Partida Rol por web

Creación: Legado (II)

Asul-Adal: la casa del Infinito.

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07/02/2012, 16:51
Luvisi, el Observador

Gargoltar respondió el primero. La silueta que mostraba el Cosmos pareció que se fijase en él cuando hablaba. Cuando terminó de presentarse, Luvisi se sentó en su Trono y esperó a que alguien más hablase. Una de sus Hermanas levantó la voz para indicar su nombre; Gagogrlasr, el Forrador. Las palabras de lo que parecía ser su Hermana resultaron un tanto extrañas y confusas para Luvisi, algo en su ser le decía la disonancia entre lo que decía la Diosa y lo que su esencia divina parecía saber.

Dejó a un lado esa extraña sensación cuando otro Hermano habló, esta vez era Izkaal. Al cual Luvisi ya había visto antes y que su nombre había escuchado en el Hogar de los Dioses. Una intervención muy breve.

Posteriormente otro de sus Hermanos, al que había preguntado anteriormente, le formuló una pregunta. Le dijo que ya tenía que saber su nombre. El eco del tiempo, del Cosmos, jamás lo había oído... ¿por qué Luvisi lo debía conocer? El ser del Pensamiento y del Orden buscó en él mismo algo sobre aquel Hermano que aseguraba que debía conocerle. Solamente encontró hueco, un vacío de información, solamente notaba su conexión... el hecho de que eran Hermanos era lo único que sabía con certeza sobre ese ente.

De igual forma le ocurría con el siguiente Hermano, aquella bestia, que intervino después. Éste último quitó importancia al hecho de intentar darse a conocer entre los Hermanos. Luvisi se encontraba en una rara situación, no le gustaba. Se sentía contrariado, pues sabía que eran sus Hermanos pero no sabía de sus Hermanos nada más que su mera existencia. A pesar de ello, parecía que a aquella Criatura divina no le importase... o quizás él sí que conocía a todos los demás aún sin haberse dado a conocer en el mismo Cosmos.

Por todo lo que sentía Luvisi intentó explicarse con la Comunicación:

-Sois mis Hermanos, lo sé. Pero no sé más de vosotros que vuestra existencia. Siento huecos, agujeros, vacíos que creo que se deben a vosotros, me falta conocer vuestras esencias, me falta información... los huecos de Gargoltar, Izkaal, Slanya están llenos... al menos parcialmente... también lo está, aunque de una forma disonante, el de Gagogrlasr, el Forrador... Necesito de vuestro ser para yo mismo ser...-Esa era la verdad que unía a toda la Creación, a todo el Hogar. Pues en un principio eran Uno, eran Padre.

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07/02/2012, 17:32
Luciel , the nightmare whisperer

Luciel miro a la cara extraña que poseía aquel ser que era su hermano.

-Creía que eras mas inteligente hermano.
Yo soy el fin de todas las cosas,soy la muerte .
¿Un nombre te agradaria mas?,no lo recuerdas,pero mi nombre es Luciel ,¿Ahora estas entero?

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07/02/2012, 17:55
Luvisi, el Observador

Una "luz", más bien una oscuridad apareció para llenar uno de los huecos que faltaban. Era Luciel. Era el Hermano del fin, aquel que "ponía la cuenta a cero", la Muerte.

-¿Cómo mides la Inteligencia...? Si somos iguales... poseemos la misma inteligencia... Sin embargo, es el buen empleo de ésta la que dota a nuestros actos de Inteligencia y a nosotros de Listeza.- Y así Luvisi afirmó y comentó a todos su primera deducción desde que se produjo su Nacimiento. 

La estructura de "el Observador" parecía completarse cuando conocía a más Hermanos, así se demostraba la conexión que entre ellos, innegablemente, existía. Faltaba uno... además de la resolución de aquella disonancia que aún provocaba unas fluctuaciones en la esencia de Luvisi. "Miró" entonces a La Criatura, esperaba la respuesta que necesitaba.

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07/02/2012, 19:57
Cernunnos "El Salvaje"

¿Que ves en mi cuando me observas igual a mi,? - dijo Cernunnos sin voltearse, su voz era ahora apagada, casi complice como si le fuera molesto definir a otros su ser. -

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07/02/2012, 20:02
Luvisi, el Observador

-Un Hermano, con la imagen que parece que quieres mostrar. Nada más. Solamente veo una parte de la realidad, aquella que mis sentidos más mundanos pueden apreciar. Lamentablemente éstos no pueden llegar a percibir tu esencia sin tu permiso. Y el permiso es que tú mismo digas tu esencia. En ese momento podré tener una imagen completa de la Realidad.-aclaró Luvisi.

