Partida Rol por web

Danza Macabra. x Cuarto Episodio: El Matrimonio de Iñigo

1. La Masacre

Cargando editor
14/01/2012, 22:43
Hernán Duarte

-Mierda, mierda, mirda, mierda y más mierda -Se dijo Hernán a sí mismo.

Le habían pillado con las manos en la masa, no tenía escapatoria, se había quedado de piedra. Miró a Roderigo, una idea pasó por su mente, pero enseguida la descartó, no le convenía. No le daba tiempo a inventarse nada bueno...

-Verás... no me lo estás poniendo nada fácil -Le contestó de forma amenazante el barbero a Roderigo-. De todas formas, tampoco me pareces trigo limpio. Mientras no te metas en mis asuntos, y no me meteré en los tuyos. Puedo asegurarte que no os haré daño alguno a ninguno de vosotros si no me obligáis a ello. Creo que lo mejor será que vayamos con nuestros compañeros y hagamos como si nada hubiera ocurrido.

Dicho esto espero la respuesta de Roderigo, pero de forma notablemente nerviosa. No quería perder tiempo en eso disponiendo de una oportunidad como aquella para satisfacer sus necesidades.

Cargando editor
15/01/2012, 00:13
Roderigo

Roderigo sonrió para sus adentros, no tenía ni idea de lo que aquel hombre había hecho o dejado de hacer... pero ahora ya sabía que no era nada bueno. Nadie reacciona de esa manera si no está haciendo nada malo.

-Jajaja, que yo no soy trigo limpio? De momento no me escapo a hurtadillas de mis compañeros de viaje, ni pongo excusas malas ante preguntas directas.- luego, volviendo a poner su semblante normal dice - si, será mejor que vayamos a ayudar a nuestros compañeros, ya seguiremos la charla en otro momento.

Tras su última palabra, hizo un gesto a Hernán, para que este avanzase. Parecía inquieto por llegar a lo que supuestamente era una zona de batalla. Él sin embargo, prefería ir andando, sin prisa.

Notas de juego

Que te tengo calao!!!! xDD

Cargando editor
15/01/2012, 00:19
Roderigo
Sólo para el director

Notas de juego

No suelto el terciado hasta que está a unos 30 metros por delante mía, si hace algo raro, terciado al estómago.

Cargando editor
15/01/2012, 19:15
Director

Siguiendo a Don Carlos divisas  Don Antón como Aleixo se lanza al galope contra un grupo de hombres armados hasta los dientes que pelean contra un grupo de viejos y monjas en torno a tres carros en medio del camino.

Hay ya varios hombres caídos, cuando llegas.

Después aparece Samuel corriendo y detrás de él y a cierta distancia, Roderigo y Hernán cuando Aleixo , Don Carlos y Don Antón están ya cabalgando hacia el grupo de atacantes.

El grupo de hombres armados, al ver a Aleixo, Don Carlos y Don Antón a caballo que van hacia a ellos , gritan y salen huyendo al galope del grupo de hombres y mujeres a los que estaban atacando.

 

 

Notas de juego

Si alguien quiere perseguirles tiene que hacer dos tiradas de Cabalgar.

Sólo los que van a caballo obviamente.

Os lo pongo a todos este mensaje para simplificar.

Cargando editor
15/01/2012, 19:21
Don Carlos de Mayoral

Al ver que  el grupo de hombres está atacando a viejos y a cuatro monjas indefensas con un gesto de rabia en su faz corre en dirección a los atantes, todo lo rápido que puede, pero al no tener caballo e ir cargado con la armadura, corre más por rabia que por convicción de que pueda darles alcance

pasa como una exhalación por entre los carros mientras grita

- ¡ Cobardes malnacidos ! ¡ engendros de satanás ! ¡ hijos de una hiena ! ¡ HIDEPUTAS!

Cargando editor
15/01/2012, 19:34
Samuel Sánchez

Corrí lo que pude, pero por Dios que no había visto antes a un viejo como Don Carlos correr de esa manera... y como blasfemaba, debería lavarse la boca con jabón. Dedicí dejar de correr tras él cuando vi que pasaba de largo, ignorando a las monjas, y seguía corriendo detrás de los jinetes. Estaban demasiado lejos para un tiro certero así que ni lo intenté, que tampoco estamos para malgastar flechas, ya se ocuparía Don Antón si es que quería hacerlo. Llegué junto a la gente que parecía que había sido asaltada y una vez recuperé el aliento me dirigí a ellos.

- ¿Están ustedes bien, buena gente? - les dije amistosamente - Hemos venido en su ayuda, no se preocupen... ¿hay algún herido entre ustedes?

