Partida Rol por web

- Estás tardando. - respondo secamente.

Voy asintiendo en silencio conforme con el discurrir de la conversación hasta que Bernini menciona  el mapa

-y con ese mapa demostraras sobradamente tu valor a fe mia. Y yo cumplire mi parte en nuestro acuerdo con gusto-

Inclino la cabeza a un lado y asiento como si alguien me hiciera alguna confidencia -si lo se, pero ya llegaremos a eso-

Despido con un gesto a mi invisible interlocutor y me dirijo de nuevo a Bernini -¿entonces?-

 - De lo que puedes estar más que seguro, amigo Bernini... - interrumpió Milos que llevaba un rato observando la escena desde un lateral. - ... es que nos volverás a ver. Si tu información no sólo ha sido veraz sino que, además, ha sido útil, serás uno con la noche. Si no... serás uno con los gusanos. 

Milos habló claramente y con media sonrisa pícara en los labios. Realmente no estaba amenazando al hombrecillo pero sí quería dejarle claro cuáles eran sus opciones.

- Pero aún así, me quedan un par de dudas. ¿Cómo es que tu amo Giovanni no te concede el don de la sangre y se lo pides a quienes, a fin de cuentas, no somos más que unos desconocidos? Más aún... ¿tanto ansías el don que aún ahora te dedicas a jugar a beber sangre a vista de todos los ciudadanos de Roma? Ah... querido Bernini. Si sigues así durarás como cainita hasta el siguiente amanecer.

Al gitano le divertía en verdad hablar con aquel medio hombre. Le recordaba en cierta manera a su propia gente... 

- Y, sobretodo... - concluyó. - ¿Qué otros volúmenes has robado de la biblioteca vaticana para tu amo y para qué los quiere?

Al ver el gesto de duda de la ceja de Bernini, esbozo una pequeña sonrisa. Estaba claro que aquel hombre iba a menos poco a poco. Me extrañaba que todavia se mantuviera en pie, si sabía que el era sólamente alimento para los seis que estabamos frente a él, pero probablemente temblara de miedo por dentro, o maquinaba algo. Sea lo que fuera, dudaba mucho que ese hombre tuviera la capacidad para representar una amenaza.

Deje que la conversación avanzara en su curso, atenta pero con actitud desinteresada.

Por primera vez veis un destello de inseguridad en el rostro del comerciante, justamente cuando Giani, su futuro sire voltea la cabeza para responder claramente a alguien que no estaba allí.

Las amenazas y el siniestro tono de Milos, sin duda no ayudan a incentivar el bienestar del hombre.

- No se de dónde habéis sacado dicha mentira,

se defiende el hombre ante las acusaciones de beber sangre de los ciudadanos de Roma

- Entiendo que Ambrogino no me ha confiado sus planes por el mismo motivo que no me ha confiado el favor que vosotros me habéis prometido. - Bernini remarca especialmente estas ultimas palabras a modo de recordatorio- No llevo el apellido Giovanni, y solo parte de la sangre de su linaje en mis venas.

Su ceño se frunce trayendo algunos de sus recuerdos al discurso

- No conocéis a esa familia, son desconfiados y avariciosos. Por más que les ruegue entrar en su círculo nunca me lo permitirán; pero vosotros no sois de su casta, lo vi en vuestros ojos cuando entrasteis por la puerta ...y sin embargo compartís su naturaleza.

entonces el hombre se da cuenta que estaba hablando más de la cuenta y volviéndose a cepillar el grasiento bigote con los dedos cambia de tema abruptamente, respondiendo al impaciente Sav esta vez y al ultimo gesto del malkavian.

- No llevo los documentos de todas mis transacciones conmigo todo el tiempo, pero puedo tener el mapa que buscáis aquí en un par de horas.

Las cosas están claras y asiento

-entonces está claro. Aquí en dos horas. Y tal vez quieras aprovechar ese tiempo para recoger tus cosas. Vivo o no muerto Roma va a ser un mal lugar para ti en cuanto tus actuales amos se enteren de tu traición-

Mientras hablo miro a Sav y le hago un gesto apaciguador con la mano, temiendome que su caracter impulsivo complique aun mas las cosas

Asiento y espero  a que Bernini sois den solos .De verdad vas a convertirlo ?.De todas formas vamos a atraernos la furia de los Giovanni pero  transformarle en uno de nosotros .... Además , podemos fiarnos de el ?.Miro inquieto a mi alrededor .Al menos no tendremos que organizar un viaje ni preocuParnos por el transporte ...

Sigh

Aquello se le estaba haciendo cuesta arriba y además tenía hambre. Que comprendiera a diferencia de sus "primos" más salvajes la conveniencia de no reventar a alguien que estuviera en medio no lo hacía más tentador: por lo menos, se felicitó, estaba lo bastante atento como para asegurarse de que no fuera una emboscada mientras los demás se ocupaban de "parlamentar" con el tipo: menuda alimaña. Una alimaña que quería el abrazo de un malkavian, hablando de desesperaciones.

Una vez se fue, y comprobó que se fue como para no oírles...

-A la mierda los Giovanni, no es como que no tengamos su furia ya, ¿recuerdas? -sentenció- Alguno de vosotros debería seguirle. ¿Giani? Siempre se te ha dado bien...

