Partida Rol por web

La mañana llega sin problemas, afortunadamente. La puerta cerrada del refugio improvisado permaneció así toda la noche, aunque cada tanto pudieron sentir leves temblores en la hora anterior, varios y en sucesión, pero nada que pusiera en peligro la cueva o hiciera que los que estaban en guardia despertaran a nadie.

El pasto crecido ayer estaba algo flácido, señal de que probablemente comenzaría a marchitarse por la falta de sol y nutrientes. El fuego se había extinguido, y alrededor de las cenizas estaban ordenados los platos usados, con carne servida de forma generosa y cortada en trozos. Incluso una pequeña pila en el suelo donde había estado Mondonel.

Alexander estaba sentado mirando hacia la puerta, ya arreglado y con su corona y armadura en sitio, y Thadeus estaba sentado contra la pared en la cercanía de este, cubierto a medias por una manta.

-Buenos días -saluda Alexander- Dejé los platos servidos hace poco para no retrasar el desayuno y poder movernos con la luz del día. Thadeus tiene una bañera portátil, y con el truco de oscuridad de Muvian y las habilidades de los otros magos presentes, todos deberían poder tomar una ducha caliente.

Alexander sonrió levemente y añadió con tono reposado.

-Tengamos un civilizado nuevo comienzo de viaje -bebió de una taza con alguna infusión caliente que tenía en ese momento con gusto por sus propias palabras.

Mérida se acercó al centro junto con Cefelion, luego de haber estado conversando en privado por unos minutos. -Buenos días, espero que la guardia no se les haya hecho pesada. ¿Cómo se sienten esta mañana? Observó a ambos muchachos analíticamente, para comprobar que no tuvieran heridas o zonas resentidas del cuerpo.

Sonrió ante las palabras de Alexander -Sí, un civilizado nuevo comienzo de viaje suena bien. Y también el baño. Si pudiera pasar primero, me daría tiempo de realizar mis rezos mientras los demás se bañan y estaría lista para salir a tiempo. Mérida tomó lugar en el círculo, cerca de Alexander y Thadeus y se dispuso a desayunar algo. Por supuesto, tiró de Cefelion para que se sentase con ella.

Me levanto despues de una muy merecida noche de sueño. Me desperezo mientras paneo nuestra guarida improvisada y veo que la guardia paso sin incidentes. Me alegro, al fin un descanso sin incidentes ni criaturas molestas rondando. Me limpio el rostro y pelo con la simpre util prestidigitacion. Escucho a los que despertaron, la idea de Alexander no es mala, quizas pueda ayudar.
-Buenos dias. Es una exelente idea. No he podido recibir uno hace demasiado tiempo. Igual no creo que necesitemos usar tanta magia. Permiteme demostrar.
Voy con mis capas a la parte mas remota de la cueva, en un espacio donde se pueda dejar la bañera y extendiendo una de las capas a modo de cortina, la dejo flotando con prestidigitacion. Hago lo mismo con la otra para abarcar mas espacio y cubrir la mayor parte del espacio. Despues con Luz ilumino un poco ese espacio.
-Listo, durara una hora por vez que lo haga pero es mas que tiempo suficiente para cada usuario de este baño improvisado. Podria usar mas capas para mas privacidad.

Me desperté y me senté en mi posición mirando a todos los presentes.

-Buenos días- dije mirando a todos, afortunadamente nada había pasado. Acercándome a la comida la olí antes de comenzar a comer, la verdad es que me gustaría algo de café o incluso té pero no teníamos nada.

Escuché como se organizaban para tomar un baño, la verdad es que sería agradable tomar una ducha.

