Partida Rol por web

Das Boot (DM 02/20)

CAPÍTULO 1: LA ROCHELLE

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06/02/2020, 19:53
DIRECTORA

La nave se aproximaba a los astilleros de La Rochelle, pero no era una entrada triunfante, sino un regreso que por poco, no tenía lugar con las manos vacías, y a pesar de eso, la guerra marchaba con escasas esperanzas de que terminase bien para la madre patria, o al menos, eso era lo que la mayoría pensabais. 

El sonido de la artillería se podía oír a lo lejos, y no era alemana, sino aliada, al igual que los aviones que no solo os habían atacado, sino que dominaban el espacio aéreo.

No había una orquesta para recibiros, como tantas veces había sucedido en los albores de la guerra. No había hombres, mujeres y niños deseando unirse a vuestra tripulación.

Los u-boot eran ataúdes marinos y todo el mundo lo sabía.
Aquel 11 de septiembre de 1944, el bravo Siegreich regresaba a la base, pero no como héroes, sino como reliquias de una guerra ya perdida.

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06/02/2020, 20:00
DIRECTORA

La entrada en el puerto, a pesar de todo, fue recibida con felicidad por todos los hombres. Ahora habría mucho trabajo que hacer, pero no antes de que todos pudieran ir a descansar y divertirse, y que el capitán fuese a informar a su superior. Quizás los demás, pudieran caer en el olvido. El capitán, no.

Notas de juego

Todos podéis ir de juerga o donde queráis. Lo normal es que los marineros se vayan al prostíbulo de turno o a descansar, o a ver a la familia si es que alguien la tiene allí, dependiendo de vuestra historia personal. El capitán, a ver a los mandos y ya después, se podrá reunir con los demás o ir a ver a quien quiera.

Ahora mismo, un poquito de relax, para que nos quejéis XD

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06/02/2020, 21:24
Peter von Agstein

El ambiente en el puerto era... Tétrico, casi como en un submarino. Eso solo podía significar que la guerra... Iba peor. von Agstein se lo imaginaba, por los escuetos comunicados que recibía, pero no sé sé imaginaba que la Rochelle ya sería casi un puerto habitado por fantasmas... Al menos de espíritu. Casi se sentía cómodo, veía en las caras de mucha gente él cansancio que él sentia...

-Bueno, señores, tómense un descanso, se lo han ganado. Tenientes, me voy a ver a los mandos del puerto, tengan a la tripulación disponible por si requieren que salgamos pronto. Señor Martin, encargue las reparaciones. 

Iba a presentar sus respetos e informe a las autoridades competentes, así como pedirles permiso para ir a Munich, a ver a su familia... De todos modos, iba a buscar el modo de entregar las cartas a los familiares de los marinos muertos... 

Cuando llegó al mando del puerto, se identificó:

-Capitán de Corbeta von Agstein del U-2004 se presenta.

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07/02/2020, 04:02
Derek Strauss

Derek Strauss no era un joven como el resto. Mientras gran parte de la tripulación  únicamente en ir a un bar de copas, emborracharse y pagar a unas mujeres de vida fácil por algo de sexo, él en cambio tan solo pensabpensabsa en regresar al mar y seguir contribuyendo a hacer del Tercer Reich una nación aún más fuerte. 

Estuvo tentado a acompañar a von Agstein para presentar respetos a sus mandos superiores en La Rochelle, pero finalmente descartó esa idea. Más por vergüenza que por otra cosa. En el mar había pensado cosas muy feas sobre el capitán y consideró que no sería apropiado ir de su mano en esos momentos, sino cínico y ante todo Derek era alguien consecuente con sus principios y sus acciones.

Además, necesitaba reposar su atribulada cabeza. La tensión vivida durante las últimas jornadas había afectado a su mente. Casi creía que iba a enloquecer si no lo había hecho ya. Descanso era lo que necesitaba.

Lo cierto era que se sentía desubicado en La Rochelle. No era un joven alegre como Max, o alguien que supiera aprovechar su tiempo libre como Johann. Realmente no sabía muy bien que hacer con su tiempo libre. Lo que si haría sería escribirle una carta a su madre y otra a Fräulein Helga.

