Partida Rol por web

Crónicas del Fin I: Camino Sin Retorno

Capítulo II: Las Guerras del Norte

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08/05/2019, 23:50
Narrador

Un sentimiento de abatimiento invadió a Syndra al ver que de nuevo el éxito en su investigación se le escapaba de las manos, pero no duró demasiado. Sabía que la suya era una tarea difícil y a largo plazo, pero siendo de la raza más longeva del mundo, el tiempo no sería un problema, y si había algo que la caracterizaba era que no se rendía cuando tenía un objetivo en mente.

Eso no quería decir tampoco que fuera una obcecada y se empeñara con lo imposible. Lo mejor sería dejarlo por el momento y volver a probar más adelante, y despejar su mente con alguna distracción ajena a su proyecto por un rato. Quizás así lograra luego encontrar un enfoque distinto con el que aproximarse a sus experimentos. De modo que dejó allí a Bull para que se hiciera cargo de dejar en buen estado la oculta mazmorra, mientras ella salía de allí y se internaba en los corredores del castillo.

No le costó mucho llegar a dónde tenía pensado, el lugar no es que fuera especialemente grande y en aquellos días había tenido tiempo de sobra para familiarizarse con él. Desde la partida del ejército no había mucha gente habitándolo aparte de los guardias, por lo que apenas se cruzó con nadie en su travesía hasta los pisos superiores. Al llegar a su destino, se encontró con la puerta cerrada por dentro y nada que indicara que alguien hubiera pasado por allí en bastante tiempo.

Al llamar la primera vez, tampoco obtuvo respuesta alguna desde el interior. A la segunda el resultado fue el mismo, pero luego de insistir de nuevo, la voz de la silvana finalmente le respondió desde el interior - No... no quiero ver a nadie...

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09/05/2019, 00:58
[Muerto] Korben

Había escuchado las palabras de Gorsha sobre no colocarse de frente a las armas de los enanos. El tono en el que lo había dicho le hizo tomarlo muy en serio, así que en todo momento trató de mantener una posición lateral frente a ellos, aunque eso le supusiese separarse un poco de sus compañeros.

Se encontraba muy cerca de ellos, pero no le agradaba participar en esta guerra, su intención no era servir ni a un bando ni a otro. Sin dura tomaría parte de la batalla si eran atacados, no iba a dejarse matar gratuitamente, pero en su mente empezó a crecer la idea de dejar la partida y encargarse de sus asuntos.

Solo la presencia de Erin y Gorsha le hacían no darle forma inmediatamente, había cogido aprecio a esas dos mujeres. Aunque eran dos mercenarias, y como tales se movían por sus propios intereses, también habían demostrado ser de confianza. Quizá su futuro inmediato estaría ligado a ellas.

Volvió a mirar hacia los enanos, y de golpe escuchó un grito... uno de ellos conocía el nombre de la orca. Ya habían nombrado a compañeros cuando se encontraban en Odrin, y quizá se trataba de éstos. Pero estaban en el bando contrario.

Meditó un segundo, esta guerra comenzaba a tener menos sentido para él.

No atacaría al menos que fuera estrictamente necesario, al menos hasta que se desvelase quiénes eran y qué pretendían, o si de verdad eran hostiles. Los inútiles hombres de Emil parecían estar prestos para el combate, tenía que calmarlos de algún modo si pretendían actuar antes de que el enano recibiera respuesta.

Manteniéndose alerta, se acomodó el carcaj desde el lugar donde se encontraba oculto para que fuera cómodo disponer de sus flechas, y decidió apuntar al que había hablado a su compañera, sin dejar de dar el frente a los soldados que tenía a su lado.

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09/05/2019, 01:36
[Muerto] Korben

Previamente...

Respondió a Erin cuando le formuló la pregunta.

- ¿Cómo les mataste?  Al resto, ¿cómo lo hiciste?

- Es mejor que ciertas cosas no se sepan. El dolor te puede llevar a hacer cosas terribles... y justificarlas. Lizeth llevaba a mi hijo dentro cuando fue asesinada, espero que entiendas cómo actúa un hombre cuando vive algo así.

Su mirada se volvió vacía, como si ya no se encontrase ahí, y estuviera evocando recuerdos pasados, para convertirse de golpe en triste y melancólica. Sus ojos se humedecieron, provocando una lucha interna para mantenerse firme y no romper a llorar.

