Partida Rol por web

Cruces de Sangre

I. Hoc Voluerunt

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12/09/2014, 19:30
El Mal

Cuando los soldados nombraron al susodicho conde, su temple cambió y no dudarón en ambos apartar sus pertrechos et ellos mismos a un lado, dejando ambos trecho suficiente para las monturas, el carro y los hombres.

Adelante, el barón don Diego espera impaciéntemente la ayuda, et parece que son vos -y entonces, los dos soldados se hicieron a la vanguardia de vuestro paso, mientrs un tercer y un cuarto soldado cerraban el portón de entrada detrás vuestra.

Enseguida estuvísteis en el patio de armas: un rico enlosado en su centro, aunque lleno de briznas de paja y algo de gravilla. Mirando a un lado y a otro había diversas dependencias, como el establo, una pequeña y tosca herrería, varios cobertizos para guardar dierentes aperos y herramientas, y un pequeño granero. Antes de que os condujeran al edificio central, un mozo reparó en vuestra llegada y se acercó en pos de vuestras monturas. Dejásteis el carro y el caballo en su buen hacer, y avanzásteis tras ello al interior de la fortaleza.

En no mucho os condujeron a una sala en la planta baja, una especie de recibidor pequeño con una mesa rectangular de madera bien labradada y hasta ocho sillas en derredor. Había una pequeña chimenea con algunas brasas, que caldeaba levemente la habitación. En no pocos minutos apareció en dicho lugar un hombre delgado, de bigote perfilado y piel blanquecina.

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12/09/2014, 19:57
Diego Azuaga

Para vuestra sorpresa (tal vez no) el tipo que apareció, cuyo porte noble despedía por sus poros, no hizo gala de presentación con ningún otro soldado o sirviente, sino que apareció en soledad. Tendría en torno a los veinticinco. Al llegar, contempló a Alvar de Hinojosa con cierto descaro de pecha para abajo (notásteis que se fijó en su oronda panza); y más aún al muchacho, Zorro, que cruzaba su mirada con él y pensaba lo que todos: que parecía muy joven para ser enviado su amigo don Miguel, el conde de Valdivielso... No obstante, al posar la mirada en Lope se tranquilizó un poco, relajando sus párpados. Acto seguido, sin dicer palabra, instó a que os sentárais a la mesa.

Las sillas sin brazo alguno poseían un cálido forro de piel en la espaldera y el asiento. Luego hizo lo propio aquel hombre.

Bienvenidos a mi casa -dijo con cierta sequedad-. Soy Diego Azuaga, barón de Villanache y señor de Piedralejo. Mi amigo don Miguel os envia, ¿no es así? En tal caso, ahora sois a cargo de mi servicio y mandato. ¿Cuáles son vuestros nombres?

La voz del barón era seria, pero en el fondo amistosa.

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13/09/2014, 20:05
Lope

Lope es mi nombre, don Diego ─incliné la cabeza al saludar al señor. ─diestro en pendencias, celadas et asuntos de sangre, cuajo et bravura. Despiertos son mis ojos como afilada es aquesta hacha. Hállome encomendado por don Miguel et preséntome ante vuesencia para servir al suyo mandato en todo menester al que dispóngame su ilustrísima.

Tras aquella retahila que, probablemente había sido excesiva, presenté a mis acompañantes:

─Aquestos con quienes comparto camino, et también encomendados por don Miguel, son Alvar de Hinojosa, comerciante de instinto, labia et soltura. ─que no conoscíalo mucho, empero más valía adornar un poco aquella panza ─et el zagal responde al apodo de Zorro. Es despierto, de presta entendedera et aún más veloces manos e piernas.

Entonces guardé silencio antes de pecar de excesiva confianza et sobrar con fuera de lugar palabrería.

