Partida Rol por web

[D&D 3.5] El Destino de Lucarrion

Capítulo 8. El Conjuro.

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15/05/2019, 07:46
Narrador

El grupo avanzaba por aquellas solitarias calles y amplias avenidas llenas de escombros y basura. A diferencia del resto de la ciudad, aquella zona no era una enorme urbe llena de gente de toda clase y todo tipo que deambulaba calle arriba y calle abajo inmersa en sus propios asuntos. Los pocos individuos con los que se topaban se encontraban quietos frente a los portales de sus viviendas y les miraban de arriba abajo al pasar sin ningún tipo de pudor. Incluso varios grupos de niños les miraron con desprecio y sin miedo alguno pese a la apariencia que portaba el grupo de extranjeros. Era evidente que allí vivía lo peor de toda la ciudad.

Por suerte o por desgracia, nadie se dirigió a ellos. Aunque si que murmuraban entre si al paso de los seis extraños sin quitarles ojo de encima. Un hombre con cara de perro le dijo algo a un chiquillo que estaba sentado a su lado frente al portal de una antigua fábrica y éste sin preguntar nada salió corriendo por un callejón. Más adelante, una mujer tuerta y de piel bronceada como el hollín y que portaba un delantal mientras sacudía una alfombra le susurró algo a un hombre esmirriado que se apoyaba contra el muro de una chabola y éste asintió con la cabeza introduciéndose en el domicilio.

Muchos gestos más similares a aquellos se repitieron a lo largo del camino en dirección a aquella taberna del "Camello Rampante". Empezaban a tener la sospecha de que los vecinos de aquel barrio estaban tramando algo contra ellos. ¿Iban a tratar de robarles? ¿Iban a intentar matarles? Todo era posible y casi probable, pero ya estaban metidos de lleno en aquel terreno fangoso. 

Fuera como fuera, siguieron avanzando durante algunos minutos más. Al fin y al cabo estaban bastante seguros de sus habilidades marciales y mágicas como para no tener miedo a un enfrentamiento con rufianes como los que moraban en el barrio de los Talleres. Mientras el grupo debatía que hacer y como hacerlo, en el remoto caso en que pudieran dar rápidamente con Bloj el Malo, llegaron hasta lo que parecía ser una tranquila plaza con una fuente en el centro llena de pestilente agua estancada.

Allí se encontraban otros dos hombres apoyados contra una de las paredes de una vivienda. Ambos eran hombres altos y fornidos. Mucho más altos que un humano medio y también mucho más vigorosos. Portaban armaduras bajo sus capas oscuras e iba bien armados. No parecían de la zona y aunque llevaban una capucha que les ocultaba la cara, era evidente que no eran malakinos. Sin duda eran guerreros, guardaespaldas o quizás asesinos.

Notas de juego

Vosotros sois los círculos azules. Los hombres fornidos los círculos rojos.

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15/05/2019, 16:14
Niren

Niren tenía claro que cuanto menos tiempo pasaran en aquel lugar, mejor. No tenía la menor intención de entretenerse con nada que no fuera llegar a la maldita taberna y encontrar al maldito Bloj para ver si tenía algo de información útil que desatascase de una maldita vez aquella situación de estancamiento.

Le daba igual qué clase de elemento viviera en un sitio que necesitaba dos guardaespaldas extranjeros y bien armados o lo que fueran si no era el "Camello Rampante" que buscaban. No tenía motivos para acercarse a semejantes tipejos así que siguió caminando.

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16/05/2019, 10:28
Sir Haldir

—¿Tienes algún problema? —le había preguntado Haldir al hombre la cara de perro.

Este le había mirado con desprecio infinito, e incluso se había atrevido a decirle: ¡uh! El caballero rubí reprimió sus deseos de soltarle un puñetazo. Aquel hombre era capaz de repetir el proceso y entrar en un bucle infinito.

No dio crédito cuando aquellos dos hombres les salieron al paso. ¿Dos hombres? ¿Contra seis oponentes armados hasta los dientes? Debían de estar de broma.

Y como broma se lo tomó. Siguió a Niren e ignoró a aquellos matones. 

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17/05/2019, 15:50
Oripell

Así que tenemos que hacer número… ¡Contad conmigo!

