Partida Rol por web

Estuvo de acuerdo con Leia sobre lo de abrirlo, y se puso a ello tras colocarse la mascarilla que ella le había dado y cubrir la parte de abajo de la cara vale dijo tras escuchar a Ania, no era el momento para decirle que si le disparó era porque habían sometido a demasiada presión a una persona en una situación complicada, no es que fuera una excusa, pero si la gente fuera de otra manera habría muchas cosas que se podrían haber evitado vamos a ayudar al chico y luego saldremos de aquí la mujer que antes ocultaba su rostro le había parecido razonable desde el principio, y creía que a ella no le gustaba hacer daño a los demás porque si, así que no puso objeciones al comportamiento que habían tenido, después de todo no estaba presente para juzgar la situación.

Cuando la sedación hubo hecho su efecto, comenzó con la operación de Sean, agradecido de tener a alguien con conocimientos médicos, por una vez, a su lado, y a alguien con ganas de echar una mano aunque fuera simplemente pasando instrumental. Eso podía parecer una tontería, pero para Erik no lo era en absoluto, la actitud era tanto o más importante que la aptitud.

La llamada de Kora buscando a Zack hizo que se percatara de que este se había largado sin decir nada, no era una buena señal, no confiaba del todo en él a pesar de que los había ayudado, pero era obvio que lo había hecho por su propio interés y que seguramente se había marchado a robar alguna cosa del refugio, probablemente la razón por la que estaba allí dentro.

Tras un rato trabajando en el malherido Sean, pudo estar razonablemente seguro de que se salvaría, sobre todo gracias a las instalaciones con las que allí contaban gracias dijo a Leia cuando está se ofreció a cerrar la herida. Lo cierto es que estaba mucho más cansado y dolorido de lo que iba admitir va a salir de esta dijo a Ania y los que estaban cerca y preocupados por él, aunque le llevará un tiempo sonrió a las dos mujeres y les hizo un gesto de agradecimiento por la ayuda que le habían prestado y desvió su mirada hacia el lugar que ocupaba su hija, que parecía encontrarse en un razonablemente buen estado de salud.

¿Tenéis agua? Preguntó justo antes de apoyarse en una de las camillas. Había perdido su cantimplora en la refriega, con la de viajes que habían compartido…

Kiabi aprendió mucho durante la operación de Sean. Estuvo súper concentrada y atenta, nada acostumbrada a estar tranquila, sin explosiones y disparos alrededor mientras intentaba salvar a alguien. Toda una mejora. Menuda novedad.

Y por supuesto, permaneció en absoluto silencio. No preguntó nada en ningún momento, se limitó a saber más de su profesión, atendiendo a las indicaciones de Erik y haciéndolo todo con extremada cautela y precisión.

Cuando se quedó a solas con el adolescente suspiró suavemente, más que aliviada, y procedió a esmerarse en que la herida quedara bien cerrada y limpia, con tantas medicinas y gasas fue algo hasta fácil, muy ameno. Casi no tenía mérito que el chico de verdad fuera a salvarse, había un montón de variables chungas que aquel lugar y sus recursos desintegraban del tirón. Por suerte para el chico.

Acarició suavemente su frente, despejándole el pelo que tenía pegado en ella por el sudor, mirándolo con cierta pesadumbre. Un par de segundos de debilidad en los que pensó en otra persona, una que no tuvo tanta suerte, aunque también se la mereciera. Pero cuando notó el pesado nudo que se le estaba formando en la garganta se apartó de Sean con delicadeza, caminado hacia Ivy mientras se quitaba la mascarila de la boca y se quedó a su lado a la espera de que se fueran desarrollando los siguientes acontecimientos.

Ella no quería agua, quería alcohol de una puta vez.

Mientras las conversaciones fluian, hubo algo que Ezekiel capto y con lo que sin duda estaba de acuerdo aunque no dijera nada en voz alta. Que os fuerais, por lo que se hizo el ciego y el sordo a algunos comentarios que podian escuchar o algunas acciones que se dieron. Despues de todo el mismo habia dicho que podiais tomar lo que necesitarais.