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14/09/2014, 13:28
Alvar de Hinojosa

Me presenté ante el barón con un ridículo esperpento de reverencia, pues no estaba acostumbrado a tratar con gente de alta alcurnia y el protocolo era desconocido para mí. Aquel hombre desprendía galantería y nobleza por todas partes, y aunque me miró con desconfianza (supuse que era hombres de armas lo que buscaba, y no tenía yo precisamente su porte), no pude si no empezar a hacer cábalas para ganarme su confianza.

Fui yo quien mantuvo silencio aquella vez, pues Lope se había encargado ya de las presentaciones (y mejor de lo que esperaba, por qué no decirlo).

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15/09/2014, 01:40
Zorro

Saltó de la carreta al escuchar a los guardias fablar en la entrada de la fortaleza. Con ligera sonrisa siguió caminando por donde les conduxeran observando el poderío del Barón, que nunca hubiera visto algo aisi tan de cerca et sin tener que estar escondiéndoose. Cruzó un par de miradas con el pardo et el comerciante, intuyendo la desconfiança que inspiraranles, que como si el subconsciente fablara, las bolsas de dineros se agarraban, mas todo lo que pudieran transportar, poco le parecería al Zorro comparado con los dominios de Don Diego. Quando éste aparecióse presentándose, el muchacho llegó a asentir con la cabeça, imitando a las gentes que aisí fazían quando con gente de renombre se cruzaran otrora en Toledo. 

-Aqueste soy yo -señalóse a sí mismo quando Lope su nombre nombró, et continuó escutando quuanto tuviera que decir el noble. 

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16/09/2014, 17:37
Diego Azuaga

Ya veo... -retorciose por dentro el Barón para no morderse los labios, pues habíanle enviado a hombres enteramente corrientes-. Tal vez don Lope fuera bien aprovechable, pero veía la enorme panza del tal de Hinojosa y la enorme juventud de Zorro, al menos en apariencia-. Entonces resiró profundamente, manteniendo las manos ocultas bajo la mesa, con un porte sereno, pero claramente forzado.

Hay mucha hambre en la baronía de Villanache, incluso más allá de aquestas tierras -confesó don Diego no sin desprenderse de toda responsabilidad por el mero hecho de ser la cabeza visible de la zona-. Los cultivos no ofrecen lo que deberían, la tiera no cumple y vivimos tiempos difíciles. Todo esto ha hecho que muchos ladrones y asaltantes proliferen en los caminos... Se han formado grupos de robo, e incluso han venido de fuera, ¡si!, ¡para eso os necesito! -parecía que el Barón, poco a poco, entraba en materia-. Empezó hace un par de semanas: unos mercenarios, por las pintas de Aragón, se instalaron en ésta aldea. No sé si habréis visto alguno a vuestra llegada... En un comienzo, nada ocurrió, y pese a que los habitantes de Piedralejo murmuraran sobre ello, nada temían. Claro que, a los pocos días, hubo un altercado entre un campesino y uno de esos soldados. A la mañana siguiente apareció el soldado clavado en un sembrado, como si fuera un espantapájaros: tenía los ojos arrancados.

El barón se recostó en su silla de la otra nalga, pues recordar aquestos hechos le producía cierto desconcierto.

Los mercenarios culparon al campesino del hecho -continuó-, y por la noche lo esperaron en un camino a que volviera del campo. Allí lo lincharon y le dieron muerte. Entonces... estalló el conflicto. Yo no tengo hombres suficientemente para dar respeto y justicia en hechos como aquestos. Por eso, algunos campesinos se enfrentaron a los mercenarios por la fuerza. Hubo seis muertes.

Fue entonces cuando cruzó,  por la entrada de la sala, un pequeño ser de no más de siete u ocho años. Y tras él, una joven dama, que se quedó un instante mirando al Barón y éste a ella. Luego despareció.

