Partida Rol por web

La prudencia era escasa en ese mundo, pero era esperanzador ver que sus compañeros preferían evitar un enfrentamiento con esos bestiales animales. Calculó que podrían alejarse si se apresuraban, aunque si captaban el olor del grupo les tendrían tras sus talones un largo trecho.

-Bien, apuremos el paso- seguramente asociarían ese sitio con comida, por lo que se apresurarían a llegar y saciar su apetito. Solo por un segundo, imaginó que eran guiados adrede… pero los animales no actuaban así, aunque los lobos solían ser bastante más listos que los demás animales-. No te preocupes, no voy a dejar que lastimen a los animales… y a las mulas tampoco- sonrió de costado, sin perder de vista allí donde esperaba que aparecerían los lobos.

Aunque a Drutih le hubiese gustado ver la carta, el pequeño mago tenía razón. Deberían estudiarla en un lugar seguro, sin la sombra de una manada de lobos acercándose a ellos.

El enano ya estaba preparado para la batalla con su martillo y su escudo, así que sin dejar de mirar alrededor, soltó a Rolan—. Preocúpate de que esas bestias corran y no tendrás que preocuparte de si quieren luchar o escapar. ¡Así que azúzalas más!

Vamossss -Rolan azotó a las mulas, que no estaban acostumbradas a un trato tan brusco.  Seguramente las rencorosas bestias no le perdonaran nunca, si sobrevivían.

Los enanos tendían a coger el camino más directo, menos empático, esto les hacía parecer insensibles y poco diplomáticos.  En situaciones de vida o muerte, sin embargo, todo el mundo los quería a su lado.

Desde lo alto del carro, los lobos, a menos que fuesen gigantescos, tendrían difícil derribar y despedazar individualmente a cualquiera del grupo.  Pero tendrían que mantenerse firmes.

Las mulas corren a través de la niebla como nunca han corrido antes. Sin embargo el exceso de peso del carro con todos vosotros encima es demasiado para Parda y para Chunga, que poco a poco van bajando el ritmo mientras dan hondos quejidos de cansancio. 

Los aullidos rompen una vez más el silencio del bosque y persisten en vuestra marcha. Están cada vez están mas cerca de vosotros, pero creéis estar preparados para todo. Los escudos en alto, las armas en posición y los conjuros se pasean ya por las mentes más preparadas. 

Excepto Zook, que, a priori, parece más concentrado en otras cosas que en el camino, os dais cuenta de que a sendos lados del camino, entre los arboles del bosque Svalich unas inmensas figuras que corren en paralelo a vuestro carro. Las mulas se han dado cuenta y estan muy nerviosas, no parece que tengan intención de parar aunque se lo ordene Rolan. Los lobos parece que se han dado cuenta de que han sido vistos y saltan hacia el camino y podéis ver como siete INMENSOS lobos, grandes como caballos de guerra os empiezan a rodear.

Al ver a los enormes lobos aparecer de entre la maleza del bosque Svalich, Beth se incorpora en la parte de atrás del carro y la punta de su bastón se carga con luz para soltar un conjuro, una enorme lanza de luz contra uno de los lobos, el más cercano.

El proyectil, similar a un pájaro alado en la oscuridad de la noche, iluminó momentáneamente el bosque antes de perderse entre los árboles. El trastabillar del carro al detenerse las mulas había desequilibrado a Beth, que no consiguió controlar el hechizo a tiempo.

Zook estaba algo mareado en el carro pero comenzo a ver como sus compañeros comenzaban a moverse y decir algo de lobos ..., asi que intente ponerme recto apra verlos y atacarlos,  ...... ( NO SE SI CONSIGO ATACAR O NO ...)

Tal como imaginaba, eran lobos. Los lobos más grandes y anormales que hubiera visto en su corta existencia como cazadora. Incluso eran más grandes que cualquiera de las pobres mulas de Rolan. Era increíble que hayan dejado algo del pobre mensajero, pues cada uno de ellos debería comer muchísimo… ¿Por qué pensaba en esas tonterías? Levantó su arco, justo después de que Beth hiciera su movimiento. Sonrió complacida con su accionar, pues facilitaría muchísimo su disparo.