Levantó los ojos con un gesto rápido, ahora eran duros y podrían hacer que cualquiera con poca voluntad decidiese evitarlos. Cualquier atisbo de debilidad había desaparecido, como si el hombre que hubiera hablado hubiera enterrado su propia alma. - Juré que el responsable lo pagaría, y voy a cumplir mi palabra. Esa mujer debe morir.

Escuchó a Gorsha.

- Si escapamos de esta guerra, si queréis ayudarme, el botín de la dama es vuestro. Todo. Solo quiero su cabeza. Podréis disponer de él como os plazca, yo os ayudaré a llevarlo donde deseéis. Y tras su muerte daré mi vida por vosotras hasta que estéis a salvo.

- No sé hasta qué punto podéis entender cuál es mi dolor, pero ni el dinero, ni el poder me interesan. Tan solo devolver lo que me ha sido arrebatado, y por fin descansar en paz.

- Si tengo opción de llegar a ella lo haré, si en cualquier momento queréis ayudarme mantendré mi oferta, a vosotras y a quiénes puedan ser de confianza, la vuestra o la mía.

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09/05/2019, 10:23
[Muerto] Korben

Hablando en voz baja, Korben preguntó a Gorsha sobre el enano, - ¿lo conoces?

La batalla había estallado, pero no daría ningún paso hasta saber si las tropas rivales eran realmente enemigos. Desde su posición tenía controlado todo el terreno, al no haberse internado en el bosque disponía de terreno abierto para usar su arco, mientras se parapetado tras un árbol.

Ningún adversario estaba aún cerca, y no los podrían tomar desprevenidos. Aunque de pronto un grito de Emil los arengó: ¿A qué estáis esperando? Sonaba tan desagradable como necesario, las tropas se estaban jugando la vida y su intervención podía decantar la balanza hacia un lado u otro.

Esperando la respuesta a su pregunta, tenían que actuar cuanto antes.

Notas de juego

Si, se ve perfecto el mapa.

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09/05/2019, 11:07
Duque de Montalbo

Emil era lo que se dice una cabeza hueca, no solo se había tirado de cabeza al combate sino que había desaprobechado la ocasión no solo de esperar, sino de dividir las tropas en dos para rodearlos por el bosque. Ahora a gritos les pedía que apoyasen el combate, "que remedio,para eso se supone que nos pagan", pensó para si mientras se escabullía entre la foresta. Había pensado darle alguna seña a Erin y Gorsha, pero lo dejó pasar, posiblemente hicieran lo contrario de lo que les indicaba, las mujeres eran todas iguales con esos malditos altibajos en el carácter. Con su habitual sonrisa sarcástica se dirigió al frente, no podía creer lo que veía, la orca y los enanos saludándose en mitad de la liza, una cosa era lo que llamaban el honor entre mercenarios y otra muy diferente aquello. Parecía que al final Duque tendría que vigilar también sus espaldas por si acaso, cosa que nunca estaba de más.

Aprovechando la linde del bosque pudo ver como chocaban los frentes y pese a la superioridad numérica de Odrin la formación de enanos era lo que estaba marcando la diferencia, esos pequeños tapones eran duros, un grano en el culo en toda batalla. Uno de ellos estaba gritando ordenes, manteniendo la formación estable justo cuando recibió un terrible mazazo en la cabeza, aquel golpe le podría haber arrancado la cabeza a un buey, pero el correoso enano solo se tambaleaba algo aturdido. Por otra parte el joven enano subido al carro dudaba demasiado, eso le hacia débil, era el momento se podía decidirse toda la batalla si el Lucerano jugaba bien sus cartas.

