Partida Rol por web

Camino al fuerte abandonado, 3 horas después de descenso...

La marcha se hacia forzada; paso a paso, los infantes del escuadrón del Sargento Focker se habrían paso sobre la intensa nieve que había caído hacia unas horas sobre la planicie. Estaban agotados y con la moral no en buen estado, varios compañeros habían caído muertos o heridos. El teniente había ordenado la retirada al fuerte tras el sorpresivo ataque sobre la zona de descenso.

El sargento y sus infantes habían sido designados para cubrir la retirada, y lo habían hecho bien; sin embargo ahora estaban solos, y cada vez era mas difícil seguir el rastro del resto de sus compañeros, pronto caería la noche y estarían solos..., solos a merced de esas cosas...

Nave de la Flota Sirius Beta, 7 horas antes...

Habían surcado el espacio desde hacia ya algún tiempo para encontrarse al fin en su destino. La actividad a bordo de la Sirius Beta era abundante, los 169 miembros de la compañía “Guardianes de Sirius” estaban altamente emocionados por su primera gran asignación; partirían en las próximas horas, ya tenían el equipo listo solo estaban a la espera del llamado. La mayoría de la compañía eran novatos, solo los oficiales contaban con cierta experiencia en combate, sin embargo el grupo se mostraba entusiasta y confiado en el porvenir de la misión.

En el gran comedor de la nave se encontraban ahora toda la compañía disfrutando de su último desayuno antes de partir, incluyendo a los oficiales que comían en una mesa aparte pero junto a la tropa. Los miembros del escuadrón Fox comían juntos mientras dialogaban sobre la misión; no sabían más que rumores, alguien había solicitado auxilio desde un planeta helado, o frió, no estaban seguros. La cosa es que podría haber bichos, sino fuera así no los habrían enviado a ellos.

Se encontraban ya en el sistema Progion, por lo que la duda de cual de todos esos planetas que surcaban el espacio haya afuera seria al que descenderían en las próximas horas rondaba en la mente de los infantes el hecho de que pudieran ver todos esos astros plasmados en la holopantalla que simulaba una gran ventana en el comedor no los ayudaba en nada.

Era bien sabido por toda la compañía que esa mañana al finalizar el desayuno el capitán les dirigía unas palabras, y les explicaría la misión; todos estaban ansiosos por que ese momento llegara, otros esperaban mas el descenso y poder matar ya unos cuantos bichos.

Con medio bollo en la boca Evans no soporta ver la tensión de sus compañeros.-Por un casual sargento, no sabrá quién pidió auxilio para movilizar a toda la guarnicion de sirius verdad?-.

Al aproximarnos al sistema planetario de descenso no puedo evitar ponerme nervioso, me levanto de la mesa y me dirijo al laboratorio, repaso por decima vez todo el material que necesito para llevar alli abajo las pruebas quimicas y biometricas necesarias, terminado ese chequeo compruebo mi equipo personal y yendo despacio a mi camarote repaso mis armas y las nivelo por última vez.

Este grupo es bueno, trabajamos bien juntos, pero hasta ahora solo hemos estado en simuladores, como será la vida real?? ademas un planeta helado? espero que no haya congelaciones prematuras, será muy dificil poder inyectar quimicos que eleven la temperatura en una piel congelada.

Ramírez, por su parte, está bastante tranquila, comiendo su rancho como si fuera un día más en el acuartelamiento. Está nerviosa, sí, pero sabe mantenerse relajada. Además, su nerviosismo no es por miedo ni nada parecido, sino porque, por fin, van a poder entrar en acción. Lleva deseando ese momento desde hacía mucho tiempo, pues para eso se alistó: para machacar bichos.

Se llevó un pedazo de... bueno, lo que fuera de lo que estaba el rancho compuesto cuando oyó el comentario del cabo. Sonrió suavemente, antes de decir:

- Cabo, si nos han llamado es porque tendrán bichos, eso seguro - comentó -. Aparte de eso, sólo necesito saber una cosa: - hizo el gesto de una pistola con una mano - ¿Dónde están?