-Si alguno de los que poseen magia puede calentar el agua eso también sería genial, en cuanto a mi turno no me importa el orden, estoy acostumbrado a bañarme rápido, habría que ver como cambiar el agua cada un par de baños...-

Turno por turno, todos sin excepción tomaron un necesitado baño. Thadeus y Mérida proveían el agua, y Muvian y Adryk se encargaban de calentarla con poco esfuerzo, y con la idea de Adryk no tuvieron que bajarse a oscuras. Cambiarla era sencilla si no se temía mojar el ambiente, por suerte. Skurky fue al último y tuvo cuidado extra de no romper la bañera con su peso y dimensiones, pero más allá de alguna queja también pudo asearse.

Quien tardó más por lejos fue Muvian, y en su turno se percibieron aromas más agradables que el jabón promedio, además de que llevó algunos frasquitos con lo que parecían ser productos para el cabello también.

Cefelion se cambió a ropajes grises, aunque salió con la parte superior baja antes de arreglarselos bien y parecer un mago promedio, dejando ver su musculatura trabajada, que advertía de sus capacidades físicas...cuando acomodó la túnica sonrió con cierta malicia, consciente y contento de aparentar lo que no era.

Skurky tenía su misma armadura, pero al igual que Alexander tomó algo de tiempo para limpiarla, y cambió la muda de ropa inferior a la misma. Adicionalmente, también se trenzó los lados de la barba de forma rudimentaria.

Muvian salió con ropas similares en cuanto a ser ligeras y provocativas, pero esta vez con motivos de murciélagos con detalles rojos.

Alexander no cambió en absoluto su vestimentas, de hecho si no hubiera guardado la ropa sucia diría que no se había cambiado.

Thadeus lució un segundo juego de ropajes blancos de sacerdote de Sarenrae, en este caso con más dorado que antes pero aún con los detalles rojos, pues eran los tres colores de su diosa. Su ropa sucia fue dentro de estos nuevos ropajes y...no salió, ni tampoco hizo bulto.

Iris salió por lejos como la que se veía más diferente, vestía ropas de cuero sin teñir, las del viajero promedio, y se ató el cabello en una coleta baja. Llevaba el bastón/guadaña en la espalda, pero había perdido bastante de su aspecto casi etéreo que tenía con su vestido negro y velo.

Cuando todos estuvieron listos, Thadeus estaba en la puerta con el mapa en la mano, oteando el exterior con sus cosas listas para guiar el camino, alejándose de las montañas de a poco.

Y este fue...desolado pero cuanto menos la tormenta había dejado paso a un día soleado. Estaba algo frío, y...calmo. Incluso sus ánimos estaban templados. El guía del grupo resultó más impresionante en cuanto a su competencia de navegar el terreno salvaje de lo que podrían haber visto en la vida. Rodeo de forma rutinaria una suerte de arenas movedizas, evitó que pisaran rocas en falso que escondían grietas profundas en el suelo, e incluso aviso de una breve tormenta de polvo que de otra forma les hubiera hecho tragar un poco de la misma. Además detuvo la marcha un momento, viendo un grupo de criaturas salvajes y...decidió seguir adelante, indicando que no había peligro.

-Estamos en un clima sobrenatural...tenía entendido que este continente es muy mágico, pero es la primera vez que experimento los climas afectados por magia. -informó- Bastante inusual...aprovechemoslo para avanzar más a prisa. Durante estas horas o hasta que dure, no debería haber violencia de nada ni nadie con inteligencia mínima.

Y así, pudieron experimentar la rara ocasión de caminar entre un grupo de 8 criaturas que a simple vista, se veían aterradoras. Estas les observaron al pasar entre ellas, con desinterés. Algunas estaban durmiendo, y otras sencillamente les husmearon con curiosidad al pasar...y a pesar de la cercanía y la peligrosidad que representaban esos colmillos, no sentían miedo en absoluto.