Temo por mi esposa y mi hijo -y al decir ésto, dirigió la cabeza hacia la entrada, pero mirando al suelo-. Bueno... -retomó la historia tras ensimismarse un instante-. Tras las muertes, me ví obligado a intervenir con los pocos efectivos de este castillo, et pareció que campesinos y soldados se mermaron las conciencias y los filos. Sin embargo, otro día encontraron muerto al padre de la iglesia, y ahorcado en la torre con la cuerda del campanario: cruces y crucifijos rotos, esparcido por el suelo. Si poca tranquilidad había ya en Piedralejo, ninguna reinaba ahora. La gente no sabía que pensar sobre los ocupantes, aunque éstos juraban no haber tenido parte en ello. Et que luego volvieron las tensiones, puesto que también se encontraron huesos roídos y tumbas abiertas en el cementerio. Por lo que me cuentan mis criados, la gente dice oír gruñidos por la noche, como de animales salvajes. Se habla de... brujería -refirió tras una pausa-, aunque el principal temor que reina en Piedralejo y mi conciencia son esos mercenarios instalados en los campos de cultivos. No se ofendan -dijo con educación pese no tener porque mostrarla antes vosotros, sujetos "inferiores"-, pero esperaba efectivos duchos en las armas... Mas cualquier ayuda es bienvenida. ¿Entienden lo que les digo?

El barón se llevó la mano al mentón.

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16/09/2014, 19:30
Alvar de Hinojosa

-Mi Señor -dije, fingiendo humildad, aunque no era desde luego humilde mi intención -, si se me permite... Yo podría proporcionar los mejores y más frescos alimentos al vuestro pueblo, et al más módico precio. Comerciante con experiencia soy, et a buen seguro podremos llegar a un acuerdo que nos satisfaga a ambos... Una vez soluciónese el asunto que agora mesmo sacude al pueblo, por supuesto -esbocé entonces una sonrisa simpática.

Me acerqué al hombre y me eché las manos a la panza.

-No crea que es fácil mantenerla, Barón. Cuesta sus buenos dineros, et asegúrole que non estaría aquí de no saber defenderme. Aquí donde véme, he cruzado todo tipo de fronteras et los más peligrosos caminos montado en la mía carreta, et he aprendido a defenderme bien. ¿Qué otro remedio quédanos a los honrados comerciantes que avemos de ganarnos la vida viajando de un lado para otro? -hice una pausa, soltando una carcajada-. Deme una espada y no me durará en la mano más que un bollo de pan en la boca, pero deme algo de espacio et el mío arco acabará con cualquiera que ose levantarse en armas contra los omnes de don Diego Azuaga.

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17/09/2014, 12:38
Lope

Compartí el suspiro desanimado que momentos antes profirió el noble. Ahora lo entendía. Mala compaña me había tocado para tales lides, pues si habíamos de enfrentarnos a salteadores de caminos prefería yo rodearme de omnes diestros et curtidos et non de un mocoso et un "llenapanza".

─Non est ofensa alguna ilustrísima. Asunto complejo es el que contáis, et témome que non somos campaña ni preparada ni suficiente para solventar tal lid. ─tomé aire antes de continuar ─non me malentendáis, que acataré el vuestro mandato sin dudar et pondré todo el mio empeño en llevar a bien fin aquesta tarea, empero non será tarea fácil ─miré con desgana a mis dos acompañantes.

Miré entonces con seriedad y respeto al Barón: ─Decidme mi señor, ¿de cuantos hombres hablamos? ¿conocedes bien de la ubicación de el su campamento et de que medios disponen?.

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17/09/2014, 15:03
Zorro

Cual perro de caza en alerta, Zorro comenzó a estirarse cual sarmiento al escutar al noble fablar. ¿Ladrones y asaltantes? ¿de venidos de fuera? Voto a bríos que paresciera que estuviera a fablar del mesmo toledano. Et agora que pensaba, ¿conocería a alguno desos que hubieran venido hasta Burgos? En tal caso, Zorro comenzaba a perguntarse si non estaba en el lugar equivocado, pudiendo asaltar a gente como aquesta, aunque al ver el poderío del Barón, no se sentía tan mal. 