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07/02/2012, 20:13
Cernunnos "El Salvaje"

Cernunnos vuelve su rostro entonces a su igual, parándose lentamente del piso se yergue en toda su inmensidad, mirando por unos momentos a donde debería tener los ojos su hermano.
En su rostro impasible no se transcriben ningún sentimiento, su cara es como una mascara de piedra, salvo por sus ojos, esos ojos ambarinos.
Resopla entonces, como una bestia acorralada, y comienza a acercarse hacia su hermano, lo hace grácilmente, demasiado para el descomunal tamaño que posee.
Al llegar hasta el trono de su hermano se acuclilla, y acercando su rostro bestial hasta escasos centímetros del de su hermano, Cernunnos habre su peligrosa boca y dice:
 

- Mirame bien igual, voy a mostrarte que soy –

Y es entonces, cuando le muestra la totalidad de su ser.

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07/02/2012, 20:18
Cernunnos "El Salvaje"

Cernunnos es la vida salvaje, las hojas que caen de los arboles, las bestias que acechan en las sombras.
Cernunnos es todos los animales, y todos los animales son parte de su ser, ama la vida, la libertad, lo primigenio.
Cernunnos viene con las estaciones, y cambia con ellas.
Cernunnos corre con el viento, baila sobre los campos, y ama, odia, da vida y mata, sin consideraciones ni contemplaciones…como la misma vida hace.

- Que eres tu , pregunta a a la mente de su hermano, y su voz parece venir desde el centro de un huracan, cuyos vientos son una cacofonía de voces distintas - 

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07/02/2012, 20:31
Luvisi, el Observador

Observó el recorrido que su Hermano hizo hasta llegar a su lado.

"Mirame bien igual, voy a mostrarte que soy"

En ese momento una tenue luz, brillante y suave, recorre el ser de Luvisi. Aquella energía divina llenó el hueco de su Hermano, que se mantenía vacío hasta aquel instante. Cinco esencias se juntaron y entremezclaron, comprendió mejor a sus Hermanos, parecía que los conocía. La esencia confusa de "el Forrado" comenzó a sufrir cambios. Las Ideas que se escondían latentes en el ser de "el Observador" comenzaron a fluir por todo él. Y aquella confusión se apagó pues apareció la Realidad impulsada por el conocimiento de las otras esencias. Esta vez ya conocía a sus Hermanos, esta vez ya conocía la Realidad. Ya podía contemplar el Todo del Cosmos, el Todo de la Creación, el Todo de la Chispa.

Por fin había pasado de un ser divino, a ser, indiscutible e irremediablemente, en el Dios del Pensamiento y del Orden. Su silueta lucía ahora con un fulgor distinto, ya no estaba apagado, el Fulgor que daría Conocimiento en la Ignorancia, Orden en el Caos. Por fin se había conformado completamente la esencia de Luvisi, el Observador.

-Gracias Hermano Cernunnos. Gracias a ti soy Dios.-Con esta gran aseveración agradeció el gesto que su Hermano salvaje había tenido para con él.

Todos se conocían entre sí. Eran todos Dioses, eran todos Hermanos. Y todos tenían un Todo que dominar, poseer, modificar, cuidar. Por separado eran Dioses, pero juntos serían "Padre". 

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07/02/2012, 20:34
Luvisi, el Observador

"Hermano, soy el Orden. Yo intentaré calmar el Caos que tu propongas, pero nunca podré apaciguarlo del todo... pues es tu poder demasiado grande para un igual. Espero que mi fin no te moleste, pues no será mi intención poner grilletes en tu creación. Soy también el Pensamiento, yo contemplo, lo contemplo todo. Y pienso en ello, lo analizo, y extraigo la Verdad del Todo, las respuestas de todas las preguntas que un Hijo de Padre pueda responder. Soy aquel que intentará saberlo Todo, que Todo lo observará y que simplificará el mismo Todo para poder encontrar la Verdad.

Yo soy Luvisi, el Observador. Soy el Dios del Pensamiento y del Orden, cuidaré del Orden del Cosmos y el de Asul-Adal, buscaré la Verdad."

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08/02/2012, 03:36
Luv, La que danza en las olas

—Ese nombre no te encaja —opinó Izkaal—, resulta... Poco rimbombante.

Luv se envaró de golpe, sentándose en el aire, como si estuviera sobre una silla invisible.

—¡Ese! ¡Ese me gusta! ¡Ritmobante!

