Partida Rol por web

Taylor busca la cobetura más segura que puede. Cuando se echa al suelo, la pierna vuelve a arderle como si le estuvieran rociando con gasolina. Aprieta los dientes y aguanta el tipo, como ha venido haciendo hasta ahora. Se alegra de ver que Frank sigue con vida.

- Cúbrete bien, Frankie.

Mucho se temía que si salían de esa situación, el jodido Wayne les iba a meter una demanda de aquí te espero por dejar sus oficinas reducidas a escombros. En fin, el deber es el deber.

- ¡No te preocupes por mi Taylor!, se cuidarme solo...- Dijo Frank mientras sacaba de su chaqueta su ya curtido teléfono móvil. Era algo antiguo y estaba lleno de arañazos. Al detective no le gustaba cambiar de telefono como hacía la gente, le aprecía estúpido, casi tanto como el gastarse el dinero para dar de comer a tus hijos en prostitutas, juego y drogas...sin embargo a veces cambiaba de opinión, la resolución de la cámara no era muy buena, y era lo que ahora interesaba a Adams.

Activó la cámara para grabar un video, no le quedaba demasiada memoria en el movil, pero si la suficiente como para tener unos segundos. asomó el movil por encima de su cabeza lo justo como para que su mano no estuviera a tiro de los matones, pulsó el botón de grabar, y, esperando que no destruyeran su teléfono, Frank esperó un par de segundos para bajar el movil e intentar averiguar el número de enemigos que les estaban disparando.

Comienza la batalla. Los asaltantes comienzan su andanada. Proyectiles de gran calibre se alojan en todas las superfícies en cuanto detectan el menor movimiento. Adams saca su mano y consigue grabar unos instantes. Pronto decide resguardar su mano cuando las balas perforan con violencia parte del borde donde se esconde. Teme que puedan traspasar su protección y acribillarle. El ruido es ensordecedor. El sonido de la madera astillándose se convierte en impactos metálicos. Adams traga aliviado al comprobar que el mostrador está blindado en previsión a un fallo en la zona de dianas. Envía el vídeo al número de Taylor. En el bolsillo de éste, un zumbido le alerta para descubrir el vídeo de su compañero. Borroso y un tanto desenfocado se puede ver a 4 indeseables con armas automáticas de diseño ultramoderno.

Uno de los policías de Threev activa una granada y la arroja tratando de pasarla por encima del gran armario con éxito pero cae delante de las pesadas estanterías y no consigue dañar a los enemigos. Como respuesta, una ola de ráfagas revientan las puertas del armario que protege a los policías y al Fiscal. Las puertas se fragmentan para mostrar una caja con morteros. Los matones sonríen malévolamente y disparan contra el contenedor. Threev, parece tener un sexto sentido y se lanza en plancha en dirección a Taylor. A pesar del metal protector del contenedor los proyectiles perforantes lo destrozan y alcanzan los morteros. La explosión es terrible y hace temblar toda la planta. Parte del armario estalla alcanzando a los policías salvándose Threev de milagro, gracias a su reacción. La escena es terrorífica, miembros y vísceras decoran la zona de la explosión. Incluso el Fiscal y Taylor son salpicados con restos orgánicos y del armario. La situación es seria y la protección del armario se ha reducido a la mitad.

- Mierda... - Threev yace tirado entre escombros y restos humanos. El ensordecedor impacto de las armas y los explosivos hace que sus oidos retumben todavía. Mira a su alrededor, y ve que Taylor esta aún vivo, cerca de él, aunque magullado.

- Esto se está poniendo mal...- exclama el Fiscal, mientras cierra con ira su enguantada mano izquierda, que es recorrida brevemente con unos chispazos de electricidad.

Taylor abre los ojos y se percata del grotesco espectáculo en que se ha convertido la sala. Mira a Threev. Verlo de cerca ya de por sí es... evocador. Algo ha cambiado en él, y no se refiere solo a su aspecto.

- Joder... quedan cuatro de esos cabrones - dice sosteniendo el teléfono con una mano.

Jodido Frank, las cosas que se le ocurren a este hombre.

- ¿Qué coño hacemos? Se me está empezando a acabar la munición, y esto se va a venir a pique en seguida.

 Mientras los agentes Taylor y Adams se quedan petrificados ante la difícil situación en la que todos se encuentran, Threev, calmado, casi aburrido, empuña su arma, pero en vez de disparar a los matones, apunta hacia una de las alarmas antiincendio que decoran el techo del moderno edificio Wayne.

- Espero que esto funcione - se dice Threev para si. Tras apuntar cuidadosamente, el agresivo Fiscal de Gotham dispara al dispositivo antiincendios. El artefacto, al primer impacto, empieza a parpadear, y en pocos segundos, el sistema de riego de seguridad de la sala se activa, descargando gran cantidad de agua. - Este Wayne no se anda con pequeñeces- piensa Threev- tengo agua a raudales...