Aprovecho el tiempo que todos toman para bañarse para revisar mi libro de conjuros y anotar en el unos conjuros que venia estudiando. También reviso que el mismo este en buenas condiciones, lo reparo usando "Zurcir" y limpio con "prestidigitación" en el. Me baño ultimo para aprovechar el tiempo en algo que he estado dejando en pendientes. Mientras los miembros del grupo toman su turno para bañarse, les pido sus pertenencias rotas o maltratadas para darles unas reparaciones menores y una limpieza con los mismos conjuros que use en mi libro. Armaduras, ropas, armas y demás objetos, mientras no les falten piezas puedo dejarlos casi como nuevos. Los objetos mágicos por otro lado, no tengo la capacidad para repararlos aun. Antes de mi turno reviso mis cosas para saber que este todo ahí, tengo pensado vender algunos para conseguir dinero para ciertos gastos.
Debo admitir que un baño, por improvisado y fuera de lugar que sea, es mágico para retirar el estrés y la fatiga de tantos problemas que tuvimos. Solo un poco mas y podre ver una cama, tener un momento de privacidad y otras comodidades que el camino me ha negado por diferentes razones. Me visto con la túnica de seda reforzada oscura que he estado usando todo el viaje, ahora limpia y reparada del todo, vuelve a tener algo de su viejo encanto. Guardo mis objetos y me preparo para salir con el resto del grupo.
En el viaje, no me separo de Iris, le deberé de admitir que su look de viaje es refrescante y hasta me quita la sensación de calor de la zona. Como debo de admitir que las capacidades de Thadeus para moverse por estas tierras son admirables por decir poco. Un viaje por un lugar tan desolado, parece ser un viaje por una apacible planicie con su guía, hasta me hace dudar si no es de estos paramos. Es la primera ves que presencio dos cosas, una tormenta mágica y terratones tan pacíficos. Sino los viera afectados por esta tormenta, nos hubieran emboscado desde abajo nuestro y abrían destripado a Alexander y Skurky, por ser los que llevan mas metal sobre ellos. Parece que nuestra suerte al fin esta cambiando para bien.

Mérida fue la primera en bañarse y disfrutó de relajarse en el agua caliente, se la escuchó canturrear mientras tanto. Al salir, tuvo que cambiar sus ropas, así que se vistió con una túnica blanca con detalles en color azul oscuro y se recogió el cabello con esmero, para variar un poco el peinado. La manga de su brazo derecho estaba recogida de forma de que se vieran los tatuajes de su brazo, pero la manga izquierda no. Luego de esto, se ubicó en una esquina del refugio alejada para dedicarse a sus rezos matutinos.

Ya afuera, avanzaron siguiendo las indicaciones de Thadeus quien tenía una habilidad impresionante para ubicar dificultades, trampas y demás peligros. Pharasma los había bendecido con un clima mágico que evitaba que las criaturas circundantes se pusieran violentas, por lo que podían avanzar con mayor velocidad por el terreno camino a la ciudad cercana. Esto también les permitía observar de cerca a las criaturas de una forma pacífica, lo que resultaba simplemente interesante. Ojalá Maren pudiera ver esto, seguro le resultaría interesante.

Viajó al lado de Cefelion, caminando en silencio, intercambiando ocasionalmente miradas con él. Dentro suyo, no paraba de pensar en lo que esperaba encontrar en la ciudad. Debería hablar con Adryk por las dudas, quizás cuando lleguemos.

El baño fue lo que esperaba, rápido, efectivo y renovador, rara vez tardaba mucho al asearme, en la mayoría de los viajes uno solo podía usar un trapo mojado para limpiarse un poco y perfume para disimular las fragancias del andar y el tiempo. Por otro lado en el ejército nos contaban el tiempo para bañarnos y si no salias antes de que terminase la cuenta regresiva lo pagabas en el piso.

Una vez limpio directamente tiré la ropa sucia de mi otro yo y nuevamente hice unos tajos en los muslos y corté las mangas de la camisa antes de ponerme la cota de malla encima, el saco abierto y finalmente la capa de viaje, si íbamos a viajar por el desierto iba a resultar útil, además era lo único que llevaba el bardo que no era de color blanco.

