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INQUISIDOR HALDANE EISENGAARD:

- Escena privada personal del Inquisidor Haldane Eisengaard.

¿INQUISIDOR?

- En la primera edición del juego de Dark Heresy es extraordinariamente difícil llegar a ser un Inquisidor. Lo normal es progresar hasta Rango 8, pasando así a ser un personaje Ascendido (o Agente del Trono), ahí o desde ahí es posible pasar al rango de Interrogador y cuando tu Inquisidor considera que estás listo se lleva a cabo el ritual y la ceremonia de investidura de un nuevo Inquisidor. Esto se podía lograr durante el juego, pero generalmente no antes de haber completado unas cuantas misiones, tal vez dos campañas completas.

- En la segunda edición hay un avance de elite que cuesta 1000 PX que permite a cualquier clase de personaje convertirse en un Inquisidor.

Esto tiene una serie de Requisitos:

a) Tener una Influencia de 75. Esto es básicamente inviable para un personaje inicial, incluso optando a las elecciones en la creación del personaje que dén más influencia (lo cual sería, por otra parte, recomendable). Por eso pienso que lo más probable es que en el fondo tu personaje sea un Interrogador al que provisionalmente se le ha otorgado el rango de Inquisidor, pero que está a prueba. Si falla en esta prueba (se tuerce o no consigue aumentar su Influencia, sino que va perdiendo la que ya tenía) puede ser desposeído (y probablemente ejecutado) por sus pares.

b) Ser nombrado ante el Cónclave (el grupo de Inquisidores con base permanente en el Sector Askellon) por un Inquisidor o Lord Inquisidor. En tu caso, tu nombramiento ha sido informal, otorgado por una Cábala de tres Inquisidores (que probablemente participaron de algún modo en la destrucción de tu maestro por hereje y en la purga de su séquito y recursos). Esos tres Inquisidores, de los que probablemente sabes bien poco, son los que te observan desde lejos y te tienen a prueba. No has sido presentado formalmente ante el Cónclave y tu nombramiento en realidad se considera provisional. Ni siquiera has recibido una roseta inquisitorial que te permita identificarte como Inquisidor ante oficiales Imperiales (por lo que dependes de tu palabrería, interpretación y quizá otros símbolos inquisitoriales adquiridos para impresionar a rangos medios y bajos del Imperio).

c) Haber mostrado sobradamente su valía, no sólo con años de fiel y leal servicio, sino con heroismo incluso más allá del deber. Generalmente sólo los individuos más extraordinarios son considerados para alcanzar el rango de Inquisidor, y eso tras haber sido puestos a prueba del modo más estricto por sus maestros.

- Careces de verdadera influencia a niveles altos, y en general básicamente vas de farol. Tienes pocos recursos económicos, pocas ventajas y pocos medios. También pocos aliados y poca influencia o autoridad real. Esto hace que probablemente seas partidario de la sutileza en las misiones inquisitoriales, y de que tus Acólitos demuestren ser hombres y mujeres de recursos consiguiendo las misiones sin exigirte medios, armas, equipo o dinero. Seguramente bastante tengas con proporcionarles algo parecido a una casa franca en la que vivir, así como medios básicos de subsistencia (suministros básicos de luz y agua en su alojamiento, y comida).

Es probable que inicialmente ni siquiera tengas medios para costear costosos medios de transporte, por lo que sólo puedas enviar a tus Acólitos a misiones en la Colmena Desoleum en la que tengas tu humilde base de operaciones.

- Naturalmente, tus Acólitos no tienen por qué saber nada de esto, excepto tal vez tres de tus antiguos compañeros Acólitos, que todavía te miran con extrañeza por tu "ascenso" al rango de Inquisidor (puede que sospechen, o hayan averiguado, que no eres del todo un genuino Inquisidor, sino más bien un Interrogador a prueba). Esos tres antiguos compañeros de la "célula principal" del séquito al que pertenecías serán PNJ's que estarán dispersos probablemente por el planeta, en misiones de información e infiltración. Serán un recurso de apoyo no del todo fiable, a los que probablemente no quieras tener demasiado cerca para que no rebelen la charada.