—Creo que a nuestro hermano no le ha gustado tu nombre o hermana forradora —dijo el pálido dios de cabello negro, desde su asiento—. Nombres —continuó, dirigiéndose a otro dios—. ¿Te has olvidado ya del mío, hermano Luvisi? Eres muy "observador", seguro que lo adivinas.

A Luv se le iluminó el rostro de felicidad.

—¡Ese! ¡Ese! Luv. ¡Ese me gusta más!

Sé quedó mirando a un lado y a otro, a medida que cada uno de sus hermanos tomaba la palabra.

—Sois todos muy graciosos —sentenció, luego de un rato—. No entiendo qué decís.

Volvió a echarse hacia atrás y siguió flotando, de un lado a otro, mientras canturreaba una tonadilla de melodía indefinible.

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08/02/2012, 15:52
Izkaal el Quemado

En verdad iba a ser única, no como lo éramos todos nosotros obviamente, me refería más a que era con la que menos similitudes íbamos a lograr encontrar cualquiera.

- Es fácil Luv.

Le indico con tranquilidad admitiendo como verdadero su último nombre antes de que decidiera volver a cambiarlo sin previo aviso.

- Sólo es una presentación formal... eso me recuerda que me toca. Soy Izkaal, tanto para los que lo oyeron antes como a los que no.

Señalo, previendo la pregunta de cual era mi nombre para aquellos que ya lo conocían y ahora discriminaba.

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08/02/2012, 21:29
Cernunnos "El Salvaje"

- Bien iguales, ya hemos dicho como queremos ser llamados, y algunos entre nosotros incluso hemos hablado un poco más…
Y si bien los nombres me son lo menos importante, quizás sea necesario para otros, ahora bien, y esta será la ultima vez que lo pregunte ya que el tiempo de estar quieto se me acaba, que haremos a continuación. -

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08/02/2012, 23:52
Gargoltar "el Forjador"

Observó impasible el "espectáculo" de Luvisi, tomando consciencia de sí y forma física a la par que lo hacía del resto de nosotros. Era un comportamiento interesante, pero se escapaba de su control, asi que se limitó a observar, después de haber colaborado con su nombre. Una vez hubo terminado, dijo:

-Dime, hermano... ¿qué observa el observador?

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09/02/2012, 01:12
Luvisi, el Observador

Dos Hermanos comenzaron a hablar seriamente. Galgortar por su lado preguntaba a Luvisi en concreto, por otro lado Cernunnos quería comentar las posibilidades que como Dioses tenían en sus manos. 

-Gargoltar, ahora os observo a vosotros y observo a la vez el Cosmos. Pues de allí vinimos, en él mismo fuimos creados porque Padre así lo quiso, y allí es donde volveremos de una u otra forma. Observo también el Orden de éste y las posibilidades que nos plantea para actuar sobre él.-dijo Luvisi, en cierta forma aislado con su esencia puesta en aquel objeto que observaba, era un conjunto de esferas que bailaban en una armonía perfecta que hipnotizaban al Dios y que su esencia parecía ser llamada por esos objetos solitarios.

-Cernunnos, yo por mi parte me dedicaré, como muy bien sabes, al Orden y en este instante el Todo se encuentra en armonía. Tú eres el Dios de los Salvaje... ¿tienes alguna idea para cambiar la armonía que se encuentra en el Cosmos?-preguntó el Dios del Pensamiento, no se sabía muy bien por qué la formuló, parecía que quería tener algo con lo que trabajar, y, en aquellos instantes de la Creación, todo se encontraba controlado y tranquilo... ¿quizá demasiado con el Dios de lo salvaje...? ¿Su esencia le pedía "jugar" con lo que Padre había dado a sus Hijos?

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09/02/2012, 02:55
Cernunnos "El Salvaje"

Cernunnos "observa" atentamente a su igual-hermano, y al resto que lo rodean, "algo" ha cambiado (mejorado), en su interior, la unión de esencias que tuvo con su igual, lo ha cambiado un poco, siente un fuerte lazo, un camino, que conecta directamente al ser que es Luvisi, un camino que recién han forjado, al "conectar" sus seres.

Espera a que Luvisi termine, entonces toma la palabra con una voz profunda y serena.

