Partida Rol por web

Valyëvan se marchó en busca del resto y mientras tanto, Aenifer no perdió el tiempo. Dhawur'th entendió a la perfección lo que le acababa de pedir la muchacha e inmediatamente le llevó hasta una taberna local. Se trataba de un edificio de piedra, como casi todos allí y con techo de madera. La puerta de entrada era realmente baja, tanto que Aenifer tuvo que agachar un poco la cabeza para no darse con el marco de la puerta en plena frente. Aunque ella no era demasiado alta, si lo era para el resto de habitantes de aquella aldea.

El ambiente de aquel lugar parecía bueno. La sala contaba con unas veinte mesas, de las cuales solo tres estaban desocupadas y la barra del bar estaba igualmente llena de etílicos enanos. Pocas eran las mujeres enanas que se encontraban en el interior del recinto. O bien... podía ser que Aenifer no distinguiera demasiado bien a hombres de mujeres, pues las que si logró identificar, no es que fueran demasiado femeninas. 

Fuera como fuera, el alcohol en forma de cerveza empezó a correr por las mesas y con cada cerveza, el mesonero, un enano pelirrojo, les traía un plato con algo que echarse a la boca. Primero fueron patatas con salsa, luego fue algo de pollo estofado, frutos secos y con la cuarta cerveza, un embutido con muy buen sabor. Para ese entonces, Aenifer ya empezaba a ver doble y la densa humareda del tabaco que habían empezado a fumar un grupo de huraños enanos en la mesa contigua, no ayudaba demasiado.

Valyëvan salió a la carrera por tal de encontrarse con el resto del grupo. No le gustaba la idea de dejar sola a Aneifer en aquella aldea, pero lo cierto era que sus habitantes no habían dado demasiados signos de hostilidad por los que preocuparse. Al fin y al cabo, el recelo del jefe de la aldea era normal ante extranjeras desconocidas y de una raza tan poco común como lo era en esas tierras, como la semielfa. Aunque cierto era también, que dudaba que aquel enano supiera diferenciar entre humanos y medio humanos.

La bárbara avanzó a buen ritmo durante casi media hora. Entonces encontró a sus compañeros. No se habían quedado del todo parados. Si habían hecho una pequeña pausa para descansar, pero luego habían iniciado el trayecto hacia la aldea a un ritmo bastante lento, lo que era una ventaja, pues Valyëvan tendría que desandar menos terreno y llegarían antes a su reencuentro con Aenifer. Su estómago empezaba a rugir de hambre y deseaba llegar a una taberna para degustar la gastronomía local.

Los rostros de los tres hombres expresaron algo totalmente diferente. Eliferum sonrió. Parecía evidente que estaba contento de verla de nuevo. Alex suspiró, parecía aliviado de verla regresar tan tranquila. Jacrow gruñó. En su caso, su expresión fue del todo indescifrable. No sabía si se alegraba de verla, siendo lo más probable que no, o si se había disgustado por que no hubiera sido presa de algún enemigo.

- ¡Valyëvan! - Alzó la voz aquel hombretón abriendo los brazos como para abrazarla. - Ya te echábamos de menos. - Dijo. - Has tardado bastante, pensábamos que te había comido un oso o algo así. - Soltó una carcajada en el momento en que se encontraron y se fundieron en un abrazo del que Valyëvan no pudo escapar. - ¿Qué habéis encontrado en la aldea? - Le preguntó.

- Parece que todo está bien... - Dijo por lo bajo Alex y aunque creyó que nadie le habría escuchado, no fue así.

Cuando por fin el fuerte abrazó de Eliferum sobre la mujer se aflojó dejando que ésta pudiera respirar, fue Alex quien realizó una nueva pregunta.

- ¿Dónde está Aeni? - Cómo casi siempre, se preocupaba por aquella muchacha, su amiga. Aquella preocupación empezaba a escamar a Valyëvan. ¿Y si realmente no le quería ningún mal? ¿Y si realmente no era tan mal partido para su amiga? - ¿Todo bien?

Eli me abrazó con fuerza, hasta casi ahogarme. Yo sonreí como pude pero tenía que reconocer que había venido muy rápido, no tanto porque estuviera tardando sino porque no me gustaba dejar a mi amiga sola. Estaba un poco cansada para responder tantas preguntas, pero como era obvio, ya las esperaba, así que procedí a contarles lo que habíamos encontrado.

