Partida Rol por web

Kora le había regalado una sonrisa de chicle al comerciante, una que pretendía tranquilizarlo. Parecía una persona completamente diferente cuando interactuaba con él.

Acabó desenfundando el arma después de echar un vistazo desconfiado a sus espaldas. Las pisadas a las que en un principio no dio demasiada importancia de pronto sí la tenían ante la incógnita del origen de aquel olor que ya empezaba a colarse por su nariz. Había escuchado la propuesta de Erik con el ceño ligeramente arrugado, barajando las posibilidades en su cabeza. Y fue a tomar la palabra cuando, de pronto, aquel petardazo que era la mayor de las amazonas volvió a ponerse a sí misma en evidencia. - ¿...Pero qué ostias? - Por motivos como ese era la única, junto a Ania, a la que procuraba no dar la espalda en ningún momento (mejor tenerla a unos buenos metros por delante). Porque era una jodida lotería emocional. Y también porque preferiría compartir el vehículo con un puto mutascorpius antes que con aquella perra rabiosa.

- ¡¡Eh, gilipollas!! - Dijo mirando a Azra inmediatamente después de su estruendo iracundo y sin sentido, usando el mismo adjetivo con el que se había dirigido a su padre. - Por mi podéis levad el ancla cuando queráis. - Declaró de pronto con una sonrisa radiante - que extendió a su quasi-gemela serena por un nanosegundo -, a todas luces honesta, dándole a entender que su idea de marcharse cuanto antes la entusiasmaba más a ella que a la misma guerrera.

Y así como vino la sonrisa se esfumó de un plumazo. Pero no su estado de alerta. Aunque hubiese preferido ahorrar sus energías únicamente para algo productivo... Como lo era llegar a la cima.

- Yo voto por irnos cuanto antes. - Manifestó sin más. Tenía gente esperándola desde hacía ya demasiados días, y la idea de haberlas preocupado la hizo sentirse culpable y tragar saliva con cierta amargura... 

La aparición de la tal Lizzie relajó sus hombros por muy poco tiempo, pues cuando el helicóptero se hizo visible ante ellos la joven detuvo en un gesto protector al médico, frenándolo con una mano en el torso antes de que ninguno de los dos continuase. Sus pupilas escrutinaron el ave de metal con sobresalto y fascinación, notando un punto de ansiedad aflorando una vez más en su pecho. Fue entonces cuando se giró en dirección a Zack, con quien cruzó una mirada inquieta y silenciosa. Ahora se explicaba algunas cosas...

Dejó que las Hermanas Colmillo se adelantasen, manteniendo la distancia con éstas a la espera de reacciones. Kora, por su parte, no tenía ninguna razón para mostrarse hostil frente a aquella mujer... Y de haberla tenido no se habría encontrado en las circunstancias idóneas para plantarle cara, pues por la forma en la que cogía aire daba a entender que le estaba tomando más tiempo de lo normal recuperarse de la subida... 

Caminando como podía, pues las irregularidades del terreno le recordaban las heridas sufridas, siguió avanzando sin emitir queja alguna salvo algún resoplido que otro por el esfuerzo. A pesar del olor y de haberse topado con el motivo de aquel olor, su rostro solo mostraba seriedad en aquellos momentos, pero cuando vió a Lizzie una diminuta sonrisa asomó a sus ojos azules.

Cuando llegó a su altura la envolvió entre sus brazos, quizás apretándola más fuerte de lo normal. Se apartó para dejarla hablar y luego siguió con la vista el señalar de su dedo - ¿Eso que es? - preguntó sin tener ni pajolera idea que era aquello. Cuando vió a la mujer desconocida se inclinó ligeramentre hacia Lizzie para preguntarle solo a ella - ¿Y ella de donde ha salido? -

Se apartó el pelo de la cara mientras escudriñaba con curiosidad aquella cosa metálica, distinta a las maquinas que había visto en el refugio, distinta a las formas humanoides también hechas del mismo material (o eso le parecía a ella)

Azra ni se inmutó ante las palabras de la niñata aquella, si venía de quién venía estaba claro cómo era y poco más se podía sacar de aquella gente, ya les explotarían en la cara todos sus errores. Así que simplemente suspiró con resignación mientras negaba para sí, no era importante, solamente una minúscula mancha.