Oripell salió de su barril y se sentó en el hombro de Gambrinus. En contra de lo que solía ser habitual el elemental de cervez no dijo nada mientras discurrían por el barrio de los Talleres. Se limitó a observar mientras hacía número como si intentara no llamar la atención. Era raro verlo tan silencioso así que quizás su amo se lo había ordenado por el vínculo empático que los unía. Conociendo al magodiano, ya era bastante que lo dejara estar fuera.

Y así fue hasta que llegaron a la altura de los dos hombres fuertemente armados. A esos dos, el familiar los saludó como la clásica anciana de un pequeño pueblo que saluda a cualquier persona con la que se cruza, la conozca o no.

Buenas tardes—dijo con voz ronca.

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20/05/2019, 15:39
Narrador

El grupo estaba pasando de largo. Hicieron como si aquellos dos hombres de aspecto intimidante no estuvieran allí. Al fin y al cabo no les habían dirigido la palabra y aunque los miraban de arriba abajo, por otra parte como estaba haciendo todo ser viviente desde que entraron en el barrio de los talleres, no tenían porque saludarles ni interactuar con ellos por razón alguna. Al fin y al cabo, la entrada de la posada " El Camello Rampante", no era sobre la que estaban apostados.

Fue justo cuando ya iban a dejarlos atrás, cuando el entrometido elemental de cerveza hizo su aparición en escena saliendo de su barril contenedor. Si ya de por si era un ser que llamaba la atención a cualquiera, los elementales no eran demasiado numerosos en Gea, menos lo eran los de un elemento tan poco elemental como la cerveza. Enseguida que Oripell se sentó sobre el hombro del magodiano, las miradas de los dos encapuchados se centraron sobre este y cuando abrió su bocaza, acabó de sellar el reclamo.

Lo dos bandidos, porque no tenían pinta más que de eso, se interpusieron en el camino del grupo. Uno de ellos plantó su palma sobre el pecho de Sir Haldir, quien avanzaba en cabeza, junto a Innos y Liadrel a sus flancos. Los dos encapuchados fruncieron el ceño ya apretaron los labios. Lo cierto era que...no sabían con quien se estaban metiendo.

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20/05/2019, 15:47
Bandido 1

No tan rápido... - Dijo aquel hombre que acababa de posar su enguantada mano izquierda sobre el poderoso pecho de Sir Haldir, mientras se llevaba la otra mano a la empuñadura de su espada. - ¿A dónde os creéis que vais? - Les preguntó y entonces miró a su compañero.

Ese momento en el que desviaba la mirada hacia el otro asaltante, podía ser letal de necesidad. Sir Haldir ya le había demostrado al comerciante de nombre Saidi, que era un hombre rápido con la guadaña y que no dudaba demasiado en utilizarla.

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20/05/2019, 15:53
Bandido 2

¡Sí! - Exclamó el otro rufián de poca monta. - ¿A dónde creéis que vais? - Repitió la misma pregunta que la de su compañero. 

Justo entonces abrió su capa mostrando que en la parte interior de la misma portaba una serie de cuchillos de buena manufactura dispuestos para ser usados. Aunque, se acababa de colocar un pañuelo sobre la boca, todos supieron que acababa de sonreír muy seguro de sus posibilidades.

No estáis en buena zona... - Les advirtió. - No se os ha perdido nada por aquí, pero si no queréis perder la... - En ese momento fue interrumpido.

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20/05/2019, 15:58
Sir Alois

¡Aparta bastardo! - Dijo con una seguridad inusitada en él, el bueno de Sir Alois. - Nuestros quehaceres son cosa nuestra y de nadie más. 

Aquello no pareció gustarles a los dos asaltantes que se volvieron a mirar el uno al otro. Parecían haberse enfadado, aunque eso podía servirles de muy poco si su intención era conseguir unas cuantas monedas o alguna que otra joya y conservar la vida más allá del atardecer. Sin embargo, en el momento en que iban a tomar represalias por la ofensa cometida por el bueno de Sir Alois, se produjo otra intromisión.

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20/05/2019, 16:05
Tarkhan

¡Ajaaaa! - Se escuchó desde lo alto de un muro cercano.

Caballeros, magodianos, elementales, bandidos, tieflings, enanos y mujeres inaguantables miraron de inmediato hacia lo alto de aquel muro. Allí avistaron lo que parecía ser un hombre de oriente. Uno de aquellos hombres de rasgados ojos y piel amarilla. Un hombre de los que se conocían vulgarmente como amarillos y que realmente pertenecían al linaje del mítico Anza. ¿Qué hacía aquel anzano allí? Nadie lo sabia, pero... ¿De dónde había salido? Esa si era una buena pregunta.

