Partida Rol por web

¿Qué serán esas partículas?  La limpieza y orden de sus quarters era símbolo de la Federación: sus plantas, los cuadro/hologramas de Betazed, la escultura de H'aqrij que su abuela le regaló, hasta su batlá, su arma tradicional klingoniana estaba colgaba en la pared, todo en perfecto orden.  Y esta situación de ¿batalla? ¿ayuda humanitaria? está tan poco ordenada. 

Dejando sus pensamientos por un instante, el capitán abrió la puerta.  Adelante comandante Krafel.  ¿Que puedo hacer por usted? - el capitán aplicó su sentido empático para saber si había otra intención en esta visita.   

En verdad era una mujer hermosa, y extremadamente inteligente.  Lo que había descubierto reduciría la desventaja que por décadas había tenido la Federación ante sus imperios vecinos.  Quien se casara con ella subiría en honor a su familia de manera gravitacional.  Ojalá fuera parte de nuestra tripulación y no la tuviéramos que ir a dejar a esa estación.  -La mente de Jor jugaba con él mismo, mezclando sus motivos. 

 ¿Si son partículas entonces cuando nos movamos se quitarían?  

Si no, comandante, por favor empiece a movilizar un equipo de ingeniería y ciencias para ver si su fuente está aquí mismo  dentro de la nave.  No quisiera que tuviéramos nosotros espías también como la estación en Calder. 

La observación del capitán me parece interesante. Si la nave se mueve, puede ser que salgamos de este campo que neutraliza las comunicaciones, si por el contrario aun trasladándonos de posición persevera este campo, es que lo llevamos con nosotros.

Me dispongo a averiguar algo más sobre este fenómeno. Y creo que me iría bien algo de ayuda.

El comandante Mertens está en el puente cubriendo al capitán, que está en el ready room leyendo unos informes. Si le pides colaboración estoy segura de que aceptará.

-¿Realmente le parece que el quién se está develando? -inquirió la teniente comiendo ávidamente otro bocado, -Yo solo puedo pensar en enemigos obvios, la situación en sí es confusa, más ahora que quienes parecían ser los enemigos son los que necesitan de nosotros... -comentó con cuidado de no ser oída mientras gesticulaba con el tenedor de postre en la mano.
-¿Le molestaría compartir conmigo sus teorías, comandante? Quizás entre las dos podamos ver algo que por nosotras mismas no podríamos notar -propuso mirándola de reojo.

La doctora entró hecha una tromba a la sala de aislamiento, allí la alférez Robirosa, que estaba cumpliendo sus horas de ayuda en la enfermería, se sobresaltó con su llegada, estaba con su padd en la mano y el tricorder médico haciendo las lecturas de rutina cuando sus ojos se posaron con asombro sobre la médica -Doctora, qué bueno que ha llegado; al paciente romulano le ha bajado la fiebre quizás sería una buena oportunidad para sacarlo del coma... -sugirió luego sin despegar la vista de su superior, atenta a sus indicaciones.

La comandante entró con su paso elegante y algo despreocupado, se corrió un mechón dorado hacia atrás de su oreja -Capitán, gracias por recibirme, sé que está ocupado -deslizó mientras se paraba frente a él -Quería agradecerle por todas las atenciones que ha tenido con el doctor Sokar y conmigo durante nuestra estadía en la nave -tenía una sonrisa suave en los labios -Me preguntaba si hubiera alguna tarea que yo pudiera realizar para usted... -se quedó congelada por un segundo -Perdón, quise decir, para la nave o la tripulación -se corrigió automáticamente -Alguna mejora, cualquier cosa que estuviera a mi alcance y dentro de mis habilidades para hacer antes de llegar a destino -prosiguió aunque el tono de su voz y su lenguaje corporal indicaban que quería decir más cosas de las que estaba diciendo.

Jor pudo percibir, gracias a sus poderes empáticos, una oleada de sensaciones intensas que provenían desde su invitada hacia él específicamente, pero también hacia la nave: era fuerte el deseo en ella de no alejarse de ninguno de los dos. También pudo sentir un fuerte sentimiento de protección hacia él y de ternura, al parecer el apasionamiento que el medio klingon demostraba en todo lo que hacía y sus gestos corteses y considerados, tan betazoides, la subyugaban y despertaban en ella toda clase de sentimientos que trataba de ocultar en vano, ya que para Jor ver en ella era como ver a través de un diáfano cristal.

Quien iba a decir que necesitaría de una pequeña ayuda de.... En fin, espero que esté a la altura de...

Dejando de lado mis pensamientos de talla y altura, me dirijo a Mertens y le demando un poco de colaboración en mis tareas.

La vulcana, con un suspiro mental, se apresura a corregir.

Cuesta tanto la comunicación con los no vulcanos...

He dicho parte del quien, teniente. Me refería obviamente al objetivo de esta agresión, los romulanos. Todavía falta determinar la otra parte, el agresor.

La vulcana toma otro poco de su té y añade:

Sobre mis teorías...

Lo dificil de delegar, era ver como otros hacian un trabajo que sabes que puedes hacer mejor y más rápido. Y si encima lo hacen mal peor te sientes.
No obstante, Eclecson también sabia la ncesidad de aprender de los errores de uno mismo, y de la importancia de hacerlo bien. Por lo que no echó ninguna bronca, ni se quejó a nadie. Simplemente asumió la operación y se puso a realizarla. Es más, quiso hacer las dos a la vez. Lo cual tampoco es que fuera muy buena idea, ya que aunque logró hacerlo notó que podía haber echado por tierra todo el trabajo realizado hasta ahora.

Bien. Que eso nos sirva de lección a todos. Yo incluido.
Está claro que la más profesional en su trabajo ha sido la Teniente Edison. Me parece que voy a tener que cuidarme de usted, no vaya a ser que me quite el puesto ¿eh?

