Partida Rol por web

La Rata Cornuda arrastraba los pies con prisa. Apenas su hermano lo vio, pudo notar la ira que llevaba. Movía la cola, nerviosa, de un lado a otro, casi vibrando, los dientes iban apretados y su mandíbula se balanceaba de un lao a otro rechinando la dentadura. Producía un pequeño chirrido que no podía contener. La deshilachada túnica parecía deshacerse a cada paso.

Te lo dije Atharon , te lo dije – gritaba fastidiado, parecía hablar para si mismo, con la mirada en el suelo – Esa perra. ¿La has visto? Ha enviado a sus hijos a la guerra. ¿Contra quién? Contra los míos, sin dudas. ¿Qué han hecho? Su odio es inexplicable.  – Levantó la mirada para encontrar los ojos de su hermano. – Has dicho que no querías dar el primer golpe, hermano. Ya lo ha dado ella. Bajó a Heris, fue hasta allá a darles la orden. Es inaceptable. Debemos estar preparados para frenar su furia.

La Rata Cornuda espero a que estuvieran todos sus hermanos nuevamente en la sala del mapa. Se puso de pie sobre su desvencijado trono, con su corta estatura ni siquiera se ve tan elevado.

- La víbora muestra los dientes, jejeje.  Que cobarde actitud has tenido, hermana – Habla señalando a Sharashiel  - Descender a Heris para envía r a tus hijos a una cruzada contra los míos. Este es un acto de guerra no provocado, y ni siquiera tienes el valor de declararlo aquí, entre nosotros. ¿A que se debe semejante prepotencia?

Eon se giró a la Rata cuando habló, sin mostrar perturbación. Por supuesto, él ya había visto los movimientos de los hijos de Sharashiel, pues casi nada escapaba a su vigilancia, ya fuera por los Heraldos de la Memoria o por el Ojo de Candrana. Él tenía sus propias ideas respecto a por qué los Ithazi marchaban, sin embargo, no dijo nada, pues prefería que fuera la Diosa del Tiempo quien diera las explicaciones pertinentes. Si consideraba hacerlo.

La diosa parecia ausente. Sin duda aun no habia terminado en la anterior sala. Pero aun asi, la imagen de la diosa que permanecia en la sala de los tronos se giro hacia la rata sin nombre que parecia querer ostentar el titulo de dios- ¿te diriges a mi? he de suponer que si, puesto que nadie mas ha descendido a Heris para mover a sus hijos en armas- Parecia adoptar una posición bastante neutra en la conversación a pesar de que las acusaciones se cernian directamente en ella- ¿Te sientes amenazado? temes que mis hijos pasen por tus tierras y las masacren a su paso?¿temes que el tiempo borre cualquier rastro de la vil existencia de tus hijos?... Cuan egocentrico eres si crees que debo perder al menos el tiempo en declararte nada.  Te recuerdo que tengo los ojos puestos en el mañana y no me gusta lo que veo, mis hijos van a detener un mal que se cierne en el este de su continente. Solo eso. Si les temes, escondete de su paso-

El dios del Orden escucho las palabras de su hermana y se intrigo aun más.

-Disculpa que me inmiscuya hermana… pero has despertado mi curiosidad… dices que mandas a tus hijos a destruir un mal que se cierne sobre el continente del norte… ¿puedo preguntar de que se trata? Me gustaría advertir a mis primogénitos si hay algo que pueda afectar al equilibrio de Heris.

Manteniendo su tono diplomático hablo también para Rata.

-Por otro lado os pido que mantengáis la concordia en el panteón… las palabras apresuradas y los pequeños resentimientos solo sirven para destruir lo que amamos... Como ya dije en una ocasión, si veis algo que os perturbe, habladlo y aclaradlo antes de sacar conclusiones.