-Aenifer está bien, tranquilos -dije, mirando de reojo a Alex -, y no estamos en peligro. Nos encontramos con un enano que nos llevó a la aldea y nos han invitado a pasar la noche allí. Está bien protegida por un muro de contención y no son peligrosos. Podremos descansar al menos esta noche, comer, recuperar fuerzas y continuar mañana. Eso en esta región es todo un lujo.

Me enderecé un poco después de recuperar el aliento.

-Aenifer se ha quedado allí y lo último que estaba haciendo era preguntando por una taberna, así que o no la conozco o cuando lleguemos nos estará esperando un festín de comida y bebida.

Todo era nuevo para mi y lo estaba disfrutando de lo lindo. Hasta agacharme para entrar me hizo gracia y supuse que hasta seria dificil encontrar donde sentarme pero no me importaba hacerlo en el suelo si era necesario. El ambiente en la taberna era agradable, acogedor y estaba caliente comparado con afuera, que mas podia pedir.

- Dos por favor!!!

Y pedi para mi amigo y para mi poniendo la moneda sobre la mesa.

Luego detalle el lugar alrededor, los enanos y sus caras. Era mas sencillo identificarles por las ropas ya que todos era muy parecidos y hasta me era dificil cuales eran mujeres. No podia cometer un error tan torpe.

Tal vez si hubiese un lugar donde bailar podria ofrecerle una danza aquella gente.

- Dhawurth? Sabes si alguien mas habla mi lengua? pregunte con señas mientras hablaba para hacerme entender.

Tal vez despues le preguntaria si tenia familia o cualquier cosa para conocer un poco mas de el.

No hubo tiempo para más intercambio de palabras. Inmediatamente se pusieron en marcha camino del poblado. Lo cierto era que si se trataba de una aldea pacífica, les iría muy bien para descansar y retomar fuerzas. Ya llevaban algunos días de viaje y necesitaban una comida caliente, una cómoda cama e información de la región. Con Valyëvan a la cabeza se apresuraron por tal de reunirse con Aenifer, quien de todos, parecía haber sido la más inteligente. Sin duda alguna ya estaría con el estómago lleno y con una sonrisa de oreja a oreja debido a la cerveza, para cuando el resto se reuniera con ella.

Fuera como fuera, no tardaron demasiado en llegar a la aldea, una media hora de camino desde el punto en el que se habían encontrado y Valyëvan guió al grupo directamente hasta la taberna donde había dejado a Aenifer. Se trataba de un edificio de piedra, como casi todos allí y con techo de madera. La puerta de entrada era realmente baja, tanto que tuvieron que agachar un poco la cabeza para no darse con el marco de la puerta en plena frente. 

El ambiente de aquel lugar parecía bueno. La sala contaba con unas veinte mesas, de las cuales solo tres estaban desocupadas y la barra del bar estaba igualmente llena de etílicos enanos. Pocas eran las mujeres enanas que se encontraban en el interior del recinto. O bien... podía ser que no distinguieran demasiado bien a hombres de mujeres, pues las que si lograron identificar, no es que fueran demasiado femeninas. 

El alcohol en forma de cerveza corría por las mesas y Aenifer se encontraba sentada en una de ellas junto a un enano con un gorro rojo y una barba gris, quien les saludó con la cabeza al verles llegar. Se trataba de Dhawur'th, de quien Valyëvan había hablado al grupo. Aenifer saludó con la mano a los recién llegados y éstos caminaron hasta donde ella se encontraba. La mesa que ocupaba la mujer semielfa, estaba repleta de jarras de cerveza vacía y platos que otrora estuvieron llenos de comida.

Dhawur'th se encogió de hombros y negó con la cabeza. Nadie parecía hablar el idioma de la vovitania en aquella región salvo el enano con el que había hablado y le había permitido quedarse en la aldea hasta el amanecer de un nuevo día. Tampoco era algo demasiado importante, pues la buena comida, la bebida y las risas eran un idioma universal. Aunque Aenifer no comprendía lo que los enanos le decían, parecían simpáticos y a medida que iba corriendo la cerveza por sus gargantas, cada vez se acercaban más a ella con ánimo bromista.

Fue pasando el rato en buena compañía. Puede que no entendiese una sola palabra de lo que aquellos pequeños le contaban, pero sin duda, parecían disfrutar de su presencia. No había pasado más mucho más de una hora, cuando la puerta de la taberna se abrió de pronto y Aenifer alzó la cabeza para comprobar que se trataba de sus cuatro compañero de viaje. Habían llegado un poco antes de lo previsto, lo cual sin duda eran buenas noticias.