Justo antes de empezar la guerra había empezado a cortejar con Helga. Le había prometido que regresaría como un héroe y con un alto cargo en el ejército que después de la guerra les daría una buena posición. Quería casarse con esa mujer y tener no menos de tres o cuatro preciosos niños arios y nacional socialistas. Sólo esperaba que Helga supiera esperarle, pues de lo contrario la decepción acabaría con él, si no lo había hecho la guerra antes.

Fuera como fuera, necesitaba un lugar tranquilo para escribir. El Siegreich iba a serlo, pues nadie quedaría abordo. Sin embargo, incluso a él le vendría bien pasar un rato en tierra firme. Por ello se dirigió a una pensión. Trataría de comer bien, encontrar un poco de paz para escribir y dormir en una buena cama sin tener que escuchar los ronquidos del resto de oficiales.

Finalmente se despidió de sus compañeros y se encaminó en busca de una habitación donde disfrutar de la soledad y si podía ser, cosa que dudaba, también del silencio. 

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07/02/2020, 09:44
DIRECTORA

Notas de juego

Es tu habitación de siempre? Lo digo por recibir carta de Helga.

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07/02/2020, 10:06
Derek Strauss

Notas de juego

Por mi bien!

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07/02/2020, 11:33
Oberstabsbootsmann Johann Martin

Sintió como si la entrada a puerto fuese con la cabeza gacha, como diciendo... "nosotros hemos vuelto... otros no". Era consciente de que en ese año, les estaban zurrando, pero bien, y las pérdidas de u-boots estaban siendo terribles... Casi daba vergüenza estar entre las cada vez menos tripulaciones que regresaban de las patrullas... Pero solo "casi", pues la ansiedad por llegar a la seguridad de, primero, el gran búnker de hormigón que albergaba la base de La Rochelle, y luego, la de cierra firme eran la luz que les guiaba, como si de luciérnagas se tratasen.

Atracado el submarino en una de las dársenas, y tras la orden del Capitán, se puso manos a la obra; el reglamento indicaba claramente que el período de descanso tras una misión, debía respetarse, para estar listos cuanto antes para acometer otra patrulla... Pero antes de que el descanso real empezase, había que cerrar los flecos de esta patrulla... En su caso, consistía en realiar un somero informe de daños, así como del estado del submarino, para que el personal de base se hiciese cargo de las reparaciones cuanto antes.

Le preocupaba sobremanera el estado del casco de proa, en la zona de la sala de torpedos; la vía que sufrieron, si bien fué controlada, sí que pudo compromerter el equilibrio de masas de la nave. Tras entregar el informe, y brindar con el jefe de mecánicos de la base, con un vaso generoso de aguardiente... ya sí que pudo dar por terminada la misión... En unos días, iría a hacer una revisión y a comprobar el avance de los trabajos de base, pero, de momento, podía relajarse...

.... lo cual, en su caso, implicaba buscar una taberna próxima al burdel más cercano... Cuando juegas con la muerte... deseas, sobre todo, sentir la vida.

Notas de juego

Si, me ha salido putero.

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07/02/2020, 11:44
DIRECTORA

Cuando llegaste al edificio en donde residías, el portero te saludó con una reverencia casi exagerada y quitándose la gorra para demostrarte su respeto. Aquella raza inferior, llena de mezclas despreciables, no merecía ni que perdieras uno solo de tus minutos en él. Muchos marineros se despreciaban a sí mismos uniéndose a putas francesas, pero ni siquiera eso era algo que tú pidieras soportar.

Además, tu Helga estaba esperándote, en la madre patria.

Cuando entraste en el apartamento, había una carta de ella precisamente en el suelo. La recogiste y antes de nada, la abriste para leerla. El correo marchaba mal en la guerra, y cada carta suya era recibida como un soplo de aire fresco que te recordaba por qué luchabas y también, que la victoria no debía estar lejos.