Si se descubre que "oficialmente" no eres un Inquisidor de pleno derecho podrías tener problemas. Desde altos oficiales Imperiales que intentaran chantajearte para aprovecharse de ti y obtener ventajas políticas, a Inquisidores con exceso de celo que pudieran considerarte culpable del crimen de suplantar a un Inquisidor (y por tanto decidiesen ejecutarte o hacerte prisionero; este es un escenario especialmente probable si se trata de Inquisidores enemigos o rivales de los tres que te han puesto provisionalmente a prueba).

- ¿De dónde salen los nuevos Acólitos? Es bastante probable que muchos fueran miembros del "equipo de limpieza". Una célula secundaria de Acólitos noveles y novatos que se encargan de limpiar después de que la célula principal haya resuelto una misión (o haya fracasado en el intento). Esta limpieza puede ser metafórica (asegurarse de que no hay testigos, o de que los que haya estén calladitos), pero también puede suponer la eliminación de pruebas de la existencia de cultos, herejes y otros Enemigos del Imperio. Incluso puede ser una limpieza en el sentido literal, alguien tiene que hacer desaparecer los cuerpos de alienígenas abatidos e incinerar sus restos discretamente, usar una rasqueta para rascar los restos enganchados al suelo y paredes, y fregar el suelo para hacer desaparecer las manchas de fluidos corporales extraños.

Los miembros del equipo de limpieza puede que nunca hayan participado en misiones relevantes, que hayan estado siempre en operaciones de lo más rutinario, o de poca monta. Quizá estén ansiosos por ser los nuevos miembros del "equipo principal" y tener la oportunidad de probarse.

Los que lleven años al servicio de tu antiguo maestro probablemente te conozcan, y puede que sepan que hasta hace poco eras un Interrogador encargado de ... (te encargabas de lo que sea que se te dé mejor una vez veamos cómo queda tu ficha terminada, ya sea reclutamiento de activos, proceso de información, logística, interrogatorios, transporte, liderazgo de la célula, o cualquier otro cometido principal). Pero seguramente no sepan la verdad, o al menos no toda la verdad.

Algunos pueden ser reclutas más recientes, puede que a alguno de ellos incluso lo hayas reclutado tú en persona como Agente Reclutador. Los Acólitos pueden ser de trasfondos de lo más variopinto, pero en general todos tienen en común una extraordinaria resistencia mental ante lo extraño y lo bizarro, una pureza moral fuera de lo común, y algunos otros talentos extraordinarios. Son, en esencia, personajes tocados por el Destino, a los que de alguna manera el Emperador les ha sonreído. Puede que hayan probado eso sobreviviendo a alguna circunstancia especial, quizá como único superviviente de un desastre mayor. O puede que se hayan destacando destruyendo a un enemigo del Imperio de un disparo afortunado (un efecto de la Ira Justiciera que generalmente sólo tienen aquellos personajes con Puntos de Destino).

Sea como sea, de algún modo han destacado en su campo por encima de sus compañeros de profesión, y tienen un algo indefinible que los hace especiales. Al menos en comparación con el ciudadano imperial medio (que es extraordinariamente vulnerable a la locura y a la corrupción causada por el Caos o por el contacto con xenos).

Muchos ciudadanos que, para su desgracia, "saben demasiado" generalmente deben ser eliminados o silenciados de algún modo, pues el simple hecho de su conocimiento les hace peligrosos. Quizá su miedo alimente a seres de la Disformidad, o quizá si una comunidad aprende de la existencia de xenos o demonios se incline por adorarlos, olvidando la Fe en el Emperador. El ser humano es muy débil, lleno de vicios, pecados y vulnerabilidades. La debilidad de unos pocos puede poner a la larga (o incluso a medio y corto plazo, según los casos) en peligro a muchos otros, tal vez incluso Colmenas enteras o planetas enteros.

