Partida Rol por web

Recibió las explicaciones de la bardo y agradeció inclinando la cabeza levemente, en el camino, mientras Violed le explicaba como utilizar la pócima o la varita, al llegar junto a aquella sala y ver a su lobo se puso en guardia. Odiaba las trampas, no permitía jugar limpio y le molestaba, desde la puerta, prefirió no entrar en la sala, en su turbia mente en la que las trampas eran conjuros vulgares y poco justos, se imaginaba a alguien presionando la valdosa desde fuera una vez que todos estuvieran dentro, y prefirió hacer guardia. No se fiaba de aquel desagradable lugar ni un mero ápice.

- vigilaré la entrada - dijo, y a su compañero le invitó a hacer guardia en ella, cuatro ojos ven más, dos guardias huelen, sienten y escuchan el doble, y conectadas por su unión sus mentes, cualquiera de los dos podría alertar al resto.

Solo le faltaba entender por que esa mujer llamada Lilith le miraba de tantas formas raras, si fuera solo un tipo de mirada, podría intentar entenderle, pero tantos cambios faciales le desconcertaban un poco.

El laboratorio del mago, la guarida de la bruja, el escondite del hechicero... el punto donde se esconde todo el poder, donde la criatura maligna de turno guarda sus tesoros mas valiosos, el punto que todo ladrón y bárbaro buscan antes de ir a interrumpir el sacrificio de la chica a manos del brujo... 
Mientras que Shinobu esta convencida de hacer caso a Lobo y quedarse fuera de esta sala infame y terrible, este antro de corrupción anatema, Dramon y Violed, casi os precipitáis dentro de la misma, por suerte Lilith esta atenta a la puerta y tiene razones para ello, en el dintel hay una trampa! 
Lilith no vas a dejar de parecer una experta aunque la verdad es que no es tu punto fuerte... esta trampa es compleja, seguramente tiene componentes mágicos aparte de mecánicos, algo que permite recargar el ácido o el gas, no ves como desmontarla con seguridad así que lo mejor será evitarla en lo posible... por suerte eso no parece difícil, es mas, parece tan facil que echas algo de tiempo asegurándote que no hay un gatillo secundario o una trampa para cuando esquivas la primera trampa... pero no, no parece que haya mas y mientras que Ian, Shinobu y Lobo vigilan fuera, en el pasillo, escuchando la canción de muerte que viene de mas abajo en el pasillo, el resto entráis a explorar la sala con sumo cuidado... 
 Las estanterías están llenas de libros, tratados de botánica y herboristería muy parecidos a los que había en casa de Fosco, quien tenia este laboratorio seguramente tiene unos intereses muy parecidos a los del anciano. Como bien dice Dramon este sitio hace mucho que no se usa, como poco semanas, hay polvo acumulándose por todas partes... salvo en dos de los libros que parecen repeler el polvo y la suciedad por si mismos.. 
Uno de los libros tiene tapas plateadas y al verlo Violed te parece que ese tiene toda la pinta de ser el manual de un mago, donde apunta sus conjuros y de donde los aprende y estudia... un material increíblemente valioso y difícil de conseguir si no es de las manos frías y muertas de su propietario... 
El otro libro también parece tener cantos metálicos y esta dentro de un estuche d cuero que lo contiene, al acercaros a el os parece escuchar susurros quedos en algún idioma desconocido y olvidado... 
La olla gigantesca que hay en el centro de la sala huele, a pesar del tiempo que lleva apagada y fría, a muerte, podredumbre y mal, incluso vosotros que no sois Shinobu podéis sentir la maldad que emana de esta... y aunque parece que quedan restos de lo que sea que prepararon aquí, apenas son una fina capa en el fondo de la misma... 
Lo ultimo que puede resultar ligeramente llamativo en la sala tras esta inspección superficial sin tocar nada es una vitrina que hay sobre el escritorio, en el interior de esta, enroscado, hay un látigo, de cuero negro, con lo que parecen cristales rojizos incrustados entre las trenzas del mismo... tiene un aspecto peligroso y letal la verdad... 

