X - TORTURA CHINA [DÍA 1]

El gimnasio era una estancia bastante amplia con gradas a ambos lados y al final del mismo una pasarela elevada para dar discursos o realizar funciones; esta estaba humildemente ornamentadada con estandartes que caían del techo y colgaban a varios metros del suelo. Además de eso, siendo tapado por unas alfombras rojas se encontraba el logo de la academia; y al final del mismo un total de 16 asientos en sillas plegables habían sido dispuestos para que los alumnos pudieran tomar asiento.

Los que se habían acercado al lugar para investigarlo o quizás para charlar entre ellos no habían sido otros que Ozuru Matsuo y Eromochi Koi-to, sea lo que sea que estos dos tuvieran en mente, al menos estaban seguros de que nadie más podía molestarles mientras estuvieran ahí.

Más que encontrarnos ahí por casualidad, digamos que le persigo hasta el gimnasio pidiendo explicaciones.

-¡Explícate asesino! Cómo has podido!? - casi con lágrimas en los ojos tras el asesinato de la sexy y bromista Brionna.

Si solo has venido a molestar, vete por dónde has venido. Quiero entrenar en paz. Dije mientras me preparaba para boxear. Tengo todo el derecho a defenderme de un asesino.

Aunque hubiera cambiado sus palabras... el tono amenazante era el mismo, preparándose para seguir boxeando incluso conmigo si hiciera falta. Asustado por su agresividad, me alejo rápidamente caminando hacia atrás hasta medio esconderme detrás de la tarima, desde donde le miraba analizándole. Pero sin atreverme a salir completamente a plena vista. 

Las gotas de nerviosismo me caen por toda la frente. Ese violento bruto había cumplido su palabra, ya que ayer dijo que si alguien le molestaba o atacaba le volaría la cabeza.

-En-en... entonces es cierto?... ¿Brionna intentó entrar a tu cuarto para asesinarte?  - no podía creerlo, la hermosa escotada de Brionna, una asesina!!... - ¿D-dijo algo antes de que le di-disparases? - le pregunto temblando visiblemente, asustado por su amenazante aura masculina.

No me interesa lo mas mínimo, en cuanto forzó la puerta y paso el umbral de la puerta. Su destino ya fue sellado.

Mientras no pases el umbral, no te pasara nada. Una vez lo hagas reza lo que sepas.   

Era horrible pero parecía cierto... había sido un golpe duro. -Mi querida Brionna, con lo simpática que fue conmigo.. - dije por lo bajo apenado, aceptando aquella posibilidad tan fatal de que realmente hubiera asesinos entre nosotros... chicas incluidas!

Al cabo de unos minutos, cuando me sentí lo suficientemente valiente para moverme con Ozuru Matsuo practicando Boxeo en el gimnasio (Tanta testosterona masculina era difícil de soportar), se me pudo ver moviéndome por el gimnasio. Mirando detrás de cortinas y debajo de sillas... detrás de la tarima... y por cualquier esquina.

Y si Ozuru Matsuo me preguntaba o me miraba con cara de "¿Que rayos estás haciendo?" le diría - ¡Mi pobre Tsuji ha desaparecido...! Quizás el elegante furro que dice ser el director se la llevó!... Oh Tusji... espero que estés bien!...

La investigación del lugar obtuvo un resultado: ¡OZURU MATSUO TIENE RESTOS DE PÓLVORA EN SU ROPA!.

Bueno, supongo que eso era algo bastante evidente a estas alturas, pero es que en verdad en aquella estancia no parecía haber nada que saliera de la norma que tuviera algo que ver con la muerte de Briona Shin o la desaparición de Tsuji Akane. Como mucho se podría indicar que hay 16 sillas a pesar de que eran 17 adolescentes.

Las pantallas que se encontraban en la estancia se encendió, y tras mostrar un pequeño vídeo de un reloj con varias partes móviles girando en direcciones contrarias, incluso el minutero iba en sentido anti-horario; el fondo cambió a uno estático, esta pantalla se encontraba partida en dos, un lado blanco completamente y el otro lado negro. Y de esta pantalla, una voz en Off habló, la voz parecía ser de alguien que deseaba aparentar pulcreza, elegancia y clase.

-¡El tiempo de investigación ha terminado!. -Exclamó el oso- Ahora, es de obligada asistencia la presencia en el Juicio Escolar, por favor pasad a la nueva zona accesible...

Sin tener más remedio que asistir a aquella invitación por parte del Director para asistir al Juicio Escolar, aquellos alumnos que se encontraban en las escenas paralelas movieron sus respectivos culos en dirección hacia aquella nueva zona que había sido desbloqueada y que las pulseras los guiaban. Al parecer era la zona con el rostro de Monokuma.

IX - Deliciosa Duda [DÍA 2]

El gimnasio era una estancia bastante amplia con gradas a ambos lados y al final del mismo una pasarela elevada para dar discursos o realizar funciones; esta estaba humildemente ornamentadada con estandartes que caían del techo y colgaban a varios metros del suelo. Además de eso, siendo tapado por unas alfombras rojas se encontraba el logo de la academia; y al final del mismo un total de 16 asientos en sillas plegables habían sido dispuestos para que los alumnos pudieran tomar asiento.

Los que se habían acercado al lugar para investigarlo o quizás para charlar entre ellos no habían sido otros que Vincent Sullivan y Vanilla Carpe Díem, sea lo que sea que estos dos tuvieran en mente, al menos estaban seguros de que nadie más podía molestarles mientras estuvieran ahí.

Mientras observo el lugar, me percato que no me encuentro sólo. - Hola, al parecer no hay nada especialmente útil aquí, estaba buscando unas pesas o equipo deportivo.

Con algo de suerte me ayudaría a montar una alarma improvisada en mi cuarto. - digo mientras cojo una de las sillas plegables y evalúo su peso con las manos.

Creo que esto me puede servir perfectamente. ¿Qué opinas?