Partida Rol por web

Dejo a las chicas con las provisiones mientras registro la casa de forma rápida y concienzuda. Poco a poco ambas mujeres van perdiendo el aire de arrogancia de los que lo tienen todo y ahora ya parecen mas fugitivas asustadas, que es lo que ahora son.

Salgo y les hago un gesto para que entren.

Dentro...seguro por ahora.

- Con que tengan agua ya me aprecera un palacio... - Comento entrando y crjiendo mi cuello cada vez mas cargado, cada vez mas tensa, preguntandome que habria apsado con nuestro primo y el esclavo de Dakota, pues no se habia sabido mas de ellos.

Por fin alcanzamos un lugar que parece seguro. La marcha ha sido larga y peligrosa. Hace días que dejamos atrás a Harol y a Travis, no sabemos si aún viven o si fueron víctimas de los rebeldes.

Arlan se ha comportado maravilosamente. Mi prima es muy afortunada al tener alguien que vele por ella en esa forma, ahora que la ciudad es un desmadre y estamos a merced de nuestra suerte.

Con cansancio, entro a la casa, que a pesar de estar vacía y destartalada, me parece mejor que mi mansión, luego de haber pasado unas cuantas noches a la intemperie y dejo las provisiones en el rincón más cercano. En este momento solo pienso en sentarme un rato a descansar.

Busco entre los restos de la casa telas o mantas, incluso alfombras o cortinas que puedan servir para cubrirse y se las tiendo a la chicas para que no pasen tanto frió. Aun no hemos encontrado ropa adecuada para ambas y sus caras ropas están ya destrozadas. Mis ropas de esclavo también lo están, pero a mi el frió de este lugar apenas me afecta.

Arlan se acerca y me tiende una sucia y raída manta que encontró en el lugar, luego de hacer lo mismo por mi prima.

-Gracias Arlan. Por toda la ayuda que me has prestado, no solo por esto- mi orgullo se ha ido perdiendo con el transcurrir de los días. La vida ha sido muy dura y no me quedan ganas de ser altanera. Además, cada vez estoy más preocupada por no tener noticias de mi esclavo. Me envuelvo en la manta y me siento contra una pared a descansar un poco.

-Dime esclavo- mi trato es amable y para nada ofensivo- ¿cómo era tu vida antes de que te arrancaran de allí?

La miro en silencio antes de sonreír de forma dura y algo cruel.

Preparado...preparado para ser capturado y esclavo. Luego aquí, matar esclavistas y recuperar familia. Muchos esclavos en últimos años ser guerreros que dejarse coger. Vosotros hacer vuestra propia mala suerte.

Mientras me observa parto sin apenas esfuerzo la pata de un mueble para hacer un discreto fuego que es mas grueso que su pierna.

Vosotros matar nuestras familias...nosotros matar las vuestras.

Sus palabras me chocan, me golpean. Poco a poco voy comprendiendo la magnitud de lo que hemos desencadenado con nuestra soberbia. Todo este tiempo ellos han sido pacientes. Todo este tiempo se han ido preparando para la rebelión. Y nosotros tan ciegos que no fuimos capaces de prevenir el desastre.

Ante mis ojos vuelven a pasar los cadáveres de mi madre y de mi padre, siendo consciente de que muchos de ellos han visto lo mismo que yo. Escondo mi cabeza entre mis rodillas para evitar llorar. Ha sido demasiada carga emocional la que he experimentado este tiempo.

-¿Por qué te quedas con nosotras entonces?- pregunto luego de unos minutos.

La miro en silencio un buen rato antes de responder algo que pueda tener sentido. Antes de conocer a Cathe habría matado sin dudarlo a todo esclavista que cayera en mis manos, sobre todo si era esta familia que compro y torturo a mi prima.

Tal vez vosotras mías ahora...tal vez yo querer que llegar bien a mi casa.Tal vez... me encojo de hombros.

-¿Y qué será de nosotra cuando te vayas?- me aterra la idea de quedarme sola en este mundo. Me doy cuenta que no podría sobrevivir y eso me da rabia. Va siendo hora de que empiece a aprender a arreglármelas por mi cuenta.

Me acerco al fuego que Arlan ha encendido y me siento cruzada de piernas, a contemplar las llamas. -¿Cómo haces para encenderlo?

La miro en silencio sin decirle como hacerlo. A tenido días para fijarse pero no lo ha echo pese a que no trate de ocultarlo.Sigue llamándome esclavo y pese a que ella crea que esta siendo justa es como si hablase con una mascota o un animal útil.

Comer carne de rata ya?.

No sé qué es lo que he hecho mal, pero el clima se vuelve espeso y Arlan se torna frío y distante. Con extrañeza ante su pregunta lo miro, sin saber bien cómo reaccionar. ¿Se está burlando de mí? ¿Por qué saca ese tema a colación? ¿Qué quiere probar?

