Partida Rol por web

-Hay muchas rebeliones incipientes y casas que necesitan...guía. -hizo una pausa para comer algo de ensalada.

Me alegra verles tan dispuestos, el entusiasmo siempre es bueno para impulsar los cambios...pero por hoy seguramente prefieran descansar y pasar algo mas de tiempo haciéndose compañía, son dos hermanas y dos hermanos que no se ven hace mucho...

-Si, eso es verdad- dije mirando de reojo a Delilah, pero luego mirando a mis hijas- las niñas quieren conocer a su tío y yo conocer a los pequeños borregos, los vas a empezar a entrenar en cuanto cumplan 3 no es así? Yo hice lo mismo con las mías y los entrenamientos de a poco se empiezan a hacer básicos-

-Claro, tienen que saber defenderse. Ya que cumplan 10 pueden elegir que hacer con sus vidas.

-¿No es muy poca edad para que decidan eso? -Lyre se veía preocupada, lo de la poca edad en ciertas cosas siempre le inquietaba.

-Por sus venas corre sangre demoníaca de extrema pureza, crecerán rápido y se harán fuertes y con el tiempo desarrollarán sus poderes, lo cual será interesante de ver al ser el resultado de un cruce entre distintas especies, además en este mundo donde las peleas por territorio o ambición abundan, lo mejor es que sepan defenderse, no podemos estar velando siempre por nuestros hijos e hijas, con el tiempo van a querer independizarse y deben estar listos para este mundo- dije mientras me servía otro vaso de vino.

Lyre no discutió sobre el asunto, aunque seguía sin parecerle a todas luces. La comida transcurrió tranquila y Alain mantuvo bastante silencio dejándoles conversar entre ustedes. Delilah comió poco, y se dedicó mas que nada a examinarte a ti y a Alain con interés. Este último habló, su plato había sido ligero y había terminado primero.

-¿Los hospedarás en tu casa? Aunque por hoy, quizá quieran quedarse todos aquí...

-Si no me queda otra- dije apoyando la cabeza contra mis manos entrelazadas y tirándome ligeramente hacía atrás- supongo que si, hasta que se consiga su propia casa y deje de ocupar la mía- dije sonriendo.

-Aunque por hoy estaría bien quedarnos aquí, seguramente las niñas quieran un cuento de parte de su abuelo-

Las niñas miraron a Alain con los ojos brillantes, lo cual le hizo reír un poco sin darle opción a negarse. Inome por su parte, le habló a Delilah.

-Cuando termines de comer, escogeremos cuarto. Sin reproches, por una noche quiero que te estés quieta donde pueda verte.

Delilah ronroneó en respuesta con una sonrisa, moviendo la cola con suavidad, aparentemente complacida con la consideración.

Sonreí de costado y con la bota acaricié el pie de de Delilah, despacio, mientras comía un pedazo de carne y pasaba el brazo por encima de los hombros de Lyre.

-Bueno, al menos fue divertida esta visita y ya tenemos asegurado de que no nos aburriremos ni nuestra estirpe lo hará-

-No necesitas jurarlo. Eso espero, o me volveré a largar -resopló levemente y se reclinó en su sitio también. Sacó de un bolsillo un cigarrillo de buena calidad el cual se encendió con una chispa ínfima. Esa costumbre la había adoptado en los últimos años probablemente. Inspiró el mismo hondo, y expulsó una bocanada, satisfecho.

-Hm...ojalá haya mejor tabaco aquí abajo.

-¿No te estas olvidando de algo? -Delilah intervino pícaramente, tomando del respaldo la funda envuelta y tendiéndosela- te hiciste una bonita cicatriz por ella. -Su dedo se deslizó con suavidad por el pecho de Inome, recorriendo la cicatriz mas grande de las que tenía.

-Oh si, como sea...toma -te la alcanzó arrojándola hacia ti- Yo no necesito eso. Mis armas están pegadas a mis brazos donde pertenecen.

Me sorprendí al ver que la espada era para mi, me esperaba que fuera un regalo para nuestro padre.

La tomé en el aire y me senté mejor para observarla, quitando la tela que la cubría.

-Mis armas también están en mi cuerpo, pero Nightmare es una extensión del mismo...- en ese instante sonreí de costado- quizás sea por haberme juntado con esa Seimhel para decir lo que acabo de decir- comenté antes de admirar en su totalidad la espada.

-Sigue así, en breves te veré con un sombrero puntiagudo, o de copa, y un monóculo...-bromeó Inome.

