Partida Rol por web

Dark Heresy: Capítulo Segundo.

Iocanthos, Demarcación Golgenna, Sector Calixis.

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25/06/2013, 13:11
Iocanthos: Puerto Amargura: Kerred Smyk.

Kerred Smyk y la cónsul Kosloff se pliegan de inmediato a los deseos y las órdenes de Aristarchus, se deshacen en balbucientes disculpas y os tratan como a dignatarios de la más alta alcurnia.

La Hermana Scythia, el Sacerdote Faith, Tercio Veridio y el Guardia Ostrogov recuperan todas sus armas y equipo y acompañan al Vidente Aristarchus al exterior de la Contaduría del Administratum.

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26/06/2013, 09:19
Tercio Veridio.

La espera me estaba matando, no entendía por qué tenía que ir todo siempre tan despacio, que si nos detienen, que luego nos sueltan, nos quitan las cosas, luego nos las devuelven, que si ahora nos lamen el culo... Y mientras tanto el vidente no se dignaba a tratar el tema que importaba: que Arlan había sido poseido por un demonio o algo así y que todavía había una misión que cumplir.

"Al menos hemos cogido un atajo, ya no tendremos que seguir al angelito por las calles porque ya hemos encontrado a nuestro objetivo -pensé.- En realidad, para ser más exactos, nos ha encontrado él a nosotros"

Y luego estaba el asunto de que a los que estábamos allí también nos había llovido fuego encima, pero claro, como decían en mi planeta: el que no llora no mama. Ya estaba temiendo que todo aquello se solucionaría con una palmadita en la espalda y una frase del tipo "Venga, Acólitos, a cumplir con la misión ¿eh?".

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26/06/2013, 09:55
Xerxes von Braun.

Creyendo tener la atención de Vladymir ladeó pesadamente la cabeza en busca del objeto de su infinito desprecio, pero desde donde estaba no podía verlo. Tampoco podía hablar. Apenas podía mover la cabeza o mantener los párpados abiertos… Apretó los dientes con rabia antes de soltar un gruñido gutural, profundo como el abismo del que había escapado, y aderezado con los agudos soplidos de sus pulmones dañados.

Después de aquello no tardó en sucumbir a la dulce inconsciencia, a ese mundo de ensueño donde el dolor no existe más que como un lejano eco. Un eco que en el caso del Cuestor se traducía en molestas luces parpadeando en los pasillos de paredes encaladas que conformaban el complejo en el que se había refugiado. Pero qué importaban las simples luces cuando allí no había ni un solo psíquico para trastocar su mundo.

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27/06/2013, 03:17
Sacerdote Tauron Faith.

Mi discurso funciona lo suficiente como para que no maten a Arlan en el acto y le da a Tercio los segundos suficientes que el granuja aprovecha para convencerlos de que no le rematen ahora que todo ha acabado. De todas formas, igual nos toman detenidos y nos desarman, para llevarnos al edificio del Administratum local.

Una vez dentro, somos liberados por orden del Vidente Aristarchus. Nos reponen nuestras armas y equipo antes de dejarnos ir. También a Arlan y a Xerxes se les deja bajo atención médica, para luego llevarse a Arlan en una nave negra que le someterá nuevamente a la sanción y los exámenes que se les hace a los psíquicos para evaluar su pureza.

Todo lo ocurrido ha sido sumamente extraño y estoy seguro de que no ha sido culpa del psíquico, pues le conozco con la seguridad que solo quien ha puesto su vida en riesgo al lado del compañero puede saber. He visto su pureza y su devoción por el Dios-Emperador. He visto como nunca se ha dejado corromper por el poder y siempre ha servido como un digno hijo y defensor del Imperium. No dudo que lo que ha ocurrido es más culpa del azar que de la corrupción.

Salgo del edificio junto con mis compañeros aun operativos y con el Vidente, a pesar de que estoy sumamente herido, casi tanto como el propio Xerxes, pero me alegro de estar aun operativo. No rechazaría un poco de atención médica, un poco del arte de los humores del cuerpo, pero no dejaré mi misión por el dolor de mis heridas.

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27/06/2013, 10:59
Iocanthos.

- Salís de la Contaduría del Administratum y os dirigís al Refectorio.

