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De parocho Sao et rustico Ticio et asina sua Mera

Monegros de Urbión. Episodio I

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15/03/2019, 20:08
Oier Erlea

Oier asiente satisfecho al recibir la parte del pago, se guarda su parte y la de Yedra y el resto se lo ofrece a Elías para que lo reparta entre los otros si así lo quiere. Por su parte es consciente de que es mejor no jugársela a los compañeros de batalla, así que aunque a cualquiera le tentase no duda en ser honesto en esto. 

Después se acerca a la anciana Yedra Venenosa y le entrega los 15 maravedíes que le corresponden.

- Tenga, esta es su parte. Mañana partiremos con 15 más por cabeza si el gordo cura sigue vivo - Sabía que también ellos deberían seguir vivos para eso, pero al menos ya tenían con qué pagar al barquero si su destino era traspasar al más allá.

Se giró hacia Ticio al oírle gritar, maldecir y volverse loco de aquella manera. Dolça se acercó a ver qué le ocurría a aquel hombre, mientras Oier se preocupó más de hacerse con una buena pinta y no perder de vista al sacerdote, aunque sin estar justo a su lado, tampoco hacía falta pregonar a los cuatro vientos quienes formaban parte de aquel acuerdo. Ahora tenía un trabajo y pensaba cumplir, y mientras Ticio no le pagase le importaba bien poco si se terminaba por quedar calvo producto de su histeria. 

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17/03/2019, 22:32
Elías ben Ishaq

Elías recoge aliviado el dinero. No es la solución a todos sus problemas, pero sí un auténtico tesoro dadas las circunstancias.
-Marchad, joven, que yo quedo con el cura por si las moscas.

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18/03/2019, 10:02
Yosef Pichón

Yosef ha decidido proteger a Dolça, así que vuelve a cargar la honda y camina despacio buscando posibles enemigos que puedan atacar a la mercader judía.

- Tiradas (1)
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19/03/2019, 15:03
Ticio, el campesino

Dolça se acerca corriendo al grupo de Ticio, seguida a una cierta distancia por Oier y Yosef, más atentos a lo que pueda pasar que a interrogar al labrador. Elías se ha quedado tieso y respetable dentro de su pobreza, junto al padre Sao. Si alguien se ocupara en buscar con la vista a la extraña Yedra, la vería apartada de la hoguera, casi confundiéndose entre las sombras, con una tea ardiendo en una mano y en actitud como de oler el humo que desprende la madera quemada.

Dolça se planta finalmente junto al grupo que trata de consolar a Ticio. Casi ni necesita plantear su pregunta, puesto que todos repiten incrédulos unos murmullos cuyo significado no son capaces de aceptar:

-- Lo han matado... Han matado a Álvaro. Al lado de su casa, a Álvaro y al amigo que lo acompañada. Los han matado a los dos... Como a perros... Los han matado...

La presencia de Dolça activa algún recuerdo doloroso en la mente de Ticio, que renueva sus rugidos incontrolables, su dolor de padre que nota cómo desaparece la tierra bajos sus pies.

Notas de juego

Feliz día del padre, Ticio. Menuda coincidencia.

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19/03/2019, 15:12
Director

El revuelo por el asesinato de Álvaro se va extendiendo. Los corrillos se van transmitiendo la noticia de unos a otros y los cantos son sustituidos por gemidos, suspiros, sollozos y rezos a media voz. Desde su posición de observadores, Oier y Yosef pueden ver perfectamente cómo se extiende el silencio por la plaza, como las ondas al caer una piedra en una charca. La piedra ahora es el dolor de Ticio.

Y, de pronto, cuando el silencio ya reina y el crepitar de la hoguera resulta casi atronador de tan manifiesto, otra piedra cae en la charca: un nuevo run-run comienza a extenderse por la plaza. ¿El centro del rumor? Un niño pequeño, gordito y con cierta cara de bobo. Las palabras que se extienden por toda la plaza, estas:

¡Xuxo el mudo está hablando! ¡Xuxo el mudo está hablando!

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19/03/2019, 15:19
Xuxo

En efecto, en el centro de un amplio corro de personas, Xuxo el mudo grita a pleno pulmón, como fuera de sí, y señalando al padre Sao:

“Ha sio po culpa de Sao, que yo lo vi. Vi al cura dale una bolsa con oro al hombre malo que mal pullazo le dio al pobre Ávaro”.

Notas de juego

Contadme qué hacen vuestros personajes hasta el jueves a las 16 horas, por favor.

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19/03/2019, 16:11
Oier Erlea

Dio un sorbo a su vino.

