Partida Rol por web

Todos se dispusieron a ponerse los trajes EVA, ya que los tholianos no necesitan del oxígeno para vivir y era probable que la base no soportara condiciones de vida humana. 50 segundos después de la llamada de auxilio Eclecson y Jamenson fueron teletransportados a la bahía de despegue de la base, por suerte estaban cerca de uno de los pilares estructurales y pudieron apostarse allí para observar el perímetro. Ninguna de las naves había salido, todavía. Intercambiaron una mirada de preocupación entre ellos cuando súbitamente el alerta roja comenzó a sonar y los oficiales tholianos comenzaron a aparecer desde el fondo de la bahía, accediendo a las naves con sus seis patas  través de las plataformas ubicadas en las colas de las naves. Uno a uno o en grupos, dependiendo del tamaño, fueron subiendo a los transportes y despegando, al parecer el señuelo había surtido efecto.

Cuando solo quedaban cuatro naves en la bahía Jamenson le hizo un gesto a Eclecson señalándole la nave más cercana, que se encontraba cruzando la mitad de la bahía, al otro lado de donde ellos se encontraban. Los guardias estaban en el otro extremo mirando los despegues y controlando las naves que salían, si bien estaban lejos debían acercarse con cuidado.

-Comandante Kunaar repórtese inmediatamente en la sala de reuniones del tercer piso -sonó la voz del capitán en el comunicador.

Una vez llegada por medio de indicaciones a la sala los guardias de la puerta la dejaron pasar luego de preguntarle nombre y rango, adentro estaba el capitán junto con otros tres romulanos, los mismos tres que los habían recibido en un principio: el Almirante Velal, la secretaria de Estado Nanclus y el jefe del equipo de investigación Merek. Al ingresar los 4 te miraron y el capitán se acercó a saludarte calurosamente.

-Comandante, pase -te puso una mano en el hombro y te guió hacia el centro de la habitación -Señores, ella es la oficial que ha descubierto la variación de la vacuna que afecta a los descendientes de los primeros vulcanos colonizadores.

-Impresionante trabajo, comandante -te felicitó el médico en jefe -La solución era tan simple y arraigada a nuestra historia que la habíamos obviado por completo -acotó, se acercó para estrecharte la mano -Los sueros han sido probados por mi equipo con la dirección de la doctora Nerys y ahora mismo se están replicando y distribuyendo en los hospitales del planeta.

-Ustedes han salvado a Rómulo, les estamos agradecidos -declaró la secretaria de Estado. El almirante iba a acercarse a decir unas palabras cuando un centurión entró en la habitación y lo llamó aparte.

- Buen trabajo, Donovan - le felicito en voz baja. - Capitán - dirigiéndome a Mertens - sugiero que busquemos refugio antes de ser descubiertos y analicemos la situación sobre el terreno.

Cojo mi faser.

- También sugiero que tengamos los fásers preparados para disparar y los sentidos bien alerta.

Al final, habían ido al asalto de la base. A Eclecson seguía sin gustarle nada el plan. Además aprecia que habían añadido alguna cosa más sin decirselo, porque no entendia todo. O quizás es que fuese porque no había nada que montar o reparar y en eso se encontraba fuera de su elemento.

Como fuera, estaba ya en medio de la base enemiga. Las naves iban saliendo y quedaban sólo algunos guardias vigilando los despegues. Era ahora o nunca.
Agarró fuerte su faser, volvió a comprobar que estaba en aturdir, y siguió a Jamenson. Con un poco de suerte lo mismo les salia bien todo.

La vulcana se siente abrumada, al recibir las felicitaciones de improviso, y no sabe muy bien cómo actuar.

Quizá ustedes habrían llegado a las mismas conclusiones, pero es cierto que nosotros llevábamos mucho trabajo adelantado. Y nuestra procedencia de otros lugares nos permitía acercarnos al problema desde un punto de vista distinto, sin duda. En realidad, uno de los primeros enfoques que tuve fue que el virus actuara tanto sobre vulcanos como romulanos, debido a nuestro pasado común...

La oficial científico para un momento, pues abrumada por las felicitaciones parece que ha perdido un poco el control y ha hablado demasiado.

En definitiva, ha sido una muestra de lo positivo que puede ser el acercamiento entre la Federación y Rómulo.

Los reflejos de Donovan les salvaron de que se diera la alarma. Sin embargo, había que moverse y hacerlo rápido. Su intención era haber asaltado ese centro de control, pero habían aterrizado fuera. Se pegó a la pared y sacó el tricorder, mientras sostenía el fáser en una mano.

Hizo un escaneado para saber que se podían encontrar ahí dentro, y si estaba el premio gordo, el fugitivo que andaban buscando. Luego se fijó en que la puerta se abriría por comandos de voz, por lo que debería usar el traductor del tricorder. Miró a Ligthman y a Donovan.

-Veamos que tenemos ahí dentro y si merece la pena entrar.

Como gatos negros en la más oscura noche los dos oficiales cruzaron la distancia que los separaba de la nave enemiga que habían marcado para el asalto, se movieron con gran destreza, tanto que los guardias cercanos ni siquiera los notaron.
Al llegar a la puerta de la nave, ubicada en la parte trasera, esta estaba cerrada. El dispositivo de entrada era con clave, un sistema universal que permitía un número vertiginoso de variantes, Eclecson había aprendido sobre este sistema en algunos estudios que había realizado en su tiempo libre sobre las tecnologías alienígenas poco conocidas en el cuadrante.