- Atrás quedan Xerxes y Arlan. Al primero lo volveréis a ver al término de esta misión, cuando regreséis a Escintilla. Al segundo puede que no le volváis a ver nunca más.

Notas de juego

// Salen de escena: Xerxes, Arlan.

// Siguen en: Sus escenas privadas personales.

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27/06/2013, 11:11
Insignia Inquisitorial.

EL REFECTORIO:

- El Imperio reserva este recinto amurallado para los adeptos y similares que visitan la ciudad de Puerto Amargura.

- Aristarchus reside aquí actualmente, y es donde los Acólitos dispondrán de un austero alojamiento para la noche.

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27/06/2013, 11:14
Iocanthos.

- Seguís a Aristarchus a través del recinto amurallado, dejando atrás puertas talladas con el águila imperial.

- Un funcionario os saluda en el recibidor, se inclina con deferencia ante Aristarchus.

- El Vidente os conduce a una oscura habitación abovedada y agradablemente fresca.

- A juzgar por las gruesas alfombras que cubren el suelo, la presencia de muebles de madera auténtica e incluso algunos tapices con motivos imperiales, alguien se ha tomado la molestia de hacer que la cámara resulte acogedora.

- Aristarchus se sienta en un sillón de cuero tras una mesa sobre la que hay una placa de datos con la insignia inquisitorial.

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27/06/2013, 11:19
Vidente Aristarchus.

El Vidente lleva puesta una túnica gris y su rostro delgado y atractivo esboza una leve sonrisa. Sus manos se dirigen a un estuche plateado, de donde sacan varias cartas de color marfil con las que juguetea un momento, antes de volver a guardarlas en el estuche, que luego guarda en una cartera negra que lleva colgada a un lado. La cartera es de seda de emadar, un material muy caro, y está cerrada con varios sellos de pureza de los que cuelgan largas cintas carmesíes.

- "¡Bienvenidos! Soy el vidente Aristarchus. Confío en que el viaje no se os haya hecho demasiado largo...

Y ahora, contadme lo que ha sucedido." -

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27/06/2013, 11:58
Sargento Vladymir Ostrogov.

Habían conseguido librarse de todo aquel lío, y aquello sólo podría ser obra del Emperador. Si el vidente no hubiera aparecido, probablemente su último recuerdo sería una ejecución para ser transformados en servidores. Pero, afortunadamente, éso no había pasado. 

Cuando llegamos a una cámara de aspecto acogedor, el vidente se sentó, y como era normal en aquella situación, quiso saber que había ocurrido.

-Verá, señor... Todo fue normal, al menos según nuestra experiencia... Incluido el ataque de ésos pandilleros de la cara tatuada. Intentamos darnos prisa, pues aquel que nos lideraba, el cuestor Xerxes, nos advirtió de que teníamos poco tiempo antes de que la autoridad apareciera, y como es natural, no queríamos perder el tiempo con explicaciones y revelar nuestra presencia. 

El guardia tragó saliva antes de proseguir, aún incapaz de creer que todo aquello hubiera ocurrido de verdad.

-Entonces, cuando ya nos estábamos marchando, el psíquico... Supongo que se descontroló. Parece que algo se hizo con su cuerpo, y empezó a atacar a todo y a todos con una furia y un poder que él no poseía. Por suerte, conseguimos acabar con ésa amenaza. Pero ya era tarde para evitar a los hombres de la autoridad, que nos llevaron presos. 

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27/06/2013, 12:58
Sacerdote Tauron Faith.

Siguiendo al Vidente Aristarchus llegamos finalmente el Refectorio, donde me admiro por la belleza y calidez de la habitación donde nos recibe el Vidente. Una vez se sienta, se presenta amablemente y pregunta por lo ocurrido, cosa que contesta Vladymir de forma muy precisa, por lo que contesto en modo de apoyo:

- "Ha sido tal como ha narrado mi compañero, Vidente Aristarchus. Fuimos atacados por una especie de grupo rebelde y herético caracterizado por tatuajes en el rostro en forma de llama. Durante el ataque nuestro psíquico fue poseído por una presencia demoniaca que se fue de su cuerpo al ser derrotada su forma física, pero los guardias ya nos habían tomado presos. Tuvimos suerte de sobrevivir, tanto al demonio como a una posterior purga por parte de los soldados."

