Partida Rol por web

Tras meditarlo, el Inquisidor dio lo que deberían ser las órdenes definitivas.

- El primer grupo irá encabezado por el Acólito Enoch. Sastre, Zariel y yo le acompañaremos. Un Arbitrador, un Adepto Medicae, un Iniciado del Ministorum y un tipo con armadura pesada como yo podremos pasar más desapercibidos. Podríamos dar la idea de que estamos ahí por asuntos oficiales. Noctine, Cantus y Ferris conformarán el segundo grupo. -

Observó a los presentes para ver si alguno tenía algo que objetar. - El primer grupo entraremos en el edificio. El segundo esperará fuera tratando de pasar desapercibidos. Escóndanse entre la gente, o busquen algún edificio cercano donde puedan esperar. - Indicó. - Recibirán nuevas instrucciones por el comunicador. - 

- Como siempre, si algo sale mal, nos veremos cuatro horas después en la base temporal. -

Cual sera el procedimiento cuando entremos en el edificio?.

Enoch no quiere que tengan versiones o actuaciones contradictorias.

El iniciado Marius simplemente asintió. Es cierto que habían estado muy cerca de atraparles, pero puede que tuvieran suerte con aquello y no le reconocieran. Quizás ni siquiera le habían visto bien. 

El Tecnosacerdote asintió ante el plan del inquisidor. No le hacía gracia quedarse en las afueras del edificio, alejado de donde podría ser mas útil. No obstante no veía otra opción. Adentrarse más hubiera podido despertar sospechas de los sancionadores que, posiblemente, pudieran tener descripciones sobre el grupo de Noctine. No le pareció sensato adentrarse y por tanto el plan de Eisengaard se le antojó juicioso.

TACTICO NOCTINE:

- No estás muy seguro ante la decisión del Inquisidor.

- Si los funcionarios y guardias de seguridad portuaria reconocen a Marius como uno de los "saboteadores" de antes, quizá el grupo Enoch no llegue a tener siquiera una oportunidad.

- Por otro lado, no sabes si es juicioso decir nada en este momento.

- El Equipo Inquisitorial comienza a separarse en dos grupos.

- El "nuevo Grupo Enoch", que esta vez incluye al Inquisidor, al Arbitrador, al Sastre y al Iniciado Marius.

- Y el "nuevo Grupo Noctine", que esta vez cambia al Iniciado Marius por la Acólita Ferris.

Eisengaard se paró justo cuando se dividían y se dirigió al resto del grupo de Enoch. El arbitrador tenía razón.
- Somos una comitiva en asuntos oficiales. Hay que intentar caminar ahí dentro con autoridad y seguridad. Ignorando las miradas y procurando no devolverlas... Como si fuera natural que estuviéramos ahí. Evitemos tener que dar explicaciones pero si fuera necesario podemos decir que estamos buscando al Prefecto Anteshern... Quizá nos lleven directamente hasta él. Aunque sería arriesgado. Enoch, ¿conoce el nombre de algún funcionario Sancionario que trabaje aquí? De ser así puede usarlo también como excusa. En cualquier caso, el resto de la comitiva estamos aquí para acompañarle a usted. - Dijo señalando al Arbitrador. - No tenemos por qué saber los motivos de nuestra misión, somos escoltas. -

Caradoc se remueve, inquieto, y mira al inquisidor, unos instantes. Luego carraspea. 

- Mi señor inquisidor... temo que el iniciado Marius pueda ser reconocido. Si fuera así, dudo que tuvieran oportunidad alguna, y que incluso, pudiera ser que todo intento de sutilidad quedara descartado. Estoy casi convencido que cualquiera de los tres que entrase en el edificio, bien fuera el propio Marius, bien fuera Dakka, bien fuera yo mismo, sería detenido- el tono del táctico suena realmente molesto, y vacilante, propio de quien no está nada cómodo diciendo en voz alta sus objeciones- Como sabéis era oficial táctico y consejero, y mi obligación es dar mis opiniones a quienes, por su cargo, e inteligencia, me sobrepasan claramente en conocimientos y poder. Ruego disculpéis mi atrevimiento, pero entiendo mi obligación desaconsejaros el curso de acción que supone incluir a Marius en el grupo que entre en el edificio.

La servoarmadura se quedó rígida un instante. El casco giró hasta encarar a Noctine. No sabrían decir si el hombre en su interior albergaba algún tipo de sentimiento ante aquellas palabras.
- De acuerdo. Marius se queda a su cargo, Acólito Noctine. Asegúrense de no ser vistos. - Miró hacia Enoch y Sastre y les hizo un gesto con la mano para que continuaran. Sin dudarlo un segundo siguió los pasos de sus dos acólitos.
Y no dijo más.

- El Táctico Noctine, el Iniciado Marius, el Tecnosacerdote Cantus y la Acólita Ferris se quedan atrás.

- El Arbitrador Enoch, el Sastre y el Inquisidor avanzan hacia el descomunal edificio central del Vacío-Puerto.

