Partida Rol por web

Asintió, despacio. Al fin había sacado una sonrisa a Lightman, que a veces parecía un hombre de hielo. Aquel era un triunfo mayor que vencer a una nave-cubo de los borg.

-Excelente, pongamos esta nave a prueba. Ocupe su puesto y comencemos con la cacería.

Se giró al comandante Eclecson y le miró con una sonrisa sincera.

-Si Morgan es tan eficiente como creo de aquí a unos minutos tendremos embarcados a los tripulantes que faltan. Hay una sala de ingeniería para usted. Lamento que haya cambiado los impresionantes motor warp de la Excalibur por otros más modestos, pero creo que esta nave tiene mucho más de lo que parece.

Morgan ya se había marchado, así que caminó lenta y casi ceremonialmente hacia la silla del comandante, acariciando el reposabrazos. Hecho esto, tomó asiento y comprobó que funcionaban los comandos básicos de su panel integral.

-Señor Lightman, le nombro primer oficial del USS Leónidas durante esta misión.

Aunque Eclecson podía haberse quedado en ingenieria, no quiso perderse la oportunidad de ver el resto de la nave de manera más clamada. Una vez empezaran el viaje seguramente tendrían menos tiempo y tranquilidad para hacerlo.

También sonrió ante el comentario de los chicles. Y pidió uno a Lightman. Cuando Mertens habló de los motores de la Excalibur, sonrió aun más ampliamente.

La Excalibur está en buenas manos, no le confiaría a la niña de mis ojos a nadie que no lo mereciera. Pero seguro que encontrará algo util que hacer por aquí.

Ante la mención del detector warp, el ingeniero recordó que no le había entregado a Mertens su informe, sólo al capitán.

Señor. Parte de la información que recuperamos de lo que borró Sokar fueron archivos de Ciencias referidos a un sector del espacio en el cuadrante Beta cercano al límite con Rómulo.
Cartografia desveló que ese sector abarca la zona del Sistema Beta Lyrae que queda en el Cuadrante Alfa, cerca del territorio Tholiano y de la frontera con Rómulo.
Hay muchas posibilidades de que Sokar haya ido hacia allí. Yo probaría el detector primero en esa zona.
 

El nombramiento que hace Mertens, aunque esté mal decirlo, me llena de orgullo.

- Gracias Comandante Mertens. Aunque sea sólo mientras dure esta misión, espero estar a la altura de las circunstancias.

Tal vez esto de estar a la altura no es la frase más adecuada...

Escuchó lo que dijo Eclecson algo pensativo. En realidad tenía sentido. Sokar no se habría molestado en ocultar tan bien sus pasos si no hubiera consultado en los ordenadores la cartografía de aquella zona del espacio con un fin claro. Aquel debía ser su destino. Y sin embargo antes de partir tenían que esperar un momento a que la tripulación subiera, y despedirse de la Excalibur. Un despido en el que aprovecharían para arañar los últimos datos.

-Tiene usted razón, Eclecson. ¿Para que molestarse en ocultar esa consulta en la base de datos de la Excalibur si deseaba ir allí? O, al menos, tener algo planeado en torno a aquella zona. No obstante vamos a ser metódicos, comenzaremos por el rastro en esta zona, a ver si nos indica que efectivamente ha tomado esa dirección.

Activó su combadge y habló con la Excalibur.

-Aquí el comandante Mertens a bordo del USS Leónidas. Transmisión por canal encriptado. Solicito a la comandante Krafel datos de telemetría sobre el rastro warp de la lanzadera en este sector.

Parpadeó un momento y miró a Eclecson.

-No es que dude de usted, pero prefiero que usemos solo su consola cuando iniciemos nuestro viaje. Ahora debemos aprovechar que tenemos al alcance de transmisión a la creadora del programa.

Una vez hubo informado a Mertens de los datos recopilados, poco más podía hacer Eclecson en el puente. Por lo que era hora de irse a donde mejor rendia.

Señor. Si no me necesita para nada más me iré a mi puesto en ingenieria. A ver qué es lo que puede hacer esta pequeña.

En cuanto el comandante le dio permiso el ingeniero fue a sus nuevos dominios. Ya pensando en lo que se podría encontrar y lo que podría hacer con ello.

La doctora sonrió como colofón a su presentación y asinitó con la cabeza a las órdenes de su capitán.

Nadie por suerte notó su relajación al saber que el Comandante Ledger la acompañaría, no es que fuera cobarde ni desconfiada, pero dadas las circunstancias tenerle sería de gran ayuda y apoyo, además de que ella confiaba plenamente en él y en sus habilidades.