En ese momento, Aenifer se encontraba sentada en una de las mesas junto al enano de gorro rojo y barba gris. Al ver a sus compañeros, les saludó con la mano y éstos caminaron hasta donde ella se encontraba. La mesa que ocupaba la mujer semielfa, estaba repleta de jarras de cerveza vacía y platos que otrora estuvieron llenos de comida. Dhawur'th les saludó con la cabeza nada más verles llegar.

- ¡Veo que no te privas de nada, Aeny! - Dijo Alex con una amplia sonrisa en los labios mientras señalaba los platos y las jarras vacías.

Alex parecía contento de estar allí, lo mismo que pasaba con Elifrum y como de costumbre, quien aguaba la fiesta no era otro que Jacrow, quien mantenía su mirada agria, como casi siempre.

- ¿No nos has esperado para empezar a comer? - Soltó una carcajada. - ¡Qué descortés por tu parte! No esperaba otra cosa... - Rió de nuevo alegremente.

- Llegaron!!! Y corri hacia ellos, tal vez algo mas feliz de lo normal por la cantidad de alcohol que llevaba dentro.

Tras algunas extrañas presentacion con dos o tres enanos que habia logrado descifrar sus nombres puse al tanto a Alex.

- Y entonces el gran Señor de la Aldea nos permitio quedarnos hasta mañana, asi que podemos comer bien esta noche y dormir con algo suave bajo nosotros y un techo!!!

- Valy pedi tu preferida!!! Y acerque el plato de carne a mi amiga.

Luego de que nos pusimos comodos espere que me contaran si habia pasado algo mas mientras Valy llegaba por ella y pregunte cuales nos nuestros planes para el dia siguiente.

- Alex talvez sea buena idea que hables con el jefe de la Aldea para agradecerle y ofrecerle nuestras asistencia si necesitan algo, se han portado muy bien no nosotros al dejarnos entrar, tal vez puedan contarte a ti mas cosas sobre los trasgos o que peligros podamos encontrar en el camino.

Entonces escuche algo que parecia musica al estilo enano pero era musica al fin.

- Vamos Valy, dije tomandola de la manos. - Vamos a bailar!!!!

Cuando llegamos, Aenifer estaba completamente "metida en faena", bebiendo y comiendo, pero se había preocupado por que nos prepararan comida y bebida, y de hecho, había hasta pedido mi plato favorito.

Para mi gusto, estaba demasiado alegre, mientras que yo solo podía pensar en la misión que estábamos llevando a cabo, los peligros que habíamos dejado atrás y los que encontraríamos delante.

- Alex talvez sea buena idea que hables con el jefe de la Aldea para agradecerle y ofrecerle nuestras asistencia si necesitan algo, se han portado muy bien no nosotros al dejarnos entrar, tal vez puedan contarte a ti mas cosas sobre los trasgos o que peligros podamos encontrar en el camino.

Sí, claro. A lo mejor a un hombre le dicen más cosas que a una mujer, pensé, rabiando por dentro. No obstante, no dije nada. Agradecí con una sonrisa que Aenifer se hubiera preocupado por mí, y me dediqué a comer. Apenas había terminado cuando la loca de mi amiga tiró de mí al oír la música que tocaban, y que sonaba como extraños chirridos sin sentido.

- Vamos Valy. Vamos a bailar!!!!

Me condujo al centro del local y empezó a moverse. A regañadientes, yo empecé a hacerlo también, dándome cuenta de que me movía mejor de lo que habría esperado, sobre todo teniendo en cuenta las pocas ganas que tenía. No obstante, a medida que fueron pasando los minutos, yo me fui soltando más y más, hasta que me encontré bailando de manera casi instintiva e incluso disfrutando.

Volví a sonreír, esta vez sinceramente, no solo por ver como se movía Aen, sino también porque solo ella podía sacar lo mejor de mí, incluso cuando no sabía que yo lo tenía.

Cuando comenzaron a traer platos y platos de comida con cada una de las cervezas que iban vaciando, Eliferum se sorprendió sobremanera. No era habitual en la tierra de donde venía el tener que pagar por la cerveza, pero que a cambio te sirvieran un suculento plato de venado, estofado, o cualquier otra delicia de aquella tierra cocinada por rechonchos enanitos. El norteño se estaba poniendo las botas, pero cuando comenzó a sonar aquella estridente música y las dos mujeres comenzaron a danzar alegre y sensualmente en medio de la sala de la taberna, se le despertó una alegría olvidada muy atrás en el tiempo.

