Partida Rol por web

-Arrhhhgg- murmulla molesto, en un tono casi inaudible para si interlocutor, al oír la voz del hombre al responder por el auricular martillea de nuevo su cabeza.

Escucha las palabras de Jhon a través del aparato, mientras otea la estancia de su despacho, buscando algo en concreto con la mirada. Al cabo de unos segundos, da con lo que quería saber.

-Ufff...no debo comprar esa maldita marca...que dolor de cabeza...

No obstante, hace acopio de fuerza, y se dedica a prestar atención a la conversación que tiene con el policía. Una mueca parecida a una sonrisa triste aparece en su labios, al procesar las palabras que su ex-compañero había dicho.

Se endereza un poco, echando la silla hacia adelante, y se acerca un poco más a la mesa, para llegar más cómodamente al teléfono, y que el cable no esté muy tirante; aquel teléfono tan barato había que tratarlo con cuidado, para que no se rompiese a la mínima...

Tras unos segundos de indecisión, en los que no sabe muy bien que va a decir, habla, con un tono de voz irritado, aunque con el matiz de un hablarle a un viejo camarada:

-He reconocido tu voz al instante, viejo lobo...- el comentario es algo bromista- Espero que no llames para algo relacionado con la poli, ya sabes que ahora voy por mi cuenta...- sin embargo, al decir esto último su tono de hace más serio.

-Morgan, mi nombre es Austin Morgan...y creame es muy urgente...por favor ayudeme

su voz continua siendo nerviosa, angustiosa...

-esto no habia ocurrido nunca, pero nunca..lo necesitamos..

-un placer caballeros

saludando con un gesto de su cabeza

-¿asi que artillero? y usted señor... Günsbrak¿cierto?

encendiendo un cigarrillo de los ausytriacos, dando una calada disimulando su insatisfaccion..

-Anton erra camarrada de arrmas en el mismo regimiento...un viejo zorrro saben

tomando asiento y pidiendo un café cargado

¿y que les trrae por Austrria?, aparrte de su bella capital y mujerres

-Tranquilicese sr. Morgan, explíqueme qué le ocurre y veremos cómo puedo ayudarle, no hay nada que no tenga solución. Si lo prefiere para poder hablar con mayor calma puede venir a mi despacho y discutiremos el problema.

-Un placer para mí tamién conocerle, señor... Kärnten.- Dice con cierta dificultad al intentar pronunciar de nuevo el nombre del caballlero recién llegado.
-Como le iba expllicando a su compatriota, el señor Douglas y yo hemos venido a Viena a tocar música americana.- Comenta educado pero con ese estilo sureño que lo caracterizaba.

Marca solo a los jugadores con los que hables o al máster,que si no todo el mundo puede leer lo que has escrito,como por ejemplo yo,si tienes dudas,pregunta que aquí estamos para echarte una mano en lo que haga falta,edita el mensaje,clicas debajo de la foto de tu personaje donde la pluma y el pergamino,y allí se abrirá el mensaje entero,así lo puedes reescribir(por si no te gusta)o modificar a quien se lo dejas ver

Edito:este mensaje solo lo veras tu,el dios máster y yo,jejeje,y ves,yo he hecho lo de editar

un saludo

- Te acuerdas, Hernner, cuando les dimos una buena lección a los Rusos en el 14 en Innsbruck, aquello si que era pelear, amigo, y no lo que quieren hacer ahorra con todos esos caharros moderrnos que inventan, dice Anton con nostalgia

- Sin embargo no crreo qu anuestros nuevos amigos les interresen nuestrras historias de viejos chiflados finalizando con una breve carcajada.

JAJAJAJA,no,no,te llamo por un asunto que espero te guste mas.....he decidido tomarme unas vacaciones y quisiera que me acompañases,nada del otro jueves,pero así tendríamos tiempo de rememorar antiguas andanzas,ya estoy viejo,y quiero recordar batallitas de los buenos tiempos,¿que te parece la idea?