Querido Derek:

Tu carta tardó bastante en llegar, pero disfruté enormemente de ella. Cada noticia tuya me convence de que estamos más cerca de ganar, aunque últimamente, las noticias que llegan no son demasiado buenas. Parece que hay muchas bajas en el frente del este, pero no nos dan demasiada información.

En Berlín, todo está tranquilo. El otro día, el Fuhrer en persona apareció en público y dio un discurso glorioso. Algunos decían que tras el atentado que sufrió en julio, ya no era el mismo, pero después de escucharlo, sé que venceremos. ¡Oh, cariño! ¡Estoy tan orgullosa de ti! ¡Cada día miro los periódicos esperando que tu nombre aparezca en letras grandes! ¿Cuántos barcos enemigos habéis destruido? Espero que muchos.

....

La carta se extendía durante un par de párrafos más hablando de tu familia y la suya. Todos estaban bien aunque empezaban a notarse los racionamientos en algunas cosas. Después, continuaba más personal.

...

Te quiero y estoy muy contenta de que estés luchando por nosotros en esta guerra. Vuelve pronto, pero vuelve victorioso. Confiamos en nuestro Fuhrer y también en que nuestra patria y el Reich prevalecerá.

Hail Hitler.

Tu amada que te echa de menos,

Helga 

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07/02/2020, 11:47
DIRECTORA

Estabas cansado y visiblemente agotado psicológicamente, no tanto porque hubieseis estado a punto de perecer bajo las aguas, como por que se había convertido en algo habitual. Vuestra vida consistía, resumidamente, en meteros dentro de una lata de conservas y luchar contra el destino que deseaba ahogaros.

Además, la guerra se estaba perdiendo.

Por mucho que os dijesen lo contrario, se notaba en la actitud de los mandos, en la ausencia de barcos y aviones alemanes, en el silencio que procedía de algunos territorios de los cuales ya no se tenían noticias, o simplemente, del color del cielo, que parecía teñido de sangre.

El cuartel general estaba lleno de banderas rojas con la esbástica, pero si alguna vez te produjo algún sentimiento, en aquellos momentos solo experimentabas desidia.

Cuando llegaste a la oficina del oficial al mando, su secretaria te indicó que esperaras. Para ella no parecía que hubiese guerra. Estaba limpia y bien alimentada, y seguramente, aún creía en la victoria final. ¡Pobre ingenua!

Segundos más tarde, te dejaba entrar.

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07/02/2020, 11:51
Gluck

El hombrecillo que había detrás del escritorio se puso en pie con una enorme sonrisa y salió para estrecharte la mano.

-Capitán, me alegra verle de una pieza. He oído que han tenido algunos problemas pero que han sabido superarlos, tal y como corresponde a un oficial del Tercer Reich y a nuestra flota de submarinos. Pero siéntese, siéntese, y cuénteme cómo le ha ido.

El capitán era afable y parecía verdaderamente complacido por tu presencia en aquella oficina.

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07/02/2020, 12:55
Peter von Agstein
Sólo para el director

Maldición, parecía que a aquella oficina, la guerra no había llevado la desolación que si llevaba a otros muchos puntos de los dominios de Alemania. Todo parecía igual, igual que al principio de la guerra, tras la ocupación de Francia. ¿Pero qué pensaban? Maldición... 

Desde luego, el no seguir recibiendo noticias de sus amigos de infancia del frente ruso, o las pocas que recibía desde Italia, le indicaban que en realidad, todo iba regular. De hecho, sabía que las cosas iban mal, y el recibimiento había sido lo que le había llamado la atención especialmente... Alemania... iba a caer derrotada. Y aquel amable capitán, estaba allí, sonriéndole, y pidiéndole cuentas de lo que había hecho... Le estrechó la mano, y comenzó a responderle. 

