Partida Rol por web

Si en Thousand Oaks un brillante sol os indicaba que ese no era el lugar para ratas de la sociedad como vosotros la perenne luz crepuscular de South Central, uno de esos distritos de Nuevo LA que la gente decente (o cualquiera que pueda pagarselo) evita, os recibe con el cariño de una vieja amante. Nada como respirar un ambiente oscurecido por los dióxidos de cientos de miles de vehiculos y negocios pasandose las leyes medioambientales por el forro.

Jimmy os va dando indicaciones mientras os meteis entre los callejones. Prostitutas filipinas os miran desde las ventanas de los primeros pisos mientras se hablan de una punta a otra de la calle en un tagalo lleno de insultos en inglés. Veis a algunos yonkees tirados en el suelo o rebuscando entre la basura. E incluso un par de coches de policia aparcados, junto a ellos seis agentes se aplican en dar una brutal paliza a unos indigentes con sus porras extensibles mientras otro lo graba y da consejos para que le video obtenga más likes.

Finalmente Jimmy os indica que os detengais en un callejón tan mugriento como el resto. Un cartel de neón desvencijado indica que estais ante el HOTEL ARTEMIS un cuchitril desvencijado que debió ver sus mejores días antes de la segunda guerra transcorp por ahí el 38. Pintura echa mierda, marcas de disparo en las paredes, ventanas tapiadas y sorprendentemente una puerta blindada y un par de camaras de ultima generación enfocando la misma.

— El lugar al que vamos — explica Jimmy mientras recorren las inmundas callejuelas de South Central — es algo así como un servicio de urgencias para peña como nosotros... Y sobre todo, es tranquilo y seguro.

—Bueno, aquí estamos... — dice con resignación nada más ver la fachada del hotel. Lo que en su momento le pareció una magnífica idea ya no lo era tanto.

—Veréis, a estos les debo algo de pasta por otro trabajito que salió igual de bien que este y tuvieron que remendarme. Aunque seguro que le echan un vistazo a Trace. Espero... — pero ahora podéis notar un brillo en sus ojos — Y lo más probable es que el coste del tratamiento se lo pasen al Data, así que... ¡p'adentro!

Se acerca con decisión a la puerta y comienza a aporrearla con fuerza.

— ¡Vieja! — grita mientras sigue aporreando la puerta y mira a una de las cámaras — ¡Abre!

— Oh... pero si es el pequeño James... — se oye desde un comunicador al lado de la puerta — ¿tienes lo que me debes?

— Eh... Bueno... — dice abiertamente avergonzado — ¡Mira! No tengo tiempo para esto, tenemos aquí a una apunto de espicharla. ¿No estás obligada a seguir el juramento hipócrita ese?

Y sin que haya más respuesta desde el comunicador la pesada puerta comienza a moverse, produciendo un potente chirrido que recorre el cuerpo de todo el que lo oye.

— En fin, seguidme — añade ahora Jimmy dirigiéndose al resto antes de entrar en el hotel — la vieja es algo gruñona pero en el fondo es buena gente. Eso sí, no permiten armas dentro así que tendremos que entregarlas nada más cruzar la puerta.

La puerta se abre y de pie junto a ella hay una mujer de edad madura, bajita, malcarada que viste un pijama de cirujano y una bata blanca manchados de sangre. Fuma un cigarrillo que sostiene en la comisura de la boca y la flanquean dos armarios de dos cuerpos cubiertos de tatuajes que os miran con cara de pocos amigos.

Pues si está a punto de espicharla quizás sea un buen momento para que pienses en pagarme ¿verdad? dice antes de dar una larga calada y verse interrumpida por una tos rasposa y desagradable. Si no hay pasta por mi podeis desangraros en el portal, servirá de anuncio al resto de morosos. Echa un vistazo al resto de la banda dentro del coche como haciendo cálculos mentales Pero que no se diga que no soy un alma caritativa. Si entregas el coche saldas tu deuda y me encargo de ti y tus amigos. Quizás saque algo vendiendolo por piezas.