Observé la discusión entre la diosa del Tiempo y el dios de la Corrupción, y tras las palabras de Rah-Nur no pude evitar intervenir. - Debo estar de acuerdo con mi hermano, Nith-Rah. ¿Qué es ese mal que nos acecha? ¿Algo ajeno a nosotros que hayas visto en el tiempo? ¿O es a caso un eufemismo para decirnos que vas a atacar a la Rata Cornuda? No entiendo a qué se debe tu ofensiva, quizá el comportamiento de sus hijos difiera del de los tuyos, pero no han hecho nadie salvo a ellos, y no han atacado a tus hijos. - Comenté con un tono cordial.

- Me sumo a la opinión del Dios del Orden, podemos mantener la paz y la unidad entre nosotros, a pesar de nuestras diferencias. ¿A caso no engendrará más guerras el comienzo de una? - Añadí finalmente, para después observar como continuaba la discusión.

Kotk-am-Toatl apareció en la sala aún algo pensativo respecto a todo lo que estaba encontrando en este tiempo reciente, y escuchó las palabras de sus hermanos- Hermanos, no nos apresuremos a juzgar sin saber que es lo que ocurre -dijo con su voz tranquila- creo que todos tenemos nuestros planes y todos tenemos nuestras intenciones, ya sean abiertas o secretas -hizo un gesto hacia Ziltath haciendo una ligera inclinación de cabeza al mencionar la palabra "secretas"- y nadie puede exigir saber el por qué.

Caminó por el plano y señaló "el Arca" de Arthaon- ¿Por qué les pones una tierra prometida tan lejos? -esbozó una ligera sonrisa- es solo un ejemplo, no quiero ofender a nadie, pero creo que si ella no quiere decirnos sus motivos está en su derecho, ¿o ahora tenemos que declarar y exigir las intenciones de nuestros hermanos en cada acto que realice? -negó ligeramente con la cabeza- creo, hermanos, que tenemos que tener un poco más de confianza entre nosotros, que yo sepa no hemos hecho nada para que la perdamos, ¿o sí? -miró inquisitivo a todos los presentes.

- Hermano, creo que si existe una amenaza en Heris debemos conocerla ¿no? No acusó, pregunto. Mis hijos no yacen lejos de los de Sharashiel y los de la Rata Cornuda, si algo les amenaza, a mi también me preocupa ¿No crees entonces que pueda preguntar a nuestra hermana cuál es esa amenaza? - Contesté ante la intervención del Dios de los Muertos.

-En ningún momento he dicho que no podáis preguntar, hermano, solo lo decía para que no se lanzaran acusaciones como la que había lanzado nuestro hermano Rata Cornuda, nada más -esbozó una sonrisa- todos tenemos derecho a preguntar, pero ellos también tienen derecho a no contestar -se giró hacia Ziltath, que era la más versada en estas cosas por ser su especialidad- ¿Qué opina nuestra hermana de la Verdad y los Secretos?

Mi opinión tiene poco que ver en este asunto, ninguno me ha amenazado así que no puedo mostrar mi apoyo a ningún bando, sin embargo he de recordar que a la Rata Cornuda se le advirtió en varias ocasiones del descontento que causaba con las acciones de sus hijos, si él decide hacer oidos sordos tampoco debería sorprenderse cuando nuestros hijos tomen precauciones. Ziltath atravesó la sala para sentarse en su trono a observar Heris, quizá fuera el momento de alzar las armas para espantar a los posibles agresores, sin embargo aún quedaba tanto por hacer. Aun así me preocupan más las sombras que recorren el lienzo, supongo que si hay un peligro real se trata de ellas, a fin de cuentas ni siquiera obedecen a nuestros divinos designios.

