Partida Rol por web

Cortejo de Moscas

Capítulo Uno: La Tormenta

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13/04/2023, 16:44
Narradora

Con ayuda de Thomas, George Rochester lleva a la desmayada Odette a una habitación escaleras arriba. Lucius les guía hasta allí, dejándolos luego para intentar dar un cierto orden dentro de aquella mansión que, habiendo sido un remanso de paz por tantos años, de pronto se encuentra hecha un caos. Unos minutos más tarde el mayordomo regresa con un par de linternas y un candil, dejando la encendida la vela sobre la mesa de noche.

El piloto trastea con su móvil un ratito, llegando a la conclusión de que no hay señal para llamadas ni para enviar o recibir mensajes. Sin luz, sin teléfonos, y bajo una lluvia torrencial, parece que serán varias horas las que aquellos improvisados compañeros de casa tendrían que pasar juntos, para bien o para mal.

Bajo los cuidados de su padre, Odette recupera de a poco la consciencia...

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13/04/2023, 19:17
Patrick Harper

Debido al estado en que ambos hombres se encuentran luego de tan desagradable visión, el mayordomo pide a Patrick Harper que se encargue de ayudar a Cletus y a Edward en el lavabo de una de las habitaciones. Minutos más tarde Lucius trae un par de linternas, un candil encendido, y algo de ropa por si desean cambiarse. Las contexturas del cineasta y el músico callejero son distintas entre si, por lo que mientras a uno las ropas le quedan algo ajustadas, al otro le bailan un poco. Pero tendrán que conformarse con ello.

Harper se sienta en la cama y enciende un cigarrillo. Es difícil poder ver la expresión de su rostro debido a la pobreza de luz, pero en sus ojos brilla la llama de la vela y se refleja la punta enrojecida del cigarrillo, dando un punto escarlata en la mirada del hombre. -Pues... Me cago en todos los putos muertos. La muerte no respeta, ¿eh? Al final no importa si eres rico o pobre, seguirás siendo un cadáver putrefacto seis metros bajo tierra.-

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13/04/2023, 19:33
Lucius

En el ala este de la planta baja, Lucius guía a Priscilla, Rosalind, y Rhys, dejándoles en un salón más pequeño que aquel donde habían estado realizando la ceremonia. Se trata, según recuerdan los tres, del salón para caballeros instaurado por el padre de Priscilla y Marceló, a donde los hombres de la familia e invitados masculinos se reunían a hablar de negocios, beber, y fumar, luego de la cena. El olor a tabaco viejo es fuerte en aquel salón, los asientos cómodos y mullidos. Hay una licorera en un rincón, con varias botellas y pequeños vasos.

Lucius vuelve luego de unos minutos con un par de linternas y un candil encendido que coloca en la mitad del saloncito, y espera en la puerta. -¿Hay algo más que pueda hacer por vosotros, señora Bartou? ¿Señorita Bartou? ¿Señor Johnson?- Ofrece, solícito.

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13/04/2023, 23:34
Rosalind Bartou

Tras el accidente, era de esperar que el mismo Padre John accediera a salir de la sala y pausar todo el entierro. La desconcertante y visceral situación no fue de agrado, pero a pesar de la imagen y el olor... algo en mí sintió cierto grado de alivio tras poder haber visto por última vez el cuerpo de mi padre... estuviese en el estado que estuviese.

Las moscas eran lo que menos soportaba de todo aquello. Las moscas. Y los moscardones. Quejándose de todo y creando semejante alboroto. Empezando por esa Charity y el hombre que acompañaba a la chica en silla de ruedas. ¿Qué pretendía gritando de ese modo? Y aún peor, quién se creía que era ese hombre para hacer comentarios tan hirientes sobre mi padre!

Apretando los dientes y tragándome palabras mayores me dejé llevar por Lucius acompañando a Priscilla y Rhys. La sala aún quedaba oscura, con la escasa luz de las linternas. - Gracias Lucius...

