Partida Rol por web

Después de entrar por la puerta de la habitación que nos indicó el monje, el revuelo de fuera empezó a oirse cada vez menos, aunque a decir verdad, daba la sensación de que se oía de más lejos, en vez de más bajo. Cuando miré con más detenimiento, me fijé que había unas estatuillas de bronce, y un papel de papiro en el suelo, con escrituras en el mismo. Procedí a acercarme a donde las estatuillas, con la intención de contarlas y ver si podía leer algo de lo que ponía en el papiro.

Después de dar el primer paso, no pude evitar volver a pensar:"Tengo que estar mal de la cabeza por lo que voy a hacer"

Me acerqué cuidadosamente a las estatuas, estudiando tranquilamente todo a mi alrededor. Toqué las estatuas, tratando de determinar de qué estaban hechas, y luego saqué una de las papeletas y la leí.

(En el papiro venian una lista con vuestros nombres en azul y una serie de nombres en rojo; Nanami Tatao, Naoko Inomura, Mitsu Ohinara, Nanaoko Suotome, Elia Desanto, Mia Fuwia, Monet Kader, Farah Suotome, Enya Naoko, Imura Oroshi y posteriormente una serie de nombres que no se podian leer bien porque parecian haber sido quemada la tinta con la que se escribio, por su parte las estatuillas eran 18, al coger Yuusuke el papel los monigotes adquieren forma, 6 de ellos la vuestra, 1 la de un guerrero samurai el cual era demasiado corpulento y de facciones poco humanas, 1 figura que representaba a una mujer del periodo Edo cuyo traje tenía colmillos por todas partes, 2 de ellas parecían gemelos eran como ninjas ambos no tenían manos sino cuchillas y solo un gran monoculo central como cara, 1 era una especie de monstruos de 1000 ojos con alas y por último una especie de insecto similar a una iguana, las otras 6 restantes siguieron siendo monigotes).

Pero que mierda...? Me alejé al ver las cosas que cambiaban. Esperé unos segundos, en la fé de que no pasaría nada mas. COmo todo seguía tranquilo, me acerqué a las estatuillas, y las de los monstruos las admiré un segundo. Malditas mierdas. Traté de romper las estatuillas de los monstruos.

Al escuchar las palabras de Katsura, trató de tranquilizarse, pero le llevó su tiempo, estaba totalmente desanimado, sus pensamientos negativos no le ayudaban, pues sólo pensaba en lo peor. Comenzó a respirar con lentitud, inspirando lentamente, y luego poco a poco, expirando. Aquella situación era superior a él, no podía creerse lo que ocurría. Una vez calmado, o al menos, un poco, se levantó poco a poco, tratando de no pensar cosas malas, intentando no temblar, pero tampoco dirigió ninguna palabra a los demás, simplemente les miró, y luego tragó saliva.

Finalmente el grupo comenzó a moverse y Kaito les siguió con un paso lento y pesado, pensando en muchas cosas al mismo tiempo. Al llegar a la extraña sala que había abajo, algo llamó la atención de Katio, había unas estatuillas de lo que parecía ser bronce, pero eran simples monigotes, no sabía que hacían en aquella sala, pero seguro que eran algo importante. Tambíen había unas palabras a su margen. Kaito decidió quedarse a un lado, no quería tocar nada, le daba miedo meter la pata y poner a todos en peligro, o simplemente ponerse en peligro a él.

Yuusuke cogió el papel, y tras ello, las figuras cambiaron de forma, algunas parecían no tener nada que ver con las otras... Pero las que más llamaron la atención de Kaito, fueron las que tenían su forma, la forma de sus compañeros. Al verlas, había pegado un pequeño salto hacia atrás debido al susto, sus ojos se abrieron mucho, pues estaba muy asustado.- ¿Qué ocurre...?- Dijo con un tono de voz bastante bajo, del miedo, no era capaz de aumentar la voz.