Mientras que Dramon, Violed y Lilith revisan la sala, Shinobu e Ian vigiláis fuera de la misma.. la canción sigue, quien sea que canta lo hace bien aunque tiene la voz cascada seguramente por no poder cuidarla adecuadamente en este entorno frío y húmedo... sigue cantando hasta que en un momento dado escucháis un golpe metálico y unas voces chillonas que os son ya muy conocidas. 
- Sklapni krava sprostá vemena obra!- patatas! 
La voz, que se había quedado callada, responde a eso: -Malditas patatas, cuando salga de aquí acabare con todas vosotras! Podéis decírselo a vuestro tubérculo... no vais a libraros de mi!- sea quien sea, parece que se lleva mal con las patatas que se ríen de lo que les acaba de decir, deben tenerla encerrada o algo así... 

La druida al escuchar aquella voz criticando a las patatas, pensó que la oscura hechicera todavía podía no ser culpable de aquellos hechos, y que esas raíces frutales, eran un experimento fallido que se había vuelto en su contra. Sin duda, quería creer que por maligna que fuera no era de su interés atentar contra su hermosa naturaleza.

Acarició a su lobo, tal vez para procurar relajarse, su denso y suave pelaje le calmaba y permitía aclarar pensamientos, pues solo conservando la sangre fría, podría actuar con la neutralidad que se auto exigía, lo bueno y lo malo necesitaban convivir para mantener la naturaleza de los bosques igualada.

En voz baja, susurró - ¿crees que pueda salvar a esa bruja? - no preguntaba a nadie en especial, no esperaba respuesta, era una duda retórica, puesto que su misión no era la de matar, si no, la de ser justa.

Violed se movió maravillada entre los variados elementos de aquel lugar de maldad y saber. El polvo parecía cubrirlo casi todo excepto los dos preciosos volúmenes sobre los que las manos de la bardo se movían sigilosamente, con miedo y avaricia.

Una voz parecía susurrarle desde el interior de uno de los libros.

aunque eso es imposible, ¿no?

Sus dedos se perdían entre las hermosas y valiosas cubiertas. Un enorme conocimiento y poder se escondía entre sus páginas. Sabía que era peligroso pero le parecía un insulto la posibilidad de dejarlos ahí.

Por un momento pensó que tal vez sería mejor terminar primero con lo que les había traído hasta la torre pero, qué ocurriría si no tenía otra oportunidad como aquella. Finalmente, recogió los dos volúmenes y los deslizó en su bolsa, deseando que llegase el momento de poder adentrarse en sus misteriosos secretos.

- Malditas patatas, cuando salga de aquí acabare con todas vosotras! Podéis decírselo a vuestro tubérculo... no vais a libraros de mi!

- Qué ha sido eso- se giró asustada- parece que alguien está en problemas.

Con un encogimiento de hombros entró en aquél lugar sin esperar a Ian ni a la druida. Parecía que preferían quedarse fuera, y no iba a ser ella quien negara a los demás su voluntad de no inspeccionar aquellas maravillas. Lo primero que le llamó la atención fue el caldero, aún palpitante de una maldad que hasta ella podía sentir. Con curiosidad y precaución, tal vez más de lo primero que lo segundo, se acercó hasta la marmita y miró en su interior. 

No había nada allí que mereciera la pena, excepto tal vez el mismo caldero en sí. Rápidamente echó cuentas de lo que podría valer un artefacto así en el mercado negro, frente a las molestias que podrían resultar de trasladarlo, y al final quedó consigo misma en que algún día volvería a por él. 

Ya satisfecha su caprichoso merodeo, se alejó y siguió paseando por la sala. Violed parecía ensimismada con varios libros, uno de los cuales parecía... ¿susurrar? Despejó su cabeza con un fuerte movimiento y volvió a mirar. ¿Aquello era posible? Pensó para sí misma, mientras se alejaba unos pasos. Tenía suficiente trabajo con tener que descifrar un simple pergamino, no quería ni imaginarse lo que le costaría desentrañar los misterios de un tomo mágico como aquél.  

Negó con la cabeza. Era mejor centrarse en cosas más cercanas a sí misma. Y entonces, allí estaba. Enroscado, a la vista pero protegido como si un objeto de gran valor para un coleccionista se tratara. Aquél látigo no hacía pensar en nada placentero ni agradable, y hasta un esclavo acostumbrado a las torturas sentiría pavor con solo verlo en las manos de su amo. Y aún así, o más bien justo por eso, era hermoso y perfecto, una obra de arte espléndida y letal.