La amazona estaba alerta, especialmente cuando sintió aquella presencia, aquellos aromas y al ver aquel amasijo de metal no pudo evitar gruñir - Desgraciados... - Miró a Zack con auténtico odio - Traidor...

No era el momento, ni el lugar, así que simplemente permaneció en silencio, esperando que no repararan en ella y deseando poder largarse cuanto antes de allí. 

No se notó nada en absoluto, como siempre, pero en su interior: Kiabi estaba flipando el nivel de civismo de aquel grupo. Al fin y al cabo, habían tenido un desencuentro entre unos cuantos y -sorprendentemente – se había quedado en un puñado de palabras malsonantes (aunque tampoco nada del otro mundo)... sin que nadie disparara a nadie por haber activado el interruptor equivocado. Joder, es que ni siquiera habían cruzado un triste empujón.

Totalmente desconcertante y civilizado.

La médico de campaña encamino sin dudar sus pasos hacia Ania -llamando con la cabeza a Ivy para que hiciera lo propio-, para estar junto a ella en el camino hacia donde mierda fueran todos. Le gustaba su actitud, le transmitía seguridad y calma, y eso, en un alma tan torturada como la de la morena, no tenía precio.

Ya tenía a su preferida de aquel grupo, sin ninguna duda. Y no, era tremendamente complicado que un hombre tuviera ese puesto, había visto demasiadas veces el ladu cruel y déspota que la testorenona regalaba sin miramientos. Aunque allí pareciera que había poco de la hormona chunga, ella no pensaba relajarse ni un poquito hasta que volvieran al refugio de Roland.

No le gustó que llegaran mas personas desconocidas, no quería tardar más en comenzar el viaje de regreso, así que se quedó esperando pacientemente a que se dijeran lo que mierdas fuera que se tenían que decir, que como siempre, pese a que no era su puto problema, le obligaba a estar atenta y alerta. Porque estaba en todo el medio y no sería la primera vez, ni desde luego la última, que todo se torciera cuando parecía que por una vez, había salido bien.

Ver a Ania fue un alivio, asi que en cuanto hubo un segundo sali corriendo para darle un abrazo dentro de mis posibilidades. Al apartarme le di un tremendo beso sonoro en su mejilla antes de escuchar sus preguntas. - Pues ella ha salido del trasto ese... - Señale a la mujer con la cabeza con mi desparpajo habitual. - y lo ha llamado pajaro, pero creo que es algo en plan como tu llamas a tu camaro, el Doc lo llama Vertibird. A parte de eso, han curado a los demas, o al menos estabilizado. Rea y Derek estan mejor, la tia dura ya es capaz de lanzar insultos asi que supongo que esta mejor. Isaias... no lo ha superado y Tee esta algo destrozada por ello, ademas de que prefiere no acercarse a... - Era obvio a quien se referia y si habian estado atentos entenderian el motivo.

La mujer os observo sin decir nada, siempre devolviendo la mirada a Zack, pero estando atenta a los que parecian una amenaza. Al final cuando parecio que todo se relajaba o que no habria sangre volvio a hablar para Zack.

Salio una señal del interior del Refugio. Todo parece indicar por el encriptado que era un mensaje para la Inquisicion. Asi pues si este lugar tienen lo que pensabamos... - Espero alguna indicacion de Zack, pero este no dijo nada de primeras. - Sin duda vendran tarde o temprano, aunque yo diria que mas tarde, dado el trafico de mensajes que esta circulando ultimamente.

Os observo para ver las reacciones de todos y luego volvio a Zack, como si esperase algo de el.

Escuche, espere y observe sobretodo la reaccion mas peligrosa que era la de Azra. Por el momento se mantenia en estado de alerta, pero sus ojos bien podrian matarme en cualquier momento, aunque eso iba desde hacia rato.

Me quede mirando a Keira durante su explosion, para luego observar bien las bolsas que llevaba Erik.

¿Otro problema? Esperaba que no.

Los problemas de uno en uno, pero si ese mensaje se ha enviado. Ellos vendran de eso no hay duda. - Un leve encogimiento de hombros. - Aunque dudo que les guste lo que encuentren.