La exploracion de Sean dio lugar al reconocimiento de una hemorragia interna como ya ambos medicos suponian y con cuidado pero sin pausa, procedieron a asegurarse de cerrar la misma. El chico estaba completamente ko sobre la camilla asi que no fue dificil, menos aun tras sedarlo obviamente. EN ese momento tanto Erik como Leia pudieron ser mas conscientes de lo que habia hecho el estimulante con el cuerpo de Sean, que no era otra cosa que ayudar con plasma y activar la aceleracion en la creacion de hemoglobina y de plaquetas para asi ayudar a la cicatricacion lo mas rapido posible. Obviamente ese "aceleron" tendria un precio... como lo tendria sobre Kora, pero nada que algo de descanso no pudiera aliviar.

Ania al lado de Erik y Leia ayudo con la operacion en la medida de lo posible, mientras Ezekiel esperaba tranquilo en un lateral, observandoos con atencion.

Justo cuando la operacion de Sean termino, la puerta se abrio de nuevo, mostrandose a un grupo de personas que traian unas mochilas preparadas. Ezekiel se adelanto dejando escapar un suspiro, para luego mirar a los dos "medicos" - No es mucho pero los mios querian mostrar su agradecimiento. Hay algunos alimentos y vendas, tambien podeis terminar de rellenarlos con algunas de las medicinas de aqui, asi como con algun estimulante... - Se quedo callado. - O un super estimulante si teneis a alguien gravemente herido arriba.

Miro de reojo en direccion a Azra, ya que esa pose de depredador ansiosa por irse era dificil de no notarse. - Cerraremos la puerta detras vuestro durante un tiempo, mientras arreglamos las cosas aqui dentro, pero me asegurare de arreglar la radio y entrar en contacto con Parody. Se bien que Rose no es de las que gustan que la hagan esperar.

Las palabras de Erik, hicieron que el mismo Ezekiel abriese una de las mochilas ante la señal de uno de los tipos del lugar. Alli habia una cantimplora que por el movimiento estaba llena de algun liquido.

En eso un hombre mayor pero con aun pinta de fuerte, aunque se le notaba extremadamente cansado, saco algo de su espalda. Una petaca. - No se que carajos bebeis ahi arriba, pero creo que lo ocurrido y vuestras acciones se merecen algo de alcohol. - Levanto la petaca por si alguien queria darle un trago. - Es fuerte, pero esta hecho como se debe, tengo mis propios trastos aqui abajo.

Se notaba que Ezekiel no estaba muy de acuerdo con aquello, pero no dijo nada. Eran sin duda temas internos del refugio.

En ese momento la puerta de la enfermeria volvio a abrirse y aparecio Zack. Llevaba una mochila que sin duda le habia dado la gente del refugio y parecia estar llena. Dejo la misma a un lado de la puerta y se acerco con diligencia en direccion a Kora.

Sus ojos fueron por un momento en direccion a Erik, pues era muy consciente de la mirada de este. Aun asi no hizo nada para menguar en caso de ser necesario las sospechas.

Se movio en direccion a Ezekiel y alargo la mano para estrechar la del hombre. - Gracias y mucha suerte. - Las miradas entre ambos y la forma en el gesto delataba que habian llegado a algun tipo de acuerdo, aunque estaba claro que no se os habia informado a vosotros. Tras eso se fue al lado de Kora.

Vaya... tan dura como siempre, no solo no te conformas con una barbacoa de mutascorpius sino que ademas, te peleas con el tipo mas grande de la fiesta. - El tono era algo guason, pero la forma de mirar el cuerpo de Kora dejaba claro que estaba observando las posibles heridas y el tratamiento que hubieran recibido.

Ahora si miro de reojo en direccion a Erik, clavando los ojos en el. - ¿Todo bien? - Hizo un leve gesto en direccion a Kora, para centrar el tema.

No pudo evitarlo, pero las reacciones de Keira le arrancaron una sonrisa que intentó disimular puesto que tenian entre manos un asunto más serio, pero lo cierto es que tras tanto dolor agradecia ver algo divertido para variar.