Sin perder un instante abrió su mochila, sacando de ella los trozos de tela, robados de casa de Fosco, que aún le quedaban, y fue poniéndolos unos sobre otros hasta hacer una gruesa protección entre sus manos y aquél fatídico arma. Luego abrió la vitrina* y, protegida por aquellos acolchados e improvisados "guantes" cogió con una mano el mango del látigo y se perdió en la magnificencia de tenerlo a su alcance, ignorando los chillidos que parecen provenir de fuera.

Dramon se limita a pasear por la estancia, con precaución ante las recomendaciones de Lilith, observando cada detalle que le pueda ayudar a componer el puzle que representa ese lugar. No tiene mucho que aportar en cuanto al desciframiento de esos objetos que hay en la sala, puesto que no es la magia su punto más fuerte. Así que opta por examinar todo desde el punto de vista de un curioso sabio. Uno de los volúmenes parece soltar algún tipo de murmullo, lo cual le resulta incomprensible, pero no le causa mayor sorpresa, sabiendo que se encuentran en el laboratorio de algún tipo de mago.

Aquel canto femenino, que le resultó muy hermoso, por cierto, aunque algo perjudicado por el frío escenario en el que la cantante seguramente estaba actuando, se detuvo para dar paso a unas amenazas que la misma voz dirigió a lo que muy probablemente era otro grupo de patatas vivientes. Eso ya era más mundano, así que el noble centró su atención en ello y se dirigió hacia el pasillo, donde Ian, Shinobu y su lobo también parecían prestar atención a lo mismo. Violed se quedó en la sala atreviéndose a coger los ejemplares, lo cual le resultó arriesgado, pero de todos los presentes ella le pareció la más indicada para manejar esos elementos arcanos.

¿Habéis oído eso? Puede que la enemiga de nuestros enemigos sea nuestra amiga... o puede que tengamos dos enemigos distintos.

El noble movió con soltura su pistola haciéndola girar sobre su dedo metido en el gatillo, y tomó después con firmeza la empuñadura del arma, que seguía cargada y preparada para ser disparada. Hasta este momento había pensado que ese canto podría venir incluso de la dueña de esta sala, pero esos últimos gritos parecían indicar que esa... mujer, o hembra en todo caso, no era la anfitriona de esa torre en ruinas, sino que era la cautiva. De ahí que Dramon se preguntara si la causante de ese canto podría estar de su lado, o en otro lado distinto al de esos seres, pero igualmente en otro lado opuesto al de su misión.

No obstante, si la tienen retenida, creo que el primer paso será acabar con esos bichos. Pero antes de liberarla, necesitamos que sea nuestra propia prisionera. Propongo que evaluemos su situación y después valoremos si debe quedar en libertad o pasar el resto de sus días cantando entre estas húmedas piedras.

La druida escuchó y negó con la cabeza, incluso el mal merece libertad en la naturaleza - intuyo que esa voz puede ser de quien creó a las patatas, y estas se volvieran en su contra, no tengo nada en su contra, siempre que esta aberración de creación haya sido accidental, o por un hechizo fallido, pues esta claro que esta sala no la han podido crear las patatas. Hemos visto un troll poseído, y me temo que estén esperando la muerte de la bruja para poseerla y tal vez adquirir sus habilidades. Mi único rival es aquel que ha sea benigno o maligno no respete a la naturaleza.

Como me molesta esto de la pagina descentrada! Me cuesta seguir hasta el hilo de lo que leo! Pero vamos que la acción esta clara. Vamos a ello. 
Eso si perdonar que no sea muy larga, aparte de que no quiero ni puedo avanzar mucho sin saber que vais a hacer, es que tengo unas agujetas terribles en los brazos xD pero terribles del todo xDDDD
Bueno en el mapa del final de la acción veis un pequeño “mapa” de la esquina tras la que se escucha todo... y eso circular es la sala del mago... mas o menos para que os hagáis una idea. 

