Partida Rol por web

Callo mientras los jóvenes me hacen sus preguntas, pero mi semblante se mantiene serio observándolos a todos.

No hay nada más que decir, ya habéis oído mis palabras.

Pocos segundos después, una turba de gente, con artorchas en las manos, se acerca a vuestra posición.

Uno de ellos se dirije hacia el hombre que os ha hablado.

Nuestro Sagrado Señor Havnor, aquí estarnos. ¿Cuál es tu voluntad?

Al oir de la pregunta de mis fieles, me giro hacia ellos y empiezo a perderme en mis pensamientos, mientras miro a las estrellas.

Cuando parece que ya tengo algo claro, señalo a los jóvenes con los que había hablado.

Oremus: Fidélium, Deus, ómnium cónditor et redémptor, animábus famulórum famularúmque tuárum remissiónem cunctórum tríbue peccatórum: ut indulgéntiam, quam semper optavérunt, píis supplicatiónibus consequántur. Per Chrístum Dóminum nóstrum.

Oremos: Oh Dios, Creador y Redentor de todos los fieles, concede a las almas de tus siervos y siervas el perdón de todos los pecados, para que consigan por nuestras piadosas suplicas la indulgencia que siempre desearon. Por Jesucristo nuestro Señor.

El nombre Havnor, os recuerda a un dios pagano del trueno y del relámpago, además, es el patrón de la profecía.

El nombre Havnor, te recuerda a un antiguo Matusalen, que murió hace cientos de años a manos de una criatura de otro mundo.

Ramírez parece un poco contrariado, disgustado incluso --Bonum nocte.-- dice sin mas mientras reemprende la marcha, ya había perdido bastante el tiempo aquella noche.

No puedo evitar mirar al anciano cuando se refieren a el las gentes que se presentan, un paso atrás probablemente por las antorchas y mala cara sin duda cuando comienza a predicar en latín, pese a todo es fácil reconocer el idioma de los curas. Bufo para mi mismo y prosigo la marcha tras Ramiro.

- Oh, oh....

digo al ver la turba de gente con antorchas y dando un par de pasos hacia atrás.

No pensaba quedarme ni un segundo más del necesario para ver qué querían aquella gente, me doy la vuelta y empiezo a caminar a paso ligero, sin dejar de mirar atrás para ver qué hacía aquel gentío.

Si había algo más peligroso que un puto loco con un montón de fanáticos a su alrededor, era eso mismo pero con fuego en sus antorchas.

Viendo que la situación no era demasiado claro, ya que el "profeta" no daba una respuesta clara a sus propias preguntas, además de señalarlos y empezar a entonar esa oración, junto a la turba de gente que se acercaba junto a el con las antorchas, me parecía mucho más cauto marcharnos de allí.

Tampoco Matei se molestó en decir nada; su mente era demasiado pragmática para ponerse a pensar en el intrincado acertijo del anciano el cual probablemente sólo fuera un desvarío de senectud. Con actitud calmada pasó de largo ante el gentío aunque mientras caminaba pensaba en lo extraño de un culto aparentemente católico que no reza en una capilla.

Te parece extraño, esa mezcla de paganidad con culto cristiano, pero no te queda claro a que pertence realmente.

Cuando veis que el grupo de las antorchas de empieza a acercar a vuestra posición, comenzais a caminar a paso rápido hacia vuestro objetivo, intentando dejarlos atrás, y rápidamente veis que dejan de ir tras vosotros.

En ese instante veis que Vladimir se ha quedado atrás y ha sido rodeado por la chusma.

Frente a vosotros, veis una pequeña muralla que separa la ciudad, y en ella una puerta custodiada por dos guardias.

Al no ser tan rápido como tus compañeros, quedas rodeado por la turba de las antorchas, que poco a poco te acorralan. Ves como las antorchas empiezan a ir y venir y una de ella te golpea, causándote una fea quemadura.

Apretaba los dientes molesto por el propio fuego más aun por la quemadura que sentía, incorporándome para, frunciendo el ceño sacudirme la capa.

-Malditos locos...-

Susurré un momento antes de tratar de escabullirme como podía entre los aldeanos para poder alcanzar al resto de mis compañeros. Mis ojos estaban ciertamente mostrando la molestia y la furia, pero ahora mismo no iba a cargar esa furia hacia la simple plebe. No, yo tenía más clase que ellos.

Observo los alrededores en busca de algo que pudiera hacer de cobertura para Vladimir, algo que hacer caer de una altura en la dirección contraria por ejemplo.

-Cualquier cosa servirá para distraer a esos memos.

Teodor pone la vista atrás, buscando alguna forma de distraer a la turba que había rodeado a Vladimir, pero justo cuando cree que ha encontrado algo util, el atacado, consigue escurrirse entre la muchedumbre, ya que apenas son simples campesinos y con un rápido movimiento se une al resto de los compañeros.

Los guardias al ver a Matei y a Lazar, al aparentar nobleza, os permiten entrar a la fortificación.

Al observar de nuevo, veis que el lugar frente a vosotros, es la plaza del mercado, el lugar que andabais buscando.

Tras solucionarse el pequeño incidente con Vladimir sin tener que recurrir a ninguna argucia, entramos en la fortaleza sin mayor problema.

-¿Alguna idea de porque el comportamiento de la turba?

Pregunto al rubio.

Las palabras de Markus me resultan interesantes.

-También es el nombre de un antiguo Dios, patrón de la profecía.