En el momento en que la familia noble presentóse, Zorro les saludó con una mano, mientras la otra se rascaba la entrepierna con avivez et entusiasmo, mas el rostro se le torció más quando estuvo contándoles historias de brujas et embrujos.

Resopló, et siguió yéndo et viniendo por la sala, deixando al pardo ante el papel de liderato que había decidido tomar; lo cual el Zorro, agradeció indirectamente, pues cuanta menos responsabilidad tuviera, mexor.

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17/09/2014, 17:18
Diego Azuaga

Vos creo capaz -dijo el Barón al de Álvar no siendo condescendente, sino asintiendo a la pesada razón que aquella panza había de ser bien defendida para llevarla a tal grado-. Luego ojeó a Zorro, que había querido como dirigiese a la suya familia (mas pasó de largo por la entrada) y luego a Lope, al cual habló.

Veinte y siete hombres, según mis soldados y contándolos de lejos -respondió el barón-. Mas los míos son diez, et vosostros tres ahora. Os diré la verdad: no esperaba una tropa para poder expulsar a los mercenarios, pese a que así lo quisiera, pues sería todo más fácil. Mas viendo lo visto, ni tan siquiera tratar pacto o debate con ellos he querido, aunque quizá sea la única solución. ¡Mirad por ahí!, por esa ventana -don Diego señaló la ventana del fondo de la sala, cuyo cristal grueso resguardaba del frio-. Et cuando os asomásteis, vísteis por la ladera sur un campamento a las afueras de Piedralejo, el de los nuevos instalados. Vosotros habíais venido por el camino del otro lado, del norte.

A veces van a la posada a emborracharse -añadió-. El tabernero no les cobra por miedo a represalias y los parroquianos empiezan a no ir, segun me dijo éste cuando vino a pedirme auxilio y consejo. Mas no todos descuidan su disciplina, pues suelen ir bien armados et hacen guardias durante la noche. Puedo darvos espada a cada uno -miró a Álvar, que lo había propuesto-, mas ya que estáis, quizá podáis iniciar esas conversaciones que aún no he propuesto a eso... ¡bárbaros! -díjo el baron con sequedad-.

Notas de juego

Una cosa: la ocupación se hizo hace unas dos semanas. Los mercenarios no es que aterroricen el pueblo, sino que la población de Piedralejo está asustada (como es normal) por su presencia. Por supuesto, ha habido muertes ya (el mercenario muerto, el campesino muerto y el cura).

El Baron cuenta con pocos soldados de su mesnada, y no intenta nada bélico por que sin ellos no tendía ni para defenderse ni defender a su familia (como noble que és).

Así va un poco el tema.

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18/09/2014, 00:39
Alvar de Hinojosa

-Fablaré con ellos, Señor. Si pude facer entrar en razón a los nazaríes cuando estuve en Granada, podré facer que aquestos milicianos márchense. O al menos, que cuéntennos los suyos motivos, et ya buscaremos forma de amedrentarles.

Hablé bastante seguro, pues mi lengua ya me había sacado de más de un apuro. Sin embargo, dudaba que los milicianos estuvieran relacionados con el asesinato del cura o con algún tipo de ritual. Era claro que sí se habían cobrado venganza con aquel campesino, pero, ¿una trupe de adoradores al demonio que abren tumbas y asesinan religiosos? Demasiado fantasioso sonaba aquello... Algo, o alguien más, era el responsable de aquel asunto tenebroso, y no me atrevería a decir que mi palabrería fuese a funcionar con alguien así.

De nuevo me encontré haciendo cábalas de un futuro incierto. Desde luego, no aprenderé nunca...

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21/09/2014, 00:54
Lope

De haber sabido aquesto, mi Señor, non hubiérame encaminado directamente a fablar con vos al llegar a Piedralejo. Supongo los mercenarios habrán de ojos et oídos bien situados, et que a aquestas alturas ya sabrán que obramos para vos ─que sabía yo bien como obraban esos mercenarios. Parecían obtusos e indisciplinados, empero eran como perros abandonados et apaleados a los que el despropósito et el infortúnio habíalos convertido en zorros astutos.