El romulano retornó al grupo con una expresión de alerta en el rostro. Era un hombre de porte augusto y en cuanto estuvo de nuevo entre los reunidos se hizo silencio ante su presencia -Creo que la comandante ya ha recibido las felicitaciones pertinentes -dijo con una moderada satisfacción -Doctor Merek, le pido gentilmente que se retire, hay cuestiones más delicadas que resolver de momento, luego podrá intercambiar opiniones con la comandante Kunaar -lo despidió.
El aludido no pudo ocultar cierta molestia pero inclinó la cabeza solemnemente y fue escoltado afuera del recinto.
Apenas estuvieron solos los tres el almirante tomó la palabra -Hemos recibido una llamada de auxilio, proviene de un planeta clase L que se encuentra en el límite con el espacio de la Alianza Tholiana -se tomó unos segundos dramáticos y agregó -Es una nave de la Federación, la USS Furious.

El rostro del capitán perdió algo de color, alzó una ceja -Es la nave que fue designada a parte de mi tripulación para ir dar caza al científico que desencadenó estos eventos tan desafortunados -dijo con la reticencia propia de quien está dando información secreta -¿Sabe si estaban bajo ataque?

-El mensaje era corto y el canal subespacial tenía interferencia, pero al parecer no tienen forma de salir de allí, han expulsado su núcleo Warp -acotó y se mesó el mentón -Por la atmósfera del planeta disponen de poco tiempo, creo que debemos actuar de inmediato, si me lo permite capitán -aquel pedido de participación era algo que no se veía todos los días entre un oficial de la Federación y un alto mando romulano, era un cambio de perspectivas interesantes en el juego y el capitán lo pudo apreciar, aún con la turbación de la noticia encima -Por supuesto que retransmitiremos el mensaje a la Flota, sin embargo, podríamos enviar una flotilla hacia el planeta cuanto antes.

Eclecson tenía los nervios a flor de piel, pero por fortuna parecía que no les habían detectado y pudieron llegar a la nave sin que los vieran.

De momento bien. ¿A ver cuanto nos dura la suerte?

Al parecer no demasiado.
Cuando el ingeniero trataba de acceder al dispositivo de entrada, algo nada fácil todo había que decirlo, cortó uno de los cables al sacar la carcasa del panel de claves. 
Eclecson se enfadó consigo mismo y soltó una metáfora florida demasiado alto. Aunque los guardias no parecieron escucharle, no obstante la mirada de Jamenson era una mezcla de preocupación y enfado. No sabría decir qué porcentaje de cada.

El ingeniero suspiró y volvió una vez más al panel. Esta vez logró circunvalar el requerimiento de clave y pudo acceder a las opciones de comandos. Después de eso fue fácil sobrescribir y eliminar cualquier solicitud de clave. Por lo que insertando cualquier clave de cuatro cifras permitiría la entrada a la nave.

El escaneo no mostró ningún rastro humano en el interior de la sala, al contrario, parecía estar llena de tholianos. Sin embargo, el sondeo sí detectó a un ser humano en otra sala a 10 puertas de allí y hacia ese sector de la base se dirigieron.
Al llegar otro escaneo demostró que el humano estaba acompañado de 3 tholianos más en el interior de la recámara. La puerta, en apariencia, funcionaba como cualquier otra puerta sensible al movimiento: nada más acercarse y al estar a 30 centímetros se abriría.
 

El oficial digitó a la señal de Eclecson los números para ingresar a la nave y la compuerta se abrió silenciosamente, dándoles acceso al habitáculo. El rostro del oficial de táctica fue del más puro alivio al ver la compuerta abriéndose, ingresó él primero con el faser en mano y cuando la zona estuvo asegurada le hizo señas a Eclecson para que lo siguiera adentro. Era una nave pequeña en la que entraban 8 personas, pero eso exactamente lo que estaban buscando.
-¿Podemos ponerle clave de acceso ahora que la hemos hackeado? -te preguntó por lo bajo.

- Capitán, creo que estamos cerca ya de nuestro objetivo. Recomiendo máxima alerta y establecer un plan de ataque.

Me mantengo distante de la puerta, no quiero que se abra y nos delate.

- Sugiero que cada uno de nosotros dispare a un tholiano distinto, los abatamos y podamos capturar al fugitivo.

Miró a Lightman y asintió a su propuesta. Le parecía una buena idea. El factor sorpresa era importante y era mejor quitarse de encima al mayor peligro antes de capturar al humano. ¿Sería Sokar? Eso esperaba. Eso facilitaría enormemente la misión.

-Yo izquierda, usted centro, Donovan el de la derecha -susurró- A la de 3, caballeros. ¡Uno, dos... tres!

Dicho esto activó la puerta y disparó contra el primer tholiano con su fáser para aturdirlo.

Eclecson sacudió la cabeza negativamente ante la pregunta de su compañero.

Me temo que no. He tenido que quitar cualquier tipo de codificación para poder acceder. Ahora da lo mismo que codigo pongas. Se va a abrir siempre.
Lo que sí puedo hacer es deshabilitar la consola externa, y que se tenga que abrir sólo desde dentro. Pero eso implica que haya alguien siempre dentro para poder abrir.

Sigo al capitán en su ataque, y apunto a mi objetivo, esperando que no falle el disparo...

Por un momento la vulcana parece alarmada al escuchar las noticias. En cuanto el romulano deja de hablar, interviene dirigiendose al capitán.

Si me lo permite, Capitán, puedo dirigirme con esa flotilla para rescatar a la tripulación. El tiempo apremia, y yo poco más puedo hacer aquí.

La oficial se queda expectante, esperando que reacción tiene a su propuesta.

Lo cierto es que es una oportunidad de colaboración perfecta, el capitán debe darse cuenta de ello. Es lógico aprovechar la ocasión...