Aquel extraño individuo les miraba de forma felina y sonreía con astucia bajo un extraño bigotito negro. Portaba una media melena recogida en una coleta y vestía con una extraña túnica de color lila, un faldón oscuro y unos zapatos extraños de madera. Les miraba aparentemente divertido mientras sujetaba la empuñadura de una espada larga y estrecha que portaba en el interior de su funda. Posiblemente un arma oriental.

A nadie le conviene este enfrentamiento. - Dijo de pronto. - ¡Quita! - Exclamó mirando hacia un oscuro callejón.

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20/05/2019, 17:16
Niren

Niren había emitido un resoplido entre dientes y puesto los ojos en blanco cuando el elemental volvió a salir por enésima vez para llamar la atención por enésima vez. ¡Como se le notaba a algunos que no eran de allí!

—Gambrinus, cielo, ¿ese barril no tiene un cierre o algo?—preguntó con un cómico gesto de desesperación—. En esta ciudad el perfil bajo la mayoría de las veces vale más que todo el oro de la clase alta. Aparte de ahorrar tiempo.

Y cómo no, los tipos que estaban vigilando la casa aquella no encontraron nada mejor que hacer que acercarse de pronto a preguntarles adónde iban, sólo porque el bicho había hablado. Como si una cosa tuviera que ver con la otra. Estaba empezando a pensar que la gente que simplemente era idiota hacía las cosas de forma aleatoria.

O eso o estaban ciegos. Porque para acercarse con esas ínfulas a un grupo con las pintas del suyo era imperativo que mínimo una de las dos premisas se cumpliera.

—No, lo siento, no me interesan—dijo levantando ambas palmas y negando desinteresadamente con la cabeza cuando uno de ellos se abrió la capa mostrando el arsenal de cuchillos, como quien espanta a un vendedor ambulante que acaba de mostrar su mercancía—. Ya tengo muchos.

Si le dieran un rublo por cada vez que alguien había intentado asustarla con una bravata tan clásica sería la mujer más rica de Malaken.

Y entonces apareció el tipo amarillo de ojos raros. ¡Un anzano! Si que empezaba a haber gente peculiar reunida en aquel punto. Aquel concretamente parecía estar hablando con el callejón, o con quien fuera la siguiente entidad estrambótica que saliera de él. O a su gato mascota que esperaba en él, ¿por qué no? A aquellas alturas le daba igual.

—Hacedle caso al caballero—añadió señalando al susodicho con ambos índices. Entonces arqueó las cejas inocentemente—. Es más, acabáis de dejar la vivienda desatendida. Se os va a colar alguien.

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23/05/2019, 14:07
Sir Haldir

Sir Haldir miró la mano que había en su pecho, y después miró al propietario de aquella mano con gesto arrogante.

—Tratar de atracarnos ha sido lo más estúpido que habéis hecho en vuestra vida —sentenció—, y seguro que hay donde elegir.

El Caballero de la Orden Rubí aprovechó la aparición del amarillo para apartar de un empellón al bandido que lo había parado y aprestó su guadaña, por lo que pudiera pasar.

¿Era aquel anzano una suerte de justiciero que rondaba los tejados para castigar a los malhechores? La idea le parecía tan romántica que casi esperaba que tuviera capa y antifaz. 

Sea como fuere, esperó acontecimientos aunque estuviera en guardia. Que no se dijera que había sido él el primero en atacar.

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26/05/2019, 21:57
Gambrinus

A Gambrinus le sorprendió gratamente el pronto vehemente de Sir Haldir. Estaba bien que el viejo y mediocre caballero sacara algo de orgullo de vez en cuando, y qué menos que para proteger a su pupilo. El mediano por su parte miró a los dos ladrones con esa habitual pose condescendiente que empezaba a convertirse en perenne.

La estulticia echa carne—dijo poniendo los ojos en blanco—. Marchaos o sabréis porque los magos recogen la mierda de murciélago.

Entonces el anzano hizo su aparición salvadora. Aparición a la que el mago no pudo hacerle mucho caso porque Oripell empezó a berrear en su oído.

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26/05/2019, 22:17
Oripell

¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!—gritó el elemental poco elemental hecho de los cuatro elementos—¡BOLA DE FUEGO! ¡BOLA DE FUEGO! ¡BOLA DE FUEGO! ¡ME ENCANTA EL OLOR A GUANO POR LAS MAÑANAS! O por las tardes.