- En ningún momento Sharashiel ha dicho que envíe a sus hijos contra los Skaven, hermano - Ahora que todos habían hablado, Eon expuso sus pensamientos - Y aunque así fuera, no hemos contemplado ninguna norma ni ley que la obligara a ello. Ella puede ver en los cauces del tiempo, cosa que ninguno podemos, así que sus razones tendrá para marchar de esa manera. Todos habéis expuesto vuestras opiniones: Nith-Rah y Atharon buscando respuestas, pero como ha dicho Kotk-am-Toatl, nuestra hermana no está obligada a dar respuestas. Al fin y al cabo, no sería la primera disputa entre nosotros que no se soluciona pacíficamente. También Ziltath ha indicado algo interesante: tus hijos no crean, Rata, consumen; no colaboran, destruyen. Quizás su forma de vida sea un problema y una amenaza para el resto. Sin embargo, sólo son conjeturas.

El dios del Orden se encogió de hombros ante las vueltas que estaban dando sus hermanos y hermanas.

-Yo no exijo respuestas… de ser así las habría exigido cuando los Ithazi empezaron a moverse en armas. Sencillamente deseo estás preparado para lo que este por venir, y por la mención de Sarashiel, pedí que me aclarara cual es ese mal que mencionó.

-Si la dama del tempo prefiere no desvelar lo que ha visto en el futuro que así sea, pues ni el futuro ni los secretos son mi ámbito después de todo.

…

-Al margen de lo dicho, creo que no habríais de juzgar precipitadamente a los Skavens de Rata Cornuda. Puede que su forma de vida pueda resultar terrible a nuestros ojos… mas cada uno de nuestros primogénitos tiene sus pros y sus contras y cada raza ha elegido un curso de acción cada vez más diferente para sobrevivir en el mundo que hemos creado para ellos. Los Skavens son una raza más y merecen respeto, igual que el resto de las razas, siempre y cuando no supongan una amenaza real para Heris.

La diosa espero a que todos opinaran, cada dios era diferente uno de otro. Eso era algo evidente, y como muestra de tal cada uno dio una opinión diferente sobre el porque sus hijos marchaban. Le gustaron otras y de otras tan solo le molesto quizás el tono en el que se hicieron. Pero eran dioses después de todo y cada uno podía hablar como quisiese. AL igual que cada uno podía obrar de tal manera.

- Como bien habéis dicho y yo misma los he dicho también, soy capaz de ver mas allá de el momento en el que nos encontramos. No siempre es cierto lo que veo y no siempre veo una sola posibilidad. Si hay una amenaza ya visible en Heris, además de las sombras. Como dice nuestra hermana Ziltath. Pero no hay mas ciego que el que no quiere ver- Hizo una pausa mirando el mapa que tenia en frente. Observando que sus pequeños seguían la marcha sin a penas descanso- es una amenaza que quizás no veáis el resto por cercanía. Y gracias a mi nunca la sentiréis. Y no hablo de las acciones que acontecen ahora o acontecerán en breves. Si no porque la primera en sufrirlo siempre soy yo, mire por donde mire. Así que he de atajar esto antes de recibir un duro golpe. Como madre del tiempo que soy no voy a permitir ser dañada para poder responder. Pero. Como es algo que ya os garantizo que ni os afecta y en muy pocos futuros os llega a afectar, no os pido que participéis en ello. Si de verdad confiáis en mis guardianes. Dejadme seguir mi curso-

Miró por ultimo a Atharon- Aruthzan es una muralla para tu ciudad portuaria hermano. No tienes nada que temer, de mis tierras nada pasara a dañar a los tuyos-

