Partida Rol por web

Airlia se dio la vuelta, y dejo que Medusa la alcanzara. Seguia enfadada, pero sonrio al oir su disculpa:

-Tu no tienes la culpa, sino yo. Deberia haberme callado, sobre todo conociendo la personalidad de Raiza. Por ahora no necesito a tus guardianes, ya que no creo que los orcos lleguen pronto a mi isla. Y hay zonas mas necesitadas.

Entonces resono la voz de su hermano Tabahätta.

-Pero Tab tiene razon.

-Mis centauros de momento no  tienen el don del fuego porque no lo necesitan, les estoy proveyendo de otras habilidades para suplir esa necesidad... los arcos y las lanzas lo hacen con madera que los arboles no requieren y dejan suelta, eso tambien se lo supe enseñar desde un principio...entiendo que intentes poner paz entre nosotros... pero las maneras de Raiza han estado fuera de lugar por lo que no me ha dejado otra opción...la pedi al igual que a ti que si llegado el momento tendria su apoyo... y empezo a insinuar que podria llegar a querer a esas criaturas...si hubiera sido de otro modo, ten por seguro que hubiera actuado de otra manera...ademas mi ofrecimiento era solo ...eso, una ayuda para vuestras criaturas...no nos debemos imponer cosas pero al menos debemos de intentar entender los sentimientos de los demas...Raiza no ha intentado nada de eso... por lo que mi decision de momento es firme.

- Me apena que no atiendas a razones, hermano mío... me apena enormemente. Aunque me quedo con tus palabras, ¿deseas entonces que tus Hijos no dispongan del fuego?

En sus palabras se distinguía una gran tristeza.

-Acaso os he negado la naturaleza para con vuestras razas?? Yo no estoy diciendo eso querido hermano... el tema ronda siempre cerca de esa raza...no forman parte del circulo de la vida y como tal no puedo permitirlo...

Medusa bajo los hombros alicaido... tenia que haber tratado el tema de la naturaleza más desde el principio y con mas cuidado, ahora el caos rondaba en toda la misma fauna y flora...

-Ademas tu no atiendes a la forma de tratar de Raiza...se lo vais a seguir permitiendo porque sea la Deidad de la guerra? Cuando ella atienda a razones yo atendere...no creas que lo que me dices no me cala, me trataste con consideracion cuando te pedi ayuda...asi que no me amenaces con el fuego... esta de más en tu forma de ser...seguire pensando el tema de los guardianes aunque no lo lleve a cabo, pero no pasara mucho mas tiempo en el que mis palabras os resonaran en el corazon cuando la naturaleza real de los Orcos se deje ver a la luz.

Medusa pudo notar cómo el Dios del Fuego se molestaba con su comentario.

- Cuando te amenace, querida hermana, lo sabrás. Así que cuida tus palabras y no insinúes que te amenazo con mi don. Sólo he repetido las palabras que tú mismo has pronunciado.

Luego pareció calmarse, haciendo alarde de la misma paciencia que solicitaba al resto.

- Conozco cómo son mis hijastros, porque al fin y al cabo son parte de mí. Y no creas que estoy defendiendo a Raiza, sé mejor que cualquiera de vosotros cómo es, quizás por eso la comprendo en su actitud, aunque no la respete. Me preguntaste si te ayudaría llegado el momento, ¿qué ayuda has pedido? Sólo nos has ofrecido unos excelentes guardianes, cosa que aplaudo, pero en ningún momento has planteado con el resto de Dioses usar tu poder para defender tu Reino. Tenlo en cuenta.

Los ojos de Khalis no podian apartarse de Serune, cada gesto, cada movimiento, cada palabra podrian hacer perder la razón a cualquier mortal y poco le estaba costando a un Dios no perder la poca que tenia.

La discursiones de sus hermanos al otro lado de los muros le ditrajeron durante un segundo, un segundo que para el Dios del tiempo puede ser mucho tiempo. Khalis era nervioso e hiperactivo, pero no hacia las cosas impulsivamente le gustaba pensar.

Durante ese segundo medito, si la guerra y el fuego habian creado a los orcos ¿que saldria de ellos? Por otro lado conocia el poder de los sentimientos de Serune, y lo que podian hacer... Y lo que podia pasar si la rechazaba, aunque la curiosidad era enorme.

El segundo paso, y el vestido descendio hasta el suelo y ante el cuerpo casi desnudo de la diosa no habia razonamiento valido. Solo existia una opción. 

Al instante despues de que Serune se echase sobre la cama, Khalis ya estaba a su lado, sus guantes habian desaparecido desvelando asi la verdadera piel del dios. Una manos grandes y dedos de pianista, largos y agiles, acostumbrados a los juegos de manos. El dedo indice comenzo a recorrerer lentamente la piel de la diosa.

-Raiza y Tabahätta, no sabian lo que pasaria, pero nosotros si... Y aun asi nos arriesgamos. Pero algo me preocupa mas, lejos de nuestras creaciones, nuestros dos hermanos tenian fuertes sentimientos entre ellos... Tu eres la diosa del amor, todos tus sentimientos son fuertes pero ¿que esperas de mi? Lo unico que me a traido hasta aqui a sido la curiosidad...