Como una serpiente que se desliza entre las hierbas altas Duque de Montalbo se acercó al enano sin que este le viera venir, los gritos de guerra y los vítores estaban muy bien para los novatos o para cansarse sin necesidad. Tras un corto silbido y una orden simple un enorme mastín salió del bosque precipitándose sobre el aturdido enano tratando de afianzar el mordisco mientras intentaba sacudir al enano como si de un harapo se tratase; sin embargo aquello no era más que una mera distracción. El Lucerano golpeó con el hombro al enano para que trastabillase antes de poder recuperarse por completo encarándose con el enano, intercambiando lances y tajos de forma certeza junto a la ayuda del molesto animal, el cual una y otro vez no paraba de hostigar al enano. Con esa táctica Duque esperaba que quedase claro que no se enfrentaba a un adversario cualquiera, con la reciente herida el enano estaba en una posición vulnerable y tal vez el mercenario no le diera opción a recuperarse. -Si los enanos tiran las armas y se rinden viviréis, sino verán como tus barbas se tiñen de rojo cuando te descerraje la garganta. Es lo mejor para todos enano, no seas testarudo y haz que todo acabe bien para los tuyos.-Duque no se andaba con palabrería vista su actitud. Cuando el enano recuperó plenamente la guarida pudo ver como la carga combinada del animal y los medidos embites del mercenario le habían aislado del frente, quedando en medio de la formación enemiga lejos de los suyos como para coordinarse o darles ordenes; parecía que el Lucerano quería descabezar al ejercito enemigo más que acabar con el por completo. No parecía una maniobra azarosa, sino más bien que el viejo perro de la guerra sabía muy bien lo que hacia.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Maravilloso el tablero Kylar, tengo que aprender ya.

Ini: 3 No se si hay bono por la emboscada.

Acción:- Combate múltiple: Si atacas a un enemigo ya trabado en combate, sumas +1 a cada dado de tu tirada de ataque. Lo mismo se aplica para los enemigos si te atacan varios a la vez. 3 éxitos. Menos mal del perro.

*Bono narrativo de Flanco: Belandir está aislado de los suyos.

Localización: Brazo.

Defensa Pasiva: 2 éxitos. Protección 2.

Daño:4+2+diferencia-protección(imagino 3).

Lo siento Belandir, pero he tenido que atacarte por ese y su traducción.¡Baruk Khazâd! seria como gritar:Enanos a las Hachas/Armas y la respuesta es ¡Khazâd ai-mênu!:Los enanos están sobre ti/Te cubrimos hermano. Bromas a parte faltó un pelo para que me hiciera un Pj enano

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09/05/2019, 12:30
[Muerta] Syndra
Sólo para el director

No había logrado nada, excepto desperdiciar especímenes que podría haber utilizado para otra cosa, para consumir sus almas y usarlas de reserva de poder, o incluso para seguir otro camino de experimentación más apropiado que el que había seguido en ese momento. Realmente, aquello no había sido más que una pérdida de su tiempo y de su poder, teniendo en cuenta que no había obtenido nada excepto por información precaria sobre lo que no debía de hacer para obtener la inmortalidad. Había creído que estaba tan cerca, y, en realidad, estaba aún muy lejos de alcanzar lo que deseaba. En el camino hacia la habitación de la silvana, no pudo evitar culparse por abandonar a su maestra, la cual habría sido de mucha ayuda para continuar sus experimentos. Aquel día había perdido una mente brillante que la habría acercado a lo que anhelaba, si no fuera porque había tenido miedo... miedo de perder toda su investigación, e incluso su vida. Sin embargo, eso no significaba que no había abandonado a quien había amado hasta ese momento, por lo que sabía muy bien lo que su maestra habría sentido cuando la sombría la había abandonado, llevándose con ella su grimorio. Aún así, no habría sido bueno quedarse allí, no con la atención que habían atraído hacia ellas, y aquellos campesinos deseando verlas arder por lo que habían hecho hasta ese momento. La opción más inteligente había sido huir pero su maestra había deseado quedarse por mero orgullo... ni siquiera el orgullo de Syndra le habría permitido semejante idiotez de su parte.

Suspirando, extrañando a su amada, su querida Alteia y... a su adorable Ussia, continuó caminando, notando la ausencia de humanos en la fortaleza, principalmente por el hecho de que la guerra había comenzado y era obvio que debían de combatir o asistir a las tropas durante la campaña militar. Una tontería si le preguntaban a la hechicera, sin lugar a duda, teniendo en cuenta que siempre le había parecido algo de ilusos el guerrear por territorio, cuando había cosas mucho más importantes en el mundo. Secretos que escapaban de la percepción de todo mortal, secretos que ella deseaba alcanzar, como aquel más primordial que le permitiría obtener todos los otros. Una vez que obtuviera la inmortalidad, no habría nada que pudiera detener su camino de aprendizaje. Tarde o temprano, lo sabría todo, y la muerte no podría evitar que alcanzar todo el conocimiento que la magia podía ofrecerle. En cambio... los humanos preferían, en su mayoría, involucrarse en asuntos tan insignificantes, digno de meras criaturas inferiores que no sabían nada mejor. Sin embargo, aquello la beneficiaba en demasía, ya que le permitía cierta paz mental, de momento, y porque la reina no la apartaría de ella por temor a que su enemigo deseara matarle. Lamentablemente, no había tenido mucho éxito en ganarse el agrado de tal mujer, aunque era cuestión de tiempo. Poco a poco, se ganaría su confianza, incluso si debía de dar lo mejor de sí misma para lograrlo. Nadie escapaba a sus encantos, aquello era algo que le costaba aceptar, por lo que no pensaba darse por vencida. Incluso si no lograba convertirla en una de sus amantes, al menos obtendría su amistad, su favor.