Estáis revisando la sala mientras vigilan Ian y Shinobu, Violed estas guardando los libros de aspecto mágico, incluido ese que... ¿habla? No puede ser verdad? Mientras tu haces eso, Lilith parece hipnotizada por el objeto de poder y dominación de la vitrina, ese látigo que promete a quien lo empuñe ser temida y deseada por igual... y Dramon, con su pistola a mano, os cubre y vigila porque en la sala de un mago nunca sabes lo que puede pasar... 
Y es entonces cuando la voz que cantaba pasa a discutir con patatas revelando así que es un ser sintiente y pensante, hembra y que esta en contra de las patatas... posiblemente sea la bruja, la dueña de este lugar, la creadora de todo esto... y ahora enemiga de su creación cuando esta, por A o por B, ha escapado de su control... 
Ahora lo que tenéis que lograr son dos cosas, la primera es liquidar a las patatas, la segunda es discernir si la prisionera, bruja o no, puede estar de vuestro lado o si por el contrario no se puede confiar en ella... y la tercera (pero no eran dos?) bueno, la dos B es convertirla en vuestra propia prisionera si por situación o conveniencia eso os viene bien... 
Lo primero seria asomarse a la esquina con cuidado de no ser descubiertos y observar para luego.... 
MOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHH
Un sonido intenso, ascendente, aterrador incluso, el sonido de una sirena! Ese sonido, similar al lamento de un barco en la niebla, ese sonido, intenso y poderoso, sale de aquí donde estáis! De la sala del mago! Parece que se ha activado cuando has abierto la urna Lilith! Miraste bien pero las trampas mágicas a veces son demasiado difíciles de discernir! El sonido no parece tener un origen identificable, sale de... de todos lados y desde luego es una alarma increíble! 
-Tabaka! Tabaka!- 
-Tonichiwaaaaaaaaaaaaaaa!!!!- 
Se escuchan las voces de las patatas que vienen a la carrera y también a la bruja que grita: -Alguien tiene el látigo!- así que si, es una alarma para la vitrina: -Ahora estáis acabadas!- acaso ese látigo es exterminador de patatas o que? 
Estáis allí, preparados, en plan “Sois hombres de Gondor, podéis hacer frente a lo que sea que tuerza esa esquina” cuando lo que aparece, supurando, arrastrándose penosamente, es lo que podríamos llamar... un pure de patata viviente! Una masa asquerosa, pútrida y repulsiva que parece estar compuesta de docenas, centenas incluso de patatas medio podridas que se han amontonado y mezclado creando esa criatura asquerosa y enorme que ocupa todo el maldito pasillo! Y que se arrastra hacia vosotros! 

La cosa asquerosa 

El mapa

La sirena 

Al ver esa masa de (...) ¿algo? Shinobu no pudo evitar dar un paso atrás, su lobo empezó a gruñir como pocas veces hacía siguiendo el paso de la druida, ese ser no era ni siquiera un no muerto, esa aberración era tan repulsiva y antinatural, que incluso el largo cabello de plata de la chica se expandió como pretendiendo ponerse de punto, era tan desagradable y un crimen de existencia tan extenso, que supo inmediatamente que su guadaña no tenía mucho que hacer en su contra.

Dio unos pequeños saltos atrás, hasta colocarse a las espaldas del grupo, para bien o para mal, esa noche había decidido pedir a la naturaleza que le permitiera hacer varios conjuros curativos, y desde atrás pensó, pensó en la varita celestial que podría invocar seres normalmente convocados por clérigos, y viendo la repulsiva masa, llevó la varita a su frente, interponiendo su guadaña entre el lobo y la bestia amorfa, para que ni se le ocurriera atacar en esta ocasión [i]- dime vara las criaturas que me permitirás convocar... -[/b] estiró su brazo y mirando a aquella montaña de estiércol con ojos y dientes cogió aire - desintegra con tu ácido esa cosa y come si no te parece tan repulsiva como a mi, ven a mi llamado "celestial escarabajo bombardero gigante" - llevó la vara a su frente y comenzó a concentrarse para que ese aliado momentáneo acudiera mediante un portal de unión entre su plano y el de la criatura.

Cuando ese extraño mecanismo comienza a sonar con tal violencia, en el momento en el que la ladrona había tomado ese látigo, Dramon se alarma mirando a su alrededor, y apuntando con su arma a todos los rincones. Una vez asumido el susto, se da cuenta de que sólo se trata de un sistema de aviso. Eso le decía varias cosas. La primera, que ese objeto que Lilith había cogido debía ser poderoso, pues nadie protegería un simple látigo con ese sistema. La segunda, que tras el mecanismo de alarma, podría desencadenarse algún otro sistema de protección, alguna trampa o algo así, por lo que permaneció atento.