Al salir al desierto me puse la capucha y me mantuve en la retaguardia del grupo, atento a las posibles amenazas aunque afortunadamente por el clima y las habilidades del perro guardián, las cosas fueron tranquilas.

Las criaturas que nos pasaron al lado me parecieron fascinantes, era una lastima que no tenía la capacidad de hablar con ellos ni el tiempo de ponerme a entrenarlos o tendríamos un hermoso y feroz transporte para todos, cuándo se acercó a olisquear le acerqué la mano para que la huela y le acaricie la cabeza antes de seguir.

El bulette se dejó acariciar, o más bien no le importó. Honestamente era poco probable que pudieras volver a estar cerca de uno de estos en forma tan tranquila. En un momento se movió para atender otro punto en el espacio que llamó su atención, y al moverse la rasposa piel te produjo una magulladura menor en alguno de los dedos, realmente no montarías uno sin cubrirle todo el lomo con algo. Pudiste avistar que entre las placas de la bestia asomaba apenas un ala del tamaño de tu mano, sin cuerpo pegado y bastante maltratada, así que te imaginabas que alguna clase de hada había terminado como aperitivo de un mordisco para que parte de su ala fuera cercenada de esa forma.

Una mota de color llamó la atención en la distancia. Era inusual ver contra el cielo azul, una pizca de rojo contrastada contra este. De hecho, dirían que era parte rojo y parte verde. Estaba bastante lejos aún pero, sin duda no era parte del paisaje natural con esos colores tan vivos. Y a juzgar por que podían verlo desde aquí era...alguna estructura colosalmente grande.

Pero más cerca aún, detectaron vegetación que actualmente no era amarillenta sino de un verde saludable. Y...un poco más atrás, una superficie que reflejaba la luz. Un pequeño cuerpo de agua, de hecho, de no más de tres metros de radio, aunque por supuesto era bastante irregular como para tener una forma concreta, aunque en general era vagamente circular.

Aparte de todo lo anterior, estuviste segura de que ALGO te estaba mirando desde el agua. Te pareció ver algo pequeño moverse hacia abajo cuando miraste hacia el pequeño cuerpo de agua, entrando en el mismo. Y ese movimiento deliberado, te dijo que era algo inteligente pero probablemente desconfiado.

Mérida le habló mentalmente a su hermano ni bien reparó en la presencia que la había estado observando Hermano, creo que vi una criatura en el agua, allí al costado, donde el pasto verde. No parece que sea una amenaza, pero por las dudas lo mejor sería que vaya yo sola. ¿Podrías avisarle a los demás? Temo que si me alejo me siga Gwyllion o Skurky o Adryk y acaben por espantarlo más. Se supone que con este clima nadie debería atarnos, ¿Verdad? Y yo no planeo hacerle daño.

Intercambió una mirada con él y sintió físicamente el reproche No te preocupes, nuestra Señora está conmigo. Quizás vuelva con un aliado o información. Acto seguido, le guiñó un ojo y se separó del grupo en dirección al cuerpo de agua del claro.

Mérida observó algo en el agua, pasando los pastos verdes y sintió que la criatura la vio a su vez, para luego esconderse. Se sintió atraída por ella, pero sabía que lo mejor sería acercarse sola, ya que siendo un grupo tan numeroso y no siempre con sentido común, algo podría salir mal. Intercambió unas miradas con Cefelion y luego se separó del grupo, activando sus botas de velocidad para llegar antes a ese lugar.

Se encontraba confiada de que podría moverse en paz dado el clima que había descrito Thadeus y creía que ningún encuentro podía ser casual, dado todo lo último que les había tocado vivir. Los últimos metros avanzó a paso normal, hasta llegar al cuerpo de agua. Se arrodilló en el borde y se asomó despacio a ver dentro de él, buscando a la criatura que había visto a la distancia. Sus movimientos eran suaves, no quería parecer una amenaza. -¿Hola?