De cualquier manera, al no ser interrumpida en el camino, no tardó mucho en llegar a donde se suponía que se encontraba la montaraz, si bien, al llamar a la puerta, la silvana no respondió, y requirió de otros dos llamados a la puerta para que ésta al final respondiera, de una forma que sorprendió un poco a la hechicera, quien no habría esperado esa actitud tan... extraña por parte de la elfa. - ¿Ni siquiera a mí? Me ofendes, Aelirenn. - Dijo en un tono gentil, dejando en claro que realmente no estaba ofendida, aunque ciertamente extrañada ante aquella actitud que la silvana demostraba en ese momento. No comprendía muy bien por qué actuaba de esa manera, incluso si no le gustaban los lugares con muchas personas, eso no quería decir que debiera de actuar así... ¿o sí? No lo sabía, no cuando Syndra carecía de timidez... le era difícil pensar en esa clase de cosas, y, por ende, comprender la mentalidad de alguien a quien no le agradaba mucho tratar con las personas. - Estoy preocupada por ti. No te he visto desde que mi Señora te ha otorgado ésta habitación. - Aclaró, manteniendo aquel tono suave que buscaba tranquilizarla, esperando que le permitiera verla en ese momento. - No deberías de rechazar las visitas, puede que mi Señora tome ofensa de esa actitud. ¿Me permites entrar? Me gustaría hablar contigo. ¿Hay algo que te preocupa? - Preguntó al final, ya que estaba segura de que había algo extraño, si bien, era obvio que la pelirroja no era una espía, de lo contrario habría intentado moverse, más de una vez, fuera de aquella habitación. El hecho de que no lo hiciera, descartaba esa posibilidad, más cuando se suponía que su trabajo era otro. Había algo más... y la hechicera deseaba saber qué era.

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09/05/2019, 13:07
[Muerto] Wade Sallow

Las palabras de la mediana sembraron tristeza en el corazón y en el semblante de Wade Sallow. Por un lado, no habían tenido todo el tiempo que habría querido para hablar y, para el comerciante, siempre era un placer poder encontrarse con alguien de su mismo gremio allá donde viajase. Por otra parte, Ussia no era una comerciante cualquiera y de eso estaba completamente seguro. La sonrisa de la mediana era sincera y su corazón, a los ojos de Wade, puro.

- Aunque vuestras palabras me entristecen, pues Odrin poco puede ofrecer en estos momentos, comprendo que deseéis ir a buscar vuestros negocios y, mi señora, espero encontréis a vuestra compañera. - Respondió el comercinante a Ussia. - He podido intercambiar algunas palabras con Syndra y aguardo que tengáis fortuna en el camino. Espero que podamos encontrarnos nuevamente, Ussia.

El hombre hizo una reverencia a la mediana. Provocando ciertas molestias en Kam, que se vio obligado a agitar las alas ligeramente para no verse precipitado al suelo.

- Tened mucho cuidado, Ussia. - Pensó el comerciante con tristeza. - Os deseo el mejor viaje imaginable.

Acto seguido, Wade Sallow se alejó con pesar de vuelta a su carro, aguardando que alguien lograse disuadir a la mediana, pero comprendiendo a Ussia si eso era imposible de conseguir. No le gustaban las despedidas, especialmente cuando percibía tan buen corazón en otro ser.

 


 

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09/05/2019, 17:57
Ussia

Ussia asintió atenta a las palabras de Logan. Pero si tan claro tenían que querían acabar con la reina de Odrin, ¿por qué demonios no se han unido antes? Estos norteños son cabezotas como nadie... La mediana soltó un leve bufido, todavía pensando en lo incierto que iba a ser el resultado de aquel combate. Lo único que le animó fue que Logan parecía contento de que se hubiese encontrado con Madelonn y lo que le alegró a ella en cierto modo, fue que sólo hubiese una muchacha que pudiera estar preocupada por él. 

