Partida Rol por web

Abres los ojos. Una sensación de entumecimiento, y un cosquilleo desagradables, atraviesan tu conciencia. Has estado durmiendo, no sabes exactamente cuanto tiempo. Una luz cenital, probablemente de luces de emergencia, llena la sala con un color entre grisaceo y anaranjado. Miras a tu alrededor. Parece una habitación de hospital. Pero no hay instrumental médico, ni tampoco parece haber anaqueles. Solo una cama con sábanas que, parecen, estar limpias. Tampoco hay ventanas, ni sillas para acompañantes. Solo la cama, una cámara pegada en la pared, una especie de pantalla de ordenador apagada, y una puerta. Desde donde estás, acostado, no puedes saber si está abierta o cerrada.

Tampoco hay un espejo en la habitación. Y ese hecho sin importancia hace que tu mente se de cuenta de otro de mayor gravedad. No recuerdas como te llamas. Ni siquiera recuerdas tu cuerpo.

Sientes una repentina sensación de vértigo y ansiedad. El lugar donde estás tendido es una cama, sí, pero se te antoja dura, incómoda.

No sabes quién eres. Ni qué día es hoy. Ni cómo te llamas. Tampoco sabes qué haces aquí, ni cómo es tu cuerpo. Te sobrepones a duras penas al vértigo. Algo debes hacer. La cuestión es qué.

Un dolor de cabeza, luz, un tenue blanco, trato de levantarme para sentarme pero la sensación de entumecimiento no me deja, me quedo quieto esperando a que pase algo, nada, mi cabeza no responde como debería, siento una terrible ansiedad de levantarme, no puedo y miro hacia los lados lo cual solo me deja ver paredes y una sensación de claustrofobia y encierro me presionan, cierro los ojos, pero eso me desespera mas, los abro y mi mente se va en el blanco techo y quedo suspendido por unos minutos del mundo, vuelvo en mi y intento levantarme. Y solo unos centímetros dieron con los cuales mi codo izquierdo supo apoyar a mi espalda, aunque el brazo derecho ni se molesto en atender mis llamados, inerte y sin vida solo era un mero aditivo de un cuerpo estropeado aunque un dedo pudo moverse, aunque talvez fue solo por inercia.
El simple hecho de hacer este ejercicio me dejo agotado y lo único que atino a hacer es darme vuelta y quedar acostado boca abajo, pobre de mi brazo izquierdo tuvo que arreglárselas como pudo para efectuar esta simple operación y quedar agotado, mis piernas tampoco se molestaban en ayudarme un poquito y pensaba en lo fácil que era darme vuelta antes, aunque este pensamiento no ayudo mucho y una cascada de otros pensamientos volvieron, quien soy, que hago, donde estoy. Frustración, amargura, ira, miedo, todos mis pensamientos y mi mente se enredaban y mezclaban. Solo pensé en volver a dormirme, pero por alguna razón mi mente estaba tan concentrada en algo que esta no me dejaba concentrarse en otra cosa, la ansiedad volvió y con esto mis ganas de levantarme, mi brazo derecho no respondía a acepción de un dedo, pero era algo, así que lo puse a calentar motores, no se cuanto estuve moviendo el dedo, lo único que se es que la ansiedad me movía y hacia que mi dedo se moviera cada vez con mas ganas, pronto no solo respondió mi dedo, la sensación de entumecimiento se iba y con esto poco a poco mis otros dedos empezaron a hablarme y recibir mis mensajes. No me quedaba duda, haría mover mis brazo derecho, cuanto tiempo pase tratando de mover el brazo, mucho, pero al final la pesadez y el sueño termino cediendo a mi ansiedad y empeño hasta que alfil mi brazo supo moverse como en antiguos tiempos.
No lo dude ningún minuto y parte de mi cuerpo se levanto con una fuerza la cual pensé nunca antes la había sentido aunque bien savia que poco savia de mi pasado, un sentimiento de tristeza me invadió….
Pero pronto mi decepción volvió al darme cuenta que mis piernas no se movían, una ira me invadió con la cual, atine solo a apretarme lo mas fuerte que podía mis piernas, un ligero dolor me vino de aquellas invalidad piernas y una alegria salto de lo mas profundo, con lo cual me significo que no estaban del todo dañadas y que habría la posibilidad de que volvieran a moverse, me acomode como pude me senté y toque mis pies en el suelo el cual sentí duro y frió, respire hondo y empecé a tratar de moverlos dándole masajes y moviendo las articulaciones con mis manos. Aproveche en ese momento de mirar detalladamente mi entorno y verlo en su totalidad y detalle, mientras arreglaba mis malogradas piernas.