Despues se centró en ayudar todo lo que sus limitados conocimientos le permitieron. Fue poco, pero lo importante es que tanto Erik como la mujer morena lograron estabilizarlo. Una vez acabado aquello recogió un par de botecitos de cada de los que le habían recomendado. No sintió mucha culpa al hacerlo, pero con el ofrecimiento expreso de Ezequiel se eliminó cualquier rastro de culpa.

Luego se acuclilló al lado de Azra conteniendo un leve gesto de "molestia" al forzar su cuerpo a aquella postura. Le dió uno de los frasquitos mientras le decia algo, para luego incorporarse al momento

- ¿Nos vamos ya? Imagino que arriba se estarán preguntando donde nos hemos metido - sonó con un ligero tono de guasa, pero estaba segura que al menos la pequeña estaria preocupada y su mejor amiga también.

Me han dicho que es para los vómitos y la diarrea. Quizás le haga falta a mi sobrino en algún momento

Elevó los ojos para mirar a Ania, miró los botes que le ofrecía y los guardó.

- Él es un poco especial... 

Respondió de manera algo misteriosa, aunque en sus ojos pudo ver la mirada de quien echa en falta a su familia. Curiosamente, no había hablado del padre... 

A Kora la impacientaba el hecho de no poder ponerse aún en pie. No le entraba el sueño - de momento - así que por mucho que se tumbara en la camilla no conseguía dormirse. Tampoco tenía demasiada hambre - lo cual era un hito de por sí - pero sí calor. Y ganas de meter toda su ropa en un maldito crematorio...

La curiosidad la llevó a tantearse las costillas con cuidado, levantándose la camiseta hasta por debajo del pecho para examinar la nebula que se extendía sin remilgos sobre su costado. Impresionaba un poco sobre aquella piel clara salpicada de lunares, pero lo cierto es que aquella mancha púrpura no le dolía ni un poquito. Lo cual molaba y mucho. Tanto que la muchacha sonreía sin pretenderlo cuando se encontró con la mirada divertida de Ania. Era como si al fármaco lo acompañaran dos hebras invisibles que tirasen con suavidad de sus comisuras, dibujando una sonrisa divertida e inalterable en el rostro de la malhablada armera, quien ahora hacía gala de un excelente, y muy poco habitual, buen humor.

Y eso que Ezekiel le caía como el culo. Allí abajo se habían llevado a cabo experimentos horribles, y Kora no se tragaba ni la mitad de la historieta que el líder ¿temporal? les había contado - qué casualidad que nadie en aquella planta pudiera responder por aquellos terribles actos. Algo en su interior la animaba a torturarlo un poquito antes de que sus caminos se separaran. Pero su sentido común mantenía a raya la malicia, y a éste se le unía la maravillosa presencia Erik, que templaba los nervios de su hija por el simple hecho de estar allí presente. 

La aparición de las mochilas llamó la atención de la joven como un sonajero. Y a su sorpresa se añadió la vuelta de Zack, quien ya se había acomodado la suya a la espalda.

- ¡Ooooh! - Exclamó formando una "o" con la boca en dirección al tipo que les había ofrecido algo de beber. - ¿Una petaca para seis? - ¿Eran seis...? - Muy bueno no debe de ser si esperas contentarnos con un chupito. - Soltó con fascinante descaro y sonrisa de lobezno.

Qué cabrón, ¡serán agarrados...! ¡¡Así tienen los cabrones!! ¡Desvalíjalos, Kora!

Se impulsó con los brazos hasta quedar de pie junto al hombre de la cresta, justo en el momento en el que éste llegaba a su posición, oscilando sobre una sola pierna durante no más de un segundo hasta estabilizarse por completo. - Huy. - Podía mantener sin problemas el equilibrio, pero sólo a un noventa y cinco por ciento. Nada de fliparse demasiado durante las próximas horas.

- ¡Já! Es el precio a pagar por tener que salvaros el culo. - Le respondió socarrona, colocándose la chupa de cuero con brío. Jamás lo reconocería pero el tío le caía bien (aunque desconociera los asuntos que lo habían mantenido ocupado). - ...Otra vez. - Puntualizó con la altivez propia de la juventud, momentos antes de que sus pies la guiaran con decisión hasta una de las mochilas, inspeccionándola sobre una de las camillas con la minuciosidad de un mapache.