Un PNJ promedio de rango bajo que se vea expuesto al Caos, generalmente automáticamente se vuelve loco y/o se corrompe, mostrando signos de esa corrupción en forma de mutaciones. En cuanto se convierte en un mutante, es probable que poco después se convierta también en un hereje y/o cultista, y si sigue degenerando en sus mutaciones acabe convertido en un Engendro del Caos (una horrible criatura mutante cuyas mutaciones cambian constantemente y es un monstruo que ataca a los más indefensos y vulnerables, de nuevo exponiéndolos a su vez a amenaza de riesgo moral y a que ellos a su vez puedan empezar una rápida espiral de degeneración).

- ¿Cómo has acabado convertido en un "Inquisidor"? A priori, mi idea es que tal vez descubriste que tu Maestro no era solamente un peligroso Radical, podía también haberse convertido en un Hereje. Puede que estuviese a punto de sacrificar una reliquia (tal vez su roseta inquisitorial, creada a partir de una piedra traída de la Sagrada Terra) con objeto de invocar un demonio para atarlo a su servicio (o para usarlo en su lucha contra un culto herético o contra un rival).

Los Radicales son Inquisidores que consideran que deben de usar las armas del Enemigo para combatir al propio Enemigo. Combatir el fuego con el fuego puede ser muy peligroso, pues uno puede acabar quemándose. Muy especialmente cuando en lugar de fuego hablamos del Caos.

Cierto nivel de Radicalismo puede ser tolerado por el Cónclave en su conjunto, o por el Lord Inquisidor que lo gobierna, aunque es fácil en un momento dado "cruzar la línea". Una cosa es usar métodos extremos, poco convencionales o incluso peligrosos para combatir la herejía. Otra cosa es ya pasarse a adorar a los Poderes Ruinosos o a convertirse uno mismo en un hereje en su lucha contra los enemigos del Imperio.

A veces la línea es muy delgada. Los Inquisidores tildados de Radicales a veces lo ocultan, pues es fácil que los Inquisidores más Puritanos (como los Monodominantes, por ejemplo) los consideren sus enemigos e incluso intenten asesinarlos por todos los medios a su alcance.

- El caso es que puede que te pusieras en contacto con otros Inquisidores cuando comenzaste a sospechar que tu Maestro podía haber "cruzado la línea". Esos tres acudieron a investigar y en la batalla resultante, tal vez tú fuiste quien le diera el tiro de gracia decisivo a tu Maestro. En la lucha, los seguidores heréticos de tu Maestro fueron eliminados y toda su red purgada en busca de riesgos.

Sólo se salvaron, por un lado, esos tres operativos de la célula principal que son Acólitos veteranos PNJ, y que se consideró que no se habían corrompido (tal vez porque se encontraban lejos en otras misiones); y los novatos del "equipo de limpieza", de otro lado, que no tenían ni idea de las actividades heréticas del Inquisidor (y que seguramente no lo averigüen nunca, lo cual sea mucho mejor así).

Para los más veteranos del equipo de limpieza, la historia puede ser que un culto herético destruyó al Maestro y a buena parte de su séquito y que entonces tú, como Interrogador más veterano, fuiste nombrado Inquisidor y recibiste lo poco que quedó en pie de la red e infraestructura de tu Maestro para continuar su labor en la lucha contra los Enemigos del Imperio.

- ¿Hasta cuándo se prolongaría tu "interinidad"? Hasta reunir todos los requisitos on-rol y off-rol que marcan a un futuro Inquisidor. Es decir, conseguir llegar a Influencia 75, tener éxito en muchas misiones, y conseguir el apoyo y confianza de los tres Inquisidores que te han puesto a prueba y te han "nombrado" provisionalmente.

Posible Maestro: Inquisidor Rosemund Kreygan. Ordo: ¿...? (puedes elegir a qué Ordo perteneces (Hereticus, Xenos, Malleus, que será el mismo al que pertenecía tu Maestro).

- Esto es sólo una sugerencia.

Además de comentarme todo lo que te parece todo lo anterior, el primer pasito a dar en tu ficha es elegir el tipo de Mundo de Origen de tu Inquisidor.