Puerto Gyre está siempre ocupado, el tráfico inter-orbital constante resulta en un banco siempre presente de humo de las toberas de expulsión de gases que siempre cuelga bajo sobre el puerto, sumiéndolo en una perpetua neblina. El rugido ensordecedor de los motores ahoga los gritos de los trabajadores e incluso las voces amplificadas de los supervisores. Los implantes auditivos biónicos pueden ser vistos en muchos de los trabajadores y residentes. Muchos trabajadores llevan unidades respiratorias y aquellos que no, a menudo tosen y escupen escupitajos de negro alquitrán.

El hedor de promethium ardiendo está en todas partes. Las instalaciones del puerto albergan una inmensa variedad de diseños de servidores, desde operadores de grúa permanentemente emplazados a drones de mantenimiento escalan los costados verticales de las plataformas de aterrizaje con miembros semejantes a los de una araña.

Tecno-Sacerdotes balanceando braseros de incienso sagrado lideran procesiones de adeptos a través de las avenidas, mientras que bandas de hombres del vacío desembarcados abordan a los que pasan en busca de una buena pelea.

Mendigos y tripulantes dejados atrás piden limosnas, y severos Sancionarios patrullan las zonas más populosas, siempre vigilantes contra interferencias en los asuntos del Consorcio.

- El ahora modificado Grupo Enoch (con la retirada de Ferris y la incorporación del Inquisidor) avanza hacia el interior del enorme edificio central del Vacío-Puerto.

- El interior hospeda numerosos divisios con miles de de Adeptos de toda clase, muchos cableados de forma semipermanente a sus terminales, que tan sólo rara vez abandonan.

- La gran mayoría de los tecnoescribas, contables y administrativos parecen inmensamente ocupados, incluso sobrecargados de trabajo. El volumen de información que procesan de forma burocrática e incesantemente repetitiva debe ser inmenso.

Hay oficiales que representan a los diferentes estamentos del gobierno planetario de Desoleum, de las Casas del Consorcio (las Casas nobles y mercantiles que ocupan el Ápice de la Colmena Desoleum), y una representación relativamente menor del Adeptus Administratum (especialmente del Departamento del Diezmo Planetario, los funcionarios imperiales que velan porque se cobren las correspondientes tasas y tarifas adecuadamente, para el pago justo de los tributos al Imperio).

- Miles y miles de empleados administrativos de toda índole, posiblemente muchísimos de ellos completamente ajenos a la corrupción que campa a sus anchas en este lugar.

- La Basilica Administratum es un edificio muy cercano al del Officio Auctoriate Porteus, es donde se concentra la mayor representación del Adeptus Administratum y el mayor porcentaje de Lexmecánicos y otros Adeptos cableados a sus estaciones de trabajo.

- El Arbitrador Enoch no tiene peso alguno entre los Sancionarios, las fuerzas del orden público en la Colmena, pero tampoco se ven por esta zona, siendo reemplazados en su lugar por la Seguridad del Puerto, un cuerpo de seguridad financiado principalemente mediante tarifas de embarque y posiblemente leal a partes iguales al Consorcio y al gobierno de la Colmena.

- Por un momento, el Inquisidor cree ver al fantasma de la Acólita Tanda Trix Fatal.

Pero no es más que otra agente de seguridad del Puerto que se le parece muy vagamente.

- También aquí y allá se ve al ocasional Tecnoadepto del Mechanicus:

Seguramente ocupado en sus inescrutables tareas. Quizá algunos de ellos estén reforzando la seguridad del cableado que conduce a las estaciones cogitadoras, dada la reciente brecha de seguridad detectada en la zona.

La mayoría de las masas de viajeros y trabajadores mercantiles no destacan en absoluto unos de otros.

Un tipo algo despistado tiene un aspecto que recuerda al de un Corsario:

- Y aquí y allá se ven ocasionalmente individuos bien vestidos que tal vez sean agentes corporativos de algún que otro conglomerado comercial.

El Arbitrador trata de mostrar la seguridad y empeño que pone en su tarea como arbitrador y que debe mostrar ante los criminales a menudo para intimidar a estos evitando tener que usar siempre la fuerza bruta. Eso es lo que hace ahora caminando entre todo esa gente dispar, mientras trata de localizar algún lugar de información de las dependencias o despachos para tratar de llegar a su objetivo.

Eisengaard caminó erguido siguiendo en un segundo plano al Arbitrador, centrando su atención en todos los detalles y procurando buscar con la mirada algo o alguien de donde poder sacar información acerca del tráfico de lanzaderas.
Sabía que no podían acercarse a ninguno de aquellos cables, así que o encontraban algún despacho o panel de información, o encontraban a alquien que pudiera "buscar" libremente y conseguirles lo que necesitaban.

Para el Sastre, aparentar seguridad e indiferencia no era un problema. Su rostro mantenía siempre una máscara hierática, desprovista de emociones, aprendida a lo largo de los años en su trabajo como medicae clandestino en Las Tres Estacas. Con las manos a la espalda, caminaba erguido unos pasos detrás del arbitrador, sin apartar la mirada del hombro derecho de Enoch. A pesar de eso, intentaba escrutar en su visión periférica, a la caza de cualquier señal o cartel que pudiera indicarle dónde encontrar al tal Prefecto Anteshern.

- El Arbitrador Enoch comienza a pasear al azar por el lugar, pero no termina de fijarse en nada concreto ni de encontrar a nadie al que parezca apropiado parar para interrogar.

- Sus compañeros se dan cuenta de a este paso no va a sacar nada en claro...