Partida Rol por web

Julian Sanders toma la copa con delicadeza, rozando a propósito los dedos de Aricia al tomarla de sus manos. En su rostro, una expresión serena y tranquilizadora hacia la chica.

Sanders hace lo propio: un corte y un leve rezo de "Gloria e inmortalidad"

Acto seguido la copa corre por la mesa hasta posarse frente a Jäger. En este momento los fríos y tensos ojos de los presentes se centran en él, pero en especial las miradas de Meridie y Alejandro resultan altamente penetrantes.

No comprendía ninguna de las palabras que uso en su momento Alejandro y luego las que uso el resto, pude ver como un par de mis compañeros rechazaban echar algo de su sangre en aquella jarra rara. Pero lo veía una tontería, no encontraba el problema en hacerlo “Es posible que sea algún tipo de ritual de bienvenida o algo parecido de esta gente” Pensé y había apretado mucho al estirado de Alejandro, por lo que darle una ligera alegría no vendría mal.

Como si nada hice un corte y deje caer algo de mi sangre en la jarra, luego lamí la herida para que se cerrara y pase el recipiente a quien correspondía, la mujer de mi izquierda, pero no mostré ningún signo ni dije ninguna palabra.

Cuando ve que levantas el cuchillo para cortarte, Alejandro alza la voz:

- ¡No! Pasa la copa a tu izquierda.

Su voz llama la atención de Jäger quien se ve repentinamente hechizado por el capataz del monasterio. El Brujah siente la necesidad de pasar la copa sin aportar parte de su sangre.

Intisar la recibe y el cáliz sigue rotando a la izquierda hasta llegar a User.

Cuando por fin llega a mi la copa la  rechazo con un gesto de mi mano  y un casi apenas audible : No gracias.No se muy bien a que están jugando aquí pero me viene bien porque mi rechazo pasará más desapercibido  que el bufido de Don Alejandro .

Distingues que ha ocurrido algo de naturaleza oculta en la sala. Puede que sospeches sobre la naturaleza u origen de la distorsión, pero no tienes suficientes conocimientos sobre magia para asegurar que Jäger fue hechizado. 

La sala no se sorprende al ver a User declinar la invitación a verter su sangre. Una sonrisa en los labios de Intisar despunta ociosamente.

El cáliz termina de dar la vuelta cuando llega a Milos*

El gitano tomó la copa y sonrió pícaramente. Quizá tal consideración resultase innecesaria ya que ésta era la manera natural de sonreír de Milos. La mueca habitual. Sin embargo aquella situación le resultaba especialmente cómica. Aquella pose de ceremonia falsamente inmersiva dónde, aunque se pretendía lo contrario, parecía que todo estaba dispuesto de mucho tiempo atrás y que la realidad era que no se permitían interferencias ajenas. No... la presencia de los cainitas que habían hecho un alto en el camino a Basilea no entraba en los planes de Don Alejandro. Ellos estaban de más... o quizá simplemente su función y cometido en aquel rito, eran otros.

- La noche es joven... - sentenció Milos con un ojo puesto en el rostro de Lady Vadislaba.

Tomó el cuchillo y colocó la copa bajo su muñeca. Con temple acercó la hoja la carne y... un segundo antes de cortar la piel tersa paró en seco. Dirigió su mirada a Don Alejandro y ensanchó su sonrisa adoptando una apariencia lobuna y socarrona.

- Y yo... ¿puedo jugar?

Distingues que algo sobrenatural ha ocurrido en la sala cuando Alejandro ha pronunciado sus palabras. Puede que a tus compañeros les haya pasado desapercibido, pero tu estas convencido de ello. Se ha hecho uso de una disciplina vampírica; tus conocimientos no alcanzan a saber de cuál se trata y qué efectos puede tener.

Sin embargo, cuando el ritual prosigue y pronuncias tus palabras juguetonas ni Alejandro ni Vadislaba se inmutan. Nadie responde a tu pregunta, pero percibes que no ha ocurrido como en el caso anterior de Jäger. A ti nadie te interrumpe cuando acercas el cuchillo a tu muñeca.

Cuando el grial vuelve a llegar a Alejandro, éste recita otra oración posando ambas manos sobre el receptáculo con la sangre:

Derramé sangre.
Puse las lagrimas
Dentro de un recipiente,
Y las bebí.

Con estas últimas palabras, alza el grial mostrándolo a los demás y se lo acerca a los labios: bebe, y lo hace rodar hacia la izquierda. Esta vez pasando de largo a los que no habían depositado sangre en él. Milos ingiere las últimas gotas y el cáliz queda vacío.