- Capitán, el Capitán de Corbeta Peter von Agstein se presenta. Si, hemos tenido problemas, pero nada que el Siegreich no pueda soportar. Dos bajas, que lamento en mi corazón, y la angustia de que los bastardos ingleses nos pueden alcanzar en cualquier posición... Traemos una captura, únicamente, la aseguramos con dos lanzamientos. Por lo demás, nuestra zona de patrulla nos resultó infructuosa, ya que el ataque ocurrió al regresar de la misma. ¿Qué noticias hay de la invasión por Francia? ¿Podría coger unos breves días de permiso para ir a Munich a ver a mi esposa y mis hijos? Por supuesto, si... no hay órdenes inmediatas, aunque necesitaremos algún tiempo para reparar el submarino... Aquí tiene los informes. 

La voz monocorde de von Agstein, y sus pocas inflexiones, estaban remarcando claramente que estaba algo cansado, y aunque veía que el capitán estaba a gusto de su presencia, Peter estaba en realidad... deseando que todo acabara. La muerte de dos de sus tripulantes sólo reforzaba su cansancio, y su sentimiento de no poder ayudar a su familia del U-2004... 

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07/02/2020, 16:31
Derek Strauss

Recibir correo era siempre una bendición para Derek. Echaba mucho de menos a su querida Helga y hubiera regresado a Berlín en ese preciso momento de haber podido. No obstante, su sentido del deber le impedía abandonar aquella guerra. Sabía que cuando lograran vencer en aquella contienda, podrían crear un mundo mucho mejor, un mundo abierto a la modernidad, un mundo de justicia y un mundo alemán. Pero para que llegara ese día, debían seguir luchando y hacer sacrificios, muchos sacrificios.

Derek se sentó en la mesa del escritorio de su pequeña habitación en el edificio del numero cuarenta y cuatro de la calle Fleur de Lys en La Rochelle. Esa había sido su casa desde que fuera destinado a dicho puerto y aunque sus estancias en la misma habían sido pocas, le había cogido cierto cariño y aunque no quisiera admitirlo, echaría de menos su morada durante la guerra. Agarró una pluma estilográfica y comenzó a escribir.

Querida Helga:

No sabes cuanto te echo de menos. Pienso en ti a todas horas y cada vez que salgo de guardia, tengo miedo de no regresar a puerto y no volver a tener la ocasión de verte. Pero como sabes, es necesario para que nuestro futuro sea como hemos soñado, que siga aquí en el frente, aportando mi pequeña gota de agua, para que el Tercer Reich salga vencedor en esta dura contienda.

Como sabes y dicen las noticias, las tornas han cambiado. La verdad es que los aliados, esos pérfidos perros del infierno, empiezan a recuperar terreno, pues las últimas compañas no han ido como estaban planeadas. Pero no debemos desesperar y tenemos que continuar combatiendo con garra y con ahínco. Se que el alto mando está preparando una contraofensiva y si éste tiene éxito, pude que decante la guerra finalmente hacia nuestro bando. Tenemos que tener fe en nuestro Führer y en nuestros líderes militares. 

Todo irá bien cariño mío.

De hecho, hoy mismo hemos desembarcado en La Rochelle. Te escribo desde mi apartamento, pues tendremos unos días de merecido descanso. Durante la última patrulla, logramos hundir un carguero canadiense escoltado por dos acorazados y posiblemente dejamos tocado a un segundo carguero. Como digo, nosotros seguimos aportando lo que podemos y aunque no parezca demasiado, paso a paso llegaremos a nuestro destino.

El regreso a puerto fue accidentado, nos detectaron y dispararon varias cargas de profundidad. Luego varios spitfire británicos nos localizaron mientras recargábamos batería en tierra. Casi nos hundieron, pero logramos regresar a puerto. Por poco no lo contamos. Lothar y Gunther cayeron en esa ofensiva. Les echaremos de menos. Buenos hombres.

Voy a descansar un poco mientras los chicos se emborrachan y cosas peores. Sabes que eso no va conmigo.

Heil Hitler!

Siempre tuyo, Derek.

Y una vez acabó de escribe la carta, dobló el folio y lo introdujo en un sobre. Acto seguido se quitó la ropa y la dejó doblada sobre el comodín. Estaba cansado y necesitaba relajarse y dormir. Esperaba que no le despertaran antes de tiempo, pero estando en guerra, todo era posible. Cerró los ojos y se durmió pensando en Helga.