Veamos qué hay aquí...

Un minuto más tarde contempló pensativa su premio de consolación - No, "no es mucho" Ezekiel -, ni muy convencida pero tampoco desilusionada en exceso, asomando finalmente una bolsita de supuestos snacks haciendo pinzas con la mano.

- Esto no sé lo que es... ¿Es cacao? ¿Tenéis cacao, verdad? - Preguntó con - fingida - inocencia en dirección a los cheetos. - ¿Se dice "cocoa" o "cacao"? - ¿Os creéis que soy idiota, pedazo de snobs? - Su atención se desvió hacia Ezekiel, a quien, como ya se había mencionado anteriormente, no terminaba de tragar ni remotamente. - ¿Y las armas? - Cuestionó una vez más con evidente sorpresa. - ¿Cómo pretendéis que crucemos las arenas de vuelta? No nos hemos peleado a puñetazos precisamente.

No pensaba abusar de nadie a la hora de conseguir recursos, con volver a completar su “botiquín” tenías más que suficiente, aunque algún que otro estimulante y uno super para Teela si que adquirió, pues sin la ayuda del mismo a la chica le iba a costar mucho regresar a Parody de una pieza.

Rechazó el ofrecimiento de alcohol, no era lo que quería ni lo que necesitaba, también había esperado poder atender sus propias heridas, pero como no había sido el caso, se inyectó un estimulante que le haría sanar más rápido y mantenerlo activo durante unas horas más todo esto que tenéis aquí… su mano abarcó el refugio de manera genérica podéis hacer mucho más por los demás simplemente con este equipo médico salvarían muchas vidas entiendo vuestras reticencias a abrir la puerta, dados los ataques se dirigía obviamente a Ezekiel pero el misterio que os rodea no hace sino aumentar las ganas de intentar apropiarse de vuestros recursos por la fuerza por parte de aquellos que no conocen otra manera de hacer las cosas o que, simplemente están desesperados era un tema delicado y no iba a ponerse a discutirlo ahora, ni mucho menos y si, estaría genial que hablaras con Parody, Rose es inteligente no añadió nada más, en la ciudad habían empezado a comprender las ventajas de colaborar, el coste de una colaboración era menor que el de una guerra constante. Espero que volvamos a vernos imitó el gesto de Zack y estrechó la mano del habitante del refugio.

Asintió al hombre de la cresta cuando referenció a Kora, se iba a recuperar de sus heridas, pero no tenía ni idea de cuales eran las intenciones de su hija… mi hija, mi pequeña… no la conocía, y aún no terminaba de asimilar que era ella, que la había recuperado ¿será así? La situación le aterraba a pesar de todo, y deseaba no verse superado.

Se acercó a Kora, que estaba algo sobrexcitada cogeremos las armas de los que hemos abatido antes de regresar la tranquilizó, esperaba no tener que utilizar ninguna más en un buen periodo de tiempo no te preocupes por eso apretó suavemente, con cierta timidez incluso, el hombro de la joven recogedlas se dirigió a Zack le voy a echar un vistazo rápido a la herida de Ania y nos vamos iba a ser muy breve, pero no quería arriesgarse a que fuera algo más de lo que parecía y aquí tenía más medios.

¿Os venís con nosotros? Preguntó a Leia mientras se dirigía a la rubia, antigua portadora de la máscara mirándola con firmeza para evitar cualquier tipo de negativa a su inspección, en cuanto terminara, saldrían de allí lo más rápido posible.

Kiabi cogió la mochila con evidente suspicacia, como si esperara que alguien le dijera que el pago era acostarse con el jefazo o alguna barbaridad mayor. De hecho, se quedó esperando pacientemente, mirando a todos los tíos, con expresión seria e inexcrutable. Seguramente hasta habría aceptado, porque no quería volver con las manos vacías al refugio.

Volver… Que palabra tan agradable y complicada a la vez.

Cuando se cercioró de que todo aquello iba a ser verdaderamente gratuito, se acercó al hombre que hacia licores igual que ella y bebió de su petaca. Estaba jodidamente bueno: Fuerte de cojones, como a ella le gustaba. Se bebió casi la mitad, sin parpadear, y eso que intentó ser comedida, aunque ni siquiera supiera que esa palabra existía. No lo pudo evitar, porque el pánico que le entró en el cuerpo al escuchar el nombre de Rose tenía que eliminarlo como fuera.