Habiendo tal inferioridad numérica témome que, al menos de momento, un enfrentamiento abierto ha de ser descartado. Interesante sería intentar entrar en el circulo desos omnes para ansí saber bien a quien nos enfrentamos. Empero como vos digo, non se si será demasiado tarde para intentar tal lid. ¿Qué opinades ilustrísima? ─Acordéme entonces del mendigo que había a la entrada del pueblo. El desgraciado non tardó en mentar a los mercenarios et que agora veníaseme la idea de que pudiera ser aqueste el ojo en la puerta de aquella banda

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21/09/2014, 13:00
Diego Azuaga

De acuerdo, es una opción... razonable -afirmó el barón Diego sabiendo que poco o nada podían hacer mediante las armas con hombres igualmente pertrechados y en más número-. Luego miró a Lope. No sé si sabrán que obrais para un servidor. Lo dudo mucho, pues Piedralejo es un sitio de paso y recibo a mucha gente; empero que no importa, que no se han dado muestras hostiles contra mi persona como para iniciar belicidades... que de ser así, ya habría podido ser y de buen seguro hubiérannos expulsado d'este castillo. Menos mal, como digo que el Conde don Miguel ha enviado a alguien más... -se refería a vosotros, y pese a no ser o estar bien prestos a la batalla y a las primeras, érais otro tipo de opciones-. Efectivamente, Lope, nada de hostilidades. La vida de mi familia es lo primero, et también Piedralejo. Sed cautos.

Luego se levantó de nuevo, miró un instante por la ventana y se volvió hacia vosotros.

Si queréis una espada, se os entregará, mas será mejor no el haber de usar si non es necesario. Esos tipos de Aragón... son rudos, impacientes... -don Diego suspiraba, aunque en sus ojos había un brillo de esperanza-; espero que resolváis aqueste asunto, o al menos conozcáis qué requieren esos tipos, ¡a ver si se marchan!

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21/09/2014, 13:49
Zorro

Observó por la ventana mientras e Barón fablaba. Sopesó en cuán dificil sería infiltrarse en la oscuridad de la noche et cortar el cuello del líder de aquestos mercenarios, aunque quiçás de nada sirviera si otro tomara el su lugar. Se giró entonces mirando al Pardo. - En caso de que supieran de nuestra llegada, solo saben del rechoncho mercader et Lope, puesto que a mi nadie me viera llegar a la fortaleça. Bien podría tratar de acercarme a ellos a través de la taberna et averigüar, mas separados tendríamos que ir a partir de aquí para evitar cualquier relación mia et vostra. Sinon, investigar las brujerías del cementerio quiçás nos ayude de un modo u otro para espantarlos de aquí.

Se acercó a la chimenea et sintió el calor de las brasas extendiendo los braços. -Non preciso espada nin lança, que estas son armas de gente de bien, mas el más afilado de vuestros bracamantes et algo de paga para bien me desenvolver por Piedralejo será suficiente para començar. - Miró entonces a sus dos compañeros a cuanto tuvieran entonces que dizer al plan sugerido et sus intervenciones.

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21/09/2014, 15:42
Alvar de Hinojosa

-Será complicado para mi persona tratar de facer creer a los mercenarios que intento unirme a las suyas filas. Credo que el adjetivo ridículo non alcanza a describir tal situación -dije, que con una sonrisa-. Et tampoco es que pueda acercarme sigilosamente a espiar cual zorro.

Expuse entonces la idea que tenía sobre cómo abordar el asunto a mis compañeros.