Respondo mientras recuerdo los acontecimientos y me lamento de lo ocurrido con Arlan. Si aquella tragedia no hubiese ocurrido, estaríamos todos aquí y nada malo habría sucedido, pero la Disformidad nos ataca de manera insidiosa, cuando menos nos lo esperamos y no tiene piedad por las almas puras.

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27/06/2013, 13:47
Vidente Aristarchus.

Aristarchus os da un apretón de manos a cada uno de vosotros y os invita a que os sentéis en las sillas que hay en la habitación.

Reparáis en sus peculiares ojos de color dorado grisáceo y en el electrotatuaje de autorización de la Scholastica Psykana grabado en una de sus mejillas.

- "Sobre los hombres que iniciaron la pelea, los Ashleen, bueno, su actitud y su ataque no es la norma en Iocanthos. Algo les habrá puesto nerviosos, pero no les considero una verdadera amenaza." -

El Vidente llama al servicio con un gesto, y varios servidores de rostro inexpresivo ofrecen refrigerios y se llevan vuestro equipaje a vuestras habitaciones (mochilas, bolsas de viaje, y los bultos que permitáis que se lleven).

- "Sobre su compañero psíquico... Lamento decirles que no le auguro nada bueno y que muy probablemente le aguarda un calvario. Leí sus informes, ya había alcanzado el rango de Aspirante del Adeptus Astra Telepatica. Pero ha sufrido una posesión demoníaca de primera magnitud. Ello implica regresar al comienzo. Debemos enviarlo al Adeptus Astronomica en la Sagrada Terra para que sea reevaluado. Sus expertos valorarán el riesgo de futuras posesiones y si... Arlan Hex... es lo bastante fuerte como para controlar sus poderes y evitar por sí mismo que algo así pueda volver a suceder." -

Hace una pausa mientras consulta su placa de datos y un portafóleos de cuero lleno de pergaminos, hasta que encuentra uno en particular. Entretanto los servidores traen bandejas con comida y bebida.

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28/06/2013, 11:44
Tercio Veridio.

Dejé que los servidores se llevaran mis cosas, salvo el paquetito en el que guardaba la medalla que me habían otorgado, aquello era demasiado valioso como para dejarlo en manos de unos desconocidos. Comí y bebía pausadamente, recuperar fuerzas era necesario pues, a juzgar por el tono del Vidente Aristarchus, la misión se reanudaría muy pronto.

- Puede que esos Ashleen estén relacionados de algún modo con el motivo de nuestra presencia aquí, mi señor - dije respondiendo al tema que nos importaba.- Y a propósito de eso mismo y volviendo al asunto de la misión, el líder de la célula, Xerxes von Braun, tenía en su poder una placa de datos con información acerca de ella. No llegó a compartir esa información con el resto, supongo que no lo creyó conveniente - me encogí de hombros.- aunque dadas las circunstancias sería buena idea que contásemos con esa placa de datos. Hasta el momento, nuestra misión consistía en reunirnos con vos para poder conocer de primera mano los detalles acerca de esos extraños sucesos que están ocurriendo aquí.

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28/06/2013, 12:38
Vidente Aristarchus.

Aristarchus llama a un sirviente y le ordena ir a buscar la placa de datos que tenía Xerxes von Braun cuando le llevaron a la Contaduría del Administratum.

- "En breve recuperán esa placa de datos, Acólito Veridio.

Como saben, nuestro amo y señor ha sufrido graves pérdidas en la investigación de las sectas de Malfi. Le pedí ayuda para investigar los sucesos extraños que están ocurriendo entorno a la futura catedral que se está terminando de edificar, la primera catedral de Iocanthos. En respuesta, el Inquisidor me ha enviado a cinco miembros de su séquito y a la Hermana Scythia. Un importante desembolso de unos recursos escasos. Ahora, lamentablemente esa fuerza se ha visto menguada en un tercio.

Soy renuente a pedir auxilio a las autoridades locales. Las tropas del Administratum no saben moverse fuera de estos muros ni son de mi absoluta confianza. Los agentes del Arbites son competentes, pero están demasiado dispersos en sus misiones Estandarte por todo el planeta. Y la Abadía de la Aurora está demasiado lejos y no confío en que nos enviasen a más Hermanas como la Hermana Scythia aquí presente.