Me adelante tras responder al informe y me movi en direccion a Erik, para señalar el zurron. - Tienes algo que es mio Erik, o mas bien... - Señale con la cabeza en direccion a la mujer. - Nuestro. No tengo problema en compartir algunas de ellas, pero fui yo quien se jugo el cuello para conseguirlas. Te ayudare a poner en marcha los vehiculos para que te lleves a esta gente a donde quieras, pero tienes que devolverme eso.

El tono era tranquilo, no parecia amenazante ni propenso a una futura violencia, pero la mirada era firme y clara. Una mano extendida, esperando ese zurron perdido con su contenido.

Si vi que iba a contestar como suponia, dejaria escapar un suspiro y negaria. - No necesito sermones sobre el bien que hara eso, Erik. Se bien que lo hara, en las manos adecuadas, y tu no eres esas manos, ¿sabes por que? Porque no tienes la fuerza suficiente detras de ti para evitar que te las quiten por las malas. - Toda esta maldita mision habia dejado como minimo eso claro. Aun asi por agresivas que fueran las palabras, no parecian indicar que fuera a hacerlo de esa manera. - Eres un solo hombre y para ser capaz de manejar lo que eso puede hacer, hace falta mas que eso, y Parody tampoco es el lugar idoneo para ello. Y si, nosotros podemos hacerlo, tenemos la tecnologia y la gente para asegurarnos que saldra adelante.

Una mirada clara y simple, a la espera de una respuesta que no conllevase un dialogo largo o denso. Era jodidamente sencillo.

Me movi tranquilamente con Leia, siendo su sombra y con el arma a mano, pero no en una posicion agresiva.

La situacion no parecia peligrosa pero el ultimo movimiento del de la "cresta" sin duda indicaba que podia acabar habiendo conflicto y tras ver como se las gastaba cada uno, sin duda lo que menos queria era darme de hostias con la puta Hermandad. Dos parecian muy pocos para un Vertibird... demasiado pocos.

Si es la Hermandad... nunca viajan con tan poco personal. Tiene que haber mas. Lo mejor es que el santurron no cree un conflicto mayor, sobretodo si ha robado al de la cresta.

Pudiste notar como estaba dispuesta al conflicto pero tambien consideraba que no era nuestro problema. Habiamos hecho nuestra parte alli abajo, no pensaba jugarmela porque un listo quisiera robarle algo a la Puta Hermandad.

La amazona apretó los puños e incluso gruñó ligeramente cuando escuchó aquella palabra "Inquisición"... Pero no dijo ni hizo nada más, no era el momento ni el lugar. Además... había algo más, algo más oculto entre todo aquello... Ese aroma... ¿Por qué le resultaba tan familiar?

Si quería evitar el saltar contra aquellos desgraciados era mejor que se moviera e hiciera algo de provecho así que decidió entrar para ver cómo estaba la niña y cómo estaban Rea y Derek, después de todo, junto con Ania, eran quienes mejor le caían y de quiénes más se preocupaba. Además, quizás así pudiera mantenerse alejada de lo que su instinto le decía que tenía que hacer...

Antes de entrar escuchó a Zack hablarle a Erik de aquella forma y no pudo evitar reír con una sonora carcajada. Al menos tenía algo que reconocerle a aquel cabrón y era que también veía lo estúpido que era Erik...

Y así, si nadie se lo impedía entraría a ver cómo estaban la niña, Derek y Rea. Tampoco le importó enterarse de que Isaías la había palmado, no era de extrañar tras todas sus gilipolleces... Al menos estaría con su conejita... 

Miraste a tu alrededor, no sabias que buscabas, solo que algo no te cuadraba y por eso mismo seguiste mirando, aunque sabias que si alguien queria esconderse lo mas seguro es que no diera con el. El sol se reflejaba contra la superficie del vertibird, estaba baqueteado, sin duda no era recien sacado de fabrica pero aun asi podias notar el cuidado en el mismo. No era solo una maquina, sin duda estaba claro que alguien se preocupaba por ese trozo de metal.

Perfilaste con la mirada su superficie y de repente algo no te cuadro. Era la superficie, o la forma, o algo mal puesto, quizas, solo quizas tu imaginacion, pero estabas segura de que algo no cuadraba con las lineas del vertibird.

Le gustaba esperar lo mejor de los demás, por eso asintió a Leia cuando esta le dijo que no lo olvidaría.