Después de leer el papiro, lo cogí y se lo enseñé a los demás "Mirad, nuestros nombres están escritos en azul, y también hay otros nombres en rojo, yo sólo reconozco algunos nombres, como el de la hermana de Kaito en la lista roja, ¿reconoceis a alguien más que salga en esta lista?"

Y mientras les mostraba el contenido del papiro a los demás, recordé las palabras del misterioso monje. Una vez hubieron leido mis compañeros el papiro, lo doblé y lo guardé en uno de mis bolsillos.

"El monje dijo que aquí conoceríamos a quién podíamos salvar, y a nuestros enemigos, debía referirse al papiro y las estatuas" dije, mientras examinaba las estatuas que habían cambiado de forma.

Seguramente. Veremos entonces como salvar a todos los demás. ¿Cuál será nuestro próximo paso? pregunto poniendome a sus lados. Entre mas fuéramos para enfrentarnos a lo que sea que estuviera jodiendonos de esta forma, mejor.

"Buscar el segundo reto, ya que parece que el primero era encontrar este sitio. En caso de que veamos uno de esos monstruos, deberíamos salir corriendo, seguro que más de uno de los que estuvieron aquí antes ha caído ante ellos intentando hacerse el heroe" miré la puerta y avancé un par de pasos en su dirección, y me giré para mirar a los demás. "Es posible que algo haya cambiado en el piso de arriba,¿vamos y vemos si alguna de las puertas está abierta o seguimos explorando esta planta?

La verdad es que no estaba muy seguro de qué hacer a continuación, por lo que les planteé lo único que se me venia a la mente.

"Y, si alguien tiene otras ideas, estoy abierto a sugerencias"

Ayudame con las estatuillas. propongo señalando las que no habían cambiado su forma. Quizás se conviertan en llaves al enfrentarlas con la cerradura.

(La voz comienza a oirse de nuevo)-Ahora el juego comienza de verdad, en esa lista están vuestros nombres y los de las personas que aún siguen con vida, si quereis salvar aunque sea a uno sólo de ellos debereis de hallar al menos una de las llaves que está oculta en este recinto para abrir una de las puertas...si el destino os hace encontraros con alguien...que vuestras deidades vanas os ayuden, y se que no lo harán...(tras un escaso suspiro con tono de superioridad la voz guarda silencio).

Aún no me había recuperado de todo lo que había pasado minutos anteriores ni lo que estaba pasando ahora pero no había tiempo que perder puesto que nuestras vidas estaban en peligro y no parecía ser ninguna broma de mal gusto. 

Déjame ayudarte. -  Dije acercándome a Yuusuke y ayudando a juntar aquellas figuras que aún mantenían su forma original. 

Estaba desplazando a una de ellas cuando la voz comienza a oírse de nuevo. Me giré inmediatamente y pegué mi espalda contra la estatua moviendo mi cabeza en todas direcciones tratando de escuchar de donde procedía la voz, cosa que no conseguí. 

¿Y-Y si las estatuas no funcionan? ¿Y si no encontramos la llave? - Las manos empezaban a sudarme debido a que comencé a ponerme nerviosa.

Ellos morirán. Dije con un tono cortante. Es por eso que mejor comenzamos a movernos. No nos separemos, si nos encontramos con uno de estos tipos tenemos mejores posibilidades enfrentandolos juntos. Comencemos a buscar en esta sala. me lleve las estatuillas y empecé a buscar por el salón.

Nada mas me disponía a ponerme a ayudar yo también, volví a sentir un escalofrío que me recorrió la espalda, igual que había pasado cuando oímos la misteriosa voz de antes, y, en efecto, era otra vez la voz. Cuando terminó de hablar, pude sentir un poco de sudor en mi frente "Esto ya es surrealista, me estan dando sudores fríos..." me limpié el sudor de la frente y fuía por una de las estatuillas que aún no había cambiado de forma. "Yo me llevaré esta" dije cogiendo una de las que quedaban en el suelo. "Lo suyo sería que ahora que tenemos estas estatuillas, volvieramos al pasillo con las cerraduras, a ver si hay alguna reacción."
 