Llego un poco tarde al comedor, a la entrada me cruzo con Aleksei, le saludo con un gesto con la mano, el cual me responde aunque sin pararse, parecía que iba pensando en otra cosa, Alaksei era de los mas inteligentes del escuadrón, desde que lo conoce lo a demostrado ya varias veces, no iba a preocuparme por el ni en un día como este, que siga como siempre es buena señal pues solo me preocuparía por el cuando dejase de pensar.

Saludo a todos los compañeros con los que me cruzo, pero sin embargo mi siento lo mas alejado y solo posible, pues hoy siendo el ultimo día en la nave quería aprovechar para terminar las ultimas paginas que me quedaban del libro, seria la ultima vez que tendría oportunidad de leerlo, ya que no pensaba llevarse nada innecesario a la misión, pues le habían enseñado que el tiempo lúdico y el de trabajo no deben mezclarse y menos en una guerra, así que cogió una bandeja y se dispuso a comer mientras devoraba lo mas rápido posible las ultimas lineas de su historia mientras pensaba:

-Lo siento compañeros, perdonad mi indiscreción, pero es que este libro es muy interesante.

 La espera se estaba haciendo eterna para Dereck. Se había alistado con el único objeto de matar bichos, y la espera en este tipo de  misiones siempre le molestaba. Se encontraba observando a sus compañeros mientras comía ensimismado, pensando en sus cosas. 

Desde luego, toda misión que recibían para atacar a esas inmundas criaturas era importante, y debía (a decir verdad, todos debían estar preparados) para que los esperaba hay abajo. Afortunadamente, Dereck confiaba en sus  habilidades y en las de sus compañeros para machacar a sus enemigos y sobrevivir.

Bueno, veremos  que nos espera abajo.

Comer rápido, porque es posible que no haya un luego. Ese es mi lema, y lo llevo a rajatabla mientras devoro en pocos instantes el rancho que nos han puesto hoy. Lanzo una mirada hacia una mirada hacia la mesa de oficiales, y luego termino de engullir el resto de desayuno contemplando al resto de compañeros de mesa a los que ya conozco bastante como para que no se extrañen de mi manera de comer.

-Ey, Hendel, ¿todavía no te has terminado ese libro, o te lo estás volviendo a leer? -le pregunto en una pausa después de tragar un pedazo especialmente de lo-que-sea. Y si no responde rápido, le asalto la comida.

Estoy parado junto a mi Escuadron, reunidos para cuando el Capitán de la nave nos de las instrucciones de la misión. En eso mi Cabo me hace una pregunta, a la que respondo sacandome el abano de la boca, botando el humo hacia el otro lado y luego le hablo:

 - "No me han dicho nada que no sepas, Cabo. Aun estamos por esperar los objetivos de la misión, aunque te doy la libertad de tomarte como un bono la posibilidad de aplastar bichos. Guarda uno para las chicas, les encanta que les traigan recuerdos. Jajaja."

Comienzo a reirme de aquella ex-novia civil estupida que pensaba que ir de misión era un campamento, me pidio que le trajera un recuerdo y no volvió a llamarme despues de que le envié la cabeza de un escarabajo de arena.

Luego guardo silencio a la espera del Capitán.

La voz de mi compañero me devuelve al mundo, sonrío y mientras le miro respondo:

-Lo termine hace unos segundos, sencillamente estaba "saboreando" las ultimas palabras, se trata de "La Divina Comedia" y esta es la primera vez que lo leo, basicamente e tardado tanto debido a que practicamente en cada pagina me surgía una duda que me hacia mirar el índice del final del libro donde te explicaba algunas cosas, jeje.

Se supone que es una de las obras indispensables que hay que leer antes de morir.

Tras decir esto me acerco a su mesa y animadamente digo:

-Me alegra ver que ni hoy pierdes el apetito, jeje.

 La bazofia que nos servían de comida, por llamarlo de alguna manera, siempre entraba peor justo antes de una misión, rodeado por mis compañeros de escuadrón, no podía evitar pensar si volveríamos a compartir todos una comida en esta relativa calma.

- Sony, no comas tan rápido, no quiero que me eches todo tu vomito sobre mi cuando empiece el descenso. Daba la impresión, que despues de acabarse la comida, se iba a comer el plato... y la mesa.