- Gracias, Elliot, susurró la doctora al hombre.

Después con una mirada profunda se despidió de Kunaar y del Capitán, diciendo con los ojos que dará todo lo que tiene por conseguir la paz y sobretodo la cura para los romulanos.

Junto a Ledger y el doctor Merek, la doctora se dirigió a las instalaciones en donde trabajaría junto a los científicos romulanos.

De pronto se dejo oír la voz del comandante Morgan por altavoz: -Capitán Mertens, envío teletransporte de 4 oficiales al puente. Buena suerte con su misión, ¡Le espero para fumar ese puro!

Inmediatamente los oficiales se transportaron al puente de la USS Leónidas. Uno de ellos se adelantó -Teniente comandante Albert Kryzek, reportándose -dijo en posición de firmes.

Luego se adelantó otro -Teniente Brendan Donovan, oficial de navegación reportándose señor.

-Teniente junior Francis Jameson, señor, piloto y oficial de táctica.

El último oficial se acercó a los otros -Teniente Martin Laclau, segundo oficial de ingeniería.

-Estoy de acuerdo, almirante. ¿Qué le parece si empezamos estableciendo los objetivos de esta reunión? ¿Qué espera el imperio de este intercambio?
Quizás el capitán era muy directo, pero los romulanos no eran un pueblo con el cual se podía dar muchas vueltas, mientras más claras las cosas mejor. El mitad betazoide miró a la comandante Kunaar, esperaba que no se aburriera demasiado, sabía que estas reuniones además de tensionantes podían ser muy largas.

- Vaya, tenemos que perseguir a un peligroso criminal y no envían estos pimpollos. ¿Ya os afeitáis, niños?

La vulcana escuchaba el inicio de las conversaciones, de manera calmada. Analizaba las reacciones de los romulanos, que intentaban mantenerse serenos, pero que no podían ocultar el estrés emocional al que estaban sujetos por la situación de su planeta.

Incluso bajo estas circunstancias, el Imperio Romulano intenta mantener el control y marcar sus condiciones... son en verdad un pueblo que no puede ser doblegado.

Los oficiales se teletransportaron en el puente y se presentaron. Eran de edades dispares, aunque abundaban los jóvenes o al menos los que según los estándares humanos tenían "cara de niño". Sin embargo el comandante Lightman hizo sobre esto un comentario gracioso, o más bien mordaz, como era su estilo habitual. Eso le arrancó una media sonrisa.

-Bienvenidos al USS Leónidas, tenientes... y teniente-comandante. Soy el comandante Mertens, y durante esta misión seré el capitán de esa nave. Ya conocen a mi primer oficial, el señor Lightman. Descubrirán que tiene mucho más mal humor reservado, pero que además de ser exigente da lo mejor de si. No daremos menos, no les exigiremos más. Eso es, según decía un general de la Tierra, en lo que consiste el deber. Nuestra misión, por si no les han informado, es capturar o matar al rebelde y ex-miembro de la flota estelar, el comandante Sokar, responsable del inicio de una pesadilla biológica en Rómulo.

Hizo una pausa.

-He dicho capturar, puesto que nuestra primera directriz es la de tratar de hacernos con este sujeto, ya que tiene mucho que decir sobre el antídoto a la plaga que ha desatado, y que amenaza con extenderse incluso más allá de Rómulo.

Les miró un momento, tratando de tomar la medida a cada cual con una breve observación.

-Ya nos iremos conociendo durante esta misión. Pero quiero decirles que yo, al contrario que mi primer oficial, valoro la iniciativa, el sentido del deber y la capacidad de improvisación sin tener en cuenta el que hayan o no hayan salido de la academia hace poco. Sería falaz si lo hiciera, puesto que como ocampa soy el más joven de los presentes según el estándar humano. Y se perfectamente que la juventud no va reñida con la brillantez. Aquí no tienen nada que demostrar, ni vamos a convertir esta nave en una lucha de egos. Se trata de remar todos en la misma dirección, de colaborar para que la misión sea un éxito.

Parpadeó, mirándoles de forma significativa.

-¿Me han entendido, caballeros?

Los oficiales intercambiaron miradas de reojo con sus compañeros sin moverse al oír las palabras de Mertens, en especial la parte de Rómulo. -¡Sí,señor! - se oyeron las voces claras y fuertes. Se quedaron esperando a que el capitán los habilitara para irse a sus puestos y comenzar la misión.