Tras unos minutos y asegurarme de que Priscilla estuviera sentada y más relajada, miré a mi alrededor. 

- ... - era la sala donde nunca nos dejaban entrar de pequeñas. Cuando traían gente y hablaban de cosas de adultos. Recordaba las veces que mi hermana y yo nos quedábamos mirando desde la escalera la puerta cerrada, o intentábamos escuchar a escondidas oyendo las risas y comentarios de los amigos de Marcelo, cuando aún era más joven. Una vez incluso ella logró entrar sin que le echasen la bronca... recuerdo sus risas. Yo nunca me atreví a colarme en ella. - ... que... recuerdos. - logro a musitar en voz no muy alta, con una expresión más seria que tierna.

Tratando de volver al presente, me dirijo a Priscilla y a Rhys - ¿Estáis bien? Espero que no os hayáis hecho daño con el ataúd. Pero como se le ocurre a esa mujer... - negué con la cabeza con nerviosismo. No quise hablar de más.

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14/04/2023, 18:40
Cletus

Ya una vez lavado y cambiado de ropa Cletus se sintió algo mejor, aunque seguía con la imagen del cadáver en el recuerdo. Asintió hacia el abogado y decidió que era un buen momento para echar el cigarrillo que le había dando momentos antes, esperaba que eso le calmara un poco, así que se acercó mientras cogía el cigarro de su oreja y se lo tendió en un gesto para pedir fuego.

-Ya te digo... A mi que me incineren. -Tampoco le importaba mucho pues estaría muerto y no se enteraría de nada, pero prefería ahorrar un trago como el que acababan de vivir a sus amigos y familiares.- Espero que el resto esté bien, fue un accidente desagradable. -Al fin y al cabo él no tenía lazos afectivos con el fallecido como para que eso le supusiera mayor afectación que cualquier otra persona, pero suponía que el resto lo estaba pasando mal.- ¿Sabéis algo de la chica? -Preguntó refiriéndose a Odette y mirando sobre todo a Lucius que era el que venía de fuera de la habitación, la última vez que la había visto seguía inconsciente y esperaba que solo fuera la mala impresión y no cualquier otra cosa. Tomo una calada larga del cigarrillo y sintió la nicotina entrar en su organismo, enseguida haría efecto aunque no tanto como lo que solía fumar.- Y gracias por todo, por la ropa, por acompañarnos... Creo que deberíamos ir a ver como está el resto.

Habían sido muy atentos y aunque la ropa no le sentaba del todo bien tampoco estaba en posición de quejarse, al contrario, agradecía el gesto. Y ahora que daba el funeral por terminado solo faltaba aclarar el tema de la herencia y poder regresar a su casa, ya iba a tener una anécdota que contar. Ahora le parecía muy desagradable pero como pasaba siempre con el tiempo acabaría riéndose.

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15/04/2023, 00:15
Odette Rochester-Bartou

Recuerdo que, al despertar, todavía estaba todo oscurecido.

Papa, où es-tu? —susurré en mitad de aquella oscuridad sólo rota por el candil que Lucius había dejado sobre una mesa—. Où sommes-nous?*

Busqué a mon bon papa con la mirada y con una mano. Al hacerlo, vi al primo Thomas allí también.

Oh. Hola, Thomas. Estoy un poco mareada. ¿Dónde están los demás?

Seguía hablando con mi voz baja y suavecita, como si levantar la voz me fuera a hacer doler la cabeza o algo así.

¿Qué ha pasado?

Notas de juego

* Papá, ¿dónde estás? / ¿Dónde estamos?

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15/04/2023, 17:13
Rhys Michael Johnson

Negué con la cabeza a la pregunta del solícito mayordomo. No, no había nada que Lucius pudiera hacer por mí, salvo que pudiera acelerar el tiempo hasta que aquel evento terminase. Mientras esperaba a que se marchase para poder hablar, caminé hasta la licorera y me serví un par de dedos de whisky en un vaso ancho. Antes había supuesto que me vendría bien tomar algo para mantener el tipo, pero después de lo sucedido con el ataúd, era algo que tenía mucho más claro. 