Tenía esos dones de malkavian, aunque si User se ofrecía por muy moro que fuera lo tomaba a volandas. Sin ofender, pero malkavian. Nunca de fiarse de un puto loco.

la pregunta de Usher sobre si de verdad pretendo darle el abrazo me hace sonreir enigmático -ah, tiene bastante potencial, ¿no creeis?-

Pero cuando interviene Jäger sonrio mas ampliamente 

-eso pensaba hacer. Bien podría intentar ganar ese premio definitivo de los Giovani entregandonos-

Conforme hablo uso mis dones para ocultar mi presencia

-nos vemos aquí en dos horas... o tal vez no-

Sin mas palabras salgo tras Bernini

Niego con la cabeza mientras los demás hablan y aprovechando que Bernini se ha ido, mientras pongo camino hacia salir del almacén, viendo irse a Giani a encargarse de sus cosas.

- Huele a trampa por todos los lados. - comento, al aire, meditabunda. - Me apostaría una mano a que nos atacarán durante el viaje. ¿Les contra-atacamos o buscamos alguna alternativa? - hacia mucho que no combatía, sino que huía, por lo que no recordaba la sensación de un combate, de tener tu vida en peligro en el momento agudo de la tensión, no un miedo continuo como el que había experimentado los últimos años.

De todas formas, no era ni de lejos una guerrera, por lo que debía confiar más en el juicio de los bárbaros para encargarse de esta mision.

Giani sale tras Bernini, después de que este se fuera tras dejar las ordenes dadas.

El resto salís del almacén para conversar, la calle de fuera sigue desierta y una tenue y blanquecina luz de luna dibuja las sombras de algunos de los edificios más altos.

- Que traiga el mapa y entonces planearemos una ruta a seguir. - digo secamente.

- Huele a trampa por todos los lados.

El Brujah contestó secamente.

-Claro que es una trampa. Pero conque los Giovanni no se encarguen personalmente de cada pequeño asunto que tengan entre manos nos valdrá.

Después de todo, Jäger pensaba en el grupo y en todas las situaciones en las que habían estado, y tasaba la posibilidad de que salieran vivos mucho mayor que la de los mamones que llegaran. No buscaba problemas, no activamente al menos, pero si sucedían, estaría encantado de dársela a esos pobres hijoputas.

-Prepara lo que sea, si hay contraataque pasará igualmente. No se puede preparar por el camino.
 

Sigues a Bernini quien diligentemente sube por las oscuras calles hacia la zona alta de la ciudad. Tras un buen rato de caminata intuyes por el tipo de mansiones que empiezan a asomar a ambos lados de la avenida que no debéis estar lejos de la zona en la que fuisteis llamados por los fundadores.

Altos muros dan entonces paso a una enorme puerta de acero, en el centro de la cual reconoces un enorme símbolo esculpido en hierro forjado

Bernini saca un aro lleno de distintas llaves y selecciona una en particular, la mete en la cerradura y la hace girar. Con un ruido metálico la puerta se abre y entonces sientes un escalofrío, como si el aire se hubiera cargado de repente de electricidad. Si atravesabas ofuscado aquella puerta estarías entrando en el dominio de otro vástago, ¿estas dispuesto a correr ese riesgo? 

De repente notáis un extraño olor cerca vuestro, huele a... ¿pescado? no, es peor. Es uno de esos olores fuertes que se te meten en lo más profundo y permanecen allí casi como si los pudieras paladear.

Cuando la peste a rancio y a podredumbre os hace girar en la dirección de la que procede la veis, una figura deforme entre harapos cuya piel en descomposición parece recubierta de una película de grasa o alguna otra secreción de aquel cuerpo castigado por alguna clase de enfermedad. Una nosferatu.

La mujer se queda a una distancia prudencial, donde la luz de la luna no le da directamente.

 - ¿Una limosna para esa pobre desgraciada?

dice la voz de anciana con un tonillo que denota segundas intenciones.

Miro a Jäger y señalo con la cabeza a la recién llegada.

- ¿Tú otra vez? - pregunto acercándome a la mujer. Habla claro. ¿Que quieres?

Reprimo un respingo de sorpresa y mientras sonrio me voy acercandome  lentamente a la nosferatu con las manos cruzadas sobre el pecho . Mi bolsa no rebosa de riquezas pero si puedo serte de ayuda hermana  cuenta con ello .El profeta nos dice  que  la limosna es un acto de caridad donde se hace un bien  y sirve para purificar el alma de los creyentes ..Al oir las palabras de Savio pregunto .¿La conoces compañero?

Estaba planeando cual podía ser el siguiente movimiento, viendo como la gente quería meterse en peligro sin mayor pudor ni miedo. Las ventajas de ser fuerte, supongo. Yo no era nadie en campo abierto.

Pero en medio de mi meditación, surge aquella figura apestosa. Doy un salto, mientras me aparto por puro instinto.

Cuando me fijo un poco mejor, esbozo una sonrisa. Dudaba que uno de los nuestros necesitara realmente dinero, así que, al igual que Sav, me preguntaba que querría realmente aquella Nosferatu. Me quedo mirando la escena, desde cierta distancia, ya que User había tomado la iniciativa, y era de mala educación interrumpir una conversación ajena.

- Os presento a Madame Cloaca. - digo secamente mientras sigo avanzando hacia ella.

- Escapaste una vez. - pienso. Inténtalo de nuevo.

La mansión de los Giovanni. Un sitio peligroso sin duda. No me consta que entre los dones de este clan este la capacidad de ver a través de mi manto de sombras, pero los nigromantes disponen de recursos muy variados gracias a su magia oscura.

Así, pondero si seguir a Bernini solo con la agudeza de mis sentidos. Si no hay mucho ruido ambiental debería poder seguirle simplemente por los latidos de su corazón, ¿no?

Pero entonces la veo, mi madre me observa desde una de las ventanas de la casa, mirandome con tristeza como en esa maldita ceremonia final donde Cappadocius vio su fin y yo vi el fin de todo

-madre, protegeme- me santiguo y luego entro en la mansión