Partida Rol por web

La comandante Kunaar emprende la retirada y sale del laboratorio, una vez en el pasillo se encuentra con el clásico mapa de hospital y sigue las indicaciones hacia la cafetería, en donde se encontraba Bavel, según le había informado al doctora. Al llegar la puerta se abre automáticamente y le da paso a un recinto grande e iluminado, con un inmenso techo vidriado que dejaba paso a la luz natural del sol romulano, tan cálido y naranja. El lugar se veía aseado y aséptico, a pesar de que los concurrentes estaban degustando sus meriendas. Un suave murmullo se extendía desde las conversaciones circundantes.

Hacia un rincón de la derecha, en una mesa sentado solo se hallaba el senador Bavel, meditabundo frente a una bebida caliente que despedía un delicado vapor.

Parece que nuestros cachorros no se arrugan ante la adversidad... Sonrío al ver que todos están dispuestos a una buena aventura.

Miró a sus hombres. A pesar de que Eclecson había actuado como la voz de la conciencia, sacando los ángulos oscuros de un plan demasiado arriesgado, en general todos preferían hacer algo que rallaba la locura a quedarse de brazos cruzados. James T.Kirk había demostrado que, en la práctica, estas decisiones locas al "estilo humano" desconcertaban mucho a razas que se preciaban de su capacidad intelectual, y los resultados eran casi siempre sobresalientes.

-Es un honor servir con ustedes -dijo entonces.

Se giró a Eclecson.

-Puede comenzar a preparar la lanzadera cuando quiera. Nos teletransportaremos cuando esté todo listo. Si quiere quedarse en ella, entenderé que no quiera participar en esta pequeña locura. Si nos acompaña, tendré mucho gusto de invitarle a un par de rondas cuando todo esto acabe, esperemos que satisfactoriamente.

Dió una palmada como dando énfasis en la toma de la decisión.

-Bien, entonces vamos por orden. Se reparará la lanzadera, y mientras prepararemos esos mensajes. Aprovecharemos también para tratar de escanear el complejo enemigo buscando el punto o puntos de inserción idóneos. Luego, armados con nuestros fásers y con el instrumental preciso para capturar una nave, esperaremos a que nos den la señal de que se ha programado la autodestrucción de la Leónidas. Tenemos tiempo para preparar nuestro plan de ataque mientras Eclecson repara esa lanzadera. ¿Lo han entendido todos?

Asiento al ver que Mertens toma las riendas.

- Entendido, capitán. ¡Pongámonos en marcha!

La vulcana se dirige hasta senador y se detiene a una distancia calculadamente prudencial, desde la que espera un segundo. Al ver que el senador sigue ensimismado en sus pensamientos y parece no haber advertido su presencia, se decide a interrumpirle.

Senador?

Dicho esto el senador vuelve de sus reflexiones y se da cuenta que Kunaar está presente.

Perdone si le interrumpo. Solo quería interesarme por el estado general del senado mientras ingería algunos alimentos. Es eso posible, o es conveniente que le deje en sus reflexiones?

Bueno. Por lo menos habían escuchado las objeciones de Eclecson, y eso ya contaba para algo. Aun así seguiría a su capitán, ya que él era un hombre de la Flota Estelar, y en el fondo tampoco podían hacer mucho más.

Me pondré a ello enseguida señor. Prepararé lo primero las ordenes y claves para la autodestrucción, ya que es lo más rápido y me pondré con la lanzadera. En cuanto el señor Laclau esté mejor podrá ayudarme y avanzaremos más. Pero ya le adelanto que tardaremos un tiempo.

Si me disculpan, tengo mucho que hacer y muy poco tiempo.

-Si me permite, comandante Eclecson, creo que podría serle de ayuda hasta que el oficial Laclau esté en condiciones, si bien no soy un experto en ingeniería he reparado algunas naves en misiones especiales, si me guía estoy seguro de que podría facilitarle la parte de las reparaciones que no sea compleja -atinó a sugerir el piloto.