Bebí el primer sorbo y dejé que el licor quemase un poco en la lengua antes de tragar. Hice un gesto con la cabeza para responder a la pregunta de Rosalind, confirmando que estaba bien. Mi mirada se alternaba entre las dos mujeres, con seriedad y un interrogante flotando aún en el fondo de mis pupilas, porque seguía sin entender qué estaba pasando.

—¿De qué iba eso de fuera? —pregunté al fin. Ya iba siendo hora de tener algunas respuestas—. ¿Es que creíais que nos habían cambiado al tío Marceló?

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17/04/2023, 13:32
Edward "Ed" Bartou

Edward se mojó la cara y bebió algo de agua del lavabo, haciendo gárgaras y escupiéndola para asegurarse de que se quitaba el sabor del vómito de la boca en la medida de lo posible. Después, se cambió de ropa con la que les ofreció Lucius. Ed era bajito pero de constitución fuerte, por lo que aquellas ropas le quedaban algo ajustadas, notándosele unos marcados pectorales muy ejercitados por el gimnasio.

-Casi mejor que no se hubiera abierto ese ataúd. Joder... -masculló el director de cine, aún recordando el estado putrefacto del cuerpo de su primo.

Asintió al escuchar las palabras de Cletus sobre que prefería la incineración. Podía ser un joven completamente distinto al resto de sus familiares, y no solo por lo evidente, pero sin duda había resultado ser uno de los parientes más cabales.

-Incinerado sin duda. Mi cuerpo no se lo comen los gusanos, eso lo tengo claro -aseguró Edward, ahora más que seguro de que no iba a dejar que su esposa e hijos le enterrasen llegado el momento-. Si fuera posible, con un funeral vikingo -añadió, pues ante todo el cineasta continuaba siendo el mismo flipado de siempre. Hizo un gesto de negación cuando Cletus preguntó por la joven Odette-. Ni idea. Es la primera vez que la veo.

 

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17/04/2023, 20:35
Rosalind Bartou

Al principio la pregunta me pareció sacada de contexto. No entendí a qué se refería - ¿qué?... No, ¿Cambiar a mi padre?... ¿qué... quieres decir? Tan sólo verle... por última vez... - yo sólo quise verle, por última vez, sin importarme su estado. Era mi padre. Era su hija. Cuando Priscilla lo propuso en seguida accedí...  - Era acaso demasiado? verle después de tantos años? No entiendo porqué tanta insistencia en negárnoslo. Nadie estaba obligado a quedarse si no era capaz de verle. De hecho no entiendo la presencia de tanta gente que ni siquiera llegó a conocerle. - Estaba agitada, y molesta por la reacción de muchos de los presentes, la mayoría extraños. Pero... era cierto que Priscilla había actuado extraña. Más tensa incluso de lo que solía ser habitual. Quizás no lo vi antes, hundida en mi propia pena y mis emociones. 

Miré hacia ella ahora, esperando su respuesta, como si algo se me escapase.

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17/04/2023, 20:48
Priscilla Bartou

-No te marches, Lucius. Quiero que justamente aquellos que estáis aquí conmigo, vosotros tres, me escuchéis. No confío en nadie más, la verdad.

Priscilla siempre sería una mujer extraña, con un extraño código ético, o del honor. ¿El Mayordomo? ¿Con su hijo y su sobrina? En fin, ella sabría.