1. Tener una Influencia de 75. Lo más probable es que en el fondo tu personaje sea un Interrogador al que provisionalmente se le ha otorgado el rango de Inquisidor, pero que está a prueba. Si falla en esta prueba (se tuerce o no consigue aumentar su Influencia, sino que va perdiendo la que ya tenía) puede ser desposeído (y probablemente ejecutado) por sus pares.

Tomo nota. Tendré que aumentar mi influencia como sea.

1. Tu nombramiento en realidad se considera provisional. Ni siquiera has recibido una roseta inquisitorial que te permita identificarte como Inquisidor ante oficiales Imperiales (por lo que dependes de tu palabrería, interpretación y quizá otros símbolos inquisitoriales adquiridos para impresionar a rangos medios y bajos del Imperio).

Ok. Tomo nota también. Me da que voy a estar en la cuerda floja en numerosas ocasiones.

1. Haber mostrado sobradamente su valía, no sólo con años de fiel y leal servicio, sino con heroísmo incluso más allá del deber. Generalmente sólo los individuos más extraordinarios son considerados para alcanzar el rango de Inquisidor, y eso tras haber sido puestos a prueba del modo más estricto por sus maestros.

Seré el mayor héroe que recuerde el Imperio, ya verás (héroe en la sombra creo, je, je).

Respecto al resto, el tema de cómo me convertí en Inquisidor, mi situación actual, así como la de mis acólitos… me parece muy interesante. Va a ser un pj con mucho trasfondo.

También estoy de acuerdo con que mi Maestro fuera el Inquisidor Rosemund Kreygan, perteneciente a la Ordo Malleus (si es posible, es la que más me gusta, luego la Xenos y finalmente la Hereticus – si no me equivoco, cazadores de Demonios, Aliens y Brujas… aunque en el fondo se dedican todos a lo mismo).

¿Hay diferencias a nivel de reglas entre pertenecer a una Orden u otra?

Respecto a mi mundo de origen, no sé si hay diferencia en cuanto a reglas, pero creo que me vendría bien provenir de un Mundo Santuario. ¿Cuál? Eso ya te lo dejo a ti.

- Puede ser perfectamente el Ordo Malleus. La especialidad del Ordo Malleus es la de combatir al Enemigo Más Allá. Especialmente Demonios.

- De las brujas se encarga generalmente el Ordo Hereticus, y de los alienígenas el Ordo Xenos.

- Un Inquisidor del Ordo Malleus puede también combatir a herejes, brujas, mutantes, xenos y cualquier otro enemigo del Imperio. Es sólo que su enemigo predilecto, contra el que probablemente se haya especializado en luchar, son los Demonios.

- El Ordo Malleus suele ser el más duro, porque en general los Demonios suponen la mayor amenaza, por lo que sus miembros se acaban curtiendo bastante. Claro que luchan también contra xenos y herejes, pero consideran que la mayor amenaza, el mayor peligro para el Imperio, son los Demonios, por lo que probablemente se tomarán mayor interés cuando haya entidades de la Disformidad implicadas. Por supuesto, los cultos heréticos son muy peligrosos pues pueden invocar demonios; y hay razas xenos que adoran a los Dioses del Caos.

- El Ordo Malleus también se ocupa en ocasiones de cazar a los Inquisidores que se vuelven herejes. Lo ideal es capturarlos con vida, interrogarlos, y juzgarlos por un cónclave o cábala de sus pares.

- A nivel de reglas habrá diferencias, seguramente Talentos avanzados especializados según el Ordo, un tipo determinado de aliados potenciales y equipo y armamento especializado. Lamentablemente, todo eso irá saliendo en tres sucesivos libros. El primero, el Enemigo Interior, supongo que saldrá a la venta en pocos meses y es el más orientado al Hereticus.

- Puedes perfectamente proceder de un Mundo Santuario, lo que te haría ser especialmente devoto o al menos buen conocedor del Credo Imperial. Por otro lado, quizá pudieras valorar la posibilidad de ser un noble de la Colmena Desoleum (donde comenzará la partida), eso te daría acceso a un cierto nivel de recursos algo por encima del ciudadano promedio. Por ejemplo, puede que con la asignación de tu Casa nobiliaria seas capaz de pagarte una pequeña mansión en una zona media-alta de la Colmena, y también tengas para pagar una casa mediana en la zona media como casa franca para tus Acólitos.