Estaba masticando chicle, como era usual, tratando de la actividad del puente volviera a la normalidad tras la frenética jornada. Al ver acercarse a Lightman le asintió brevemente, y luego atendió a su solicitud de ayuda.

-¿Qué necesita exactamente? -preguntó, con las manos a la espalda.

Esa fastidiosa costumbre de mascar chicle... la verdad es que ver esto en un oficial...

- El caso - digo intentando que no se note mi hastio hacia ese pequeño vicio de la goma de mascar - es que un campo de partículas está envolviendo la nave, lo que impide ningún contacto con el exterior. He intentado averiguar de qué tipo de partícula se trata, pero no lo he logrado. Creo que el campo envuelve la nave, por lo que si salimos de ese campo las comunicaciones se restablecerían, en teoria.

Le hago un ademán para que me acompañe a mi estación de trabajo.

- A ver si con su ayuda podemos determinar y analizar mejor este extraño fenómeno, averiguar de que se trata y quien o qué puede haberlo provocado, y si hay manera de inutilizarlo.

La decisión que tomó Eclecson fue tan audaz que casi pecó de temeraria, quizás de haberse tomado el tiempo para hacer las dos tareas por separado hubiera tardado una hora más pero no hubiera puesto en peligro la operación entera, como hizo. Hasta Edison lo miró extrañada, parecía ser que el cansancio empezaba a hacer mella en él y lo hacía tomar malas decisiones, o más bien, decisiones apresuradas, de principiante.
Aún así, la solución que encontró para los dos problemas demostró por qué él era el jefe de ingeniería: con la energía sobrante de la bobina secundaria que había sido habilitada para generar el refuerzo de la burbuja warp alimentó una tercera bobina que mantenía el interior del motor warp en los necesarios 0°K que eran imprescindibles para que el deleuterio no se desestabilizara; de este modo las bobinas no trabajaban de más ni el motor corría riesgo de sobreacalentarse, por lo menos no mientras la distribución de la energía en las bobinas fuera proporcional. Este era un problema que no podía solucionarse con el trabajo automático de alguna computadora por lo que un oficial debía monitorear la estabilidad del deleuterio y de la reacción materia/antimateria cada 6 horas.
Los ajustes en los escudos deflectores no tomaron mucho pero las barquillas tomaron más tiempo del esperado por lo delicada que resultó la labor. Cuando estaba a punto de terminar notó que era necesario reajustar los conductos de EPS para las cantidades ingentes de energía que iban a ser soltadas por el núcleo, sabía que no podía estar mucho tiempo expuesto a los campos magnéticos del núcleo y de los deflectores, aún con el traje especial que llevaba, pero no podía darse el lujo de dejar su tarea inconclusa. Fue así como al cerrar el nuevo circuito de los conductos EPS sintió cómo su cuerpo era atravesado por una ola electromagnética suave, pero quizás suficientemente intensa como para desestabilizarlo vitalmente.
Se sintió desvanecer y luego todo fue sombras.

Al llegar a la estación de trabajo de operaciones Lightman le muestra al primer oficial las lecturas obtenidas:

En ellas se ven las distintas naves que transitan por ese sector del espacio y una red conformada por unas partículas indefinidas que impiden las comunicaciones.

A primera vista queda casi descartado que el campo envuelva solo a la nave, lo que no se sabe es quién lo está emitiendo, qué partículas son y si acaso pudiera venir de alguien en la propia nave que lo esté emitiendo, con o sin intención.

-Ah sí, claro -musitó la teniente con evidente desilusión -Lo que le decía: los romulanos son el blanco, ¿quién lo hubiera pensado? Todo esto es muy raro... -entrecerró los ojos pensativa -Ese virus o lo que sea que cause esa enfermedad tiene que haber sido desarrollado en un laboratorio muy especializado y soltarlo así para mandar a la muerte a toda una raza, ¿Cómo lo habrán dispersado? ¿Cómo viajará? -preguntó intrigada, esperando un feedback de algún tipo.

Es difícil de decir. Podría haber sido transportado y liberado en Rómulo de cientos de maneras, aunque la sociedad romulana no sea la más abierta a los viajeros espaciales.

La vulcana se relaja y empieza a vocalizar sus pensamientos.

Pero... para mi la clave es cómo ha llegado a Calder II. Enviar a alguien a infectar puede ser fácil, y uno puede usar a alguien incluso sin que esa persona lo sepa. Ahora... conseguir infectar un puesto espía en un planeta apartado? Acaso quien esté detrás de esto conoce todos los emplazamientos secretos de Romulanos de todo el sector? Y aunque los conociera, acaso es factible pensar que tiene la capacidad de llegar a todos ellos para propagar su enfermedad?

La vulcana apunta mentalmente tener una conversación de esto con Ledger para ver si son capaces de repasar todas las llegadas a Calder II, y sobretodo, interrogar a los prisioneros para intentar descubrir cómo llegó la infección hasta ellos.

Me parece que podríamos encontrar la clave de quien está detrás de esto si averiguamos cómo llegó la infección a Calder II, o si otros emplazamientos secretos de Rómulo se han visto afectados o no.

Dejó de masticar el chicle cuando vio la pantalla. Aquello tenía mala pinta, y el campo parecía extenderse a mucha distancia. Algo poderoso debía estar emitiendo y repitiendo esa señal. Pero, ¿donde? y ¿cómo? Usó con rapidez y elegancia su consola tratando de sintetizar toda la información para analizarla mediante diferentes parámetros. Siendo lo más analítico y concienzudo posible. A veces no era tanto cuestión de conocimiento como saber cual era la manera correcta en que encajaban las piezas del puzzle.