- Y tanto que la hacéis esperar, la pobre me había preocupado hasta a mí. Pensé que os había pasado algo por el camino. Estos jóvenes... - puso los brazos en jarras mientras sacudió la cabeza con gesto desaprobador, igual que había visto hacer a su madre cientas de veces - Bueno, entonces ya sabréis que acepta, lo que sea que le hayáis propuesto... ¿verdad? - sonrió de forma pícara. Realmente esperaba ver su reacción si no se lo habían contado ya sus compañeros, pero tal vez tendría que quedarse con las ganas. 

Agradeció las palabras de su colega de gremio, Wade, aunque veía que su marcha le iba a entristecer tanto o más incluso que a ella. En otra ocasión les habría seguido sin dudarlo, pero debía acabar su encargo. Y si lo supieran... No, ya no sé qué opinión tendrían de mí. La mediana alzó las cejas al oír que había hablado con Syndra y rápidamente su rostro pasó a uno más preocupado.

- Espero que no se haya propasado con vos. Es... difícil de tratar. - frunció los labios, buscando la mejor manera de excusarla si había vuelto a hacer de las suyas. Pero ya es mayorcita, que se disculpe ella sola. - Yo también espero volver a encontraros más adelante. Cuando termine todo esto, a menos que me surja algo más, lo más probable es que vuelva al sur. Mi familia tiene ahora una pequeña residencia en Altairea, así que no sería extraño que volviéramos a encontrarnos por los caminos. - sonrió amigablemente, realizando una reverencia de vuelta como saludo. Después, tras las palabras de Yriel, Ussia asintió lentamente, con gesto algo grave - Lo sé. Y me encantaría acompañaros... Pero hoy no. Tampoco soy una mercenaria como para poder seros de utilidad. - bajó la cabeza, entre arrepentida e intentando disculparse.

Le sabía mal dejar allí a sus compañeros, los que sabía que eran buena gente y con los que había viajado antes. Pero no podía hacer otra cosa. Tengo que centrarme y volver con Syndra... La mediana entreabrió la boca al oír la descripción de aquella bestia, revisando de nuevo a sus compañeros y comprobando que estaban bien. Suspiró y asintió.

- Entonces es el mismo que nos encontramos nosotras. Syndra le hizo... eso, con su conjuro. Le quitó una parte de su conciencia o algo así. - sacudió la mano, no le gustaban los asuntos mágicos complicados - Una elfa pelirroja también nos contó sobre él, que eran bestias inteligentes y sólo podían ser destruidas con armas de plata... Pero si habéis terminado con ella... - Ussia soltó un suspiró y sintió cómo le quitaban un peso sobre los hombros, al tiempo que comenzaba a sentirse muy cansada por aquel alivio. Miró a ambos y les volvió a abrazar, hablando con un hilo de voz - Gracias. Muchísimas gracias. - se separó y miró a ambos con una gran sonrisa de agradecimiento. Al darse cuenta de que había más gente allí, carraspeó y volvió la vista hacia el cielo - Como sigamos de cháchara se nos van a ir las caj... se nos va a ir el sol. - rectificó rápidamente.

Buscó un sitio cómodo desde el que poder subir a su caballo otra vez, pero cada salto que daba la ponía más nerviosa y terminaba por quedarse medio colgando. No, si ya recordaba yo que por algo era malo bajarse. Algo sonrojada por el ridículo espectáculo que había dado, terminó por bajarse y lo tomó por las riendas, mientras echaba a andar hacia Odrin.

- Ha sido un placer volver a veros y conocer a la nueva compañía que lleváis. Espero que os siga yendo bien el resto del viaje. ¡Cuidaos mucho! - se despidió, echando a andar por el camino. A la siguiente piedra alta me subo otra vez al caballo...

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09/05/2019, 18:17
Arahan

Poco podría aportar y nada aportó. Arahan se movió hacía uno de los extremos del camino sin dejar de escucharles. La mediana se había decidido, el comerciante de la carreta trepana cráneos se despidió y Arahan, no le dedicó ningún segundo de su tiempo, había interpretado su papel y no se iba a meter con las decisiones de los demás; los suicidios de uno en uno por favor.

Sin mediar palabra, se internó un poco más entre los árboles buscando algo. Olisqueaba el aire como si fuera un lechón embaucado por el afrodisíaco olor de una trufa blanca e iba moviéndose de aquí para allá sin alejarse demasiado de los humanos y el semielfo a los que se había unido.