-Veréis, puede que esos omnes incluso haya oído fablar de mí en alguno de sus viajes: comerciante de cierto renombre soy. De modo que non trataré de engañarles, mas sí que pudiere acercarme a ellos con el fin de facer negocios, junto a Lope, quien fará de mi guardia personal. Pudiere proporcionarles armas et abastos, et intentaré soltar la lengua sobre las suyas intenciones et demás menesteres. Lope mostrará interés por unirse a ellos, puede que incluso fingiendo una pelea para abandonar mi servicio. Incluso, en caso de que no mordieren el anzuelo et non aceptáranle entre las suyas filas, podremos volver a casa como comerciante et guarda.

Et mientras tanto, el joven Zorro pudiere bichear cuidadosamente et en silencio por el suyo campamento, mientras atiéndennos. En caso de que Zorro fuese atrapado, yo mesmo, o Lope, pudiéremos asegurar que el tunante también habíame robado a mí a la entrada del pueblo, et pedir que dejen en mis manos el llevarle ante el Barón et darle justicia.

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21/09/2014, 16:13
Zorro

- O cortarme el gaznate preocupándose una merda de Baron o comerciante.- suspiró, tal como fuera, el joven tenía claro que estaría solo en según qué tareas tuviera que cumplir.- Sea pues vuestra primera idea, et vayamos, por separado, a la taberna et allí veámos qué encontramos, si Lope queda deacuerdo.

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21/09/2014, 16:42
Lope

Al parescer el de Hinojosa non había sólo de generosa panza e barriga, sino también gastaba buenas entendederas, pues el plan, a primeras, lucía factible.

─Pláceme tal idea, buen Alvar, empero, si aquestos aceptaran ver las vuesas mercancías, ¿habéis vos de tales bienes para mostrar et incluso vender?. ─Et entonces miré al Señor ─Que de non ser ansí, para llevar la artimaña hasta el final, habríamos de recurrir a vuesa armería, ilustrísima, empero sabed que non plasceríame, et a buen seguro que a vuesencia menos, abastecer al enemigo con los nuestros propios pertrechos.

Encogíme de hombros et suspiré: ─jugada arriesgada est, non cabe duda ─todo ello incluso sin contar con lo del gaznate del zorro.

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21/09/2014, 23:29
Alvar de Hinojosa

-Pudiéremos, en tal caso, dejar a Zorro merodeando por el pueblo et faciendo las pertinentes pesquisas -quizá llevasen razón mis compañeros, pues no me había planteado el posible desacato a la autoridad del Barón.

Me acerqué entonces a Lope con el fin de detallar los pormenores del plan.

-Por supuesto, la visita sería no más que un acercamiento. Non portaría el mío carro, ni las mercancías (de las que, por cierto, no, no dispongo). Tras el primer tanteo, et si los omnes mostraran interés, fabía pensado precisamente recurrir a la armería del Barón -sonreí entonces al Barón-, mas tampoco quería importunar al nuestro anfitrión hasta non tener algo apalabrado con los malhechores. Et porsupuesto, jamás ocurriríaseme abastecer al vuestro enemigo con vuestros propios recursos: mis exigencias serán altas, tanto que sin duda los omnes rechazarán de pleno mi oferta. De aqueste modo, algo habré podido sacar de información sobre cuáles son las suyas intenciones para con el vuestro pueblo et la vuestra persona, puede que Lope esté ya entre sus filas, et Zorro habrá podido husmear, bien en el suyo campamento o bien por el pueblo, et averiguar más detalles.

 

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23/09/2014, 11:54
Zorro

-Sea pues...fagámos eso, yo me perderé en mis quehaceres para bien o para mal. - Abandonó la cálida compañía de la chimenea et se acercó al Barón tráscándose rápidamente la entrepierna- ¿Tenemos un trato pues? 

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23/09/2014, 17:26
Lope

Paresce bien pensado. ─respondíle al panzudo de Hinojosa. A mi, de momento, valíame tal plan, ansí que aguardé a que el muy señor Barón diera el su benepácito para ponerme cuanto antes a laborar.