Et al fin las piezas empiezan a encajar. Los rufianes, el crío...

Se secó la espuma de los labios con la manga y se acercó unos pasos decididos hacia el gentío, quedando de paso más cercano al padre Sao y al tal Xuxo.

-¡Pero menudo fillo de furcia es este cura¿no?!- exclamó mientras miraba al muchacho regordete y a los naturales de Monegros.

-Aunque a mi aquesto me güele raro...- inclinó un poco la cabeza hacia un lado, frunciendo levemente el ceño en una mueca como si estuviese pensando -... ¿matan a dos muchachos et los mudos fablan? ¡milagro!- alzó un poco las manos -aquesto me da a mi que es un pacto con los demonios. Pero ciertamente de ser el padre Sao yo fabiese pedido que me quitase d'encima algunas libras, tener un cuerpo bien esculpido, aunque solo fuese para verme la verga cuando fuese a mear- dedicó una mirada muy directa al jovencito regordete, como si el niño supiese más de lo que decía, sin acusarlo, pero pretendiendo sembrar las dudas y hacer flaquear al niño si hubiese dado en algo por pura casualidad. -¿Qué se busca aquí? ¿Alguien que pague la pena, o al verdadero culpable? Allá tenemos a dos que me pienso que nos pueden decir alguna cosa... - terminó ahora mirando a los ojos a Ticio, con decisión, una mirada de tipo duro, muy duro -Traedme una silla et cuerda para atar al que está en el suelo, et agujas, un cuchillo bien afilado et unas tenazas de la chimenea. Veremos si cantan-

- Tiradas (3)
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19/03/2019, 22:33
Elías ben Ishaq

Si bien llegaron hace poco a esta aldea, Elías tiene la sensación de que hubiera pasado aquí jornadas enteras. No recuerda una noche más extraña que esta... y si lo que Ticio dice es cierto, tampoco otra más triste. Los niños son criaturas inocentes de Dios y no hay mayor pecado que ofenderlas. Con la respiración entrecortada por las noticias cada vez más extrañas, preocupantes y dramáticas, Elías decide acercarse aún más al cura, sin tratar de perderse por completo de lo que ocurre al otro lado de la hoguera. Ya no piensa tanto en proteger al cura, como en colgarle de un árbol, pero en este maldito lugar nada es lo que parece y trata de no sacar conclusiones precipitadas, sobre todo siendo la fuente las palabras de un mudo, ni más ni menos. Elías es un hombre con experiencia, buen conocedor del alma humana, y cree que la reacción del cura ante los gritos del niño mudo deberían darle una pista sobre si es él o no el culpable de la muerte de los inocentes. Sorpresa y horror al verse acusado de tan vil crimen... o sorpresa y rabia al verse descubierto.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro Empatía, oculta, como se ha de hacer en estos casos si no me equivoco. Tengo 46%

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20/03/2019, 03:48
Dolça bat Kalonymus

 

A Dolca le duele en el alma el que hayan matado al niño.  Eleva una oración al buen Dios para que lo reciba y tenga junto a él. 

Al igual que su paisano Elías, Dolca vuelve a ver al cura, para saber si este sabía con premeditación algo de tal asesinato y cómo reacciona ante este. 

Su conocimiento de la gente le ha de servir en estos momentos aciagos, y quizá pueda haber paz entre la gente del pueblo, pues tal dolor y encontrar al verdadero culpable ha de ser satisfecho.  Si no, seguro otra muerte se ha de cernir sobre el lugar. 

 

- Tiradas (1)
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20/03/2019, 12:12
Yosef Pichón

Por su vida y su historia Yosef sabe mucho de turbas. Y aquí se dan todos los elementos para que comience una. Y como bien sabe, lo mejor, cuando una turba enfurecida coge fuerza, es no cruzarse en su camino, y desaparecer, o en el mejor de los casos, buscar un lugar seguro desde el que ver a la ola de ira chocar contra la causa de su origen.

Yosef busca las sombras lejos de la línea imaginaria que hay entre Ticio y el padre Sao.

Otra cosa que debería hacer mientras aún pueda moverse por el pueblo, es buscar al pequeño Álvaro y su amigo y confirmar que efectivamente están muertos. Pero para eso necesitaría saber dónde están los muchachos. Esto es, cuál es la casa de Ticio.

mientras me alejo del tumulto, pregunto a alguien de los que haya a mi alrededor.

--"Quiero comprobar esa historia, puesto que no queremos levantar falso testimonio sobre nadie, perdone, buena señora ¿podría indicarme, si es tan amable, dónde está la casa de Ticio?