-Mis sospechas han ido fraguándose poco a poco. Y no soy médico, no puedo confirmarlas ni desmentirlas. Pero quiero vuestras opiniones sinceras. ¿Os parece lógico el estado de descomposición del cuerpo de Marceló, si sólo hace horas que ha muerto? Por eso quise abrir el féretro. Las moscas, malditas moscas... y el hedor. Un hombre que lleva muerto muchos días sí que esperas que hieda así, que su estado sea casi putrefacto. Pero he visto otros muertos, llevo muchos años en esta vida. Y nunca he visto algo tan... horrible, en un difunto de horas. Reitero mis sospechas.

Les miró a los ojos, mientras hacía un gesto a Rhys para que le llenara una copita de jerez. Luego lo pensó mejor y señaló el coñac.

-Y mi pregunta. ¿Qué pensáis? Estoy aterrada, no me fío de ninguno de esos satélites de mi hermano, ni del abogado, ni del cura, ni de la secretaria. Y creo que el resto de familiares son un atajo de patanes, siendo sincera. No sólo está en juego la herencia, maldita sea, está en juego la verdad.

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18/04/2023, 18:49
George Rochester

Siguiendo al mayordomo posó la silla de ruedas al borde de la escalera y tomó a su hija en brazos hasta llevarla a la habitación y posarla sobre la cama. Eso fue un nuevo detonante para el carácter de George. No obstante permaneció en silencio agradeciendo con la mirada el gesto de Thomas al alumbrarlo. Pensó que tal vez en la familia no fueran todos igual de imbéciles. 

Le colocó un par de cojines bajo la cabeza y se la acomodó para que pudiera descansar. También sacó su móvil y rastreó el vestido de la niña, para ver si tenía marcas de vómito. Al parecer la pequeña había sido lo suficientemente delicada como para no echárselo encima salvo algunas salpicaduras producto del rebote al compactar contra el suelo. George sacó un pañuelo aromatizado del bolsillo y comenzó la delicada tarea de limpiar aquellos pequeños círculos que se marcaban en los bajos del vestidito como formando constelaciones. Suspiró mientras hacia eso y se dirigía a Thomas —Te agradezco la ayuda, Thomas. Te voy a ser sincero. No me gusta tu familia, Pero dado que eres el primo de mi hija voy a considerar que no me gustan demasiado los mayores de esta familia.

En ese momento apareció Lucius y se hizo la luz. También la cólera que descargó sobre el criado —¿No podías haberme llevado a una habitación donde no hubiera que subir escaleras? ¿Es que tengo que enseñarte como hacer las cosas? —Luego, sin devolverle siquiera la mirada, se concentró en acercar un poco el candil para visualizar mejor a Odette. A pesar de lo pálida que estaba seguía mostrando aquel bonito rubor que la hacían ser un ángel para él. Un ángel con alas cercenadas, pero ángel al fin y al cabo. Sus primeras palabras hicieron que George dejara de prestar atención a Thomas y se volcara en la niña de sus ojos atrapándole los finos dedos entre su manaza bajando el tono para no asustarla —¿Qué tal te sientes cariño? Estamos en una habitación para que puedas descansar un poco... 

Levantó la cabeza de nuevo hacia el piloto y dejó la pregunta para que pudiera contestar. No obstante si que contestó a la siguiente —Se ha ido la luz y hemos tenido que suspender por unas horas el evento. No te preocupes ahora. Si sigues indispuesta sabrán aguardarte... o eso espero yo.

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19/04/2023, 23:09
Thomas Collins Bartou

El piloto había ayudando en lo que había podido al airado caballero, y en verdad nada podía reprocharle de su actitud, la situación se había descontrolado y su hija había salido perjudicada del caos. 

-A decir verdad, no tengo una opinión formada sobre ellos que pueda contradecirle, George. Creo que la situación ha escalado sin necesidad, aún no sé como pudo suceder.- parecía una especie de disculpa.

Entonces su gesto muda en incomodidad cuando George descarga su ira sobre el criado, aquello le disgusta y se le nota un poco, aunque también podía comprender al hombre, se le veía tan fuera de lugar como a un pulpo en una fábrica de cerveza.

