Partida Rol por web

Encogiendo mis hombros, no tengo mucho para decir ya que prefiero no ir a la Enfermería de momento con tal de incomodar a Maki en demasía. Ya de por sí había llamado la atención con su actitud creepy y prefiero verla en entornos mas normales que no me den tanta sensación perturbadora. Por esa razón camino muy pegada a Seiji ya que estamos abrazados mientras regresamos al lugar en donde hemos estado comiendo y donde básicamente ha surgido todo. 

—Hm... ¿Dices salir a correr?—le pregunto un tanto preocupada—. No es que goce de un excelente estado físico, pero puedo intentarlo y no morir en medio. 

Y al ver que me lo está diciendo en broma, rápidamente me siento sobre su regazo y le hago morritos. Es muy malo cuando se lo propone, así que inicio la venganza con un poco de cosquillas en los costados, aprovechando que lo tengo muy cerca de mi y accesible para las maldades, que obvio están a la orden del día. 

—Eres muy malo, muy muy malo Seiji. 

Quizás era momento de darle un poco de normalidad al día y no veía mejor oportunidad que estar con mi novio, siendo nosotros mismos mientras el misterio de la chica nueva queda relegado por un rato. Después tocará regresar a clase con todo lo que ello implica y quiero aprovechar, este instante. 

Al ver a las dos chicas la enfermera se acerca y con un tono de voz amable dice:

Uy estas sangrando ¿no? Espera, vamos a ver

La mujer se acerca con unos algodones y se acerca a examinar a Maki, la mujer al principio parece un poco extrañada, pero no tarda en limpiar la nariz y comprobar como no tiene nada, mira a las dos chicas y dice:

¿Como sucedió? ¿Te has dado un golpe o algo?

Mientras espera una respuesta toma un pulsometro y se lo coloca a Maki, esta parecía mas que acostumbrada a lo que estaba sucediendo. Tras unos pocos segundos la enfermera mira extrañada el aparato mientras dice:

No creo que tengas nada grave… pero creo que hoy deberías ir al hospital.

Le quita el pulsometro a la chica y le da un pequeño golpe mientras comenta:

Que raro… es nuevo y ya va mal

Las dos chicas iban a decir algo cuando de repente la campana empieza a sonar, es Yui la que habla en ese momento:

Vaya… que pena, supongo que tienes que volver a clase ¿verdad? No pasa nada, ya nos veremos

Decía mientras guiñaba el ojo, sin duda para provocar un poco a Ouchi, aunque este no supiera realmente que insinuaba la chica

Aki se reía de forma muy exagerada ante el comentario de Yui, la chica comienza a caminar con su amiga hacia la salida mientras comenta:

No te lo creas tanto…

Para ambas marcharse por donde habían venido riéndose

Den se dirige hacia la enfermería, Yuka había decidido llevar las cosas a la clase ayudada por Aoi, esta le dice:

Yo iré ya al aula, le explicare al profesor de ingles porque no estais, porque como han dicho Ume y Seiji el descanso de las clases esta a punto de terminar.

Comentaba la chica mientras recogia sus cosas y se encaminaba hacia el aula. Poco antes de llegar a la enfermería el timbre suena y los alumnos empiezan a marcharse, por el pasillo caminaba el director del instituto que parecía ir comprobando como los alumnos iban a sus respectivas clases.

Mientras la pareja hablaba suena el timbre que indicaba que las clases se reanudaban. En la terraza todo el mundo estaba marchándose en ese momento. Ambos pueden ver como Haruka les mira con una leve sonrisa de satisfacción.

La atención de Oshima fue presta y amable como siempre. Quizás habría sido incluso mejor si Maki hubiera respondido alguna de las preguntas de la enfermera. La misma Amaya quería responder, pero sabía que no le correspondía, sobre todo considerando que apenas conocía a Maki y el historial médico de la niña, que Amaya no conocía al detalle pero entendía que debía ser extenso.

Le sorprendió la recomendación de Oshima. Al fin y al cabo, ¿quién va al hospital porque le sangre un poco la nariz? De hecho la hemorragia había cesado. Sin embargo Amaya hizo lo que le pareció correcto.