Ahora sí que tengo prisa por salir de aquí.

Se encaminó hacia la salida haciendo un gesto con la cabeza a Ivy, ignorando deliberadamente la chapa moralista del que también resultaba ser amigo de Rose, o eso aparentaba. Porque bien pensado... ¿Quién tendría huevos de hablar mal de esa tía delante de gente que no conociera?

Ella solo sabía que no quería tenerla en frente nunca más.

Ante la pregunta directa de Erik frunció el ceño, pensativa y buscando con la mirada a Ivy, que suponía que también había llegado a la misma conclusión que ella: Estaban muy jodidas. Y no quería que les robaran en el trayecto lo que acababan de conseguir sin tener que vender un riñón.

No tenemos vehículo –le daba igual que se notara lo absolutamente insignificante que era, o más bien, que se sentía –. Nosotras vamos al refugio de Roland, si nos podéis acercar o prestar uno –ni por un momento se le pasó por la cabeza la posibilidad de considerar que estarían dispuestos a hacerle un favor. Esa palabra era extinta en aquel mundo desde hacía mucho. Por lo menos para Kiabi, que hacía muy poco que la había conocido -... podemos llegar a un acuerdo.

Se resignó a que al final, a lo mejor sí que tendría que acostarse alguna con alguien... Y no le apetecía una puta mierda.

Azra simplemente cogió las cosas y se preparó para salir de aquel puto sitio. No tenía ganas de quedarse más tiempo con toda aquella panda de mentirosos, lloricas y gilipollas, aunque tenía una cuenta pendiente con aquel lugar y se la cobraría, y tanto que lo haría...

Se negó a beber de aquel líquido y simplemente suspiró cuando vio como otras personas sí lo hacían. No le gustaba que creyesen que estaban fuera de peligro y el alcohol, el alcohol siempre rebaja los reflejos y los convertía en presas fáciles... 

La amazona no dijo nada, su rostro lo decía todo ya. 

Ezekiel miro con fascinacion durante unos instantes a Kora sin parecer comprender del todo por donde iba tanta palabreria, para tirando hacia el final de la diatriba de la joven, dejar escapar un largo suspiro que parecio salirle del alma. Las palabras de Erik estaban tambien en el aire.

Hizo un gesto a uno de los subalternos antes de volver a mirar a los dos mas parlanchines.

No tenemos tanto como pareceis creer, aunque entiendo sin duda que tenemos mas que muchos ahi fuera, eso no significa que nuestras reservas o modo de vida pueda facilitar la cosa para todo el Yermo. Si abrimos las puertas tendriamos que poner cuotas o limites, asi pues de igual forma se generaria descontento y por ende ataques, con la diferencia de que estariamos mas expuestos que ahora... -  Cerro los ojos pues estaba claro que la estupidez habia hecho mella en sus muros e incluso habia conseguido llegar mas lejos. - Aun asi, hablare con Rose, como bien dices es inteligente... quizas... podamos alcanzar un acuerdo nuevo aunque eso sera tras un tiempo en el que podamos recomponernos y recuperar algo de estabilidad aqui dentro.

Tras aquellas palabras entro una chica joven y se acerco hasta Kora. En sus manos lo que parecian unas pastillas pequeñas de un tono marron claro. Entrego dos a cada uno de ellos y tras una mirada a Ezekiel volvio por donde habia venido.

Chocolate. Mezclado con leche para quitarle su amargor natural. Consideradlo un ultimo regalo, no es que tengamos la capacidad de crear mucho, menos tras todo lo ocurrido en los laboratorios... - Si las palabras podian ser malinterpretadas, levanto las manos. - No me refiero a vosotros, que conste.

Un asentimiento ante lo dicho por Erik. - Podeis llevaros cuanto querais de los cuerpos de los saqueadores y si necesitais algo de municion aun asi, podemos buscar en nuestras exiguas reservas tambien. - Algo os decia que no estaria bien saquear a los miembros del Refugio.