Gotas caian de loke produciendo una musica calmante, al tocar el suelo las pequeñas gotas eran reabsorbidas.

- Es estraño ver al padre caos pidiendo cordura. Luego de una pausa. Pero Tabahätta tiene toda la razon.

- Medusa ofreces proteccion, pero ya mis acolitos estan en el mundo y llegado el momento impediran que las razas se reproduzcan tanto como para acabar con todo lo que les hemos dado.

Mientras muestra la imagen de las dos sierpes en su vientre.

Ademas, tus bellos bosques seran usados de una u otra forma, si quieres protejerlos aumenta su ciclo reproducitvo y o pidele a khalis que acelere su reloj, pero si quieres que no sufran ningun daño crealos en el pequeño mundo donde no existen razas que puedan hacer uso de ellos.

Desapareciendo y reapareciendo detras de Raiza y Tabahätta al mismo tiempo, envolviendolos en un humedo abrazo.

- Hermanos, los amo, y como tal amo sus creaciones concientes o no. Sus pequeños orcos poseen mi admiracion, y ademas los considero algo bueno, ya que su presencia hara que los demas se adapten y fortalezcan o si no pereceran.

Desvaneciendoce de nuevo y apareciendo a unos metro sentdado o mejor dicho circulado en un trono acuoso. Contemplando.

Cita:

-Bien...es vuestra opinion y como tal la respetare, pero os hago una advertencia aqui y ahora a todos vosotros. Llegara un dia en el que esas palabras sobre los orcos se os atraganten y os arrepentireis de no haber tomado partido antes.

Medusa desapareció de aquella casa. Ya no la consideraba su hogar. Habia mucho espacio libre en Ruth-adum, por lo que podria hacerse su propio edificio. Uno acorde a sus necesidades. Una bonita torre alta y esbelta que recordaba a sus adorados arboles.

 Medusa salio de la casa... camino por los jardines, y miro hacia el infinito... entonces la vio, aquella gran torre, como no la habia visto antes? habia estado todo este tiempo ahi ? estaba entre los arboles mas grandes del jardin de la casa... pero hasta ahora no habia reparado en ella, no era la torre mas alta, pues en el centro de la casa del cosmos se levantaba una que parecia perderse en el infinito, pero si estaba separada de la casa y sobresalia por encima de todos los arboles.

-Y la curiosidad saciaremos hermano...- el tono de su voz también es nuevo para ella, realmente seductor.

Sus labios se acercaban a Khalis mientras los cuerpos de ambos se pegabany envolvian el uno al otro....

¿Qué habría pasado si Medusa no hubiese dicho esas palabras? Quién sabe.

Al escuchar a su hermano, el dios de la naturaleza, Serune abrió los ojos de pronto, se separo de Khalis, apareciendo ante la puerta, vestida de nuevo.

-Yo...lo siento Khalis...ya...ya hablaremos.- de hecho está bastante sonrrojada por la situación, pero la discusión de sus hermanos...y la decisión de Medusa...

Se marcha en busca de su hermano.

Serune apareció ante Medusa, se la ve agitada, sonrrojada levemente. ¿es la decisión del dios de la naturaleza la que la tiene asi?

-Medusa...no te vayas...-

Lo mira suplicante.

Las palabras de Serune cargadas de sensualidad apunto estaban de hacer perder la poca razón que le quedaba al dios. Sus manos desnudas se dirijieron hacia la parte mas baja de su mascara de porcelana para deshacerse de ella, mientras los labios de su hermana se acercaban.

Pero el destino quiso que fueran interrumpidos... Cuando se quiso dar cuenta su Serune ya no estaba entre sus brazos y la electricidad que le envolvia cuando la tocaba comenzo a desaparecer, al mismo tiempo que sus ojos la buscaron rapidamente.

-Tranquila, esto solo prueba... Que aun no era el tiempo adecuado...

Sus manos se deslizaron rapidamente en los bolsillos de la gabardina y cuando salieron volvian a estar con los guantes, la piel del Dios del tiempo volvia a ser un misterio.

Khalis se manifesto en su rincon favorito del balcón, con los pies colgando al vacio, no dijo ni una palabra sobre la discursión acontecida, aunque la habia escuchado evidentemente. Pero como siempre, la expresión del dios era un misterio, imposible deducir si estaba afectado o simplemente maquinaba algo.

Extendio los brazos a la nada y sus 4 sabuesos se manifestaron, cada uno con una forma diferente. El dios les hizo acercarse lentamente a el uno a uno y susurro palabras a sus oidos y los 4 se desvanecieron tan rapido como habian llegado.

-Peleas... Desacuerdos... Secretos... Pasiones...

Observo sus propias manos enfundadas en finos guantes de cuero, y observo la creación pensativo.