_¿Sabes cómo ir al hospital? Si necesitas que te acompañe solo debes decírmelo.

También la extrañó lo del pulsómetro. Incluso llegó a pensar en pedir que se lo tomen a ella, para corroborar que efectivamente no funcionaba, pero si esa también era una consecuencia del tratamiento pasado de Maki, no quería exponer a la chica a tener que dar demasiadas explicaciones.

La enfermera comienza a recoger las cosas y les indica que pueden marcharse. Maki por su parte sale de la enfermería caminando tranquilamente junto con Amaya, cuando se detiene y dice:

Voy todos los días al hospital, pero no voy a ir ahora, estoy cansada de los hospitales, me he llevado mucho tiempo viviendo en uno y estoy cansada

La chica comienza a andar pero no hacia el aula, sino hacia el exterior del instituto, mientras camina hablaba con tranquilidad:

No es agradable estar en un hospital, viendo a gente que sabes que pronto morira y que no volverás a ver… ademas esos médicos siempre con mascarillas, ¿sabes? Al final muchas veces terminas por dejar de reconocer a las personas, te resulta extraño ver las bocas de las personas.

La chica seguía caminando hacia la salida.

Lo que la chica decía tenía sentido. Debía ser duro para ella tener que estar en un hospital mientras los chicos de su edad realizaban otras actividades más divertidas. Y eso tan impersonal debía ser feo también, ni siquiera poder ver el rostro de la persona que te atiende. Eso de cualquier modo generó aún más intriga en Amaya, dado que a ella la atendían a cara destapada cada vez que iba al médico.

_Claro, entiendo. Además reconozco que me sorprendió la indicación de la enfermera Oshima. No me pareció que un sangrado de nariz ameritara tanto como ir al hospital. Además te mejoraste bastante rápido, afortunadamente. Cuéntame un poco de tu tratamiento. Pensé que cuando habías vuelto de Estados Unidos era porque lo habías terminado, pero veo que sigues yendo al hospital.

Al ver que iba en la dirección equivocada, Amaya la tomó de la mano y le pegó un delicado tironcito, con intención de conducirla en dirección al aula.

_Vamos, es por el otro lado, cuéntame por el camino.

Despues de recoger mis cosas parecia que ninguno de mis compañeros me acompañaria a la enfermeria para ver como se encontraba Maki asi que, finalmente me dirigi hacia alli sola; mientras me encontraba por los pasillos el timbre que marcaba el comienzo de la siguiente hora de clase sono lo cual denotaba que debiamos volver a nuestras aulas.

Tanto Yuka como Aoi me habian informado que informarian al siguiente profesor de nuestro retraso en caso de que sucediera aquello lo cual en parte me reconforto, aunque tal vez me perdiera el comienzo con mis compañeros seguro podria recuperar aquel ratito y no habia, en aquel momento nada mas importante que ver como se encontraba nuestra nueva compañera.

Por el pasillo el director del instituto se encontraba asegurandose que todos los alumnos se dirigian hacia sus respectivas aulas, por un momento pense en esconderme pues yo no debia estar alli pero aquello resultaria sospechoso y mas en una alumna dedicada como yo, asi que respire hondo y acelerando el paso segui dirigiendome hacia la enfermeria; si el director me paraba ya le explicaria lo que estaba sucediendo

— ¿Malo yo? Te vas a enterar...— Y en ese momento achuchó más fuerte a Ume y le comenzó a dar besos por la cara y cuello sin dejar que la chica pudiera oponerse. De golpe, el ruido del timbre rompió aquella estampa de los dos chicos jugueteando. Seiji se quedó mirando a Ume con una sonrisa, aún jadeando por el esfuerzo del juego y tirados en el suelo volvió a besar dulcemente a Ume en la boca. — Venga va, que tenemos que volver a clase.—  Se levantó de un salto y tendió la mano a su chica. — Ya no queda casi nadie aquí...— Realizó un rápido vistazo a la azotea, pudiendo ver a los alumnos dirigiéndose a la salida, para darse cuenta que Haruka les estaba mirando. — Mírala, ya está pensando en chismorrear por ahí.— Le dijo a Ume mientras realizaba un gesto con la cabeza hacia la posición de Haruka. — Siempre está atenta a lo que hace todo el mundo...

