Partida Rol por web

- ¿Yo con Dakota? Arlan, no se que clase de degenerados hay en tu tribu pero en la mia respetamos a las menores.- digo algo ofendido.- Es como una hermanita pequeña, ademas sus padres acaban de morir y no quiero que le haga nadie mas daño.- digo dejando claro que no le ponga la mano encima o nuestro trato acabara muy rapido.

- Estoy de acuerdo en que Travis debe morir, por cierto, deberias marcar a quienes quieras salvar, si no parecen exclavos estan condenados... ¿Comprendes?

El joven miró la marca en el brazo de su prima desorbitado. Al ver la marca, sintió cierta excitación.

- Joder, la han marcado como a una esclava... a mi prima... esto supera mis fantasías...

Echó una ojeada a los esclavos, que le miraban con cara de pocos amigos.

- Estos tipos jamás se fiarán de mí. Me dejarán tirado a la primera de cambio... Tengo que mantenerme alerta... ya les enseñaré modales a esos animales, por ahora lo importante es sobrevivir... y heredar...

- Si hace falta marcarnos, nos marcaremos. Debemos preservar la vida... podemos ser los últimos representantes de nuestro linaje. Necesitaremos un hierro para hacer las marcas... quizás en la casa de Geoffrey encontremos algo parecido, pero debemos darnos prisa. Como nos encuentren, nos matarán. A todos nosotros. No creo que los esclavos rebeldes respeten mucho a los que nos ayudan.

Se frotó las manos contra el pantalón con cierto nerviosismo...

- Contrólate, Travis... mierda, quiero drogarme... no es el momento... sólo un tiro, nada más... contrólate...

Perlas de sudor brotaban en su frente, pero procuraba mantener una actitud serena. En sus ojos se veía, claramente, que estaba luchando con todas sus fuerzas contra sus propios impulsos.

Déjate de tonterías e indirectas capullo. Se perfectamente lo que hay que hacer con el hierro, pero lo primero es matar al rubio con ojos de loco. El nunca pasaría por esclavo y nos joderá a todos por el simple placer de poder hacerlo. Matemosle ya.

Le suelto la mano y asiento, comenzando a caminar hacia el rubio, con la adrenalina corriendo por mis venas.

Ahora no tonto, delante de ellas no, no lo permitiran. Hay que esperar el momento o engañarlo para apartarlo de ellas...

No me separe de Arlan en ningun momento y mire a Dakota suspirando - Mas bien pensaran que soy una esclava... no tengo aspecto de noble, mi piel es oscura, mis formas marcadas, mi cabello castaño y mis ojos grandes... tengo una apariencia propia de esclava... - Como mi madre... No pude evitar pensar en John en si el estaria bien, y en si mi padre habria pagado todos su pecados como merecia, deseando poder comunicarme con Arlan para partir en dos al cerdo que teniamos delante... sin lugar a dudas era en que mas asco me daba tras mi padre...

Hay que matarlo ahora capullo. A ellas no les importara, y si les importa que vayan aprendiendo que ya no son las que mandan. Yo vine aquí por una razón y no fue para la de ser un esclavo.

Ademas, para eso todo el entrenamiento en el clan...todo el año aprendiendo las mejores formas de matar a mis semejantes. Dudaba que fuera mas duro que los esclavistas que mate allí en casa como preparación.

Miro a la chica, a la prima de Dakota.- ¿Podrias oscurecer el pelo de Dakota con algun tinte o buscarle un gorro... eso la ayudaria.- le pido de forma cortes.- Toda precaucion es poca ahora.

- Señor... Travis.- digo creyendo recordar su nombre.- Adelantemonos a ver si la zona es segura para las chicas, Arlan se ocupara de protegerlas aqui hasta que volvamos.

-No dejare que Dakota vea morir otro pariente, yo lo hare, tu cuidalas.- le digo a Arlan.

Me acerco al esclavo de Dakota y me aparto murmurandole algo mientras asiento a lo de oscurecer el pelo de mi prima - El es una persona horrible, traicionara a todos, violaba, golpeaba, mataba y destrozaba esclavas... No os fieis de el, diselo al resto de esclavos.. - LE susurro mirando despues a Arlan.

Mmmmm... ¿Y donde estoy yo al final?

No se... en serio te perdi la pista, con tanta gente que "juego ahora no juego"... te doy carta blanca, ponla donde quieras.

- Ya lo sabemos.- dije con tono serio.- ¿Te daria mucha pena que dejara de hacerlo... para siempre?pregunte con fingida inocencia

Kendra se suponia que se habia ido a la mansion Barlow en busca del papa y del hijo, uno para saber como esta y otro para desear verlo sufrir xD

- No me causaria ningun problema - conteste al chico mirandolo de forma seria y decidida, dejando claro que no dudaba en mis palabras ni un apice.

La mansion es pasto de las llamas, alli ya no hay nada...

¿Nos ayudarias?.- pregunte dejando caer la posibilidad de que un señuelo ayudaria bastante.

Asenti a las palabras de chico, ayudaria si hiciera falta aunque conocia a Travis y sabia que no iba a ser tan sencillo como lo pintaban.

Travis miró extrañado al escalvo que hablaba...

- ¿Qué está diciendo?... no es momento para acertijos.

El sudor caía por su frente, pese a que no hacía demasiado calor. Echó una mirada de reojo a Angie y a Dakota, como asegurándose de que estuvieran bien y se dirigió a Harol.

- De acuerdo, adelantémonos. Pero hagámoslo rápido... no queremos que esos salvajes nos encuentren.

Su mirada se estrechó, estudiando al esclavo.

- Ten cuidado, Travis... no le des la espalda en ningún momento... esta gente te odia sin siquiera conocerte... las chicas pueden servirles para algo pero tú... eres un artículo de lujo, algo supérfluo... no dudarán en dejarte en la cuneta... mantén los ojos abiertos... ¡JODER! ¡NECESITO UN TIRO CUANTO ANTES!... tranquilo Travis... Tranquilo...

Su propia voz resonaba en el interior de su cabeza, discutiendo, razoando, tratando de calmarle...

El tiempo se iba rápido. Debíamos escapar de allí pero al parecer, no sabíamos muy bien que hacer. Travis, mi primo, propuso una salida. Pero sobre sus espaldas cargaba mucha historia negativa, su accionar no generaba confianza.

-Harol, cuídate... Y tú también, primo. - Sigue siendo familia, aunque no me fíe del todo de él.

-Primas, Arlan, busquemos un lugar dónde esperar a que vuelvan por nosotros. No es seguro permanecer tan expuestos.

Las imágenes de cómo los rebeldes habían tratado a todos aquellos que estaban en mi casa y que eran fieles seguían volviendo a mí. NO quería terminar de esa forma.