Decide ocuparse él mismo de despachar al amable criado con una sonrisa afable y una propina discretamente deslizada en su mano.

-Le avisaremos si necesitamos algo, ruego disculpe a un padre preocupado por su hija.- le pide con un tono conciliador, cálido y encantador.

Luego es cuando escucha que la pequeña ha despertado y cierra la puerta de la habitación con el criado fuera y se apresura en volver junto a la cama de la muchachita, portando una silla para sentarse cerca y mirarla con ternura.

-Hola, brujita ¿Quieres un vaso de agua o tal vez chocolate? Puedo encargar que te traigan, tal vez algo dulce te siente bien.- ofrece, pero su mirada vuela hacia el padre, sabiendo que sin su consentimiento ninguno de sus ofrecimientos sería realizable. Y no tenía ganas de contradecir a aquel irascible caballero.

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20/04/2023, 15:11
Odette Rochester-Bartou

Fui reaccionando poco a poco, primero más con gestos que con palabras. Al escuchar las palabras de su padre sobre la familia y luego la forma en que trataba al pobre —esta palabra la habría pensado la joven Odette, claro, no yo— criado, agaché un poco la cabeza con timidez. Sin embargo, en cuanto me prestó atención y empezó a limpiarme los bordes del vestido, sonreí con cariño.

Merci, papa. Bien, estoy bien —respondí ya en inglés, por deferencia al primo Thomas allí presente.

Lo cierto es que no me sentía tan bien como decía. Estaba mareada. Todavía tenía la imagen de ese cadáver a medio pudrir en la cabeza y me había causado una fuerte impresión. Creo que vomité más por esa impresión que por el olor putrefacto. Pero no importaba, no quería que tuvieran que estar tan pendientes de mí e incluso me sentía culpable de que aquellos hombres me prestaran atención.

Alcé las cejas un poco sorprendida al escuchar el modo dulce en que me trataba Thomas. Debo confesar que a la jovencita Odette que era en aquel momento aquello le resultó muy dulce y tierno e incluso me provocó un rubor que traté de disimular bajando la vista con una sonrisita boba. Debo decir, también, que la Odette actual —yo— vomita sólo de pensar en aquella dulzura y ternura tan empalagosas. Lo siento, lector, las personas cambian y yo he cambiado mucho, qué le vamos a hacer. Nada personal, cosas mías.

Encogí un poco un hombro con timidez y murmuré despacito:

Bueno. Sí. Un petit chocolat estaría bien, si se puede. Pero no quiero molestar a nadie —me apresuré a señalar, temiendo que aquella petición estuviera fuera de lugar.

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20/04/2023, 16:02
Lucius

El criado soporta la recriminación del señor Rochester sin cambiar su gesto profesional y servicial; solo cuando Thomas le intenta entregar dinero de aquel modo, el hombre tose y devuelve lo que el piloto le ha entregado. -Agradezco su intención, señor Collins, pero soy el mayordomo de la finca Bartou, no un botones de un hotel cualquiera.- Si se ha ofendido o no, no lo demuestra en su expresión.

Con una respetuosa inclinación, se retira y deja que los presentes continúen su conversación.

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20/04/2023, 16:10
Narradora

-La señorita Rochester-Bartou se encuentra descansando en otra habitación.- Dice el mayordomo, el cual luego se limita a inclinar la cabeza respetuosamente ante el agradecimiento de Cletus, y se retira.

Por su parte, el abogado continúa fumando, mirando con media sonrisa a los otros dos. -No creáis que es mejor, las cremaciones dan mucho lio también. He visto muchos que terminan tragándose las cenizas al tratar de tirarlas al mar o al campo, o cómo los familiares terminan extraviando las urnas durante mudanzas...- Se pone de pie y guarda las manos en los bolsillos. -¿Queréis dar un paseo entonces? Así a oscuras no os lo recomiendo, os perderéis del arte y la estructura y... Chorradas, chorradas, bla, bla. ¿Queréis ver al muerto otra vez?- Sonríe malicioso, como un diablillo tentando a los mortales.

