuestrador2 ataca a Gerdie y tiene éxito. El bono del escudo no ha sido suficiente para frenarlo. 2 de daño a Gerdie.
[2] Secuestrador1 va a atacar a Sviatoslav, pero saca un 1.
Resumen: una enemiga ha muerto, pero quedan cuatro. Arnold y Gerdie se enfrentan a un bandido. Sviatoslav está frente a frente con Kurt y con otro secuestrador que por el momento está inhabilitado (si le queréis atacar a él, podéis tirar con Ventaja, es un blanco fácil). La única secuestradora viva en la carreta está apuntando a Reinmar.
Momento de tirar de vuelta: recordad que tenéis dos acciones cada uno. No suelo alargar los combates, así que es probable que al turno siguiente terminemos. Si todas las tiradas son una mierda, os daré tres acciones por turno para que no se extienda más de tres turnos.
De hecho, gasto un doblón por intentar salvar el ridículo de que "el gran guerrero" falle estrepitosamente y....vuelve a fallar estrepitosamente. xD
Esto me está recordando al viejo Timur y el día que nos conocimos en la Iglesia xD.
Esto me imagino que te ha traído war flashbacks XDD. Si las cosas salen como en la partida anterior, vas a empezar con tiradas pésimas, y al final de la partida estarás tirando un crítico detrás de otro.
Al tener al atacante encima y después de que le había hecho un buen corte cerca del cuello y dolía como mil demonios, Gerdie actuó por instinto y de su mano surgió una corriente eléctrica cuyo fin no estaba muy claro; quizás pararía el corazón del bandido o simplemente lo tirase del caballo. Sea como fuera, le daría oportunidad de agarrar las riendas del caballo de Arnold y alejarse un poco de la refriega.
Motivo: Choque eléctrico
Tirada: 1d20
Resultado: 7 [7]
Motivo: dañ0
Tirada: 1d4
Resultado: 4 [4]
Uso el 13 de mi tirada de Afortunado ( me queda el 12).
No he descrito el resultado para que el director decida el efecto.
Lo que intenta hacer es una especie de choque eléctrico (https://dnd5e.fandom.com/es/wiki/Agarre_electrizan...), que no olo le haga algo de daño sino que le deje un poco tonto (y quizás quitar alguna acción).
Luego se alejaría del combate con Arnold (tomar cobertura entre los árboles si es posible)
P.D.: Dime los puntos de poder que me quito.
Sviatoslav sonríe. A pesar de su lastimero ataque, poco propio de él, los bandidos sin duda se han visto sorprendidos. Eso juega a su favor, acostumbrados como estarán a luchar contra personas indefensas, que como mucho atacan con coraje pero sin experiencia, aquella emboscada les iba a salir cara, como ya había comprobado una de las secuestradoras.
Sviatoslav atacó de nuevo al líder con su hacha, descartando al que se había caído de su propio caballo.
-Se acabó Kurt. Tu alfombra no vale tanto ¿o si?
Motivo: Ataque al líder
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+2)=6 [4]
Motivo: Ataque 2 al líder
Tirada: 1d20
Resultado: 17(+2)=19 [17]
Motivo: Daño ataque 2 al líder
Tirada: 1d10
Resultado: 1(+2)=3 [1]
Post rápido para no entorpecer la partida. No entendí muy bien si debemos hacer dos tiradas o tres. En caso de que fueran tres, sería otro hachazo, tira por mi de ser menester, dire.
Una cosa hay que decir de los combates: Cuando empiezan es difícil saber cuándo parar.
El corazón del cetrero se saltó uno o dos latidos cuando se fijó en el cañón de la pistola que apuntaba directamente en su dirección, y actuó como uno suele actuar en esas situaciones: Por puro instinto y sin pensar más de la cuenta. Pretendiendo actuar antes de que la mujer tuviera tiempo de apretar el gatillo saltó desde su silla, rodando una sola vez por el suelo mientras que su diestra descendía una vez más. Pero esta vez no cerró sus dedos en torno a una flecha.
Las pistolas son ruidosas y lentas de recargar, pero en su favor que nadie diga que no hay cierto gusto en dispararlas. Desenfundó con tanto brío como pudo, hincando una rodilla en el suelo, y aunque apuntar con ese arma poco tenía que ver con apuntar con un arco, se aseguró de que el cañón se orientaba en la dirección aproximada de la mujer que había amenazado con dispararlo a él.
Y disparó, por supuesto, apretando el gatillo sin titubear un solo momento. Ojo por ojo... o pretensión por acción.
Motivo: Pistola -> Secuestradora 1
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+1)=15 [14]
Motivo: Pistola -> Secuestradora 1 - ¿Daño?
Tirada: 1d8
Resultado: 3 [3]
Motivo: Esquivar
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 16(+4)=20 (Exito) [16]