Partida Rol por web

observas por el retrovisor del auto mientras os marchais del lugar , como alguien parece entrar en tu edificio, por los andares y gestos lo reconoces como un mafioso de tres al cuarto, uno de los soplones que informava a Jhon..el tal Eddie Harris.

-la verdad es que aunque mi hija me importa, el asunto ya esta en manos de la policia y del hombre que llevara el caso, asi que lo importante es mi esposa ahora mismo..

-En efecto, señor Kärnten.- Dice Edie ahora más interesado con el tema recién surjido. -Como usted bién ha dicho se trata de música tocada por corazones de hombres de color, aunque tambien es cierto que de donde yo vengo, a orillas del Missisipí, las personas de color sufren el azote de la intoleráncia.- Crawford hablaba en tono solemne, recordaba el sufrimiento de aquellas personas con las que tantos años de su vida había convivido. -Por suerte, aún existen personas que hablamos un lenguaje distinto, no importa el color de la piel cuando se trata de Jazz. Y es que cuanto más se diga con la música, mejor va a ser, pero no siempre esperes que los demás te oigan, aunque solo te escuches a ti mismo trata siempre de arrancarte una lágrima y una sonrisa. O eso decía un pobre viejo de color que tocaba el saxo en la calle.- Edie toma la taza de café para dar un pequeño sorbo y, tras esto, apaga el cigarro que ya estaba casi consumido del todo antes de proseguir. -Por supuesto no soy el único músico de Jazz blanco, aunque sí que es cierto que hay pocos.-

Vaya pienso para mi mismo no le he pillado en su oficina, que estara haciendo ahora mismo ese viejo cascarrabias? pienso esto mientras bajo las escaleras detenidamente, al abrir la puerta del portal, me fijo en dos hombres que estan tranquilamente hablando al lado del coche de Rex, ex compañero de Jhon Laine.
Me fijo en ambas personas y pregunto:
Hola, perdonar que interrumpa,no sabreis donde se encuentran el dueño del auto y posiblemente el cascarrabias que anda con él, verdad?tendria que hablar con ellos y ya que estais al lado del auto,a ver si me podeis ayudar.
Me quedo expectante a que me respondan.

- Cuando estuve en Amérrica ya había oído hablar del Jazz ese, dice Anton, saliendo de la ensoñación de su batalla e intentando recuperar las riendas de la conversación con esos dos extraños tipos americanos.

- ¿Podría usted, Sr. Crawforrd, deleitarrnos con alguna pieza?, pregunta con interés. En el fondo Anton siempre había admirado a este tipo de bohemios que se dedican a vargar sin saber que les deparará el futuro, además ese tipo empezaba a caerle bien, incluso había mostrado interés en su historia o al menos no la había menosporeciado.

-el poli es Jhon Laine y no ira en barco, sino en vuelo internacional...

hace un silencio

-ya sabes que me estoy jugando mucho pasandote esta informacion, espero que la generosidad aumente, en en lugar de siempre dentro de una hora...

y el telefono se cuelga repentinamente

observas por el retrovisor del auto mientras os marchais del lugar , como alguien parece entrar en tu edificio, por los andares y gestos lo reconoces como un mafioso de tres al cuarto, uno de los soplones que te informaba de vez en cuando..el tal Eddie Harris.

-Anton no seas absurrdo, no obserrvas que no lleva instrrumento..pero si que podemos hacerrle una invitacion..

carraspea un poco, mientras se atusa su bigote

-mañana darre una fiesta en mi villa y asistirran antiguos compañerros de arrmas para celebrarr nuestrro reencuentrro..serria un verrdaderro placerr si nos deleitase con su musica..porr supuesto le abonarremos sus honorrarios y serran ustedes mis invitados

¿Esperabas visita?.....

¿que diantres hace Eddie Harris entrando en el bloque de Rex....?

los tipos te miran, sonrien y se reincorporan del auto, marchandose sin decir ni una palabra, al ver bien el auto observas que este no era el que estaba antes ahi detenido..

-A no ser que el señor Douglas no tenga otra actuación prevista para entoces...- Dice Edie con una expresión amable mirando de reojo a su representante. -... sería un placer poder asistir a su convención.-

Seran hijos de.......se van a reir de quien yo les diga, tranquilo Ed, estas de vacaciones, por suerte para ellos jeje sonrisa al canto aparece en su cara al recordar algun trabajito que ha echo estando cabreado como ahora, despues, se despeja observando donde puede estar el auto de antes,y decide subir otra vez al piso a ver si puede descubrir algo, al llegar, lo primero que hace es intentar descubrir algo, cualquier indicio, ya sea escuchando o mirando de la forma mas discreta posible.

Con ojos despreocupados, Robert mira por el retrovisor, y observa el bullir del tráfico y las gentes que caminan por la calle, en su venir diario. Va a apartar la mirada, para seguir conversando con Jhon, cuando ve algo que le llama la atención...

-Je...parece que la rata ha entrado en la madriguera...

Se gira hacia su amigo, y le dice en un tono misterioso:

-Pues la verdad es que no, viejo zorro...para el coche- dice en un tono seco-.

En cuanto se para el coche, abre la puerta del mismo, con decisión, no sin antes dedicar un par de frases de nuevo a su colega. Su mirada se torna interesante, con algo de misterio.

-¿Vienes...? Voy a ver que es lo que hace tu "amiguito"- referido al soplón de poca monta de Jhon, que era Eddie-. No sera mucho tiempo; no quiero perderme ese nuevo sitio...- su rostro es serio, y sus palabras a pesar de ser cómplices, salen de sus labios, con un matiz oscuro.

Sale del coche, y cierra la puerta, con cuidado, de no estropear el caro coche del viejo Jhon. Mira a izquierda y derecha, observando a la multitud, para ver si había alguien más que le resultase conocido.

-Esto no me gusta...¿qué hace ese despojo de Harris? Recuerdo que era uno de los muchos contactos de Jhon, pero, no puedo imaginar que se trae ese ratero entre manos...

Sin esperar la respuesta de su compañero, anda caminando tranquilamente mimetizándose con la multitud, en dirección a su portal. Sus pasos son rápidos, aunque acompasados, con los del gentío.

Nota el tacto de su revólver, apretando contra su costado, debajo de la usada chaqueta. Sin embargo, estaba convencido, de que no le haría falta usar el arma, contra aquel criminal de pacotilla. Si las cosas se ponían feas, un buen gancho de derechas lo arreglaría todo...

Al llegar al rellano de su portal, se asoma disimuladamente, buscando con la vista a Eddie, aunque sin abandonar aquel sigilo que había adoptado. Su respiración era tranquila, aunque los temblores habían aumentado un poco, sobretodo en la mano izquierda.