Asiento ante las palabras de nuestro músico particular mientras termino de comerme el engrudo de alimento, y me vuelvo hacia la voz que me recrimina mi doctrina.

-Lo que digas, pero cuando nos estemos enfrentando a una oleada de bichos recuérdame que les pida una pausa para que puedas disfrutar de un té y unas pastas. -Le muestro una sonrisa y me siento bien en el asiento, volviendo a curiosear la mesa de oficiales por si el Capitán pretende hablar ya, a mí no me iba a pillar sin alimento como para no poder arrasar con los bichos que se nos pongan delante.

 - Desde luego Sony, ya sabes lo mucho que me gustan las pastas... Suelto los cubiertos en la mesa y le ofrezco mi plato - Toma, puedes comerte el mio, se me ha quitado el apetito... Hago una pequeña pausa - Lo único que te pido, es que si por algún casual, sientes un ligero mareo, apunta a otro lado, quieres?

"Al menos si lo devoran los bichos tendrán para un buen rato..." Pienso para mi mismo.

Jake aparece sonriendo en el comedor al mismo tiempo que sale Aleksei, con el uniforme en perfecto estado de revista, casi casi como si hubiera salido de una plancha industrial.

¿A descargar un poco de adrenalina antes de la bajada, Alek? Piensa que antes decían que hacer esas cosas demasiado a menudo dejaba ciego... aunque bien pensado, buena idea darle un vistazo a esa parte de la anatomía antes de meternos en ese congelador industrial... -le dice, guiñándole un ojo, y con una carcajada

Tras llenar su bandeja con un poco de todo, se sienta en la mesa y empieza a meterse el desayuno entre pecho y espalda, mientras continúa bromeando con todo el mundo.

Me han dicho que allá abajo hace un frío de narices, así que chicos, abrigaos bien las pelotas si no queréis que se os conviertan en cubitos de hielo... lo que no sé si Sonia lamentaría mucho o poco -suelta a bocajarro, al mismo tiempo que mira a Ramírez y se encoje de hombros como diciendo "hey, ya sabes que yo soy así, no me lo tengas en cuenta"

En estas se da cuenta de que Hendel acaba de terminar su libro

Caramba, chico, estás profundo hoy, ¿eh? Así que leyendo eso del tipo ese, ya estás listo para morir... los chinches bailarán de alegría cuando se enteren, por los clavos de la cruz esa de la que habla el pater

Y sin más, continúa engullendo, como si compitiera con Sonny en ver quién de los dos acaba antes con el contenido de su bandeja

Aleksei volvió al comedor tras la ultima ronda que queria hacer, recordó como fue aquella primera vez con el Sargento, y sus 200 flexiones recordó como le cayó de mal la primera vez que lo conoció, pero desde entonces habia resultado ser un buen sargento, y quizás, solo quizás conseguiria llevarlos a todos sanos salvos de vuelta a casa.

Hola chicos, Sargento, señor, Hendel tienes razón ese libro hay que leerlo antes de morir, si volvemos a la nave me lo prestarás??
Jake, no era eso lo que hacía, jejeje, si no revisando mi equipo, no quisiera que se olvidaran las capsulas para mantener la temperatura estable, en la nave...

Tras decir todo eso me siento en una mesa junto a Sonia y le digo ante su estado de animo, ansiosa?

-Pues para matar cuatro bichos y rescatar a unos don nadie haber movilizado a toda la compañía me parece excesivo-.-Esto no me gusta...- Termina diciendo acoplando la taza de café a la boca para dar un sorbo.

-Aleksei, mejor aun, cuando volvamos te regalare el libro.

Tras escuchar al Cabo Evans comento:

-Tienes razón, pero prefiero no preocuparme esta que no este allí abajo y vea con mis propios ojos la situación.

 No os quejéis- dice Dereck, entrando en la conversación- mejor estar abajo matando bichos que estar aqui arriba sin hacer nada. Para esto nos pagan, ¿no? Además, no me diréis que no os apetece un poco de diversión, y que mejor forma que aplastar insectos.