Partida Rol por web

Dejo que la pregunta flote en el ambiente un segundo mientras mito fijamente a nuestro interlocutor. Tengo clara la respuesta a la pregunta del capitán, pero quiero aprovechar la tensión para que ya empiece a reconsiderar la oferta.

Opino que es una oferta profundamente escasa - comienzo, aunque no tengo intención de dejar ahí mi opinión -. Si no le importa hagamos unas simples cuentas, así a grandes rasgos, de la misión que nos presenta y la oferta monetaria que nos hace para compensar nuestros esfuerzos.

Tomo el datapad de nuestro capitán y lo pongo sobre la mesa en un modo que permite que no solo se hagan las cuentas sino que estas vayan formando una serie de gráficas.

Esa nave se encontraba en algún punto del espacio más alejada de la Coriolis que la distancia que podría recorrer en 24h, de no ser así es poco probable que nos hubiera llamado ya que estaría a una distancia a la que sería fácil alcanzarla en el momento de su cambio de rumbo - formo un círculo en la intersección entre la línea que une Coriolis con el cínturón y el círculo alrededor de Coriolis y con radio la distancia antedicha - Cualquier otra distancia superior implicaría un mayor coste con lo que empezaremos por aquí.

Un carguero del modelo que usted nombra y que estuviera cargado de hielo se movería a un 72% de la velocidad a la que puede moverse nuestra nave a su máxima potencia - sigo desgranando -. Eso coloca la nave, suponiendo que hubiera pasado ahora mismo a exactamente 17 horas y 14 minutos de aquí como poco. Pero esa nave se mueve y lo hace alejándose de aquí, lo que hace que, incluso sin necesidad de preparar nada y saltando a la nave en este instante deberemos realizar una persecución que implicará algo más de 3 días.

Abro una aplicación simple de contabilidad e introduzco algunos datos mientras los desgrano.

En esta zona del sistema una comida, por muy espartana que esta sea, tiene un coste de unos 500 birs, al día y por persona. Suponiendo que usted cubra sus propios gastos hablamos de 6 tripulantes siendo alimentados durante tres días de ida y otros tres de vuelta, cuatro si tenemos en cuenta que esa vuelta sería a la velocidad de la nave carguero y, por tanto, se alargaría un día más. 21000 birrs solo en comida.

Señalo al lugar por el que se han ido sus acosadores.

Si ha llamado a una nave que incluye a gente capaz de hacer lo que acabamos de hacer nosotros imagino que no sospecha de una nave a la deriva y una radio estropeada, sino de un secuestro - indico -. Lo que me lleva a pensar que no gastaremos solo combustible y alimentos en esta misión. Eso son más gastos. No sabe lo caras que están las municiones últimamente.

Dado que no ha llamado a las autoridades para un rescate de emergencia a precio de coste supondré que espera que todo esto se haga sin que nadie se entere. Eso no supone un coste de por sí, pero comprenderá que no es el tipo de actividades por las que la gente pide un precio bajo. Los riesgos se pagan.

A eso le añadiríamos, por supuesto, el beneficio necesario que uno esperaría obtener de una misión de estas características y que además implica una semana de nuestras vidas en el espacio - finalizo, fulminándole en ese momento con una mirada mucho menos amable mientras deslizo el datapad hasta quedar en frente del capitán -. Salvarle de esos imbéciles ha sido gratis, casi un acto de caridad. Me revienta la gente que estropea el buen nombre de quienes trabajamos de forma más libre de lo acostumbrado. Pero no crea que hacemos esto por amor al arte. Mi opinión económica. Creo que deberían ser al menos 40 y, al menos, 18 por adelantado. Dado que eso es lo que nos va a suponer solo el ir y volver en el mejor de los casos es lo menos que pudiera uno esperar. ¿No le parece?

Vanth ya estaba pensando en cómo gastarse su parte de los 20.000birrs en cuanto el capitán aceptase el acuerdo, cosa que no dudaba en que haría, cuando escuchó a Nadwa. Ya había dejado de seguirla cuando empezó a hablar del tipo de carguero que teníamos que rescatar, antes le costaba después de eso ya ni lo intentó. Se quedó, eso sí, con el precio final que dijo. Era lo bueno del dinero, siempre sabes que 40 era más que 20.