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21/03/2019, 01:27
Yedra Venenosa

.

   Cuando Oier me ofrece la quincena de de maravedíes los osbservo divertida y niego con una risa cascada;

   - Jijijjijiji, no mozo, de eso ya tengo, - mientras meto mano bajo mi refajo y saco un pesado saquito que al abrir le muestro que está lleno de maravedíes. -

   - Pero ya que te has acordado de una anciana, ten, para que luego te vayas con una moza a tu gusto, más joven. - meto la mano y agarro un puñado de maravedíes, aunque quedan muchisimos más en el saquito y los entrego a Oier.



   Y poco más hablamos, ya que se oye jaleo en la plaza. El viejo campesino con el que habló Dolça está gritando y doliénte por la plaza y como grita como un becerro el día de la matanza, hasta una vieja como yo lo oye con claridad.



 

   Cuando oigo a Oier, miro al altado y  grito - VOYYYYY -

   Y agarrando la extremidad que tenga más a mano, arrastro al atado hasta donde esta Oier.

   Y quiera la suerte de este rufián que le haya agarrado de alguna pierna o de la ropa de la pechera y no de la verga o del pelo, porque lo voy a arrastrar igualmente.

   - Passoooo, dejen paso a una pobre anciana, tu, que haces en medio, no te enseñaron modales, aparta. - Refunfuñando y apartando con el bastón a quien no se aparte rápido voy donde Oier.

   - Ten, tengo una aguja rosoña, limpia un poco la sangre seca y como nueva, pero si hay  que cortar, mejor un cuchillo o un hacha ¿no? - Luego como si me acordara de algo, suelto al atado delante de Oier. - Toma, pero no habla mucho, y eso que le remendé un botón, pero mi vista no es la que era... igual le he cosido el botón a la carne, pero un tirón y se quita... que carne tiene mucha. -

   Luego me encojo de hombros y le digo, - no tengo hilo. ¿No hace falta, no? -

.

- Tiradas (1)

Notas de juego

   Los 15 maravedíes si no los vuelve a guardar Oier los dejo ahí, encima de alguna mesa.
   Entrego 48 maravedíes a Oier, si no los quiere me los guardo de nuevo.

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21/03/2019, 10:55
Oier Erlea

Oier se sorprendió de que la anciana rechazase los 15 maravedíes, pero todavía fue más sorprendente para el hombre que le recompensase su buena fe con nada menos que ¡48 maravedíes! Oier la miró pasmado, como si no terminase de comprender lo que estaba sucediendo. Jamás hubiese imaginado que aquella anciana fuese tan rica. Finalmente asintió, sonrió y se guardó gustoso el dinero.

Pues tan mala bruja no parece

Pensó Oier, quien empezaba a mirar con otros ojos a Yedra.


Tampoco había esperado que la anciana fuese la que tan prontamente le trajese al rufián, pero lo agradeció.

Joder, la mesma sangre tuviesen muchos de los jóvenes de ací et otro gallo cantaría.

-Gracias- dijo a la anciana mientras tomaba la aguja. Que estuviese sucia todavía la hacía mejor, aunque la punta sí debería asegurarse de que pinchase bien - Oh, será perfecta. Sí, para cortar tengo ací mi hacha- besó el metal plano de su arma -et algún cuchillo. Alguna tenaza que calentar en las llamas si fuese preciso tampoco iría mal- Esperaba que los del pueblo colaborasen. No solía trabajar en público, no al menos para tantos, y el espectáculo no iba a ser apto para menores, así que esperó un poco a ver cómo respondían los aldeanos y si decidían o no llevarse a los niños a que jugasen, cantasen o durmiesen en otro lugar.

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22/03/2019, 11:07
Director

La rubia y esbelta figura de Oier y la áspera y ruda de Yedra se imponen en medio del revuelo que han provocado tanto las palabras de Xuxo el mudo como la noticia de la muerte de Álvaro y su acompañante. El mercenario navarro se acerca hacia el regordete muchacho y comienza a gritar en su cara los métodos que él conoce para sacarle la verdad a quien miente o intenta inculpar a gente inocente.

Xuxo se queda pálido y con la boca y los ojos muy abiertos. Levanta sus sucias manos como protegiéndose y vuelve a decir, muy asustado, entre gemidos y pucheros:

-- Estoy diciendo la verdad, señor, no me peguéis. Yo lo vi. Ha sido culpa del padre Sao. Yo lo vi dale una bolsa con oro al hombre malo que mal pullazo le dio al pobre Ávaro.