El joven romulano levanta su cabeza lentamente y al verte parpadea, como si le diera la impresión de encontrarse en un sueño, finalmente luego de unos segundos reacciona y se levanta como accionado por un resorte -¡Comandante! -exclama llevándose una mano al pecho suavemente -No es ninguna molestia, al contrario, sírvase tomar asiento -procedió a correr la silla para que tú te sentaras, era una vieja costumbre caballeresca cuyo origen se disputaban varios razas, aunque no la klingon, claramente.
Bavel no era un hombre 100% romulano y su mitad vulcana tomaba la delantera en ciertas ocasiones, aunque tal comportamiento con una hembra de otra especie sería censurado por los romulanos su investidura de senador lograba imponer respeto y nadie se atrevió a poner objeción al hecho, si es que alguien allí había reparado en ello con los problemas que había en el planeta últimamente. En su mente era ilógico no dejar a la oficial tomar con él una inocente merienda, por más que fuera en público.
-Ha estado desaparecida desde ayer, ya temía que hubiera caído enferma usted también -expresó con un dejo de preocupación -¿Hay novedades sobre la investigación? -inquirió -El senador J'aver ya está reaccionando favorablemente al tratamiento...

Eclecsson escuchó la propuesta del oficial Jamenson justo cuando se disponia a marcharse.

Por supuesto señor Jamenson. Toda ayuda es bien recibida.

Una vez en lo que quedaba de los hangares y viendo el estado de las lanzaderas contactó con el capitán.

Señor. Si todo va bien y si no tenemos ningún contratiempo, diría que podemos tenerlo listo en unas diez horas. Le mantendré informado de los avances.

A Jamenson le señaló las partes que necesitarían de los restos de las otras lanzaderas para que fuera desensamblandolas, y mientras él preparó la autodestrucción de la nave.

La vulcana toma asiento, aunque se mueve torpemente, su cuerpo parece demasiado rígido. Sin duda no está acostumbrada a este tipo de comportamiento.

Sí, he estado ocupada en la investigación, junto a la doctora Nerys. Lo cierto es que hemos realizado avances relevantes, y espero que las pruebas pronto confirmen los resultados que mi investigación han desvelado.

La vulcana se resiste a decir que ya han encontrado la cura. No parece adecuado, ya que no acelerará el proceso, y sin embargo podría tener efectos muy negativos si el tratamiento se demuestra inutil posteriormente. No acaba de entender la necesidad de esperanza de una solución cercana del resto de razas... Se sirve una infusión y coge unos bollos de color rojizo que al probarlos le recuerdan a frutos de bosque.

Pero de momento, tenemos que esperar. Han habido novedades por el Senado? Cual es la situación en Rómulo? Quiero ir a encontrarme con el Capitán Jor-tova'Daq en cuanto acabe este desayuno.

Los eventos se habían precipitado tanto que ya ni recordaba las últimas palabras que había cruzado con su superior. Sin duda era apropiado pasar a reportarle de las últimas novedades y ver si tenía novedades de la USS-Excalibur.

La primera hora Jamenson se la pasó tratando de entender la maquinaria de avanzada de las lanzaderas que tenía frente a sí, aunque en partes. NO quería tocar nada antes de estar seguro sobre cómo repararlo porque cada detalle y cada retraso era vital para el éxito de la misión y el retorno a casa de todos. Una vez estuvo seguro (o al menos un 90% seguro) de cómo hacer lo que Eclecson le había pedido se dispuso a desensamblar las partes pedidas por el oficial de ingeniería, tarea que le tomó 3 horas más, bastante rápido teniendo en cuenta la presión de la situación y lo crítico de las tareas, quizás el pensar en su novia, la oficial de ciencias le dio ánimo para hacer todo lo más diligentemente posible.

Una vez quedaron solos en el puente Kryzek se dispuso a realizar el escaneo pasivo de la base enemiga con la esperanza de no ser descubiertos, a medida que realizaba su lectura casi milimétrica la computadora iba esbozando un mapa del complejo y guardándolo en la base de datos de la nave. Le llevó media hora la operación pero pudo finalizarla sin levantar la perdiz, o eso creía.
-Capitán, comandante -alzó la voz refiriéndose a sus dos superiores -Aquí tengo un aproximado de los planos de la base hecho con los datos que he podido recolectar del escaneo -anunció. En su pantalla se podían ver tres niveles.
-Este nivel en azul es el más cercano a la superficie y es en donde están las bahías de aterrizaje y las naves -explicó el oficial -Los otros dos circulares corresponden al primer y segundo subsuelo, por las lecturas el primero corresponde a salas para reuniones y bodegas; el segundo parece estar todo lo que es habitaciones y barracas, parece un laberinto -acotó.