Parecía que no había nada por esa zona de lo que buscaba, pero decidió que se sintió más cómodo deambulando por ahí, por lo que se quedó ahí, esperando a que avanzaran para seguirlos de cerca desde el bosque.

- Tiradas (2)

Notas de juego

fuck

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10/05/2019, 16:30
Arahan
Sólo para el director

Quizás... quizás nos emboscarán, si me quedó aquí podré huir o ayudar oculto - pensó para si comenzando a camuflarse por entre los arbustos tratando de desaparecer de la vista de todos.

- Tiradas (2)
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11/05/2019, 22:24
[Muerta] Gwyl

Gwyl estrechó fuertemente a la mediana. - Pues si, ayúdalas por favor. - le pidió, rezando en su interior por no tener que enfrentarse nunca a la simpática comerciante, y tras observar como se marchaba unos instantes, apretó el paso para situarse tras el carro de Wade que ya había tomado la delantera.

 

Ahora debía concentrarse. La siguiente etapa del camino sería dura, algo se lo decía.

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11/05/2019, 22:48
[Abandono] Thánur Dangorín

El arquitecto miraba con rechazo el desordenado combate, todo había sido tan repentino e impulsivo que se había convertido en algo caótico y brutal. El sonido de metal contra metal se mezclaba con los gritos de furia y los gemidos de dolor y convertían aquella imagen en algo grotesco. Belandir era el único que daba forma a aquella escena, sus órdenes hicieron que los enanos remontasen una batalla casi perdida, pero su sed de sangre lo había llevado demasiado lejos. Nada bueno ocurría cada vez que se separaban, así que alzó su escudo y fue tras él una vez más.

Ghorza le había devuelto el saludo y no había entrado en combate todavía, lo cual él agradecía porque no sabía con certeza en que bando iba a intervenir. Pero con los enanos combatiendo él no podía permanecer indiferente, debía ir en su ayuda, contara o no con la asistencia de las dos chicas de la taberna. Mientras avanzaba pudo divisar a uno de los que acompañaban a la orca que se dirigía junto a su perro hacia la retaguardia de su compañero, así que se apresuró para acudir en defensa del anciano enano. Pudo escuchar las palabras de advertencia del humano pero eso no detuvo su paso, los enanos eran testarudos y una vez que tomaban una decisión no la cambiaban, y ellos habían tomado la suya. Sonrió hacia sus adentros, Belandir había dado órdenes pero no estaba al mando, Se ha metido con el enano equivocado, pensó imaginando la cruenta respuesta de su compañero. Tras ello alzó su mazo y entró en la batalla. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Máster, no me quedó del todo claro como se equilibran las acciones con los movimientos. Por ejemplo, Thánur puede moverse (4 + 3/2)x2 = 10 metros y llegar a espaldas de Belandir le lleva 5 metros, pero al llegar dispone de todas sus acciones? Por las dudas roleo la acción y tu decide que puede hacer.

Defensa: sigo con las pifias XD

Ataque: 1 éxito (voy en defensa de Belandir, el objetivo dependerá de la amenaza real que tenga el enano a sus espaldas)

Protección: +1 este turno (5 en total)

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12/05/2019, 16:01
Erin

Erin escuchó la explicación de Korben. Aquella idea, la de que el dolor podía llevar a alguien a hacer cosas terribles, y a justificarlas, se fijó en su mente como un clavo en la madera.

 

 - Es que hay cosas terribles que están justificadas, porque son justas - pensó; no obstante, prefirió no compartir aquel pensamiento en voz alta.

Aquel hombre parecía cegado por el odio, y por el dolor: hasta el punto de no darse cuenta de que el dinero y el poder eran necesarios para su venganza. ¿O acaso la ayuda de aquellas dos mercenarias no era poder?  Si hubiese podido, Korben habría levantado en armas a todo un ejército para saciar su sed de justicia; pero sólo las tenía a ellas. ¿No estaba prometiéndoles dinero, acaso?  Con dinero y poder, hubiese podido pagar a su propia compañía de mercenarios; como no tenía ninguna de las dos cosas, intentaba convencerlas para que se embarcasen en una misión suicida a cambio de la promesa de un pago que bien podría no llegar nunca; quizá ni siquiera existiera ya, y esa Mildred hubiera dilapidado la escasa fortuna del patán de su marido.

Korben no lo entendía, pero ella sí.