Tras unos instantes, los gritos que venían del corredor le indicaron que por el momento lo único que se había despertado era un montón de mierda que reptaba hacia ellos. Una especie de vómito o de puré podrido se acercaba. El noble identificó que podría tratarse de un ser creado a través de la fusión de varias patatas. Sin embargo, no le pareció más peligroso. Si algo tenían a su favor los ejércitos de patatas, era su amplio número. De este modo se presentaban todas unidas en esa masa amorfa con ojos. Apuntó con su arma a esa pasta, pero no disparó. Se le ocurrió que su bala no haría más que atravesar ese puré creando un momentáneo agujero en la pasta, para impactar después sobre la pared, sin hacerle ningún daño. Aquello requería otra técnica. Empezó por desenvainar su espada corta con la derecha, manteniendo la pistola cargada en la izquierda.

Aquella voz femenina había celebrado que el látigo fuera de nuevo empuñado, como si se tratara de un arma especial contra las hortalizas vivientes, así que confió en que la ladrona lo utilizara, y para ello le hizo un gesto con la cabeza. Dramon retrocedió hacia la sala y, para colaborar, se le ocurrió utilizar de nuevo la lógica.

Putrefacto puré de mierda... ¿Qué crees que puedes hacernos? ¡Recojamos la comida podrida!

El noble, con sus manos ocupadas, le dio una fuerte patada al caldero con la intención de hacerlo rodar por el suelo en dirección al montón de patatas, a ver si con un poco de suerte podía impactar contra él metiendo, al menos, gran cantidad de ese puré en su interior, atrapándolo.

Aquella maldita torre cada vez le parecía más maldita a Ian. Trampas mágicas, tomos de mágia, grafitis mágicos...y patatas por ahí gritando sus tonterías. Sea como fuera, estaba en guardia con Shinobu a la espera de que el resto sacara algo en claro de aquella habítación aunque para él lo más importante era encontrar a la bruja, acabar con esas malditas verduras zombies y regresar a la ciudad para limpiarse la mugre de esta extraña misióin y poder continuar con algo más cuerdo.

-Yo no me pienso fiar de la persona que haya hecho esto. Si ha sido por accidente, acero, por si vuelve a equivocarse y si lo ha hecho a conciencia, acero y la polvora de Dramon, por si las...

El extraño sonido retumba por toda la torre e Ian echa un vistazo a la habitación, viendo cómo Lilith sujeta la vitrina dispuesta a coger el latigo -no, si eso es culpa de todos, ¿cómo se nos ocurre dejarla deambular-sea como sea, comienza a aceptarla tal y como es, por lo menos no refunfuña tanto con cada paso que da, así que vuelve a su posición junto a Shinobu que ya está mirando por la esquina, poniendo una extraña cara y colcandose en la posición más retrasada para dar apoyo al grupo.

Ian, echa también un vistazo por la esquina y cuando ve la nueva criatura a la que se van a enfrentar...

-¿Nada lleva una espada en esta torre?-pregunta casi indignado mientras se quita la capa para encontrarse más comodo, envaina su estoque elegante y desenvaina el otro, más mundano, sin adornos innecesarios y facil de reponer-Espero que se os ocurra un plan para parar a esa cosa-dice mientras se pone en mitad del pasillo dispuesto a frenar a la criatura todo el tiempo posible.

Si, un mosquetero parece que se enfenta a cualquier cosa sin duda, pero esa monstruosidad aparentemente imparable, hace que el vigote de Ian se mueva nervioso a cada metro que avanza.

-Dramon...creo que las balas esta vez no van a servir de mucho-dice al ver que no hay donde apuntar-mejor cortarle en pedazos..
El vigote se sigue moviendo y aunque el mosquetero no varia su posición, se ve claramente que no las tiene todas consigo.
-¿La trampa es de gas o de ácido?-preginta al darse cuenta de que pueden usarla en su beneficio si es de ácido.-¡¿Gas o acido Lilith?!

El bicho se le echa encima e Ian sabe que no va a ser un combate elegante precisamente...

Violed dejó caer los libros sobre el saco con un respingo cuando escuchó las exclamaciones de sus compañeros en el pasillo. Salió a la carrera y a punto estuvo de tropezar en la puerta por la impresión. Una masa informe se abalanzaba sobre ellos.

