Partida Rol por web

Sacas tu daga y apuñalas a este señor.

"¡Yo soy ETHAN NIEVE!" exclamas "¡Y reinaré sobre todo y todos! ¡Gobernaré Westeros, Reinaré sobre invernalia! ¡Y mi poder se extenderá hasta las extrellas" declaras borracho de poder mientras el pobrecito de Maddox cae herido mortalmente, sin saber de donde ha venido la letal puñalada.

Lógicamente, hay una regla: Si vas a matar a alguien, no dejes testigos, no dejes pruebas, y no seas sospechoso -Eso, o ten muchisimas conexiones para que de igual lo que hagas-

Como tu no tienes nada de eso, pues a los cinco minutos te descubren, te reducen, te maniatan, te torturan un poquito, luego otro poquito más, y cuando está claro que no sabes nada, simplemente deciden que es mejor que tus dias acaben contigo balanceandose al final de una soga ¡Un lugar apropiado para los traidores!

FIN

Paso a la página 90.

Gad piedra hace un ademán para reunirse con los demás hermanos pero tú le detienes y mientras señalas una arboleda cercana le dices: - Los salvajes son famosos por emboscar cuervos como nosotros y si el origen de la nube de tierra y hielo es una partida de guerra de salvajes, esa arboleda cercana es perfecta para caernos por la espalda cuando comience el combate. Quizá debamos asegurarnos de que está vacía. - Gad se hace consciente de la amenaza en seguida, dejáis atrás los caballos y os aproximáis a la arboleda dando un rodeo intentando sorprender a los posibles emboscadores.

Efectivamente en la arboleda hay salvajes, pero no son guerreros sino un pequeño grupo de hombres, mujeres y niños mal armados que parecen estar escondiéndose de algo. Cuando se dan cuenta de vuestra presencia, en vez de atacaros, hacen gestos para que permanezcáis en absoluto silencio. Están aterrados.

Mientras tanto la nube de tierra y nieve ha alcanzado a los exploradores. Escucháis ruído de pelea durante un tiempo breve, unos gritos ahogados y después silencio absoluto. Al aproximarse la nube, veis que es una niebla espesa que alcanza gran altura y que avanza pausada e inexorable como el subir de la marea. Al llegar a la arboleda se detiene y los salvajes ocultos y en total silencio os señalan los arcianos sabios que hay situados en distintos puntos, indicando que es gracias a ellos que estáis en una especie de santuario, inaccesible para la niebla.

¿Qué harás ahora?

· Si intentas acercarte a los salvajes de forma diplomática, ve a la página 5.

Si intentas contactar a tus hermanos de La Guardia que estaban en la nube, ve a la página 87.

Paso a la página 87

Te acercas cauto hacia la la mezcla de tierra y hielo que cubre todo tu ángulo de visión, tomas la espada en tu mano derecha y tanteas con la izquierda el puñal de vidriagón que llevas en tu cinturón. Avanzas lentamente y con cada paso el frío se hace más fuerte y también comienza a crecer en tu interior una sensación de desasosiego. La neblina de pronto te engulle por completo y pierdes todo sentido de orientación.

De pronto comienzas a escuchar pasos a tu izquierda, te giras hacia ese lado para luego darte cuenta de que los pasos se han trasladado hacia tu espalda, giras rápidamente y gritas con un evidente temor en tu voz: -Alguien ahí?- por respuesta te llega un leve sonido gutural que comienza a levantarse a tu derecha, de pronto se le une otro a tu izquierda y de un momento a otro aparecen, son dos figuras de hombre que se acercan a ti, vuelves a gritar: -Quien anda ahí?- esta vez no hay respuesta, pero la tranquilidad vuelve a ti cuando te das cuenta de que uno de ellos es tu líder de expedición, bajas algo la guardia y te acercas hacia él. Cuando están a un metro de distancia te das cuenta de que algo va mal en todo esto, efectivamente es el cuerpo de tu hermano juramentado el que se acerca a ti, mas no es Maddox Frey el que se acerca, sus ojos ahora son azules y fríos, su cuerpo se ha tornado blanquecino y le falta su mano izquierda. Tienes el tiempo justo para apartarte del primer mandoble que lanza contra ti. Cómo lograrás librarte de su ataque??

Si intentas hablar con él, negociar que la violencia no lleva a ninguna parte y que es un comportamiento autodestructivo te machacan, te torturan, te comen y te vuelven a torturar. Es el

FIN

· Si no te atreves a dañar a tu querido compañero, puedes intentar huir.
Ve a la Pag. 99

Si pasas al ataque, ve a la Pag. 57
 

paso a la página 57

Aunque tu instinto te dice que aquello que tienes ante ti no es humano y ha dejado de ser Maddox Frey, tu razón se resiste a a creerlo. Le gritas: ¿Pero te has vuelto loco? Soy yo, soy Ethan Nieve.

Como única respuesta aquel ser te lanza otro mandoble desequilibrado por la falta de su brazo izquierdo. Y cuando otro ser de ojos azul espectral te ataca por el flanco, sientes una desesperación y una rabia prender tus entrañas y hacer que te lances al ataque como un salvaje. Con un golpe de espada desequilibras a Maddox antes de hundirle la daga en la cara. Aunque la daga de vidriagón no parece especialmente robusta, se abre paso a través de la calavera de aquella criatura como si sus huesos fueran pergamino.