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27/05/2019, 08:23
Narrador

Cuando el anzano entró en escena los dos asaltantes miraron hacia el techo del edificio donde había aparecido aquel extraño personaje de aspecto extraño y con aire felino. Los bandidos parecían tan sorprendidos como los extranjeros tras la intervención del amarillo y cuando exclamó aquella palabra, "quita", no supieron muy bien a que se refería. Por ello quizás no le dieron demasiada importancia.

Llegaron entonces las advertencias de sir Haldir y de Gambrinus, acompañadas de las recomendaciones de Niren, aunque no parecieron surtir demasiado efecto. Aquellos dos hombres se miraron y por la expresión de sus ojos, los que pretendían seguir su ruta, dedujeron que se reían de su reacción. Fue entonces cuando uno de los dos bandidos agarró un cuerno que colgaba de una cuerda cruzada sobre su pecho y lo hizo sonar.

Inmediatamente después salieron de uno de los edificios que acababan de dejar a tras un grupo de otros cuatro encapuchados. Todos ellos iban bien armados, aunque realmente no parecían ser una seria amenaza para un experto grupo como el que tenían delante. Se trataba de un seis contra seis y luego estaba el anzano encaramado en el edificio, del cual no se sabía si tomaría parte por unos, por otros o por ningunos. Y mientras todos evaluaban sus posibilidades se escuchó un poderoso rugido procedente del callejón al que el anzano había advertido que se quitase...

Del callejón surgió la figura de un enorme monstruo peludo con aspecto antropoide. Cuando salió a la claridad del día, pudieron ser testigos del aspecto que tenía aquel ser enorme. Su pelaje era oscuro como la noche, al igual que su penetrante mirada. De su mandíbula asomaba una poderosa dentadura que podría arrancarles un buen pedazo de carne de un solo mordisco. Dedujeron que se trataba de un simio gigante, un gorila. Lo supieron aunque muchos de los allí presentes no habían visto nunca uno antes.

De nuevo lanzó un rugido al aire y se situó sobre su tren trasero fijando la mirada en le grupo y entonces volvió a apoyar sus poderosas manos sobre el suelo y se dispuso a cargar contra ellos a gran velocidad sin saber muy bien porqué ni contra quien iba dirigida la carga. Sólo la idea de un enorme mono como aquel abalanzándose sobre ellos, les causaba terror. Sin duda la mejor idea era no permanecer allí quietos a la espera del choque.

Notas de juego

A, B, C, D, E, F: Bandidos.

1, 2, 3, 4, 5, 6: PJ's elegid un número cada uno.

A amarilla: Anzano.

Q: gorila.

Tirad:

Iniciativas

VOL CD 14 para si queréis permanecer quietos a la espera del coque contra el gorila.

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04/06/2019, 20:51
Gambrinus

Entre los gritos de Oripell, la aparición de la anzana, la dramática llamada de los bandidos y la puesta en escena del gorila a Gambrinus le pareció que en lugar de una ciudad estaba en una especie de obra de teatro. Últimamente había empezado a leer obras del surrealismo y se ajustaban perfectamente a lo que estaba pasando.

El mediano hizo unos rápidos movimientos con sus manos conjurando las fuerzas mágicas para acelerar su capacidad de reacción. Por un momento pareció que el tiempo se ralentizaba para el poder actuar antes.

Aunque igual Oripell se quedaba con las ganas de oler a guano.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Gambrinus lanza Nervio vivaz como acción rápida y gana un +5 a la iniciativa. Se pide el puesto número 6.

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05/06/2019, 11:26
Sir Haldir

—¿Pero qué diantres...?

Sir Haldir sacó a pasear su guadaña y se preparó, de nuevo, para repartir un poco de sentido común entre los maleantes de Malaken. Iakhesis sabría si tendría también que inculcárselo a aquel amarillo entrometido y a su gorila amaestrado.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Sir Haldir es el puesto número 1. Iniciativa: 17.

Sir Haldir pasa la TS Vol y no se ve afectado por la carga del gorila. 

Acción gratuita: Sir Haldir utiliza Devoción al conocimiento. Pésima tirada de saber local: 15. Sir Haldir gana un +1 al ataque y daño contra los humanos presentes.

Conjuros activos: Poder divino, Vestidura mágica, RecitaciónVigor menor en grupo. Recordad que los dos últimos os afectan también a vosotros.