Cargando editor
15/01/2012, 19:52
Don Antón

Antón miró a Alexio con el ceño fruncido y asintió. Sabía que el caballero querría perseguir a unas personas tan pérfidas he hijas de mala madre como aquellas.Por un momento pensó en salir detrás suya pero aunque les diera alcance no serviría de nada. Apenas podía sostener las riendas con el brazo izquierdo pues, aunque ya no le dolía, no podía moverlo apenas. Frenó al caballo y dio un rodeo vigilando al los cobardes que huían para asegurarse de que no daban media vuelta.

 

Notas de juego

Iba a ir en su busca pero por exigencias del guión y dado que tengo un brazo incapacitado me lo he pensado mejor.

Cargando editor
15/01/2012, 22:19
Hernán Duarte

Hernán observó la escena.

-¡Santa Madre, como corre ese viejo! -Pensó Hernán-. Y menuda boca que tiene, mejor será no meterse con él.

Pensó en correr detrás de los bandidos, pero supo que no les conseguiría dar alcance, así que se dirigió hacia los heridos, si alguno estaba agonizando puede que no hubiese cura y, en su opinión, sería mejor terminar con su sufrimiento.

Hernán sonrió para sí y se arrodilló donde se encontraban los heridos para tratarlos.

-No se preocupen -Dijo-. Mis amigos y yo les ayudaremos.

Notas de juego

Eso, que miro los heridos y como se encuentran (pongo lo de que me arrodillo porque di por hecho que estarían en el suelo).

Cargando editor
15/01/2012, 22:56
Roderigo

Roderigo llegó el último, jadeando. Su condición física no le dejaba hacer grandes hazañas, a mayores, el intentar atajar por el bosque no había sido buena idea, un montón de ramas y terreno irregular le habían entorpecido el camino.

-Siento..llegarr tan...tan tarde...por Dios...como...como corréis- dijo mientras recuperaba el aliento.

Mientras examinaba a los heridos junto con Hernán, preguntó:

-Que os ha pasado, peregrinos?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Me olvidé poner que era éxito sacando menos o igual, pero eso, que la tirada es fallo.

Cargando editor
16/01/2012, 09:00
Aleixo d'Ocampo

Aleixo llego al grupo henchido por la furia de la batalla pero realmente agradeció que los bandidos se batieran en retirada... en realidad confiaba más en el factor sorpresa que en las habilidades reales de combate de sus compañeros para hacer frente a los malhechores. A los pocos segundos arribaron los demás... tanto las monjas como los viejos ya estaba comenzando a tranquilizarse y a ser atendidos por Hernán y Don Carlos... bueno, él llevaba su propia guerra.

Pero al caballero aún le quedaba algo por hacer... se acercó a la linde del camino y buscó a la muchacha que desde allí observaba la escena.

- Eh, tú... sal. - dijo Aleixo con tono autoritario. - Ya estás a salvo... ven aquí, mujer.

Cargando editor
16/01/2012, 12:18
Director

Los jinetes se pierden en la espesura, todos han salido corriendo como alma que lleva el Diablo. Sólo el bueno de Don Carlos se ha internado en la espesura a perseguirles, aunque con escasas opciones de éxito.

Junto a las carretas, dos cuerpos yacen tendidos, un viejo soldado y una de las monjas, ambos cuerpos tienen varias heridas y sólo tras examinarlos os dáis cuenta de que están agonizantes. Poco se puede hacer por ellos, pese a lo cual Roderigo intenta reanimar a la monja mientras que Hernán se arrodilla junto al viejo soldado. Roderigo intenta reanimar a la monja sin éxito, mientras que en principio Hernán sólo examina al viejo soldado. Ambos morirán en breve si no se les ayuda.

El resto del grupo está ileso, aunque otras dos monjas y otro soldado tiene pequeños cortes y heridas. De un lado del camino, entre los árboles sale una muchacha que había sido observadora del combate, de las bridas lleva un caballo negro como la noche, la muchacha es morena y los ojos negros, el rostro agitado y la cabellera desordenada.

Entre sus manos lleva un cuchillo desenvainado, de veintipocos años y porte distinguido.

Notas de juego

Están a -10 y morirán en 5 turnos si no lo evitáis.

Podéis hacer 5 tiradas seguidas de primeros auxilios cada uno (los éxitos 1d4 que son los PV que recuperan).

Cargando editor
16/01/2012, 12:27
Luisa de Medrano

Aún conmocionada, de pulso tembloroso y mejillas sonrosadas hace una ligera reverencia

- Gracias... gracias caballero . Y gracias a todos... os debemos la vida. Sin vosotros habrían acabado con nosotros, mi nombre es Luisa de Medrano y me dirigía a desposarme con mi prometido Iñigo de Medina, caballero.