Yo diré lo que pienso-siento en estos momentos igual a mi.
Al despertar me pregunte que era yo,  de donde venia, y que debía hacer.
Luego entendí, que yo soy lo salvaje, y que vengo de mi padre.
Llegue aquí, atraído por esta, la casa de todos, pero no fue mi idea que esta casa estuviera ahora y aquí, al llegar vi un jardín, nunca había visto uno, pero con solo manifestar mi esencia en el lugar, entendí lo que era, y me pareció bello, luego conocí a mis iguales, y entendí que la diversidad existe, aun mas allá de las decisiones personales de cada uno, entre en la casa de todos, y el lugar se acomodó como una capa a mi ser, pero yo no lo había pensado así, la casa, existía fuera de mi.
Y ahora, en la sala de los tronos donde cada uno ha dado su postura de las cosas que los moldean como iguales-hijos-hermanos-dioses, entiendo el que hacer.
Porqué yo no me cree a mi mismo, ni el jardín, ni la casa, ni a los iguales a mi.
Pero si vengo de él, como vienen Ud.
Tal vez, el que se ha ido, el que llamamos Padre-Madre, al legar su obra, intenta decir que lo honremos por lo que fue.
Forjador. Orden. Ley. Caos. Vida. Muerte. Sueño.
“CREACION”

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09/02/2012, 10:25
Director

Tas las palabras de Cernunnos, la realidad parecio plegarse lentamente... pero solo durante un isntante, y despues una rafaga de esencia divina recorrio la sala de Asul-Adal, y en la cabeza de todos los dioses, aparecio

Una gran esfera de tierra se presentaba en sus mentes, totalmente lisa, estatica en el infinito universo, pura tierra compacta sin ninguna imperfeccion, todo una masa esferica de tierra y roca.

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09/02/2012, 12:58
Gargoltar "el Forjador"

Gargoltar percibió la visión, pero lo único que dijo fue:

-¿Lo habeis visto también?

Ya que su mente se encontraba alejada de allí, imaginando las múltiples posibilidades y diseñando como desarrollar ese lienzo en blanco, listo para desatar creación.

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09/02/2012, 16:56
Cernunnos "El Salvaje"

El rostro de Cernunnos se volvió una mascara de felicidad, en su mente había visto también el gran lienzo circular que el “Padre”, les había legado como ultimo presente, las formas simples y bastas de la esfera eran un campo de posibilidades.
Mirando con alegría a sus hermanos, sonrió ampliamente, feliz y su “cuerpo” se deshizo.
Su mente, la totalidad de su ser, iban en pos de esa esfera, debía “sentirla”, bajo sus pies y no iba a detenerse hasta llegar allí.

Vida, les mandaba mentalmente a sus hermanos, vamos en pos de la vida.

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09/02/2012, 22:09
Izkaal el Quemado

Pensaba en las palabras de Cernunnos. Pensaba en ellas muy detenidamente, intentando imaginar si su argumento era válido, si en verdad ese podía haber sido el motivo por el que Padre nos había creado.

Fue entonces cuando apareció. Un diminuto montón de tierra en la inmensidad de la creación. Parecía ser el lugar dónde Padre deseaba que continuáramos con su obra o quizás el lugar dónde más se había esmerado, el más perfecto de todos.

Mi mente volvió al salón, sólo para descubrir que mi mano había agrietado uno de los reposabrazos del oscuro trono, como si fuera una revelación de lo que iba a ocurrir con aquel lugar al que se dirigía el Salvaje.

¿Podía permitirlo? ¿Podía dejar que destruyeran el legado de Padre? ¿Podría ser que en verdad fuera eso lo que deseaba? ¿Podría querer que destruyéramos todo unicamente para volver a empezar?

Me dí cuenta de que miraba a Luv y Luciel, alternando el uno con la otra. Caos y Muerte. Era lo que había dicho Cernunnos. Todos éramos esencias de Padre, partes de él, antítesis completas en algunos casos. Y al igual que el Observador había tomado consciencia de si mismo, yo también había comprendido el lugar que me tocaba desempeñar en todo ésto.

- Creación y destrucción siempre van juntas.

Anuncio retirando uno de los trozos de obsidaian del trono, uno que extrañamente había dado lugar a un fragmento bastante largo.

- Me encargaré de que todo lo que hagáis tenga un fín.

Sentencié firme agarrando el pequeño trozo de piedra negra que cambio al escuchar mi declaración y deseo, convirtiéndose en una peligrosa arma. Poseía un mango de obsidiana, puntiaguda por su extremo inferior y con una peligrosa hoja en el superior que inmediatamente explotó en llamas. Shaatiighaash había cobrado forma.

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10/02/2012, 03:31
Luv, La que danza en las olas

Luv sonrió con sus ojos desorbitados y voló hacia el centro de la habitación.

—¡Yo quierooooo! —gritó con entusiasmo infantil—. ¡Yo quiero jugar con la pelota! ¿Dónde está?