- ¡VIEEEEEEEEEEEEEEEEENEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN! -Laura grita, alterada, atrayendo las miradas del resto de sus amigos de la infancia que se pregunta perplejos cómo ha llegado hasta el espejo sin que se dieran cuenta... Apenas habían cruzado un par de palabras con Sara.
Se inclina y acaricia el pelo de la anciana con delicadeza.
Tranquila, todo ha acabado. No debes tenernos miedo, sólo nos habíamos perdido y acabamos aquí, acabamos con los que te estaban haciendo daño. ASí que ya no tienes que volver a tener miedo.
Me has penejotizado.. ¬¬
No podías esperarte un par de horitas? xDD
Al menos podrías no haber cometido falta de ortografía, ejem..
Entonces, mi turno lo has hecho tú?
LOL. Editado. Suena a excusa barata, pero como están juntas la v y la b... De hecho, no sé si me has tangado tú poniendo la falta xD. No, no te he PNJtizado, es sólo un grito, tú haz lo que quieras. Y cuidado con los destinatarios, leñe ;(
Ahh.. perdón.. xD Pensaba que era "bien" y lo he cambiado yo xD No me había fijado de que era "vienen" xDD (la N estaba escondida :P)
Después de cenar, sigo ;)
Pos fale... ¿Y donde estará toda esta gente?. Mejor será que los busque. Esta noche ha sido una autentica locura. Muy parecida a aquella vez que me comi aquellas setas.... Tras esto, me doy media vuelta, a ver si puedo oir donde está el resto de la gente, y si han capturado a la octogenaria
Laura parece enloquecida. Sus ojos desorbitados no deja mirar más allá de la venta y sus gritos casi a la misma altura tímbrica que la anciana, perfora los tímpanos de sus amigos.
PERO ES QUE NO LO VEIS???!!!! - Con tanto pánico y tanta histeria, lo único que consiguen ver sus amigos es una Laura histérica que no deja de señalar el espejo y la ventana - TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ! TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ! OH, DIOS MÍO, ME QUIERO IR DE AQUÍIII!!!
Sin más dilación, Laura intenta salir de nuevo por la ventana con mucha dificultad, sin importar que se está haciendo daño.
Laura está tan alterada que parece no haberse dado cuenta de que la ventana, a pesar de que ya no está bloqueada por los tablones, está enrejada y salir por ella es completamente imposible. Detiene su carrera a mitad del camino, indecisa y sin saber hacia dónde ir, presa del pánico. Tanto ella como sus compañeros debían reaccionar rápido, pero, ¿qué estaba pasando? ¿Acaso se había vuelto definitivamente loca?
Tic-tac. Todos los que quieran hacer algo han de pasar antes una tirada de dinámica (2d6 + Dinámica Dificultad 12)
Te das la vuelta tratando de encontrar a tus compañeros, pero parece que esta vez será más difícil de lo que lo fue la última. Respirando para tratar de tranquilizarte y autoconvenciéndote de que después de haber acabado con aquellos putrefactos seres que antaño debieron ser personas no puede haber nada más que pueda hacerte daño en la casa, vuelves a echar mano de tu mechero para ver dónde te encuentras. Se trata de aquel gran pasillo por el que ya habías caminado tantas veces durante los últimos momentos. Antes de que seas capaz de decidir hacia dónde ir escuchas un grito proveniente del piso de abajo. Al parecer se trata de Laura, que está completamente desquiciada. O al menos esperas que así sea...
¡VIEEEEEEEEEEEEEEEEENEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN! ¡¡¡¡¿¿¿PERO ES QUE NO LO VEIS???!!!! ¡TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ! ¡TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ! OH, DIOS MÍO, ¡¡¡ME QUIERO IR DE AQUÍIII!!!
Tirada: 2d6(+3)
Motivo: Percepción
Dificultad: 12+
Resultado: 8(+3)=11 (Fracaso)
Tirada: 2d6(+3)
Motivo: Percepción
Dificultad: 12+
Resultado: 11(+3)=14 (Éxito)
Laura presa de pánico, rasga con los dedos inútilmente los tablones. Sus dedos se llenan rápidamente de sangre, sus brazos se llenan de moratones, pero Laura no para de gritar y llorar.
Tirada: 2d6(+3)
Motivo: Dinámica
Dificultad: 12+
Resultado: 6(+3)=9 (Fracaso)
Uh uh... -digo al oir los gritos. Rápidamente, me dirijo hacia las escaleras, y empiezo a bajarlas todo lo rápido que puedo...
Miguel ve como entran todos en avalancha en la sala del espejo y se gira desorientado y aún con un trofeo en su mano por la repentina actividad, sobre todo de Laura, que intenta salir por la enrejada ventana magulándose.