Para ese momento está llegando Yedra a la altura de Oier, y le trae algunos regalos, en forma de aguja y de maleante semiincosciente y atado. Oier recoge la aguja y su mirada sádica pasa alternativamente del maleante que yace en el suelo a la aguja y al chaval regordete que lloriquea en medio de un corro de gente que no da crédito a lo que está viendo.

Precisamente a una mujer que está en la parte de atrás de ese corro es a quien trata de sacar alguna información el joven Yosef. La mujer mira con ojos alucinados al muchacho judío, antes de contestar como fuera de sí:

-- Pobre Ticio, qué desgracia. La casa del Ticio está en aquella dirección, al final del pueblo. Pobre familia, qué desgracia, por Dios.

Notas de juego

Yosef ya sabe cómo llegar a casa de Ticio.

Ahora sigo con otro post.

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22/03/2019, 11:10
Párroco Sao

Mientras tanto, ambas noticias han llegado hasta el párroco. Su mirada se nubla cuando se entera de la muerte de Álvaro, y se persigna consternado. Pero en seguida es arrastrado por el revuelo que se monta en torno a Xuxo, el mudo, y él mismo se acerca a escuchar el milagro de sus palabras.

Cuando ve al niño hablando y, más aún, cuando comprende lo que está diciendo, se le cae la mandíbula sobre la papada y una expresión de absoluta incredulidad envuelve su rostro. Mas la incredulidad da paso al horror, y el horror a la justa ira. La determinación vuelve a su espíritu y el padre Sao se persigna de forma ostentosa varias veces, junta las manos para rezar y, plantándose frente a Xuxo (que tiene a su lado a Oier, al maleante caído y a Yedra), exclama:

-- Vade retro, Satanás! ¡Que Dios nos ayude en este trance, vecinos de los Monegros! ¡Xuxo está poseído por un demonio, puesto que era mudo y ahora habla! ¡No dejemos que la maldición se extienda, hijos míos! ¡Al fuego, al fuego con el engendro del demonio antes de que sea demasiado tarde! ¡Que arda antes de que sea demasiado tarde!

Los aspavientos del cura son aterradores. Pasa alternativamente del recogimiento, en el que se encoge sobre su pecho en un acto de concentración y contrición, a los gritos y manotazos más desatados, hablando en castellano y en latín indistintamente, y arengando a sus corderos a atrapar a Xuxo y lanzarlo al fuego purificador.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Aún continúo con posts, dadme un momento.

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22/03/2019, 11:14
Campesino1

No menos terroríficas son las expresiones de algunos de los campesinos, que al escuchar las palabras del párroco se ponen serios, con los gestos duros iluminados por las llamas, y cuchichean entre sí y, cada vez más frecuentemente, en voz alta:

-- ¡Sí, sí! ¡El padre Sao tiene razón! El niño está poseído. ¡Es mudo y está hablando! ¡Al fuego con él, al fuego!

Finalmente, de entre el grupo de mirones se adelantan dos hombres que agarran al pobre muchacho por los brazos, los harapos y el pelo y comienzan a forcejear con él, que no está del todo dispuesto a dejarse meter en la hoguera y grita asustadísimo.

Notas de juego

Aún un post más.

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22/03/2019, 11:16
Campesino2

Sin embargo, no todo son actitudes de acuerdo con las palabras de Sao. No pocos labradores mueven la cabeza negativamente, incapaces de creer lo que están viendo. Los murmullos de desaprobación se vuelven imprecaciones cuando los dos hombres agarran a Xuxo. Comienzan a oírse otro tipo de gritos saliendo de la multitud:

-- ¡Oye, qué haces! ¡Quieto, hombre! Dejadlo en paz, ¿no veis que es solo un pobre niño mudo? ¿No veis que él no ha hecho nada?

Tímidamente, las voces discordantes van saliendo del corro, interponiéndose en el camino de los que sujetan al chaval.

Notas de juego

Ahora sí, os toca decirme cómo responden vuestros personajes a esta situación. Antes del martes a las 12.30, si puede ser.

Hay mucha gente en la plaza y parece haber muchas intenciones distintas, así que, cuanto más específicos seáis respecto a dónde estáis, mejor. Si la situación no es clara, preguntadme en el off-rol.

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24/03/2019, 15:46
Dolça bat Kalonymus

 

Padre Sao, dice Dolca, ¿es cierto que usted le diera dinero a la persona que atacó a Álvaro?  ¿Habrá sido por alguna otra razón que diera a malinterpretación?   ¿Recuerda haber dado moneda así a alguna persona el día dehoy?