Aguantó una arcada como pudo se apoyó en el quicio de la puerta, tratando de que su estómago se recolocase otra vez en sus sitio antes de juntar el valor para volver a levantar la mirada.

Dramon estuvo rápido lanzando la marmita rellena de lo que sea que tuviese y a punto estuvo de llevarse a la bardo por delante que tuvo que apartarse de un salto mientras la olla gigantesca pasaba rodando por donde había estado unos segundos antes.

Paradógicamente, aquel casi atropello la hizo despertar y no tardó en meter la mano en la bolsa para sacar justamente el pergamino que estaba buscando. El proyectil mágico siempre es una buena opción y tenía la esperanza de que hiciera algún tipo de reacción con aquel compuesto nauseabundo que todavía mantenía la marmita y pudiera causar mucho más daño.

Levantando el pergamino, esperó al momento adecuado, cuando la marmita casi había impactado en la masa, y empezó a leer hasta que fue devorado por las llamas mágicas y se deshizo entre sus dedos.

Aquél sonido abrumador la hizo apartarse, alarmada, de la vitrina, y rápidamente miró a su alrededor en busca de alguna otra trampa que no hubiera detectado y que protegiera el látigo. Sus agudizados sentidos no tardaron en detectar el peligro que se avecinaba, seguramente a causa de los gritos de alerta de sus compañeros precedidos por el chillido de patatas y el ¿arrastrar? de algo aún no identificado.

Luego Ian pareció mirarla, y ella no pudo más que hacer un gesto de "yo no he sido" encogiendo los hombros y levantando las manos escurriendo el bulto. 

Sin embargo parecía que el mosquetero era más listo de lo que ella pensaba, y mucho más de lo que había podido suponer que pensaba el caballo, y rápidamente pensó en todas las posibilidades que ofrecía la trampa. Por desgracia no tenía ni idea, aunque por suerte justo entonces Dramon decidió intentar romperse la espalda derribando el caldero, y aprovechando la confusión y el ruido, usó ese caos resultante para evadir la pregunta del soldado como si no la hubiera oído, y correr de nuevo hacia la vitrina, que ya que parecía tan bien protegida tenía que ser importante lo que hubiera dentro.

Con una última mirada y un segundo de duda, cogió el látigo con la mano derecha y lo hizo chascar en el aire mientras se giraba y miraba hacia la puerta. No veía desde tan atrás lo que venía por el pasillo, pero iba a arrepentirse de acercarse a ella... (come on bitches, i'm waiting for ya!) 

Madre mía, si que es verdad, parece que Violed y Dramon se han olvidado de la trampa... y de que la marmita tiene que hacer un giro de 90º para atropellar a la cosa, si os fijáis en la imagen, no hay un acceso directo entre la cosa y la sala, esta en pasillo por medio y en el, Ian, Shinobu y Lobo. 
A ver como soluciono todo esto.... 
Y mientras tanto, Lilith, obnubilada con el látigo que tiene entre sus manos... 

Vale veamos que pasa. 
Cuando la vitrina se rompe, una potente sirena empieza a sonar y se desata la alarma y una batalla contra lo que parece ser una especie de puré de patata maléfico... 
Vamos a intentar cuadrar todas las acciones después de tirar iniciativas y eso. 
Ian avanzas directo al combate contra esta cosa mientras que cambias de arma, no vas a usar tu espada buena contra una criatura que a saber si puede ser ácida, viscosa o de esas que manchan y nunca sale... y que tampoco parece que vaya a darte un combate honorable precisamente, asqueroso y desagradable si, pero honorable... 
Shinobu, retrocedes hasta colocarte tras el grupo que en este caso sois los del pasillo (Si miras la imagen retroceder mas te saca de la batalla directamente) y sacando la varita que antes te entrego Violed, sabiendo lo que hace, llamas a una de esas criaturas celestiales que se supone que vienen para ayudar al portador! Esperemos que funcione! 
Así que empieza la lucha, la cosa asquerosa tiene docenas de ojos, decenas de bocas y las usa para atacar! Ian clavas tu arma en ella y haces un buen corte en su “masa” pero una parte de esta te devuelve el ataque mordiéndote en el brazo de la espada... algo parecido le pasa a Lobo que muerde la masa... y la masa le muerde a el! Esta cosa tiene bocas por todas partes! 
En ese punto, sobre la batalla, sobre Ian y Lobo, se abre una especie de portal de luz azulada del que sale, moviendo sus alas perezosamente, un enorme escarabajo blanco y azul tan grande como la cabeza de Ian! El bicho, tras un rápido revoloteo, se posa en una de las paredes laterales del pasillo y desde allí, sin perder tiempo, vomita una especie de cono de ácido sobre el puré, donde el ácido formica toca a la masa, esta se retuerce mientras se llena de ampollas, quemaduras y burbujas que estallan! Eso le tiene que doler! Shinobu miras la varita! Funciona! Funciona! 