Cefelion miró a donde marchaba Mérida y se cruzó de brazos atento, aunque sereno.

-No vayan, Mérida vió algo en el agua. Va a echar un vistazo y volverá, pero prefirió ir sola por las dudas y no fuera que vayan a espantar lo que sea. 

Miraste dentro del agua e inicialmente no viste nada. Era un pequeño "charco" de unos 3x4, de agua cristalina. Se veía el fondo, que...actualmente era bastante profundo, y había cavidades que descendían más aún, lo cual explicaba que el agua no se estancara.

En una parte relativamente oscura al ser la boca de uno de los corredores submarinos, distinguiste una burbuja de aire con una criatura de unos 30 centímetros dentro de ella, mirándote con curiosidad y recelo. Durante algunos momentos, se quedó ahí, pero luego comenzó a ascender...y la burbuja pasó al aire, con la criatura dentro. Tenía ropa, compuesta de hojas y pastos, y un "báculo" compuesto de una varita seca con un anillo atado. Su cuerpo era semi-insectoide, y poseía un par adicional de brazos y alas de mariposa que le mantenían en vuelo.

-¡Hola bella dama! -dijo con tono contento y una vocecilla aguda pero animada, andrógina- No vienes a tratar de atraparme, ¿verdad?

-¿Agua? ¿Que agua?-
Con una expresión sorprendida. Cuando Cefelion menciona la pequeña travesía de Merida hacia el agua, es que puedo notar a lo que se refería. Parece que Merida noto algo en el agua y quiere cerciorarse de lo que es.
-No lo había notado hasta que lo mencionaste. ¿Habia algo observándonos desde ahí?-
Extraño que Merida haya ido a observar algo desconocido en un lugar como este. Estaré atento a lo que le pueda pasar.

-Sinceramente me llama más la atención eso- dije señalando la gigantesca estructura que había podido dilucidar entre el paisaje, para luego frotarme el dedo semi entumecido de la mano.

Mientras seguí caminando dejando que Mérida se acercase sola hacía el agua, esperaba que recogiera un poco en su odre ya que no nos quedaba demasiado aunque por suerte al final del día estaríamos llegando a Keo.

Mérida observó con curiosidad la burbuja que subía y, luego, a la criatura que surgió de ella. Intentó no hacer movimientos bruscos que pudiesen tomarse como ataques. Era la primera vez que estaba frente a un ser de estas características y el hecho de no poder identificar su género le generaba un poco de incomodidad. Se sorprendió ante el cordial saludo y respondió de la mejor forma posible, intentando no ofenderle -¡Hola! Mi nombre es Mérida y no debes temer, no deseo causarte daño ni quitarte tu libertad. Miró alrededor suyo y luego a su interlocutor -¿Este lugar es tu hogar? Creo que nuestras miradas se cruzaron a la distancia, por eso me he acercado. Bonito báculo -agregó con una sonrisa amable.

-¡Si! ¡Estos son mis dominios! Mis...4 metros de dominios. ¡Pero puedes beber si lo necesitas!

La criatura faerica se movió por el aire y alrededor de su estanque al decir esto, para volver a estar delante de ti.

-¡Mi nombre es Adreh! Lamento no haber saludado antes ¡pero no serían las primeras personas que vienen específicamente a sacudirme o amenazarme para que les conceda un deseo!  -dos de los brazos abrazaron el cuerpo al decir esto- Verás, antes, cuando este sitio era un pantano, era bastante mala y hacía que esa clase de gente se ahogara. ¡Pero soy una nueva persona ahora debería tratar de no hacer esas cosas! Además de que no tengo mucho sitio donde ir fuera del agua, hoy es un día calmo pero esos tiburones de arena podrían comerme de un bocado como a mi anterior compañera hace unos días si abandono mi zona segura. Ah...desearía que pasara gente más seguido y dejaran esas cosas dulces que consiguen en sus ciudades...

Seguro que era una criatura habladora, teniendo un mínimo de confianza.