Lo primero era lo primero. Preparar la nave para su autodestrucción. Con lo que se tuvo que marchar con el capitan Mertens para que le diera acceso. Una vez lo tuvo fue facil programarlo.
Lo hizo de tres maneras, primero para con una señal a distancia que le daría a Mertens. Y luego para cualquiera que entrara en la nave una vez se marcharan y no dijese la contraseña correcta. Que era "Estrella Oscura".
No obstante preparó una subrutina con otra orden verbal que sólo conocia él, y de la cual no dijo a nadie. Y que si se activaba detendría todos los programas en marcha de la nave, incluída la autodestrucción. Cuya clave era "Edison".

Después de eso ya volvió con Jamenson para ayudarle a preparar la lanzadera. Iba un poco más retrasado de lo que esperaba, pero tampoco se lo podía tener en cuenta ya que no era precisamente su campo. Por lo que decidió animarle.

Bien hecho Jamenson. Un buen trabajo. Lo que nos queda ahora es un poco más complicado, pero no dudo en que podamos resolverlo.

Poniendose manos a la obra. Eclecson y el piloto completaron las reparaciones y prepararon la lanzadera a tiempo. No en vano era uno de los mejores ingenieros de la flota, por no decir el mejor.

- Buen trabajo - felicito a Albert - Es buena información y nos será muy útil.

Echo un vistazo a los planos, para hacerme una idea general.

- Bien, capitán - digo dirigiéndome a Mertens - ¿Qué propone usted?

-El Senado está en cuarentena, aparentemente tres senadores más han contraído la enfermedad pero evolucionan bien -respondió con un aire taciturno -He visto a su capitán rondando las instalaciones del hospital -le informó a la vulcana -Él mismo supervisó la cuarentena de los senadores, creo que después de esta invalorable ayuda finalmente las relaciones entre Rómulo  y la Federación mejorarán de una vez por todas -deslizó mostrando entusiasmo, aunque opacado por el cansancio y la preocupación.

El comandante metido a capitán se pasó largo rato mirando los mapas. Por una parte, quería interiorizarlos gracias a su memoria eidética, lo cual podría ser realmente útil si tenían que perderse en aquel laberinto en busca de Sokar. Por otra parte, en realidad la tarea le abrumaba. Teletransportarse al azar a alguna de aquellas salas, como las de reuniones, era un tiro a ciegas. Buscar a un enemigo que podía esconderse por todo el complejo lo era aún más. Se rascó la cabeza, y ciertamente estaba comenzando a provocar la impaciencia de sus subordinados.

Compartió una mirada con Lightman y luego resolvió que, en realidad, todos estaban tan perdidos como él. Excepto si alguien tenía una idea genial, propuso lo siguiente.

-Bien. Jameson, con un pequeño equipo, seleccionará de esa bahía de carga la nave que vamos a capturar. La tomará al asalto con la mayor rapidez y sorpresa posibles, ayudado del desconcierto generado por nuestra llamada de socorro. Nos teletransportaremos una vez que tengamos la seguridad de que sus naves han partido, por lo que tendría que haber un personal mínimo en el espaciopuerto guardando las naves restantes. Esta será nuestra mejor baza. Su misión: proporcionarnos una vía de escape para sacar de allí a Sokar, o para marcharnos si todo se tuerce demasiado. Esperemos que esas naves también estén equipadas con un teletransportador.

Señaló una de las zonas de reuniones, la más céntrica y parecida a una "sala de crisis" por estar ubicada en un nudo de comunicaciones.