Le dio un trago a su bebida un poco preocupado. Si el tipo aceptaba la contraoferta de la mujer significaría que estaba desesperado, y si estaba desesperado significaría que la misión era mucho más peligrosa de lo que decía. O incluso de lo que indicaba Nadwa.
Sigió dandole vueltas a ello un poco más hasta que finalmente se acabó lo que quedaba en el vaso y se encogió de hombros. Después de todo no era decisión suya aceptar o no la oferta. Para eso estaba el capitán. Él sólo se aseguraría de que todos volvieran vivos del viaje.

Mientras el capitán debatía con el cliente, Mike intentaba hacer cuentas mentales para calcular el coste en combustible que un viaje similar tendría bajo las condiciones más adversas, sólo por siacaso. Mas, como siempre ocurría, Nadwa ya había tenido en cuenta aquellos factores y había utilizado su "nulo tacto social" para estamparle a la cara al cliente una contraoferta.

Mike se atragantó con su bebida al escuchar la cifra de 40.000 birrs, aunque logró mantener cierta compostura al girarse para toser. 

El silencio expectante entre todos los miembros de la tripulación hacía que la tensión pudiera cortarse con un cuchillo...

Thomas esbozó una suave sonrisa cuando Nadwa comenzó su retórica, el capitán sabía bien que Nadwa rebatiria la oferta era buena en ello y aquel rollo de poli bueno  poli malo siempre daba sus frutos.

Bien señor Kembouri, creo que estará de acuerdo en que debería reconsiderar su oferta por nuestra parte acabamos de llegar y  no tenemos problema en esperar un nuevo trabajo, pero me temo que a usted se le acaba el tiempo sin contar que tiene a unos matones tras los talones y le vendría bien desaparecer unos dias.

La pelota volvía a estar en su tejado, sin duda el mismo sabía que la cantidad que había indicado era una miseria así que tocaba esperar una nueva oferta.

Kembouri cruzó sus manos por un largo instante mientras sopesaba en silencio las palabras de Nadwa. Uno de sus ojos se iluminó con un brillo azul pálido mientras se movía de aquí para allá Kembouri estaba sumamente concentrado en sus pensamientos cuándo volvió a dar otro largo trago al su aromático té.

—Señorita es usted una dura negociadora, y sus habilidades de oratoria son excelentes, eso se lo debo reconocer. No obstante y tras repasar cuentas, y mensajes con mis asociados, y viendo que su contra oferta duplica la cuantía inicial, les ofrezco mi contraoferta y será la cantidad final.—

Tras torcer la cara y hacer un mohín prosigue con la mirada todavía perdida e iluminada en azul.

—Entiendo que se consideran en una posición superior al ser yo el que necesita un trabajo hecho con cierta rapidez, y si es cierto que el tema en cuestión es de índole inmediata, de no aceptar esta contraoferta me veré obligado a buscar a otra tripulación o que los Iconos no lo quieran, mercenarios de baja calidad.—

—La máxima cantidad que puedo ofrecerles por este trabajo es de 30.000 birrs. 10.000 por adelantado. Los costes de mis comidas los pagaré yo mismo, y el combustible del viaje lo pagará la empresa. Esa es mi oferta final. Necesito una respuesta de inmediato.—

Los nervios, la prisa y la agresiva contraoferta de Nadwa parecen haber puesto a Kembouri en un estado de tensión con el que antes no contabais y empieza a juguetear con los dedos dando toquecitos rítmicos en la mesa.

Thomas desvió su mirada al pad que acaba de sonar, tras unos segundos revisando algún nuevo mensaje alzó nuevamente la mirada a Nadwa en primer lugar y al señor Keobouri en segundo.

Esa oferta suena mucho mejor, tendremos que comer poco más que gachas en el trayecto pero al menos no tendremos que pagar el gimnasio.

Tenemos un trato, señor Keobouri... saldremos en 4 horas ya conoce el muelle.

Bueno, la cosa ya estaba lista. Vanth se desperezó como si hubiese estado dormido hasta ahora, cosa que no era cierta. Del todo. No se imaginaba al capitán diciendo que no a la oferta, hubiese sido genial que el cliente aceptase la de NAdwa, por supuesto, pero era dificil pese lo persuasiva que podía ponerse a veces. No obstante, ahora que tenían trabajo era mejor asegurarse de que podían mantenerlo. Así que más valía ser precavidos.

Capitán, voy a echar un vistazo fuera para asegurarme de que la cosa está despejada. Aquellos tipos no me dieron pinta de que se conformasen sin más. Esperen un momento.