Podrías ser incluso como una especie de "superhéroe", teniendo la reputación de noble ocioso desocupado, durante el ciclo diurno, y estar ocupado intentando convertirte en un Inquisidor durante la noche.

- Esto es sólo una idea, cualquier tipo de origen es perfectamente viable, y puedes ser si lo deseas originario de un Mundo Santuario.

- Sugiero esperar a buscarle nombre e imagen al personaje a que lo tengamos algo más perfilado. Por lo menos saber Origen, Trasfondo y Rol de Personaje.

- Puedes perfectamente proceder de un Mundo Santuario, lo que te haría ser especialmente devoto o al menos buen conocedor del Credo Imperial. Por otro lado, quizá pudieras valorar la posibilidad de ser un noble de la Colmena Desoleum (donde comenzará la partida), eso te daría acceso a un cierto nivel de recursos algo por encima del ciudadano promedio. Por ejemplo, puede que con la asignación de tu Casa nobiliaria seas capaz de pagarte una pequeña mansión en una zona media-alta de la Colmena, y también tengas para pagar una casa mediana en la zona media como casa franca para tus Acólitos.

De acuerdo. No se me había ocurrido esa posibilidad pero realmente me parece mejor opción. Seré un Noble de la Colmena Desoleum pues.

Podrías ser incluso como una especie de "superhéroe", teniendo la reputación de noble ocioso desocupado, durante el ciclo diurno, y estar ocupado intentando convertirte en un Inquisidor durante la noche.

Seré parecido a Batman entonces.

- Sugiero esperar a buscarle nombre e imagen al personaje a que lo tengamos algo más perfilado. Por lo menos saber Origen, Trasfondo y Rol de Personaje.

Perfecto.

- Bueno, me he puesto con lo que sería el esquema de tu ficha.

- El siguiente paso sería elegir Trasfondo:

• Adeptus Administratum.
• Adeptus Arbites.
• Adeptus Astra Telepathica.
• Adeptus Mechanicus.
• Adeptus Ministorum.
• Guardia Imperial.
• Descastado.

Siendo un noble creo que lo que más le pegaría el Adeptus Ministorum (La Eclesiarquía vamos)... pero si crees que no, la Guardia Imperial sería otro posible candidato.

De momento, (aunque tú conoces más del sistema, ambientación y reglamento), creo que me quedo con el Adeptus Ministorum.

MADAIMI:

- La elección es tuya, es lo que a ti te cuadre.

- Siendo de origen noble irías a formarte a la principal Catedral de la Colmena Desoleum. Sin duda recibiste la mejor educación religiosa posible.

- He pensado en la posibilidad de que tengas una imagen pública y otra como Inquisidor. La primera sería tu personalidad de antes de entrar en la Inquisición, tal vez un Clérigo refinado de origen noble. La segunda sería como Inquisidor, tal vez una armadura negra con yelmo cerrado completo que oculte el rostro.

Ejemplo:

Posible aspecto noble:

Ok, me cuadra más el Adeptus Ministorum entonces. Decidido. 

Me parece bien lo de haberme formado en la principal Catedral de la Colmena Desoleum. 

Respecto a las imagenes... la del aspecto noble me gusta. Tiene pose de estirado y algo engreído, tal y como me imagino a un personaje así. Y la de la armadura con casco cerrado mola mogollón también. Me quedo con las dos. :)

- Tus dos identidades deberían de tener nombres distintos. En un ejemplo he puesto Inquisidor Haldane Eisengaard, pero no tienes por qué llamarte así.

- Puedes, si lo deseas, hacer dos tiradas de 1d100 para que te sugiera posibles nombres.