-Son tan grandes que no debería errar- la pluma de la flecha cosquilleó en su oreja justo antes de volar con rapidez hacia el lobo que recibió el ataque de su compañera. La flecha dio justo donde pretendía, enterrándose profundamente en el pelaje de la criatura. Dudaba que eso solo fuera a hacerle caer, pero era un buen comienzo… o eso esperaba.

Zook se levanto justo a tiempo para ver los lobos, y de forma casi intuitiva lanzo su conjuro favorito, sabia que el fuego siempre era la mejor opcion ... y ha falta de una bola de fuego una flecha flamigera directa seria la mejor idea de momento ...

- Que el poder del averno emane de mis dedos ... que su destruccion sea mi poder ... que su furia sea mi sangre ... descarga de fuegooo -

Una esfera de fuego salio disparada de los dedos de Zook y se estrello con violencia contra el lobo mas cercano a las mulas, debia defenderlas, si las atacaban estabamos perdidos, sin embargo aunque parecio un poco chamuscada parecia que fue mas el pelaje que su carne, pero era un principio ... 

- Hay que defender a los mulos para no detenernos ... y evitar que lleguen a nosotros .... -

Mierda -exclamo al ver a los enormes lobos.  La bestia de Zarandor era así de grande, pero estaba sola y conseguí darle un golpe afortunado antes de que me devorara.  Pateo a Parda y a Chunga...Más rapido, joder!  haber soltado a las  pobres bestias no iba a suponer una diferencia. Las mulas podrían haber aplastado a un lobo normal, pero no a uno de esos engendros.  Las mulas no reaccionaros, paralizadas por el terror, quizás asumiendo su destino.

Me preparo y lanzo una jabalina y, aunque se me antojan palillos de dientes contra esas criaturas, pongo toda mi fuerza en ellas..  Es vital que Beth y Cas puedan seguir lanzando sus poderosos conjuros.

Tras esto, desenvaino mi espada y me pongo en guardia, preparandome.   El primer bicho que se acerque a mi lado del carro y que intente atacar a las chicas, se llevará una sorpresa.

—Estúpidos lobos como caballos —murmuró el clérigo mientras veía como aparecían las criaturas tras los árboles. Mientras estuviesen encima del carro tendrían ventaja, así que tendrían que intentar no bajarse. Todavía no era hora de sacar a pasear el martillo.

Así que mirando fijamente a uno de los lobos, Drutih exclamó—. ¡Moradin! ¡Haz que mis enemigos ardan con tu furia! ¡Castiga a los que osan oponerse a tu siervo! —Y diciendo esto, una llama empezó a conjurarse en el lobo más cercano. Una llama sagrada que enseñaría a esa criatura que no hay que molestar a un enano, a sus compañeros y a dos mulas estúpidas.

MINI ACTUALIZACIÓN

Rolan apretó los dientes y desenvainó su espada.  Este combate va a ser duro.  
El certero y potente disparo de Cas había atravesado los pulmones de la criatura, que siguió acercándose en vez de morir, mientras soltaba espumarajos ensangrentados.  El musculoso paladín lanzó entonces una de sus jabalinas casi a bocajarro, atravesando una de las patas delanteras, frenando su odioso avance.  El lobo, detenida su carga, quedó tendido en la niebla, intentando respirar y lanzando agónicas dentelladas al aire.

Vamos, amigos! Podemos con ellos!

Hawke, que era mas valiente que listo, se lanzó lanza en mano hacia el lobo ya chamuscado. Atolondrado, tropezó con una raiz y en el intento por recuperar el equilibrio su lanza se desvió, rasguñando apenas a la bestia, pero aprovechó el envió para dar también un buen puñetazo en el hocico del lobo.