Mientras tanto, en la sala, Lilith mira su látigo como hipnotizada, en su mente se ve a si misma con una especie de ajustadísimo traje de cuero con cremalleras por todas partes y una mascara como de gato mientras escapa por los tejados de un serio Ian disfrazado de murciélago.. si.... podría estar bien... 
Pero mientras que Lilith esta pensando en sus cosas, no se acuerda de recordar a Dramon y a Violed la trampa... y claro con la emoción de la batalla... 
Daría igual que Violed se detuviera un poco antes o un poco después, porque la marmita rodante ya se encarga de activarla sino... 
Violed, corres a la entrada de la sala para intentar ayudar a tus amigos mientras que Dramon, pistola en mano, tienes la idea de lanzar la marmita... aunque hará falta un segundo impulso para cambiarla de dirección, pero oye... si sale bien puede ser un ataque magnifico! Pero el problema es el que es... 
Violed, sacas mientras corres uno de tus pergaminos y lo lees dejando que se consuma entre tus dedos mientras que su escritura mágica se desdubja en el aire para, tomando la forma de una pequeña esfera de color azulado, salir volando y esquivando a Shinobu, a Lobo, a Ian y al escarabajo, estrellarse contra la masa creando sobre ella un pequeño cráter de quemadura mágica! 
Cuando esa esfera de magia pasa, Shinobu e Ian mirais un momento atrás y veis como en el pasillo aparece, en medio de un gran escandalo metalico, la marmita que se estrella contra la pared... 
Y mientras tanto, en la entrada de la sala, con un “clic” se ha activado la trampa! Violed tienes el tiempo justo de mirar arriba y ver como unas pequeñas aperturas en la piedra se abren y dejan salir una especie de gas violáceo que inunda la entrada de la sala! Dramon, Lilith, no os alcanza pero por poco! Eso si, Violed esta atrapada en la nube y esta parece que la esta asfixiando! Violed tratas de no respirar, tratas de aguantar y no tomar aire y de... de... de.... el mundo se vuelve oscuro, se desdibuja, se... se.... 
Violed cae al suelo! Muerta? Asfixiada? No... parece que duerme! Es un gas de tipo somnífero! Pero la nube no se disipa y así es prácticamente imposible sacarla de ella, atravesar la puerta o ayudar al resto! 

Los PV y tal aquí: 
http://www.comunidadumbria.com/partida/critical-hi...
Por cierto a la cosa le habéis causado ya bastante daño la verdad... .

- Ian solo mantenlo a raya, vigila esa cosa, no es solo otra patata,... -- no, no lo es, eso dan ganas de vomitar - miró, un momento a su compañero animal, pasó justo lo que ella pensaba, pero le había pedido que se mantuviera al margen, pues no quería que le dañaran en exceso.

Y antes de decirle nada, ya lo volvía a tener a su lado. Aquel escarabajo aparecía a través del portal y tenía un buen tamaño - escarabajo insiste con ese ácido, parece que funciona - no sabía seguro si esa criatura atacaba por si misma o si requería que le dieran una orden, pero por el momento prefirió no perder la concentración, no sabía tampoco si requería concentrarse en el para que no desapareciera, después de todo la magia de clérigo y la de druida no eran exactamente iguales. No obstante, creyó que escoger aquel tipo de criatura para ayudarles había sido una elección acertada, su suposición de atacar con un fluido ácido a algo amorfo y difícil de golpear era una acción útil.

Y entonces ¡PUMMM! el caldero se estrellaba detrás de ella, ¿pretendían aplastarla a ella? Al menos, y por suerte, no era tan grande como para no poder saltarlo, pero le preocupaba Ian, no sabía hasta que punto era ágil como para saltar aquello. Una vez la masa les fuera cerrando el espacio a sus espaldas, esa gigantesca olla sería un estorbo, ¿en que pensaban para lanzarla así?