No era su coche y aunque Trace le había caído bien tampoco era su hermana, así que de momento se mantuvo en un segundo plano en las negociaciones. Si por él fuera vendía sin pensarlo dos veces el coche. Total, el coche estaba quemado, la poli lo estaría buscando, y siempre podían robar otro en las calles de Nuevo Los Ángeles…

Coincidía, sin saberlo, con los pensamientos de Ellis. El coche estaba quemado, aunque había sido lo suficiente inteligente como para arrancar de una patada la matrícula antes de iniciar el atraco. Pero numerosos agujeros de bala decoraban la carrocería, y eso sin contar el gasto en caucho de las ruedas con tanto derrape y maniobra peligrosa, lo cual suponía cuatro neumáticos que no podría pagar. No era ya cuestión del berlina, era que simplemente estaba desplumada, perseguida por los maderos y en un antro de mala muerte. ¿Qué importaba ya?

-Eh, ¿sabes de lo que es capaz esa monada? -preguntó, señalando con un golpe de cabeza la berlina pero sin mirarla. -Motor casi nuevo y carrocería interna intacta, una auténtica ganga. Si vale la vida de... como se llame -hizo un movimiento como de pez con la mano hacia Trace, como si ignorara su nombre; simular desapego quizá reafirmara sus palabras- añadamos algo de munición y accesorios, ¿trato hecho?

Jimmy no podía creer su buena suerte. Saldaría su deuda entregando un coche que no era suyo, prácticamente destartalado y que encima estaba buscado por la policía.

— Si Line está de acuerdo, adelante — respondió escuetamente, no pretendía arruinar la negociación entre Line y la vieja.

—Eh ¿y a mí que me zurzan? No lo digo en sentido figurado: que me zurza esta puta herida antes de que me encuentre meando por el ombligo.

Ted estaba bastante cabreado. Casi la había palmado ¡para nada! Tenía ganas de matar gente. Mucha gente. Paladas de gente. Le valdrían incluso desconocidos o doctoras. Tanto le daba.

—No sé lo que te debe el chaval pero aparte del coche siempre es bueno tener a unos Backups que te deban favores ¿no? Este barrio no es residencial precisamente.

La mujer da una larga calada al cigarrillo antes de arrojarlo en vuestra dirección con gesto cansado. 

De favores voy sobrada ricura. Mira a Line y asiente De acuerdo me quedo el coche y a cambio me encargaré de ambos heridos. Vivireis, pero no os prometo que no os duela. Y hace un gesto invitandoos a pasar. Sin más regateos bonita.  Bienvenidos al Hotel Artemis. Recordad las normas: nada de armas, nada de violencia, esto es terreno neutral así que nada de rencillas. Además sed respetuosos con el personal en todo momento y nada de tomar holofotos o videos. Y luego como recordandolo añade Y está prohibido traer comida del exterior.

Entrais en el edificio. El interior está casí tan hecho caldo como el exterior, pasillos mal iluminados, pintura desconchada y una moqueta con infinidad de marcas sospechosas. Dos fornidos enfermeros, se llevan a Trace en una camilla mientras que el resto esperais en lo que debió ser una cutre habitación de hotel y que ahora es una cutre habitación de hospital ilegal. Dos sillones de relleno sospechoso, una cama cubierta con una funda de plastico  y un holo-vid en una esquina del techo forman todo el mobiliario.

Uno de los enfermeros aplica sutura automática a Ted, sin anestesia de ningún tipo, y suelta un gruñido cuando el backup no se acojona. Al cabo de un rato suben a un Trace algo delirante por la anestesia así como una enfermera, que os mira con cara de pocos amigos cuando tratais de espiar su canalillo, que os deja una bandeja con bocadillos.

NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA

[Un reportero con los pómulos y los labios tan operados que parece un muñeco aparece en el holo-vid mientras detrás de él las imágenes de las cámaras de seguridad del aparcamiento muestran imágenes borrosas y en blanco y negro del atraco.]

Una banda de criminales ha asaltado el BS-International Bank a punta de pistola. Han agredido brutalmente a un pobre guardia de seguridad y luego se han dado a la fuga tras un violento tiroteo que ha dejado dos agentes de la ley muertos y dos heridos de gravedad.