- ¡Por los dioses! - Exclamó feliz y comenzó a reír. - ¡Si tuviera veinte años menos! - Trató de soltar una nueva carcajada, pero se atragantó con un trozo de carne y tuvo que toser para expulsarla. Entonces si que río alegre por no haber muerto de una manera tan poco elegante. - Creo que me voy a replantear eso de morir pronto. - Le dijo a Jacrow, pues Alex también se había puesto en pie tratando de seguir el ritmo de Aenifer. - Aún quedan muchos placeres que disfrutar y mucho mundo por ver... - Suspiró. - Si no fuera por... - Gruñó y no finalizó la frase.

- Deja de lamentarte, viejo... - Le dijo el líder de la expedición a aquel hombre que sentaba a su lado. - Ya cansa tu discurso. Si quieres matarte, hazlo. Pero espero que cuando elijas el momento, no sea en una ocasión que pueda comprometer a tus compañeros. - Se acercó a él mirándole con desprecio. - No me gustan los suicidas. ¿Lo has entendido? - Le dijo muy seriamente. - Ygg e Yrg no los querrían a su lado...

Dicho aquello se puso en pie dejando solo, cabizbajo y meditabundo a Eliferum. Se dirigió a la barra del bar y comenzó a entablar una conversación con el mesonero. Parecía evidente que aquel hombre también hablaba el idioma local. Podía ser que no fuera el más alegre de los presentes, pero sin duda su conocimiento de lenguas era de la máxima utilidad. Muy posiblemente lograría descubrir datos importantes de la región gracias a ello.

El baile no era una de las mayores virtudes de Alex Ryder. No es que se le diese mal del todo, pero sin duda había cosas que sabía hacer mucho mejor. Sin embargo, no era un hombre tímido y gustaba de danzar en cuanto se prestaba una ocasión para ello. Sobre todo si en esa ocasión estaba presente Aenifer. Nada más ponerse en pie se arrimó a Aeny tratando de captar su atención, algo complicado, porque lo cierto era que Valyëvan había demostrado grandes dotes de baile.

Los enanos vieron aquello como una clara oportunidad de divertimento. Algunos comenzaron a aplaudir, a otros se les escapaban las babas entre risotada y risotada y alguno incluso se animó a seguir el ritmo y danzar torpemente al lado de los visitantes. Pronto hicieron hueco en el centro de la sala apartando algunas mesas, sillas y taburetes y la cerveza siguió corriendo de mano en mano alegrando a danzarines y espectadores. 

- Me alegro de estar contigo... -  Susurró Alex al oído de Aenifer en uno de los pases de baile. Mientras controlaba a Valyëvan. - Nunca debimos separarnos... - Le dijo en el siguiente movimiento. - Pero creo que no le caigo muy bien a tu amiga. - Añadió con una sonrisa.

Comence bailando con mi amiga lamentando que no me hubiese cambiado la ropa por algo mas apropiado pero si fuese asi tendria a todos con la boca abierta. Estaba sorprendida de lo bien de lo hacia Valy y por ello no dejaba de aplaudirle mientras nos moviamos juntas.

Alex se incorporo y poniendome en medio supe que podia bailar con los dos, aunque se notaba que le costaba seguirnos el paso, para risa mia y de Valy. A sus palabras asenti con una sonrisa hasta que menciono que no le caia bien a Valy.

Me detuve por un instante y mis brazos abrazaron su cuello para dale un pequeño beso en los labios, muy rapido porque no pensaba dejar de bailar.

- A mi tampoco me caes bien!!! Y solte una risotada sabiendo que no era la respuesta que esperaba, aunque por supuesto solo bromeaba.

- Dale tiempo al tiempo y deja que te conozca cielo... una caricia mia suavizo su mirada para seguir bailando con ambos.

No iba a dejar a Valy sola por Alex pero tampoco queria que Alex se fuera, asi que baile entre ambos y para ambos dejando que los enanos disfrutaran con ello.

Cuando terminaramos beberia otra cerveza como una enana mas.

- Esta noche podemos dormir juntos. Susurre a Alex en el oido en algun giro que pase cerca del el. Despues de todo yo tambien le extrañaba.

El baile se convirtió rápidamente en el centro de atención del lugar y animó a casi todos los que estaban allí. Eli, a quien veía de reojo, soltaba una risotada tras otra y se removía en su asiento como si su cuerpo le pidiese una cosa y rápidamente, se diera cuenta de que no podía ser.