—¡Hawke salta de la carreta  y carga con pie vertiginoso hacia el lado derecho del lobo! ¡Agh!—se queja al tropezar— ¡El animal esquiva por poco la lanza, pero nuestro querido granuja aprovecha el no haber encontrado nada que lo frene para dar un buen derechazo en el hocico del perro gigante y seguir de largo!— dice vitoreandose a sí mismo.

Hawke ha saltado del carruaje hiriendo a un lobo y su gran habilidad le permite colocarse por delante de la carreta que se acerca a toda velocidad, veremos si es capaz de reengancharse o se lo tragan las nieblas de Barovia.

Mientras Elizabeth y Cassandra se preparan para actuar, uno de los lobos se acerca hasta ponerse a la altura de Drutih, pero suelta unas cuantas dentelladas al aire mientras sigue avanzando.

Elizabeth ve a los lobos acercarse y, viendo que su magia más poderosa no ha tomado efecto, se decide a recurrir a sus confiables descargas arcanas. Mientras desenvaina su espada de su lado, carga energía de luz en la punta de su bastón que, por instantes, se ilumina incandescente antes de liberar un rayo de energía lumínica que se abalanza sobre uno de los lobos, sólo para que la bestia lo esquive en el último momento.

Otra flecha salió volando desde donde estaba la exploradora, sin pensar mucho en lo que llegaría a pasar cuando esas cosas lograran frenar el carruaje. Por suerte estaban todos en… ¡¿Qué hace Hawke corriendo al frente?! Oyó su voz antes de darse cuenta que era él quien había decidido realizar ese extraño movimiento. Al menos su disparo había dado en el lobo, enterrandose con profundida en su piel pero apenas provocando un quejido lastimero. Se necesitaria mucho mas que una flecha para matarle. 

Los lobos no parecen dejaros marchar todavía y se van acercando. Uno de los lobos se acerca a Rolan por el flanco de la carreta y suelta una dentellada que consigue enganchar su brazo al intentar protegerse. Los colmillos del lobo agarran con fuerza al paladín.

Otro lobo, que vió a Hawke saltar del carro se acerca a él para derribarlo, pero el ágil monje consigue esquivarlo a tiempo para evitar su ataque.

Zook por su parte no tiene tanta suerte y los colmillos de lobo perforan su carne dejando al mago en serios problemas y se ve en una situación parecida a la de Rolan y ahora ambos luchan para mantenerse en el carro tras el agarre de los lobos.

Una bola de pelos y colmillos se abalanza contra el monje, pero sus reflejos excepcionales le permiten dar un par de pasos rápidos a la izquierda y evitar todo daño

—¡Epa! ¡Por poco!— dice Hawke al esquivar por los pelos al animal— ¡Qué decepción! Va a ser que los perros hambrientos de Waterdeep tienen mejores reflejos que tú...— comenta con preocupación fingida. Con la vista fija en los pies del lobo, el monje abre su postura y golpea sus muslos y aplaude, como si estuviera llamando a un cachorrito—¡Vamos Fido! Intenta otra vez— bromea burlón.

Es incierto si el lobo puede entenderlo, pero vuelve a lanzarse contra Hawke, que ahora está más preparado. El monje levanta su lanza y aprovechando la fuerza de la propia embestida de la bestia, la frena en seco con una estocada. Con un movimiento rápido Hawke arranca su lanza del pecho del lobo e intenta darle un nuevo gancho en el hocico, pero el lobo apartó la cabeza justo a tiempo.

—¡Hawke ejecuta la "víbora de cascabel" con increíble maestría, Señoras y Señores!— se vanagloria alzando los brazos mientras comienza a correr la carreta con tal de no quedarse muy atrás— Es una lástima que el "Segundo Colmillo" haya dejado tanto que desear.

El monje parece divertido, como si no terminara de caer en la cuenta del peligro que podría significar una sola mordida mal dada.

... uso los puntos de destino para que el lobo que nos ataca en vez de atacarnos se vaya por el lobo caido y se lo coma, asi desaparece del mapa, no¿????

sino es que estoy muerto ...