Tu cuerpo despierta de lo que parece un largo sueño. Hay un punto de parálisis acentuada en cada músculo y cada movimiento es un desafío; un asombroso intento de vivir preside cada una de tus acciones, pero junto a ese intento la amargura es indiscutible. ¿Por qué de esa amargura?

No lo sabes. Tus manos son manos masculinas, al igual que tus piernas. La sala en donde te encuentras poco más tiene de lo que viste cuando tus ojos se abrieron. Ahora te das cuenta mejor de la ausencia de vida, de la sensación de abandono. La sábanas son asperas, aunque afortunadamente limpias. La pantalla del ordenador es opaca, y la cámara de vigilancia no te sigue. Crees ver algo metálico en la cabecera de la cama, pero tendrías que examinarlo detenidamente

Te vas moviendo. Poco a poco.

Me quedo quieto, mi cuerpo siento los pequeños cosquilleos en todo el cuerpo, mis músculos se siente muy cansados y sin ganas y me desespera la idea de no poderme mover como desee, trato de mover mis pies por la ansiedad pero mis piernas tampoco se mueven muy bien que digamos y me provoca una sensación desesperante…. Me quedo tranquilo.
Respiro hondo y trato de tranquilizarme, miro el cuarto una y otra vez y vuelvo a mirarlo, buscando algo que no encuentro, cada objeto del cuarto lo miro una y otra vez, como buscando alguna respuesta, pero absolutamente nada se me viene a la mente. Me empieza a llamar la atención algo metálico en la cabecera de la cama, me quedo un largo rato mirando aquello, pero mi curiosidad quiebra mi letargo y me muevo hacia el objeto, poco a poco mis manos se apoyando en la cama y de a poco con estas me boy arrastrando hacia el objeto de a poco y con gran dificultad, mi cuerpo se arrastra lentamente por la cama y mis brazos se resienten mucho y se vuelven pesados al igual que mi cuerpo, cada movimiento es un gran esfuerza, pienso como antes esto solo seria un mero segundo en mi vida, pero ahora es un tiempo interminable, sigo arrastrándome…
Ya mi cuerpo logra llegar al respaldo y con el último esfuerza estiro el brazo para alcanzar el objeto el cual lo tomo y lo atraigo hacia mi con mi mano temblando por el cansancio y la presión que sufrió al moverme hacia el respaldo, luego de esto, un alivio me inundo y lo único que atino a hacer es acostarme en la cama boca arriba, exhausto pero con una curiosidad increíble y empiezo a observar el objeto por todo sus lados y detalladamente.

Al acercarte, y aun mas al tratar de coger el objeto, te das cuenta que es tan solo parte de la cabecera de la cama. Un cajón, comprendes súbitamente. Debe ser algún cajón, o tal vez un escondrijo. O el lugar en donde se guardaban medicinas, o agujas, o lo que fuera.

Desgraciadamente está cerrado.

Mientras lo examinas escuchas un ruido sordo y lejano, ligeramente metálico, y una voz que grita algo. ¿Podría ser "hola"?

Frustrado por no saber que contiene en el interior, intento en vano abrir el cajón pero mis fuerzas no logrando forzarlo. Siento una gran ira y frustración al no poder ni valerme con mi fuerza y me recuesto mi cabeza en la cama sintiéndome mal.

De repente me asombro al escuchar un sórdido ruido lejano diciendo hola o por lo menos eso entiendo, me siento bien al saber que al parecer no estaba solo en aquel lugar, aunque un poco temeroso de tratar de comunicarme y no lograrlo.

Saco todo la fuerza posible de mis cuerdas vocales y respondo lo mejor posible

¿Holaaaaaaaaaaaaa, hay alguien, quien esta hablando? ¿Me escuchan?
 