Por suerte, puede que no tengamos que recurrir a las vías oficiales para conseguir algo de ayuda extra. He sabido que ha llegado a la ciudad y al planeta alguien que nos debe un favor o dos." -

Aristarchus lee el pergamino que cogió antes.

- "Se trata de... la señorita Renata Canaglia Garibaldi, de la noble familia naval Garibaldi-Schwarzkopf. Su padre fue un heroico almirante fallecido en combate, y sus tíos y hermanos son oficiales bien situados en la Flota. Ella es algo así como la oveja negra de la familia, pero aún así podría sernos útil. Además tiene un guardaespaldas.

La encontrarán en la posada del Toro de Arena, aquí tienen las señas. Será fácil de reconocer, tiene aires de Rogue Trader, aunque una Rogue Trader sin nave ni tripulación, si entienden lo que quiero decir." - Aristarchus sonríe cálidamente.

- "Díganle que los Sagrados Ordos requieren de sus servicios en una misión. Ella entenderá que no puede rehusar.

Respecto a la misión que nos ocupa. He tenido la fortuna de pasar varias semanas en este... infausto puesto avanzado, y no he estado ocioso. Verán, aun con toda su miseria, Iocanthos ocupa un lugar muy especial en mi corazón.

El venerable San Drusus, con quien tengo el inmenso honor de estar lejanamente emparentado, conquistó este mundo para el Imperio sometiendo a sus salvajes habitantes y arrojando sobre ellos la luz y la gloria del Dios Emperador.

Como ya sabrán, está previsto que la catedral de Desesperanza sea consagrada a este insigne héroe, y no estoy dispuesto a tolerar que el recuerdo de este santo se vea empañado por la herejía, que un propósito tan sagrado sea frustrado por un brujo endogámico ni nada que se le parezca.

En cuanto a Desesperanza, la información que he podido averiguar parece indicar que está teniendo lugar algún tipo de fenómeno psíquico en ese asentamiento. Aunque basándome en los vagos informes que he recibido no sabría decir si se trata de la obra de algún psíquico imprudente aún no detectado, o si por el contrario se trata de algo aún más siniestro. Las evidencias sugieren que todos estos sucesos inexplicables ocurren en la nueva catedral o en sus alrededores. Estatuas que sangran, manifestaciones, ruidos fantasmagóricos, arañazos al otro lado de las paredes..." -

La voz del Vidente se va apagando mientras cavila unos instantes con la mirada perdida; luego saca una placa de datos de su cartera y la estudia brevemente antes de continuar.

- "Ah, sí. Desesperanza está al Norte, en la cumbre de las montañas que igual han visto viniendo hacia aquí. En un mundo más civilizado habríamos viajado directamente al puesto avanzado por el aire, pero aquí eso no es posible, por lo que tendremos que recorrer el llamado Camino de los Peregrinos, que en realidad no es más que un camino de tierra bastante transitado.

He conseguido un transporte, un todoterreno de caja abierta. Espero que lo conduzca alguno de ustedes, a mí nunca se me ha dado bien. Pero primero tendremos que atravesar el yermo de esquisto, y no va a ser un viaje fácil. Los lugareños afirman que esos páramos han sido testigos de las mayores batallas del largo y cruento pasado de Iocanthos, y que a día de hoy aún siguen siendo campos de contienda predilectos para los clanes.

Nadie lo sabe con seguridad, pero corren rumores sobre la existencia de criaturas terribles en el yermo; aunque seguramente las únicas amenazas de las que debamos preocuparnos serán bandidos y saqueadores. En cualquier caso, es mejor que estemos preparados para cualquier eventualidad.

Deberíamos partir al amanecer. Cuanto más nos entretengamos, mayor será la amenaza. La consagración tendrá lugar en cinco días.

¿Tienen alguna pregunta?" -

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29/06/2013, 16:36
Sargento Vladymir Ostrogov.

-Yo soy capaz de conducir si es necesario, señor... Pero tengo una pregunta, un mero formalismo... ¿Quién asumirá el liderazgo de la célula ante la ausencia forzada del anterior líder, el cuestor von Braun? 

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29/06/2013, 21:43
Vidente Aristarchus.