Tirada: 2d6(+2)
Motivo: Dinámica
Dificultad: 12+
Resultado: 9(+2)=11 (Fracaso)
EDIT: Destinataaarios
Quiere salir corriendo detrás de Laura para agarrarla y sacarla por fin de este apestoso lugar. No obstante, queda paralizado y tarda en reaccionar.
Tirada: 2d6(+4)
Motivo: dinámica
Dificultad: 12+
Resultado: 7(+4)=11 (Fracaso)
Tirada: 2d6(+4)
Motivo: Dinámica
Resultados: 4(+4)=8, 4(+4)=8
Máster al habla: Voy a hacer la tirada para ver si podemos finiquitar...
Pues va a ser que no: 4+4+4=12 (Éxito). Ahora mando un MP a Veldrin a ver qué dice.
Mil disculpas, he estado super off por problemillas y falta de tiempo para dedicarme al PC en general. Vuelvo al ritmo (ya tengo reparada la zarpa)
Ok aqui estamos
J.A. Intenta agarrar a Laura, para evitar que vuelva a perderse
¡tranquila! ¡Tranquila! ¿No querrás volver a perderte eh??
Consigue coger a Laura sin hacerla daño pero firmemente, esperando a que se pueda calmar...
Tirada: 2d6(+6)
Motivo: agarre
Dificultad: 12+
Resultado: 7(+6)=13 (Éxito)
Sorry por el despiste :S
EDIT: Destinatarios
Las falsas esperanzas habían llenado la cabeza de los inseparables amigos de anhelos de libertad. Ilusorios anhelos... ya que la única persona cuerda en ese momento parecía ser Sara. Por desgracia, los años le pesaban y fue incapaz de reaccionar a tiempo.
Las rejas que protegían la ventana por la que trataba de escapar inútilmente Laura se doblaron, abriendo el camino mientras un fogonazo de luz deslumbraba a los presentes. Para cuando pudieron apartar los brazos de sus rostros, comprobaron que el destello era provocado por los faros de un viejo y cochambroso Volkswagen Sedán que se dirigía hacia ellos a toda velocidad, conducido por un hombre que no paraba de reír a todo pulmón. Acompañándole, en el asiento del copiloto, un espectro con los rasgos de una pequeña y demacrada niña no paraba de señalar al grupo, chillando mientras sonreía inquietantemente.
- ¡EEEEEEELLOOOOOOOOOOOOOOOOS!
El coche, que levitaba sobre el suelo entró por la amplia y ahora despejada ventana, destrozando media carrocería a pesar de sus pequeñas dimensiones. Horrorizados, Francisco, Sara y Miguel fueron testigos directos de cómo las cabezas de Laura y J.A. eran cercenadas por el amasijo de metal que salía despedido en todas direcciones, como pura metralla.
Finalmente, el coche (o lo que quedaba de él) se detuvo en seco en mitad de la sala, derrapando sobre el viento que le llevaba. La ceniza de la chimenea se movía frenéticamente de un lado a otro, arremolinándose en derredor de los compañeros que quedaban en pie incapaces de creer lo que estaba sucediendo.
- ¡La-la-la-la-la gente malaaaaaAAAAAa! -la anciana estalló en un escandaloso llanto mientras su cuerpo, presa del rigor mortis, se tambaleaba rígidamente hasta desplomarse sobre el suelo a causa del terrible shock.
El conductor del vehículo parecía haber muerto también al cruzar la ventana, pero poco parecía eso importarle al redivivo que les miraba juguetonamente mientras atraía con un movimiento de su mano los trofeos que había estado examinando Miguel, que comenzaban a danzar en torno a su incorpóreo y diminuto cuerpo.
- ¡Vosotros me matásteis! -las copas y laureles de metales preciosos se lanzaron directos hacia Francisco y Miguel y comenzaron a golpearles en la cabeza, riñones y estómago hasta hacerles caer al suelo retorciéndose por el dolor- Y al hacerlo ¡matásteis a mi padre! ¡Sabía que sobrevivisteis al accidente! ¡VOSOTROS!
Antes de que pudieran decir nada, un par de rayos negros salieron de las yemas de los dedos índice y corazón de la niña fantasma, penetrando por los oídos de los amigos y sumiéndoles en una locura total, llorando, riendo y tosiendo sangre mientras los botines de los verdaderos dueños de la casa les castigaban machacándoles las costillas y apaleándoles el craneo hasta alcanzar una horrible y ansiada muerte.
Con gesto satisfecho, no sin antes hacer volar el cuerpo de Sara para empalarla en la carrocería del coche para asegurarse de su muerte, la fantasmagórica ejecutora se desvaneció entre la ceniza, dejando tras de sí un fuerte olor a azufre y un festín de cadáveres.
