Goro y su fiel amigo Haruki llegan a la enfermería. Parece que está como la dejasteis el último día. Los antídotos del anterior caso están sobre la mesa y puedes cogerlos sin gastar ninguna acción.
¿Investigas?
*raff raff*
Haruki parece estar contento, comienza a olisquear todos los rincones de la habitación.
Revisas tus bolsillos y encuentras los siguientes ítems:
-Llave antigua (Todavía no sabes qué abre)
-Matarratas.
-2 Monocoins.
Investigo la habitación y recojo antídotos.
Haruki, chico, te voy a dar a oler una cosa. A ver si puedes seguir el rastro hasta su pareja ¿de acuerdo? - Le doy a oler la llave antigua.*
*por intentarlo.
Haruki olfatea la llave durante un buen rato hasta que ha pillado el rastro, parece que quiere que le sigas, ¿aceptas?
*guau, guau*
Ambos salís a los pasillos.
Continuemos en la escena "Movimientos"
Tenko llega a la Enfermería, dispuesto a rebuscar por todos los lados posibles. Lamentablemente, no encuentra nada; pero todavía tiene tiempo de moverse una vez más, ¿qué hace?
Tenko se mete las manos en los bolsillos y suspira. Tras tomarse unos segundos para decidirse, aunque sin demasiada convicción, se dirige hacia la Lavandería.
Tenko abandona la Enfermería para ir a la Lavandería.
El primero en entrar sería Yukiashi Tenko, llevando en brazos a Enrico Maxwell. Detrás de este llegaría Hikari Namine y Togosaki Miko respectivamente. Ambos parecían también estar preocupados por el compañero herido, pese a que los dos sabían a la perfección que tan solo era un robot... al igual que todos ellos.
Yukiashi Tenko puso a Maxwell en una de las camillas. Pese a que ahora mismo se encontraba estabilizado, era evidente que estaba inconsciente. Incapacitado para al menos unos cuantos días más. No iba a ser una amenaza para nadie teniendo ahí el cuerpo inmovilizado por las heridas.
Así como era evidente que Maxwell no iba a ser una amenaza durante este tiempo en el que estuviera hospitalizado, esto también significaba que habían perdido a una de las personas más perspicasez del grupo. La cual había llevado a cabo una investigación muy profunda y que les había llevado hasta el descubrimiento de los ocho juegos escolares anteriores. Cómo seguir después de este suceso era algo difícil de determinar.
- ¿Y... y a-ahora qué... qué hacemos?
Togosaki le hizo la pregunta más que nada a Namine, debido a la ausencia preocupante que tenía Tenko en toda esa situación. Aunque tal vez el muchacho recobraría algo de control sobre si mismo ahora que el obispo estaba durmiendo.
Yukiashi Tenko se movió, abriendo los armarios y comenzó a sacar herramientas y material de apoyo dejándolos tanto en las manos de Togosaki Miko como de Hikari Naminé. Al parecer el gigantón no sabía muy bien qué coger, ni que dar, hasta que finalmente puso ambas manos sobre su nariz y boca simulando un respirador.
¿Como te ayudo?
Miro todo el material algo perdida.