- El siguiente paso en la Creación del Personaje es elegir el Rol de Personaje. Cada Rol de Personaje otorga una serie de Aptitudes (que influirán en aquellas Características, Habilidades y Talentos que te sea más fácil aprender o entrenar y mejorar). Otorga también un Talento y alguna clase de Bonificación especial exclusiva de ese Rol. Roles de Personaje:

• Asesino: Homicidas de talento dedicados al arte de tomar vidas. Traficantes de la muerte del mayor calibre, están entrenados para matar y gustan de matar a sus víctimas con una variedad de formas grotescas y siniestras.
• Buscador: Habilidosos cazadores e investigadores obsesionados con la persecución de su presa. Criban a través de los secretos del Imperio, viendo lo que otros no ven, y utilizándolo para purgar a su presa antes de acercarse para darle muerte.
• Desperado: Bribones y mercenarios que viven por su ingenio y la pistola en su cadera. Ladrones de talento, forajidos y criminales, venden sus servicios al mejor postor para llenarse los bolsillos de monedas.
• Guerrero: Endurecidos luchadores y veteranos con habilidad en todas las formas de combate. Son adeptos tanto en empezar como en terminar conflictos, así como en la aplicación brutal de la violencia para conseguir realizar el trabajo, sin importar el coste.
• Hierofante: Seguidores del Emperador llenos de celo, con una inquebrantable devoción a la fe. Son misioneros y sacerdotes cuyo solo propósito es propagar la palabra del Emperador y traer la muerte justa a Sus enemigos.
• Místico: Almas tocadas por la Disformidad y llenas de su poder extraño. Psíquicos, videntes disformes y shamanes tanto benditos como malditos con el poder de manipular las energías arcanas del Inmaterium y volverlas contra sus enemigos.
• Quirurgo: Maestros de la carne, con un conocimiento de sagrada anatomía que se presta tanto a las artes de la curación como a la tortura. Son devotos del estudio de las formas biológicas y los límites de los cuerpos mortales.
• Sabio: Mentes brillantes con un talento para los números, la lógica y los códigos. Son eruditos dedicados y conocedores rebosantes de conocimiento y saber. Son los guardianes de la verdad, y poseen un entendimiento sin parangón de la galaxia.

Por un lado Inquisidor Haldane Eisengaard suena bastante bien. Pero te hago las dos tiradas de 100 para que me sugieras algún nombre más y ya vea yo cuál me gusta más.

Respecto al rol… me gustan los tres siguientes: Buscador, Hierofante y Sabio.

¿Cuál crees que puede pegarle más al pj por la educación que puede haber recibido? Quizás Sabio… pero no sé realmente cuál puede pegar más. ¿Algún consejo?

- Posible nombre real: Ventium Heras, de la noble Casa Genevieve. Una casa noble menor especializada en suministros eclesiásticos y en alojamientos para peregrinos.

- Posible nombre inquisitorial: Inquisidor Haldane Eisengaard.

- Si eres un Sabio, puedes ser oficialmente un oscuro erudito especializado en historia de la Eclesiarquía. Tal vez hayas publicado un tratado menor sobre liturgia catedralicia de los últimos siglos en el planeta Desoleum. Tendrías mucho conocimiento, pero harías bien de mantenerte siempre por detrás del grupo. El clásico Inquisidor que no se mancha las manos y envía siempre a sus Acólitos a meterse en todos los fregados.

- Debes de tener en cuenta que a un personaje Sabio le cuesta mucho menos aprender y entrenar conocimientos y saberes, pero le cuesta mucho más todo lo que tenga que ver con otras cuestiones, como actividades físicas o habilidades de combate.

- En cualquier caso, hay una sustancial diferencia de poder entre tus capacidades reales de combate (tienes incluso menos que el Acólito promedio, pues tus 1000 PX iniciales se han gastado en comprar el Avance de Elite: Inquisidor) y las que deberían de ser (se supone que incluso el Inquisidor menos combativo es un hacha peleando). Deberías de evitar que tus Acólitos te vieran combatir (fallando una y otra vez, usando armas de lo más corriente y causando poco daño, etc., etc.). Esto elijas el Rol de Personaje que elijas.

- Un Buscador es una especie de cazador de hombres, un sabueso. Un Hierofante sería en tu caso en esencia un Clérigo de la Eclesiarquía.