Si hubiera sido más joven, estaba bastante segura de que ya se encontraría a nuestro lado, sino encima de nosotras. Por el contrario, Jacrow se deslizó para hablar con el mesonero, lo que llamó poderosamente mi atención. O no era capaz de relajarse ni un segundo o quería aprovechar el momento para sacar tajada, fuera la que fuese.

Pero para mí el problema fue la llegada de Alex... y la respuesta de Aenifer. Sí, tenía que haber estado preparada para ella, puesto que ya había quedado claro que le interesaba. Pero no podía. Era superior a mis fuerzas ver cómo Aenifer se dejaba llevar por sus deseos, le besaba y acariciaba.

Sabía que Aenifer no quería que yo me fuese pero allí... estaba de más.

Así que miré irritada a Alex y a Aenifer y les di la espalda para dirigirme hacia la barra y distraerme con los planes de Jacrow. Cuando llegué a su lado, me di cuenta de que estaba hablando en la lengua local sin ninguna dificultad. 

No les interrumpí. Simplemente, coloqué ambos brazos sobre la barra y esperé, mientras la música seguía sonando y sin duda, mi amiga continuaba bailando.

Estaba claro que Valy no iba a dar su brazo a torcer. Me molestaba que fuera tan cabeza dura, ademas por que no podia tener una amiga y un amor? No es que fuesemos a hacer un trio pero no podiamos estar en el mismo lugar siquiera?

Que se fuera de esa manera me dejo un mal sabor, pero era lo que habia.

- Estoy cansada Alex...

Y tras una reverencia a nuestro hermoso y pequeño publico me retire con Alex del centro de la improvisada pista. No iba a ir donde Valy, no queria molestarla. Entonces me di cuenta que Jacrow hablaba con aquel enano. Era obvio que sabia la lengua. Eso era bueno.

- Nada me gustaría más... - Le respondió Alex a Aenifer con la sonrisa de un adolescente. 

Alex aprovechó entonces para volver a besar a su chica. Mientras le daba un cálido beso, posó dulcemente su mano sobre la base del cráneo y le acarició el pelo. Para cuando sus labio se separaron los ojos del muchacho brillaban ilusionados y sus pupilas se habían dilatado en gran medida. Era evidente que le gustaba lo que tenía en frente. Entonces le acarició el rostro mientras le miraba fijamente a los ojos enamorado y...

Una nueva melodía entonada por aquellos estridentes instrumentos enanos comenzó. Alex soltó una risotada y agarró de la mano a Aenifer sacándola de nuevo a la pista de baile. Sus pasos seguían sin ser gran cosa, pero lo cierto era que al menos eran alegres. No podía ser de otra forma, pues el propio Alex parecía fuera de sí. Era como si hubiera recuperado algo perdido largo tiempo atrás y en gran medida así era, pues para él Aenifer era un tesoro.

- Yo también empiezo a cansarme de la situación. - Dijo en un momento dado. Había esperado bastante a responder a aquella afirmación, pero al final lo había hecho. - Pero creo que tarde o temprano se dará cuenta de que no quiero nada mala para ti, sino todo lo contrario Aeny...

- ...rikk karaj gromo ori zagaz.... - Estaba diciendo el mesonero para cuando Valyëvan se acercó a la barra.

Jackrow escuchaba atentamente y le respondía con un idioma tan indescifrable para ella como el del propio enano. Fuera de lo que fuera sobre lo que estaban hablando, ella no se estaba enterando de absolutamente nada. Lo cierto era que Jacrow parecía dominar muchas lenguas y estaba resultando en ese sentido mucho más útil de lo que hubiera apostado en un principio. Por su parte ella, se encontraba un tanto sola en esos momentos. Por suerte no era la única. 

Eliferum se mantenía sentado en la solitaria mesa donde comieron y bebieron todos juntos momentos atrás. Ni siquiera aquel enano de barba gris y gorro rojo estaba ya a su lado. Sin embargo, Eli no parecía estar disgustado como ella. Todavía sonreía y daba palmas al ritmo de la música. O al menos eso creía, pues estaban bastante desacompasadas. Pero una sonrisa en su rostro permanecía imborrable todavía. Se lo estaba pasando bien.

- ¡Naygrm! - Le dijo el mesonero a Valyëvan. ¿Era a caso eso un saludo? El enano sonreía mientas fumaba su pipa, así que ella entendió que si.