- "Bueno, yo mismo lo haré, Guardia Ostrogov. Soy el que lleva más años al servicio de la Inquisición.

Pero entiendo lo que quiere decir. Habrá momentos en que sea necesario un portavoz para tareas menores. Bueno, esta es una misión que guarda íntima relación con la Eclesiarquía, por lo que Tauron Faith será el candidato idóneo." -

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01/07/2013, 05:09
Sacerdote Tauron Faith.

Las heridas me duelen mucho, pues las quemaduras que el demonio causó en mi cuerpo fueron de gran intensidad y potencia, sacándome de combate de manera inmediata, estando a punto de asesinarme sin remedio. Solo gracias a la gloria infinita del Dios-Emperador es que estoy vivo y puedo seguir sirviendo con la misma devoción de antes.

Escucho todas las palabras del Vidente Aristarchus y las entiendo, asintiendo a cada punto hasta que habla de mi lugar como líder del grupo, a lo que contesto con calma y una voz firme pero amable:

- "Agradezco mucho su confianza, Vidente, pero la verdad es que yo no soy un acólito en plenitud, solo un aspirante a prueba, por lo que no veo apropiado tomar el papel de líder. Ofrezco mis servicios como una suerte de diplomático o representante externo, si es que lo necesitan."

La verdad es que no creo apropiado ser el líder si ni siquiera soy un acólito de verdad. Solo estoy a prueba hasta que pueda rendir los exámenes y ser aprobado. Hasta ese momento, no soy nadie relevante y solo debo servir desde la humildad de mi indefinida posición. Vladymir y Tercio están igual o mejor capacitados que yo para tomar el liderazgo, además de que ambos lo merecen más.

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01/07/2013, 11:55
Tercio Veridio.

No sabía si alegrarme o no de que el Vidente Aristarchus ni siquiera me hubiera considerado como un posible candidato a líder de la célula. Por una parte, estaría libre de las responsabilidades del liderazgo, que no son pocas, pero por otra, tenía que seguir aguantando que ciertas personas se formaran opiniones erróneas sobre mi.

"Al menos nos hemos librado de tener a ese chiflado como lider" - pensé, tratando de mirar el lado bueno de las cosas.

Mucha prisa por empezar la misión pero los que estábamos allí todavía estábamos hechos un guiñapo, sobre todo el sacerdote, que me sorprendía que aún se mantuviera en pie. Eso era algo que valía la pena tratar de solucionar.

- Con todos mis respetos, Vidente Aristarchus, pero creo que somos más valiosos sanos que heridos y medio quemados... Entiendo que la misión es prioritaria pero nuestras condiciones de salud deberían mejorar para poder llevarla a cabo adecuadamente ¿Sería posible recibir atención médica de algún tipo antes de ponernos en marcha?

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01/07/2013, 12:13
Vidente Aristarchus.

- "Me han comunicado que les han atendido ya de sus heridas en la Contaduría. De todos modos, vayan esta noche a que les revisen los vendajes y mañana por la mañana antes de partir a que se los cambien y les hagan nuevas curas. Eso tendrá que bastar.

Respecto al liderazgo, bueno el Padre Tauron tiene razón, aún no es oficialmente un Acólito reconocido.

En ese caso será el Guardia Ostrogov el indicado. Sobretodo para temas de seguridad de la célula y situaciones de posible enfrentamiento táctico, creo que ya tiene experiencia en ese cometido." -

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01/07/2013, 12:18
Sargento Vladymir Ostrogov.

-Será un honor para mí, señor-dijo Vladymir, saludando marcialmente al vidente. El propio Tauron se había dado cuenta de lo inapropiado de la situación y había hablado sobre ello, lo que dejaba claro que, al menos, seguía siendo un hombre justo.

"Ahora, sólo tengo que ocuparme de llevar ésto adelante, y a ser posible, sin que ninguno de los presentes muera..."

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01/07/2013, 13:12
Iocanthos.

- Los cuatro dejáis el despacho del Vidente Aristarchus en el Refectorio y podéis visitar vuestras habitaciones, que son austeras, pero limpias y ordenadas, donde os podéis asear, cambiar de ropa y elegir qué objetos lleváis encima para ir a la posada el Toro de Arena, en la zona marginal del complejo industrial, cerca del espaciopuerto.