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05/06/2019, 13:57
Niren

—Nunca nadie escucha—suspiró Niren desenvainando sus armas mientras negaba con la cabeza teatralmente, como quien habla de una tragedia. Al siguiente segundo se le quitó todo el drama y miró a Sir Haldir esgrimiendo un dedo—. ¿Ves? Ahora podemos decir "Ah, yo lo intenté" si surge algún paladín a señalarnos con su superioridad moral.

En ese momento un bramido proveniente del callejón desvió su mirada hacia allí para descubrir que en cierto modo había acertado en que lo que surgió de allí parecía ser la mascota del anzano. Quitando que no era un gato, sino un gorila de varios kilos cargando en linea recta. Pero daba igual. Detalles.

Volvió a mirar a Haldir y se encogió de hombros.

—Un día normal en Malaken...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Nirén está en el puesto 2. Iniciativa 24.

Pasa la TS de Vol y no se ve afectada por la carga del gorila.

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05/06/2019, 17:01
Director
Sólo para el director
- Tiradas (17)

Notas de juego

Niren 24
Gambrinus 20
Bandido F 20
Sir Alois (3) 18
Khita 18
Sir Haldir 17
Bandido D 17
Bandido E 16
Guardia 15
Bandido C 14
Bandido 1 11
Liadrel (4) 11
Tarkhan 9
Bandido 2 7
Oficial 7
Innos (5) 2

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05/06/2019, 23:53
Khita

Aquella enorme bestia de pelaje oscuro y mirada penetrante rugió de nuevo antes de empezar su inevitable carga furiosa contra el grupo que se encontraba reunido en la plaza con ánimos belicosos. De haber tenido la oportunidad, los fanfarrones que acababan de salir al encuentro del variopinto grupo de extranjeros, habrían salido con los pies en polvorosa al ver a aquel ser cargando contra ellos. Sin embargo, les había cogido del todo desprevenidos.

Aquel simiesco animal, avanzó a una vertiginosa velocidad contra los contendientes. En un primer momento, nadie sabía bien cual iba a ser el objeto de su ira. Nadie salvo quizás el anzano que contemplaba con una sonrisa felina lo que estaba sucediendo, desde la seguridad del tejado donde se encontraba. ¿Qué hacía allí ese amarillo y su supuesta mascota? Sin duda alguna era todo un misterio para todos los allí reunidos, un misterio que a los bandido contra los que estaba cargando el gorila, les importaba un comino con tal de salir con vida de aquella, algo difícil dadas las circunstancias.

Y fue así como aquella masa de pelo y músculos se abalanzó sobre el encapuchado que hasta momentos antes, creía haber llevado a cabo una eficiente emboscada contra un objetivo fácil. Casi no le dio tiempo a ver como aquellos dos poderosos brazos cayeron desde el cielo para aporrearle en la cabeza. El primer impacto fue duro. Notó como su cerebro golpeaba contra su cráneo. Para cuando quiso darse cuenta un segundo golpe en la cabeza, provocó que ésta se abriera como un melón y que el rufían de su propietario viajara a un lugar muy lejano de pura oscuridad y paz infinita. El bandido cayó al suelo.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Gorila turno sorpresa: Carga contra bandido B y causa 18 y 21 pg.

Iniciativas:

Niren 24 te toca Niren.
Gambrinus 20
Bandido F 20
Sir Alois (3) 18
Gorila 18
Sir Haldir 17
Bandido D 17
Bandido E 16
Bandido C 14
Bandido 1 11
Liadrel (4) 11
Anzano 9
Bandido 2 7: en el suelo inconsciente.
Innos (5) 2

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07/06/2019, 17:58
Niren

Niren adoptó una postura específica con la hoja de una espada cruzada encima de la otra por un instante, le dedicó media sonrisa a uno de los maleantes y al siguiente segundo simplemente estaba en su cara. La tiefling asestó dos veloces tajos de los cuales uno le cercenó la tráquea y otro le abrió el estómago rociando el suelo de sangre y alguna que otra tripa.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Acción rápida: Postura del asesino.

Niren da un paso de 5 pies a J11 y hace asalto completo contra el bandido A. (Ataques 26 y 27. Daño total 87)

 

Nota: Se me fue la olla y conté el +2 de flanqueo en el ataque pensando en que el furtivo es al flanquear. Tiro con +12, no con +14 como pone en las tiradas, los ataques son 26 y 27 (aunque los furtivos se los comen igualmente porque están desprevenidos)