Luego ayudó a Ume a terminar de recoger todo entre risas y caricias para luego volver a tender la mano a la chica. —¿Vamos a clase juntos? A ver si vemos a Den y Amaya y nos cuentan como fue todo en la enfermería.

Ouchi sacudió la cabeza. Lo ultimo que quería era convertirse en una marioneta de esas dos. Aunque...

Se metió en la ducha aprovechando que no quedaba nadie. Llegaría algo tarde, pero se lo explicaría más tarde al profesor. Siempre podía echarlas la culpa. Se lavó por completo y se pasaba la mano con cautela por la cicatriz, que comenzaba en el pezón izquierdo hasta el esternón, haciendo una S invertida. Mientras pensaba en la nueva, esa horrenda chica que tenía tantas preguntas a su alrededor. Por no pensar en ella y en su negra sangre decidió pensar en Aki y Yui.

- Hubiera estado bien -se dijo. Hacía ya unos meses que había roto con Azami. El dolor de la ruptura sentimental había durado unas semanas. Detrás solo había quedado la necesidad del contacto físico, el deseo. Por eso se imaginó cediendo al chantaje de esas dos, mientras terminaba de ducharse. Porque Aki estaba buena, eso se lo concedía. Yui estaba incluso más buena y encima se daba aires de zorrita. De todas maneras, que importaba. Seguro que eran bolleras.

Pero había habido algo en lo que habían dicho que se le escapaba. ¿Le preparaban alguna putada?

Después se apuró. Tenía que llegar a clase lo antes posible.

Maki se detiene y se gira en silencio, tras unos segundos dice con una leve sonrisa:

Voy al hospital como me recomendó la enfermera… a fin de cuentas, mi estado de salud no es como el de los demás, ¿verdad?

Y sin decir nada mas se encamina hacia el exterior del instituto.

Y nos encontramos en el suelo, yo haciendo cosquillas como puedo mientras Seiji me desarma con esos besos que esparcidos por las mejillas y el cuello no me dan chance para meterme con él. Al contrario me encanta y es inevitable que entre tanto juego, alguno que otro surge entre nuestras boca como recompensa de lo compartido. El asunto es que el sonido del timbre nos anuncia que se termina la diversión y toca volver a clase, lo cual no me apetece tanto. 

—Me gusta ese lado malo tuyo—digo al estar de pie mientras lo abrazo—. Toca clase, lo sé.

Luego cuando señala a Haruka, sonrío mientras se encojo mis hombros. 

—No te preocupes, nada tenemos que ocultar y pues que se enteren. ¿No?

Es que poco me importa lo que opinen los demás, ahora soy inmensamente feliz pese a que había comenzado el día un poco raro. Nunca imaginé que algo bonito me estaba esperando y por eso es que tras coger la mano de mi novio, camino junto a él tras asentir a la sugerencia de ir a clase. 

—Espero pase rápido la hora, así hacemos algo por la tarde—comento mientras regresamos al aula y dejo un beso en su mejilla—. ¿Te gustaría?

Y así, sin muchas mas interrupciones ni nada mas allá de lo normal termino el día. Maki no volvió a clase, aparentemente se había marchado según pudieron enterarse mas tarde al hospital por recomendación de la enfermera del instituto, Eiko Oshima.

El día se había mantenido gris, frio y húmedo, aunque no había llovido, pero según los diferentes partes meteorológicos lo haría a partir de las 7 de la tarde. Las clases habían terminado y los chicos tenían toda la tarde para hacer lo que quisieran.

Amaya estaba aún desconcertada. Maki le había dicho una cosa y tras menos de diez segundos exactamente lo opuesto. Como fuera, era decisión de ella. Ya le preguntaría en todo caso al día siguiente. Decidió que mejor contar al resto. Algunos posiblemente estuvieran realmente interesados, e incluso para los que no, contarlo podía prevenir rumores.