-No... rata no. No... podría. ¿Eso impide que me enseñes a hacer un fuego? ¿Tanto te molesta que no quiera seguir colgada de tus pantalones?- poco a poco la furia va apoderándose de mí. Él no sabe lo que he vivido; no puede juzgarme desde su óptica cargada de odio, simplemente porque yo nací en cuna de oro y él no. No quiero dar lástima. ¿Por qué no me ayuda a valerme por mis medios así puede deshacerse de mí sin remordimientos?

Preferir carne humana?. También hay quien comerla, pero la de rata mejor. Tu ser joven, ser guapa y por forma de actuar no estar con hombre antes. Tal vez suerte y encontrar alguien que cuidar de ti, hasta que encontrar mejor. Ser esclavista no olvidar. Este nuevo mundo. Esclavistas morir...nosotros vivir. Tu decidir que querer ser de una vez.

Si se molesta por que no he obedecido una orden suya me pregunto que hará cuando el que tenga poder sobre ella sea un adulto de los clanes.

Me pongo en pie y le lanzo un palo a los pies, haciendo gestos para que lo tome.

Tu estar preparada?...tomar palo y golpear. Matar mi.

Siento que cada vez se burla más de mí, lo cual me hace estallar.

-¡Qué sabes tú de mí! ¿Por qué me tratas permanentemente como una niña tonta? ¿Qué tiene que ver que sea virgen? ¡No quiero que un hombre cuide de mí! ¿No lo entiendes? ¡No quiero ser de nadie, no quiero ser un objeto, no quiero tener que tener siempre algien al lado para velar por mí!-

Recojo el palo que me ha lanzado como desafío, dispuesta a probarle que no tengo miedo, que no me doblegaré tan facilmente. Al sentirlo entre mis manos, la furia me ciega. Por fin puedo darle rienda suelta al dolor y a la ira, a la frustración y al miedo. Ya no veo a Arlan. Ahora es el que disparó contra mi padre el que está frente a mí. Ahora son los que vejaron el cuerpo de mi madre los que me retan. Con todas mis fuerzas, me impulso contra él para golpearlo en un costado, tratando de llegar a sus costillas.

Esquivo con facilidad su burdo ataque. Cegada por la ira y por lagrimas de rabia y pena es imposible que me golpee con la fuerza suficiente como para que haga mella.

Me limito a dar pasos hacia atrás mientras ella descarga sus golpes hasta que esta cansada y entonces tomo el palo bajo el brazo, atrapándolo con el cuerpo y tomando su muñeca con la otra mano para acercarla a mi.

No eres cazador...eres presa y hasta que no darte cuenta de ello pones en peligro a ti y a resto.

Las lágrimas corren por mi rostro como cascada, pero no puedo hacer nada para ocultarlas. La ira se ha disipado con el cansancio, ahora sólo queda la frustración. -No quiero ser presa... ¿puedes entenderlo?- me suelto y vuelvo a sentarme contra la pared, deseando que esta pesadilla acabe de una buena vez.

Me acuclillo ante ambas y las miro por turnos antes de hablar.

Ahí fuera ser ahora de clanes...clanes en medio de la guerra contra esclavistas, pero clanes. Tras matar esclavistas pelear entre clanes. Eso siempre así. Si querer sobrevivir tener que aprender a ser de clanes. Vosotras mis mujeres ahora. Decir si preguntar. Hasta poder vivir, yo tener que responder de vosotras. Si hombre de clan encontrar, decir que ser de Arlan del clan del Bunker del árbol. Eso poder dar tiempo a vosotras para algo. Si yo estar hablar yo. Entender eso?.

Las miro muy serio para que me crean. Cuanto antes se lo crean mas convincentes serán cuando tengan que decirlo.

No dije absolutamente nada, me limite a seguir las indicaciones de Arlan y asentir a lo que habia comprendido, ahora estabamos en su terreno asi que solo quedaba el adaptarse, no me gustaba mi anterior vida, y lo unico que queria de ella no estaba asi que... esto tampoco podia ser peor..

Con resignación escucho las palabras de Arlan y asiento. Si es necesario fingir, así lo haré, pero no estoy dispuesta a perder el control de lo único que me queda: mi vida.

De ahora en más no perderé de vista a Arlan. Si él no quiere enseñarme a valerme por mis medios, aprenderé sola, copiando sus movimientos, estudiando su modo de vida, aceptando incluso que debo aprender a cazar y comer ratas de ser necesario. No seré una esclava. Nunca.

Me acerco algo cansado al grupo, oyendo lo ultimo.- ¿Todas para ti?.- pregunto con una sonrisa socarrona.- ¿Tu saber al menos que hacer con una?.¿Enseñarlas a bordar?.- pregunto usando su forma de hablar, el chico aprende rapido para ser del clan que es... pero le falta y mucho.

Miro a la chica, Cat.- Vuestro primo se a largado, me dejo solo y se tiro a la carretera, robo el coche de un pobre diablo y se largo... Asi que ahora estamos solos. Hasta donde he podido explorar no hay peligro, ni casas, ni agua... solo tierra y piedras. Mucha tierra y piedras.

 Me acerco a Dakota y me quedo a su lado, como he estado siempre.