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20/04/2023, 16:27
Lucius

El mayordomo hace ademán de retirarse luego de las palabras de Rosalind y Rhys, pero la petición de Priscilla le retiene y le hace permanecer en la puerta. Luego de un momento, y viendo que la mujer parece querer privacidad para los cuatro, Lucius entra al salón y cierra la puerta tras de si.

Aún cuando por las palabras de la señora Bartou se entiende que también espera conocer la opinión del mayordomo, éste no toma la palabra sino que permanece en silencio por el momento dejando que la conversación continúe entre los miembros más directos de la familia Bartou. A pesar de la deferencia que le dedica Priscilla, sabe cuál es su posición en esa casa y por tanto no intervendría en la conversación a menos que se lo pidieran directamente, como siempre ha hecho.

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20/04/2023, 17:08
Rosalind Bartou

Las primeras palabras de Priscilla declarando que sólo confiaba en los aquí presentes hicieron que me pusiera recta de golpe. ¿Qué sucedía? Algo estaba sucediendo. Priscilla no habría declarado semejantes dudas en voz alta si no hubiera sospechas con algún tipo de fundamente. Y tras su declaración sobre lo extraño que resultó todo, desde el estado del...cuerpo... hasta el tema de los patanes familiares... la verdad que estaba en juego y... la herencia. - ... la herencia?... - era cierto, el abogado maleducado la mencionó. Y ahora que lo recordaba, la mencionaron en la llamada telefónica. El impacto de oír sobre su muerte había tachado los otros detalles de aquella llamada telefónica. 

Me golpeó fuerte. Sumida por la pena, el shock y el dolor de la noticia, había tenido la mente tan nublada que no había sido capaz de pensar en todo eso. - E..estás sugiriendo que nos están... mintiendo? - miro a Lucius, buscando una respuesta, luego a Rhys, parado con copa en mano. No me salían las palabras, apenas era capaz de hilar mis pensamientos, en verdad.

-La secretaria realmente se comportó fuera de toda normalidad, desde mi punto de vista. Y ese abogado es... - *un irrespetuoso impresentable. Un maleducado... ¿acaso era alguien de quien pudiésemos fiarnos? - Me mordí la lengua, pero mi expresión dejó claro que no aprobaba su conducta. ¿El cuerpo estaba demasiado descompuesto? ¿Cuántas horas hacía que había muerto? ¿Y si habían enviado la noticia más tarde de lo normal?  Ni siquiera sabía la causa de la muerte, no me habían informado de nada, y no había ni pensado en ello. Aquello se me escapaba, no sabía que contestar. 

Sólo podía mirar a Lucius, era el único de los aquí presentes que estuvo cerca de Marcelo durante todo el proceso. - Lucius?... hay algo que... debamos saber? - mis ojos dudaban entre unos y otros - ¿De qué ha muerto mi padre? ¿Qué ha pasado todo este tiempo?... - bajo la luz tenue de las linternas, la situación era inquietante.

 

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20/04/2023, 19:39
Cletus

Asintió dando la razón a Edwar, tanto en lo de que hubiera sido mejor dejar en paz el ataúd como en lo de la incineración y dedicó un gesto de despedida a Lucius antes de que este abandonara la habitación y los dejara a los tres con su charla. Sentía cierto alivio al saber que la chica estaba reponiéndose, menudo susto que se debía haber llevado, él mismo también lo había sufrido.