Tras unos pocos segundos,el agua comienza a dejar anegada la sala. Pero este tiempo le ha bastado a Threev para cerrar los ojos. Y concentrarse. En los que se metían con él de pequeño. En los pijos y ricos que tuvo que soportar en la universidad. En los corruptos de Gotham, aunténtico mal de todo. Yen el Joker, responsable final de su terrorífico aspecto actual - Os traigo la Ley - grito Threev- os juzgo y os condeno a morir... electrificados.

Y mirando con una sonrisa a Taylor, que más podría parecer una mueca en el chamuscado rostro del Fiscal, se quita el guante de su mano izquierda, revelando  el deplorable aspecto de su extremidad, tambiém chamuscado, y apoya la palma contra el encharcado suelo de la sala.

Y en ese momento, comienzan pequeños chispazos de electricidad que bajan como gusanos por el brazo de Threev hasta el piso.... y extendiéndose a traves del agua como elemento conductor...

El nuevo Fiscal parece entrar en trance. Lejos de parecer mostrar temor ante una situación realmente peligrosa sus demacradas facciones revelan ligeramente una mueca de rabia. Los aspersores dispersan el líquido por toda la sala y Dany se arrodilla para descargar una onda terrible de energía. La corriente eléctrica fluye como las balas a través del agua sin encontrar obstáculos. Taylor a corta distancia, observa atónito la cruel acción de su compañero, si es que queda algo de él en ése cuerpo chamuscado. Reacciona tan rápido como puede su cuerpo para evitar la exposición a la electricidad. Adams también observa fugazmente la actitud, en parte avisado por Taylor, y busca un remedio para evitar el shock eléctrico.

El agente apostado en la entrada, también mira a Dany con incredulidad. Cómo es posible que ése hombre trate a los compañeros como si fueran enemigos. Qué poderosa razón hay en su mente para actuar de esa manera? El pobre agente reacciona pero con el agua acumulándose en el piso, resbala con la pierna que iba a darle el impulso y cae al suelo produciendo una gran salpicadura.

Los matones, ajenos momentáneamente a lo que se viene encima, sonríen ante la patética estratégia de activar el sistema antiincedio. Para qué activarla? Piensan pedir refuerzos a los bomberos?

Los arcos eléctricos aumentan en tamaño y potencia hasta que finalmente, un gran y serpenteante rayo emana del cuerpo de Threev para recorrer su brazo y pasar al caudal de agua, produciendo un ensordecedor estallido.

Taylor observa estupefacto lo que Threev hace.

¡Está loco! ¡Está jodidamente loco! - pensó un momento.

Busca la cara de Adams, que seguramente también esté desencajada.

No sabe si estaba preparado para lo que venía a continuación. No sabe si era instinto o qué su puto ángel de la guarda bajó del cielo y le tocó con los dedos, pero Taylor de un salto, consigue olvidar el dolor de su pierna, y se resguarda en el hueco de un escritorio que apenas estaba mojado.

Cerró los ojos ante la inminente explosión y cruzó los dedos. Acto seguido el ruido ensordecedor hizo que le temblara todo, y le doliera la cabeza. Sentía la pierna volviendo a sangrar debido al brinco que había pegado pero ya habría tiempo para preocuparse por ello después. Después de la explosión, silencio. Ni siquiera se escuchaba el agua caer de los aspersores. ¿O puede que Taylor se hubiera quedado sordo?

Abrió los ojos, y se preparó para lo peor, mientras sus dedos se apretarón el muslo, tensos por el dolor.

- ¡Joder!- exclamó Adams al ver la expresión en los ojos de sus compañeros, por un momento dudó que el ayudante del fiscal se atreviera, pero al ver que seguía decidido con su empeño, tuvo que actuar rápido.

Frank se impulsó ligeramente para que nada de su cuerpo tocara el suelo y solo se apoyara en el cadáver del matón que había matado hacía minutos...esperaba que al no estar en contacto directo con el suelo el calambrazo no fuera tan intenso, pero tenía pocas oportunidades en esa situación...

El detective no había tenido tiempo a penas de fijarse en su antiguo compañero Threev, pero para un ojo agudo una simple vista bastó para ver que había cambiado, ese cambio de look traía consigo un cambio en la psique del fiscal, que fue confirmada por sus acciones descontroladas...

Frank, en una posición un tanto dificil intentaba no tocar el suelo, deseó que Taylor y el policía que quedaba vivo sobrevivieran a la locura de Dany, y rezó por sí mismo, esperando a lo que segundos después sería una carnicería.

Adams trata de salvar su vida ante la inminente descarga de Threev. Cómo ha podido el antíguo ayudante del Fiscal cambiar tan drásticamente? El caso, es que en la pared opuesta al mostrador, un pequeño armario parece la solución a su mal. Es escueto, seguramente para albergar algunos abrigos o cazadoras, pero ahora va a ser su refugio. Se introduce cerrando las puertas evitando que el agua entre ya que se encuentra a varios centímetros del suelo. En el último momento observa la escena que vive su compañero. Taylor, corre para alejarse del foco de la descarga. El armario usado por Adams parece demasiado lejano para alcanzarlo con el mostrador como obstáculo, pero el mismo mostrador podría aislarle lo suficiente para no sufrir daños severos. Sin embargo, algo ocurre que da al traste con sus planes. El policía que ha caído al suelo en su evasión, en un intento de salvar la vida, agarra la pierna de Taylor impidiendo su avance. Entonces, el shock eléctrico se produce. La gran explosión hace que cientos de voltios fluyan por el agua y como miles de diminutas dagas se claven en la piel de aquellos que alcanza.