Entre la frustración, la rabia y cierta sensación de miedo, vuelves a acostarte, desnudo, en la cama.

Fuera, quizás afortunadamente, las voces continúan su extraño diálogo, que escuchas y al que tratas de sumarte

-¡Les oigo! ¡¿Me oyen a mi...?! (una voz femenina, fuera de la celda)

- ¡¡Estoy encerrado!! ¿Podéis ayudarme? ¿Donde estamos? (otra voz,masculina)

Ante tal acontecimiento siento las ganas de levantarme y no dudo ningún minuto, e de levantarme de esta cama y salir de aquí, algo me empuja, tal vez la sensación de no estar solo, talvez la necesidad de ser libre no lo tenia muy claro, pero lo que si se es que tengo que salir de esta cama y de este lugar.

Aunque débil te levantas sin problemas de la cama, y te acercas nuevamente a la puerta.

Me fijo atentamente como es la puerta y la manilla de esta, tammbien me fijo en todas las cosas que estan al rededor de esta.

La puerta es una puerta metálica. Sin manilla ni cerradura. Es evidente que debe tener algún sistema de apertura automática. Por la forma y estructura de esta te parece que el sistema de apertura debe consistir en que la puerta se abre hacia arriba.

No hay nada alrededor de la puerta de interés

empieso a decir siertas palabras como abrete, dejame pasar, nesesito pasar, elevate, salida o acceso al pasillo suponiendo que con sierta palabra la puerta se abra o trato de tocarla aver si pasa algo y por ultimo abrirla manualeste desde abajo levantando la puerta con las manos

Nada logras con tus palabras. Y ninguna respuesta, más allá de sentir tu cuerpo el frío del metal, produce el que palpes la puerta tratando de encontrar en la misma un resorte que la abra. Luego tratas de abrirla manualmente introduciendo tus manos en la parte inferior de la puerta, pero la rendija, si es que la hay, es practicamente inexistente. Y privado de punto de apoyo no logras moverla ni un milímetro

Como nada resulta me quedo un rato sentado en el suelo tomando aire por tal esfuerza.

Maldición como demonios salgo de aquí, esto me tiene irritado, debe haber alguna manera de salir de aquí…..

De pronto me acuerdo del cajón en la cama y le vuelve sierta curiosidad al respecto

Bueno veré que puedo hacer al respecto

Continuación va y trata de imitar lo que dijo aquellas personas que gritaban y trata de sacar un alambre de la cama y empezar a tratar de abrir el cajón.

Se trata de una cama bastante mediocre, y no tienes dificultad en quitar el colchón. Debajo una tabla de luterma actúa como somier. Obtienes con poco esfuerzo uno de los alambres de la cama, para usarlo como improvisada ganzúa... al menos así podrás saber si sabes utilizarlas. Al menos sabes que existen, lo que ya es algo.

Y te pones a manipular el cajón existente sobre la misma. Desgraciadamente no logras abrir el mecanismo

Después de intentarlo y al ver ningún resultado, me siento un poco frustrado y muy enojado, la rabia me deja llevar y tiro lejos el alambre, me tomo la cabeza y me tiro el pelo de la frustración y rabia, un quejido de dolor sale de mi boca aunque tal vez sea mas por rabia que de dolor.

Me siento bien en la cama y agacho un poco mi cabeza.

Maldita sea, como salgo de aquí, esto me volverá loco, si es que ya no lo estoy.  

Me relajo un poco de tanto jaleo y empiezo a mirar de nuevo el cuarto, y el televisor me llama la atención. me aserco al televisor o por lo menos eso creo y lo registro.

El monitor debe llevar apagado bastante tiempo, tiene un par de botones, pero ninguno parece lograr que se encienda. En realidad pareciera que se hubiera roto, o que estuviera sin corriente

pequeño plafón,  

Al escuchar estas palabras, siento un gran alivioy ancuedad,

por fin podre salir de aqui, devo buscar ese plafón

empieso a buscar algo que que me indique lo que podria ser el pequeño plafon en la pared.

Tardas un tiempo. Pero finalmente encuentras, indistinguible del resto de la pared cercana a la puerta en la que se encuentra, un cuadrado de unos diez centimetros de lado, que puede presionarse.