Era capaz de comprender la frustración de Azra, culpar a los demás era su forma de sobrellevar su propia culpabilidad y esa sensación de impotencia e inutilidad que probablemente le había acompañado desde la muerte de su amigo. Erik no estaba para perder sus pocas energías en enfrentamientos estúpidos, y fue un alivio comprobar que la línea de pensamiento de Ania iba en una dirección pareja a la suya, sino fuera por ella seguramente las cosas hubieran ido a peor con la guerrera, y no deseaba más muertes. Colocó la mano en el hombro de Kora cuando esta saltó a defenderle, negando con la cabeza, no era absoluto necesario, dedicándole una sonrisa tranquilizadora.

Se dedicó a observar en silencio a los recién llegados, el vehículo… y se alegró de ver a Lizzie, pero las noticias no eran las mejores, puesto que Isaias… no podía hacer nada con un golpe de ese estilo, con una hemorragia interna en la cabeza… quizás si hubiera tenido uno de esos superestimulantes… al menos los demás saldrían de esta, incluida Tee.

La Inquisición… la Hermandad…

Gracias por ayudar a los heridos intervino Erik finalmente mirando a la atractiva recién llegada, y por un momento puso cara de extrañeza a las palabras de Zack, hasta que se acordó de la pequeña bolsa que había recogido en el refugio, volviendo su importancia a la mente del médico y extrayendo de su mochila la bolsa con las semillas… No era mi intención quedarme esto sostuvo el pequeño saquito en sus manos, en realidad debería estar agradecido de que lo hubiera recogido ¿pueden hacer más? ¿por qué no negocian por este tipo de cosas? No comprendía a la gente del refugio ni sus intenciones conozco un sitio pequeño y apartado donde podría probar algunas dio un paso en dirección a dos miembros de la Hermandad, y colocólas semillas en la mano de Zack, tenía razón, él no podría protegerlas, y también en que Parody no era el lugar adecuado, pero había maneras…

Toda la ayuda para salir de aquí lo más rápido posible será bienvenida.

Todos se habían jugado el cuello.

La joven respondió con un arrugón del entrecejo a la poca importancia que mostró su padre frente a los ladridos de aquella perra rabiosa. Los insultos, ciertamente, eran lo de menos - en realidad no del todo si estos iban dirigidos a él. Pero no le gustaba ni lo más mínimo el ir acompañada de pólvora humana. Ya los había puesto en innecesaria evidencia bajo tierra y nada le aseguraba que el incidente no volviera a repetirse en la superficie. Esta vez con militares dentro de la ecuación.

Aunque bueno, lo mismo encontraba ella misma la manera de que la acribillaran a balazos en uno de esos ataques de furia desmedida...

A excepción de con Erik, Kora no tenía ningún vínculo especial con la camarilla que lo acompañaba, razón por la que la muerte de Isaías no le pesó ni en la conciencia ni en el corazón. Lo que sí la sorprendió fue que el número de caídos no se hubiera incrementado durante el día dada la gravedad de las heridas que presentaban. ¿Y los militares se habían molestado en atenderlos? ¿Así sin más? Qué raro. Muy raro.

Con aquella información que Lizzie compartía de fondo, los ojos de la armera parecían tener dificultad para separarse del "Vertibird". ¿Era normal que ese coloso de metal despertase en ella malestar y admiración a la vez? Porque por muy molón que fuera aquel cacharro de diseño innovador y nombre súper cuco notó que, aún no existiendo una amenaza real sobre la mesa, le generaba cierta ansiedad. Una inquietud parecida a la que había experimentado anteriormente en el subsuelo, pero con el presentimiento de que lo que buscaba estaba esta vez a plena luz del día. Justo ahí, delante de sus narices.

Su atención se había detenido un instante sobre la desconocida momentos antes de que Zack se dirigiera al comerciante, obligando a su hija a aproximarse a ellos con el ceño fruncido, interesada en saber de qué iba todo aquello. - ¿Hablan de semillas? ¿Es eso? - La mirada rebotaba de uno a otro cuando no se adentraba en la devastación de los alrededores, en apariencia vacíos y despejados. Ni qué decir tiene que dudaba mucho - ¡muchísimo! - de que su padre hubiese llevado a cabo cualquier tipo de hurto, y a pesar de que el planteamiento de Zack le pareció coherente al principio, o bien las palabras de éste no fueron del todo acertadas al final de su exposición, o ella estaba demasiado nerviosa e/o intimidada para ser más objetiva. O fatigada. O revuelta... O simplemente cansada de las demostraciones de poder por parte de los más fuertes.