El ímpetu de tu ataque te aleja del tajo de tu otro contrincante. Sin un instante que perder lo encaras y lo despachas con una combinación de golpes. Nuevos enemigos se acercan, a uno le falta una mano, a otro una pierna, uno tiene un trozo de asta que le atraviesa el abdomen. Todos eran miembros de tu expedición. Todos deberían estar muertos o incapacitados. Aunque las lágrimas empañan tu visión, tu determinación no flaquea y uno a uno van cayendo ante la furia de tus ataques.

Y de pronto, todo pasa. Vuelves a ver el azul del cielo y la niebla se aleja lentamente hacia el sur. Te preguntas si se dirige al Muro.

Te acercas al cuerpo de Maddox y asomando bajo su manto negro de la guardia encuentras un zurrón. En su interior hay un mensaje lacrado para Craster y unas monedas de oro.

Pasado un rato, los salvajes, con Gad Piedra a la cabeza, salen del bosque. Te miran con asombro y veneración. Gad señala la niebla, ya distante, y te dice perplejo:- Los caminantes blancos no estaban interesados en nosotros o estaríamos muertos. Nuestra partida tuvo la mala suerte de cruzase en su camino. Los salvajes me han dicho que no es la primera de estas nieblas que han visto dirigirse hacia el Sur y que han aprendido a guarecerse. Los caminantes blancos no se acercan a los arcianos a menos que tenga interés especial en hacerlo.

• Apúntate un pergamino lacrado dirigido a Craster y cinco piezas de oro.
• Reduce en uno la durabilidad de la daga de vidriagón.

"Una compañía demasiado grante atraería la atención de más atacantes"
Si eliges presentarte voluntario para ir tu solito a entregar el mensaje,
· Ve a la página 6

Valdrá la pena arriesgarte a entregar el mensaje sin antes saber su contenido?? Si prefieres revisar la carta para evaluar si debes arriesgarte a entregarla en la actual condición, ve a la página 40

¡Qué controversia! ¿No puedo pedirme las dos opciones?

Bueno, voy a pasar a la página 6 con la esperanza de que Souhiro falle la tirada de dificultad y así me entere de lo que pasa con las dos opciones.

Con ánimos, te despides de tu grupo.

Un compañero llamado Stan S. Stanman te aconseja que dejes tu armadura, pues quizá te ralentice, igual que tambien dejes tu pesada espada y el quebradizo vidriagón.
Y que tambien dejes tu dinero. Que no lo necesitarás.

Normalmente no accederías, pero tu compañero Stan es muy convincente. Al final hasta firmas una letra de cambio, comprometiendote a pagar por su trabajo de custodia de tu dinero, equipo y tus armas.

En estaas condiciones, eres increiblemente rápido, y aunque otros no se lo crean, te has vuelto tan ágil que puedes dejar atrás incluso al más poderoso de los caminantes blancos.

Ellos intentan alcanzarte una, dos y hasta siete veces. Las siene consigues dejar atrás a las hordas.

A paso ligero y con tu entrenamiento, finalmente ves tu destino. El refugio de Kraster. Quizá el pueda responder a las cuestiones.

Y en ese momento...

En este momento y en otra parte del cosmos, pese a todo su poder, la Capitana Marvel fracasa inutilmente, Thanos chasquea los dedos, y para mantener el equilibrio, tu mundo entero se convierte en cenizas.

Y tu con él.

FIN

Te paras en medio de la nada, con el frío calando los huesos y la carta en tu mano. El Torreón de Craster debe estar todavía a medio día de camino (de acuerdo a las últimas indicaciones de Maddox), has perdido a gran parte de tus hermanos y el alimento de rigor que llevas ya comienza a escasear. Calculando todas estas variables y contra tu inquebrantable honor, tomas la decisión de abrir el pergamino y evaluar si su contenido vale la pena el riesgo que tomarías en caso de seguir el camino. Este es el contenido de la carta:

El pacto sigue en pie, los cuervos están a la espera. Al recibir este mensaje contacta al rey de más allá, El Lobo Negro no podrá hacernos frente si juntamos nuestras fuerzas. Dile al rey que aceptamos el acuerdo, luego de la batalla el norte será nuestro y abriremos camino al rey para que tome El Cuello.

El santo y seña es "empanada de pichón", estamos listos para dar muerte a todos los nuevos.

Tu mente divaga entre cada una de las palabras del pergamino. ¿Quienes serán los cuervos? Si esta carta salió del Castillo Negro es posible que sean parte de la Guardia de la Noche, ¿El Lobo Negro? ¿Estarán hablando del Lord Comandante? Finalmente llegas a una conclusión, al parecer hay algún pacto entre un grupo de hermanos juramentados de la Guardia de la Noche y el líder de los salvajes. Su fin es destruir la posible defensa que pongan los fieles hermanos juramentados, para luego tomar El Norte.

Tomas la decisión de dirigirte a El Muro y enfrentarte a los posibles amotinados. Tienes un viaje sin mayores sobresaltos y llegas hasta la puerta de El Muro. En el hay un guardia que se pone nervioso al verte y te das cuenta de que pone su mano derecha sobre el pomo de su espada. Cuando te tiene cerca se abalanza contra ti mientras alcanzas a escuchar que dice: -Tú no deberías estar acá - 

Si te haces pasar por uno de los suyos, ve a la página 63

Si te dejas llevar por un frenesí asesino que no sabes donde acabara ve a la página 101

paso a la página 101