Dicho esto miró a Shoun por si quería acompañarle, aunque no le esperó para salir.

Sales sin esperar a los demás con actitud decidida y ganas de bronca. Realmente no te gustaría tener que enfrentarte tu sólo a los tipos de antes, y si pudieras evitarías la pelea, pero de vez en cuándo hay que mantener las apariencias. Echas un vistazo por la puerta y te aseguras de que todo está despejado antes de salir. En la esquina del callejón en el que se sitúa la cantina de Wahib hay un par de muchachos con pinta de ratero que se van corriendo en cuánto te ven con pintas de tipo duro.

Un niño de unos 10 años entra a toda velocidad a la cantina sin esperar a que te quites. Te propina un pequeño empujón en la pierna derecha, y tú, sorprendido, antes de que le puedas echar la bronca ves como desaparece en la cocina. Hay solamente 2 personas que tu conozcas que puedan entrar ahí. 1 es Wahib, y rara vez lo hace puesto que es territorio peligroso. La otra es la cocinera, de la que nunca te has preocupado de aprender el nombre. Ni siquiera la camarera del local entra, por lo que o bien el chaval es alguien importante, o algún tipo de familiar, o va a pasar a formar parte del menú de los próximos días.

La plaza Ozono mantiene su bullicio habitual, y lejos de alguna pequeña discusión por algún precio probablemente más alto de lo que debería, todo está bien.

En cuanto el chaval le toca la pierna Vanth se mira los bolsillos por si lo tiene todo. El que haya entrado en la cocina no quiere decir que no sea un pillo callejero. Algunos empiezan muy jovenes.

Una vez asegurado que todo está en su sitio vuelve a su misión, pero no ve nada amenazador por los alrededores, al menos no más de lo habitual. Desde luego a ninguno de los tipos que estaba esperando.

Me extraña que se hayan retirado tan rápido.

Dio una vuelta un poco más amplia por si acaso y volvió dentro a informar a los demás.

—Bien capitán, tiene usted una misión y un trato. Sin embargo salir en cuatro horas supone perder un tiempo muy valioso en el que la nave pueda colisionar en cualquier momento o marcar un rumbo del que no pueda salir. Solamente necesito pasar por mis efectos personales y podremos salir de inmediato. No se preocupe, se en que parte del puerto espacial suele usted dejar su nave por lo que no hace falta que me guíen, allí estaré. Calculo que puedo tardar como máximo unos 20 minutos.—

Kembouri no espera y su azulado ojo vuelve a su color normal. Termina de un trago el té que se estaba tomando y tras hacer un ademán con su mano,Wahib que estaba al otro lado de la barra responde con una leve genuflexión de la cuál se ríen los dos.

Kembouri sale de la taberna.

Bien, tenéis unos 20 minutos aproximadamente para preparar todo lo que consideréis necesario. Todo lo que no se haya comprado ahora no se tendrá hasta que se vuelva a Coriolis a comprar de nuevo, y con eso me refiero a que si en vuestra ficha no hay un comunicador, o un chaleco antibalas, luego no va a aparecer mágicamente. Revisad bien vuestro equipo y haced los cambios pertinentes que creáis necesarios teniendo siempre en cuenta los birrs de los que disponéis.

Podéis seguir posteando en esta escena hasta que os actualice el Domingo con el inicio del viaje. Aprovechad para limar asperezas o crear algunas nuevas.

El trato estaba cerrado y había prisa por cerrar también la misión.  Thomas dedicó una mirada a Damaris.

Lo he intentado darte tu tiempo, pero la misión prima no obstante si todo va bien estaremos pronto de regreso.

Tras aquello volvió su mirada nuevamente al resto

Bien será mejor que nos pongamos en marcha, aseguraos de llevar lo necesario.

Vanth regresó justo cuando el nuevo jefe se marchaba.

No he visto nada raro. Bueno, no he visto a los tipos esos. Aunque eso tampoco quiere decir que no estén ahí escondidos, o que no nos estén esperando.

Miró a Kembouri y luego a Thomas.

Capitán, ¿quieres que le siga por si tiene algún problema de camino? Después de todo es quién nos va a pagar.

No es que le hiciera especialmente gracia, pero entedía que de su supervivencia llegarían sus honorarios. Y no estaban para desperdiciar una buena paga como aquella.