Xuxo, y a tí, ¿cuándo te regresó la voz?  Dinos para evitar tu acusación, que la muerte de turba por fuego es razón de pecado mayor, en esta o cualquier religión.   ¿Cómo era el hombre que dices viste dar el puyazo al pobre niño?  ¿Es vecino del pueblo? ¿O por donde huyó? 

 

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25/03/2019, 23:07
Elías ben Ishaq

Viendo que la situación está muy cerca de derivar en violencia en apenas unos segundos, Elías saca su naturaleza de hombre del orden y, subiéndose a la primera mesa que ve, se estira sobre ella con el dabus levantado con ambas manos por encima de la cabeza y grita con su atronadora voz de gigante: "-¡Ni niño a la hoguera ni cura de cabeza al pilón. Aquí nadie toca a nadie hasta que aclaramos por qué se asesinan criaturas y los mudos hablan. Que para quemar poseídos y tirar curas del campanario siempre hay tiempo. Y si alguien no obedece, le parto el cráneo a la de tres!"

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26/03/2019, 12:17
Yedra Venenosa

.

   Observo incrédula al malnacido ese dicendo de quemar niños, y aunque ni me va ni me viene lo que le pase a los del pueblo, pues muchos campesinos son egoistas y traicioneros, por muy de santos que vaya, al final decido tomar partido.

   - Se sútil, Yedra, - me digo a mi misma.

   - ¡ALTO AHÍ, MALNACIOS, AHEMBRADOS, HIJOS DE MIL PADRES, ¿QUE ES ESO DE ECHAR A UN CRÍO AL FUEGO CON LA TONTERÍA DE DIABLOS Y POSESIONES INVENTADAS! -

   Señalo con un hueso huesudo al cura, - ¡Tú!, que pasas más tiempo persiguiendo faldas que sirviendo a tu pueblo, ¿como te atreves a ordenar asesinar a un niño a sangre fría? ¿no serás TÚ el que está poseído y no el crío? ¡Debería molerte las costillas a garrotazos, habrase visto! -

   Lanzo una mirada furibunda a los que llevan al niño y les señalo también a ellos, - el criajo ese me importa una higa, pero como le prenda aunque sea un mechón de pelo, vais a cabrearme. ¡Y mucho!. -

.

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26/03/2019, 23:03
Oier Erlea

Oier había pretendido que se desviase la atención del padre Sao a otras cosas, y al parecer el cura había obrado en el mismo sentido. Había funcionado, eso parecía, y con ello ganaban un tiempo, ¿minutos, horas? Eso se iría viendo. Sin embargo la cosa se va de madre cuando pretenden que el zagal sea pasto de las llamas. Eso no complace a Oier tampoco, es un niño. Vale, era mudo y ya no, pero cosas más raras ha visto y no siempre es oro lo que reluce ni demonio lo que de pronto recobra la voz. Elías parece estar en lo mismo respecto a eso, y sale en defensa del crío, también lo hace Yedra, que a pesar de ser una anciana provoca escalofríos. 

Casi preferiría cabrear al gigantón que a la vieja.

Oier lo tenía claro, y desde luego puestos a elegir mejor tenerlos de su lado. Dolça en cambio... bueno, parecía haber olvidado que había cobrado por unos servicios de protección, o tal vez no, aunque interrogar al cura tan directamente podía ser peligroso. 

O Elías tal vez se haya quedado todo para él

En cualquier caso él estaba trabajando, Yedra no, pues no había aceptado el dinero. Oier era un mercenario y no deseaba manchar su reputación en el trabajo, cumpliría su parte, tan solo debía lograr que el padre Sao siguiese vivo a la salida del Sol, eso era todo. 

-¡Calma, Calma!- apoyó a sus compañeros con voz más sosegada y mostrando las palmas de las manos en un gesto para llamar a la tranquilidad. -Todavía queda mucho por delante et seguro estoy de que encontraremos la verdad- Miró a su prisionero, estaba medio inconsciente y así no serviría mucho. -Agua, por favor, es de buen anfitrión dar de beber a nuestro invitado- no pensaba alejarse mucho del hombre capturado, extendió la mano esperando que alguien le acercase una jarra, una copa o el recipiente que encontrasen adecuado.  Después se acercaría al hombre atado y le daría de beber.

-Venga beba, por su bien se lo digo. Ací tenemos una multitud que se va calentando et si no reacciona será usted quien arda en la foguera- Un buen método siempre había sido empezar siendo amistoso, el enemigo bajaba la guardia, así después el pánico crecía con más intensidad a medida de que se hacía la idea del lío en que andaba metido.

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