Entrevistamos ahora a una de las victimas que han sido tomadas como rehenes por los malhechores [Una de las mujeres rubias en chándal que retuvisteis, la que se orinó encima, aparece en pantalla] ¡Fue terrible! Nos obligaron a tumbarnos en el suelo. Y yo he visto videos en La Red, se claramente que lo que pretendían era violarnos. Someternos a todos tipo de prácticas sexuales depravadas y grupales. Especialmente uno alto con gafas de sol, ví como me miraba y se imaginaba poniéndome a cuatro patas y sacando su enorme …[La entrevista se interrumpe de golpe y vuelve a aparecer el presentador]

Vemos claramente que las victimas han sufrido mucho. Los que también deben sufrir son todos aquellos que no hayan contratado un seguro contra lluvia acida de la Yakatori-Corp. Recordad que si sufrís quemaduras por la lluvia acida Yakatori se compromete a proporcionaros dos veces la cantidad de piel de sus granjas de piel en Bolivia. ¡Cientos de tonos y colores!

[Siguen más anuncios y luego una tertulia política que acaba a puñetazos]

'Traj', piafó. Contuvo su rabia porque no salieron escenas precisas de su última maniobra al volante. Ya que estaba quería un recuerdo en vídeo, total, su vida se había ido por el retrete y habían tirado de la cadena por ella

En cualquier caso allí estaban. De nuevo recostada sobre un sofá, con los brazos estirados sobre el respaldo y observando a sus nuevos camaradas en aquella basura de antro. Al parecer el precio había valido la pena, todos parecían estar en condiciones de un segundo salto. Aunque lo mismo Trace necesitaba un par de horas antes de que se le pasara el efecto. Ladeó la cabeza hacia él y lo observó en silencio. Si ya de por sí se le iba la pinza, no quería ni imaginarse la turra que iba a darles hasta que se le pasara la anestesia
-En fin colegas, que ese Vikander nos ha vendido. Y no sé vosotros, pero necesito como el comer un culpable al que golpear hasta que me sangren los nudillos -¿pero qué estaba diciendo? ¿Es que la compañía de backups sacaba lo peor de ella? Bueno, en verdad eso y que les habían hecho a todos una colonoscopia sin amor y de nivel empalamiento
-Una opción es llamar a Sher desde una línea segura... -de nuevo miró con cara de póker al data, y señaló con un dedo en su dirección -cuando se le pase el subidón, y preguntar. No perdemos nada. Y con suerte podrá encontrar dónde vive ese payaso para que le hagamos una visita de cortesía. ¿Más opciones?

—Joder, como me caló la paisana, pero es que me pone el plástico como a un búfalo. Tenía que haber hecho lo de salir galopando encima de ella. Al menos habría sacado algo en limpio del atraco.— luego se dio cuenta de que Line les estaba hablando y salió de su ensoñación —¿Eh? Sí... esto... No. A ver. Yo estaré encantado de trocear al Vikander ese pero ¿qué pollas ha pasado? Quiero decir: no había nada allí, ok, pero ¿para qué cojones nos metió en ese marrón? ¿Hubo otro golpe a la misma hora y nosotros fuimos el señuelo? No sé si Sher nos va a decir algo útil, le auguro dos telediarios con la de droga que se mete. Me juego a que fue tan engañada como nosotros porque tal como iba de puesta no me parece que diera para grandes planes.

Se encogió de hombros.

—De todos modos por probar que no quede. Cuando al flipado éste se le pase el viaje que se intente contactar, pero no le digáis donde estamos. Yo me voy a mover un poco por las calles y tirar de contactos para saber si ha pasado algo más aparte de nuestra cagada. Alguien tiene que haber escuchado algo. Quiero encontrar a quien haya hecho el verdadero golpe y cobrarme mi parte.

Bueno, en las noticias no habían dado detalles sobre la cantidad robada, por lo que o era demasiado pronto o sólo había sido un atraco frustrado. Una lástima, porque de haber habido alguna cifra oficial entonces sí estaría claro que Vikander era el traidor. -Coincido. No creo que Sher esté para muchos trotes, así que supongo que habrá sido ese mamón de las gafas el que nos ha vendido. Sea como sea, son dos hilos de los que tirar -se encogió de hombros. Al parecer tendrían que esperar a que Ted volviera, con suerte con algo de información, y ver entonces cuál podría ser su siguiente paso

Jimmy disfruta como un niño viendo la tertulia política mientras devora uno de los bocadillos que la enfermera les había dejado.