-El resto de nosotros, excepto Kryzek y Laclau, aterrizaremos aquí. Creo que la mejor forma de buscar a Sokar es que vayamos con un tricorder ajustado según los datos genéticos que poseemos del ex-comandante. A partir de ahí, realizaremos barridos para detectar su presencia concreta. Espero que sea más fácil allí dentro que desde aquí fuera. Una vez detectado, estudiaremos la viabilidad de teletransportarle hasta la nave capturada, ya que quizá se halle en una zona que impida el teletransporte y haya que sacarlo "a la fuerza" hasta una donde si podamos llevarnoslo. Una vez capturado, si la fortuna nos es propicia, nos largaremos de este planeta a máxima velocidad warp, informando a la Federación con la mayor prontitud posible: esto es, tras abandonar esta zona para evitar que caigan sobre nosotros todos nuestros perseguidores.

Parpadeó, cayendo en la cuenta.

-Para generar desconcierto en la base enemiga podríamos llevar con nosotros algún virus que afecte a sus computadoras, o colocar explosivos en zonas sensibles que hallemos a nuestro paso. Sería importante "capar" sus mecanismos de rastreo para que el cazador no se convierta rápidamente en cazado. No se si es una idea muy descabellada, pero acepto sugerencias.

Suspiró, concluyendo.

-Si todo sale mal, la prioridad debe ser capturar una nave o varias lanzaderas y salir de este planeta lo más deprisa posible. Recogiendo en todo caso, por supuesto, la lanzadera de Laclau y Kryzek tras reunirnos con ellos en las coordenadas que establezcamos como punto de recogida. Si nosotros caemos prisioneros, ellos deberán abandonar el planeta y buscar ayuda de la Federación.

Eclecson y Jamenson finalizaron los arreglos a tiempo y se presentaron en el puente en donde fueron puestos en aviso sobre la táctica a emplear. Jamenson solicitó que Eclecson le acompañara porque sus conocimientos podrían ser útiles en la toma de la nave alienígena.
En el puente estaba reunida toda la tripulación, los 7. Intercambiaron una mirada entre ellos y luego miraron a la nave, despidiéndose. Era la hora de poner en marcha los engranajes de este plan.
Primero, salieron en la lanzadera Kryzek junto a Laclau con la misión de continuar lanzando el mensaje cifrado a la Federación y esperar por la nave robada con el resto de sus compañeros o la señal de alarma que los habilitara para escapar a todo vapor, aunque esperaban no tener que llegar a esto último.
Luego tocó turno a los restantes, Jamenson programó las teletransportaciones para que fueran automáticas, 50 segundos luego de que el mensaje falso fuera activado por Eclecson. El juego había comenzado.

- Tal como se dice, alea jacta est. La suerte está echada, caballeros.

Espero que así sea, Senador. La confluencia entre ambas partes para colaborar sería lo que lígicamente traería más beneficios para todos!

La vulcana parece decir la frase mientras sopesa las distintas posibilidades, y su mente evaluando los diferentes escenario siempre con el mismo resultado: el acercamiento entre ambas partes es la mejor opción.

Kunaar se entretiene charlando de un par de cosas más, con el senador, mientras acaba su desayuno. Para intentar relajar la conversación, indaga un poco sobre costumbres y tradiciones de los romulanos que estén relacionadas con las propias de Vulcano.

Cuando ha terminado el desayuno, se despide educadamente del Senador Bavel y se dirige a buscar al capitán.

Todos se dispusieron a ponerse los trajes EVA, ya que los tholianos no necesitan del oxígeno para vivir y era probable que la base no soportara condiciones de vida humana. 50 segundos después de la llamada de auxilio, el capitán Mertens, el primer oficial Lightman y el oficial Donovan fueron teletransportados a lo que parecía ser la sala de crisis, pero por un margen de error aparecieron en el corredor de fuera. La puerta se hallaba cerrada y numerosas voces hablaban en idioma alienígena dentro. El único guardia que estaba en la puerta parpadeó dos veces, como si no lo pudiera creer, y desenfundó su arma.

Sin embargo, Donovan actuó más rápido y desenfundando su phaser logró aturdir al alienígena. Dentro de la sala el alboroto era tal que no notaron el disparo del oficial. Debían moverse, rápido.