El Dios del Fuego sonrió, sorprendido, ante el comentario de Loke. Era de los Dioses con quien menos tenía que ver, ya que sus Reinos estaban muy lejos el uno del otro. Luego, observando desde la atalaya de Ruth-adum, observó con pesar cómo su hermana Medusa se marchaba lejos, a un lugar sólo para él.

- ¿Acaso es a lo que estamos destinados? ¿Al conflicto? - murmuró.

Entonces algo llamó su atención. Uno de los dioses estaba usando su poder con los Tanar´ri, y Tabahätta se enfureció. Iría frente a él y le arrancaría...

- Un momento - se dijo - ¿Serune?

Era a la vez una pregunta y una llamada. ¿La diosa del Amor había dado un hermoso regalo a sus criaturas?

Medusa miro fijamente a Serune

-Es a lo que me habeis obligado, ya que mis regalos no son bien recibidos y mi forma de pensar resulta un tanto abstracta, debo dejaros por un tiempo. Debemos ver como evoluciona el mundo y actuar acorde a como ese mundo evoluciona...ademas no puedo estar con hermanos que piensan que una raza destructiva por naturaleza puede ser buena para nuestro mundo... mi naturaleza...mis animales estan dentro del ciclo vital y por lo tanto no lloro sus muertes por el bien de otro ser...es el ciclo de la vida... los animales necesitan alimento, necesitan calor...pero los orcos... NO! Me es imposible concebir que esos seres se alimenten de mis animales, destruyan mis plantas...el dolor que siento es muy hondo y ellos solo han abogado a que lo dejemos pasar... bien, a eso me dispongo

Medusa siguio caminando hacia su nuevo hogar en el seno de Ruth-adum

-Esta nueva torre sera mi hogar por el momento, aqui podre pensar con claridad,- Medusa se giro hacia Serune esperando una respuesta o por lo contrario subir hacia su nuevo hogar.

-Por las palabras de dos dioses nos condenas a todos a la perdida de un hermano. Aún suponiendo que tengas razón y ellos no, lo que das por sentado y no es necesariamente así, ¿Por qué marcharte? En cualquier caso, eso solo da la impresión de que les concedes la razón a ellos. Largándote sin argumentos con que rebatirlos.-

Se acerca, más conciliadora.

-Yo no pienso permitir que los orkos pongan un pie en la isla de mis elfos. No me importa lo que ellos piensen. Pero tampoco lo permitiré a ninguna raza hostil. ¿Cómo? Dotandolos de defensas. Haciendo lo posible por ayudar a los mios sin interferir directamente. Esos...hombres arbol que quieres crear, crealos, que protejan toda naturaleza, pero que la protejan de todos, no de los orkos. No se podrán quejar de ello. Esas criaturas defenderan la naturaleza contra todo daño. Si para ello deben matar Barbaros, okos o centauros...les dará igual. Sin embargo ¿Quién atentará más contra la naturaleza?-

Serune sonríe.

-Por esa misma razón, no creo que sean necesarios en mi isla, ya que allí, los elfos y los unicornios serán feroces defensores. Y están lejos. El regalo que me ofreces, no lo rechazo si insistes, pero para darles mejor uso, te los ofrezco para que los envies donde serán mas necesarios. Cerca de los orkos...pero recuerda...sutileza...-

-Quizas les este dando margen a mi hermanos porque no quiero seguir generando discusiones...ademas seguimos estando en la misma tierra de Ruth-adum...solo me distancio de los que no quieran verme...tu seras siempre bienvenida a mi torre,- Medusa se acerco a Serune y le puso las manos en sus delicados hombros,- siempre has sido mi favorita de entre todos nuestros hermanos, eso ya lo sabes cuando te di mi don en tu isla. Respecto a tus palabras tienes parte de razon, los guardianes seran creados pero no aun, tengo que preparar algunas otras cosas antes para que el designio de la naturaleza se mantenga...

Sus ojos brillaron por un momento intensamente y una imagen paso rauda por su mente

-Es igual de bella que tu.

El gesto de Serune no le agrado mucho, parecia que fuera entregando regalos para congraciarse con unos y otros... queria pensar que su voluntad era buena pero su buena voluntad ya habia obrado mal otras veces.... Le dio un voto de confianza pero sin duda mantendria los ojos abiertos sobre ella.

Raiza miro a los orcos de nuevo, para ver que hacian y sonrio. No pudo evitar gritar un ¡Asi se hace!.- Dando una fuerte palmada y despues levantando el brazo como si esa victoria fuera un poco suya tambien.-¿Los habeis visto? Se ayudan entre ellos, tienen sentido de la hermandad, del honor y son valientes ¿Cuantos de vuestros niños queridos pueden decirlo lo mismo? 

-Gracias Medusa.- le da un beso en la mejilla antes de alejarse, notando la llamada de otro de sus hermanos.

Con las manos a la espalda, cogiendose con ellas ambos codos, aparece frente a su caotico hermano, dando pasos en linea, como una niña que juega.

-¿Me llamabas hermano?-

Por algún motivo nota cierto disgusto en su hermana Raiza, en la distancia.

Qué complicada es...