Mientras estoy diciendo estas palabras,mi mente rememora esos tiempos de juventud en los que creíamos que el mundo estaría a nuestros pies,que ningún caso se nos resistiría y los delincuentes temblarían al oír nuestros nombres....ilusos....no,pecado de juvnetud

-no puedo ir, no me atrevo a dejarla sola otra vez...

su voz continua en el mismo tono, mientras te parece escuchar un grito de fondo

-si pudiera acercarse usted..por favor..no se cuanto tiempo estara asi

-Es su mujer quien tiene problemas? Si se trata de salud le sugeriria que fuera al hospital -comentó Irving, primero para quitarse al tipo de encima, pero la curiosidad ya le habia picado, y después de unos instantes de vacilación, continuó - Si me da su dirección, intentaré llegar lo antes possible para que me explique qué ocurre y entonces decir la actuación médica pertinente.

tras unos breves instantes de silencio solo rotos por unos agonicos gritos, que te resultan guturales mezclados con femeninos,el hombre te da la direccion..la cual recuerdas como la del alcalde...

-Entendido Sr. Morgan, en un momento estaré allí -cuelga el teléfono, aún con la sorpresa de la dirección, y después de unos instantes de vacilación con la mirada perdida en el papel donde la habia apuntado, resuelve avisar a su secretaria de la inesperada emergencia a través de una nota en su escritorio, coge el abrigo y el sombrero y sale a buscar un taxi que le lleve a su inesperado destino.

tras dejar la nota a tu secretaria la cual apenas te cruzas en tu apresurada salida, bajas a la calle donde detienes un taxi, el cual te conduce hasta el barrio residencial de la direccion, deteniendose en la parte delantera de una enorme casa con un amplio jardin, la verja esta abierta, adentrandote hasta la entrada, donde antes de que toques el timbre la puerta se abre.Desde tu posicion logras escuchar unos gritos que proviene de una voz femenina.El hombre que te abre la puerta, te mira, esta sudoroso y parece asustado, en su rostro uhas enormes ojeras, indican que lleva varios dias sin dormir..

-usted debe ser el Dr. McNess..gracias a Dios que ha venido, le estaba esperando impacientemente, debe de verla y hacer algo...acompañeme

acompañandolo a lo largo del hall,hasta cruzar un enorme pasillo y abrir la puerta de una habitacion,es una salita donde una mujer de unos 40 años muy bien llevados,esta completamente fuera de si, gritando y convulsionandose..de su boca salen sonidos extraños,con un tono gutural, casi masculino y de ultratumba..

-ahi esta, es mi esposa Margaret..

-YA ESTA AQUI, EL ES NUESTRO SEÑOR Y NOSOTROS DEBEMOS SERVIRLO,EL TERCER PLELUNIO SERA LA CONSECUCION

convulsionandose, mientras suelta baba por la boca..

-AYUDAME MAMA, ESTA OSCURO,NOS MATARA A TODOS

-...dios mio... -murmura Irving contemplando el macabro espectáculo, se dirige hacia la mujer intentando sujetarla y comprobar ciertos sintomas de fiebre que pudiera provocar el delirio- ¿Cuánto hace que se encuentra así? ¿Antes habia padecido algun tipo de ataque epiléptico?

Irving intenta evitar que la Sra. Morgan se haga daño y que se trague la lengua.

Al oír la proposición del viejo, no puede evitar que una leve sonrisa se forme en sus labios. Se pasa la mano, por el cuello, y nota una barba sin afeitar de tres días.

-Me asearé un poco antes de salir, y arreglaré esta basura...- mientras, ve el desastre de su despacho, en uno de los escasos momentos de sobriedad que ahora tenía, tras una mala racha seguida de compañía con su amiga la botella.

Me alegro de oír eso, jeje- ríe casi por primera vez en semanas-. A mí también me vendrían bien unas vacaciones, después de tanto trabajo- miente-.

-¿Qué te parece si quedamos en aquella cafetería cerca de la comisaría, y me cuentas los detalles en persona? Seguro que la camarera Molly, se alegra de vernos por allí...además, uff...me hace falta un buen café- sonríe de nuevo, a través del teléfono, mientras resiste el dolor de cabeza y la sequedad de su boca.

Su voz denota el deseo de ver a su amigo cara a cara. En su penoso estado actual, lo que mejor podía venirle era ver a una cara conocida.