Como fuera, lo que la estaba incomodando hizo que volviera a fijarse en la nave en cuanto se llevó a cabo la devolución de manera rápida y eficaz. Y antes de que Tanner condujera sus pasos hacia la mujer, la rubia de rasgos felinos se adelantó en la misma dirección, con precaución y con cuidado de no manifestar lo incómoda que se sentía. Con la desconocida dentro de su campo de visión pero con las pupilas clavadas en la aeronave, escudriñándola como si se tratara de un rompecabezas aún sin resolver.

¿Qué es esto...? - Parpadeó confundida, escaneando el fuselaje y los puntos de anclaje de arriba a abajo, absorta en sus pensamientos conforme rodeaba la maquinaria lentamente para poder contemplarla desde un ángulo diferente. - ¿Soy yo o algo no encaja...?

Había enfundado el arma antes de acercarse, sólo por si las moscas. No era tan estúpida como para tentar a la suerte otro poco más.

- Si con esa cosa nos ayuda a sacar peña de aquí, por mi como si tiene alas de verdad - le dijo a Lizzie con voz divertida, relajada... Desde luego ahora sentía el alma más tranquila. Azra se le adelantó para ver a la pequeña, pero no puso pegas ni hizo amago de acompañarla, pues parecía que su hermana necesitaba alejarse del grupo. Ciertamente era dificil lidiar con ella, pero... Suspiró sonoramente mientras se cruzaba de brazos y esquivó el intercambio de palabras entre Zack y el médico. No sabía que había pasado exactamente pero desde luego no pensaba entrometerse

- Mi vehículo esta fuera, creo que... en la puerta Oeste - se acordaba ahora de que habían llegado allí desde distintos puntos - si no se lo ha tragado aquel gusano gigante - matizó mientras miraba a Leia que se había acercado a ella - Hay que comprobar los vehículos, saber de cuanto combustible disponemos y quienes nos vamos cagando leches de aquí - fue sacando los dedos de uno en uno mientras hablaba para todos hasta acabar en Erik.

De repente captó el movimiento de Keira. Alzó una ceja curiosa - ¿Tú sabes manejar esa cosa? -

Frente a querer pasar olímpicamente de todo aquello, estaba la sensación contraria de necesitar enterarse, para poder actuar si se jodiera el asunto que se traían entre manos. Ojalá se pudiera permitir la primera opción. Como si alguna vez en su vida hubiese actuado de acuerdo a sus deseos propios.

...Bueno, una vez sí que lo hizo, pero había conseguido un resultado tan doloroso que a veces dudaba de que hubiera sido buena idea...

Escuchó atentamente los susurros de su compañera y le asintió casi imperceptiblemente. En parte para que supiera que la había escuchado y en parte porque no tenía nada que añadir. Como casi siempre. Secretamente le gustaba exasperarla un poquito con su mutismo casi crónico, pero nunca lo reconocería.

Así que se limitó a suspirar aliviada cuando Erik echó un poco de sesera y apaciguamiento al encuentro inesperado y después asintió a las palabras de Aria, envalentonándose a, todo un logro, regalar un par de frases que, aunque no eran especialmente útiles y constructivas, intentaban colaborar.

Yo no controlo de nada de lo que dices... – Se encogió de hombros, con seriedad. Sabía usar algunas armas para matar lo más rápidamente posible, y también intentar curar a alguien que estaba más muerto que vivo. Pero ya está.

...Pero aprendo rápido - Asintió mientras ponía las manos en jarras a la altura de sus caderas, más que dispuesta a hacer lo que hiciera falta para no salir de allí dentro de aquel artefacto volador tan poco tranquilizador. Después giró el rostro a su compañera, a la que realmente conocía poquísimo y de la que nunca se había preocupado lo más mínimo por sus capacidades - ¿Tú puedes echar una mano, Ivy? - Cualquier ayuda era poca para salir lo antes posible de aquella reunión tan poco alegre.

Y eso que ella era la persona menos alegre del planeta.