—Mira menudo derechazo le ha metido. Cómo zurran estos neocomunistas – dice divertido, aunque se ve interrumpido por Line y Ted, que al parecer tienen algo más importante que decir que los tertulianos.

—Jmm... Quizá tengáis razón y me adelanté culpando a la drogas de Rita por esta cagada... — da otro mordisco a su bocadillo, pensativo — Rita comentó que el Vikander está aún más jodido que nosotros, le debe pasta a los Malandros de Boyle Heights... Pero tampoco tenía pintas de ser capaz de jugárnosla, ¿no? — pregunta confuso.

— Bueno, no sé tíos. No soy bueno con estas cosas, vosotros dadme un objetivo y yo apretaré el gatillo, sea quien sea.

Y se gira de nuevo para atender a la tertulia mientras Ted o el Data no aportasen información nueva.

- Maldiita sea, chico.  – dijo con un tono más agudo dramático  dirigiéndose a Jimmy – Claro que Rita está jodida. Yo iría a su despacho y me juego las pestañas a que la encontraremos muerta de una sobredosis de 50 mierdas diferentes. ¿Quién no se iba a creer que eso es una muerte natural en su caso?

- O eso o nos pateamos todos los puticlubs de Nuevos Los Angeles buscando a ese mamonazo de Vikander. ¿No os fijasteis en la matrícula de su coche? Seguro que todos sus problemas vienen por su pasión desenfrenada por los chochitos, hm, hm – comentó con un asentimiento de cabeza de entendida antes de zamparse uno de los bocadillos, que luego no habría tiempo de parar a comer.

No recordaba nada desde el banco, realmente, para Trace no había pasado mas que un momento desde el momento en que estaba corriendo hasta que despertó en aquella camilla. Como es normal por el efecto de la anestesia, todo daba vueltas y parecía no ser real.

Cuando empezó a percibir lo que pasaba a su alrededor distinguió a sus compañeros, no fue fácil pero lo hizo, que parecían estar hablando entre ellos. Por alguna razón Trace notaba que no podía mover el cuerpo normalmente y hablar le costaba más de lo normal.

EY - Dijo en voz muy baja a sus compañeros mientras intentaba mover la mano en forma de saludo, pero apenas consiguió balancear un poco el codo.

E... oy ... ndo... qui - Su voz apenas lograba salir de su boca con normalidad, vocalizar se había vuelto en una tarea harto complicada, pero en sus ojos se podía ver una mezcla entre incertidumbre, asombro y un poco de acojone.

Quería incorporarse en la camilla, pero lo único que conseguía era tener pequeños espasmos en los hombros y las piernas.

PFFFF - Al menos podía resoplar.

Vaya mierda llevo encima, ¿no? - Pensó. Sólo le llevó unos 5 minutos darse cuenta de que estaba colocado.

Ted no era de los que se sentaban a esperar. No hay nada peor en la vida que estar jodido sin saber quien te la está metiendo. Así que salió a la calle para dar una vuelta. Perfil bajo y esas cosas, que no quería toparse con la pasma y que le confundieran 'con el salido de las gafas de sol que pretendía violar señoras neumáticas'.

Quería saber quien coño podría beneficiarse de que una panda de gilipollas la liaran de tal manera en una sucursal de mierda. Y ya puestos ¿cómo había llegado tanta policía tan rápido? ¿y qué pintaba el puto androide de última generación en aquel batido? Quería saber cualquier cosa que le diera un objetivo al que patearle el culo.

Así que fue a un garito de apuestas cercano y preguntó por Bottleneck Robertson. Ese tío se enteraba de muchas cosas salvo de cual era el Mecha de Combate correcto al que apostar. Siempre con el agua al cuello le debía un par de favores por haberlo salvado de gente que no tenía paciencia para las deudas. Y ahora Ted quería cobrarse esos favores.