El mundo pareció girar a su alrededor cuando una nube con algún tipo de gas la rodeó por completo. Intentó gritar o huir pero su cuerpo parecía, sencillamente, no responder, como si estuviera perdida en algún lejano sueño. Sintió que perdía el sentido pero no fue consciente de llegar al suelo, del dolor que debía haber notado al caer a peso sobre el suelo de piedra.

La pareció ver a su padre por un momento, sonriente, igual que cuando se caía de pequeña correteando por el bosque y se acercaba para levantarla. Era tan real, tan vívido, que hacía que le doliera el corazón.

Venga, venga- le decía- que no ha sido nada. ¿Y esta es la chica mayor que quiere viajar y conocer el mundo? Te caerás muchas veces, hija mía, y más vale que sepas levantarte bien deprisa. No siempre tendrás a alguien que venga a ayudarte a hacerlo.

Hacía un día hermoso y soleado, a sus oídos, de forma lejana, parecían llegarle los ecos de una historia, de una batalla y unos compañeros. Despierta- escuchaba- ¿está viva?- parecía preguntar otro.

Pensó que su cabeza volaba libre tantas veces, llena de historias fantásticas, que en aquella ocasión era la fantasía la que parecía imponerse a la misma realidad, aquellos compañeros luchadores querían convencerla de que estaba realmente en alguna otra parte del mundo, lejos de su padre y del bosque, pelando contra alguna criatura malvada y salvaje.

Sintió como la cálida mano de su padre se cerraba sobre la suya y se sintió segura y reconfortada. Cuando él estaba cerca, nada malo podía ocurrirle.

Ian le daba estocada tras estocada a aquella cosa, pero no parecia muy eficaz, asi que decidió comenzar a dar cortes con el ligero pero afilado estoque. Por fortuna la cosa no era muy dura. Lo complicado realmente era esquivar los bocados que salian de todas partes con pequeños dientes afilados como cuchillos.

-No os preocupeis, intentare mantenerlo a raya todo lo que pueda, pero mirad si hay algo inflamable, el escara...

Otro mordisco y otro mas le alcanzan otra vez. No son heridas de consideracion, pero duelen y sangran.

-Maldita cosa...no se le puede acertar en nada vit...

Los continuos mordiscos hacen que Ian decida dejar de hablar y centrarse en lo que está haciendo y más cuando ve cómo al lobo, que tiene que acercar más su cuerpo para atacar, le muerden en varios sitios manchando su blanco pelaje de rojo.

Ian sin perder el tiempo volvió a cortar con su estoque intentando alcanzar algo o atravesar a la criatira a base de tajos o...

-¿Tendra un centro duro?¿un cerebro ahí dentro?

Tras pensar esto, coje impulso y embiste con su estoque a una de las bocas poniendo el peso de su cuerpo en el ataque con la esperanza de dañar algo mas que...cosa...

Mierda...

Todo ocurría a cámara lenta, y casi parecía que las acciones de todos estaban ralentizándose; casi diría, si lo pensaba, que sentía haber tenido días para pensar en lo que hacer, y sin embargo nada cambió de su pensamiento inicial...

Los gritos en el pasillo y el escarabajo gigante (¡¿es que los bichos no acababan nunca?! que vio de reojo corretear por la pared del fondo le indicaron que algo había llegado con ganas de pelea, y por los chillidos agudos y las maldiciones de sus compañeros supuso que era algún tipo de ser parecido a las patatas pero más... ¿molesto? ¿peligroso? ¿grande? 

No tenía ni idea, pero allí, armada con el perfecto y mortífero látigo, tenía la necesidad de lanzarse al combate y destrozar a aquél monstruo, fuera lo que fuera.

... Y ahí llegaba su plan. La nube de gas somnífero era lo único que se interponía entre ella y su rival, y sabía la manera exacta de destruir aquella molesta trampa. Con un ágil movimiento se puso de rodillas mientras habría su mochila y sacaba todo lo necesario. Hizo un montoncito con todos los trapos de sábana que le quedaban, ató uno de los retazos a un virote, y empezó a generar una pequeña pero mortal chispa con el ansiado golpeteo del pedernal y acero.

Sólo necesitaba una maravillosa y agradable llama. Y entonces podría abrir el camino... ;..;