De pronto, Erin sintió pena, no por ella misma y su familia, ni por la mujer y el hijo de Korben, sino por él. Si terminara tirado en un claro del bosque, con las tripas fuera, nadie le echaría de menos, y todo su dolor y su odio ya no significarían nada. Aquel pobre hombre caminaba envuelto en un sudario y ni siquiera lo sabía.

Cosas terribles. Erin las justificaba; ¿Se atrevería a cometerlas, también?

 - Por supuesto que sí - se dijo, con una extraña determinación, en una voz que en su cabeza ni siquiera parecía la suya, y que también se abrió paso hasta llegar a su boca:

 - Te ayudaré. Y, si escapamos de esta guerra... Será una cabeza por otra, Korben.

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12/05/2019, 16:29
Erin

Los primeros envites de las tropas de Odrin tomaron a Erin por sorpresa; ya habían avisado a Emil de que atacar a cara de perro era una locura: con aquellas armas, los enanos podían destrozarles. ¿En qué estaba pensando ese idiota?

No obstante, ver a Gorsha saludando al enano, cuando los aceros ya se habían desenvainado, le resultó cómico. Y, además, le dio una idea: ellas no tenían nada que ganar en esa pelea... así que lo más sensato sería evitarla. Para Emil también lo sería, por supuesto: pero su imbecilidad le impedía darse cuenta. Allá él.

 - En ese carro tienen que llevar algún tipo de arma mágica - pensó - Y alguien enviaba a los ladrones que les intentaron asaltar en la posada. Por eso les acompañan esos dos, el viejo y el joven, sin duda.

Había que ir a por el carro, Erin lo tuvo claro. ¿A defenderlo? ¿A llevárselo?  Todavía no lo sabía, pero lo primero que iba a hacer era acercarse.

 - ¡Sígueme! - respondió a Gorsha.

Destensó el arco, y, manteniéndolo en una mano, y la flecha en la otra, salió corriendo, casi agachada para no llamar la atención, bordeando la linde del bosque, en dirección al carro.

- Tiradas (2)
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12/05/2019, 16:50
Erin

Notas de juego

No sé si tirar DES + Sigilo o DES + Atletismo. Así que tiro sólo DES para ver cómo corre Erin.

¿La muevo en el tablero?  Entiendo que puede correr 14 casillas (DES4 + 5/2) * 2

¿Puede mover en diagonal?

GM: Para correr solo no es necesario hacer tirada, pero si quieres hacerlo en sigilo sí, así que tocaría Sigilo. Correcto, podría mover 14 metros, y sí, puedes moverla en el tablero sin problemas.

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12/05/2019, 18:06
Erin
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

OK, tiro los tres dados que faltaban de Sigilo.

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12/05/2019, 18:17
Gorsha

Una pensaría que alguien que había llegado a comandante de una tropa sería persona inteligente, capaz de escuchar sugerencias y opiniones y tomarlas en consideración antes de realizar su siguiente movimiento. Pero no. Emil había decidido atacar a pesar de que la persona más fuerte físicamente del destacamento le había advertido sobre el enemigo. Bueno, allá él, porque en cuanto los enanos activaran sus armas, aquello se convertiría en una escabechina.

Gorsha contempló el campo de batalla, observando la aparente victoria inicial de Odrin sobre los soldados de Penda. Eso no iba a durar y la orca lo sabía. Sin embargo, antes de poder decirle nada a Emil Korben se había acercado a hacerle una pregunta.

 -¿Conocerle? Sí, podría decirse así. Esa caravana y esos enanos que ves fueron atacados por ladrones hace algún tiempo. Yo fui una de las que ayudaron a los enanos a mantener su caravana a salvo y ahí fue cuando les conocí. Buena gente, si me preguntas.

Por eso no atacaría a no ser que fuera estrictamente necesario. Y viendo cómo actuaba la pequeña Erin, parecía que ese no iba a ser el caso.

 -¡Voy detrás de ti!

La orca desenvainó su hacha por si acaso tenían que defenderse. Si se alejaban de la batalla dudaba que fueran a atacarlas, pero toda precaución era poca, la verdad.

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12/05/2019, 18:24
Gorsha

Tras escucharlos a ambos, Gorsha asintió.