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07/02/2020, 18:56
DIRECTORA

El burdel era bastante grande, en otros tiempos, era un buen hotel, y en él estaban los miembros de varias tripulaciones que o bien se iban a hacer a la mar, como vosotros, o acababan de regresar. No había control sobre lo que se bebía ni cuánto, ni tampoco sobre con quien se iba cada cual. Una mujer cantaba en lo alto del escenario, aunque a duras penas lograba hacerse oír. Claro que la facilidad con la cual se apartaba la falda, compensaba todo lo demás. Las prostitutas se paseaban por todo el salón y se dejaban manosear con facilidad, mientras el alcohol corría de mesa en mesa.


 

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07/02/2020, 19:00
Gluck

El capitán te observó sin pestañear, tomando asiento de nuevo detrás de su escritorio.

-Bien, bien. No se preocupe, capitán. Las bajas forman parte de la guerra y estoy seguro de que fueron inevitables. Pero en cuanto a pedirse una baja, mucho que temo que tendré que denegársela. Su llegada ha venido como si el mismísimo Fuhrer lo hubiese preparado. Mañana tendrán que volver a zarpar y esta vez, con una misión que podría cambiar el curso de la guerra.

El hombre abrió una carpeta y miró un momento unas cuantas páginas que había en su interior, antes de volver a centrar su atención en ti.

-Deberán reunirse con uno de nuestros agentes que actualmente se encuentra en Buenos Aires y que se reunirá con ustedes en Mar de Plata. Una vez abordo, recibirán nuevas instrucciones. En cualquier caso, esta misión es fundamental y el agente estará al mando de todas las operaciones, ¿entendido? Puede usted informar a sus hombres si lo considera necesario, pero a nadie más. 

Después de hablar con tanta seriedad, su rostro adoptó de nuevo un gesto relajado.

-Pero esta noche, puede usted disfrutar de nuestra hospitalidad. En el Hotel Emperador encontrará todo lo que necesite, incluyendo la compañía que más prefiera.

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07/02/2020, 20:16
Oberstabsbootsmann Johann Martin
Sólo para el director

Como sabía de sobra como era esto... antes de estar completa, total, y absolutamente borracho, se "dejó querer" por una de las chicas, y sin demasiados preámulos, negoció la tarifa; la normal en estos casos... uno rapidito para desfogar, que nunca sabes cuando te va a caer una carga de profundidad, y cuando estuviese más borracho, seguro que no saldría el torpedo.

Ella era rubia, modelo standard, de buenas y armoniosas líneas; pero la verdad, se habría conformado con bastante menos, pero en los burdeles de oficiales como este, la calidad estaba garantizada... y además, la limpieza, que estar con ladillas o piojos en un submarino... no es lo mejor de este mundo.

Se dejó llevar hasta los "camarotes" de la planta superior, saludando con un gesto de la cabeza a capitanes y oficiales conocidos... reparó en que esta vez se estaba cruzando con menos caras de esas, que en ocasiones anteriores, y ello le puso triste... todo se iba a la mierda. Se paró para echar un trago, pues no había soltado la botella de Schnapps... tenía la sana intención de acabar con ella íntegra en su estómago, salvo algún trago para "la fragata" que le iba a "hacer la puesta a punto del eje de la hélice". Siguiendo ese culo que iba ante él, se concentró en lo que tenía por delante, nunca mejor dicho.

Intentaría que la noche durase, pero sabía que acabaría, inconsciente, en cualquier rincón... y ese era su plan para varias noches consecutivas.

...Y tenía que reconocerlo... tenía un buen trasero la chica... y "tobillo fino", que eso también le gustaba...

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07/02/2020, 20:40
Max Weitzmann

El ambiente lúgubre que se respiraba a la llegada a La Rochelle poco importaba a Max. Había vuelto y eso significaba al menos volver a embarcarse una vez más, era para lo que vivía. Bueno... Para eso y para divertirse. Era joven.