Unas últimas palabras cierran el ritual:

- Con este nuevo poder, rompí las cadenas que puso en mí la Señora de la Noche, y llegué a un lugar donde no pudieran encontrarme ni siquiera sus demonios. 

Alejandro hace un barrido con la mano señalando la sala en la que estáis, el monasterio y con ello da por concluida la reunión.

- Que encontréis reposo en las sombras, hermanos. Hasta mañana. 

Dicho esto, se gira y se retira a sus aposentos. El resto también empiezan a levantarse diciéndose algunas palabras de despedida entre ellos. Los sirvientes se mueven listos para empezar a recoger todo y dejarlo como lo encontrasteis al llegar.

Cuando bebes sientes un hormigueo en la garganta, el sabor de la sangre te produce el habitual extasiante placer pero a diferencia de otra vitae que hayas podido probar con anterioridad, esta tiene un regusto ácido que te pica en la lengua por unos momentos. Sientes la densidad y mayor concentración de sus propiedades mágicas y cuando ese último trago termina de bajar en tu garganta, por unos segundos ves a los demás miembros que habían bebido con un extraño sentimiento de camaradería, como si fuerais distintas extremidades de un mismo ser, estrellas de una constelación. Ese cálido sentimiento no tarda en desvanecerse, pero eres consciente que acabas de vivir una experiencia única e irrepetible.

Vadislava se gira hacia ti y sonríe justo antes de desplegar su abanico. 

- Eres más valiente que tus compañeros, o puede que hayas encontrado algo aquí que ha llamado tu atención

Notas agrado en el tono cínico con el que empezabas a estar familiarizado.

- Me gustaría hablar contigo mañana. Ya sabes donde encontrarme.

termina a modo de despedida y te extiende su mano enguantada.

- Bueno, yo también me voy.

Dice la mujer recogiendose el vestido

- Hasta mañana.

Notas la languidez de la decepción en su tono cuando se despide.

Un candelabro tumbado en el suelo todavía tenía restos de cera demasiado limpia para ser vieja, los cajones abiertos y el resto de la estancia completamente vacío te indican con poco margen a equivocarte que alguien ha huido de allí apresuradamente no hace mucho tiempo.

Llevas un buen rato inspeccionando la habitación hasta el mínimo detalle, no sabes muy bien qué están haciendo los demás ni cuando van a tardar, pero no debe faltar mucho para que amanezca.

El final había sido un poco abrupto, pero era normal despues de que el bocazas del brujah mosqueara a Alejandro.....

Sabía que aunque normalmente me permitía a mí dar por finalizado el rito, no elevaría queja al respecto.

Una vez se hubo marchadoDon Alejandro se levantó con cuidado y tras una cortés despedida se dispuso a retirarse no sin antes...

- Usted!

Dijo señalando a User

- Acompañeme, tendríamos que hablar y no debería ser demorado.

Quizás las corteses maneras de Meridie hasta el momento hacían que ese acto quedase poco propio de ella, pero...¿alguien iba a poner objeciones a cómo actuaba la anfitriona en su propia casa?

- Podríamos continuar la charla en el jardín, pero antes me gustaría encargarme de algo, no me importa tu presencia...

Dijo con casi un susurro.

Para luego mientras se levantaba y despedía soltar un pequeño guiño al Malkavian.

La estupidez esa del Valdurie o como se llamara había finalizado al fin. Todos comenzaron a levantarse e irse, yo continúe en mi sitio, era un buen momento para charlar con el resto de mis compañeros. Era momento de seguir con nuestra tarea, habíamos perdido ya una noche en ese lugar “O averiguamos algo aquí, o nos vamos” Pensaba, dado que veía una pérdida de tiempo el estar en ese monasterio con aquellos estirados.

Además estaba aún el tema del tipo que se había ido, a lo mejor a otra cosa distinta de la que dijo el Maese.

Antes de decir nada esperaría hasta estar solos, sin criados incluido.

Enarco una ceja sin saber muy bien a qué viene esta abrupta "invitación" ni porque lady Meridie  ha dejado caer la máscara de la perfecta anfitriona .Eeeehh,  como gustéis por supuesto estoy a vuestra disposición para lo que dispongáis. .Respondo mientras me levanto dispuesto seguirla a quien sabe dónde .Echo una mirada a mis compañeros y me encojo hombros compartiendo con ellos mi asombro .

Asintió complacida  a las palabras del señor carente de pelos en la cabeza y con un ademan con la cabeza marcó el camino.