 -No comprendo tu dolor, Korben, ni creo que llegue a comprenderlo nunca ya que yo no engendro hijos. Pero sí que puedo entender que sufres y que ese sufrimiento es el que te mueve a hacer lo que haces. Hay buena recompensa tras esta misión y yo quiero esa recompensa. Mi única condición es que la seguridad de Erin va por encima de la misión. Si veo que corre peligro mortal, la pondré a ella por encima de cualquier objetivo. Es mi amiga, Korben, y un ser querido para mí. Y creo que sabes mejor que nadie lo que es proteger a un ser querido.

Y con eso, el trato por su parte quedaba cerrado. Ayudaría a Korben no sólo por la promesa de la generosa recompensa, sino porque el hombre le parecía dign ode confianza y de su amistad. Pero eso no significaba que fuera a dejar de lado a amigos más antiguos, como Erin o Gwyl e Yriel. Las prioridades de la orca eran las que eran y no cambiarían ni por todo el oro del mundo.

Notas de juego

Esto transcurre en el pasado. En el pasaaaaadooooo.

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13/05/2019, 00:10
Narrador

Tras el cruce de advertencias, el grupo y la mediana se separaron de nuevo, cada uno hacia su destino. Los ánimos decayeron levemente al no haber podido evitar que Ussia tuviera que internarse en las fauces del lobo, pero había sido la decisión de la propia comerciante. Ellos no podían hacer más que desearle toda la suerte del mundo, y seguir por su camino,. Y eso hicieron.

En un momento dado, Arahan desapareció entre los bosques cercanos al camino, quizásen busca de algo, quizás para no tener que aguantar el traqueteo del carro de Wade, pero el silvano dejó de estar a la vista. Aunque los esporádicos movimientos de las hojas de los árboles y los arbustos les indicaba a los demás que seguía cerca de ellos, solo que oculto a mirada poco perceptiva.

Siguieron andando por el camino, hasta que a lo lejos pudieron divisar una considerable polvareda que se alzaba unos metros hacia el cielo. Algo así solo podía provocarla la marcha de un número bastante importante de gente... y en aquella dirección, solo podía encontrarse el ejército de Cregan. Debían de haber avanzado a un ritmo hastioso si le sacaban ya tan poca distancia a Ussia, al rey sin duda le podía la prisa por reunirse con sus aliados de Penda. Mientras estuvieran por separado, ambos serían vulnerables a un ataque de las superiores fuerzad de Odrin.

No tardaron mucho en encontrarse con la avanzadilla de la hueste, los exploradores enviados a asegurarse de que ninguna sorpresa pillaba al cuerpo principal sin estar preparado. Aunque extraños para el resto, Gwyl e Yriel no tuvieron problema en reconocer el uniforme de los que tenían delante. La patrulla de diez hombres estaba formada enteramente por miembros de los Bravos de Rojas, la compañía de luceranos que se había puesto al servicio de Cregan. Este primero los había usado para proteger su frontera mientras reunía sus tropas, y ahora los mandaba en primera línea para que cualquier posible emboscada cayera sobre ellos primero. Tal era la vida del mercenario, para aquello les pagaban, después de todo.

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13/05/2019, 00:10
"Don" Nuño de Rojas y Mendieta

Entre los luceranos, vestidos con su característico tabardo de cuero tachonado y protecciones de placas en extremidades y hombros, distinguieron una tez más que familiar. La cabeza afeitada de Nuño de Rojas, líder de los Bravos, salió de entre sus hombres y dio un par de pasos hacia ellos - ¡Vaya! Mirad que nos sale al encuentro, muchachos. Un grupo de jinetes con pinta de ser de lo más pacíficos, acompañados de un carro que juraría que no puede ser de otra cosa que de caudales, ¿Eh?

Los mercenarios iban armados con armas de mano, espadas en su mayoría, aunque un par de ellos llevaban lanzas y otros dos portaban ballestas cargadas en sus brazos. A casi todos podía vérseles una daga en el cinto. Aparte de su espada larga y su daga de parada, Nuño llevaba también un cinturón de cuero cruzado al pecho, en el que iban sujetos varios cuchillos arrojadizos.

El jefe de los mercenarios volvió a hablar - ¿Qué os trae por este camino en tiempos tan peligrosos? ¿No sabéis que hay una guerra en marcha? O quizás sí que lo sabéis... - dijo, pensando en que aquellos mercenarios perfectamente podían ser la escolta de un valioso cargamento que Wade estaría transportando. Nuño entrecerró los ojos al fijarse en Gwyl e Yriel - ... A vosotros dos os conozco yo, ¿Verdad?