Asintió a las palabras de Ellis y Jimmy. Cuando Ted salió por la puerta se puso en pie y comenzó a caminar despacio por la habitación, con una mano sosteniendo el codo y la otra dando golpecitos sobre sus labios. ¿Por qué no iba a ser capaz de jugársela? Si estaba tan jodido como ella, o como cualquiera de estos tirados que tenía por compañeros, estaba claro que haría lo que fuera. Y se le había presentado una ocasión cojonuda gracias a Rita 'Tiros Largos' Sher
-Si Vikander lo sabía todo, eran tan simple como avisar a la pasma. Contaría con que un nutrido grupo de polis nos mataran, y asunto solucionado. Además, ¿cómo es que la poli vino tan rápido? ¡Si hasta vino el primer coche patrulla nada más poner un pie dentro del puto banco!

Sí. Vikander estaba, de un modo u otro, implicado. Se lo oía. Y no descartaba que Ellis tuviera razón, y Rita fuera un cabo suelto perfectamente atado en esas últimas horas. Quizá deberían haber ido directamente a ella, pero de haberlo hecho el data habría palmado. Por cierto, el data...
Se paró delante de la camilla, y dio un par de palmaditas sobre su pierna -Trace, uh, uh, elefantitos de colores... Calma colega, en un rato estarás con la cabeza en sitio
Por ahora sólo les quedaba esperar a Ted, y ver si conseguía sacar algo en limpio. En verdad sentía admiración por los recursos de esos backups, casi muertos y eran capaces de encontrar un lugar donde curarse y gente con la que contactar. Ya no le extrañaba tanto que Vince fuera un peligro con patas, y hasta comenzó a sentir cierta empatía... La suficiente como para no pensar en meterlo en una bolsa como solución a sus problemas

Ted encuentra a Bottleneck en una casa de apuestas ubicada en los cutre garitos de los bajos de la estación central de alta velocidad a media tarde tras unas cuantas horas de vagabundear con discreción. A diferencia de los trenes supersónicos del HyperLoop el pequeñajo de Bottleneck no va a ninguna parte. A ninguna parte que no sea un garito como este donde pulirse la pasta en apuestas cada vez más desesperada.

Cuando Ted hace su entrada el tipo está gritandole a un holo-vid donde un meca de seis brazos está haciendo puré a otra vestia cromada. Por sus gestos, la pinta de no haber dormido en tres días y la cara de desesperación parece ser que Robertson ha vuelto a quedarse pelado. 

¡Levantate! ¡Por las pelotas de Bezzos! ¡Levantate idiota! Suelta un buen montón de improperios en una mezcla de thai, español e ingles mientras gesticula. Cuando la pelea finalmente acaba mira a su alrededor abatido pero al ver a Ted sonrie, no de forma agradable precisamente.

¡Y yo que creía que tenía un mal dia! camina hacia Ted haciendo aspavientos ¡Y aquí aparece Teddybear Bananugh para demostrarme lo contrario! La ostia Teddybear cuanto tiempo ¿Como va la cosa? Se rie con un par de carcajadas que revelan poca alegría ¿Pero para que coño pregunto? ¡Si tu estás más jodido que yo! Mirate ¿quien te ha remendado ese tajo en el cuello? Te pone una mano en el hombro, lo que hace que tenga casi que ponerse de puntillas para ello Así que ahora eres un jodido violador de MILFS ¿eh? Una pena que no pudieras llevarlo a cabo por que ese hubiese sido tu ultimo polvo. ¡O al menos aquel donde fueras el que daba! 

Palmeando el hombro añade Tio le debo cuatro mil bit yenes a Huong John pero no lo cambiaría por estar en tu piel. Prefiero que me partan las muñecas a haber jodido a la peña a la que has jodido ¿Que coño os habíais fumado? Y dando un paso atrás levanta las manos a la defensiva  Pero has de saber que hay unos tipos buscandoos con la cantinela de que les habeis robado una pasta.

No parecen muy chungos, de hecho tienen pinta de nerds pero al parecer tienen mucha mala ostia. Estuvieron por Venice buscando a cualquiera que supiera algo del atraco.  Bazinga Advanced RoboTech o algo así dijeron que se llamaban. Pero no andabais por Venice verdad ¿que os habeis escondido con algun conocido por aquí cerca?