Partida Rol por web

Valaker disparó contra el cieno, pero falló el tiro. El cieno, por su parte, intentó contraatacar a Starcleaner, pero el músico esquivó fácilmente su pseudópodo.

Alan no tuvo tanta suerte. La criatura logró golpearlo, causándole un daño considerable.

Ya fuese porque aquellos cienos habían visto morir a sus compañeros, o porque simplemente eran más fuertes, sus golpes estaban resultando más certeros y poderosos. Alan recibió el impacto de pseudópodo que fue como si una carretilla se hubiera estrellado contra él, los sistemas de la armadura apenas pudieron evitar que se le partieran los huesos. El dolor le recorrió el cuerpo de arriba abajo, y en la pantalla de su visor salieron varios puntos rojos indicando las lesiones sufridas. Eran más de las que le habría gustado. 

-Ug-murmuró. Decidió que ya valía de combate cuerpo a cuerpo por aquel día, así que retrocedió y sacó el rifle. 

-Ya basta,  piensa Ky cuando ve como los cienos hieren a Alan.

Emite unos sonidos agudos mientras sus compañeros pueden sentir cómo su agresividad ha aumentado de manera considerable. Concentrando más energía mágica que con los anteriores cienos lanza una descarga más potente de magia contra uno de ellos.

Los cansinos e interminables cienos parecían no acabar nunca.
Al Aztlano se le estaba acabando la paciencia, pero no tenía otra opción que seguir atacando.

Kelgar descargó un corte sobre uno de los cienos, desorientándolo lo suficiente, para conectarle otro mucho más profundo que hizo volar upbs por toda la cubierta, manchando las paredes. Lo que quedaba de la criatura se deshizo sin más.

-¡Bien!¡Uno vencido! -dijo el pequeño, muy emocionado- ¡Sólo uno más!¡A él! -dijo señalando con una postura exagerada al cieno que faltaba.

Starcleaner, por su parte, intentó sorprender a la criatura y, aunque no lo logró, sí consiguió hacerle un daño considerable

-¡Bien, amigo! Déjame probar denuevo con mi toque radioactivo -dijo Starbreeder intentando tocar a la criatura con el brillo verdoso de su mano, pero ésta lo esquivó fácilmente.

-¡Ay, pero qué inútil eres! -dijo Starsoldier a su amigo. Te mostraré cómo se hace.

Y con éstas palabras, se acercó al cieno y lo azotó con una de sus colas, acabando con él.

Pero no todo estaba dicho aún. Desde lo profundo del nido, los dos últimos cienos se aproximaban, en un último y desesperado intento por defender lo que consideraban su hogar.

Uno de los cienos se acercó a Kelgar y le asestó un golpe bastante fuerte con su pseudópodo. El otro intentó golpear a Valaker, pero el soldado lo esquivó fácilmente. Esto también atrajo la atención de Chiv-chiv, que arengó al resto contra aquel cieno.

Starcleaner pasó por detrás de Starbreeder y logró sorprender al cieno, aunque su ataque no le hizo tanto daño.

-¡Bien hecho! Ahora yo lo fulminaré con mi rayo eléctrico -dijo Starbreeder mientras disparaba uno de sus rayos contra el mismo cieno, causándole otra herida más

-¿A eso le llamas un rayo eléctrico?¡Te mostraré cómo se hace! -dijo el guitarrista, mientras lanzaba una descarga eléctrica algo más dañina que la de su amigo

Valaker, por su parte, atacó con su navaja, dejando al cieno muy debilitado.

Alan jamás había visto una infestación de cienos semejante. Lo habitual era uno, o dos, pero tantos solo podían verse en las chatarrerías, las naves abandonadas y los pecios espaciales. Y, si no acababan pronto con ellos, estaba claro que ellos mismos iban a convertirse en un pecio espacial. Tantos cienos podían hacer un agujero en el casco tan grande como para que pasara un dinosaurio de Castrovel.

Viendo que sus compañeros se batían bien en primera línea, se mantuvo atrás, guardó el cuchillo y apuntó con el rifle. Llevado por los ánimos de Chiv Chiv, disparó al cieno debilitado. Por desgracia, el disparo rebotó a su lado. 

Uno de los cienos le hirió y eso ya estaba siendo demasiado. Trataría de acabar con ellos de una vez por todas.

Intentando rematar al cieno herido, Ky lanza otro de los pedazos de chatarra que hay por la nave.

El proyectil vuela muy bien apuntado, pero no hace demasiado daño contra la masa amorfa de la criatura.

El ataque de Ky, aunque un poco débil, fue suficiente para acabar con el cieno, ya agotado por el combate. Kelgar descargó otros dos golpes contra el otro cieno, pero sólo consiguió hacerle un rasguño.

Sinembargo, su destino ya estaba escrito. Ya no quedaban más de sus hermanos, lo superaban ampliamente en número. No fue difícil para la tripulación reducirlo. Así terminó la infestación de cienos.

Por lo demás el viaje transcurrió sin percances... por unos días.