Tirada: 2d6(+1)
Motivo: Dinámica Sara
Dificultad: 12+
Resultado: 10(+1)=11 (Fracaso)
Asustado, bajaste los escalones de la escalera de caracol a toda velocidad, resbalando por ellos y golpeándote fuertemente en la sien y en el trasero, pero te daba igual. Abajo no dejaban de escucharse gritos, destrozos y sonidos metálicos, acompañados de un fuerte silbido producido por el viento.
Sobreponiéndote al dolor, te dejaste caer rodando hasta el piso de abajo, donde te tomaste unos segundos hasta poder incorporarte después de trastabillar con tu primer intento. El ruido provenía de una habitación a la izquierda, así que corriste desesperadamente en esa dirección, con los brazos por delante, olvidándote de que tu mechero se había perdido durante el primer resbalón. Pero eras afortunado. Muy afortunado. Tus brazos encontraron una puerta entreabierta que te dejó paso a la sala de la chimenea, los trofeos y el espejo de pie.
El escenario era dantesco. Todos tus amigos de la infancia habían muerto: Laura y JA estaban frente a la ventana por la que entraba la luz, con la cabeza separada del tronco y cientos de pedacitos de metal clavados en su cuerpo. Miguel y Francisco estaban a tus pies, llenos de magulladuras y moratones y con una sonrisa delirante en su rostro, cubierto de sangre. La escena se completaba con aquella anciana llamada Sara empalada en el chasis destrozado de un Volkswagen Sedán que había en el centro de la habitación. Jurarías ver a su lado, de espaldas a ti, una especie de fantasma de una niña de unos siete años, desvaneciéndose entre el polvo y la ceniza, que comenzaba a caer lentamente al suelo a medida que el vendaval iba perdiendo fuerza.
Narra tu propio epílogo. Prefiero dejar la decisión de lo que sucede a tu personaje en tus propias manos.
Asustado y desorientado, toda la habitación me da vueltas. No soy capaz de comprender que es lo que ha pasado. Por mi mente pasan multidud de recuerdos, todos ellos fugaces, de mis compañeros- No puede ser cierto -es lo único que soy capaz de balbucear. Aunque me niegue a admitir que no es una alucinación, prefiero pensar que es así. Con lágrimas en los ojos, salgo de la casa, y me apoyo en la pared, mientras caigo lentamente al suelo, sobre el que me siento- no... NO.... ¡NO! -grito a los cuatro vientos, enfurecido por la pérdida de mis amigos. Lleno de rabia, golpeo la pared. Ese golpe, me hace recordar otro dolor intenso... la herida de mi mano. Agotado y sin fuerzas, me rindo, y desfallezco agotado. Lo último que siento antes de perder la cosciencia es caer hacia abajo, hacia la carretera...
Mira mamá un señor... -una voz de niña me despierta, aunque no se si es una alucinación o es real. No se cuanto tiempo llevo tendido en la carretera
Parece que tiene fiebre, está herido. Creo que deberíamos llamar a una ambulancia... -una voz femenina, contesta a la primera, pero no puedo oir más, apenas tengo fuerzas, y vuelvo a desfallecer.
Cuando despierto, me encuentro en la cama de un hospital, con algunas vias en mi brazo. Miro el gotero de suero. Estoy totalmente perdido, ni siquiera se cuanto tiempo ha pasado, ni como he llegado hasta aquí. Tras un momento de incertidumbre, comienzo a recordar. Y una sensación de angustia y pena nubla mi mente. Mis amigos... ¿cómo?, ¿por qué? ¿acaso merecían ese funesto destino?. Tras soltar alguna lágrima, sigo recordando. Y recuerdo la voz infantil, que me despertó de donde estuviese tendido...
En ese momento, una enfermera pasa por delante de la habitación.- ¡Enfermera! -grito casi sin fuerzas- ¿Qué me ha pasado?, ¿Cómo he llegado aquí? -con un tono amable, la enfermera me contesta- ¡Ah!, veo que por fin has despertado. Pensabamos que ya no lo harías. Llevas una semana incosciente en esta cama. Llegaste con una fiebre altísima. Una horas más, y no podría estar diciendote todo esto. Debes dar gracias a la pequeña que te encontró... -Concluye la enfermera.
Vaya... -digo en un tono algo tímido- ¿Y dígame, dónde está, y como se llama?
Ha salido a por un refresco, ha venido a visitarte de vez en cuando. Parecía preocupada por tí. No creo que tarde mucho en volver. -La enfermera hace una pausa, para aclararse la garganta- En cuanto a su nombre... ¿Cómo era?... a si, ya lo recuerdo, su nombre es...
SARA...
Tha end
Bueno, ahí esta, creo que me lo he currado ¿no?