_La enfermera Oshima ha visto a Maki. Dijo que estaba bien pero le recomendó que fuera al hospital, así que fue allí. ¡Bueno chicos, nos vemos mañana!

Ouchi escuchó las noticias acerca de Maki sin mucho interés. Bosquejaba en su cuaderno desde hacía rato, estudios de figuras humanas en movimiento. Hombres y mujeres, solo detalles. Manos. Cuando se quiso dar cuenta había dibujado una nariz de una cara de genero indeterminado y la nariz estaba sangrando un chorro de tinta azul que goteaba por la comisura del labio, mientras el único ojo le miraba desde el papel. Reprimió un gesto de disgusto y arrugó el papel, lanzándolo con habilidad a la papelera de la esquina. Recogió sus cosas, oteando al resto de la clase. No dejó el lugar hasta que Aoi lo hizo, como esperando algo.

Después se echó la mochila al hombro y comprobó su agenda en el móvil. No tenía entrenamiento, pero quizás alguno del equipo estaría allí haciendo sombra. Quizás podría hacer algo de sparring. Indeciso, miró al cielo. Recordó no haber traído el paraguas.

- Si no llueve... molaría ir al centro comercial -dijo, aunque no se dirigía a nadie más que a si mismo.

Al parecer Maki tuvo que dejar el resto de lo que quedaba de clase, cuando Seiji escuchó las palabras de Amaya miró a Ume con una cara de desconcierto. ¿Tan grave era?, pensó mientras terminaba de recoger las cosas introduciéndolas de cualquier manera en su mochila. Sacó su gorro y se lo colocó, para luego mirar a Ume con una sonrisa.

— ¿Vamos? — Le dijo tendiéndole la mano. — El día se está poniendo muy feo y no llevo paraguas. Si te apetece podemos dar un paseo juntos y te acompaño a casa. No quiero que nuestra primera cita sea pasada por agua y que mi chica acabe constipada. — frunció el ceño mientras volvía a mirar las nubes grises aproximarse.

Finalmente a media tarde el día rompió a llover, la lluvia en un principio era esa lluvia desagradable, muy fina pero que cuando estas un rato bajo ella termina calándote, y fue aumentando poco a poco hasta llegar un momento en el que incluso ya de madrugada se escuchaba una tormenta, con fuertes luvias, rayos y truenos.

La mañana amaneció húmeda, pero según los meteorólogos no había amenaza de lluvia en todo el día y poco a poco el día iria poniéndose mas frio, pero mas soleado. El instituto estaba como siempre. Las dos primeras clases, una de matemáticas y la otra de japones fueron como siempre, aburridas para la mayoría, entretenidas e interesantes para otros.

La tercera clase era Educación Física y hoy tocaba atletismo, por lo que tendrían que correr en la pista, la cual para desgracia de todos los presentes estaba lo suficientemente seca como para poder correr en ella sin problemas. Todos los alumnos estaban frente a la pista de atletismo preparados para recibir las indicaciones del profesor el cual en esos momentos estaba hablando con una alumna y parecía bastante contento y animado

Cuando la chica se separa del profesor este mantiene una sonrisa bastante bobalicona mientras algunos de los alumnos tanto chicos como chicas le miran mal.

Bueno chicos, vamos a correr… a ver, vamos a hacerlo por grupos de cuatro… ummm primero van a correr… Aoba, Seto, Hiwatashi y Komamura

Todos sabian que Haruka no era una buena atleta y la chica suspira profundamente cuando le toca salir a correr, la chica camina casi arrastrano los pies y se coloca en su posicion, Komamura por su parte es uno de los chicos mas atletico de la clase que todos saben tiene una pequeña rivalidad en atletismo con Yuki ya que esta es realmente rapida corriendo.

Maki por su parte cuando escucha su nombre de parte el profesor simplemente se coloca, la chica llevaba unas zapatillas deportivas sencillas pero alguien que las viera detenidamente podia ver que eran de marca, aunque eran bastante discretas. Justo antes de colocarse en su posicion mira a Yuki y con una leve sonrisa le habla:

¿Eres buena en esto?... creo que no te caigo bien… supongo que como me insultaste tendré que humillarte en esto ¿verdad?