Contemplaste una espada que...un momento. ¿Habías sacado a Nightmare? No, esta estaba en su funda. Solo que esta espada se veía idéntica. Diseño, peso, largo, color...Sabías que la espada que tenías era la que estaba perdida, por ende, esta debía ser la que tenía dueño. Tenía.

-Un monóculo no estaría mal, el único humano que admiro usa uno, pero eso si llego a viejo...lo otro, paso , es demasiado de mago*-

Al contemplar la espada puedo notar que es igual a Nightmare, idéntica y del mismo material, tenía que ser su gemela, no quedaba duda y eso explicaba como Inome tenía una cicatriz que no se había cerrado.

- Arriesgaste tu vida para darle un regalo a tu hermano menor? Conmovedor- dije con una sonrisa para luego levantarme y extenderle la mano, tomándolo del antebrazo con firmeza.

-Gracias, de en serio- lo miré a los ojos y sonreí con franqueza antes de volver a sentarme, demasiada muestra de cariño por hoy- y dime, que tal era el anterior dueño?- dije desenvainando la hoja y lanzando un corte al aire antes de volver a enfundarla.

Lyre estaba atenta al arma, y ya había terminado de comer como la mayoría. Levantó levemente las orejas, en señal de atención.

-Eso es muy dulce...y, donde esta tu regalo para mi -miró inquisitiva a Delilah, buscando molestarla un poco. Sin embargo esta sonrió y contestó, ahora poniendo nerviosa a Lyre- Ese tengo que dártelo en privado...

Inome devolvió el saludo con cierta convicción, pero miró hacia otro lado con aire fastidiado luego.

-No es como si lo hubiese hecho por eso, solo que era un sujeto fuerte, y vencer esa clase de individuos es mi tipo de entrenamiento favorito. Era diestro con esa arma, pero débil físicamente. Claro que con ese filo no necesitaba hacer mucha fuerza para cortar, por lo cual le era bastante afín...

Las niñas se habían levantado de sus asientos y estaban junto a Alain parloteandole sobre sus intereses particulares. Los de Layla eran temas mas dulces como caramelos y juegos, y los de Reilla también pero intercalando algunas pretenciones de entrenamiento.

Sonreí de costado mirando a Delilah al notar la reacción de Lyre, para luego responderle a Inome.

-Si, lo se...- dije mirando la espada una vez más- tiene algún nombre? Es decir escuchaste si el sujeto la llamaba de alguna manera?- el hecho de ahora tener dos espadas y dos hijas era mucha coincidencia y encima de las buenas, ahora podría tener un regalo afín para ellas cuándo ya me retirase de los combates, aunque para eso pasarían muchos años...

-Feather. Pero ahora que es tuya puedes ponerle como se te ocurra, ¿no? -dijo dando una calada larga al cigarrillo, despreocupadamente.

-Feather...-no sonaba mal, pero no iba conmigo, ni que fuera un ángel o un ave...miré a su gemela Nightmare, la que llevaba pesadillas a aquellos que la contemplaban al desenvainarse, si es que sobrevivían a su filo...la otra espada era igual, pero podría tener otra causa, abrir el camino para concretar el sueño de su usuario...- Dream...ese será su nuevo nombre- dije emanando aura alrededor de toda la espada mientras el nombre se marcaba a fuego en la vaina, de la misma manera que lo había hecho con su hermana.

Puse las dos espadas en mi cintura, del mismo lado y luego me volví a acomodar.

-Desde hace cuanto fumas? Y quien te pegó la costumbre?-

-Solo me dio curiosidad probar, y resultó bastante relajante. -dijo tras expulsar el humo, que olía ligeramente mentolado y apartar la colilla de si con dos dedos- Deberías probarlo alguna vez. Es bastante reconfortante, un placer extra a agregar a la lista de básicos...

Se puso de pie, tendiéndole una mano a Delilah con cortesía sencilla (y que no te acostumbrabas a ver en Inome) para que viniera con él. Esta le siguió y enrolló la cola alrededor de su cintura, sonriente.

-Descansaremos un poco. esta gata estará bastante ocupada -notaste un sentido malicioso en eso, antes de que añadiera convenientemente- Con los niños, claro.

Ambos se retiraron con calma, y Delilah miró hacia atrás apenas mirándote con picardía.

-Presiento años movidos...y un incremento de orejas gatunas entre la familia -comentó Alain, acariciando la cabeza de Layla, que había sacado sus propias orejas para lucir aún mas adorable.