“Lo vi en el futuro”, jejeje. Me suena a blanda excusa. – La Rata Cornuda mira a sus hermanos – ¿Y cuanto piensan que pasará hasta que el “futuro” diga que la amenaza son los hijos de cualquiera de vosotros? Dicen que mis hijos destruyen, es cierto, dejan las regiones sin nada, pero tienen la sabiduría de dejar el lugar cada cierto tiempo, y el lugar se regenera y vuelve a florecer. Se trata de que todos vivamos tranquilos en Heris, no de decidir que el prójimo es una amenaza y declarar la guerra. – Hace un suspiro profundo  - ¿No les parece al menos curiosos que de ustedes a quienes más le interesa el tema son quienes tienen a sus hijos viviendo más cerca y que quienes tienen a sus vástagos viviendo más alejados a este conflicto miren para otro lado y piensen que no es un problema suyo?  Hacen como si no se dieran cuenta que se refiere a los Skaven cuando habla de una amenaza. “¿Cuál es la amenaza?” pregunta, yo me pregunto lo mismo. “No ha dicho que sea contra tus hijos” jejeje me dan risa. ¿Esperarán a que mueran los primeros de los míos para reconocer que sí era contra ellos? Nith Ra, dices que mis skavens merecen respeto, ¿defenderás ese respeto o sólo serán palabras? Eon, dices que los skavens no crean, no colaboran… Tienen herramientas, sólo van más lentos, ¿es eso un crimen?, han domesticado animales, ¿acaso los hijos de los demás no consumen recursos? Cortan árboles, perforan la tierra y matan animales como los míos.

 Si hay que ir a la guerra, los Skaven irán a la guerra, y si tienen que huir y esconderse también lo harán. Sólo quería plantear esto y ver qué se puede esperar de cada uno de ustedes.

- ¿No me dices nada, hermano? No me ignores ahora. Hoy Sharashiel te asegura que nada te pasará, pero ¿Quién sabe qué le dirán mañana sus visiones? Este es un juego de poder, que hace nuestra hermana. Escucha mi sabio consejo, Atharon, únete a mí ahora y seremos dos contra uno, mañana quizás te encuentres sólo. A ambos nos conviene una alianza duradera.

-Suele ser normal, hermano, que los que estén más cerca de unas circustancias que pueden ser hostiles se preocupen más que los que están alejados, pero no puedo evitar ver que, en lugar de aportar un punto de vista, solo has echado culpas a otros hermanos. Esto es sencillo, si Sharashiel te ataca, tu te defiendes, y eso será así. Si tú la atacas, ella se defiende -parecía recalcar lo más obvio del mundo, pero que sus hermanos no comprendían- es sencillo, el único problema es que nuestra hermana ve muchas otras posibilidades, y si en su sabiduría no quiere decirlo, tendrá sus razones.

Miró al resto de sus hermanos- ¿Queréis seguir discutiendo hipótesis diferentes o puedo comentaros otra cosa que descubrí sobre lo que había en la sala de las estatuas? 

-La dama del tiempo ya ha respondido a mi duda… no tengo mas que hablar de este tema.

-¿Qué has descubierto sobre la sala de estatuas, hermano?

La diosa se giró hacia Kotk esperando su respuesta. Nadie mas dijo nada, era momento de escuchar verdaderas noticias interesantes.- Cuentanos hermano. De que se trata-

La diosa ademas de estar en la sala tambien se encontraba en muchos otros sitios. Uno de ellos era en el interior de la mente de su hermano- No quiero menospreciar a nuestros hermanos. Pero ya has visto su pasividad ante todo. Creen ser conocedores de la verdad absoluta. Del bien supremo y de el el poder sin igual... Pero cuando de verdad se vuelve todo en contra de alguien no mueven un dedo. Y no hablo de lo que ocurre con nuestro... inquilino de ruth adum- Se podia apreciar que no consideraba a la rata corunda como un igual, como un hermano. Pero esque realmente no lo parecia- Te siento debil hermano. Y eso que te nutres de uno de los focos que nacen en nuestro mundo. Cuanto tiempo mas podras aguantar asi? yo te lo dire. Poco, el tiempo de estos nodos es limitado. Cuando esto pase... te volveras mucho mas debil. Tanto como yo... No es tan solo la rata la unica que intenta absorver de forma pasiva nuestra esencia... te has fijado en Ziltath y sus hijos. tan solo se dedican a succionar el poder de los dioses para enviarselo a ella-

Se detubo un momento para que su hermano lo apreciara- no busco que acabemos con ella, pero algo hay que hacer... Hermano, necesito tu ayuda- SUs ultimas palabras intentaron no sonar desesperadas. Pero no lo consiguieron-