Los matones comienzan a chillar al tiempo que sus armas metálicas sirven de pararrayos y sus piés al contacto con el agua canalicen la corriente. El policía también grita al recibir la descarga dejando sus ojos en blanco sumido en convulsiones. Irremediablemente, la descarga pasa del cuerpo del policía al de Taylor que nota cómo sus músculos se agarrotan con intenso dolor. Un gemido trata de salir por su garganta. Nota como la corriente le recorre el cuerpo, incluso cuando abre su boca, pequeños arcos eléctricos serpentean por sus dientes. La piel se lastima sufriendo heridas por quemadura. Es como si Threev fuese un escultor que tallase manufacturas tratando de imitar a pequeña escala figuras de su horrible aspecto.

Tras el relámpago, la quietud vuelve a la sala. No se percibe movimiento alguno, salvo la incorporación del Fiscal, visiblemente agotado. Cierta "niebla" flota en el ambiente con olor a quemado. El esfuerzo ha sido enorme y ahora sus células deben volver a generar energía. Se apoya en la pared tratando de recuperar el aliento. El policía yace boca abajo con el rostro desencajado. Sin duda está muerto. Los  matones, también alfombran el suelo sin signos aparentes de vida en ellos, todos con muecas de dolor en sus contraídos rostros. Su muerte ha sido agonizante. Adams abre lentamente una rendija de la puerta temiendo que los matones hayan sobrevivido siendo un blanco facil a esa altura. Consigue ver a su compañero Taylor tumbado boca arriba sobre el mostrador, al parecer, el detective a pesar del dolor y el policía aferrado a su pierna, pudo zafarse en medio de la descarga y subirse. Ese increíble acto de supervivencia le ha salvado la vida, aunque el precio pagado ha sido alto. Su piel presenta quemaduras similares a las del Sol a quienes se pierden en el desierto. Permanece incosciente, con su torso colgando, Adams se teme lo peor al ver la preciada cazadora de cuero humeando. En el rostro de Threev, una mueca que intenta ser una sonrisa da paso a unas palabras casi inaudibles: - Tienen derecho a guardar silencio...., cualquier cosa que digan podrá ser usada en su contra en un tribunal...... Buen trabajo agentes.... Misión cumplida -

El detective escucha los gritos de dolor y agonía a través del escudo que le protege de la muerte. No le importaría si solo hubiera alcanzado a los matones, pero esos gritos también pertenecían a sus compañeros. A los pocos segundos, el silencio se hizo sepulcral, y Adams empujó la puerta con el zapato, todavía un poco temeroso de las descargas de electricidad.

Asomó la cabeza rápidamente para comprobar que nadie podía volarle la cabeza y salió. Contempló la horrible escena, el policía así como los secuaces del payaso habían muerto con una expresión de intenso dolor en sus caras. Era ciertamente fantasmagórico, y esto se acrecentaba con el agua por el suelo y la escasa neblina que se había producido en la sala.

A continuación Frank vió a Taylor postradp y chamuscado. Fué corriendo hacia él y le tocó el cuello, las quemaduras eran graves y el pulso débil, pero seguía con vida, había que pedir ayuda rápido, el detective esperaba que otros tantos policías subieran para asaltar el edificio, no sabía que había planeado el loco de Threev, pero solían ser dos grupos de asalto los que entraban en los edificios.

Aun así todavía era pronto para llamar a la ambulancia, pues la escena empeoraría segundos después.

Adams se giró y escuchó la jocosa frase del ayudante del fiscal mientras este se apoyaba en la pared, todavía agotado. La rabia empezó a crecer en el interior de Frank como la misma chispa que había iniciado la matanza apenas un minuto antes. Sin pensarlo dos veces el detective se acercó intimidante hacia el cambiado Dany.

- ¡Maldito tarado! ¡Nos podías haber matado a todos!- Gritó el detective mientras empujaba con fuerza y furia al abogado para hacerle perder el equilibrio.

- ¡Cabrón hijodeputa! ¡Mira lo que has hecho, has matado al poli y dejado a Taylor solo Dios sabe como!- Exclamó Adams mientras acompañaba su frase con un puñetazo a la cara de Threev.

 Threev observa sorprendido como Adams se le echa encima, y esa misma sorpresa es la que le impide reaccionar en un principio. Además, esta agotado por el esfuerzo. Sólo acierta a murmurar, mientras yace arrodillado tras el puñetazo de Adams:

- Obstaculo superado, ¿no es cierto Adams? Pues deja de perder el tiempo desahogando tu furia y vamos a por el maldito payaso...