Al escuchar la voz, tragó saliva, abrió mucho los ojos y comenzó a temblar.- ¿E-Eh...?- Miró a todos lados, nervioso, pero comenzó a respirar lentamente. cerró los ojos para ayudar a relajarse.- ¡Kaito, joder, relájate! Si estás así... No podrás hacer nada.- Pensó, abriendo finalmente los ojos, decidido.- Bien, ¿algún plan?- Dijo mirando a Katsura, quien en un principio iba a ir al piso superior, pero luego volvió para ayudar con las estatuillas.

Eh, eh...- Miró las estatuillas fijamente, desconfiado.- Tened cuidado... Quizá sea una trampa... Es decir, esas cosas han tomado formas demasiado extrañas...- Dijo, a una distancia prudencial de los monstruos, mirando en especial al samurai.- Es como si en cualquier momento fuesen a tomar vida... No me producen mucha confianza.- Kaito había cambiado totalmente, ya no parecía asustado, ni parecía tener miedo, en sus ojos había una mirada de determinación y decisión, dispuesto a encontrar a su hermana, sabía que el miedo simplemente le retrasaría en su deber, y que para encontrarla, debía ser valiente, pero cauteloso.

(En el salón no había llaves ni nada parecido, puesto que al no tener muebles registrarlo era relativamente sencillo, mientras el jóven Muramasa terminaba su registro comenzo a oírse unos crujidos en la madera, con un intervalo de unos 3 segundos entre sonido y sonido, posteriormente comienza a apretar un poco la lluvia en el exterior y los rayos sacan a relucir que se acerca la tormenta de nuevo, de pronto se escucha un golpe bastante fuerte como de madera rota, pero no cercano sino el eco de las montañas haciendo venir el sonido desde lejos de pronto el nombre de Imura Onoshi comienza a borrarse del papiro, la tinta parecía fragmentarse en pedazos desapareciendo en el papel como...astillas...en el aire...).

no me gusta, pero ya empezaron a morir. Separémosnos, juntos no llegaremos a tiempo. Busquen todos las llaves. katsumi, Katsura, conmigo y las estatuas. Comienzo a subir las escaleras con las estatuas. Al menos las probaremos al mismo tiempo. Espero que estuviera hablando de las llaves físicas y no de llaves figurativas como el intelecto o la palabra.

"No puede ser..." ví cómo un nombre desaparecía de la lista, alguien ya había muerto en algún sitio, "tenemos que darnos prisa y encontrar la solución a esto cuanto antes" pensé, mientras volvía a guardar el papiro en uno de mis bolsillos, y estatua en mano, seguí a Yuusuke escaleras arriba, no con toda la confianza del mundo, pues las estatuillas podían quedarse como tal, pero era lo único que tenían por el momento, así que en verdad era su mejor oportunidad.

(Los dos jóvenes ascendieron por las escaleras hasta el piso superior, allí estaban las mismas cerraduras, pero algo distinto, las habitaciones de las que habiais huido estaban ahorra cerradas y con candados similares a los demás, mientras se oye el sónido de una persona subiendo por las escaleras de madera, pero no visteis a nadie en las escaleras, pues vosotros acabais de subir por ellas y dentro de este módulo del "hotel" no había otras escaleras).

Saqué el escalpelo y me puse en una posición en la cual podía emboscar a aquel que estuviera subiendo por las escaleras, y me preparé para atacar. Estaba nervioso nunca había estado listo para matar a alguien, pero claro, no podía dudar ahora. A lo que ubiría, estaría listo para llevármelo al infierno.

Al subir las escaleras, vimos cómo ahora nuestras habitaciones estaban selladas con las misteriosas cerraduras de origen desconocido. Después de dar un par de pasos por el pasillo, pude oir unos pasos que resonaban por la escalera, algo o alguien las estaba subiendo "Algo se acerca" dije en voz baja, y mientras Yuusuke sacaba un escalpelo me coloqué un par de pasos detrás suya, esperando a descubrir la naturaleza de la misteriosa entidad que estaba subiendo la escalera, y actuar según creyese conveniente.