Notas de juego

Tirada de Memoria el que quiera.

Cargando editor
16/01/2012, 12:31
Roderigo

Roderigo intenta ayudar a la monja pero tras un par de intentos, ve como la vida de la seguidora de Dios se le escapa entre las manos. Levanta la mirada hacia sus compañeros y niega con la cabeza, asumiendo que ya nada se puede hacer por ella.

Rápidamente echa un vistazo al soldado, aun respira, y tiene pulso, pero hay que estabilizarlo o morirá. Tras unos cuantos cuidados, el hombre parece a punto de estabilizarse, pero los conocimientos de Roderigo no son suficientes:

-Vamos, que alguien me ayude, este hombre aún puede salvarse!!!
- dice pidiendo ayuda a todo el que se la pueda prestar.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Yo quiero ayudar al soldado, a fines prácticos es el que mas nos interesa.

Cargando editor
16/01/2012, 13:00
Don Antón

Don Antón se fijo en la joven. Debía tener su edad mas o menos. Luisa de Medrano...aquello le recordaba a algo. 

-¿De donde salís mi señora? ¿No me digáis que habéis ido tras esos malechores armada con ese cuchillo?-preguntó sorprendido- No debeis preocuparos pues trataremos de ayudaros en todo lo posible y-miró hacia la arboleda por donde se había metido Don Carlos, el cual esperaba que volviera resoplando de un momento a otro- no os preocupéis si don Carlos los atrapa desearán no haber nacido. ¿Por que os atacaron?¿Por dinero? No creo pues la comitiva que lleváis son todos hombres y mujeres de dios con votos de pobreza...

- Tiradas (1)

Notas de juego

EXITO!

Cargando editor
16/01/2012, 13:24
Roderigo
- Tiradas (1)

Notas de juego

No me suena ni para atrás.

Cargando editor
16/01/2012, 13:26
Director

Recuerdas haber oído hablar de Iñigo de Medina, al parecer gozó hace unos años de una gran influencia en la corte castellana, pero tras el gran incendio de Burgos de hace unos años, se retiró de la vida pública aduciendo motivos de salud. Al parecer quedó muy afectado de que su prometida, una tal Inés de Castro, muriera en el incendio.

Aquél episodio fue muy comentado en tierras aragonesas, la desventura de aquél hombre y de cómo alguien con tanta influencia puede abandonar ese lugar de privilegio de la noche a la mañana... y menos por una mujer.

Cargando editor
16/01/2012, 13:48
Aleixo d'Ocampo

Aleixo quedó enmudecido cuando la joven apareció... sin duda era una mujer hermosa aún cuanto el camino había hecho estragos en aquello que los cortesanos llaman moda. Su cabello alborotado y su actitud valiente eran seductoras per sé. Aún en el caso de que el santiaguista hubiese sido capaz de articular palabra, el noble de Muel ya se había adelantado a tal efecto por lo que Aleixo se limitó a cabecear en gesto de aprobación a la señora y a retirarse a su cómodo y bien conocido segundo plano.

No había que descartar el hecho de que regresasen los bandidos en mayor número.

Notas de juego

Yo ni tiro... :(

Cargando editor
16/01/2012, 13:52
Samuel Sánchez

No hubo tiempo para respuestas, una de las monjas estaba herida y a punto de morir y además había otro hombre en las mismas condiciones. No es que fuera yo muy diestro en las artes médicas pero había hecho algún que otro apaño a un herido de guerra, así que me arrodillé cerca de la mujer y trate de hacer lo propio.

- Venga, señora - le decía mientras cubría sus heridas - Que Dios no va a venir a por usted hoy...

- Tiradas (3)
Cargando editor
16/01/2012, 18:56
Luisa de Medrano

- Oh Dios ... - dice compungida - iba a reunirme con mi prometido para los esponsales, con esta pequeña comitiva cuando de la nada salieron esos malhechores y nos atacarón sin más para robarnos todo mi ajuar, dinero y joyas... yo conseguí escapar gracias al bueno de Pere - dice mirando al hombre que yace tendido bocarriba debatiéndose entre la vida y la muerte - pero me escondí esperando a ver si podía hacer algo por los míos. Entonces... llegaron sus mercedes y nos salvaron.

Cargando editor
16/01/2012, 19:00
Director

Véis como a la derecha se mueven ramas, tras ellas aparece Don Carlos jadeando y con una expresión de derrota en el rostro.