Después de besar tierra firme animo a sus cámaras a seguirlo a la taberna más cercana. Allí tenia una cuenta pendiente con una chica, la mesera. Renée. De ella le encantaba esa manera de ser. Era poco accesible, cortante a veces. Otras ocasiones  mostraba su mejor sonrisa y era de lo más amable. Era tan imprevisible que a Max le resultaba atrayente.

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07/02/2020, 22:37
Peter von Agstein
Sólo para el director

Peter von Agstein se quedó con la cara petrificada, se esperaba de todo... Menos tener que hacerse a la mar al día siguiente. Que no le concedieran permiso para ver a su mujer e hijos en Munich le parecía normal, eran muchos días y Alemania les necesitaba, pero... ¿mañana? Creyó que estaba un poco equivocado, teniendo en cuenta los daños del submarino... 

-Perdone, señor, sé que los muchachos están deseosos de servir al Führer, y que aunque tengan un solo día de descanso, estarán alegres por servir a la patria. Pero el U-2004 tiene daños que... Necesitan reparacion, y no creo que esté para mañana. Y necesito dos hombres para sustituir a los caídos... Y más si quiere que hagamos un viaje... Transoceánico. 

von Agstein estaba mirando a su interlocutor con cara de no saber que hacer. Algo importante debía ser, y urgente, para pedírselo al primer submarino que pasaba, y probablemente no podría negarse, pero estaba reticente a hacerse a la mar tan pronto, y con tan poca información. Sus tenientes estarían asombrados de ello, y su tripulación... Cabreada, seguro. Y Martin... Morrería Al que se pudiera por medio si no reparaba la nave. 

¿Qué es eso de tamaña importancia para nuestra nación? ¿En que podemos servir? Estariamos encantados... Con él submarino en las mejores condiciones... Y si debemos hacernos a la mar sin esas reparaciones... Necesitaré una buena razón para la tripulación, señor. O al menos, para los oficiales. Y, señor, no necesito más que su palabra de que entregarán una carta a mi mujer en Munich, pase lo que pase. 

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08/02/2020, 09:53
Gluck

Glock era un hombre inteligente. Sabía bien hasta donde podía forzar una situación por las buenas, y cuando debía hacer uso de su rango. También era consciente de todo lo que se estaban jugando, el futuro del Tercer Reich. Eso no era poco; lo era todo.

Así que esperaba las protestas, aunque fueran comedidas, del capitán. ¡Cómo no iba a haberlas! Ningún capitán que mereciera su consideración dejaría de abogar por su tripulación y su embarcación.

-Me temo que no es posible perder tiempo en eso -te respondió, negando con la cabeza -. Tendrá que valerse con los hombres de los que dispone y realizar las reparaciones que pueda por el camino. No podemos perder tiempo. 

Al ver que el capitán continuaba con sus protestas, se puso más inflexible.

-Veo que no se da cuenta de lo que le estoy diciendo. La supervivencia del Tercer Reich puede estar en esta misión. No disponemos de más submarinos que puedan llegar tan rápidamente como el suyo. La razón es obedecer al Fuhrer y continuar luchando hasta el final, como siempre hemos hecho, a no ser que alguien quiera ser acusado de alta traición y ejecutado, en cuyo caso, no tiene más que decírmelo -dijo Glock, esta vez, con fiereza y determinación en su mirada -. En cuanto a su carta, por supuesto que la entregaremos. No sé por qué ha pensado lo contrario. ¡Es por nuestras familias por lo que luchamos! Así que prepárese. Saldrá mañana a las nueve de la mañana.

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08/02/2020, 10:03
DIRECTORA

La mayoría de la tripulación se había ido al Hotel Emperador, el mayor burdel de La Rochelle, pero en tu caso, Renée tiraba bastante más. Así que te acercaste a la taberna en la cual estaba sirviendo, y allí estaba, librándose de las manos atrevidas mientras servía una bebida tras otra.

En aquel lugar se mezclaban las miradas tristes de los franceses, y las desquiciadas de algunos marineros y soldados que habían decidido parar allí antes que en cualquier otro lugar.

Cuando te vio entrar, no sonrió, pero no sabías si era porque no le apetecía, o porque estaba demasiado ocupada para hacerlo.