La ventaja de un oscuro erudito eclesiástico de origen noble es que probablemente muy poca gente tenga motivos para incordiarte o molestarte en tu pequeño apartamento nobiliario en el Ápice de la Colmena Desoleum. Tus propios Acólitos podrían visitarte en el transcurso de sus investigaciones para consultarte algún oscuro saber y no tener ni idea de que eres tú, su propio Inquisidor.

Un Buscador de la Eclesiarquía, sería probablemente un cazador de brujas del Ministorum, los cuales a menudo entran en directo conflicto de jurisdicción con los Inquisidores. Suelen ser fanáticos que buscan a blasfemos, herejes y brujas para quemarlos en la hoguera, y que suelen considerar sospechosa a la propia Inquisición (los métodos de algunos Inquisidores, especialmente los Radicales, en verdad a veces bordean los límites de la herejía).

Un Hierofante de la Eclesiarquía sería un clérigo o sacerdote en activo, un predicador o confesor. Tendría seguramente obligaciones religiosas, como participar en ceremonias en la Catedral a la que esté asignado, o acudir a casas nobles para escuchar sus pecados en confesión, así como realizar otros sacramentos, como por ejemplo administrar los últimos ritos a un moribundo, u oficiar funerales.

Al final lo que eres, al menos en tu identidad real fuera de la Inquisición, resulta de conjugar tu origen noble, con tu pertenencia al Adeptus Ministorum, con la clase de personaje que eres.

Vale. Me quedo con los dos nombres, el real y el inquisitorial. Me han gustado ambos.

Por otro lado creo que me quedaré con el rol de Sabio. Me gusta la idea del oscuro erudito con muchos conocimientos, que debe mantenerse en segunda línea sin mostrar sus habilidades de combate reales. Mandaré a mis acólitos a hacer el trabajo sucio siempre (o siempre que pueda claro).

Imagino que con tiempo, podré ir aprendiendo aunque me cueste más algún tipo de combate o arma… para intentar mejorarlo todo lo posible y que si llega el día en que tengo que hacer uso de ello, que parezca que soy un máquina. Pero bueno, me centraré de momento en lo que sé hacer bien. Además de que debo imponer un aura de autoridad y respeto, y el hecho de no meterme físicamente en los fregados puede ayudar a ello.

Lo que no sé es si entorpecerá la partida o mi participación en la misma, si mi pj manda misiones a sus acólitos y sólo les acompaña en ocasiones, o incluso evita ir cuando haya posibilidades de combate. :)  Supongo que nos apañaremos bien y no habrá problema para que quede todo coherente.

- En esta edición los personajes no están tan rígidamente encasillados como en la primera, con sus tablas de rangos. Aquí es posible adquirir toda clase habilidades, incluso las que no son propias de tu Rol de Personaje. Es sólo que te cuesta bastante más experiencia comprar mejoras que no son de tu clase de personaje. Ciertamente, entrenar tanto saberes, como habilidades que refuercen tu autoridad y liderazgo como algunas habilidades de combate es todo una muy buena idea.

- No tiene por qué entorpecer la partida el hecho de que tu personaje evite implicarse activamente en los combates. A fin de cuentas, muchos grupos de Acólitos incluyen un Sabio y no es raro que sea el más incompetente en el combate.

- Si tu personaje tuviese tendencia a quedarse atrás o no acompañar a los Acólitos (que es algo bastante común en los Inquisidores en general, pues siempre están ocupados en mil cosas) una posibilidad sería usar un personaje alternativo para esas ocasiones, tal vez un personaje combativo que actúe como una especie de reserva, de caballería, o de apoyo cuando las cosas se ponen feas.

De todos modos, ir con los Acólitos y observarles fríamente mientras combaten sin mover un dedo por ayudarles tampoco me parece mal. Refuerza la mística de frialdad de un Inquisidor, y su suprema confianza y arrogancia en la seguridad de que sus Acólitos prevalecerán.

 Si tu personaje tuviese tendencia a quedarse atrás o no acompañar a los Acólitos (que es algo bastante común en los Inquisidores en general, pues siempre están ocupados en mil cosas) una posibilidad sería usar un personaje alternativo para esas ocasiones, tal vez un personaje combativo que actúe como una especie de reserva, de caballería, o de apoyo cuando las cosas se ponen feas.