-Bueno, si nos ponemos así todo es susceptible de terminar en desastre, pero creo que lo de la incineración es más seguro, accidentes siempre los hay por supuesto, pero vamos a intentar pensar de manera positiva. -Le dio otra calada al cigarrillo mientras pensaba en lo retorcido que parecía el abogado. ¿Le enseñarían esas cosas en la carrera o ya las traería de serie? No le apetecía estar mucho tiempo en aquella habitación, en realidad solo quería que terminara toda aquella ceremonia y regresar a casa, pero parecía que tendría que aguantar un poco más de tiempo. Se giró hacia el cineasta preguntando su opinión.- ¿Que te parece Ed? ¿Te importa que te llame Ed? Yo mientras no sea lo de ir a ver de nuevo el cadáver creo que me apunto a cualquier cosa. -Dejó unos momentos para que contestara aunque mientras tanto pensó en algo y añadió.- Todo esto podría ser perfectamente un guión para tu siguiente película. ¿Has hecho alguna de miedo?

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21/04/2023, 16:05
Rhys Michael Johnson

Y ahí estaba, por fin. El motivo por el que mi madre estaba revolviendo a todos. Se acercaba a la impresión que me habían dado sus exigencias y preguntas, no en vano era mi madre. Le preparé un coñac mientras la escuchaba y le ofrecí el vaso. Luego le hice un gesto a Rosalind con una mirada interrogativa, por si ella también quería una bebida fuerte. En ese momento, al mirarla, me dio un poco de pena. Se la veía muy perdida y no solo tenía que lidiar con la muerte de su padre, sino también con el hecho de que esa secretaria tan sospechosa supiera más de él que su propia hija. 

En fin, que nada de esto era lo que habría querido encontrar cuando decidí venir al funeral. Pero así era la vida con la familia Bartou, nunca obtenías lo que querías y pocas veces lo que esperabas. Pero ahí estaba y desde luego el tema era lo bastante escabroso como para no dejarlo pasar. Bebí un sorbo de mi propio vaso, pensativo, antes de hablar. 

La verdad, desconozco los tiempos de los procesos de descomposición —reconocí. Seguramente Margot sí los sabría, si le preguntase, cosa que no iba a hacer; a ella le gustaba saber esas cosas—. Pero las moscas y el olor… ¿no podrían haber tratado el cadáver para evitarlos? Sí es un poco extraño. 

Sacudí la cabeza, disgustado con todo el asunto. 

No me gusta esa secretaria. Es demasiado conveniente. Hasta su nombre lo es. En cuanto al abogado, madre, podrías contratar a otro, uno en el que podamos confiar, para que venga y nos asesore con todo este asunto. ¿No tienes alguno que te sea cercano?

Después llevé la mirada hacia el mayordomo, al que mi prima estaba interrogando. Él había estado en la casa todo ese tiempo, si había sucedido algo extraño, quizás lo hubiera notado, así que me interesaba escuchar sus respuestas. Contra todas mis ideas previas, estaba empezando a interesarme personalmente por aquel misterio que mi madre creía haber encontrado. 

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22/04/2023, 12:09
Priscilla Bartou

Priscilla cogió con sus dedos huesudos, que temblaban ligeramente, el vaso de coñac que le tendió su hijo. Y apuró un buen trago mientras les escuchaba, tanto a Rosalind como a Rhys.

-¿Un abogado...? No es mala idea. Alguien con quien contrastar la posición de ese tiparraco maleducado. Si tienes algún candidato, adelante, si no, puedo avisar a quien lleva mis asuntos, aunque no es nadie especialmente brillante, ya os aviso. 

Se giró entonces a Lucius.

-Lucius. Te hago las mismas preguntas que Rosalind, y te conmino a responderlas. Sé que las que te hice, estando vivo Marceló, no podías responderlas porque le debías lealtad y respeto, y obediencia, ya puestos a decir. Pero ahora mi hermano, su padre, ha fallecido. Y esa lealtad nos la debes a nosotros. A los tres aquí presentes. Su memoria debe ser restaurada con dignidad, no podemos permitir que intereses ajenos -y el tono agresivo con el que pronunció la palabra dejó fuera de toda duda la intención- mancillen su recuerdo, y, sobre todo, oculten acciones turbias o envuelvan su muerte de incógnitas indignas. Habla pues.