Ok, la opcion del pj secundario de reserva me parece muy buena (sólo para por si acaso).

De todos modos, ir con los Acólitos y observarles fríamente mientras combaten sin mover un dedo por ayudarles tampoco me parece mal. Refuerza la mística de frialdad de un Inquisidor, y su suprema confianza y arrogancia en la seguridad de que sus Acólitos prevalecerán.

Esta opción también está bien. La probaré primero, y en función de qué tal vaya, veré si podemos seguir con esta opción o si usamos la del personaje secundario.

Algunas elecciones:

1) Noble:

1.a) Bendición del Emperador: Empiezas con un Umbral de Destino de 4. Es posible incrementar esto en +1 si consigues obtener un 10 natural en una tirada de 1d10.

1.b) Heridas: Son 9 + 1d5. Para tirar 1d5 se tira 1d10: Resultados de 1 y 2 se consideran 1. Resultados de 3 y 4 se consideran 2. Resultados de 5 y 6 se consideran 3. Resultados de 7 y 8 se consideran 4. Resultados de 9 y 10 se consideran 5.

2) Adeptus Ministorum:

2.a) Habilidades Iniciales: Debes elegir entre Escrutinio o Inadagar. Yo sugeriría Escrutinio, pues te permite intentar juzgar el carácter o la sinceridad de una persona simplemente escuchándola u observándola en silencio.

2.b) Talentos Iniciales: O bien Entrenamiento con Armas de Llama, o bien Entrenamiento con Armas de Baja Tecnología y también Entrenamiento con Armas de Proyectiles Sólidos. Esta opción es la que recomendaría, es decir la segunda, pues permite que manejes tanto un martillo de guerra de dos manos (un arma que en buena parte simboliza al Malleus como martillo de demonios) como también un revólver (un arma sencilla, fiable y fácil de sustituir). La otra opción te permite manejar una pistola lanzallamas, que ciertamente es interesante, aunque también resulta llamativa.

2.c) Aptitud de Trasfondo: Liderazgo o Social.

3) Rol de Personaje: Sabio.

3.a) Talento de Rol: Ambidiestro o Pistas de las Multitudes.

REPARTO DE CARACTERISTICAS:

- En esta edición existen las nueve Características de la primera: HA, HP, F, R, AG, INT, PER, V, EM. A esto se añade una nueva Característica, la Influencia, que puede usarse para conseguir Refuerzos (aunque esto es bastante difícil, pues requiere una puntuación alta de Influencia y el sacrificio permanente de Puntos de Influencia), o para conseguir algo de equipo, o cosas como pagar pasajes en una nave de peregrinos, un vehículo, o pequeñas mejoras en una de tus casas francas.

- Generalmente todas las Características empiezan con una base de 25 puntos, sin embargo debido a tu origen empiezas con Resistencia a 20, Empatía a 30 e Influencia a 30.

- Además, puedes repartir como quieras 60 puntos adicionales entre tus diez Características, pero ten en cuenta que ninguna puede subirse por encima de 40 de este modo.

- Durante el juego, a un coste creciente de experiencia, es posible conseguir mejoras de Características en intervalos de +5. Estos son los Avances de Características: Simple, Intermedio, Entrenado, Competente y Experto. La Influencia no puede aumentarse mediante experiencia, sino que va aumentando (o disminuyendo) en base al éxito (o fracaso) en misiones, especialmente si es público y notorio que lo has logrado tú y es tu mérito (lo cual a veces puede ser contradictorio con la necesidad de mantener la sutileza y un perfil bajo), y mediante otros sucesos en el juego (como que ganes poderosos aliados o poderosos enemigos).

1.a) La he tirado (la primera de 100 no vale).

1.b) Tirada también.

2.a) Escrutinio.

2.b) Entrenamiento con Armas de Baja Tecnología y Entrenamiento con Armas de Proyectiles Sólidos.

2.c) Liderazgo.

3.a) Pistas de las Multitudes.

En cuanto pueda me pongo con las habilidades.